Clinica Santos Mangos (MM B: 87868)

[Helike R V PB]

Apuré en sacarle sangre y a ponerle las vías, y que así fluyera el suero con salino (para subir la tensión (?)) y también la poción rehabastecedora de sangre, para cuando se hiciesen las primeras curas, que no tuviese problemas de coagulación. Con ayuda de la varita, le saqué las prendas que llevaba y apuré para ponerle el camisón con otro toque más

 

Después de sacarla del tac, fuimos directamente a la sala de curas. Con cuidado fui cerrando la herida con varios episkeis después de que, el sanador viese el papel (?) en dónde se reflejaba que no había daños internos y que todo era producto de un corte no muy profundo pero que con la sangre, parecía bastante escandaloso.

 

Luego de darme las órdenes precisas, la llevé hasta una de las habitaciones de la primera planta en dónde estaría mucho más cómoda sin tanto cotilla mirando alrededor.

 

Le dije a una de las chicas.

 

- En cuánto se acabe la poción rehabastecedora de sangre, ponedle otra. Seguramente haya perdido más líquido vital del que parece, y quiero asegurarme. Las órdenes ya están firmadas por el medimago ¡ah! y también otro suero con salino en cuánto haya acabado. Dentro de unas seis horas más o menos, ya puede empezar a ingerir sólidos - les dije a las chicas, mientras tanto, cerré la puerta del cuarto mientras miraba que todo estuviese en órden.

 

Bajé por los elevadores de nuevo hasta la planta baja y a la zona de servicios internos. Necesitaba un café y sabía que ahí siempre había. Así podía tranquilizarme un poco... Aunque fuese una paciente, igualmente me preocupaba esa herida de una flecha. Vale que, no viese el atacante, pero aún así era inquietante.

[Shena Cindy de Ryvak M.]

Sintió como si fuese llevada como hoja en un huracan. Su cabeza dolia y sentía el transcurrir del tiempo tan rapido como pesado y tenia la mirada fatigada. Sus fuerzas le abandonaron. No parecía tener consciensa y dejo hacer a la enfermera, camilleros y medimago, todo aquello que le ayudaría a sanar.

 

La trasladaron a un confortable cuarto, sentía sueño pero estaba inquieta pensando en su atacante...quien era? lo conocia acaso? Alarmada de la causa del ataque, le restaba seguridad para relajarse.

 

La forma como resulto aquel incidente le tenía bastante inquieta. Un rato de sueño...necesitaba reposo y recobrar fuerza. Cerró sus ojos y se durmio por un rato.

[Helike R V PB]

Por fin había terminado con la paciente. Necesitaba parar un segundo. El resto de enfermeras habían hecho lo que tenían que hacer por "órdenes" mías. Habían actuado diligentemente.

 

Más tarde iría a hacerle una visita en cuánto se terminase el turno.

 

Tomé el ascensor y bajé hasta urgencias. Llegué hasta en dónde estaba la recepcionista y recogí uno de los historiales en blanco para ir empezando los trámites. Era lo que menos me gusta. El papeleo burocrático.

 

Le di el documento firmado por mi a la mujer que parecía que me miraba de mal humor y le dije unas pocas palabras.

 

- Si alguien pregunta por mí, estaré en la cafetería - le avisé. Y para allá me fui. Necesitaba un buen café cargado para despejarme. Aunque no pudiese "dormir" si notaba el cansancio acumulado a lo largo del día. Tomé de nuevo el elevador y le di al botón para que me llevase hasta allá.

Editado 15 de Mayo del 2016 por Helike Rambaldi Vladimir

[Shena Cindy de Ryvak M.]

Sería mucho tiempo el que había estado dormida? No tenía manera de saberlo, ni siquiera había pensado en llevar reloj...

 

Ahora seguramente tendría que tomar con calma el hecho inegable de tener que guardar reposo.

 

No creía necesario tener que retirarse, al menos parecía que estaba fuera de peligro.

 

Que más da? En realidad no había nada que le preocupara realizar, no tenía compromisos ni cosa por el estilo.

 

Bien, decidido, tomaría el tiempo que fuese necesario para recuperarse por completo y ya que no había nada que me lo impidiera, me dormiría un poco más.

[Emily Karkarov]

http://i.imgur.com/C4m1Y0f.png

El olor a antiséptico le llega a la nariz y no puede evitar soltar un estornudo. Hacía mucho tiempo que Emily no visitaba un hospital, generalmente, cuando enferma ella mismo se encarga de preparar alguna poción para hacerse sentir mejor o simplemente se pone a dormir durante un día entero hasta que el dolor pasara. Sin embargo, en esa ocasión visitaba aquella clínica con el único motivo de cumplir con su trabajo en el ministerio de magia.

 

Abrió la puerta de cristal y se encontró con un interior bastante acogedor, para tratarse de una clínica. Se fijó en las chimeneas que engalanaban uno de los pasillos e hizo una anotación rápida en una hoja vacía, pensando que debía adquirir un vuelapluma en su próxima visita al magic mall. Si en el lugar había tantas chimeneas, supuso que les interesaría las conexiones con la red flú, cosa que seguramente era muy importante en alguna emergencia.

 

—¿Hola?

 

Preguntó a modo de saludo, en voz baja para no molestar en caso de que hubiera algún paciente por allí, no quería que la sacaran por hacer demasiado ruido o algo parecido. Finalmente, acabando el pasillo llegó hasta la recepción, bastante más iluminada que el pasillo anterior y de un color mucho más bonito. Como hacía menos frío, se sacó la capa y se quedó únicamente en un atuendo bastante muggle.

 

—Buenas tardes, podría decirme si se encuentra la propietaria, @ , por favor — pidió, ante la cara de interrogante de la recepcionista, supuso que debía clarificar su presencia allí —necesito hablar con ella por los servicios ministeriales del departamento de transportes.

[Sagitas E. Potter Blue]

¡Maldita Urticaria! ¿Quién me mandaba a mí hacer caso de los refranes muggles y restregarme el brazo con una ortiga porque eso iba bien para ponerse morena. Debía de olvidarme un poco de esos majaderos que sólo tenían leyendas sobre las plantas y utilizar más las pociones mágicas. Ahora tenía que pasarme por el hospital para que me deshincharan el brazo. Había utilizado tres Espiskeys y no se solucionaba, como si me hubiera quedaba clavado algo en el brazo. Al final tuve que desistir y acudir hacia los profesionales, que para eso estaban.

 

Entré en el hospital con el brazo colgando. Parecía una masa informe que medía como tres brazos normales, lo peor era las ganas de rascarlo, lo que me había dejado la piel llena de arañazos.

 

-- Buenaaaas -- le dije a la recepcionista, quien atendía a alguien en ese momento. Me levanté el informe brazo y lo puse encima del mostrador. -- Tengo una urgencia. ¿Puedo pasar directamente a un box? Ya sabes mis datos de tantas veces que vengo.

 

Sí, lo sé, algo maleducada porque me había colado de la chica que preguntaba por Sagitas. ¡Demonios desdentados! Preguntaba por mí. Abrí los ojos, sorprendida, y después me rasqué de nuevo el brazo, con ansia. Picaba.

 

-- Hey, yo no fui. Me atacaron ellos, por eso usé la varita y le arranqué unos pelos a su escoba. ¿Han presentado queja? -- le dije, antes de entender bien lo que quería aquella funcionaria de transportes. -- Si quieren que le pague una escoba nueva, tendrán que disculparse por haberme tirado al suelo y chafado el helado que me estaba comiendo. Tuve que tirarlo, que estaba lleno de tierra.

[Emily Karkarov]

http://i.imgur.com/C4m1Y0f.png

 

—¿Y su brazo hinchado es debido a ese accidente con escobas? Si es así, es usted quien debería denunciar...

 

Preguntó Emily con preocupación, pues se trataría de una infracción y, quien fuera la persona de la que hablaba la mujer, definitivamente tendrían que pedirle una disculpa. Sin darse cuenta, estaba olvidando por un momento a qué iba a la clínica santos mangos. Por supuesto, podía deberse al shock de ver el estado del brazo de Sagitas, pues no estaba acostumbrada a ver emergencias tan de cerca, incluso cuando alguna vez tuvo certificado el conocimiento de primeros auxilios y ella misma podría haber ayudado.

 

Miró por un momento a la recepcionista, que parecía no tan sorprendida como Emily, quizás por la propia naturaleza de su trabajo, de ver emergencias a diario. Esperaba que le dijera algo a Sagitas por rascarse, algo que evidentemente no le estaba haciendo bien; Emily no tenía la confianza para decírselo ella misma. Se aclaró la garganta, como si estuviera aclarando sus ideas y, antes de seguir alimentando la teoría de la denuncia por una escoba nueva, intentó explicar lo mejor que pudo su presencia en el lugar.

 

—Mi nombre es Emily, y en realidad mi presencia aquí es por la contratación de los servicios ministeriales de la clínica, red flú y antiaparición, que al parecer no se han renovado. El director del departamento me asignó venir para saber si desea volver a contratar los servicios y traerle el formulario correspondiente — hizo una pausa, intentando establecer si Sagitas estaba o no en condiciones de atenderla en ese momento. Si Emily fuera ella, la hubiera sacado hacia mucho rato para ir directo al box—Pero debido a la emergencia podríamos posponer esta reunión, usted me dirá...

 

Realmente no quería sonar impertinente, a pesar de que Sagitas parecía una mujer bastante energética con todo y brazo hinchado, quizás sentía demasiado dolor como para pensar en algo que no fuera curarse.

[Shena Cindy de Ryvak M.]

Desperte y por un instante estuve desorientada. No recordaba el sitio pero me sentía repuesta y con fuerza.

 

Retire de un manotaso la manta, llevaba una bata. Un movimiento de mi mano y "Demourt" se materializo en ella. La pase con un control asombroso por mi cuerpo. El hechizo morphos la transformo en algo más común.

 

Estaba descalza pero gustosa de estar sana. Así que avance fuera de la habitación. Camine lo más silenciosa por los pasillos...no recordaba como me habían trasladado a ese piso ???

 

Bien, tenía que revisar oh!!! Mi pañoleta!!En voz baja hable:

 

--Accio pañoleta verde-- Unos segundos espere conteniendo la respiración...una catastrofe si no la recuperará...al fin la vi venir.

 

--Oh Merlin! Que alivio!--Me la puse en el cuello de nueva cuenta y fui de nuevo buscando escaleras o ascensor.

[Sagitas E. Potter Blue]

El comentario de la funcionaria me hizo gracia. Mientras la recepcionista me daba el formulario de Urgencias que firmé enseguida sin leer, al fin y al cabo me lo sabía de memoria de las veces que lo había rellenado, sonreí amablemente a la chica y negué con la cabeza.

 

-- Oh, no, no. El brazo es otra cosa. No presentaré denuncia, gracias.

 

Iba a rascarme de nuevo el brazo, esta vez con la pluma que tenía aún en la mano, pero una mirada enérgica de la recepcionista me hizo devolvérselo. Atendí su voz monótona de "Box 1" como si fuera una forma de hablar normal y corriente entre nosotras.

 

-- ¡Oh! ¿Por eso preguntaba por mí?

 

Dejé caer el brazo, que pesaba un montón, y miré hacia la puerta de entrada de emergencias, donde un celador me sonreía con cara de desconsuelo, como si se preguntara por qué había venido esta vez. Tenía un historial médico muy amplio en la clínica.

 

-- Lamento decirle que yo no soy la persona adecuada -- suspiré. -- Srta. Emily, la Clínica no es mía, sólo soy la directora en funciones en ausencia de mi hermana Hayame. Soy quien la dirijo, pago a los proveedores y vengo a ver si los empleados trabajan. -- Mirada furtiva a la recepcionista, quien leía ahora un ejemplar de "Bruja de mi corazón", una novela romántica, demasiado dulce para mi gusto. -- Pero si hay que contratar algo, se necesita la firma de ella. Está en el extranjero y puede que tarde en volver, así que, si hay que re-contratar los servicios, tendrá que esperar a que ella regrese del Exilio.

 

¿Por qué le había dicho eso? Carraspeé.

 

-- De su año de estudios, quiero decir...

 

Me pareció ver a una de las pacientes, con una pañoleta de color verde paseando por los pasillos. Di un golpe en el mostrador.

 

-- Eh, tú, espabila, que se te escapan los pacientes. ¿Quién está de Jefa de Enfermeras de guardia? ¿@Heliké Rambaldi Vladimir? Pues habría que avisarla, que parece que a esta chica se le acabó el calmante y se ha escapado de la planta de psiquiatría...

 

Después lancé una mirada de disculpa a Emily, la funcionaria de Transportes.

 

-- Lo lamento, no puedo ayudarle y "ésto" pica mucho. Si no le importa, me voy a que un sanador me lo mire, si es que no necesita nada más de mí...

[Shena Cindy de Ryvak M.]

Marchaba en alerta, mi atacante, seguramente seguía esperando por mi regreso. Pero por ahora, tendría que esperar sentado, yo marcharía a la búsqueda de la persona que me interesaba informarle sobre nuestro singular hogar e invitarlo a ir a visitarlo.

 

Por curiosidad mire en aquellos box, tenía unas camillas previstas para atender a los que llegaban. Sin saber realmente como, llegue a un pasillo que era de la planta baja, vi de nuevo aquel recibidor, pero ahora se notaba una joven recepcionista que antes no estaba. Con ella estaban otras dos mujeres, pero no vi a la chica que me había ayudado...