El Día de la Ira

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Mis acciones sobre Sagitas no variaron su mal humor y era entendible nunca la habia abrazado, aunque para mi sorpresa estaba bien acolchonadita al frente. Pero dejando ese pensamiento a un lado, despues de que saco la escoba de bruja vieja para atizarme por lo de mis intenciones con Ithilion, no era para menos varios padres habian fallecido en manos de la sacerdotiza por...bueno ni idea de porque??? quien sabria con esta viuda pelivioleta (por no decir negra).

 

-Venga que eso lo hice para sacarte de tu cueva -dije disimuladamente, refiriendome a lo de Ithilion mientras abrazaba a Xell y miraba a mi alrededor, podria babila no haberse dado cuenta, pero aqui habia mas que gato encerrado. Algo que tenia sentido ya que un trio de animales pocos convencionales, tal vez provenientes de un morphos custodiaban la entrada.

 

Claro despues me regresaron las palabras de Xell, sonrei.

 

-Bueno venia en busca de tus braguitas...pero silencio que es nuestro secreto -comente en apenas un susurro a Xell y le guiñe el ojo mientras Sagitas volvia a tomar la batuta y comenzaba a dar ordenes a trocha y mocha.

 

Y si, ya habia un trabajo pero aun no caia en la idea cabal que rondaba por la mente de la suegri. Contactar a un tal padre Andrews, Xell confirmo la idea dandome la direccion, Iglesia de Saint Bartholomew en la Cloth Fair Square. Eso no seria problema. Rescatar un espejo que pertenece a Xell....sonaba facil. Y crear una via de comunicacion segura con el padre. Eso estaria hecho para el almuerzo. Pero hubiese sido sencillo si solo hubieses sido eso. La parte de Harpo si ya seria dificil, aunque se podria realizar. Supongo. De hecho ya sabia a quien ver.

 

-Bien, si eso es todo.

 

Pero como iba a ser eso todo. No....siempr econ Sagitas pasaban cosas chungas. Primero algo la pincho....dejandonos con ese huid. Xell reacciono...pero solo para gritar y no era ese el momento. Teniendo en cuenta que siempre estaba al tanto de las posibilidades del entorno y que en medio del abrazo de las chicas ya lo habia estudiado pues actue lo mas rapido posible. Primer paso bomba de polvo de la oscuridad peruano. Segundo sacar mano de gloria, mover la tapa de la alcantarilla y empujar por ella a Babila..aun refunfuñando por su moto que quedaba atras y asustado por lo que sucedia. Empujar con un pie a Sagitas al desague y tomar por la cintura a Xell para bajar y caer con estilo en el charco de putrefaccion que teniamos debajo. Tercero movimiento de varita para poner la tapa...y otro mas para hacer una ilusion de los adoquines de la calle en ella. Se decia facil pero hacerlo rapido con dardos volando alrededor de uno no fue facil.

 

-Uff eso estuvo cerca....estamos todos bien?? -Babila no tanto y que decir de la suegri..que pese a que habia sido tomada a tiempo por el uganes parte de su melena habia sido tocada por las transparentes y perfumadas aguas de las cloacas de londres. -Babila...con cuidado lleva a Sagi durante un buen tiempo por este tunel. Despues de mas de 1km sales y la llevas a la Mansion, dejala ahi no creo que nada mas malo le pase, yo te espero en la iglesia que dijo Xell. -Mire a Xell- supongo que tu tendras otras cosas que hacer....de todas formas ya sabes donde estare...siempre es agradable contar con tu compañia.

 

@@Xell Vladimir Potter Black@@Sagitas Potter Blue

[Arya Macnair]

Misión: Salvoconducto

Hogwarts-San Mungo- Hospital ambulante.

Laura

"Trae a mis hijos de regreso, o no regreses"

Ese fue el pensamiento que me aquejó mientras era transportada junto a tres enfermeros hacia Hogwarts. Arya y yo éramos excelentes amigas pero cuando algo de vital importancia para cualquiera de las dos estaba en juego, los roles cambiaban. En ese momento ni yo era su confidente ni ella la enferma que me devolvió la vida por intentar enmendar errores ajenos a mi. Era una enfermera, una enfermera con conocimientos de guerra debido a la verdadera época en la que nací, con una única misión, salvar a los niños atrapados en el colegio de Magia y Hechicería, entre ellos mis "sobrinos", y desaparecer sin dejar qué seguir.

⸺Quítate, chico.

Cuando logré salir del portal mi nariz se clavó en la espalda de un enfermero. Perfecto, pensé, el primer idi.ota que entra en shock. Por qué había escogido la medicina si ante un cuerpo mutilado si primera reacción era el vómito, el llanto, la impresión; no podía ser yo quien cuestionase la vocación de aquel trío, pero al menos no les permitiría estorbarme. Cuando Arya se enterase de aquello -no por mi- el chiquillo acabaría vendiendo goma de mascar de mil sabores en el parque.

⸺¡Señorita Macnair!⸺ acotó uno, el moreno. No iba a gastarme en aprenderme sus nombres. ⸺Su espos..

Lo interrumpí de manera descortés. Así era yo

⸺Tú, tú y tú. Al agujero, ahora.

Señalé a los mocosos Macnair primeramente y luego me dispuse a hablar para interrumpir a Sybilla. La mujer no me tenía en gracia pero nos llevábamos "bien" gracias al putrefacto carácter que portabamos, muy similar. Además de historia, claro, pero ninguna sabía que la otra había muerto de la misma manera: por bruja, por un asqueroso esposo, y debido a la pérdida de un hijo; aunque más tarde la morena encontrara al niño perdido.

⸺Kore está en la mansión. Se ha levantado el escudo protector y Sebastián ha regresado⸺ sentí los ojos de Rohana perforandome la nuca ⸺No, niña. Tu madre se quedó a cuidar de los gemelos pero debes irte ¡Ahora!

Los tres tontos que vinieron conmigo parecieron reaccionar y salieron disparados en distintas direcciones, activando así el protocolo de evacuación. Cada uno tenía el botiquín de emergencias por si se presentaba la oportunidad de utilizarlo, que segura estaba pasaría. Por el rabillo del ojo voy desaparecer a Kalevi, Ámbar y Rohana, instados más por la Matriarca que por mi pedido poco amistoso, aunque antes de cruzar el portal la copia pequeña de Arya me abrazó por la cintura con cariño y corrió.

⸺Necesito que todos crucen el portal, incluida tú Cissy. Arya fue a buscarte a uno de los hospitales móviles pues a San Mungo llegó la noticia de que había sido bombardeado y he perdido todo contacto con ella.

A lo lejos una fila interminable de niños entre los once y los diecisiete años era engullido por un vórtice negro con destellos azules. Todos irían a parar con sus prefectos y profesores al sótano de San Mungo para ser re dirigidos a un nuevo hospital camuflado incluso a ojos mágicos; en esos tiempos ya no se podía confiar en nadie.

Sabía que los otros dos enfermeros que perdía de vista estarían cubriendo el resto de Hogwarts, lo cierto era que éramos un equipo chico en comparación con la monstruosa instalación. Pero lo lograríamos, estábamos más que capacitados para lo que se venía, o al menos yo.

Me arrodillé junto al hombre inconsciente y vendé su cabeza herida mientras Cissy asimilaba lo que acababa de decirle, Arya nunca dejaba de meterse en problema, tenía una severa adicción a ello. A pesar de ser un prisionero, como me informó uno de los alumnos allí presentes, primero era una persona, y como tal había que curarle las heridas; además, un soldado muerto no sirve para nada, era probable que muy encriptado en su mente tuviese algo que nos sirviera.

Un segundo hombre se nos unió, me tomó tan por sorpresa que estuve al borde de matarlo. Varita en mano le apunté al pecho, los niños, mis principales objetivos, ya estaban fuera del radar pero de igual forma debía proteger a los demás, para ello me enviaron allí. Al parecer conocía a la Mortífago, pues a ésta únicamente se dirigió. Guardé la varita y me dediqué a enyesar el brazo roto del enemigo para así poder ponermelo al hombro y medio arrastrarlo hacia el portal.

Sybilla me miró, iba a decir algo, pero yo disfrutaba demasiado el interrumpirla.

⸺No hace falta que me digas nada, estás tan loca como tu sobrina. Me encargaré de llevar a éste sujeto ante el Departamento de Seguridad Mágica y más tarde veré cómo están los niños

Estaba claro, lo descifré en su expresión. Iría a la boca del lobo en busca de Arya pues algo le decía que estaba en peligro ¿Qué sería? Quizás el hecho de que yo misma le informé sobre el asedio al hospital móvil ¡Era claro que la pelirroja estaba en peligro! Pero una era peor que la otra, las mujeres de esa familia me terminarían por enloquecer.

Sobre nuestras cabezas brilló una mágica luz verde ¡El enfermero moreno había conseguido cruzar el portal! Si tuviera corazón éste latiría de emoción. Gracias a Dios no lo tenía. Una segunda y tercer luz iluminó la oscuridad ceniza de Hogwarts, los alumnos habían sido evacuados. Pero tras una pizca de victoria, llegó la desgracia. De pronto el suelo comenzó a vibrar, un pelotón completo de soldados muggles se dirigía hacia nosotros con presura.

⸺Intenta traerla, aunque sea a medias

Le imploré, pero con un tono tan cínico que no pareció ruego sino más bien, burla. Y desaparecí con los pocos que consiguieron salir de la mazmorra, tocaba activar la segunda fase del protocolo, confusión. Engañaríamos a los soldados para poner a resguardo a todos los niños.

[Cissy Macnair]

Hogwarts

Misión de rescate

 

 

La gente se movía a mi alrededor, algunos mirando al muggle que manteníamos maniatado y semi sedado, otros intentando buscar más señales de vida en los escombros caídos de las mazmorras. Pero mi atención se había mantenido en los tres chicos que tenía agarrados de mi túnica, como si fuera la cosa más hermosa que habían visto jamás. Mi semblante sombrío se había relajado un momento al notar que los tres estaban relativamente bien, pero me duró poco. Debíamos actuar con rapidez y, como si nuestras mentes estuvieran conectadas, Aaron envió un Patronus para avisarnos que el Castillo Black era seguro.

 

-Pff, si, claro- murmuré, dándome cuenta por el rabillo del ojo que Sebastian Crowld y los otros me estaban observando-. El Ministro dice que enviemos los chicos al castillo Black- comuniqué al resto, lo suficientemente alto como para que todos me captaran.

 

-¿Qué te parece si yo me los llevo? –

 

Di un respingo al escuchar aquella voz tan cerca y apunté la varita, pegándola al pecho de Malfoy antes de siquiera poder pensar en lo que estaba haciendo.

 

-Car.ajo Hasam, vas a matarme de un susto- lo regañé, bajando la varita y estirando un brazo para estrecharlo fuerte contra mí-. ¿Qué haces aquí?- pregunté, sintiéndome mal de repente al pensar que algo podría llegar a haberle pasado a Hades. Si San Mungo había sido atacado... Me dolió el pecho y tuve que llevarme una mano ahí para intentar, estú.pidamente, de mantener mi ser completo y no caerme a pedazos allí mismo.

 

Pero él ni siquiera tuvo que responder cuando un portal se abrió y unos medimagos salieron de él. El primero en salir dijo mi nombre pero fue interrumpido por...

 

-Laura- mi boca hizo aquella expresión de lado, entre disgusto y exasperación característico de mí y supe que ella lo había notado, porque si la situación no hubiera ameritado otra cosa, se hubiera reído de mi-. ¿Qué car...

 

⸺Kore está en la mansión. Se ha levantado el escudo protector y Sebastián ha regresado⸺ de nuevo me interrumpió para luego decirle a Hana que Castalia no había venido.

 

-¿Cómo es que...

 

⸺Necesito que todos crucen el portal, incluida tú Cissy. Arya fue a buscarte a uno de los hospitales móviles pues a San Mungo llegó la noticia de que había sido bombardeado y he perdido todo contacto con ella.

 

La nueva interrupción por poco hace que me salga humo por las orejas, pero apreté los puños mientras veía a Laura dar órdenes y moverse por allí como si lo hubiera hecho incluso antes que aprender a caminar. Quise detenerla un par de veces, pero ella se escapaba de mí, así que simplemente corrí tras los alumnos y los coloqué en filas para que pasaran a San Mungo y, de allí, sólo ella sabía a dónde, ya que el hospital no era seguro. Hasam se colocó detrás de mí, como si fuera mi guardaespaldas y Laura le dirigió una de esas miradas, varita en mano, que hubiera hecho huir a cualquiera -menos a mí-. Para ser una medimago, era bastante ruda.

 

-No tengo ninguna explicación que darte- las palabras salieron entre dientes, pero ella sólo se mofó de mí-. Voy a ir a buscarla- finalicé, girando hacia Hasam-. Debe haber ido al hospital de campaña al que me dirigí temprano esta mañana... Car.ajo, Arya... - mi mirada pasó por el portal una última vez, directo hacia Hana, Ámbar y Kalevi y, luego, abrí otro similar pero para irme rumbo al hospital de campaña-. Cuida de mis pequeños, Laura. O me encargaré de que no vuelvas a respirar- le dediqué una sonrisa sádica y luego desaparecí junto con el tío de Hades.

 

****

Hospital de Campaña

Cissy con Hasam (@@Hades Ragnarok) y Marcus

Buscando a Arya

 

 

Aparecimos afuera del hospital, en los túneles viejos del tren de correos. Las luces rojas de emergencia estaban encendidas y parpadeaban incesantemente. El aire se encontraba denso por la polvareda y los escombros estaban removidos por pies que habían huído con demasiada prisa en la dirección opuesta a la que nosotros nos dirigíamos.

 

-Debemos estar al menos a cien metros de la carpa... mi**.da, eso significa que la zona es impenetrable- ni siquiera por un Fulgura Nox, lo cual me daba dos pautas: o habían resguardado la carpa, o todo estaba destruído y por eso el portal nos había llevado tan lejos.

 

Las pisadas eran claramente de botas de combate, por lo que mis sospechas iban dirigidas hacia el grupo de locos muggles que habían atacado. Pero también era posible que los que se encontraban en la carpa hubieran huído por aquel mismo camino, al menos los que hubieran podido correr. Eso era lo que mantenía en mi mente mientras avanzaba codo a codo con Hasam, él atento a nuestro alrededor mientras mi mente viajaba una y otra vez hasta mi hermano y mi sobrina. ¿Cuánto habrían resistido? ¿Era posible que la armada muggle hubiera penetrado las defensas? ¿Cuántos soldados había asesinado Marcus? ¿Podría haber huído? Ni siquiera quería pensar en los médicos, inquisidores y enfermeros que me habían pedido que rescatara a sus hijos de Hogwarts. ¿Cuántos niños habían perecido en ese ataque inicial por los bombarderos?

 

@@Arya Macnair

[Kiyotaka Ayanokouji]

(Agente Panda)

Misión: Babys en fuga

Hospital Hinderbug

No dejaba de escuchar a sus compañeros por los radios comunicadores, habían sido desarmados ese tipo era potencialmente peligroso... pero el objetivo era claro, tenían que entrar por los que empujando a @@Eobard Thawne y a @ entraron por el portal conjurado por el chico hace unos instantes acompañado de 8 mercenarios, al cruzarlos habían llegado a lo que parecía ser un estacionamiento, las alarmas habían sido activadas y varios miembros del personal corrían despavoridos en coches o a pie debido a los ataques que se escuchaban afuera.

--Panda 1 y 2, su misión es buscarnos un transporte para huir y llevarnos a nosotros a todos los bebes.--

Hablaba con una extraña tranquilidad, a pesar de su joven apariencia toda su vida la había pasado en guerra, por lo que haciendo señas a los demás comenzaron su travesía hacia el sótano del hospital... cómo lo sabía? bueno esa información era clasificada...

(En el Exterior)

Lo que sucedía afuera de las instalaciones sin duda alguna superaba todo entrenamiento que los soldados fueran a experimentar... rápidamente habían sido desarmados y superados en números, los rayos iban y venían las criaturas se formaban y hasta una águila de luz se alzó en el cielo!!! sin no les hubieran advertido de lo sucedido sin duda alguna ahorita estarían presas del miedo, pero aun así tenían una misión que cumplir fue entonces que el más joven de los soldados miro como una chica (@) se sacrificaba para que los demás pudieran entrar a las instalaciones, por lo que al mirar como una de esas criaturas intentaban atacarla por detrás inmediatamente saco su pistola y comenzó a disparar hacia la misma... sinceramente no sabía con exactitud si las balas funcionaban de algo pero al menos le daría el aviso suficiente como para que pudiera actuar...

--(Cabo) Rapido... nos... nos necesitan...!!--

Que parecía que estuviera apunto de llorar presa del miedo si era verdad, pero sinceramente era la muestra de valentía que todos necesitaban por lo que el 2do al mando de esa unidad solicitó permiso para ocupar el armamento especial... y fue asi que una vez obtenido lo necesario los dos "gorilas" que tenían sacaron sus maletas que fácilmente podía entrar un hombre de 2metros en ella y las comenzaron a abrir.

--(Cabo) Señorita... (Feyre) soy... soy el cabo Juan... yo... yo la protegeré..--

El cabo sonrió pero no se había percatado de la presencia de otro redentis el cual se había abalanzado sobre él el cual hacía lo posible para que no muriera en ese momento... en lo de mientras el otro grupo había formado un caparazón con los escudos obtenidos de una mochila y en la otra sacaron una variante moderna de la Gatling pero lo que caracterizaba a estas armas eran los colores característicos de Genetic´s Corporation por lo que sin decir más comenzaron a disparar a 100 balas por segundo las rafagas de color verde comenzaban a salir para impactarse en el cuerpo de todos los enemigos y criaturas creadas de la nada... un brillo característico de color verde comenzaban a salir de todos los orificios de las criaturas comenzando a matarlas casi al instante... no importaba el tipo de criatura ni del material el cual fuera hecho, sencillamente mientras tuvieran magia las balas surtirán efecto...

--(2do al mando) Panda 2 reporta situación bajo control la zona ha sido aseguradas.--

SEDE DE LAS AUTORIDADES FEDERALES MÁGICAS DE SUIZA

24 horas después del día de la Ira

7:00 p.m.

"The Ice Man" (Aclaratoria: No es Dick Grayson)

A pesar de todo, el ministro inglés permanecía en silencio aquel plan sin duda alguna afectaría sus intereses por lo que sacando una carpeta del interior de su abrigo se los paso a la representante francés sin emitir el menor comentario existente, en la carpeta se encontraban las fotos de los estudiantes fallecidos, las calles muggles de londres con los magos tenebrosos atormentando y matando a los muggles, personal y enfermos fallecidos en San mungo, los daños aledaños de la "Misteriosa" explosión del MACUSA y por último pasó por su teléfono un video donde se mostraba como un grupo de "Magos" interrumpieron agresivamente dentro del hospital Hindenburg...

--Las imágenes son de uso exclusivo de mi organización y gobierno, si esto llega a manos de la prensa o de la misma ONU, puedes garantizar que SALEM se va a convertir un pequeño relato de fantasía al lado de lo que esto desataría... la ONU no puede condenarnos ni obligarnos a nada, no está dentro de su poder como organización ese anuncio debe ser tomado con una sugerencia.

Sin decir mas inmediatamente recuperó su teléfono debido a un mensaje de una doctora que amenazaba con lo sucedido en el Hospital Hidenburg...

--En mi opinión no podemos destruir a genetic´s de entrada porque no es nuestro gobierno y 2do con el poder que tienen podemos dar fin a los magos tenebrosos, podemos privarlo de su magia y fuerza y sería tratado como un muggle más... no hay peor castigo que eso para ese tipo de gente.--

[Lucrezia Di Medici]

Grammault Place.

 

El abrupto cambio entre la oscuridad de aquel callejón húmedo y poco higiénico de la periferia de Londres y la natural y resplandeciente luz del sol que desde la alto iluminaba Grimmault Place impactó sus córneas en el momento en que cruzó el portal que había invocado minutos atrás. El cantar de un pajarillo amarillo, posado tranquilamente sobre un pórtico en donde había armado su modesto nido, hizo que su pequeño envión de furia se desvaneciera. El Fulgura Nox la había transportado hasta aquel lugar que Babila, a quien para su infortunio había encontrado del otro lado del espejo comunicador en lugar de a Sagitas, había mencionado en su corta pero reveladora charla, que en realidad no había sido tal pues ella no había emitido palabra alguna. No encontrar a la Potter Blue había generado en la aristócrata cierto sentimiento de decepción que no podía esperar para soltar frente a ella como en los viejos tiempos. Confiaba en que la encontraría en las inmediaciones haciendo alguna payasería, como era tan típico de quien consideraba su amiga.

 

Como un instinto que había desarrollado durante aquellos días donde la magia era penada, la aristócrata observó a su alrededor en busca de posibles testigos. No tardó en reparar, tras la ventana del segundo piso de una de las casas adoquinadas de aquella calle, en la mirada extrañada de una anciana que, a juzgar por la expresión camuflada tras sus incipientes arrugas, no sabía exactamente que acababa de atestiguar. La mujer, de enrulado y cuidado cabello blanco, acercó su diminuta nariz al cristal para intentar en vano reconocer si lo que había observado era el uso de la magia o si sus cansados ojos desgastados por el imparable paso del tiempo le habían vuelto a jugar una mala pasada. Lucrezia le sonrió con cierto aire socarrón a aquella muggle tomada por la duda. Elevó su mano derecha en el aire y extendió con firmeza exagerada su dedo medio, exhibiendo a la anciana un gesto impropio de alguien de su casta.

 

Una vez “arreglado” aquel pequeño inconveniente, la Médici se decidió a avanzar por la acera con la doble intención de nutrirse de lo que la rodeaba, algo que su mente traducía como información valiosa, y de encontrar por fin a Sagitas. Su mirada rastreaba la numeración de las propiedades, expuestas en carteles de dudoso gusto decorativo en la fachada de las mismas, mientras comprobaba en pequeños intervalos presencias o movimientos que resultasen extraños a la soporífera cotidianidad de aquel vecindario de típicas edificaciones de ladrillo de dos o más pisos. No conocía Grimmault Place más que por los rumores - tan sostenidos en el tiempo como totalmente incomprobados - de que allí se llevaban a cabo actividades de la infame Orden del Fénix. No distaba mucho de ningún otro barrio típico inglés, con aquellas casas tan parecidas unas a otras que se tornaba complicado intuir los límites de cada una.

 

7,8,9…las puertas de diversos colores se sucedían unas a otras, con los periódicos matutinos esperando sobre las alfombrillas de bienvenida a ser recogidos por el hombre de la casa. <<¿Por qué alguien pintaría una puerta de azul marino en vez de enseñar la perfección de una buena madera?>> se preguntó Lucrezia con seriedad, volviendo de inconmensurable importancia algo nimio, para evitar confrontar una verdad que le resultaba tan molesta como un grano en las posaderas: se encontraba totalmente perdida, caminando sin un rumbo establecido ¿Por qué Babila había nombrado aquel sitio sin ningún tipo de especificación, exponiéndola a ser descubierta por las patrullas muggles? La italiana era conocida, incluso por quienes apenas tenían un contacto mínimo con ella, por su apasionado odio hacia aquello no planificado al detalle. Detestaba lo que catalogaba como las dos “impro”: improvisto e improvisado. Era claro que, una vez se encontrara con aquel particular amigo de Sagitas, lo último que le dedicaría eran palabras bonitas.

 

- ¿Pero qué? - exclamó, casi como un acto reflejo de sus cuerdas vocales, cuando se encontró con una escena visualmente impactante apenas a unos metros de distancia.

 

Aminoró la velocidad de sus pasos hasta quedarse completamente quieta. Sin moverse un milímetro de su posición mientras procesaba todo lo que sus azules ojos llegaban a captar, la joven aristócrata observó aquella densa capa de humo negro y casi opaco que irrumpía abruptamente la normalidad de aquel clásico vecindario. Lo había visto actuar antes: polvo peruano de la oscuridad instantánea, una vía de escape urgente ante el peligro ¿Pero qué peligro exactamente? Utilizar un elemento relacionado a la magia en medio de un sitio atestado de muggle era a todas luces la peor idea que a alguien podía ocurrírsele. Sin dudas Sagitas, cuya presencia en el lugar podía percibir en la atmósfera (y nunca mejor dicho), estaba ligada a ello gracias a su talento único para meterse en inconvenientes. Sin embargo, no reconoció el característico acento de la Potter Blue entre las graves voces que se filtraban desde el interior de la oscuridad creada por el polvo peruano ¿Qué decían...?

 

Cuando la turbia nube comenzó a disiparse, con las pequeñas partículas negras cayendo hacia el suelo por la misma gravedad, las figuras en su interior comenzaron a tomar forma humana a medida que la luz se abría paso hacia ellas. Bastaron apenas unos segundos para que lograra divisar sin dificultad la insignia que brillaba en los parches que aquellas personas, en su mayoría hombres, llevaban cosidos en las mangas de sus uniformes. Los reconoció al instante, pues se habían vuelto el predador a evitar una vez la larga noche de la perpetua persecución hubo caído sobre todo aquel que exhibiera aptitudes mágicas. Sus perfectos dientes chirriaron cuando pronunció aquella palabra para su adentro, censurando los crudos epítetos con los que acostumbraba a acompañarla: Militares. Media docena de ellos sosteniendo aquellas armas mecánicas que lanzaban dardos con una versión mundana y muggle de poción para dormir.

 

¿Atacar u ocultarse? ¿Arriesgarse o escuchar a su instinto de auto conservación? ¿Esperar a ver como actuaban aquellos muggles o acatar los consejos de aquella voz en su mente que le anticipaba que irían tras Sagitas nuevamente, pues aquel intento de distracción solo los había retrasado momentáneamente? Las dudas se fueron acumulando en su fuero interno de una forma tan vertiginosa que incluso terminar de formularlas se volvió una tarea casi imposible. Solo bastaba que uno de los militares decidiera voltearse para que la encontrasen allí, parada en medio de la acera como una testigo de su patente incompetencia. Seguiría la detención, la requisa, el secuestro de su varita y vaya a saber que guardaba el Inquisidor luego para quienes tenían sangre mágica circulando por sus venas. El tiempo, concentrado en los siguientes segundos, sería tirano. La necesidad de tomar una decisión era imperiosa y la acechaba, como voces disonantes que se mezclaban unas con otras hasta ensordecerla. Su propia vida, lo único que apreciaba más que el poder, estaba en peligro.

 

Sin embargo, generada quizás por la súbita inyección de adrenalina que circulaba por su cuerpo, una pequeña chispa hizo combustión y encendió la prodigiosa maquinaria que era su mente. Lucrezia encontró la respuesta dentro de las preguntas que se había hecho a sí misma. Momentáneo…todo resultaría momentáneo e inútil si no se ejecutaban acciones definitorias. Un punto final. Había que plantar cara, dejar atrás los artilugios para esconder algo tan natural como la magia y contraatacar con aquel don con el que los magos y brujas habían nacido. Aquellas personas perseguirían a Sagitas sin descansos por más obstáculos que se encontrasen en el camino y lo harían con todo el que presentase resistencia a sus métodos autoritarios y violentos. No podía permitirlo, no más. Su blanca varita de materializó en su zurda en el instante justo en que la nube terminó por desaparecer. Volver a sentir el frío de aquel mango de mármol contra sus delgados dedos le dibujó una sonrisa en su pálido rostro. Separó sus carnosos labios en el segundo en que el primer militar hizo contacto visual con ella. Hacía tanto que no percibía ese sutil calor en su piel que acompaña la emoción…

 

- Cinaede.

[Sagitas E. Potter Blue]

Para Babila, aquel día estaba siendo algo extraño. Después de lo sucedido en la mansión y el paseo en moto, por fin había encontrado a la Señà Sagita. Pero ésta, en vez de alegrarse como él, se había puesto a gritarles, a ambos. A los tres si recordamos que la Señà Lucrezia estaba mirándola desde el espejo. Detrás de ella apareció la Seorita Séll y el negrito se atrevió a levantar la mano y saludarla con vehemencia, pues se alegraba de verla.

 

Para hacer más extraño aún lo que sucedía en aquel lugar, aparecieron en la plaza tres animales que despertaron los instintos cazadores de Babila. Hacía mucho tiempo que había salido del pueblo de Uganda, donde vivían de la caza de animales salvajes. Por unos instantes, el negrito no vio nada más que una zona de caza y se desentendió de la bronca que le caía por parte de la pelivioleta para buscar una lanza, un palo, un piedrolo, ¡lo que fuera que le permitiera caza a uno de esos y llevarlo como comida a la "Ojo Loco". ¡Se sentía tan feliz que apenas se fijó en los achuchones de Sean a las dos mujeres! ¿Y si arrancaba el manillar de la moto y luchaba como un Gran Cazador contra...?

 

-- ¿Buscá a l'elfo? ¿Pó qué?

 

Babila no se enteraba de mucho pero aquella parte la entendió y le pareció una idea horrible puesto que en estos días que él no estaba en casa, él se encontraba mucho más a gusto sin que nadie siguiera sus pasos, comprobando todo lo que hacía. Pero el tono de voz de Sagita no dejaba lugar a discusiones. Además, si él conseguía los 50.000 galeones, podría traerse a Londres a sus tres mujeres y a todos sus congéneres. Así que prestó atención y dejó de mirar la moto, posándola en el suelo. Al fin y al cabo, de repente, los tres animales habían desaparecido convirtiéndose en una piedra, un banco y una columna, dejándole triste, por cierto.

 

-- Sá exo daño, mujé? -- le preguntó a Sagitas al verle caer al suelo.

 

Aquí volvieron a suceder más cosas extrañas. El día se hizo noche y se puso a toser por una especie de polvo que parecía metérsele en las narices. Después, sintió que le empujaron y cayó por un hueco por el que pasó con mucha dificultad pero el Señó Sían le obligaba a pasar así que se esforzó por caer, a pesar del mal olor.

 

-- Pero ande nosa metío, señó Sian? Jiede komo la defecasione de lo dragones del sirco -- dijo, tapándose las narices. -- Kreo ke s'ha rompío er espejo. ¿Señà Lucresia? ¿Stá aí?

 

Después cayó un cuerpo y posteriormente, de forma muy amable, Sean ayudó a bajar a Xell. Babila atendió su petición de cargar el cuerpo de la mujér porque no parecía ponerse en pie.

 

-- A visto, señà Lucresia? La señà Sagita stá akí pero no sé si podrá ablá conusté, lá picao un moskito -- siguió hablando al espejo y moviéndolo para que la mujer viera que cargaba con ella como si fuera un saco de estiércol. -- Ande vá usté? -- le gritó a Sean, quien decía que se iba. -- ¡Llo no sé kontá kilómetro!

 

Pero como ya se había ido, pues tocaba avanzar y Babila así lo hizo.

 

-- ¿Quié ke le diga a la Señà Sagita que usté la buska? ¡Pero ágame kaso, señà Lucresia! ¿Pó ké no s'asoma?

 

El negrito bufó y siguió caminando y caminando y caminado y caminando hasta que encontró unas tuberías muy gordas que llevaban hacia un lugar de luz, con una escalera... Subió por ella y asomó la cabeza. Estaban muy lejos, mucho, había verde y tierra, como si hubieran llegado cerca del Bosque Prohibido. Recordó entonces que por allá estaba el Parque de las Lamentaciones y el Circo, más cercano que la mansión, así que hacia allá dirigió sus pasos.

 

-- Señà Lucresia, pó si m'olle, ke me llevo a la Sagita al Sirco. Siempre a sío su negocio má kerido y er veterinario seguro ke pué kurala de lo ke sea. -- Después, se guardó el espejo en el bolsillo.

[Hades Ragnarok]

HADES RAGNAROK

DIRECTOR DE SAN MUNGO

 

HOSPITAL DE CAMPAÑA DE BRISTOL

 

-Señor que hace aquí, debería estar en San Mungo, nos enteramos del secuestro de los bebes –dijo uno de los sanadores al ver al Ragnarok en aquel lugar ayudando a coordinarlo todo.

 

El cainita sonrió y negó con la cabeza. Era cierto que él como director de la institución mágica debía de estar allá, entre todas esas paredes y pasillos y salas pero se sentía inútil y herido al permitir que las defensas de San Mungo cayeran tan fácilmente, pero también eso había sido culpa del ministro y de aquella reunión de los sagrados 28.

 

¿En qué andaría Cissy?.

 

HOSPITAL DE CAMPAÑA DE KENT

 

El vampiro se encontraba ayudando a los heridos. Algunos sanadores y enfermeras se sorprendían al verlo allí, trabajando codo a codo con ellos. La verdad es que el vampiro esperaba noticias de su tío, si ya se había reunido con la Macnair y si todos estaban a salvo, sin embargo, conociendo a su prometida debió haberle dicho al Malfoy que si era necesario le lanzara un hechizo para desmayarla y llevársela a la mansión.

 

Los rumores de que podrían llegar más heridos habían llegado hasta allí, por lo que comenzaron a preparar muchas más camillas y todo lo que fuera necesario.

 

HOSPITAL DE CAMPAÑA DE YORKSHIRE

 

Se tomo un segundo para revisar el espejo comunicador pero no había ningún tipo de mensaje, ni siquiera podía ver los ojos de su tío. Sabía que si no había recibido ninguna información quería decir que o no la había encontrado o todo estaba bien.

 

-<<las malas noticias son las primeras que se saben>> - se repetía una y otra vez.

 

Comenzó a hablar tanto con los sanadores como enfermeras que habían llegado de diferentes partes del mundo mágico al enterarse de los ataques a la institución mágica. Agradeció a todos ellos y siguió adelante ayudando en todo lo que podía.

 

HOSPITAL DE CAMPAÑA DE DUNDEE

 

-Pssss… Pssss… -escucho el Ragnarok y rápidamente saco el espejo comunicador. Observo la cara de su tío mirándolo directamente a los orbes oscuros como el abismo- Macnair y toda la familia está bien, solo existe un problema, no sé en que se metió la pelirroja que tu prometida insiste en ir a buscarla.

 

-Pero que demo… -dijo el vampiro- hasta donde se yo mande a Arya a Hogwarts para ayudar, sabía que estaría preocupada por su familia y en San Mungo no me iba a servir de mucha ayuda con esa preocupación –dijo serio el Ragnarok- bueno, has lo que tengas que hacer, yo estoy recorriendo algunos hospitales de campaña para ayudar en todo lo que pueda

 

-esta bien sobrino, yo me encargare de cuidar a Cissy –dijo con tranquilidad- por cierto, aun no tengo noticias de lo otro que me pediste, pero si se de alguna cosa te avisare, prometí que te ayudaría a encontrar a los bebes y lo hare –dijo el Malfoy..

 

-No te preocupes por eso ahora tío, en cualquier momento seguro encontraré la pista, estoy aprovechando que estoy recorriendo los hospitales de campaña para ver si alguien tiene una idea o pista de a donde pudieron llevarlos, pero por ahora concentrarte en que mi prometida llegue viva al altar –pidió el hijo de la noche.

 

-ok, no te estreses, tu sigue ayudando en lo que puedas, pero recuerda que tampoco puedes dejar desprotegido San Mungo por mucho tiempo, dudo que vuelvan a atacar allí, pero todos te necesitan –le hizo ver Hasam a su sobrino.

 

-está bien, está bien, en lo que termine aquí iré de nuevo a San Mungo y esperare algún tipo de noticias –dijo guardando el espejo.

 

Se levanto y siguió coordinando tanto la posible evacuación en caso de que tuvieran que movilizarse todos si había otro ataque o ayudar a atender a los heridos.

[Nate Weasley]

Junio de 2020

En algún punto de Nueva York, Estados Unidos

Podía notarlo en el lenguaje corporal de su amiga: el deje de molestia que había detrás de lo que decía, el ímpetu con el que rellenaba sus vasos de whiskey, la manera en que se paseaba de un lado a otro de la habitación e incluso el hecho de que ella misma notase su propia frustración y le masajease los hombros por unos momentos. Nathan había logrado lo que tanto temía lograr en su camino a Nueva York: trasladar su problema a alguien más, lo cual en condiciones normales sería bueno a pesar de pecar de egoísta, pero no quería hacerle eso a su amiga. Sintió un poco de lástima, de hecho, por la posición en la que estaba la mujer y el hecho de que, una de las tantas funciones del FMI, era ayudar a las naciones en tiempos difíciles como aquellos.

 

El Weasley escuchó atentamente la propuesta de su amiga, y quedó atónito ante lo brillante del plan. Por unos momentos se preguntó cómo no lo había pensado él mismo antes, pero otra de las razones por la cual la había visitado directamente era porque confiaba que dos mentes pensaban más que una. Nathan sopesó los pros y contras, la dinámica, las posibles trabas y consecuencias del plan que la Black Lestrange estaba ideando, y a pesar de que estaba seguro de que no era lo que el Ministro y su oficina querían escuchar, podía llegar a funcionar. Estaba muy seguro, de hecho, de que funcionaría puesto que Gringotts sólo necesitaba un bote en el cual atravesar aquellos mares tormentosos.

 

- Supongo que eso es algo que los duendes pueden aceptar. Después de todo, nunca han rechistado cuándo hemos trasladado algunos de sus objetos a bancos de otros países como muestra de buena fe. - comentó, mirando a su amiga directamente a los ojos. Podía percibir claramente cómo a pesar de la frustración, su deseo de ayudar y de mejorar la causa era genuino; tan claramente, de hecho, que Nathan estaba seguro que su amiga estaba haciendo uso de sus habilidades como legilimente para transmitirlas. - Merlín mismo, ¿qué haría sin ti?

 

El Weasley se puso de pie y acortó la distancia que los separaba para envolver a su amiga en sus brazos. En aquel momento, a pesar de todas las cosas que estaban mal, a pesar de toda la incertidumbre que había en su vida y que sus planes potencialmente podían fallar, agradecía profundamente la presencia de Mía. Gringotts, el banco en el que trabajaba desde hacía más de cuatro años, no cerraría sus puertas. Y a pesar de que no sabía cómo saldrían las cosas, a pesar de que no sabía cuanto tiempo faltaba para el próximo obstáculo, a pesar de que probablemente estaría en problemas con el Ministro por vender parte del banco mágico, tenía un plan, un poco de calma y estabilidad, algo a lo que aferrarse.

 

Nathan tomó su vaso de whiskey en una mano, y con la otra tomó el de su amiga y se lo extendió. En ese momento, ambos chocaron suavemente sus vasos a manera de brindis.

 

- Gracias por tu ayuda. No podré pagártelo en... - Nathan se cortó en seco y abrió los ojos de par en par. En ese momento, alguien había tocado (o más bien, golpeado furiosamente) la puerta de entrada a la oficina de la Black Lestrange. El Weasley la miró inquisitivamente, transfiriendo a su mente un único pensamiento para evitar hacer ruido: >.

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

No quedaba de otra, habia que moverse. Por donde empezar, ni idea de que encontraria en la iglesia. Lo bueno es que por ser iglesia a lo mejor tenia un poco de paz. Me dolio dejar ir a ese rubio monumento a la feminidad que era Xell, pero en esta vida habia que hacer sacrificios. Respire profundo y segui caminando por las cloacas, supongo que al salir tendria que aliviar el mal olor de mis ropas, o sea en la Iglesia no podria ir como un mal oliente. Quien seria ese famoso padren Andrews, por lo visto alguien importante, o al menos un aliado. Motivo mas para que esa iglesia fuera terreno aliado.

 

Por suerte el recorrido me dejo varias ideas para acomodar. Lo de establecer contacto con el religioso era cosa facil..y mas por medios seguros. Si algo bueno tenian ambos mundos es que habia medios para comunicaciones seguras asi que idear una solucion mixta era factible. Si, eso seria lo mejor. En cuanto a lo de Harpo la cosa era mas dificil, pues tendria que poner a un intermediario..y claro eso siempre llevaba a que habia que pagar. Por suerte conocia a alguien que tal vez pudiese ayudarme. Sonrei me apresure.

 

Una hora mas tarde estaba listo tomando un vehiculo muggle para llegar al lugar. Antes habia tenido la delicadeza de dejar un patronus a @@Zoella Triviani.

 

¨Estimada Zoella la mas bella de los Triviani, necesito verte para un negocio. Attentamente Sean. Te espero en la Iglesia de Saint Bartholomew en la Cloth Fair Square. Besos Sean. PD: tenemos que confesarnos¨

 

Era una indirecta a que fuese al confesionario, ya que la esperaria ahi...aunque si alguien lo oia de seguro entenderia. Zoella era mucho Zoella y yo...pues tenia mas que una mala reputacion. Si, esta vez mataria dos palomas con una misma piedra. Despues de un tiempo llegue a la iglesia en cuestion para entras como un feligres mas. Ahora a quien veria primero???..mejor dejar que la suerte decidiese.

 

@@Sagitas Potter Blue@@Xell Vladimir Potter Black

[Eterno Black Triviani]

SEDE DE LAS AUTORIDADES MÁGICAS DE SUIZA

7PM 24 HR DESPUÉS DEL DIA DE LA IRA

 

<<Ir a buscar años científicos y a los grupos de mercenarios rusos>> Situación difícil de elegir, ambos significaban una incursión bélica y esa no le era una prioridad si es que quería mantener la paz, llegar a un acuerdo no era tan difícil <<para lograr la paz, uno mismo debe conseguirla cueste lo que cueste, si el futuro de la generaciones venideras dependan de ello>> esa frase se le vino a la mente mientras deliberaban frente de el, tomándose la cabeza momentáneamente mientras cerraba sus ojos buscando una solución en sus pensamientos. <<Mis aliados necesitan más mi apoyo en estos momentos de crisis>> pensaba hasta escuchar el tema de la ONU, abre los ojos y espera terminen de intervenir.

 

-La ONU, esta es una entidad muggle queriendo recalcar esa parte, sería bueno que nos tomen como humanos que somos y de alguna manera conversado convencerles que nos tomacen y acepten al mundo mágico como sociedad o quizás un país con deberes y claro derechos propios comunes entro todos nuestros individuos.

Ya logrado esto debería en teoría organizarse para que su lucha de poderes e ideologías se consoliden y lleguen a algún fin en forma pacífica, esperando que no surjan luchas internas y logren decidir quién tomaría el mando de esta nueva nación que se pueda formar, pudiendo crear quizás como una monarquía tipo constitucional , y esperemos que este nuevo gobernador no rompa los futuros acuerdos o tratados de carácter expansionistas. Viéndolo como una salida positiva y posibilidad para la búsqueda de la paz que se anda buscando. -

 

Después de observar la fotos que eran proyectadas del móvil que portaba el sujeto en cuestión, y observar todas las imágenes que se nos mostró en la pantalla.

 

- Señor THE ICE MAN entiendo su malestar y su interés de venir a hacer presencia en esta reunión, de que otra manera le podríamos apoyar ?- .

 

 

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SERVICIO SECRETO SUIZO ( SSS )

Grupo Ternah. Mediados de Marzo

 

Un Convoy de 4 x 4 circulaban los caminos rocosos semiarenosoa dentro del Cantón de Grisones muy cerca a la frontera dónde los valles provenientes de la Engadina los hacían un ambiente muy natural lleno de cabras y ovejas por doquier concentradas en las montañas.

 

- Recibido el mensaje, ya estamos en camino . -

 

Agregó a decir mientras cerraba la laptop del cual había respondido y apagaba el cigarrillo del cual había estado pitando, para luego sacar otro y dejarlo entre sus labios moviendolo de un lado para el otro tratando que sea más compacta.

 

- Tenemos la nueva misión ? Adónde nos dirigimos Italia otra vez ?.

 

Anticipó otro quien le miraba atentamente mientras llenaba de casquillos su arma, la cual es mano relucía del color opaco del interior del móvil en donde se encontraban.

 

-Cambio de planes, nos reunimos con la jefa . -

 

Volviendo a sacar el cigarrillo después de lamer uno de sus bordes acomodando la nicotina con sus dedos, mientras miraba el horizonte y le daba una palmadita sobre el hombro al que conducía y dejarle una sonrisa fingida mientras le apretaba levemente y volviendo a sentarse a su sitio.

 

Estando en el aeropuerto clandestino en donde su transporte los esperaba listo para partir, la tropa se movilizó en ambos aviones tipo cargo, sin problemas.