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[Galedra Azhebel Myrddin]

Horda de elfos domésticos

 

Después de un cálido recibimiento a su Ama Galedrosa (se pagaron a sus piernas y no la soltaron hasta que ésta les rejuró que no se iba a ir de nuevo), comenzaron a reordenar el Castillo (lo habían descuidado un tantito debido a la depre que tenían por su ida U.U). Es por esto que unos cuantos ¿? estaban en la Reja dandole una retocaditas a los Sauces Boxeadores cuando un tipo medio extraño (con cara de haberlo secuestrado los extraterrestres ¿?) se acercaba y se dirigía a ellos solicitando la presencia de unos de los Patriarcas.

 

Saltaron al lado de él y lo miraron de arriba a abajo.

 

Filósofo acomodó sus gafitas (regalo de la Ama Galedrosa) mientras le decía:

 

--Acaba de decir..¿en son de paz?

 

Mala palabra. Ya sabían que la Ama Galedrosa tenía varios enemigos y que ese sujeto llegase que iba en Son de Paz les indicaba que hubo en algún minuto cierto altercado con la pelirroja...o bien con el Amo. Fuera con uno o con otro, posiblemente se tratase de un enemigo de sus Amos, así que había que andar con completo cuidado 0w0.

 

--Bien...será llevado frente a la presencia de nuestra Ama Galedrosa. Y ella será quién decida si es en Son de Paz.

 

Goloso lo miró con cucharón en mano ¿? medio desdeñudo.

 

<<Puede servir para una cazuela de Mago>> pensó, recordando haber hervido una vez los sesos de su Amo ¿?

 

--Muy bien, chicos.....¡¡ATAQUEN!!

 

Diego no tuvo tiempo de reaccionar. Lo amarraron y lo amordazaron, lo colgaron en un palito y se lo llevaron tal cual Tribu Carnívora con su presa (XDDDDDDD). Entraron al Castillo, subieron las escaleras y se dirigieron a la habitación de su Ama.

 

--Ama! He aquí a un Mago que dice buscarle en Son de Paz.--dijo Filósofo.

 

La puerta se abrió y asomó la alta mujer vestida con su característico vestido rojo. La pelirroja observó al "cautivo" y colocó sus manos en las caderas.

 

--¿Y tú? ¿Quién eres?

 

Obviamente que el sujeto, amordazado, estaba lejos de poder responder.

 

--Suéltenlo, muchachos.

 

Los elfos obedecieron, claro que Filósofo sólo cortó las cuerdas que lo amarraban al palo, haciendo que Diego cayera de golpe al suelo.

 

--Muchachos...traten mejor a los visitantes.

 

El elfo simplemente dijo:

 

--Usted ordenó que lo soltáramos, no que lo bajáramos con cuidado U.U

 

XDDDDDDDD

 

La pelirroja observó al sujeto:

 

--Y bien? Quién eres?

 

Los elfos se colocaron al lado de la Ama con los brazos cruzados y con cara de pocos amigos ^^.

 

 

OFF:

OK May...en cuanto pueda te agrego ^^

 

Diego...es mi dulce venganza por abandonar a mi hermano ^^

[Diego Malfoy]

Los elfos saltaron rápidamente al lado de él y lo miraron de arriba a abajo. El se puso algo nervioso y miro como el Elfo hablaba casi solo.

-Acaba de decir..¿en son de paz? – dijo este, Diego no pudo pronunciar palabra alguna cuando el elfo ya estaba hablando de nuevo - Bien...será llevado frente a la presencia de nuestra Ama Galedrosa. Y ella será quien decida si es en Son de Paz - sin darse cuenta había escuchado algo que no esperaba.

-Muy bien, chicos.....¡¡ATAQUEN!! – grito uno de los elfos

Diego no tuvo tiempo de reaccionar. Lo amarraron y lo amordazaron, lo colgaron en un palito y se lo entraron al Castillo, subieron las escaleras y se dirigieron hacia una habitación, no podía casi ni hablar ni gritar en su mente nunca se hubiera imaginado ser recibido de esta manera.

La puerta de la habitación se abrió y asomó una la alta mujer vestida con un hermoso vestido rojo. La mujer observó y colocó sus manos en las caderas.

-¿Y tú? ¿Quién eres? – Pregunto, pero Diego no tenia opción de habar al menos no amarrado, ella ordeno que lo soltasen y los elfos obedecieron cortando las cuerdas que lo amarraban al palo, haciendo que Diego cayera de golpe al suelo.

-Y bien? Quién eres? – Volvió a preguntar, Diego con cautela se intento levantar, limpiándose un poco.

- Mucho Gusto Señorita Galedra, soy Diego Malfoy, prometido de Kurt – aun no sabía si lo seguía siendo pero era lo único que se le ocurría decir, hizo una pequeña reverencia a la dama.

- Que recibimientos tan acogedores, vaya que nunca los había recibido.-exclamo con tono sarcástico mirando a los elfos y después a la dama –Mas sin embargo, es para mí un honor estar acá – seguía sin saber que debía hacer y cómo actuar, calculaba todo, primero no estaba en su casa sino en terreno desconocido y segundo podría morir al mínimo mal entendido - ¿Le gustaría Madam sentarse hablar un rato conmigo?, Claro También necesitare a Kurt un momento – decía muy amablemente

[Keaton Ravenclaw]

Fantasma de Rowena Ravenclaw.

 

Con pululantes movimientos, el fantasma de la creadora de aquella lujosa morada, avanzaba con rapidez para ver de dónde demoniuos venía aquel griterío de hechizos seguidos de luces de colores. <<De seguro mis nietos ya se volvieron a pelear, apuesto cinco galeones a que Kurt tuvo la culpa>> Pensó aquel ente nacarado. Sin embargo, cuando llegaba ante la puerta principal, vio a la hjorda de elfos llevar cargando en un palito a un joen que ella no conocía. Se extrañ+o y decidió que aquello era más interesante que la batalla en el Salón Principal.

 

―¿A dónde llevan a ese pobre muchacho, Poeta? ―Inquirió la Ravenclaw al elfo que iba a la cabeza. Éste se giró con brusquedad pues el fantasma le había asustado, no la había visto venir.

 

―El Ama Rowena debe tener más precaución, casi mata de un susto a Poeta ―Dijo el elfo en voz chillona a modo de reproche ―Este joven dice que quiere hablar con el Ama Galedra y el Amo Kurt, pero al decir "en son de paz" supusimos que algo no andaba bien y decidimos llevarlo así ante la pelirroja ―Respondió la criatura sin frenarse.

 

―¿Osea que Kurt y Galedra no se están agarrando del chongo en el Salón Principal? ―Preguntó sin miramientos la Fantasma.

 

―No, Ama Rowena, esos son el Amo Kurt y la señorita Maylis Black Lestrange ―Respondió ésta vez Filósofo, el cual, se ajustaba unas gafitas que le quedaban genial.

 

―Vaya, me he equivocado ―Añadió Rowena y siguió a los elfos hasta donde la pelirroja, la cual, los recibió con bastante gracia, como siempre.

 

La Fantasma hizo una señal a Galedra para avisarle de su presencia, y se dedicó a ver aquella escena. El hombre, decía ser el prometido de su nieto, y quería platicar con Kurt y con Galedra, los patriarcas. Rowena farfulló en su rincón. Aquel hombre no se veía para nada apto para el pobre de Kurt. Debían sacarlo de allí de inmediato. Pero Rowena calló.

 

Kurt Ayrton Ravenclaw.

 

Maylis denotaba ya su experiencia como graduada, los duelos se daban mejor, sin embargo, el Ravenclaw no dejaría que así como así le ganara. Cuando de la varita de la Black Lestrange emanaron doce medias lunas, el vampiro de celestes ojos pensó de inmediato en qué hacer.

 

―¡Sectusempra! ―Bramó el Malfoy dejando así que las flechas se impactaran en él a la par que un rayo de color verde surcaba el aire para impactarse en en el pecho de Maylis. Por se intercambio de daños, ambos hechizos habían impactado.

 

―¡Sectusempra! ―Bramó de nueva cuenta el Sumo Inquisidor, haciendo que un segundo rayo de color erde saliera de su varita. De impactar, la Black Lestrange twndría encima dos hechizos cortantes.

 

―Veamos si eres tan astuta como crees, ex hija ―Dijo el chico esperando su segundo turno para curarse. Se quitó algunas de las flechas de su cuerpo, pero sabía que la muerte de Maylis era inminente. Al fin había vengado la muerte de Aspiradora.

 

 

[Leah Snegovik]

― ¿Segura de que desea hacer esto? ―preguntó el elfo, mirando cómo la mujer dudaba en el umbral de su habitación.

 

Por alguna razón, sin saber exactamente cuál, la Atkins no dijo nada, solo asintió, como si la pregunta no le hubiera molestado. Y no lo había hecho, de hecho, le había parecido inofensiva. Estaba más concentrada en no salir huyendo, tal cual hacía cada tanto. Quería hacerlo y una parte de sí le decía que era necesario, pues sabía que era el cumpleaños de la mujer o al menos aún estaba a tiempo de felicitarla. Suspiró y volvió a asentir, ésta vez, para sí misma.

 

― Volveré más tarde, si todo sale bien, claro ―le explicó, algo que dejó aún más anonadado a su sirviente.

 

Sin retrasarse más de lo debido, simplemente giró sobre sus talones al notar la inutilidad de usar la puerta cuando podía desaparecerse ahí mismo. La voluta de humo la envolvió de inmediato y su figura se transportó al lugar que una vez había llamado hogar: el castillo Ravenclaw. Sintió el asfalto después de un momento, justo abajo de sus tacones y solo en ese momento, abrió los ojos.

 

Como siempre, nunca admitiría lo que sentía, pero prefirió ni siquiera pensarlo. Observó la estructura de la vivienda mientras andaba, cruzando la verja, luego el patio y llegando a la puerta principal. ¿Debía tocar? Frunció el ceño levemente. Al final lo hizo. Tres golpes secos y audibles con sus nudillos y rápidamente un elfo llegó a recibirla. Le lanzó una mirada y recibió una de sorpresa como respuesta. La ex-matriarca pisaba de nuevo aquél lugar.

 

― ¿Mi madre? ―preguntó, dejando su abrigo oscuro en el perchero y mirando al elfo con un dejo de desprecio, mientras éste le indicaba que iría por Galedra. Se sentó entonces en la sala de estar y empezó a respirar hondo, intentando no mirar todo demás.

Editado 24 de Septiembre del 2013 por Leah Black Ravenclaw

[Juliene Black Lestrange]

Era increíble y est****o que todo aquello hubiese empezado por una aspiradora, chasqueó la lengua, mientras sentía el impacto del hechizo intercalado por el Ravenclaw, vio leves cortes aparecer en su pecho, desangrándola. Guio su mano hacia esa parte de su anatomía notando que la sangre comenzaba a emanar de las heridas, perfecto, moriría sin remedio, bufó, alzando de nuevo su varita.

 

«Zancadilla» pensó apuntando a Kurt, mientras un lazo mágico se ataba a uno de sus tobillos y lo hacía caer de bruces al suelo, desviando su sempra, de manera tal que la Black Lestrange se salvó de morir ahí en la cálida alfombra, sinceramente si esa eran los recibimientos que daban los Ravenclaws a sus visitas lo mejor era ir poco al castillo (?).

 

― Se te ve bien en el suelo, querido―acotó, mientras una sonrisita burlona se formaba en sus facciones, aún tenía el problema del sectusempra, debía curarse de inmediato sino quería desangrarse al igual que sus muggles víctimas. Era tan extrañó que aun nadie se apareciera a detener que siguiera con esa locura, suponía que la mansión estaba sola, a excepción de los elfos.

 

«Episkey» dijo mentalmente, mientras de inmediato sentía que las heridas causadas por el hechizo del Ravenclaw comenzaban a curarse, necesitaba un segundo episkey, pero eso lo resolvería luego, no era la primera vez que estaba en desventaja ante un oponente. La aspiradora podía estar contenta con todo lo que su muerte había causado (¿?). Claro los elfos también estarían felices si moría, pero ese no era el día.

 

OFF: Chi *-* *Amorosea a Gale :B

Toia *-*

Diego cuidado con los elfos y Rowena (?) XD

Kurt :c ya veo cuanto me quieres a la May :nonono: xD

[Galedra Azhebel Myrddin]

Galedra Ayrtianne Erielle + horda de elfos domésticos

 

- Mucho Gusto Señorita Galedra, soy Diego Malfoy, prometido de Kurt

 

Eso dejó a los presentes con la boca abierta. Casi a los pobres elfos la mandíbula inferior les llegó al suelo, cosa que no logró en la pelirroja por ser ella alta. Luego reaccionaron y la cerraron...la pelirroja (y los elfos) estaba tan impactada que ni saludó a Rowena quien se había hecho presente en la escena del crimen ¿? (pronto lo será U.U si alguien no le da una explicación)

 

<<Aquí correrará sangre ¿?>> pensó la pelirroja. Lo más que seguro de parte de su mellizo por no avisarle nada de nada.

 

Y al parecer los elfos también pensaron los mismos porque, de la nada, aparecieron con sus implementos de guerra ¿?( cucharones, cacerolas, candelabros....)

 

- Que recibimientos tan acogedores, vaya que nunca los había recibido

 

--Y eso que no te recibió mi Planta o alguna de mis mascotas. Ellos suelen ser más...¿efusivos? ¿cariñosos?

 

--Mas sin embargo, es para mí un honor estar acá ¿Le gustaría Madame sentarse hablar un rato conmigo?, Claro También necesitare a Kurt un momento .

 

La pelirroja alzó una ceja y observó a sus elfos:

 

--Chicos, vayan a buscar a Kurt...y de paso, que algunos de ustedes comiencen a escarbar un par de agujeros en el Jardín. Por ahí cerca de donde está la difunta Aspiradora.

 

Los elfos abandonaron de inmediato sus puestos y salieron escaleras abajo mientras la pelirroja caminaba en la misma dirección:

 

--Vamos a la Sala. Seguidme. Tú también Rowena....creo que la conversación será interesante.

 

Justo llegó otro de los elfos avisándole que tenía una visita.

 

Bajó las escaleras y se dirigió a la Sala. Fue ahí donde encontró una visita bastante inesperada.

 

La pelirroja la observó y sonrió ampliamente:

 

--Hija de mi alma!!!

 

La abrazó y la llenó de besos.

 

--No sabes cómo te extrañé!!! ¿A qué se debe tan maravillosa visita?

 

Mientras tanto, Goloso llegaba con una Bandeja. Luego de dejarla sobre una mesita, le indicaba a Diego con el dedo que se sentase en un sillón de tapiz rojo.

 

--Algo de beber, el Señor? o comer?--preguntó la criatura de querer envenenarlo que en servirle.

[Keaton Ravenclaw]

A Kurt le dio bastante risa como la Black Lestrange se libraba del segundo sempra que Kurt le lanzaba, sin embargo, el correr de sangre era ya mucho y el Ravenclaw creía que era ya momento de cesar esa pelea, Maylis había aprendido la lección era lo que le importaba. <<Espiskey>> pensó el ojiceleste y las heridas provocadas por las flechas se comenzaron a cerrar <<Espiskey>> volvió a pensar y el resto de heridas sanaron.

 

―Creo que con eso has aprendido la lección ¿no, Maylis? ―Preguntó el Malfoy y se puso de pie quitpandose manualmente la cuerda aquella que le aprisionaba los tonillos ―Debes entender que no era solo una aspiradora, ese objeto tenía un alma propia que Galedra y yo le proporcionamos, por lo que era algo así como un miembro más de la familia, por ello nos dolió tanto que la destruyeras así como así ―Añadió el Sumo Inquisidor y se sentó en uno de los sillones cercanos ―Cúrate y podremos sentarnos a platicar más amablemente ―Finalizó el chico al momento en el que un Elfo Doméstico se acercaba hasta él.

 

―Amo Kurt, la Ama Galedra le anda buscando, quiere hablar con usted de su prometido ¿Cuándo pensaba decirnos que pronto habría aquí un señor de Ravenclaw? ―Dijo Poeta en su habitual voz chillona pero con un notable tono de reproche.

 

―Esas son cosas que a los elfos domésticos no les debe atañer, Poeta ―Respondió Kurt con desdén ―Dile a Galedra que la espero aquí, finalmente sirve que ella misma platica con May acerca de la Aspiradora ―Pidió Ayrton y vio desaparecer a Poeta con un chasquido de dedos.

 

OFF:

Se viene un rol bastante entretenido xD Leah, llegas en buen momento. Diego, pobre de tí xDD Maylis... aun peor xDD

[Diego Malfoy]

Diego estaba algo afanado pro lo que andaba pensando, podía ser extremadamente peligroso, y hasta empezaba arrepentirse de haber hecho aquella idiotez, es que meterse en la boca del lobo, que había pensado, debía haber citado a Kurt a solas en un negocio y hablar primero con él, pero nos e pensaba bien cuando se estaba enamorado.

-Chicos, vayan a buscar a Kurt...y de paso, que algunos de ustedes comiencen a escarbar un par de agujeros en el Jardín. Por ahí cerca de donde está la difunta Aspiradora. – decía la peliroja, aun asi guardaba compostura y esperaba a ver que decían los hechos.

Los elfos abandonaron de inmediato sus puestos y salieron escaleras abajo mientras la pelirroja caminaba en la misma dirección:

-Vamos a la Sala. Seguidme. Tú también Rowena....creo que la conversación será interesante.- Diego miro a la fantasma como pidiendo piedad con él, pero seguramente no la tendrían.

Para mas al parecer había otra persona, seguramente no intercedería tampoco a su favor, como podía salir bien librado de aquella situación era el constante pensar de Diego.

Habiamos bajado y un elfo llegaba con una Bandeja. Luego de dejarla sobre una mesita, le indicaba a Diego con el dedo que se sentase en un sillón de tapiz rojo. Así que tomo asiento calmadamente

-Algo de beber, el Señor? o comer?- preguntó la criatura, no estaba seguro de recibir nada.

- No gracias, estoy bien por ahora – Decía rechazando cortésmente la invitación y esperando que empezaran los hechos que seguirían.

OFF

Tengan Piedad de Diego por favor , vino por amor y son de paz T.T xD , no lo maten xD

Editado 26 de Septiembre del 2013 por Diego Malfoy

[Juliene Black Lestrange]

«Episkey» pensó. Las leves heridas que aun cubrían su pecho desaparecieron de inmediato, al igual que el rastro de sangre, la magia solía ser tan útil, ahora entendía el por qué siempre volvía a ella. Se mordió la lengua, mientras escuchaba el discurso que le brindaba el Malfoy, ciertamente comprendía su actitud, pero seguía pensando que la forma de vengar la aspiradora había cruzado los limites. Bufó, a la par que se dejaba caer en uno de los sillones, mirando con fijeza a su interlocutor.

 

― La destruí porque estabas encerrado adentro, Kurt, junto con los gemelos y... ¡te estabas quejando, maldición!―comentó, airada― Me da igual la verdad, la próxima vez me preocuparé en morir en vez de por los demás, siempre me ha ido mal cuando intento hacer algo bueno.

 

Se desparramó en el sillón, importándole muy poco las clases de buenas costumbres que su madre se había empeñado en enseñarle y que tan bien solía demostrar sus enseñanzas en las fiestas familiares. Suspiró, en ese castillo sentía una libertad poco común, quizás por eso aún seguía allí. Marcharse no le parecía una opción, pese a cómo había sido tratada.

 

― ¿Te casaras?― inquirió la castaña luego de escuchar al elfo.

[Sara D. Granger]

Caminaba por la calles de las afueras de Ottery aquella noche; con mi capa de viaje negra ondeando detrás de mí. Llevaba mi cabello castaño claro suelto, y la mayor parte de él estaba cubierto con la capucha de la capa. Iba vestida de manera extremadamente cómoda, con un short, una blusa y unas Converse. Podía parecer demasiado informal, pero yo prefería la comodidad a la formalidad cuando ésta no era requerida.

 

Mi destino era uno; el Castillo Ravenclaw. Iba a visitar a mi familia allí; a ver a mis padres y al resto de la familia.Tenía ganas de conocerlos a todos. Hasta el momento, sólo había cruzado unas palabras con mi padre Kurt, por lo que no sabía demasiado sobre nada. ¿Y si no les caía bien? ¿Y si no me agradaba el lugar o la gente? Eran muchas las dudas que rondaban por mi cabeza en ese momento, y ninguna era positiva.

 

Finalmente llegué a los terrenos, y observé el gran castillo alzándose imponente frente a mis ojos. Estuve contemplándolo un rato y luego me decidí a entrar. Pero un grupo de Elfos Domésticos vigilaba la entrada, y sabía que no iba a poder pasar así como así. Me acerqué a ellos, me coloqué en cuclillas y los miré, uno por uno mientras les hablaba.

 

- Hola. Vengo a visitar a mi familia. Soy hija de Kurt Ayrton; pertenezco a la Ravenclaw.- cuando revelé mi identidad, los Elfos se miraron entre ellos y se apartaron un poco para que pudiera pasar. Unas hermosas rejas de plata de más de dos metros me separaban de los terrenos del inmenso castillo. Las abrí y entré; y pude oír cómo se cerraban detrás de mí.

 

Estaba maravillada por todo lo que veía; aquél lugar era magnífico. Había elegancia desplegada por todos lados; incluso en aquellos dos Sauces Boxeadores que amenazaban con comenzar a moverse en cuanto me acercara. Saqué mi varita de mi bolsillo y les apunté; pero no se me ocurría nada. Tragué saliva y los miré. Sabía lo que tenía que hacer; me lo habían explicado hacía no demasiado tiempo pero por un momento creí haberlo olvidado. Esquivando las ramas que intentaban golpearme me abrí paso hasta el tronco del sauce que tenía a mi derecha y lo toqué con la punta de mi varita, observando cómo se quedaba quieto al instante. Repetí la acción con el de la izquierda, y tras asegurarme de que estaban realmente quietos, seguí caminando por los terrenos.

 

Iba por el sendero que, suponía, era el principal, ya que se veía extremadamente bien cuidado y estaba bordeado por árboles de cerezo que se mecían al ritmo de un viento casi inexistente. Los jardines Ravenclaw estaban llenos de plantas de todo tipo; mágicas, muggles, curativas, utilizadas en pociones, medicinales... Había para elegir. Dejando de lado a los sauces boxeadores de la entrada, todo lo demás era delicado, de apariencia frágil pero elegante; excelentemente cuidado y con horas de cuidados dedicadas.

 

Finalmente llegué a la entrada principal del Castillo. Una gran aldaba adornaba la puerta principal, que era, por cierto, enorme en comparación a la altura promedio de un Británico. Esperé a que alguien me abriera y decidí acomodarme un poco el cabello y dejarlo presentable. A pesar de que no había hecho demasiado para enredarlo, se anudaba fácilmente, por lo que tuve que encargarme de cada mechón que estuviera atado a otro o enredado. Esperaba a que me abriera Kurt, mi padre, o en su defecto alguno de los Elfos de la familia. Temía que otro miembro me juzgase o me mirase extraño. A fin de cuentas, yo aún era algo así como una desconocida.

Editado 26 de Septiembre del 2013 por Sara D. Granger