Clinica Santos Mangos (MM B: 87868)

[Ashley Peverell]

La preciosa chica había saltado a lo que sus caireles rubios y amarillos como el oro y los granos de elote frescos y al sol de verano destellaron dandole un aspecto mucho más iluminado que de costumbre y es que había estado caminando pensando en tantas cosas bondadosas y todas las artes uminosas que un poco de aquello ahora se veía reflejado en su persona, como el eco de una campanilla que anuncia alegremente que solo cosas buenas han sucedido en los alrededores.

Movió rápidamente las manos y dejó escapar una risita nerviosa y cantarina que le daba un aspecto todavía de más jovencita aunque estaba algo negada a decir sus verdaderas edades, para ella, era lo que aparentaba.

-Todo bien, es solo que me he perdido y de repente me he puesto nerviosa porque todos ustedes parecen mitad preocupados y mitad alegres por algún asunto.

Confesó agachando un poco la cabeza para después tomarse las orillas de la falda ancha del vestido anaranjado que tenía puesto y hacía una pequeña venia a sus dos sobrinos aunque la inmortal ya no estaba como para ser llamada sobrina de nadie y aún le daba un dejo de temor puesto que se lucía bastante peligrosa.

-Espero no haber estado interrumpiendo a nadie, eso sería terrible de mi parte.

Se disculpó.

[Hayame Snape Potter Black]

Hayame emitió un gruñido y se despertó desde donde se encontraba en su oficina, recargada sobre su escritorio y cubierta con tres gruesas cobijas que le hacían sentir como si estuviera en su casita Snape, toda calientita y hundida en el colchón.

Las ojeras demostraban lo mal que había dormido y de todas maneras la mujer se talló los ojos completamente fastidiada, era hartante el pensar que podría haberse ido a casa a pegar el ojo pero no; las montañas de papeles que tenía delante le llamaban a gritos y le reclamaban todos esos años de ausencia, por no decir las temporadas que ahora se la pasaba trabajando en el Ministerio con sus propios papeles de jefa.

Por que nadie le había puesto una varita en la sien para ir a edir una jefatura.

-Solo por eso me gustan las vacaciones, quedarte hundida en la cama sin tener que moverte y con tazas y tazas de chocolate mágico calientito

Dijo para si misma de repente recordando ese cómodo sillón en la casita Snape que cada vez comenzaba a parecerse más a la madriguera de los Weasley pero sin el beneficio del aroma a comida casera y panecitos calientes.

Y a pesar de que se suponía que su oficina se calentaba con motivos mágicos, en esos momentos sentía demasiado frío.

Se frotó las manos y se las sopló, recordando como alguien alegaba que los vampiros no sentían esas cosas, pues WRONG, ella vaya que lo sentía aunque uisier decir que no!!

Al menos los dedos entumecidos calaban y volvió a meterse debajo de todas las cobijas, gruñéndole al trabajo.

[Lisette Ryddleturn]

La puerta de la oficina se abrió repentinamente dejando espacio para dejar ver a la joven que llevaba en esos momentos entre las manos una bandeja gruesa y grande en tono plateado, con algunas tazas y lo que parecía ser una sopa humeante.

-Debería decirte buenas tardes como saludo?

Preguntó la mujer cerrando los ojos con gracia mientras que reía un poco y se acercaba al escritorio desde donde escuchaba gruñir a su pareja, mirando con gesto enternecido aquellas cobijas para despues, poner las cosas sobre la superficie; extendió una mano para acariciar la cabeza cubierta con un par de movimientos y luego, comenzó a pasar las cosas de la bandeja al propio escritorio fijandose en no hacer que la pelirroja lo tirase todo en un movimiento.

-Escuché que tu hermana Sagitas está aquí internada otra vez- comentó con cuidado pero también como si fuera algo oído rápido, mirando atentamente las reacciones de aquel bulto calido

[Ashley Peverell]

Su belleza natural en esos momentos lucía algo apagada con la preocupación de ver que su hermana estaba de regreso en aquella clínica, muchas cosas pasaron por su cabeza y ninguna de ellas buena porque incluso lo normal sería haber visto a la hechicera pelirroja pegada a un lado como tenía acostumbrado pero de ella ni la oscuridad que siempre parecía acompañarla y rodearla como una madre terrible que no quiere soltar a su hija predilecta.

-¿Acaso hubo un nuevo ataque y te han lastimado?

Preguntó la hermosa rubia con un tono bajito de voz, después de todo aquel edificio era un hospital y debían de tener un sumo respeto por los pacientes que necesitaban descanso y tranquilidad, y su hermana mayor tambien lo requería sobre todo porque sabía bien que no le gustaba estar en cama, lo había visto la última vez.

-¿Siguieron yendo esas personas desagradables que quisieron meterse en lo de la boda?

Ahora sus enormes ojos de venadito miraban a Matt y a Heliké como queriendo encontrar una respuesta a todas aquellas inquietudes que tenía y que no la dejaban en paz por ningun momento, se sentía terrible y como si ella misma hubiese traicionado a los suyos, le estaba doliendo en el alma y en su enorme corazón dorado.

Off.- Ya no puedo más, me vuelvo a la cama. Tú y Daniela vayanse a la cama también.

[Helike R V PB]

- ya verás como sí... un niño muy mimado, o niña, ¿qué te gustaría? -le pregunté con una sonrisa- yo prefiero niña, pero que venga bien, por supuesto -tiré de su camisa (?) y le di un beso - ¿te imaginas que sea como Ginevra Weasley? Una niña entre tantos varones, seguro que es poderosa -elevé las cejas con un gesto gracioso - y espero que nos salga buena -dije soltando una risilla.

 

Pero no dejaba de preocuparme Sagitas. Me daba la sensación de que escondía algo. Pero tampoco me atrevía a preguntar más, por temor a que me lanzara los colmillos (metafóricamente hablando, claro). Intentaría averigüarlo por otro modo. Y aún así, se reducían las posibilidades. Sentí un ligero mareo y con la frente aún perlada del sudor a causa de la fiebre, puse mi cabeza en la almohada.

 

- Nunca imaginé que, una gripe te pudiese dejar tan débil - medio bufé- si ésta gripe la pillo en mi época te digo yo, que no sobreviviría... - comenté, con una medio sonrisa.

 

- ¿Torpe? -dije con una ligera sonrisa- anda bobo, no eres torpe, sólo que te falta práctica. Cómo yo - Y seguro que se reiría porque mi cara era de absoluto espanto- no quiero imaginar el día del parto... Sólo de pensarlo me dan todos los males - reí otra vez, por lo bajo.

 

- anda cariño le dije a @@Matt Blackner tráeme una revista o algo... te pediría un café, pero la verdad, ni fuerzas tengo para sostener la taza... Una revista, bueno, con la varita puedo hacer que pase las hojas lentamente y estaré bien -enarqué una ceja, divertida- si necesito algo, llamaré a las chicas para que me ayuden -le di otro beso y un par de pequeños golpecitos en el brazo- eso de estar aquí dos días más -bufé- será agotador...

[Lisette Ryddleturn]

Pero Hayame seguía sin reaccionar, vaya que debía de sentirse cansada después de todo el trabajo que estaba intentando terminar para antes de las fiestas, a lo que terminó sonriendo un poco con diversión mientras que dejaba la bandeja con el plato de sopa caliente en un lado de aquel escritorio.

Se sacudió las manos y se retiró los guantes de cocina que tenía para no quemarse con la bandeja, pensando en que el calor de la sopa y el plato de esta pudiesen transferirse al metal y se acercó a su novia por la espalda.

-Yo opino, que deberías descansar un poco

Susurró la rubia alzando una mano para comenzar a pasarla con cariño a través de los gruesos cabellos rojos de la vampiro, esperando poder ayudarla a relajarse con eso.

-Incluso las doctoras mas metidas en su empleo, necesitan de un poco de tiempo para recuperarse

Dijo

-Porqué no vas, te das una ducha y luego visitas a Sagitas en su habitación? -sugirió sonriendo un poco sin dejar de acariciarle la cabeza- estoy muy segura de que ella se pondría bastante feliz de verte, sabes?

[Hayame Snape Potter Black]

-Qué Sagitas está aquí?

Preguntó la pelirroja con un tono de profundo adormilamiento mientras que sentía como las gruesas cobijas que la habían estado cubriendo por completo eran retiradas por su novia que ahora acariciaba sus cabellos como si fuera lo más agradable del mundo; todo eso que estaba haciendo ahora solo la hacía sentir que quería dormirse todavía mas tiempo si era posible

-Otra vez la han atacado?

Preguntó aún haciendo unos pocos bizcos pero dió un largo bostezo y estiró un brazo para acercarse la bandeja con la sopa caliente en el cuenco, mirando como el vapor del calor iba subiendo en suaves ondas

Hayame sacó aquello de la bandeja y lo oliqueó unos segundos antes de sacar la lengua y tocar el líquido con la punta de esta, recibiendo al siguiente segundo un escalofrío

-Quema...

Dijo haciendo una mueca pero unos momentos después agarraba el plato con las dos manos para calentárselas y después, soplar un poco para luego darle un sorbo a aquello, sintiendo como el calorcillo se iba extendiendo por su cuerpo

-Delicioso

Aseguró con un suspiro

-En verdad que eres una cocinera maravillosa, cariño...

[Lisette Ryddleturn]

-Gracias cariño

Respondió la rubia en el mismo tono que su novia aunque quizás añadiendo un timbre divertido por la manera adormilada en la que Hayame le estaba respondiendo; entornó un poco los ojos de forma que se daba un aire de ternura en la expresión y continuó acariciando los largos cabellos pelirrojos de su novia

Realmente le gustaba la sensación de este entre sus dedos, sorprendiéndose de que los seres inmortales pudiesen tenerlo así sin siquiera enredarlo un poco

Daban ganas de pasarle un peine solo por el gusto de hacerlo

-Creo que no me escuchaste lo que te dije acerca de tu hermana, verdad cielo?

Inquirió la joven de Westown con un tono de voz suave, ya que estando la otra tan dormida y con pintas de que pronto volvería a regresar a los brazos del sueño, lo mejor era no tensarla o alterarla levantando la voz

-Sagitas... tu hermana, con la que siempre vamos, sigue internada en el hospital aunque la verdad es que no se que haya sucedido en esta ocasión para que pasara- comentó colocándose la mano libre en la mejilla

[Hayame Snape Potter Black]

-MIa... hermana de mi...

Farfulló la pelirroja dándole un nuevo sorbo a la sopa pero esta vez lo suficientemente largo para que el calor de nueva cuenta se extendiese más por el cuerpo; se estaba tan cómoda y calientita debajo de todas aquellas cobijas que realmente su mente se sentía amodorrada y se negaba por completo a ir a ningun otro lado que le obligase a trabajar de alguna manera los músculos.

Quería volver a dormir, quería meterse otra vez en la cálida oscuridad de las cobijs y el diablito que siempre se paraba en su hombro se reía maliciosamente dandole mil y una sugerencias de como lograrlo.

Pero un nombre y la voz de su novia le hicieron emitir un gruñido y entornar los ojos en un intento de despejarse la mente y entender cómo era que ambas palabras estaban conectadas la una con la otra.

-Sagitas en el hospital...

Murmuró Hayame y resoplo por unos segundos para después, buscar con sus ojos rojos a su novia que seguía parada detrás de ella, muy entretenida con su cabello al parecer

-La han vuelto a atacar?

[Helike R V PB]

En la habitación guardando reposo (?) con @@Matt Blackner

 

Al final el pelirrojo me había traído varias revistas y por supuesto el diario El Profeta. No es que me gustase el segundo especialmente, pero era lo mejor que había para informarse de todos los asuntos mágicos y, cómo por ende, de momento, no podía salir de la clínica, no me quedaba más remedio que obedecer a mi sanadora que se intentaba pasar cada pocas horas...

 

Sonreí he imaginaba lo que debía estar pasando en la primera planta, debía ser todo un caos ante mi ausencia, pero seguro que las enfermeras se ocupaba con toda dilación y rapidez que las caracterizaba, cómo así la gruñona recepcionista, que me daban ganas de estrangularla. No me gustaba su mal genio, aunque yo tampoco podía decir gran cosa porque tenía mal carácter, generalmente, pasaba de ella (?).

 

Al cabo de cuatro horas, la sanadora Amelie Bourdeu nuevamente vino a comprobar mis constantes y se alegró de que, a pesar de la dichosa gripe, todo tenía que estar y se lo agradecía pero aún así estaba cansada de que me sacaran sangre cada dos por tres, a éste paso, necesitaría una buena poción rehabastecedora de sangre y no tenía ganas ni de pociones ni de chorradas.

 

La sanadora se dirigió a mi marido:

 

- Querido, venimos ahora, vamos hacerle una ecografía a su esposa, para comprobar que el feto está perfectamente -la miré con cara de susto y ella negó con una sonrisa - tranquila, todo está bien o eso parece, es una mera rutina, un simple chequeo - elevé mis hombros, resignada y varios celadores me llevaron hasta la sala en dónde se practicaría esa prueba.

 

Al cabo de unos diez minutos de llegar y otros diez de estar en esa sala de la clínica y de hacer lo que dijo la sanadora, ésta me respondió:

 

- Y bien, ¿quieres saber el sexo del bebé? - no sabía si quería o no, quería que fuera una sorpresa pero por supuesto, la curiosidad me pudo.

 

- ¡Claro que sí! - asentí con una sonrisa a pesar del gel frío y del aparato masajeando mi vientre y mostrándose la imagen en la pantalla con tonos grises oscuros, claros y algunos tonos de luz...

 

- Pues veamos -enfocó bien y comprobó lo que quería- señorita, va a tener usted una niña - la miré asombrada, la sanadora se rió seguramente, al ver mi gesto.

 

- ¿Qué, no estás contenta con el resultado? - me preguntó con su particular acento.

 

- Sí claro, pensé que iba a ser un varón - dije medio sonrojada. La mujer lanzó una carcajada- bueno, a mi me gustan más las niñas - me dijo en un tono conciliador.

 

- Ésto, una cosa - le indiqué con un tono confidecial, ella me miró esperando mi respuesta- no quiero que se lo digas ni a Matt ni a mi suegra - me miró sin comprender- quiero que sea una sorpresa - solté, con una sonrisa radiante. La sanadora asintió contenta sin decir palabra. Me limpió la tripa y tras ponerme cómoda, indicó a los celadores que me llevaran de nuevo a la habitación.

 

- por el tamaño del feto puedes estar de algunas semanas, para que me entiendas en unos dos meses y medio -asentí - y está perfecta, por ahora el embarazo va muy bien. Tendrás que pasarte por aquí para hacer las revisiones pertienentes - me dijo y yo volví a asentir con la cabeza.

 

- Claro, claro, no hay problema, sabes que trabajo aquí y tengo enchufe -sonreí contenta.

 

En cuánto llegamos a mi habitación se despidió de mí, mientras mis compañeros me colocaban nuevamente en la posición anterior. Se despidieron con una sonrisa y me dejaron intimidad con el pelirrojo.

 

- Cariño, está todo perfecto, el embarazo va muy bien - le dije con una gran sonrisa.

 

off: parte de la conversación es con la sanadora peeero, cómo bien especifico por si hay algún problema, Heli informa a Matt que está todo correcto ^^

¡Felices Fiestas niñ@s!