La Taberna de la Tia (MM B: 78619)

[Hayame Snape Potter Black]

La vampiro dió una mala mirada hacia atrás con las manos en la cintura al notar como sus elfos domésticos comenzaban a hacer apuestas acerca de como terminaría aquel asunto entre la mujer pelirroja y aquel sujeto recién llegado al que había visto en su negocio.

No le hacía ninguna simpatía no solamente haberlo tenido allá donde trabajaba, moviéndose como le había venido en gana sino que además tenía que verlo aparentemente como un cliente dentro de su negocio; mostró los colmillos durante unos segundos y después, se giró en dirección de la barra, donde el grupito de elfos dió un buen salto y se escondió detrás de la barra.

-Madre mía, viene completamente enojada!

Soltó uno de los elfos apostadores ahora colgando de sus pequeñas manitas del borde de la mano mientras que un segundo se caía de la silla alta y terminaba de espaldas sobre un tercer elfo que ahora intentaba zafarse por todos los medios posibles

-Pero quítate, hombre!!

-Ya terminaron de divertirse todos ustedes?

Los ojos rojos de la mujer se entornaron con frialdad, casi como una madre que está por regañar a todos sus hijos mientras que miles de gotitas de sudor de nerviosismo recorrían las cabecitas de los elfos domésticos

-Pues...

[Ashley Peverell]

-¿Será seguro que cometamos una imprudencia de tal tipo?

La niña meció unos momentos sus preciosos piecesitos en el borde de la cama mientras que agarraba una nueva pastita y le daba un bocado, con los ojos elevados y pensativos de quien está meditando en algo muy importante ya que no quería entrometerse en los asuntos que se estuvieran llevando a cabo en el piso inferior mas sin embargo siempre consideraba como una gran responsabilidad el estar cerca de su hermana y el encargarse de que esta se comportase de forma adecuada, de esa manera en que su querido abuelo les había ordenado que siempre debían de comportarse sin importar la situación.

Uno de los dos elfos domésticos caminó hasta donde estaba la jovencita y tomó el vaso de cristal puro de la bebida de esta para con un chasquido de dedos volverlo a llenar de un blanco líquido tibio, que no por ello restaba la frescura de la leche para acompañar a las pastitas.

-Podríamos ir mi compañera y yo a averiguar qué tal van las cosas y después de eso podemos volver a subir e informarle para dejarle saber si es seguro descender hasta donde se encuentra su hermana.

Ofreció el elfo doméstico masculino con una sonrisa tierna y cariñosa para la preciosa angel que le sonrió de regreso y asintió una sola vez.

-Eso sería maravilloso, gracias amable señor.

Respondió con esa amabilidad y educación que la caracterizaban como un ser de gran pureza y muy buen corazon.

Editado 17 de Abril del 2019 por Baby Catwoman

[Helike R V PB]

Hacía muchísimo tiempo que no me pasaba por la Taberna (?) y a decir verdad... lo echaba de menos. A pesar de ser uno de mis lugares favoritos en todo el callejón, con todo el trabajo ministerial y a atender a los dos negocios que poseía, no me daban mucho tiempo a esparcirme por los otros negocios de mis familiares. Así que, con esa tarde calurosa, me había aparecido detrás de la puerta encantada que daba a ese mundo maravilloso que a mí me encantaba. Vestida con un pantalón largo de lino y una camiseta blanca del mismo material y unas sandalias romanas, fui caminando despacio, mientras mi coleta ondeaba a la suave brisa del centro mágico.

 

Llevaba mi varita y mi monedero de piel de moke en uno de los bolsillos, la mano aferrada a ella como si fuera un salvavidas (de hecho, lo era) pero tal y cómo estaban las cosas, podía esperarme algún ataque de algún pendeciero... y más aún, cuando una magia extraña, había decidido borrar por completo, el bando que tanto amaba. Me sentía un tanto extraña por eso... Pero, aún así aunque parecía que la paz finalmente había llegado a todos los lugares mágicos, podía esperarme cualquier cosa. Siempre tenía la sensación de que iba a ocurrir algún ataque... ¿Serían por los ecos del pasado? Ni idea, pero necesitaba refrescarme un poco...

 

Encontré el lugar tan rápidamente como mi aparición y me adentré en él. Aún disfrutaba de cómo el aroma a limón salía de la puerta y sonreí recordando uno de los primeros ataques que había tenido en ese lugar... Bueno, en la calle, pero igualmente, delante de la taberna. Instintivamente, llevé mi mano a mi tripa que seguía creciendo poco a poco, sonreí más abiertamente pero eché una mirada a ambos lados de la calle empedrada; la gente seguía comprando y tomándose helados, otros en grupos reducidos comentando las noticias del día... y otros atendiendo a sus locales. De momento, todo parecía indicar que estaba tranquilo.

 

Nuevamente, eché un vistazo a mi antebrazo izquierdo, ahí era dónde tenía la vieja marca tatuada pero que, por seguridad aún estaba oculta con encantamientos protectores, invisible a los demás, y sólo los que habían pertenecido a la Marca, podrían verla sin dificultad. A pesar de ser semi-vampiro aún me molestaba algo el calor sofocante que había esa tarde (?). Aunque hubiese una brizna de aire parecía que no era del todo suficiente para aplacar los albores del verano. Algo también muy inusual para la época en la que estábamos. Eché nuevamente un vistazo a mi alrededor y entré al establecimiento de mi tía...

 

- ¡Hola! - saludé con alegría a los presentes. Me fijé en que estaba Ashley y por supuesto mi tía pelirroja... Y parecía... bastante cabreada- ¿pasa algo? -pregunté con cierto temor. Sabía del mal genio que podía tener. ¿Sería una cualidad genética que teníamos los Potter? No tenía idea... pero a pesar de todo aunque unos y otros éramos de diferentes casas... éramos un grupo muy unido. Aunque era cierto que, con Sagitas al principio estábamos siempre a la greña, parecía que lo del embarazo nos había ilusionado a partes iguales... Una heredera para todo "un clan"...

 

- Cerveza de mantequilla por favor, con un poco de limón... Hace un calor de los mil infiernos ahí fuera - bufé y mientras lo decía sacaba un par de galeones de mi morral de cuero. Y mientras me sentaba (con un poco de dificultad he de decirlo) en uno de los taburetes de la barra, miraba con cierta gracia a mi tía... Pero aún así, debía tener cuidado con lo que decía, no dejaba de ser vampiro y tampoco era plan, cabrearla mucho más de lo que estaba...

 

@ @@Hayame Snape Potter Black

 

off: ¿os apetece unos rolecitos por aquí? jejeje

[Xell Vladimir Potter Black]

Estaba tan cansada que tuve que parar a recuperar el resuello en medio del callejón Diagon. Aquel niño corría como mil demonios. Además, me era imposible aparecerme delante de él y atraparlo porque se las sabía todas. Ithilion era un niño pequeño y aún no se le permitía usar la magia pero conocía mucho a su madre Sagitas y a su hermano Matt. Seguro que le habían enseñado cositas a las espaldas de todos porque sabía cómo esconderse de mí y de mis llamados. A punto estuve de lanzarle un Incarcerus pero había demasiados paseantes y seguro que le hubiera dado a otro.

 

Al final, le vi, con aquella cría de perrito Crup entre los brazos, metiéndose en un negocio. Resoplé varias veces y me acerqué a la puerta. Todo el problema venía de ahí. Sagitas me había dicho que me hiciera cargo del niño un ratito porque ella tenía que hacer algo fuera del pueblo, temas de Warlocks había supuesto. Así que me había traído a mi primo al Callejón para invitarle a un helado y pasear mirando escaparates.

 

Pero el niño se aburría cuando me paraba a mirar vestiditos y tironeaba de mi brazo. Le solté sólo un segundo y se escapó, cuando lo encontré, estaba sentado en el suelo, compartiendo un trozo de comida (que no sé de donde la sacó, esperaba que no la hubiera hurtado de algún colmado) con un perrito crup, que movía su cola doble ante las caricias de mi primito.

 

- ¡Qué bonito, Ithilion! Es un perrito bonito pero no te lo puedes quedar, debe de tener dueño.

 

Yo sabía que estos animales eran muy caros, así que seguro se habría escapado de algún lugar. Pero Ithilion no entendía mi razonamiento, tomó el perrito entre los brazos y huyó de mí, dispuesto a quedárselo. Ahora lo había pillado entrando en aquel lugar. Al mirar el letrero, lancé un suspiro de alivio.

 

Era la Taberna de la Tía, un negocio familiar. Al menos no tendría que dar explicaciones a gente de fuera si pasaba algo. Recordaba el poder del fuego que tenía mi primo y que había usado en la boda de su hermano. Era mejor evitar problemas en el pueblo. Sagitas me mataba si regresaba y encontraba una demanda por daños a terceros causados por su hijo.

 

- Abre la puerta, Ithilion. - El niño había cerrado por dentro. Golpeé la puerta con la mano plana para no llamar mucho la atención a la gente que pasaba a mi lado. - Abre la puerta, no seas niño.

[Matt Blackner]

Trabajar en el MInisterio, como director, a veces era agotador...a veces echaba de menos mi época como empleado, en la que, como mi madre era quien ocupaba la dirección, yo podía escaparme, dejaba el papeleo para última hora, y me escondía aqui y allá para echar una siesta de vez en cuando.

 

Odiaba el trabajo de oficina, pero como director, ahora tenía que dar ejemplo, y eso suponía que ya no podía escaparme, igual que debía llevar el papeleo al día.

 

Había quedado con @ en la Taberna. Oficialmente, se había dado de baja en el ministerio....algo normal, dadas las circunstancias. Pero se me hacía un poco raro no tenerla ya por la oficina.

 

Fue en esas, mientras caminaba con las manos en los bolsillos y el nuedo de la corbata flojo, cruzando el Callejón Diagón, cuando me encontré con la espalda de @@Xell Vladimir Potter Black, que aporreaba la puerta. La sentí preocupada, lo que me hizo fruncir el ceño.

- Prima? Que ha pasado? - pregunté, mirando alrededor. - No cuidabas hoy a It?

 

Si, fue nombrar al enano de la familia, y provocar que protestara. Reconocí la voz infantil de mi hermanito dentro, protestando y afirmando que no iba a devolver a Tazz.

- Quien es Tazz? - pregunté. - No va a salir de ahí dentro. Vamos a necesitar a mi madre.

[Helike R V PB]

Estaba tomando tranquilamente la cerveza, cuando sentí un golpe y casi me atraganto con la bebida. No sabía que había pasado. Giré mi cabeza mirando alrededor y mientras los otros clientes estaban a lo suyo, me desconcertó. ¿De dónde provenía? Miré la cabeza hacia mi entrada y reconocí enseguida al niño y fui hasta a él, su cabellera pelirroja era inconfundible.

 

- ¿Ithilion? -pregunté, éste me miró nervioso con un bicho que llevaba en las manos.

 

- ¿Qué pasó pequeño? -le dije con una sonrisa y me agachaba a su altura.

 

Sentí los aromas de Matt y Xell al otro lado de la puerta y sus voces. Lancé una risilla por lo bajo. Seguro que intentaban hacer que el pequeño saliera al exterior.

 

- ¿Les dejamos entrar? -sonreí nuevamente. Ithilion negó con la cabeza - ¿porqué?

 

- se quieren llevar a Tazz - lo miré inquisitivamente y supuse que debía de ser el crup que tenía entre las manos. Ahora sonreí con dulzura pero al mismo tiempo no me extrañaba nada, se notaba de quién era hijo.

 

- cariño, quizás esté triste -ambos miramos el animal - quizá busca a su dueño - el crup lanzó un par de ladridos... y, mira, te invito a una taza de chocolate, grande, grande, ¿qué te parece? -Ithilion pareció dudar un momento y su sonrisa se iluminó. Al menos, había acertado un poco con eso- pero, hay que devolverlo cariño, si quieres, por tu cumpleaños, te regalo uno, ¿sí? pero tienes que ser buen chico - aún así, me miraba desconfiado. Levanté la palma de la mano y le dije - palabrita, aunque mamá seguro que se enfada pero no te preocupes que yo me encargo de eso.

 

- asias - me dijo con su dulce voz- venga abre cariño - le dije yo, instándolo - o te quedarás sin chocolate - le dije yo con otra sonrisa más ancha...

[Sagitas E. Potter Blue]

Cabeceé e intenté disimular. Aquel consejo de Warlocks estaba siendo totalmente inaguantable y me moría de sueño. Pasé la mano por la mesa, resiguiendo una de las vetas de la madera, intentando disimular el hastío de aquellas conversaciones que ni entendía ni hacía ningún esfuerzo por entender. Era aburrido y punto. Me puse la mano en la boca como si me estuviera rascando la nariz pero en realidad bostecé bajo ella, intentando que la Warlock que estaba exponiendo algo sobre negocios en el extranjero no se diera cuenta de lo que me parecía su monólogo. Si esto seguía así, sencillamente, dejaría de disimular y me tiraría hacia atrás la cabeza, apoyándola en el sillón y roncando por todo lo alto. Sin embargo, hicieron un receso y me puse de pie de golpe.

 

-- Menos mal -- susurré.

 

Salimos de la sala y me dirigí a la fuente de las manos donde las puse para refrescarme. En aquel momento, un patronus me rodeó y me dijo algo de forma suave. Lo reconocí al instante. Era Matt. Había problemas con Ithilion. Fruncí el ceño en un gesto huraño.

 

-- Problemas urgentes en casa, tengo que dejaros. Disculparme...

 

No hacía falta más. Me alejé y, al darles la espalda, solté una sonrisita. ¡Bien por Ithilion, algo malo debía haber hecho para que Matt se atreviera a molestarme en el trabajo! ¡A saber cuál era la urgencia para que me citaran en la Taberna! Salí por el atrio rumbo al negocio familiar, casi cantando de alegría por poder alejarme de allá por un día.

[Matt Blackner]

El aviso a Sagitas habia sido enviado. Ahora solo qeudaba que lográramos explicarle como Ithilion se había hecho con un crup qe a saber de donde salía mientras @@Xell Vladimir Potter Black lo cuidaba un par de horas.

 

Todavía pensaba en que hacer para que abriera, o en que decirle a Sagitas, cuando las puertas se abrieron. Ithilion, con cierto mohín de fastidio, abrió la puerta y nos dejó entrar. La prima pasó delante, y yo la seguí, mirando al niño, serio.

- It! No puedes ir encerrándote en los locales, ni tampoco puedes ir cogiendo animales por ahí. Y si es de alguien? - le regañé, cruzándome de brazos.

 

- No! No es de nadie. Está solito. Y le duele una patita. - me contestó.

 

Lo miré fijamente. Sentía al niño, y estaba enfadado, pero también...sentía cierta lástima por el animal. Suspiré, abriendo los brazos.

- Está bien, enséñamelo. - le pedí, mientras pasaba junto a @, dedicándole una sonrisa y arrodillándome a su lado. Ithilion había dejado al cachorrito de crup junto a ella, y efectivamente, parecía tener una pata lastimada.

 

- Es cierto...parece abandonado. - el animalito estaba bastante delgaducho, y parecía pequeño.

[Sagitas E. Potter Blue]

Aunque intenté poner cara de fastidio por la interrupción, sé que entré en la Taberna de la Tía con cara alegre. Allá me encontré a Xell, Heliké y a Matt, riñendo al niño. Mantuve la cara neutra. Por regla general, si le riñen al niño es porque algo ha hecho, aunque a mí no me gusta que nadie le diga nada al pequeñín. Pero era su hermano y sus primas. Si le decían algo, seguro que era porque... ¿se lo merecía?

 

Entré con paso suave para no interrumpir y para escuchar parte de la conversación. Fruncí el ceño cuando sentí que Matt le decía que no podía quedarse animales de otras personas. Tenía razón, no podía robar animales de nadie. Le iba a explicar que a mí me parecería muy mal si alguien se quedara los animales del circo cuando lo vi. Me paré en seco.

 

-- ¡Ay, pobre! -- exclamé, tras el rápido examen de mi hijo mayor. -- ¿Quién habrá sido el hijo de mal gusarajo que le ha hecho eso al perrucho?

 

Me acerqué, ahora sin importar hacer ruido, y me senté al lado de Matt. Observé al crup con cuidado y moví la cabeza hacia los lados, enfadada.

 

-- Es pequeño para su edad, está desnutrido y tiene carencia de vitaminas. ¿Dónde lo encontraste, chiquitín? Y no te preocupes, como aparezca su dueño le voy a enseñar las reglas básicas para cuidar a los animalitos. Anda, cielo -- le hice una caricia, revolviendo su pelo rojizo. -- Ve a buscar una poción herbovitalizante y miel, Harpo te lo dará todo, seguro que hay en la trastienda. Y le daremos comidita para que se reponga. ¿Verdad, Matt, que se pondrá bien enseguida?

[Hayame Snape Potter Black]

La mujer hacía rato que no entraba en su propio negocio y ahora lo hacía tallándose un oído y con cara de malas pulgas

Había dado un paseo algo largo con su hermana menor cuando habían visto las urnas de votación y antes de que la vampiro pudiera advertirle, la rubia con esa inocencia tan suya, ya se había largado a votar; y ahora el mal humor de la Peverell, legendario cuando se le metía ese lado de dragón rosado furico había conseguido que la niña se encerrara a cal y canto en el castillo Peverell sin opción a reclamo

Hayame tenía una enorme gota de sudor en la cabeza cuando empujó las puertas de hoja doble estilo rancho en su negocio y se metió, realmente agotada por todo lo que había sido aquel día

Claro que el encontrarse con Matt y Sagitas en ese punto no había sido una de las primeras cosas cruzando su mente, así que...

Se detuvo por unos segundos mirando a las personas en el interior del negocio y después, cerró los ojos con el cerro fruncido y se rascó la frente un par de veces

-No quiero preguntar pero... me he perdido de algo? -le dijo a los presentes intentando guardar toda la calma posible dado lo que estaba ocurriendo