¤ Ladurée ¤ (MM B: 102947)

[Helike R V PB]

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Sean parecía que aún estaba zombificado pero el mensaje que me había dejado de nuevo en la tablilla me indicaba claramente que quería que lo retuviera, el encantamiento tarantanegra no había surtido el efecto deseado. Porque parecía que se había puesto más nervioso de lo que ya estaba. Al menos se había esforzado en dejarme el mensaje. Pero, ¿cómo detenerlo, si sus ansias de carne eran mucho más fuertes que él mismo? Tenía aún la varita en la mano, Vianne había conseguido cerrar la puerta, pero, sabía que eso no era suficiente, no del todo.

 

Me di cuenta que llevaba el bozal, pero sabía que eso a un zombie y pervertido como Sean le daría lo mismo.

 

Me fijé de nuevo, otro mensaje... Intenté mover la varita pero en ésta ocasión no había salido nada, nada porque el zombie Sean había salido por la ventana, destrozándolo todo...

 

- ¡maldito seas Sean! ¡Vas a pagar los desperfectos en cuánto te recuperes! -protesté enfadada, al menos, Xell parecía que estaría sana y salva, de momento.

 

Ahora fui hasta dónde me habían indicado mis empleados en dónde se encontraba mi prima, llegué hasta la zona del local en dónde estaba y apurada, pregunté:

 

- prima, prima ¿estás bien? - pero al parecer sí lo estaba, porque estaba saboreando uno de los pasteles sin percatarse de lo que había pasado hacía tan sólo unos minutos.

 

off:

 

@ en cuánto puedas continuamos tú yo yo, si puedes xD

[Xell Vladimir Potter Black]

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Era divertido ver aquel local con la mascarilla anti abejitas puesto en la cabeza. Pero no podía tomar el dulce que me habían ofrecido. ¡Tenía tan buena pinta! Miraba de reojo a aquel chico. Era tiempo de Hallloween y había mucha gente disfrazada. Pero éste se parecía mucho a Sean, a un Sean que quisiera disfrazarse de zombie o de hombre muerto. Era divertido, yo podía pasar por apicultura, a pesar de que yo no lo había hecho por la festividad sino para evitar un contagio masivo en la Clínica. ¿La habrían arreglado? Sentí algo de remordimientos hasta que recordé que todos me llamaban civil, que no pertenecía al Ministerio. ¡Pues que la arreglaran ellos!

 

Tomé una cucharada de aqul dulce cuando sentí mi nombre. ¡Por poco me atraganto! Era la prima Heliké y su mención de Lisa me hizo ponerme más roja todavia. ¿Se notaría bajo el disfraz?

 

- ¿Qué dices? - musité bien bajito, pues no entendía nada. ¿Quería sacarme de allá, viva y cuerda? ¿Pues qué sucedía? Si sólo había sido una miradita al camarero. ¿Se creía que eso provocaría mi muerte?

 

El chico, que cada vez más se parecía a Sean, llevaba un letreríto encima, pero no lo leía bien con la máscara. Me la quité por eso y leí un "Lo siento".

 

- ¿Te llamas Lo Siento? Tu disfraz es muy... bueno... Demasiado tal vez... ¿Por qué gruñes?

 

Salté hacia atrás cuando Heliké dijo que Sean venía por mí. ¿Era Sean? ¿En verdad era Sean? Pues que disfraz más bien logrado. Pero no podía venir por mí. Yo... Era mi compañero de departamento, pero le debía fidelidad a Lisa, mi novia, a pesar que no podía negar que él tenía su encanto.

 

- Lo siento, Sean, pero es que yo... no te quiero...

 

¡Ay, diosa Gea, que se mata!, pensé, cuando el pobre chico, por mi negativa a dejarle que se acercara a mí, se tiró por la ventana.

 

- ¡Lo siento, lo siento. Sean! Si quieres te doy un beso para que no te enfades. Uno pequeñito. Pero no te mates o la tía Sagis no me dejará volver de por vida al Departamento.

 

No entendía nada. ¿Es que tan grave era para él que le diera calabazas? En cuanto lo viera le besaría para que supiera que no tenía nada en contra suyo. Sólo era que en Amor, yo ya tenía el corazón cedido a Lisa Weasley, y era de armas tomar como supiera que le había visto en bolas y en posición... ciertamente indecorosa.

 

Volví a sentarme y saboreé aquella delicia cuando Heliké me preguntó si estaba bien.

 

- Claro... ¿Por qué no iba a estarlo? Aunque si tuviera un poco más de azúcar... ¿Vas a disfrazarte de algo? El de Sean estaba bien logrado pero... Pobre, tal vez se haya roto algo... Creo que deberíamos ir a buscarle...

 

En realidad era mentira, hasta que no acabara aquel pastelito y chupara bien la cucharita, no pensaba moverme del local. Se estaba muy a gusto allá.

 

 

 

OFF: Primis, que lo había olvidado por completo, perdóname.

[Helike R V PB]

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- ¡Estate quieta prima Xell! -le pedí yo con urgencia a mi prima..

 

- Si te muerde, te conviertes en zombie -pero menos mal que se había largado antes de que mi prima, la rubia hiciese alguna de sus "tonterías".

 

- Que tienes pareja, mi hermana -le gruñí yo- ¿se puede saber qué diablos estás haciendo? -volví a gruñirle.

 

- Ni se te ocurra hacer locuras ¿entendido? - Pregunté mosqueada.

 

- No -negué con la cabeza- no voy a disfrazarme de nada. Ya soy vampira y no voy a ponerme el típico traje de nuestra raza -hice girar mis ojos en blanco.

 

- Bueno, al menos estás a salvo, ni se te ocurra ir detrás de él, ¿entendido? -le pedí ahora, con más amabilidad...

 

- Oyes, ya que estás aquí y eres revertora -mordí el labio, me daba un poco de apuro, pero podía aprovechar la ocasión de su visita al Ladurée y que reparase la ventana destrozada por Sean.

 

- Mi querido empleado al saltar destrozó un ventanal del negocio, al ver que se cerró la puerta -chasqueé la lengua, enfadada- ¿te molestaría hacerle un reparo, por favor? -le hice ojitos -y hasta te puedo invitar a eso que estás tomando -comenté para ver si con eso podía sobornarla (?)

 

Y por ende ya que mi trabajo allí casi estaba finalizado, me saqué la insignia que me caracterizaba como empleada del ministerio y la guardé en el bolsillo.

 

off:

 

mi último posteo en éste lugar. @ ahora puedes continuar tú reparando el cristal roto por Sean *-* Ahora te pido mil perdones por tardar tanto en responderte!

[Xell Vladimir Potter Black]

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Oh, sustos a mí, sí ,claroooo, me iba a convertir en Zombieeeee si Sean me mordía.

 

- Si me muerde, yo le doy un sopapo, mi guarda espaldas le da un sopapo y Lisa lo mata - contesté a Heliké entre risas. - No te asustes, prima, sólo es Halloween, aunque, pobrecito...

 

Aún pensaba que el pobre se había ido muy triste, pero Heliké me recordó que salía con Lisa, que no hiciera tonterías. La sonreí, estaba tan mona cuando se preocupaba...

 

- No iré tras él, aunque hace fresquito con el aire que entra por el cristal roto.

 

Seguía comiendo aquel dulce tan rico. Debería decirle a mami que comprara aquí los dulces de repostería para la Vladimir. Dejé la cucharilla en medio del aire mientras me pedía que arreglara el desperfecto como revertora.

 

- ¿Yo? ¿Por qué? - le pregunté, aunque después recordé que ella era una Jefa departamental, así que guardé silencio, algo refunfuñando porque yo quería disfrutar de aquel dulce, no tener que trabajar. Para eso no era Civil, ¿verdad?

 

Estuve tentada a decirle que no, pero en parte me sentía culpable. Era mi prima, mi jefa, quería que no me metiera en líos (y no me iba a cobrar el pastelito), no tardaría tanto en arreglar eso, aunque...

 

- Bueno, prima... Nunca he arreglado un cristal, porque... Eso siempre lo hace la tía Amya. Pero si esto es una prueba para ver si soy buena, te aseguro que ni notarás donde está la fractura y parecerá como nuevo.

 

Me levanté y miré el escaparate con el cristal roto. Saqué la varita y la pasé por el aire, murmurando un Reparo. Salté hacia atrás, los cristales entraban por la ventana y se ponían en su puesto, como si no hubiera pasado nada.

 

- ¡Guala! Es la primera vez que... Que me sale tan bien - contensté con una amplia sonrisa en el rostro. Era feliz. Volvía a ser una accidentosa. - ¿Falta ese dibujito que tienen los otros escaparates o eso lo pones tú, prima? Porque dibujar se me da fatal, si no tengo una plantilla.

 

Esperé que me contestara para dar por terminado el arreglo accidentoso de la cristalera.

[Amya An]

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- Cierre -

.

.

Ahora con la fuga del accidentoso zombie hacia su próximo destino (?) y la reparación oportuna de la aún considerada "civil" (*Je Je Je*) veterana revertora Xell Vladimir (*Zape por decir que la que repara es su tiita*), dejamos en calma el Salón de té, Café Parisino y Pastelería ; "Ladurée" ... agradeciendo encarecidamente (?) =w= dejarnos romper un poquito OwO accidentosamente dentro de sus instalaciones ♥♥♥

 

... U.U y mejor si la rubiecita ¬¬ se apura a llegar a la Tercera planta ... O.O ó quizás su tía-jefa ¬w¬ la castigue *0* poniéndola a ordenar los polvosos archiveros de la oficina =w= ♣♣♣

 

 

Listo para Marcar Salida.

[Helike R V PB]

http://i.imgur.com/fhSNUQC.png

¤ Vianne Rocher, recepcionista ¤

 

Vianne no entendió nada de lo que estaba pasando, sólo sabía que esos magos estaban locos de atar. ¿Zombies? ¿Una mujer vestida de apicultora? Pero aún así hizo lo que le había mandado Heliké. Estaba más que claro que cada día en el callejón diagón pasaban cosas extrañas. A pesar de todo habiá cumplido con lo mandado, llevar las cosas que había dicho esa mujer de pelo rubio, que saboreaba con gusto el pastel ofrecido anteriormente. Pero por supuesto, gruñió por lo bajo el simple hecho de que el muchacho había saltado por la ventana y la había destrozado...

 

¡Maldita sea! Ese lugar era un lugar de calma y para relajarse a tomarse un té con los amigos, después de un día de oficina. Eso pensaba ella. Pero claro, sólo tocaba barrer para limpiar los cristales mientras alguien arreglaba la ventana mediante magia. ¡Menos mal! Suspiró la bruja. Al menos ahora podía colocarse en su sitio, detrás de la barra a esperar a atender a más clientes. Rogando de que no hubiese nada extraño ni paranormal en el resto del día. Es que eso, lo había dejado completamente agotada.

[Valky]

Hospital San Mungo.

 

— A estas alturas no prometo nada Deax — dijo la castaña dando un leve suspiro — Aunque espero que me dejen tranquila por un rato al menos — comentó mientras tomaba el brazo del mago que se había portado tan amable con ella.

 

Mientras salían del hospital iba pensando a que lugar tranquilo podrían ir a comer algún postre y charlar un momento, tenía curiosidad de conocer más al ojimiel y moría de ganas de saber que parentesco tendría con Joker. Una vez salieron de la institución mágica la mortifaga pensó en un salón de té que desde hace mucho queria conocer, giró sobre si misma y los dos magos desaparecieron rumbo al callejón Diagón.

 

Ladurée

 

Tras varios segundos de completa oscuridad y de sentir que sus cuerpos eran absorbidos por un tubo demasiado pequeño, Valkria junto a Deax aparecieron de la nada en las afueras de un local del Diagón. Tan solo para asegurarse de que no hubiera nada extraño la castaña observo a su alrededor y luego se giro hacia su acompañante y dijo.

 

— Espero que te gusten los postres, me han dicho que aquí sirven unos deliciosos — era extraña la sensación de bienestar que le provocaba el Black Lestrange y eso era raro ya que por lo general era fría y distante con las personas que no conocía bien,

 

[Deax Black Lestrange]

Sintió cómo eran absorbidos por una especie de tubo, perdiendo el suelo bajos sus pies, y luego expulsados hacia las afueras de una cafetería. El usar un traslador o aparecer, eran cosas de las que todavía no estaba acostumbrado y eso le provocaba mareos, y una sensación de vacío en el estómago. Se soltó de la bruja y se tomó la cabeza entre las manos por un segundo, seguido de eso volvió su mirada a Valkyria y sonrió amable.

 

–Claro que sí me gustan. En especial los veteados de coco –se acercó a la puerta del local y la abrió sosteniéndola para su acompañante.

 

Una vez dentro de la cafetería buscó con la mirada un lugar en el cual sentarse. Las mesas hechas de madera eran pequeñas y se encontraban dispuestas en hilera, unas pegadas a otras, sin mucho espacio de por medio. Se sintió fuera de lugar ya que la cafetería era bastante elegante y formal, y su ropa no era muy adecuada ya que no había tenido oportunidad de cambiarse luego de salir del parque hasta el hospital.

 

Después de unos segundos encontró una mesa un tanto apartada y con moderada luz, pegada a los ventanales y adornada con una flor en el centro. Colocó una mano sobre la espalda de la bruja y con la otra mano le señaló el lugar que veía.

 

–Creo que vengo un poco desarreglado. De haber sabido que tendrías este gesto hubiera optado por un mejor atuendo –dijo señalando sus pantalones cortos. Se acomodó un poco su despeinado cabello y camino siguiendo a la joven. Una vez a la orilla de la mesa, separó la silla de ella ofreciéndole el asiento.

[Valky]

Al parecer el joven Black Lestrange aun no se sentía a gusto apareciéndose y no era para menos, ella misma llevaba años haciéndolo y aun se sentía incomoda. Si no fuera porque odiaba más las alturas y las escobas optaría por ese medio de transporte. Se hizo a un lado cuando él abrió la puerta para que pudiera entrar y ella sonrió para agradecerle mientras decía.

 

— Entonces espero que tengan esos veteados de coco — no había probado ese postre pero si llevaba coco, se animaría a comer uno.

 

Una vez adentro del local Deax poso con suavidad una de sus manos en la espalda de la castaña y con la otra le indicaba una mesa algo apartada del resto. Esperando no haberse equivocado en el lugar que le había señalado la Haughton empezó a dirigirse hacía ella, sin poder evitar sonreír con amabilidad ante las palabras de su acompañante.

 

— Para mi estas perfecto, además no es que yo vaya tan arreglada que digamos — bajo un poco la voz y se acercó hacía él para luego añadir — aun tengo mi cabello pegajoso gracias a ti — luego de aquellas palabras se sentó en la silla que Deax había separado para ella.

 

El lugar al que habían llegado sin duda era muy agradable y el aroma de los pasteles y dulces pronto inundo los sentidos de la castaña, haciéndola sentir apetito. A pesar de que podía comer todo lo que ella deseara, no había nada mejor para una vampiresa que la sangre, y, muy a su pesar ese local no parecía ser uno de los que sirvieran algo así. Aparto esos pensamientos de su mente y volvió a centrar su atención en el joven Black Lestrange.

 

— Espero no tarden en atendernos... el aroma me ha hecho dar hambre — le comento mientras jugueteaba con sus manos sobre la mesa. — Y dime Deax, ¿a que te dedicas? además de ayudar damiselas en peligro — le pregunto sonriendo,

[Deax Black Lestrange]

Después de ayudarle la joven, tomó asiento en la silla de frente a ella. El sitio que había elegido para sentarse estaba perfecto: buena vista de las afueras del café, buena iluminación y el clima adecuado sin mucho calor. Tomó entre sus manos una pequeña cartilla con las especialidades que ofrecían mientras hablaba –para ser sincero, es la primera vez que visito este lugar. No sé qué tipo de postres habrá pero puedo asegurar que tienen algo con coco –sonrió y le entregó la cartilla.

 

Su acompañante le había hecho un cumplido respecto a su atuendo, cosa que hizo que el joven sonriera y se sintiera más cómodo; soltó una pequeña risa respecto al comentario de la castaña sobre su cabello y respondió –tú te ves muy bien. Y de nuevo, me disculpo por el incidente de la limonada. Lastimosamente no dejaron que te refrescaras y te quitaras lo pegajoso con un chapuzón –seguía con la sonrisa en su rostro recordando el accidente por el que se conocieron.

 

Levantó la mirada en busca de alguno de los meseros e hizo un ademán con la mano para llamar su atención y así fueran atendidos lo más pronto que pudieran –ya no tardarán en llegar. Yo también muero de hambre –dijo mientras se quitaba sus gafas protectoras y las dejaba sobre la mesa –a decir verdad, no hay mucho interesante sobre mí. Me dedico únicamente a cumplir con lo que todo padre pide: terminar la academia –. Se recostó sobre el respaldo de la silla y encogió de hombros ya que era cierto y no hacía nada más últimamente.