Castillo de la familia Haughton (MM B: 84511)

[Kahlan Blackthorn]

Juv Malfoy Haughton

 

-Parece que es hora de matar…-susurró cubriendo su marmóreo rostro con una máscara azul oscuro, resguardando detrás de la misma su identidad. Enfilando sus pasos fuera de la fortaleza oscura, desapareció en medio de una estela verdosa que le llevo hasta Ottery, sintiendo muy cerca de su ubicación la esencia de su compañero y amigo Radamantys. Ambos habían sentido la misma sensación de matar, acabarían con la vida de Arya sin lugar a dudas. Enfilando sus pasos hacia el castillo Haughton, entro rauda y veloz tras cruzar la verja profanando con sus plantas los jardines que pertenencia a su familia, respondiendo al llamado que lanzara su camarada con la marca tenebrosa.

 

Apresurando el paso entro por la puerta, tras haber girado la perilla cedió y le permitió acceder sin problemas. Encaminándose hacia las escaleras al llegar a la primera planta se detuvo justo donde momentos antes lo había hecho Arya, no le quedaba la menor duda de que esta tropezó con el escalón retomando su andar momentos después. Escucho que iba en busca de Oniria, siguiendo el mismo camino que tomara Radamantys, ambos magos estaban en el mismo lugar que Arya. La puerta de la habitación estaba en el suelo y muy pronto la joven le haría compañía sin lugar a dudas.

 

-Vas a morir…-afirmo apuntándole con su varita espetado el momento justo para poder atacar a la joven, haría todo lo necesario para enviarle sin lugar a dudas a San Mungo. Sujetando con la otra mano su katana, esperaría poder usar la misma contra a intrusa que entro al castillo de su familia.

[Radamantys]

Radamantys sonrio pues no habia sido la expecion, Juve habai aparecido en el lugar tal cual el lo espraba por lo que no queda mas que ahcer que empezar los ataques aquella bruja se habia declarado fenixiana y no dudaba que enc ualquiero momento sus comapañeros llegaran por lo que sin mas Rada agito la varita y susurro:

 

-Celerus- de inmediato pendo un Levicorpus con lo que Arya se elevo en el aire por los tobillos con lo que estaria colgada sin pdoer desaparecer , depues de aquello Radamantys agito la varita de nuevo y susurro:

 

-Sectusempra-

 

Un rayo verde partio de la varita del nigromante con destino del cuello de Arya, de imapctar la sangre correria por este y la sheridas que crearia serian capaces de lelvarla a al muerte por ultimo Rada susurro:

 

-Expectro Protego-

 

Con lo que una sombra sin forma salio de su varita , poco a poco emepzo a mutar hasta tomar la forma de un cangrejo de fuego adulto que estaria a las ordenes del nigromante, este le ordeno lanzar dos bolas de guego en contra de Arya una por cada costado, Rada esperaba que los demas fenixianso hicieran sus aparicion.

[Kahlan Blackthorn]

Juv Malfoy Haughton

 

Plasmándose en sus labios una lóbrega sonrisa, elevó con elegancia su varita dando un fuerte latigazo con la misma profirió desafiante.

 

-Celerus Silencius…-sentencio la demonio dejando calladita a Arya, imposibilitándole articular palabra alguna debido al afecto que la Ángel Caído lanzara sobre esta. Sintiendo un choque eléctrico extenderse por todo su cuerpo, percibió ese instinto asesino que se apoderaba siempre de sus sentidos, dejándose seducir por el mismo pensó con desazón.

 

-Necrohands…-invocando un par de manos que se colocaron delante de la Malfoy, cubriéndole como un escudo que recibiría los impactos de los hechizos que desearan lanzar contra ella, dejándola sana y salva, para poder seguir atacando a placer a la joven Arya. Era una situación complicada para ella, dado que no saldría viva de ese lugar y tendría que hacerse a la idea de verse perseguida en todo momento por el par de magos tenebrosos.

 

-Seccionatus…-pensó finalmente la rubia brotando de la punta de su varita una docena de medias lunas, seis de ellas impactarían en el cuerpo de Arya. Tres en su brazo derecho y tres en su pierna izquierda, abriendo heridas en su cuerpo que sangrarían sin lugar a dudas. Era un espectáculo agradable para la mortifaga, le encantaba ver sufrir a sus enemigos.

[Radamantys]

Radamantys sonrio al ver que Juv no se tardaba mas y empezaba los ataques en contra de la fenixiana por lo que decidio que era momento de hacer algo mas por si los restantes miembros de la orden aparecian, apunto al varita y susurro un Fuego negro que de inmediato se elevo a 6 metros sobre la cabeza de Radamantys, este flotaba de manera inocente.

 

De nueva cuenta la varita de slytherin se movio al tiempo que susurraba:

 

-Fuego Negro-

 

Un bola de fuego se elevo a 6 metros sobre al cabeza de Rada toamndo una distancia de 6 metros entre ella y la anterior, igual que esta brillaba de una amnera mortuoria sin revelar el poder que esconderia cuando llegara a su maximo nive, por ultimo la varita de Rada se movio y por ultima vez susurro un Fuego negro que del mismo tamaño se elevo a la misma distancia y se separo de la otra.

 

Estos formaban un triangulo que de alguna manera seria mortal cuando legara a su maximo nivel y el Slytherin no dudaria en usarlas para poder matar a los fenixianso que alcanzran, Radamantys esperaba pacientemente meintras sus ojos negros se fijaban una vez mas en juv, esperando ver loq ue ella tenia a continuacion en aquella batalla.

[Kahlan Blackthorn]

Juv Malfoy Haughton

 

-Expectro Protego…-profirió desafiante la Malfoy, emanando de la punta de su varita una estela verdosa que le rodeo el cuerpo, absorbiendo su nociva esencia. Para luego extender unas enormes alas que agitó con fuerza, dejando escapar un graznido feroz de su pico que retumbo en toda la habitación, para luego colocarse delante de la Ángel Caído un hermoso fénix oscuro que le serviría como escudo de momento. Tal vez más adelante lo usaría como un arma de ataque contra los que osaran entrar a defender a Arya.

 

-Fuego Negro…-bramó con determinación la Haughton, invocando una esfera oscura que levito a tres metros de altura. Ordenándole a la misma esquivar cualquier hechizo, invocación, rayo, efecto o criatura que viniera contra este y deseara destruirlo a toda costa. Acrecentaría su poder devastador con el paso del tiempo, para en el momento justo ser lanzado contra la joven que era el blanco de la rubia.

 

-Fuego Negro…-sentencio por segunda vez, invocando otra esfera oscura igual que la anterior. Esta tenia las mismas ordenes, esquivar cualquier hechizo, invocación, rayo, efecto o criatura que viniera contra ella y osara desear destruirla. Igualmente la misma acrecentaría su poder devastador y sería usado en contra de Arya sin lugar a dudas.

 

-Ya le tocaba morir, porque todos deben perecer ante el poderío de la marca y ella no será la excepción…-asintió lanzando una mirada cómplice a Radamantys.

[Radamantys]

Y el ambiente se llenaba de Fuego negro Radamantys chasqueo la lengua se emepzaba a desesperar, no veia respuesta de sus opositores y aquella noche en verdad deseaba hacer correr su sangre por el mundo magico, el dmeonio decidio que era momento deuna vez mas agitar la varita por lo que sin mas apunto al frente y susurr con suavidad:

 

-Morphos-

 

Una peine que se encontraba sobre un buro se convirtio en una araña viuda negra que deinmediato se escondio ante la presencia de los magos estaria oculta entre los muebles para cuando Radamantys le ordenara atacar, de nueva cuenta la varita del Slytherin se movio y esta vez apunto a una cama grande que estaba su derecha y susurro de nuevo:

 

Morphos

 

Esta se convirtio en un hipogrifo adulto que bario las alas y se alejo a 7 metros de Radamantys con sus ojos clavados en la batalla este ser estaria dispuesto a ataca o defender segun le ordenara Radamantys que por ultimo agito la varita y solo penso unas Necrohands, las fantasmales manos brotaron de la nada y se posaron delante del demonio.

 

Estas le cubririan de cualqueir ataque fisico que en su contra fuese enviado, la ventaja seria que cuando Rada atacara estas se ofuscarian dejando pasar libremente los hechizos del nigromante, su pechoo subia y baja algo rapido como resultado de la adrenalina que las batallas le desperataban, se emepzaba a desesperar.

[Arya Macnair]

Quizá fue el cerrar la puerta sin importarle si hacía ruido o no, quizás fue simplemente la mala idea de pisar aquel lugar que tantos extraños recuerdos le traía, el hecho era que de un momento a otro un terrible estruendo nubló sus sentidos y la mareó por completo, no comprendía exactamente qué era lo que estaba sucediendo hasta que comprobó todo su alrededor dado vueltas, un molesto aroma a quemado y la puerta hecha añicos a un costado; Arya sonrió, al parecer le habían encontrado, era difícil comprobar quienes eran exactamente en la posición en la que se encontraban, pero con solo ver su rostro le bastó, no necesitaba nada más en ese momento.

 

-Vaya- Soltó, cuando los ataques hicieron sus respectivos impactos.

 

Primero un Sectusempra, "Bonito" quiso decir, pero las palabras simplemente no afloraron a su boca, -Episkey- pensó entonces, afianzando su varita, para sanar de primer aviso las heridas abiertas en su cuello, en el instante en que dos abrazadoras bolas de fuego impactaban con su cuerpo de cabeza cual costal de papas. El escozor era ciertamente insoportable, pero no les daría el gusto de oírla gritar, muchos menos llorar, aunque aquello era algo ligeramente difícil dado la situación. -Dichosos los ojos que te ven- Soltó en dirección al hombre que la atacaba, sin importarle quién le acompañara.

 

-Episkey- pensó por segunda vez, para sanar como advertencia, las quemaduras en su piel, cuando una vez más, en su cuerpo se incrustaban seis medias lunas, cortantes e hirientes, pero que más daba. Sus ojos azules se clavaron en la cantidad de fuego a su alrededor, ¿cuantos episkey´s necesitaría?, acabaría por gastarlos. - ¿El poderío de la Marca recae en .... ustedes?- preguntó, chasqueando la lengua y negando con la cabeza, si algo había aprendido de una buena amiga suya, era a disfrutar de los últimos minutos que se les otorgaban antes de morir.

[Kahlan Blackthorn]

Juv Malfoy Haughton

 

Era cuestión de enfoques para la Malfoy, ya todo lo manejaba de ese modo y era placentero entrar y matarlos a placer. No había mejor forma de regresarles la cortesía de sus visitas, aunque no podía asegurar a ciencia cierta que Arya estuviera dentro de los culpables, aunque realmente eso le importaba muy poco a la Ángel Caído. Su único fin era matarlos, acabar con sus nefastas vidas y limpiar al mundo mágico de la peste que era la Orden del Fénix.

 

-Parece que una más se agrega a la lista…-sonrió alcanzando con ese gesto sus orbes lapislázulis-Uno a uno van cayendo, realmente extraño a la vieja Orden del Fénix. Aquellos que siempre saltaban a darnos la cara e intentar igualarnos en poder, lástima que solo sean un grato recuerdo y nada más que eso…-sentenció escuchando lo que parecían ser zumbidos al aire- En nosotros recae el poder de matarte, nosotros tenemos lideres que si dan la cara, no como los vuestros…-elevo con determinación su varita pensando con desazón.

 

-Confundus…-volcando la mente de Arya a un pozo profundo, impidiéndole de ese modo curarse, dado que la Ángel Caído intercalo efectivamente su confundus, antes de que la joven pudiera lanzar esa segunda curación que podría ayudarle a mantener la vida que se le estaba escapando.

 

-Mejor suerte para la próxima, ¿No me digas que en vos recae dar la cara por parte de la orden?...-se mofó descaradamente de Arya.

 

-Sectusempra…-sentenció la demonio emanando de la punta de su varita un rayo escarlata, este impactó limpiamente en el pecho de Arya, lucia bastante cómica colgada a dos metros del suelo y sin poder escapar del lugar.

 

-Embrujo Punzante…-pensó la demonio saliendo de la punta de si varita un rayo azulado, este impacto en el rostro de Arya, deformándolo haciéndolo lucir hinchado y aberrante de esa forma ella no podría mirar con claridad y tampoco hablar con fluidez e intentar defenderse o atacar a los magos tenebrosos.

[Adryanie]

Starling

 

Se había quedado dormido en las bancas de un parque cercano del pueblo de Ottery, la verdad que era ya bastante frecuente que se encontrar ahí vigilando se podría decir" el pueblo , pero más que nada era para no estar en sus mansiones, no le gustaban esas bienvenidas tan cálidas que tenían ahí, prefería estar solo en su cuarto o bien allí sentado mirando las personas pasar, De vez en cuando pasaban cosas y él salía a investigar como en aquel momento.

 

Un ruido cercano le llamó la atención así que no dudó en ponerse de pie y avanzar hasta allí. No podía identificar con exactitud la mansión pero si escuchaba los gritos de los hechizos y demás personas con sus voces. Así que se fue guiando por este instinto de la audición hasta que llegó a la mansión que evidentemente era la que estaba siendo atacada. Ya que la entrada estaba abierta.

 

—¿Haughton? — Susurró frunciendo el ceño. ¿Qué acaso no era mortia? O es que no se habia aprendido bien el listado de mansiones y negocios mortífagos que le habían pasado. ¿O serían capaces los aurores de entrar a por unos mortífagos y no llamarlo? No, eso no era posible. Pero también se le hacía inconcebible que un fenixiano estuviera ahí dentro —Expecto Patronum— Dijo apareciendo uno de los depredadores más grandes y voraces del mundo. Su misión era llamr a los miembros de la orden para llegar allí a los jardines de la Haugton

[Arya Macnair]

Intentó por todos los medios recuperar la compostura, pero le fue en vano, sintió que su cuerpo levitaba de una forma distinta a la de momentos atrás, como si estuviera en una nube, podría acostumbrarse a tal cosa, era como dormir una siesta en el jardín, sin sonidos, sin personas que te molestasen, entonces recordó una vez una vieja historia sobre unicornios y perros verdes, ¿los vería también?, si no lo hacía, al momento de despertar se quejaría sobre el mal estado del hechizo que le lanzaron para confundir sus neuronas, quizás estaba vencido, o la varita no servía, quizás incluso la bruja estaba ya más para en asilo que otra cosa. Unos minutos después, fue cayendo en cuenta de dónde estaba, recobrando la consciencia y alarmándose al saberse entre esos dos y sin que poder hacer.

 

-Episkey- pensó, sintiendo el dolor en su pecho pero sin emitir sonido alguno para regocijo de sus atacantes, debería ocupar un hechizo más para poder cerrar sus heridas, y aun de cabeza, con su mano izquierda y la poca fuerza que le quedaba se quitó las medias lunas que estaban incrustadas en su cuerpo y la arrojó al suelo ligeramente aliviada. Aun le hacía falta que hacer.