Clinica Santos Mangos (MM B: 87868)

[Sagitas E. Potter Blue]

¡Malditas vacaciones de Semana Santa! Había nevado y se suponía que estábamos en primavera, así que en cuanto noté que tenía calentura y la nariz como un Aguamenti sin control, decidí pasarme por la clínica para saber si aún tenía acceso al armarito de las pócimas. Estaba segura que mi hermana no las había cambiado y que aún podía tomar prestado algunas de las pociones que yo había comprado para el hospital en la tienda del Mall.

 

Era demasiada la confianza que tenía en mí misma, así que entré tranquilamente en la clínica sin preocuparme que había tiempo que no era la directora y con el orgullo de ser la dueña (sin serlo). Saludé a todos con cortesía y me dirigí hacia la recepcionista.

 

-- Hola,guapa, dame la llave de la Farmaciola, plis...

 

Entonces le vi. Mi hijo Matt estaba allá, frotándose los ojos.

 

-- ¡Oh, demonios, Matt...! ¿Otra vez la alergia? ¿Es que no te tomar las semillas de agrúndula machacada cada día de luna llena, como te dije? Mira que estoy segura que esa receta te ayudaría en los estornudos...

[Helike R V PB]

*más de un mes sin pasarme por aquí? buah, sorry! xD*

 

On:

 

Al final, el paciente había sido demasiado violento y me había dado un puñetazo en la boca... Conseguimos entre varias enfermeras, reducirlo con magia, y aunque no fuese muy ético, le amordacé la boca para que no siguiera lanzando improperios... Salí de allí maldiciendo por lo bajo, había notado cómo una pequeña gota de sangre me salía por el labio. Susurré un episkey haciendo un giro de mi varita y ésta se me cerró al instante. Aún la sentía algo dolorida, pero estaba segura que se me pasaría con el tiempo.

 

Aún con el uniforme y esperando a terminar el turno tomándome un café, bajé de nuevo a urgencias para ver si necesitaban de mi ayuda, hasta que me encontré a Sagitas y a Matt...

 

- Vaya, reunión familiar - susurré por lo bajo y con una sonrisa, fui hasta a ellos y - ¿todo bien? - me fijé en que Matt se rascaba los ojos...

 

- Cariño, ¿te pasa algo? - pregunté, mirándolo con preocupación, hasta que escuché la sugerencia de Sagitas.

 

- ¿Seguro que eso es efectivo? - Inquirí yo, la verdad es que no tenía conocimiento de esa planta...

 

- Aquí también tenemos pociones muy buenas para tratar las alergias - comenté, encogiéndome de hombros.

[Shena Cindy de Ryvak M.]

Se ciño el abrigo largo y oscuro, caminaba tratando de que sus pasos fuesen firmes pero aún poniendo todo su empeño, su andar era vacilante y incierto.

 

Su rostro se encogía en gestos de dolor reprimido, no iba a dejar escapar de su boca ni un grito, ni un ay, sus labios se sobreponian sobre si mismos y lo único que escapaba a traves de ellos eran apagados gemidos.

 

Sus ojos centellaban en un extrallo brillo, castaños igual que su hermosa cabellera larga y sedosa.

 

Llego evitando dar tumbos al cruzar la puerta, miro recelosa hacia el interior...

 

Como saber a quien dirigirse? Se quedo en estado alerta a unos pasos del marco de la puerta. Sus enchinadas pestañas abanicaban sobre sus ojos intentando decidirse en hablar.

[Helike R V PB]

Esperé la contestación de ambos que en esos momentos parecía que se habían callado. Negué con la cabeza...

 

Lancé un suspiro y vi que la recepcionista estaba colocando un montón de historiales en su lugar correspondiente, los sanadores entraban y salían de boxes y que, con ayuda de las enfermeras y celadores, iban reponiendo un montón de pócimas y objetos para la curación de las personas que entraran allí por una urgencia, por lo demás, parecía todo tranquilo.

 

Y era raro, porque cuando la familia estaba dentro de un negocio parecía que las cosas se descontrolaban por completo. Reí de lado, al pensar en éstas cosas...

 

Me fijé en una mujer que se había quedado parada en el marco de la puerta, la miré con curiosidad, llevaba un abrigo bastante largo. Vale que aún no hacía calor, pero era extraño...

 

- Disculpadme, creo que ha venido alguien...- con un movimiento de mi mano despedí a mi pareja y a mi suegra.

 

- ¡Hola! Bienvenida a la clínica, ¿en qué puedo ayudarte? Me llamo Heliké y soy enfermera - me presenté a la joven que parecía tener un gesto asustadizo.

 

@

[Xell Vladimir Potter Black]

Un memorandum en forma de avión llegó revoloteando a la clínica Santos Mangos, para darles noticias a sus familiares de que estaba viva y muy feliz. El pergamino entró en el lugar y se puso a estornudar, con algo de alergia al al aire aséptico. Pero era avión mensajero y sabía que tenía que dejar el correo que llevaba antes quedarse quieto.

Aterrizó sobre el mostrador en el que estaba la recepcionista, o al menos una recepcionista, ya que el papel no sabía si era la de siempre o una nueva. Se agitó para llamar su atención pero nada, que no le miraba. Así que voló alrededor de la mujer y le picoteó con la punta del pergamino doblado en la mejilla, antes de quedarse encima de una carpeta de historiales clínicos. La mujer se asustó y lo aplastó con un carpesano, menos mal que era de papel o se hubiera hecho daño. Si llega a mandar una lechuza...

Queridas tías:

Tres meses y medio, barriga insinuante y redondita. Quiero un bonito cuarto todo lleno de flores para cuando llegue el momento.

Os quiero

Xell Vladimir.

[Shena Cindy de Ryvak M.]

Casi se va hacia atras con el imprevisto saludo, aquella joven de hermosos ojos que le miraban amables pero extrañados de verle sosteniendo su figura apoyandose en el marco de la puerta, había llegado hasta ella, y le explico que era enfermera.

 

La chica castaña hizo un gesto de alivio y contesto a la joven.

 

--Buenas tardes. Gracias, eh...yo soy Shena Cindy y me alegro de encontrarle. Disculpe, vengo por una emergencia, verá, estoy herida, le agradecería si puede hacer algo.

 

Estaba desesperada, con el agrigo ocultaba mi cuerpo, pero temblaba por la perdida de sangre, a la desesperada, me había envuelto un camison largo alrededor de mi torso, y aunque troce la flecha, no había retirado la punta por miedo a empeorar mi estado, solo esperaba haber llegado a tiempo...

[Helike R V PB]

Un memorándum apareció de la nada (?) y lo recogí al vuelo. No pude evitar lanzar un grito...

 

- ¿Xell? Pero, ¿cómo? - vale, quizá no era la pregunta adecuada, ya que sabía perfectamente cómo se hacían los críos, pero no tenía ni idea de cuándo mi prima había tenido pareja. La última que le había conocido era una mujer, y ya se sabía cómo eran éstas cosas...

 

- Discúlpame, por favor - corrí hasta dónde estaban Matt y Sagitas.

 

- Mensaje de Xell, está embarazada - comuniqué yo, con un gesto de sorpresa. Le di el papel a alguno de los dos, ya que mi prioridad era atender a la paciente que había llegado.

 

- Mis disculpas, era un mensaje familiar que necesitaba ser entregado - le dije con una sonrisa a la chica.

 

Escuché lo que decía y la verdad su cara no era la mejor. Estaba pálida y me pareció oler sangre, seguramente por alguna herida que tenía cubierta por la capa de abrigo que llevaba encima.

 

- Por supuesto, para eso estamos - comuniqué a la bruja.

 

- ¿Puedo saber qué es lo que tienes, realmente? Puedo notar que sangras, pero no sé dónde - no intentaba ser adivina ni mucho menos, pero es que mi olfato vampírico no solía engañarme con esas cosas.

 

- ¡celadores! - llamé yo y uno de ellos vino enseguida - rápido, traed una camilla, hay que atender a ésta chica, está perdiendo sangre y hay que reponerla, además de hacer las curas para evitar una posible infección...

 

El chico moreno, enseguida trajo una camilla y ayudé a la chica que se pusiera cómoda, enseguida llegamos al box.

 

@ perdón, me olvidé por completo .-.

[Shena Cindy de Ryvak M.]

No sabia si fuera prudente contar todo mientras seguía en la entrada, solo había dicho estar herida.

 

Un pergamino paso por el aire y aquella enfermera lo tomo en el aire y apenas lo miro, salió corriendo con el al interior de la clinica.

 

Yo no me moví, temerosa de desmayarme ante el esfuerzo de caminar. Me sostenía del marco de la puerta intentando no respirar, ni de hacer movimientos bruscos de manera que me quede lo más quieta posible.

 

Un minuto y volvió la enfermera y ya me explicaba porque se había retirado. Después de que le dije la necesidad de atención, quiso saber que era lo que tenía.

 

--Estaba en la practica usual, cuando recibi un ataque con flecha, me dispararon por la espalda, no vi el atacante, solo sentí el impacto y troce como pude el cuerpo de la flecha, no veo la punta por eso no la extraje...ademas no se si eso me perjudique...

[Helike R V PB]

- Bueno, quizá no fuera lo más sensato - comenté a la paciente, mientras la desplazábamos hasta el box.

 

>> bien podrías desgarrarte un órgano vital en cuánto te sacaste la flecha, por eso quizás sangras tanto - le dije preocupada a la chica.

 

Uno de los sanadores que andaba por ahí se acercó...

 

- Heliké quiero que la lleves a hacer un tac, para ver la profundidad de la herida y ver que no haya daños internos. Luego, le pones una poción rehabastecedora de sangre y suero, para mantener la tensión - asentí con la cabeza, mientras con un pergamino y una pluma, iba anotando todo lo necesario.

 

- Tendrá que sacarte la ropa y poner un camisón - le comenté a la bruja mientras se lo tendía- tranquila, una de las enfermeras te ayudará...

 

Mientras le iba limpiando la sangre de la herida, ésta parecía no ser profunda pero sangraba demasiado.

 

- ¿Te encuentras bien? ¿Te mareas? - pregunté preocupada.

 

El mismo medimago me dijo:

 

- En cuánto esté listo, vienes y la llevas a la sala de curas, para hacer las primeras sanaciones - me indicó y yo asentí con la cabeza- además le das lo que te he pedido.

 

>> bien, ya le has oído - le dije en un susurro para tranquilizarla - vamos a dar un pequeño paseo y luego estoy contigo..

 

- ¡Celadores! - llamé a un par de chicos que andaba por ahí - venga, al tac, es urgente..

[Shena Cindy de Ryvak M.]

No entendia nada de lo que iba pasando. Sus anteriores heridas habían sido en un brazo y las piernas y no se había sentido como en esta ocasión.

 

Escuchaba perfectamente tanto al medimago como a la enfermera, pero hablaban con sus terminos medicos que ella no entendia.

 

Seguía sintiendose con debilidad, solo subia y bajaba la cabeza para hacer les entender que hicieran lo que fuese necesario.

 

La enfermera le hacia otras preguntas y con mucho esfuerzo alcanzo a decir:

--tengo mucho sueño-- Y pesadamente sus párpados se cerraron.