Castillo de la familia Haughton (MM B: 84511)

[Kahlan Blackthorn]

Ian Malfoy Haughton

 

-Claro que deseo ser como ustedes, no tengo otra cosa en mente que honrarles a mi madre y a vos con eso…-confesó tras sentir la mano de su tía tocar su antebrazo- Estoy dispuesto a lo que sea, no me pensaría dos veces el ayudarles en todo lo que se necesite y erradicar de una buena vez a la peste nefasta que vive dentro de Ottery…-agregó declarándose ferviente seguidor de los ideales que creía que defendían su madre y tía. Su destino era dejar una honda huella dentro del mundo mágico, destacándose como un demonio capaz de masacrar y arrancar vidas como si fueran malas hierbas que enfermaban la tierra que pisaba-Mi madre ya sabe de mi deseo, creo que fue lo último que pude comentarle antes de que desapareciera de Londres…-miró fijamente los ojos grises de la Nigromante-Justo me pidió que me hiciera cargo de sus asuntos, pero no comprendo del todo si tienen que ver con esa “familia” de forma directa o indirecta…-asintió percibiendo una conexión entrañable con la Gaunt.

 

Era su tía uno de los seres que comenzaba admirar, sintiéndose orgulloso de poder contar con una persona como ella a su lado. Sin lugar a dudas, ya podía considerarle su amiga, cómplice y hasta mentora en el mejor de los casos, cosa que no dejaría de considerar en todo momento. Tendría que tomar las riendas de su vida madurando de golpe, adaptándose al tren de vida que llevará su madre dentro de Londres, tren de vida que ahora seria experimentado y asimilado con tranquilidad por el Haughton.

 

-Quiero saberlo todo, pero no pido que se me brinde en charola de plata…-carraspeó con suavidad-Deseo que me cueste trabajo empaparme de todo, sufrir las penurias que eso conlleva y aprender de todos los retos que se me crucen en el camino. No quiero que por ser hijo de Juv, piensen que tengo derecho a todo lo que ella posee, aunque sé que es verdad y lo merezco. Yo deseo forjarme mi propio camino, hacerme de mis logros y empalmarlos con los de mi madre y tal vez superarlos y compartirlos con ella y con vos…-sonrió sintiéndose parte de algo por primera vez, dejando de lado la confusión que lo abrumaba al llegar a ese Castillo.

 

Ahora se mostraba como un hombre capaz de comerse el mundo a puños, inspirado por las enseñanzas y legado que le dejará su madre antes de abandonar Londres. Ya no sentía miedo de enfrentarse con los demonios que buscaban ensombrecer su vida, tampoco se amilanaría ante los tropiezos o desazones que se cruzarán en su camino. El que tenía que estar agradecido era el ojiazul oscuro, dado que no se esperaba que su tía le acogiera como si fuera su hijo, brindándole su apoyo de forma incondicional en todo momento.

 

-¿Qué ha hecho mi madre, para que quieras ayudarme de este modo?, tuvo que haber sido una proeza épica o algo similar…-comentó con jocosidad, no podía mostrarse frio o distante con la Lican. Irremediablemente algo le impedía proyectarse arrogante o altanero con ella, posiblemente era la confianza y cariño que se profesaban ella y la madre del castaño-Yo te agradezco que me guíes, no sabes lo importante que es para mí que vos tomes ese papel en mi vida…-le dedicó una sonrisa afable, acompañada por un ligero roce en la mejilla de la Nigromante. Era de las pocas mujeres que podía ver como un ejemplo a seguir, apartando ese lado seductor que solía aparecer cuando se encontraba en compañía de una dama tan hermosa como lo era Anne-Gracias por todo, realmente me has ayudado a encontrar un eje que seguir en todo esto…-concluyó su perorata sin sacarle los ojos de encima a la Nigromante.

 

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Editado 22 de Agosto del 2014 por Juve Aiiden Aiel Malfoy

[Sira Loveless Haughton]

Sentía el nerviosismo de su hija a su lado, yendo de un lado a otro sin saber ciertamente que hacer, si se encontrara en otras condiciones le daría algunas indicaciones, pero Demian era demasiado ansioso y quería salir ya como para dejar que la mortífaga tuviera un momento de lucidez. No solo eso, sino que sentía que el pequeño demonio llegaba con demasiado poder al mundo. La pelirosada le daba a beber aquella poción que tantas veces les daba de tomar a sus enfermos, pero ahora era su turno. No se fijo siquiera en el sabor, cosa por lo que muchos se quejaban, simplemente se lo tomo, pero era demasiado tarde, por mucha sangre que fuera Demian estaba cerca.

 

Su mirada se volvió hacia los pasos de su esposo que se acercaban rápidos a ella. Su grito consiguió que ella lo mirara con el ceño fruncido:- Deja de gritar- Decía rechinando los dientes, sintiendo un terrible dolor llegar a su espalda baja, lo que le hizo que apretara mas los dientes y su cara volviera a deformarse en una mueca de dolor. Ahora se encontraba en un sofá,

 

Las miradas que le daba a su esposo eran de sorpresa, ¿de verdad le preguntaba por lo que sucedía? A veces había que hacerles un croquis a los hombros, suspiro hondo y tras darle la poción a Irony o al menos lo que quedaba de ella, su rostro cambio, parecía que había entendido que su hijo venia al mundo:- No quiero otra- Dijo apartando la poción de su boca, no necesitaba otra opción, necesitaba que la ayudaran a traer a Demian a sus brazos:

 

- Me duele mucho- Si seo en un susurro sintiéndose desfallecer.

[Ironía Heartilly]

Comenzaba a desesperarse por dentro y su estabilidad exterior comenzaba a desmoronarse cuando milagrosamente Kritzai regresó como un rayo ayudándola a colocar a Sira sobre el sofá. Recibió en un rápido movimiento aquella botella y asintiendo con la cabeza la guardó en el bolso que llevaba consigo para que no le pasara nada, ya que si la poción se rompía se iba a querer cortar las venas o tirar de un trigésimo piso. Mientras Kritzai intentaba darle de beber a Sira la Poción Re abastecedora de Sangre escuchó con frustración que no podían llevarla a San Mungo. ¡Condenado hospital que se encontraba tan lejos! Debería de poner tenerse una conexión flú directa.

 

―Ya le he dado yo una… ―comenzó a decir sin saber cómo continuar― Hay que ayudarla a sacar al niño… Mientras viene un sanador a casa, hay que llamar a uno para que venga ya sea ahora o después del parto ―explicó intentando no alterarse.

 

Intentó centrarse pero es que realmente Irony estaba pintada al óleo en esos temas. Jamás se había preocupado por temas de maternidad porque nunca había tenido planeado si quiera casarse. Por otro lado, nunca había estado presente en un parto ni había conocido a nadie que hubiera tenido que estarlo y ella tuviera que ir a visitarle. Sabía cosas básicas de la medicina, y era experta en primeros auxilios pero enfrentarse a un parto… Podía sentir el dolor de Sira y la corroía por dentro no saber qué hacer. Quería ayudar pero no sabía por dónde empezar.

 

―Será mejor llevarla a una superficie en el que tenga más espacio. Sira, vas a necesitar pujar con fuerza mientras te ayudamos a sacar la cabeza de Demian…

 

[Alexis Miller]

Ayer estábamos al borde del abismo,

hoy hemos dado un paso hacia adelante

 

Quedan dos minutos para llegar a destino, enfócate, concéntrate… nada malo paso, nada cambio ¿o sí? Ya no era igual, ya no me sentía igual… nada en mi respiraba ese aire bueno con el que salí, y temía que no lo reconocieran, que por un momento me hubieran olvidado… temía… si temía pero eso jamás lo aceptaría.

 

Su cabeza pensaba locamente mientras la hora y los minutos avanzaban, en cada paso sus tacones le guiaban hacia una mansión que había tratado de evitar hasta ahora, no porque quisiera, sino por las novedades.

Las novedades que resultaban en un hermano bebe en el vientre de su madre...el haber desaparecido por tanto tiempo y enterarse de la existencia de un hermano en camino, habían impedido que se asomara por su casa desde su llegada, aunque claro, esta no podía ser una mala noticia, aun así Alexis se sentía demasiado irresponsable como para que otra criatura dependiera de su ejemplo de hermana "mayor", viéndose a sí misma. decidió emprender camino lejos, encontrando su propio lado oscuro, aquel que ahora mismo no sabía cómo detener.

 

Sin embargo, ya era momento, sus padres ya sabían de su paradero y lo que menos quería era seguirlos preocupando argumentando que no tenía tiempo.

Es por ello que ese día decidió salir temprano, con la única mochila que traía a todos lados consigo cada vez que decidía trasladarse y asentarse, con la decisión firme de regresar y no moverse más... pisó la mansión Haughton, olvidándose de haber avisado su visita, es que ella ya no era visita, era una más de ahí.

 

Tocó la puerta pero se oían unos gritos y precisamente de la persona que mas quería - Mam...? Iro? - no espero ser atendida, avanzo hacia ellos, observando a su madre a quien tenían en el sofá y pensaban moverla, estaba a punto de dar a luz ya no se podía mover

- estás loca? ya no puede moverse... – sinceramente había pensado el discurso, “hola, regrese…” pero ahora solo importaba una cosa, luego habrá tiempo para otras más.

[Bodrik]

Castillo Haughton- Parto de Sira.

 

La pelinegra había sido informada del proceso de parto que se estaba llevando a cabo en el castillo Haughthon, según el mensaje que Carolina le había enviado se trataba de Sira a quien había atendido meses atrás después de un aborto, que le había dejado debilitada, y necesitando bastante cuidado, por lo que una noticia sobre un nuevo embarazo de la Ex centauro, dejaba bastante preocupada a la Sanadora y mucho más cuando se trataba de algo tan avanzado como un parto.

 

Siguiendo las indicaciones del elfo que se había presentado en el hospital mágico, la joven Lockhart se presentó en el castillo indicado, en busca de la muchacha que peligraba muy seguramente, por eso después de haber atendido a Kusty la muchacho se dirigió de inmediato al castillo donde la requería con urgencia Sira.

 

5

[Zack Ivashkov]

Emmet ya se estaba encargando del tipo al que Zack le frustró el escape. Fue divertido ver como aquél lazo mágico se ató a sus tobillos y cayó de inmediato al suelo perdiendo su varita. Para cuando intentó recuperarla, el vampiro que ya se hayaba sobre él la pisó evitando así futuros ataques para intentar prolongar su inevitable muerte.

 

Mientras su hermano se mantenía ocupado, el Black se acercó al otro hombre con una sonrisa sádica en el rostro que le era inevitable apartar cada vez que tenía a sus presas cerca. Delineó su labio superior con la lengua mientras le observaba el cuello, ya casi podía sentir el sabor de su sangre.

 

-¡Cruciatus!- exclamó el vampiro al tiempo que Emmet le hacía una pregunta la cual a penas pudo escuchar debido a su hechizo seguido del grito desgarrador que soltó su presa en cuanto el rayo alcanzó el objetivo. El hombre se retorcía en el suelo. -Todo bien aquí. Terminemos con esto.- Dijo sabiendo que aquellas palabras eran la sentencia de sus presas. Zack caminó hacia el hombre que se revolcaba de dolor.

 

-Me alegra tener un buen alimento esta noche. Pareces de buena sangre, ahora déjame probar.- finalizó al tiempo que se lanzaba sobre el hombre y le sostenía las manos con fuerza. De sus ojos salieron un par de lágrimas y el Mago Oscuro bufó poco antes de clavar finalmente sus colmillos en el cuello del otro absorbiendo así aquél líquido vital. Experimentó por primera vez en mucho tiempo un orgasmo culinario, aunque no precisamente fuera comida lo que pasaba por su garganta en ese momento.

 

El tipo puso resistencia, pero de nada le sirvió. Ni siquiera los gritos hicieron que el vampiro se alejara de su cuello hasta que supo que era suficiente, el alma de su presa había abandonado el cuerpo. Zack se puso de pié con un rápido movimiento y limpió la gota de sangre que rodó por la comisula de sus labios.

 

-Ciertamente, estaba buena.- agregó esbozando una media sonrisa. El sufrimiento de su presa ya había terminado, no tendría que lidiar con aquél mundo cruel. -Eres libre ahora- susurró mirando el cadáver poco antes de darle la espalda y observar como Emmet terminaba su cena. -Buen trabajo. Ahora volvamos a casa.- Zack le rodeó el cuello con su brazo y caminaron así a través del bosque hasta adentrarse nuevamente en el castillo.

 

A pesar de que había sido una cacería rápida, se sentía cansado y sucio. En cuanto llegaron a la habitación de Emmet nuevamente, el castaño se quitó la prenda superior de ropa que le vestía dejando al descubierto sus trabajados músculos del torso y abdomen. Se desplomó sobre la cama y desde ahí, con ayuda de un pié contrario, se quitó los zapatos. Colocó una de sus manos detrás de la cabeza apoyado sobre una cómoda almohada y miró a su hermano.

 

-Fue divertido. En cuanto me refresque tomaré una ducha- Dijo el vampiro sintiendo aún su cuerpo acalorado, así que se desabrochó el pantalón y lo lanzó a un lad de la habitación quedando únicamente en ropa interior y retomando su antigua posición. -Espero que no te importe... De todas formas ya me puse cómodo.- Finalizó permaneciendo frívolo en su lugar. Solo esperaba que nadie molestara en ese momento, no tenía ánimos de lidiar con problemas.

[Sira Loveless Haughton]

Dama elfina de Sira

 

La sanadora había aceptado la petición de la pequeña elfina y ya se encontraban frente al castillo donde su ama gritaba de dolor. El demonio de su ama parecía estar haciéndole sufrir y eso no lo podía permitir, de ahí que sus pasos fueran rápidos:

 

- Señorita, la ama Sira se encuentra en una de las salas, no se puede mover a otro lugar- Resumió la pequeña acercándola hacia la sala donde Sira se encontraba, sudorosa, dolorida y perdiendo más sangre, así se le veía en el rostro que había perdido todo su color canela y se había convertido en un color blanco. El bebe absorbía demasiado de ella ahora que iba a nacer.

*******************

 

Las personas se agrupaban a su alrededor, no solo se encontraban Kritz e Irony que le sugería de ir a otro lugar, cosa imposible ya que no podría moverse demasiado. Al centrarse más en la realidad evitando un segundo el dolor, a quien encontró frente a ella fue a su hija Alexis, que acababa de llegar de un largo tiempo fuera de Ottery, la miro con cara de sorpresa pero pronto cambio de nuevo a una mueca de dolor mientras empezaba a empujar como Irony le había recomendado.

 

Demian venia rápido y sobretodo lo sentía arder dentro de ella, aquel pequeño demonio tenía muchas ganas de venir al mundo y así se lo hacía saber con aquel dolor que la envolvía cada vez mas. Ahora tenía delante a sus hijas y a su esposo que permanecía de momento sin saber qué hacer. De pronto la puerta se abrió y por ella pasó su elfina acompañada de Bodrik la jefa de maternidad del hospital, suspiró aliviada al tenerla allí.

[Emmet Haughton Gaunt]

La sangre que había tomado del cuerpo de aquél mago recorría sus labios mojando cada uno de las partes cercanas a su boca. Su camiseta blanca se había teñido de rojo en la parte del cuello ya que varias gotas de aquél líquido vital recorrieron y, seguían cayendo, de su boca hacia su cuello.

 

- Simplemente delicioso -

 

Acotó mientras estaban en la habitación con su hermano y se quitaba su prenda superior dejando ver su cuerpo torneado y trabajado. Su figura se mostraba completamente ante los ojos del vampiro que permanecía tirado en su cama:

 

- No te preocupes ... no hay ningún problema puedes hacer lo que desees en mi habitación ... y tomar lo que quieras -

 

Inquirió quitándose las zapatillas y el pantalón que llevaba puesto quedando en ropa interior. En su pecho habían quedado algunos vestigios de sangre al quitarse la camiseta pero tomaría un baño antes de acostarse y relajarse junto a su hermano al cual no podía dejar de mirar. Esa idea lo asediaba constantemente pero el vínculo de hermanos lo habían establecido ellos cuando se conocieron en esta misma mansión por lo que no resultaba tan así.

 

Sus orbes azules pasaban por la figura del Haughton mientras éste estaba recostado en la cama del original, no podía prohibirle a sus retinas grabar y admirar aquella figura que permanecía en la habitación:

 

- Puedes tomarte un baño ... y tengo ropa limpia para que te pongas -

 

Dijo aquellas palabras aunque lo último no quería que fuera así. No quería que aquél cuerpo se cubriera con alguna prenda que no le permitiera observar lo que había debajo de ellas. Caminó hacia la cama mientras se limpiaba la boca con la misma camiseta con la cuál había ido a cazar y se tiro, pegando un salto, al lado del vampiro; sonrió mirando a aquél:

 

- Tómate tu tiempo para hacer lo que quieras y no pidas permiso para nada - aclaró mediante una sonrisa girando hacia el otro lado de la cama y tomando la copa de agua que había en su mesa de noche - Nadie molestará ... ya le di la orden al elfo que no deje que interrumpan a ninguno de los dos por lo que tenemos tiempo - continuó hablando volviendo a mirar al vampiro.

 

Se levantó de la cama y se dirigió a su cambiador, dejando la puerta abierta del mismo, se quitó la ropa interior y se envolvió un toallón alrededor en su cintura - Tomaré un baño rápido para quitarme la transpiración y la sangre ... - miró al vampiro nuevamente y se metió al baño dejando la puerta abierta por cualquier cosa que necesitara el vampiro.

 

Tenía ganas de pasar una velada agradable y aquella persona era la indicada para hacerlo pero no diría nada sólo se dejaría llevar por la noche que ya caía sobre Castillo Haughton.

[Zack Ivashkov]

Ahora que su hermano le daba luz verde para hacer lo que quisiera en esa habitación, el vampiro se sintió mucho más cómodo por lo que se acomodó en su posición mientras el primero se desnudaba hasta quedar en ropa interior. Zack se limitó a sonreír y respondió.

 

-Sí, en un minuto lo haré-. agregó guiñando un ojo a su interlocutor al tiempo que este saltaba hasta quedar a un lado de la cama junto a Zack. Podía ver esa sonrisa perversa decorando sus labios, lo que provocó que su mente volara una vez ciertos pensamientos traviesos pasaron por su cabeza. - Espero que nadie moleste. De verdad quiero tomar el día para relajarme.

 

En cuanto terminó de hablar, su hermano se dirigió al baño poco antes de pasar por el vestidor a quitarse todas sus prendas de ropa y cubrirse la parte inferior con una toalla al rededor de la cintura. Zack no estaba seguro de seguir sus pensamientos perversos, pero tras pebnsarlo mejor concluyó en que sería interesante pasar un rato explorando nuevas cosas.

 

De un salto se puso de pie y caminó hacia el cuarto de baño donde estaba Emmet. Se detuvo en la puerta y pasó una mano por su cabeza mientras suspiraba, aunque su raza no requiriera precisamente de respirar. Finalmente se encogió de hombros y chasqueó la lengua. Se adentró finalmente cerrando la puerta a sus espaldas. Aun seguía cubierto por su bóxer.

 

En el interior Emmet se encontraba tras paredes de cristal empañadas por el agua tibia que salía de la regadera. Zack estaba seguro que no lo había escuchado mientras él se desnudó por completo. Un segundo más tarde se metió en la ducha también. Sus grises orbes se clavaron en los azules del acompañante.

 

-Dijiste que podía hacer lo que quisiera, así que supongo que no hay problema con esto- comentó mientras le golpeaba el brazo ligeramente y soltaba una media sonrisa. -Seguro hay espacio para los dos- y así era, la ducha era bastante amplia por lo que se acercó hasta que ambos cuerpos desnudos quedaron separados por escasos centímetros mientras el agua corría sobre ellos.

[Emmet Haughton Gaunt]

El agua caía por el cuerpo del vampiro recorriendo cada milímetro de su blanquecina y perlada piel. Cada poro de su piel se abría ante el estímulo del calor que el agua emanaba dejando que entrara en un estado de relajación total. Sus orbes azules permanecían cerrados, cómo reacción ante el estímulo, pero un olor familiar llegó a su nariz; su hermano estaba en el baño con él.

 

- ¿Problemas? ... ninguno. Es mi vida, mi cuarto y mi baño asique no hay nada de que preocuparse -

 

Soltó al ver al vampiro en el mismo cubículo que él, devolviéndole el pequeño toque que le había dado en el brazo. Su cuerpo se veía más atractivo ahora que el agua lo había mojado y perlado con sus pequeñas gotas. Se pasó sus manos por el rostro para quitar el agua que caía lentamente sobre ella; no quería perder de vista lo que estaba mirando.

 

- ¿Cómo tengo que responder a esto? ... - preguntó sonriendo y, acercándose un poco más al vampiro, acortó la distancia de escasos centímetros que separaban un cuerpo del otro - ¿Crees que pueda resistirme a hacer lo que por mi mente corre en este momento? - volvió a soltar una pregunta al aire sin quitarle los ojos de encima al Haughton acompañados con una sonrisa perversa.

 

No podía contener dejar de pensar todas las cosas que deseaba hacer en ese momento mientras el agua mojaba a los vampiros en dicho recinto. No se iba a permitir que esa oportunidad se escurriera cómo si nada; no iba a negar que Zack era atractivo ... aquél cuerpo perfecto junto con sus ojos grises y los sentimientos del vampiro lograban una combinación perfecta.

 

- No sé si pueda contenerme un segundo más - su boca quedó a escasos centímetros de la del Haughton. Podía sentir el aroma de la sangre que había bebido de aquellos magos que asesinaron. No iba a dar un paso atrás a menos de que su "hermano" lo parara.