Clinica Santos Mangos (MM B: 87868)

[Matt Blackner]

Sonreí ligeramente a @, apretando mi mano sobre su pierna.

- Y por qué no iba a funcionar? - le pregunté. "Nuestra conexión surgió sin más, no debería tener qeu desaparecer solo por una gripe - pensé.

 

Pero alguien nos interrumpió cuando la vampiro preguntaba a Sagitas si se encontraba bien. Su mirada era rara, si...era ese tipo de miradas en las que puedes ver las intenciones de los demás. Pero la sanadora francesa, qeu se hacía cargo de Helike, me pidió que saliera de nuevo. Las miré a las dos y salí, notando qeu me iba poniendo nervioso. Sostenía un sobre entre las manos.

 

Nada dije. QUe iba a decir? Aquella noticia me dejó...sin palabras. En mi mente, mientras tomaba el sobre y escuchaba, solo se formó un pensamiento. Estaba embarazada. Íbamos a tener un hijo.

 

No quería entrar en pánico.

 

- No quiero que esto salga de aqui - acerté a decir, intentando obligarme a decir algo. - Nadie puede saber que...vuelve a ser humana - de pronto, me preocupaba por ella, por...por ellos...no era natural, y si alguien quería hacerle...hacerles daño...

 

Sonreí levemente, apretando aquel sobre en mi mano que contenía los resultados. Demonios...

- SI mejora, podríamos volver a casa...mañana? - pregunté. Íbamos a tener que contárselo a la familia.

 

Peor. Iba a ser yo quien se lo contara a mi madre y a la propia Helike. Si es qeu antes era capaz de conectar dos frases coherentes seguidas.

[Helike R V PB]

Heliké

 

- Simplemente porque siento cambios en mi cuerpo. La telepatía parece que ha disminuído su fuerza o eso me parece - conseguí decir una frase entera, a pesar de mi estado- pero al menos, me alegra saber que...

 

Vi que llegaba la sanadora y la miré con malos modos. ¡Se lo llevaba!

 

- ¡Eh! ¿A dónde vais? ¡Yo también quiero enterarme! -protesté. Pero cerraron la puerta y ya no me enteré de nada más. Aún tenía el cuerpo débil pero no estaba tan atontada por la fiebre. Suspiré. Tenía ganas de salir pero sabía que no me dejarían así cómo así.

 

sanadora Amelie Bourdeu

 

La francesa sonrió al darse cuenta que evitaba su marido el decir la palabra embarazo. Debía ser el primero y estaba asustado. Algo lógico. La paternidad muchas veces asustaba y eso que ella tenía ya, dos niñas de seis años.

 

- Descuide, la confidencialidad sanadora- paciente está garantizada - sonrió al pelirrojo - nadie sabrá de su estado. Ella puede que lo vaya notando poco a poco, si quiere decírselo, puede, con delicadeza, por supuesto. Su mujer es una vampira de armas tomar y bueno, puede que no se lo tome a demasiado bien la noticia.

 

- Lo del embarazo es lo más natural siendo parte humana. Otra cosa es si fuese vampira y concibiese sin ningún problema, eso sería lo inusual... - había preguntado de llevársela a casa- tendría que firmar el alta voluntaria - comunicó- pero, yo les sugiero que esté aquí al menos dos días hasta que esté más estable. Sobre todo, para ir haciendo análisis al feto, para ver si se encuentra bien y que, las pociones que les deamos no le hagan nada. Lo entiende, ¿verdad? -preguntó con una sonrisa- bueno, les dejo, voy a ir a atender al resto de pacientes. Puede decirle que tiene una buena gripe, pero si se trata con cuidado no va a ir a mayores... Le prometo que, en dos días puede irse. Es un consejo -le advirtió.

[Matt Blackner]

Asentí con la cabeza cuando aseguró que aquello no se difundiría. Aun tenía demasiado reciente el asalto que habíamos sufrido en la boda. Y un humano siempre es más vulnerable que un vampiro. Aunqeu fuera @.

 

Lo que me hizo fruncir el ceño fue que, a pesar de qeu con un alta voluntaria podríamos irnos a casa, según dijo Amelie era recomendable que al menos se quedara alli dos días. Tenía una gripe bastante fuerte, y debían tratarla, por ella y el bebé, vigilando que las pociones no le afectaran. Asi qeu a pesar de que me resultaría difícil, deberíamos seguir alli.

- Bien, no...no hay problema. Si es necesario...

 

Observé como se marchaba, sonriendo levemente, ya que según ella, era mejor decir las cosas con cierta delicadeza a Helike, ya que era alguien de armas tomar. Me quedé solo un momento, con la puerta a mi espalda, con Sagitas y Helike a solas en la habitación, esperando. Observé el sobre con los resultados en mi mano. Noté cierto nerviosismo en el estómago. Una extraña emoción.

 

Así el pomo de la puerta y abrí con un suspiro. Al cerrar, las miré a las dos, sin saber...sin saber como empezar.

- Ah... - acorté la distancia hasta la cama. - Tengo tus...los resultados. - dejé el sobre en la mesita. - Es...no saben como ha sido pero...eres humana. No encuentran como, pero...parece qeu de alguna forma, tu parte humana se ha activado de nuevo.

 

- Tienes una gripe bastante serie. Necesitas guardar reposo, y aconsejan qeu te quedes aqui al menos un par de días para qeu puedan hacerte pruebas.

 

Me quedé en silencio. No, es no me parecía lo más importante, pero no sabía bien como decirlo....como decírselo. miré a Sagitas buscando ayuda, una ayuda que no podía darme, supongo. Volví a mirar a la vampiro. Al llegar le habían quitado la parte de arriba del uniforme de enfermera, supongo qeu para poder tratarla y sacarle sangre. Ahora mismo llevaba una camiseta, y trataba de fijarme...Sagita solo había estado una semana inconsciente, había dejado de verla una semana, y sin embargo, había notado, aun vestida, que...se había ensanchado.

 

- Pero supongo...supongo que si que tengo la culpa de lo que te pasa últimamente - me atreví al fin a decir. Alcé la vista, la miré y sonreí. - es...estás embarazada. vamos a ser padres.

[Helike R V PB]

Crucé los brazos, enfurruñada como estaba. Me habían dejado con la palabra en la boca y eso no me había gustado nada.

 

Sagitas todavía estaba en silencio. No tenía ni idea de lo que le pasaba por su mente. Pero seguro que algo estaba maquinando. En mi fuero interno, le tenía algo de miedo...

 

Pero regresó Matt al cabo de unos diez minutos, más o menos. Tampoco es que hubiese un reloj o al menos que yo hubiese visto por la habitación. Los rayos del sol entraban a raudales por la pequeña abertura de la cortina... A veces echaba de menos estar en el callejón haciendo mis compras personales o atendiendo a mis negocios. No es que fueran muchos, pero me gustaba estar pendiente...

 

Vi que mi marido estaba nervioso...

 

- ¡Vamos hombre, no me voy a morir todavía! Y menos por una absurda gripe - cogí un pañuelo húmedo que tenía en la mesita de noche y me lo pasé por la frente, eso hizo que me refrescara un poco y además bajar la temperatura... No la tenía tan alta cómo por la mañana pero ayudaba.

 

Me callé ante su primera frase. ¿Perdón?

 

- ¿Qué? - sonreí burlonamente- anda ya... ¿humana? - hice un gesto con la mano y le apresuré a que me diera los resultados- ¡anda ya, imposible! - negaba nuevamente. No, no podía creerlo aunque, siendo sinceros, sí notaba ciertos síntomas que no tenían nada que ver con el vampirismo... Además, se suponía que a éstas alturas tendría sed, de la de sangre, no la de agua... Fruncí el ceño.

 

-¿¡Qué!? -chillé ahora. No pude evitarlo y estallé en carcajadas- vamos, vamos, a ver... que estuviese estresada con el ministerio... -me empezó a dar tós y me apresuré a tomar un poco de agua- anda ya... -negué nuevamente...

 

- ¿Estás de coña, no? -pregunté, mirándolo a los ojos, pero el nerviosismo que mostraba me hacía ver que sí, existía esa posibilidad- no puedo, no podemos, no... no es momento... yo creo que... - me puse nerviosa. Aunque pensando en mi padre quizá hasta se alegraría de saber que tendría un nieto - venga ya... me estás tomando el pelo, no puede ser... ¿humana y embarazada? ¡Hace siglos que lo fui, sí! - exclamé- pero... -fruncí el ceño nuevamente, me acordé de algo...

 

- Lázarus, ese hijo de p***... sí, sé que ese malnacido aprovechó la boda... ¿de cuánto estaré, dos meses? -pregunté a los presentes en voz alta- no puede ser de otra forma, él conoce mucha magia y de la mala... ésto no puede ser más que una simple vengaza - llevé mis manos a mi cara, terminé por acabar llorando- ¿qué será de ese pequeño? ¡no tiene la culpa de nada! ¡nada!

 

Cogí otra servilleta más y me soné los mocos. Miré el pañuelo y luego a mi marido...

 

- Puede que, en algunas cosas, tengas razón - no pude evitarlo y lo miré asustada- ¿qué pasará ahora? Tengo que irme, ¿podremos irnos, verdad? -y me acordé de algo que dijo.

 

- ¿Dos días? ¿Dos días aquí encerrada? Éstos matasanos acabarán con la poca paciencia que tengo... ¡quiero pedir el alta voluntaria! -exclamé nuevamente. Sí, no pensaba estar más del tiempo necesario allá en la clínica.

[Ashley Peverell]

La bruja acababa de llegar a Santos Mangos pero por el movimiento que había comenzado a ver apenas cruzado el umbral tan solo le había escurrido una enorme gota de sudor en la nuca solo por los sonidos que provenían desde los alrededores.

Abrió y cerró la boca en varios movimientos hasta que finalmente negó con la cabeza y se rascó la nuca.

Ya había pasado un tiempo y lo último había sido que había intentado que su hermana Sagitas no se moviera de la cama pero como siempre ella hacía lo que quería y a final de cuentas se había liberado de la vigilancia sobre la que la tenían; al menos ya podía estar segura de que se sentía mucho mejor y todas las consecuencias de las cuestiones pasadas ya estaban justamente así, idas en otro lado y en otro sentido.

Ya no tenía de que preocuparse al respecto aunque...

Se acercó a uno de los asientos de espera con la disposición de no atravesarse a nadie y esperar quizás a poder preguntar porqué escuhaba ruidos.

Desconocía toda la situación

[Matt Blackner]

- Para. - le dije, sentándome en la cama, a su lado. - Heli, Heli, para un momento. Respira.

 

Puse mis manos en su cara, mirándola. @ parecía a punto de entrar en pánico...era norma, a mi me pasaba. Era mucha información chocante de golpe, pero esa no era la solución. De pronto, estaba...extrañamente calmado. Supongo qeu debía estarlo por ella.

 

- Si...han repetido las pruebas varias veces. Es...estás embarazada, y si...dos meses... - sonreí, limpiándole las lágrimas. -Que va a ser de...Pues que lo cuidaremos, demonios - reí.

 

Ella quería marcharse, y supongo que no me extrañaba. En un momento asi, el mundo se te venían encima.

- Tienes que quedarte. Es...son muchos cambios para ti, y no solo eso...es una gripe seria, y necesitan asegurarse de uqe te recuperas y....tendrán qeu hacer alguna prueba más para saber que el....que está bien. - no me atreví a decirlo. - Nos quedaremos aqui hasta que estéis bien. Dos días, solo eso. Llevaré a mamá a casa y...

 

Me quedé callado. Sagitas seguía alli, y estaba callada. Miré a Helike, sin atreverme a mirar a mi madre.

- Yo...mamá, esto...vas a....a ser...

[Helike R V PB]

Después de la llorera inicial, Matt me calmó o al menos lo había intentado. Me entró el hipo... En un momento dado, me pareció hasta tierno el hecho de que, mi marido no era capaz de decirle a su madre que iba a ser abuela. Normal. Era una noticia que llegaba de imprevisto. Bueno, no tan imprevisto habíamos hecho cosas, sí es cierto, pero no pensábamos que llegara al extremo de quedarme embarazada. Pero, después del ataque de pánico inicial dentro de mí surgió una especie de esperanza, una especie de ilusión, una que desde que nos habíamos casado llegaba con más fuerza.

 

Debía mentalizarme de que sería madre y que tendría un pequeño... Pero el hecho de que Matt al estar a mi lado diciendo que lo cuidaríamos eso me daba mucha más fuerza que cualquier otra cosa. Asentí con la cabeza.

 

- Será un niño mimado -le dije con una sonrisa a pesar de las lágrimas iniciales- sí, sé que son muchos cambios para mí, es demasiado hasta para una persona como yo... que está acostumbrada a ser solitaria. Bueno, lo fui durante muchos siglos -bebí un poco de agua, sentía la garganta seca y la voz ronca- pero desde que te conocí, no sé, sentí que las cosas irían bien, cómo si todo se colocara en su sitio -le dije con una gran sonrisa - y ahora con ésto... Te prometo que no le pasará nada...

 

- Lo de la gripe, bueno. Me sorprende que me afecte de ésta manera. Si crees necesario que esté aquí por el bien de nuestro niño -suspiré. Poco a poco me iba haciendo a la idea de que iba a ser madre. ¿Cómo me vería con ocho meses? Puse voz a mis pensamientos - espero que me sigas queriendo cuando ésta barriga crezca y sea enorme -gruñí - seguro que estaré fea - negué con la cabeza- y con los famosos antojos... ¡Tendré que ponerte un monumento, cariño! Sobre todo a tu paciencia - le dije con dulzura. Le agarré de las manos, miré a Sagitas, parecía haber estado en shock ante la noticia...

 

Le pregunté con timidez.

 

- ¿Qué te parece? Te juro que no es para arrebatarte nada. Yo, trabajaré cómo todos los demás para mantenerlo. No quiero nada tuyo. No le faltará de nada, pero... -elevé mis hombros - eso sí, si te apetece, ¿lo cuidarías si nosotros estuviésemos ausentes por causas del trabajo? No sé si en el Ministerio hay bajas por maternidad pero necesitaré tiempo para que los dos nos acostumbremos, bueno, los tres... y, además de ser su abuela... no sé, me gustaría que fueses su madrina, ¿qué te parece? - seguro que ni a @@Matt Blackner ni a @ se esperaban esa proposición. Lo hacía de corazón porque y más que nada viera que no quería ningún tipo de problema, sobre todo, por el bien del pequeño, o pequeña...

 

- No sé, además, me gustaría que su bisabuela lo bautizara. Aunque sinceramente, no creo en esas chorradas -dije entre risas...

[Sagitas E. Potter Blue]

El primer signo... Un calambre en la zona de la ingle al levantarme para ayudar a Heliké quien se caía al suelo... Fruncí el ceño y me puse la mano en la zona, de forma instintiva, mientras mi mente me la señalaba con un dedo imaginario y apretaba como un flecha de neón: "embarazada, eso es que estás embarazada". Ninguno de los dos se dio cuenta, creo, pues estaban levantándose del suelo. Apreté los dientes y me forcé a seguir la conversación aunque parecía un poco forzada.

 

-- Creo que ese Lazarus va a necesitar tres cabezas si los tres la queremos... -- No lo dije de forma agradable, sin embargo. Pero esos dos tortolitos se amaban con la mirada y seguro que no notaron nada de nada.

 

O tal vez sí. Heliké me preguntó si me pasaba algo. La sanadora entró e interrumpió eso así que me libré de contestar. Enarqué una ceja y solté una risita forzada; Heliké protestaba con tanta fuerza como yo lo hubiera hecho.

 

-- Acostúmbrate, ahora los sanadores querrán hablar con tu marido en vez de contigo. No se acostumbran que las mujeres somos independientes de nuestros maridos. -- Pausa... -- Que somos fuertes...

 

Matt no tardó en volver y, por su cara, supe que las noticias no eran buenas. Y lo que dijo me dejó de piedra.

 

-- No seas tonto, hijo. La parte humana no se activa con un interruptor -- murmuré, aunque no me atreví a decirlo en voz alta. Otro calambre. Me removí en mi silla y entonces me llegó la segunda parte de la frase, con la afirmación de que estaba embarazada. -- ¿Cómo lo sabes?

 

Mi voz y mi cara reflejaban un puro pánico ante Matt porque se había dado cuenta que... ¡Lo decía por Heliké! Me había asustado tanto que no supe que decir y me quedé inmóvil. Ambos hablaban del tema y yo intentaba recuperar el resuello. Bueno, más bien ella gritaba y él le hablaba de forma dulce. Pero la entendía, ¡vaya notición! Era humana y estaba embarazada y, no sé porqué, pensaba que aquello era culpa de aquel tal Lazarus.

 

Me di cuenta que se habían callado y que me miraban. ¿Qué habían dicho...?

 

-- Hem... Sí... Abuela...

 

Heliké me decía que no quería nada y que trabajaría para mantenerlo. Me arrancó una risotada de tensión al notar lo irrisorio de la situación.

 

-- Anda, sobrina... Eres boba. Ese niño es un Potter Black por derecho y tú también lo eres. Ya te dije que había enterrado el hacha de guerra. Todos nos cuidamos en familia y criaremos a ese niño. Así que no te preocupes, ¿vale? Hay que pensar que tu cuerpo no está acostumbrado a ser humana de nuevo y no sabemos la reacción que puede tener. Van a ser unos meses muy largos y vas a tener que cuidarte mucho. Así que si te han dicho dos días, los guardas, y si son más, también. Hay que cuidar tu cuerpo hasta que nazca. ¿Los sanadores se han planteado si es reversible? No podemos permitir que vuelvas a ser vampira hasta que el niño nazca o...

 

No acabé la frase, ¿para qué asustarlos sobre que se volviera de nuevo a convertir en una vampira eternamente embarazada?

 

-- ¿Yo madrina? -- Me froté la barriga y sentí pánico. ¿Seguiría aquí cuando el niño naciera? -- Será un placer pero ten un suplente por si no estoy.

 

No entendí a quien se refería sobre la bisabuela pero no me daba tiempo a preguntar. Me había dado cuenta que había hablado demasiado. Me levanté y noté la pierna algo dormida. Apreté con fuerza en el suelo y caminé despacio hacia la puerta.

 

-- Mamá sabe irse solita a casa. Quédate con Heliké y descansa. Pediré que te coloquen una cama junto a la suya para que estéis juntos, intenta descansar, mañana vendré a sustituirte mientras vas a casa a darte un baño. Os quiero.

 

No quise darles tiempo a que preguntaran nada así que salí y cerré la puerta. Soplé varias veces y avancé hacia la salida. Sólo entonces me di cuenta que mi hermana Ash estaba allá. Me paré en seco.

 

-- Ash, ¿te pasa algo? ¿Qué haces en la clínica? [@]

[Helike R V PB]

Y, después de tanto tiempo Sagitas habló y casi se me cae el vaso del susto. Asentí a cada palabra que decía...

 

- Pues, no me da la gana de callarme cuando yo también me puedo enterar de las cosas -protesté.

 

Pero aún así, Sagis a pesar de estar con nosotros estaba medio ausente, como metida en sus propios pensamientos. Gruñí en cuánto hizo mención de lo de Lázarus, eso sería cosa mía...

 

Pero el cambio de la cara de Sagitas me dejó completamente intrigada y no quise comentar nada delante de su hijo. ¿Sería por lo que le había pasado que volvió a su mente? No podía evitarlo, estaba preocupada por ella y me sentía un poco nerviosa. Tenía esa incertidumbre de lo que no sabíamos lo que iba a pasar después... Por mucho que tuviésemos la habilidad de la videncia no era por decirlo de alguna forma, una "ciencia" exacta. Muchas decisiones que se tomaban, cambiaban las formas de "ver" con el anillo... Y menos mal que no lo había traído o entonces sí tendría serios problemas.

 

Y a pesar de nuestras broncas, riñas, peleas y casi asesinato, me conmovió la forma en que me había hablado. Asentí con la cabeza, emocionada.

 

- Lo sé, pero no quiero que no sea una carga para nadie... Aunque sea nuestro pequeño y tu nieto... Bueno, no lo sabemos todavía - dije con una sonrisa.

 

Y otra vez una frase tétrica...

 

- No seas agorera Sagitas. ¿Porqué no vas a estar? - ahora sí podía sentir cierto miedo. No sabía si era por el miedo al bebé, miedo a lo desconocido, miedo a Lázarus... Sí, estaba completamente acojonada. El no controlar las situaciones cómo a mí me gustaría me desquiciaba por completo.

 

- Pues, no sé... no sé si es reversible pero si me han vuelto a ser humana eso quiere decir que hay posibilidades de que suceda otra vez. En caso de que vuelva de nuevo al vampirismo... bueno, ya lo hablaremos...

 

Y lo que más miedo me daba era la amabilidad de Sagitas. Parecía que estaba esperando el momento de atacar. La vi levantarse y me agarré a las sábanas, con miedo. ¿Sería ese el momento?

 

No solté el aire retenido en mis pulmones hasta que dijo que se iba a casa.

 

- Sagis... ten cuidado - le dije con cierto temor. Sí, en las últimas horas, no temía a nada y ahora, parecía una chiquilla asustada. No sabía si eran las hormonas o qué, pero me estaban descontrolando por momento.

 

Quise preguntarle pero al menos no me dejó con la palabra en la boca. Tendría que hablar con ella, seriamente pero más adelante, cuando estuviese recuperada y que, al menos, estuviese segura de que no perdería al niño. Estar de dos meses, no significaba que fuese seguro el embarazo.

[Matt Blackner]

Me preocupaba mi madre...por un momento creí que su expresión era de dolor, pero luego...luego parecía sorprenderse tanto como alegrarse por la noticia. Iba a acompañarla, pero ella misma dijo que podía irse sola a casa, y que se pasaría al día siguiente para relevarme y que pudiera pasar a casa a cambiarme. ME quedé mirando, sin contestar nada...

 

Pero a solas, cuando reaccioné, me giré hacia @ y sonreí, sonrojándome ligeramente.

- Va a ser nuestro niño mimado - contesté.

 

Era....era una sensación extraña, la variación desde el miedo y la preocupación, unida con nervios, a la simple felicidad....ella misma lo había idcho, era alguien solitario, como yo lo había sido hasta que llegué a Ottery. Alli había dado con mi familia...aunqeu me faltó algo, siempre me faltó. Helike lo había completado, y ahora, con esa noticia...se cerraba un círculo.

 

Con sus dudas me eché a reir, y la besé. Me había enternecido su propuesta a Sagitas, y estaba de acuerdo en ello...

- De ocho meses, o de nueve, aunqeu estés enorme y no me dejes dormir porque tienes antojos. Te seguiré queriendo igual. - le dije. - Querrás tu a un torpe que no sabe ni siquiera coger un bebe?