Doyle´s (MM B: 104907)

[Fokker]

—¿Escuchaste las malas nuevas?

—Aun no, cuéntame

—La joven que esta sentada esta maldita— exclamó, casi totalmente en silencio el joven de cabellos oscuro, el temor se notaba en su voz.

No obtuvo respuesta de inmediato, la joven solo atino a volverse para ver a la mujer que vestía una capucha que ocultaba su rostro bajo las sombras, aunque se notaba un pequeño corte en la parte inferior de su mejilla.

A pesar de que el restaurante se destacaba por el color rojo que lo llenaba de vida, o hasta cierto punto le daba un toque estridente, en ese momento todo se torno sombrío, como si solo la presencia de la joven ocasionara eso.

<<tonterías>> pensó la joven y volvía la mirada a su copa, <<es solo mi imaginación>>

La chica de ojos verdes no creía en esas cosas, y entendía a lo que su amigo se refería, se tejían muchas historias alrededor de esas personas, hasta el extremo de otorgarle poderes que no le pertenecían. Como siempre, la sociedad de magos era en extremo represiva con algo que no seguía el curso normal.

Suspiró, y tomo un sorbo de su copa lentamente, antes de susurrar

—¡Maledictus...!

Editado 28 de Septiembre del 2018 por Fokker

[justo]

Yanira estaba asimilando la increible informacion. Despues de que el visitante se hubiera marchado continue mi relato.

 

- Si, Rowena siempre fue muy elitista. Era aristocrata y nos miraba siempre por encima del hombro. Tenia una hija, eso ya lo sabes, pero ni por asomo sabras quien era el padre.

 

- Pues seria Salazar.

 

- Pues no señora, era Godric.

 

- Ahora me vas a decir que Salazar y Helga eran pareja...

 

- ¡Que disparate! Salazar se caso y tuvo descendientes, pero Helga solo tuvo una hija y fue con un alumno.

 

- ¿Un Alumno?

 

- Asi es, el alumno mas extraordinario que ha tenido Hogwarts, una autentica lumbrera. Un genio de lo mas dotado para las artes magicas. Tuvieron una hija, Valeria.

 

- ¿Y Fueron pareja mucho tiempo?

 

- Mas de 30 años. En realidad el fue el detonante de la gran pelea entre Salazar y Godric.

 

- Me tienes en ascuas, y dime ¿quien era ese alumno?

 

- Yo.

[Fokker]

Estuvieron en silencio por largo rato, hasta que la ojiverde rompió el silencio.

 

—Creo que me gustaría un helado de fresa

 

Exclamó con una sonrisa y la voz elevada, su acompañante la miro alarmado, como si no quisiera provocar la ira de la joven de capucha que se encontraba a tres mesas de distancia. Temía que si la importunaba les echará el mal de ojo o cualquier cosa que pudiera afectarle en toda su vida, era evidente la ignorancia respecto al tema.

 

—¿Qué tienes?— le preguntó entretenida la joven, aunque entendía el comportamiento de su amigo y lo que buscaba era simplemente importunarlo mas de la cuenta —no es malo tener un pequeño antojo.

 

El chico no respondio, su mirada de reproche lo decia todo y solo solto un suspiro, cuando ella se lo proponia podia ser muy irritante, o quizas él simplemente no la soportaba, claro que si eso fuera cierto no saldrian tan seguido. Echo la silla hacia atras y dejo caer el peso de su espalda en el mismo, meditaba hasta llegar a la sola conclusión que ella deseaba cambiar de tema. Claudicó.

 

—Bien...— llamó al mesero con un ademán de la mano —tu ganas...

[justo]

- Pero, pero...tu...

 

- Entiendo tu perplejidad. La verdad es que Salazar le proponia a Godric que fueran mas selectivos con los alumnos. Godric no estaba convencido y el tono entre ambos subio. Yo intente mediar y Salazar creyo que yo me ponia de parte de Godric, tuvimos una fuerte discusion y ahi acabo nuestra amistad. Al dia siguiente, Salazar se fue del castillo.

 

- ¿Volvio?

 

- Muchos años mas tarde. Murio en brazos de Godric.

 

- Que triste.

 

- Si. Pero Helga, al saber de la pelea me lo echo en cara, discutimos, esa noche dormi en el sofa. Al dia siguiente supe que todo habia terminado. Recogi mis cosas, bese a Valeria y no volvi.

 

- Terrible.

 

- Se que Helga se arrepintio y le hubiera gustado que volviera pero era ya demasiado tarde.

 

- ¿Y donde fuiste?

 

- Volvi a mi tierra, a Castilla. Pero tambien era tarde. Mi familia estaba extinguida. Ya nada me ataba alli. Y decidi partir.

 

- ¿A donde?

 

- A Toledo.

[Fokker]

Luego de unos minutos Jennifer estaba feliz disfrutando de su helado, manteniendo una mirada divertida hacia su amigo. Este, en cambio, no paraba de reprocharle con la mirada esa actitud. Claro que entre la distracción del helado, la joven de capucha desapareció sin dejar rastro, y eso lo molestaba más. De alguna manera el chico deseaba a pesar de su temor, saber mas de ella.

 

—No lograrás malograrme el día mirándome así, no es mi culpa que se te haya escapado

 

—¿A que te refieres?

 

Respondió de inmediato, como no queriendo saber del tema, pero como siempre ella dio en el clavo.

 

—No te hagas, vi como la mirabas. Y en esa mirada no había solo temor, note algo más

 

Y la mirada de la chica denotaba mucha perversidad, y se quedo saboreando la cuchara por largo rato para que él entendiera todo con claridad.

 

—¡Te equivocas! nada de eso, imaginas cosas como siempre...— respondió con un leve sonrojo

 

La joven solo comió otro bocado grande de helado, y lo saboreo por largo tiempo antes de enviar su siguiente daga.

 

—Claro, así como imagine lo de que te traías con la joven de misterios

 

Touché, y ese fue un golpe bajo de un tema que no deseaba tratar en ese momento, le hubiera respondido de mala manera, pero entendía que solo estaba jugando, así que decidió seguirla el juego, y responderle de la misma forma

 

—Voy a empezar a imaginar que estas celosa de nuevo...

[justo]

- Toledo debía ser maravilloso entonces.

 

- Era una ciudad increíble. Con 3 culturas superpuestas pero que no se mezclaban. Solo había un grupo que no distinguia y eramos nosotros, los magos.

 

- ¿Erais muchos?

 

- Bastantes. Y camuflados en todos los estamentos sociales. Toledo era la capital mágica de la península. Me hubiera quedado allí toda la vida si no fuera por una leyenda. Se decía que había un valle de eterna primavera en mitad del desierto del Sahara, un valle llamado Taggar.

 

- ¿Existia ese valle?

 

- Por supuesto. Yo lo he visto. Y me propuse encontrarlo. Debia viajar al sur y embarcar en Salobreña. Pero las cosas no sucedieron como estaba previsto.

 

- ¿Por que?

 

- Porque parti a finales del verano y el viaje era largo.

 

- ¿Y que ocurrio?

 

- Que me perdi.

[Fokker]

La carcajada retumbo en todo el local, llamando la atención de todos los concurrentes, incluido el hipogrifo que estaba en un esquina dormitando y gruño por haber sido despertado de su sueño tranquilo, aleteo un poco y se perdió de vista por una puerta trasera, tal vez para estirar las alas volando por la ciudad.

 

—¡Sigue soñando...!

 

—Baja la voz que todos nos ven— dijo el chico arrepentido y abochornado de haber hablado. Sabia la respuesta, pero no esperaba que lo hiciera público de esa manera.

 

Jennifer, en cambio, estaba orgullosa de sus acciones, porque así evitaba que él volviera a insinuar eso o molestarla con algo parecido. Terminó su helado, dejo la cuchara, estiro los brazos hacia arriba apoyandose al respaldo de su silla y exclamó satisfecha.

 

—¡Uhhh! ¡Es el mejor helado que comí en años!! Deberíamos venir mas seguido aquí

 

El muchacho la miró con desgano y llamo para poder pagar la cuenta.

 

—¿Ya nos vamos?— Inquirió la chica desanimada, —pero si aun falta para las cinco.

 

—Prefiero esperar en cualquier lugar menos aquí...— saco las monedas y pago la cuenta —prefiero un lugar solitario donde no estés llamando tanto la atención

 

—Si tu lo dices, ¿A donde vamos ahora?— Preguntó con una gran sonrisa

 

—Si es contigo, ah de ser al infierno— sonrió sarcásticamente y salio rápidamente

 

—¡Oye! — pronuncio molesta, antes de salir corriendo tras él...

[justo]

- ¿Qué te perdiste?

 

- Si. Quise llegar a Granada a través de Jaen y en vez de ir hacia el sur me desvie un poco hacia el este. Cuando quise darme cuenta estaba perdido por la sierra. Por fin, casi agotado, llegue a Cazorla.

 

- No creo que fuese tan agotador.

 

- Para tu información, yo tenia 82 años.

 

- Entonces si.

 

- Estuve descansando unos dias en una posada del pueblo. Queria viajar hacia la costa cuando me contaron un rumor, que había un valle en la sierra que era similar al que yo buscaba. LLeno de curiosidad pregunte mas y me indicaron un sendero a través de las montañas.

 

- ¿Y como se llama ese sendero?

 

- Ahora lo llaman, el sendero de los muertos.

 

- ¡Que siniestro!

 

- No creas, parece ser que lo utilizaban para trasportar a los viajeros que morían en la sierra.

 

- Ya.

 

- Asi que, reuni provisiones y agua, me equipe para el frio y me puse en marcha. Mi gran aventura comenzaba.

[Fokker]

El bosque, en las afueras de Ottery, siempre es el lugar para relajarse y olvidarse de los problemas de la ciudad, o el trabajo, cualquier persona simplemente al estar en el, se dejaba llevar por el trinar de las aves, y el ruido de las ardillas buscando nueces, para para pasar el invierno que estaba cerca. Solo que Jennifer se encontraba algo ansiosa viendo cada cinco minutos su reloj de pulsera, mientras su amigo la miraba divertido, disfrutando un poco el mal sabor de boca que le hizo pasar en el restaurant.

 

—El tiempo no va a pasar porque mires tu reloj cada segundo

 

Le dijo en tono de burla, algo que ignoró por completo la chica. No deseaba iniciar una polémica en ese momento porque su interés estaba completamente enfocado en el joven que debía alcanzarlos hace mas de dos horas y aun no se dignaba a presentarse, si hubiera sabido eso, se hubiera ido a ver algunas cosas en el callejón, antes de perder el tiempo en el bosque.

 

—En vez de estar marcando un surco en el piso, porque no vienes aquí y te recuestas a disfrutar esta brisa y la paz de la naturaleza.

 

Porque él si la estaba pasando muy bien, llevaba mucho tiempo recostado bajo la sombra de una gran árbol de hojas amarillas, con los ojos cerrados, y se quedo dormido un par de veces. No podía creer que su amiga no pudiera apreciar ese momento.

 

Ella no contestó, pero si se detuvo y se acercó para sentarse a su lado y arrancar algo de hierba del piso, molesta por todo.

 

—Es un inconsciente, si iba demorar tanto podría haber mandado un recado, o no sé, quizás una llamada...

 

El chico solo la miró asombrado, hablaba de su amigo como si no lo conociera, ya que no era la primera vez que les hacia algo así, pero dejo que siguiera con su monologo, era su momento y no pensaba quitárselo.

 

—...¡Jennifer!, no voy a llegar a la hora ve a tomarte una copa mientras me esperas, yo pago... pero no, en vez de eso se pierde por dos meses y no envía ni una carta siquiera, y de pronto te avisa con urgencia que tienes que verlo aquí, y luego ni se aparece...

 

Arrojo el puñado de hierba al aire, con tal furia que no vio quien se acababa de aparecer a su lado, dándole con el puño con todo y dejando al extraño recién llegado en el suelo.

 

—...no pensé que me extrañaras tanto...—dijo ante la sorpresa de ambos chicos...

[justo]

- Cazorla era, en esa época, un pueblo árabe. Habia que ser cauto para no llamar la atención. Sali como si fuera en dirección a Granada, pero en realidad fui hacia la sierra. Pase junto a otro pueblo, La Iruela, y me interne en la serranía.

 

- Ahora es muy fácil ir allí.

 

- Ahora si, pero entonces era complicado. Yo tenia unas muy vagas referencias y no tenia ni idea de como llegar. El problema fue cuando llegue a un cruce de caminos junto a unas fuentes. Habia 3 rutas, una que bajaba a un valle, otra que subia y otra que se perdia en las montañas.

 

- ¿Y cual era la buena?

 

- Me deje llevar por la intuición, la que bajaba parecía frecuentada, la que se perdia, también, la que subia no. Segui por ella.

 

- Es apasionante, sigue, por favor...

 

- Asi que segui subiendo, el paisaje, montañoso y bravío era impresionante, encontré un arroyuelo y lo vadee de un salto. Creo que soy el único que puede jactarse de haber pasado de un salto el Guadalquivir. Luego segui subiendo y encontré un nuevoi cruce, opte por seguir subiendo.

 

- ¿Qué es el Guadalquivir?

 

- Uno de los ríos mas anchos de España. Pero allí era solo un arroyo. Segui mi camino rodeado de bosques inmensos y de animales salvajes que no huian de mi, indudablemente no habían visto un hombre. Por fin encontré un pequeño valle y un rio con aguas heladas, allí acampe.

 

- ¿Cómo se llamaba ese rio?

 

- Linarejos.