Castillo de la familia Haughton (MM B: 84511)

[Zack Ivashkov]

Zack ya se sentía a gusto estando ahí. Emmet le hizo sentir como si estuviera en su propia casa dejandole libertad de ponerse cómodo donde quisiera. Él había elegido la ducha, justo en el momento que el otro también estaba ahí. Se quedó inmóvil a la espera de la reacción de su acompañante, lo que este hizo fue acercarse más mientras se miraban directo a los ojos.

 

-Como quieras, solo somos tú y yo- soltó el vampiro a escasa distancia del otro. En ese momento estaban solos, nadie podría interrumpirlos y arruinar la ocasión que sin planearse surgió de la nada, y vaya que los llevó lejos. El Black nunca pensó que estar desnudo frente a uno de sus hermanos fuera tan distraídamente agradable, simplemente era como si lo fueran hecho antes.

 

Emmet optó por terminar de acortar la distancia que les separaba de tal manera que los dos quedaron rozando sus cuerpos. Explicó que no podía contenerse y como el mago oscuro ya estaba suficientemente tranquilo y confiado, unió sus labios a los de él y finalmente se dejó guiar por el movimiento del beso.

 

-Tu estás mucho mejor que mi cena- murmuró el vampiro luego de que pusiera una mano en la espalda baja de Emmet para terminar de pegarlo a su cuerpo. Seguidamente retomó los labios del otro besándolos como si fuera algo que hiciera de toda la vida. El primer paso era el más difícil y ya lo habían dado.

[Bodrik]

Castillo Haughton- Parto de Sira.

 

No habían perdido mucho tiempo, pues afortunadamente la elfina había sido clara y precisa con la información que le estaba brindado acerca de la naturaleza de la criatura que estaba a punto de nacer. Lucho por un momento para contenerse ante la idea de traer al mundo a un demonio, pero como profesional estaba obligada a conservar la vida de ña criatura y la madre, así que respiro profundo justo cuando dama, la elfina la traslado mediante magia hacia una sala donde Sira ya se hallaba en trabajo de parto.

 

-¿Cómo te encuentras Sira? ¿Cuánto tiempo llevas con contracciones? ¿Ya rompiste la fuente?- Sabia que debía contarse en Sira mucho más que en las demás personas a su alrededor, sobre todo por la naturaleza de su hijo, pues Bodrik estaba segura por su experiencia, que este parto sería bastante complicado y no podía des concentrarse.

 

-Buenos días a todos- les saludo sonriendo a Kritzai, a quien conocía desde hacía ya un buen tiempo- ¿sería alguien tan amable de traerme un recipiente con agua caliente?- lo peor de un parto en casa es que no se contaba con todos los recursos para solucionar algún inconveniente. De todos modos ella contaba con un maletín mágico que le permitía llevar consigo un gran número de implementos médicos y pociones.

 

7

[Emmet Haughton Gaunt]

No deseaba estar en otro lugar ni haciendo otra cosa que estar con el vampiro en la ducha sintiendo su cuerpo pegado al de él; siendo besado por los labios que tanto deseaba en ese momento.

 

- Puedo decir lo mismo ... eres más delicioso -

 

Se separó un momento de los labios del Black pero inmediatamente los volvió a unir en un beso lento pero continuo, dejándose llevar por los movimientos de sus labios sobre los del vampiro. La mano del Haughton se encontraba en la parte baje de su espalda haciendo que sus cuerpos estuvieran pegados disfrutando de aquél roce también.

 

El agua continuaba mojando sus cuerpos pero era un complemento más para aquella agradable situación que estaban viviendo. No quería que aquello terminara, tenían toda la noche para ellos solos sin ningún tipo de molestia y nada que los preocupara.

 

No iba a mencionar una palabra más; no se permitiría despegarse de esos labios que estaba besando. Pasó sus mano izquierda desde el cuello, acariciando cada milímetro de piel del vampiro, sintiendo la misma temperatura. Llegó al abdomen del Black y, rozando cada músculo con su mano, tomó la cintura del vampiro presionándolo contra su cuerpo sin dejar ninguna separación entre ellos.

 

Tenían mucho tiempo por delante dependiendo de ellos lo que iba a pasar en aquella noche.

[Balderik Von Alexandros]

Era verdad que gritando asi no solucionaba nada pero habia sido tan natural su girto hacia ella y al verla en punto de parto la desesperacion crecio en su interior. Le pedia Sira que dejara de gritar a lo que el castaño asintio mientras veia el dolor en la mirada de Sir,a se acercó hasta ella y tomo su mano, acariciandola para por lo menos hacer acto de presencia y seguridad ante su esposa y hacerle saber que de alli no se marcharia. Mas gritos de la castaña y la voz de Irony comentando que le habia entregado ya una pocion reabastecedora de sangre, no hacian mas que grabarse en su mente pero que no se procesaba el estaba en el punto de solo pensar en su hijo y la castaña. La hermosa demonia a su lado sufria y comentaba a Kritzai su dolor maximo.

 

—Lo se amor tranquila pronto llegara la sanadora.—Acariciaba la frente de ella y tras tomar un panueño limpiaba su sudor de su frente, acariciar su mano que esperaba Kritzai ella usara para apretar y soportar el dolor que su hijo Demian provocaba al venir al mundo.Pronto en los cimientos del castillo Haughton naceria su bebe y solo debeaba ver sanos a ambos, pero el sonido de alguien mas llegando le hizó alzar la mirada pensado en la sanadora para que le ayudara pero no era asi, era una joven, una chica que conocia por alguna razon muy bien, su hija Alexis..

 

Ella no tardo en acercarse y ser acto de apoyo en la sala, tras un momento aparecio de nuevo la elfina de Sira que se habian marchado como los elfos a solicitar ayuda a San mungo, acompañado venia Bodrik. Sonrió aliviado al tenerla alli para ayudar a su amada esposa, pronto empezó hacer preguntas a Sira asi como pedir un recipiente de agua caliente, le miró a los ojos y saludo a lo que el Haughton respondió. —Gracias por venir y ayudarnos, en verdad muchas gracias.— No tardó un segundo cuando se levantó el castaño y busco un recipinte hondo, lo encontró con unos adornos y lo vacio para luego sacar su varita y conjurar agua en el recipiente, otro mas de magia y la calento para luego entregarsela a Bodrik. —Aqui tienes— Decia Kritzai volviendo a su castaña hermosa y tomar su mano nuevamente con la suya, besar su frente sintiendo su caliente piel en sus labios —Tu puedes mi amor, se que tu puedes anda mi amor—

Editado 29 de Agosto del 2014 por Kritzai

[Sira Loveless Haughton]

Sabía que la sanadora la iba a conocer y poner el grito en el cielo, la última vez que la había visto la castaña había sufrido un aborto, advirtiéndole que guardara hasta quedarse de nuevo embarazada, la castaña había hecho caso omiso y ahí se encontraba, en medio de un parto, trayendo al mundo a un pequeño demonio que poco mas y la estaba desangrando:

 

- Las contracciones….- Decía con la voz entrecortada, sentía sus fuerzas disminuir, las contracciones eran cada vez mas seguidas y a su alrededor tan solo su esposo le daba ayuda, al menos la que solicitaba Bodrik. Estaba sudorosa, su ropa mojada y ensangrentada, no quería ni mirarse.

 

Vislumbraba con la vista turbia como concentraban los utensilios necesarios para el parto. Kritz le tomo la mano, ella le apretó con todas sus fuerzas, Demian estaba cerca, podía sentir esa conexión con su hijo:

 

- Bodrik…creo que ya queda poco…- le informó bastante agitada suspirando rápido, apretando hacia fuera mirando a la sanadora con desesperación buscando que fuera rápida.

 

No estaba segura si era por quedarse rápido embarazada o por la fuerza de Demian pero sentía que la desgarraba por dentro, estaba entumecida, sus huesos y músculos apenas si le respondían, estaba débil.

[Bodrik]

Castillo Haughton- Parto de Sira.

 

Rápidamente Kritzai se apresuró para conseguir el recipiente con agua caliente que Bodrik le había solicitado para iniciar con el procedimiento del parto de su esposa- Lo hago con mucho gusto, me apasiona traer al mundo a estos bebes y contribuir de alguna manera para que se consoliden familias nuevas y por supuesto hacer felices a las madres-

 

Justo en ese momento Sira le indicaba que las contracciones habían comenzado haciaun buen tiempo, lo que llevo a la conclusión de que la mujer no estaba segura del tiempo en que había comenzado todo, además que nunca había respondido la pregunta sobre la fuente, pero Bodrik hizo caso omiso y decidió que lo mejor sería procedercon el tacto de la mujer para calcular el tiempo estimado para el nacimiento.

 

-Debo hacerte un tacto, para saber que procedimiento deberé seguir y la correcta postura de la criatura- le indicó tratando de tranquilizarla y sacando los guantes de su maletín de sanadora, para comenzar con el tacto.

 

Era la hora de comenzar a preparar a la paciente para el proceso que estaba comenzando en ese momento- Linda, quiero que te pongas esta bata que nos ayudara a examinarte mejor, además de facilitar el momento del alumbramiento- explicó sacando de su maletín una bata desechable. Era una bata de color verde que cubría la parte delantera, pero tenía descubierta la posterior. Había llegado la hora de hacer el primer tacto y calcular la hora del nacimiento.

 

Un kit con las pinzas, máquinas y equipo en general ya se concentraban dispuestas para comenzar la atención a la madre y una el agua tibia ya estaba preparada para albergar allí a la niño que nacería pronto-Va todo bastante bien, ya pronto tendrás a tu bebe contigo-

 

10

Editado 29 de Agosto del 2014 por Bodrik

[Ironía Heartilly]

Irony Loveless Haughton

 

Irony se encontraba demasiado perdida como para moverse y se encontraba en silencio mirando a Sira queriendo ayudarla pero no sabiendo cómo. Kritzai le daba su apoyo moral y había sido más rápido al atender los pedidos de Bodrik. En cambio, la joven pues… nada, y aún encima se sentía lo bastante culpable por haber permitido que Sira le otorgara su sangre demoniaca. El parto estaba dando inicio y observó a la sanadora atentamente sin conocerla. Parecía que sabía muy bien lo que hacía lo cual la dejó tranquila, estaba segura de que el niño nacería sin problemas…

 

Con sorpresa vio la llegada de Alexis, quien en el fondo quizá admitía como su mano derecha en una situación complicada: los momentos de Academia las habían cambiado demasiado a ambas. Sin embargo no fue capaz de decirle nada, ella no se veía tan aturdida como la ojigris. En vista de que todo iba a comenzar, la bruja se ausentó un momento de la sala sin decir nada y corrió escaleras arriba. Atravesó las plantas del castillo como un relámpago y cuando llegó a su cuarto sacó unas botellitas que metió rápidamente en su bolso, prefería no arriesgarse. Al menos una Poción Herbovitalizante sería necesaria.

 

Volvió a la sala con velocidad mientras comenzó a preguntarse si los demás miembros de la familia estaban al tanto de semejante revuelo. Al volver, se acercó cerca de Sira y se agachó mientras saca de su bolso el frasco de líquido verdoso apoyándose en el suelo pues no le daría nada si la sanadora no lo decía. Miró a Kritzai un momento y luego a Sira mientras apoyaba un brazo sobre su rodilla flexionada.

 

―No me decepciones porque… Yo sé que puedes, madre… ―dijo en apenas un susurro.

 

Era la primera vez que la llamaba de tal modo y era la primera vez en muchos años casi incontables, que Irony pronunciaba la palabra.

[Balderik Von Alexandros]

La fuerza con la que se empleo en su mano provoco quebrar un par de dedos en el castaño pero para e´l era lo menos, en un santiamn curaria esas heridas. Sabia que ningun dolor que los hombres experimentaban se comparaba con el de una mujer dando a luz, asi que dejo su mano con un poco mas de fuerz para que Sira sigueira apretando. Ahora cada vez ella se veia mas agitada, el cansancio y dolor en su mirada que provocaban pena y sufrimiento en el castaño, lo cual no reflejaba con su mirada seria. debia permanecer fuerte a este momento, ella debia saber que Kritzai estaba para ella en sus mejores condiciones, darle mas apoyo.

 

Sus hijas permanecian serias sin saber mucho que hacer, solo observando y esperaba el castaño que rezaran para que todo fuera bien, Bodrik mientras tanto sacaba utensilios para ponerse a trabajar y ademas darle unas palabras de apoyo a su castaña. Irony mientras tanto salio de la sala por un momento, la duda le entreó pues que era mas importante que ayudar a su madre pero ella regresó a lo que estuvo mas tranquilo el Haughton, le miró y el castaño asintió imperceptiblemente, se coloc al otro lado mientras Bodrik le daba una bata, el castaño rapido se movió para ayudar a la sanadora, en ese momento no importaba verla desnuda queria ayudarla y era algo que el castaño referente a su cuerpo ya conocia a la perfección. Esperaba que sus hijas apartaran la mirada pero eran mujeres asi que no le importo, decia contracciones Sira y el castaño sabia que era la hora.—Vamos amor te quitare esto—

 

Ayudo quitando la ropa de la castaña muy rapido y colocandole la bata para un mejor trato en el parto, cuando ella estuvo lista el castaño se volvió de nuevo a besar ahora sus labios en un pequeño beso y volver a tomar su mano. —Sanadora Bodrik, por favor amdos son mi vida, les encomiendo eso.—Dijo Kritzai con mirada seria pero profunda esperando al acontecimiento de su hijo al nacer, venir al mundo.

[Arya Macnair]

—Confía en mi cariño— Las palabras de la Haughton resonaron en su cabeza.

 

Respiró el dulce aroma matutino y suspiró, el otoño se hacía presente poco a poco, la fría brisa abrazaba su cuerpo mientras éste se desplazaba por las calles de Ottery con tranquilidad, llevaba un corto vestido color cobre, unos zapatos de tacón que hacían eco a cada paso sobre la acera de concreto, y sobre sus hombros una fina capa oscura que ocultaba todo aquello a la vista de cualquier fisgón, —Es una mala idea— pensó, su rojizo cabello caía llovido y lacio tras su espalda y danzaba al son de sus caderas, ya no había marcha atrás, estaba a unas calles de su objetivo, aquello era una idea completamente descabellada, pero el deseo le nacía desde lo más profundo de su ser, y necesitaba saciarlo.

 

Luego de unos minutos llegó frente a la enorme edificación de un imponente Castillo, contuvo la respiración y puso un pie en los límites de los terrenos Haughton, —Es una mala idea— se repitió, soltando poco a poco el aire de sus pulmones, atravesando sin perder tiempo el jardín principal hasta la entrada, se frenó ante la puerta y tragó en seco, extendió su mano derecha hacia abajo y un cosquilleo le indicó que todo marchaba como lo había pensado, llevaba toda la noche anterior analizando cada movimiento, no podía fallar en nada, sabía dónde se estaba metiendo. Segundos después, afianzaba a Sombra entre sus dedos, bajo la fina capa de viaje, y con un pequeño y cerrado movimiento abrió la puerta, esa vez no tocaría.

 

Su cuerpo se escabulló son facilidad dentro del Castillo Haughton, —Silenciosa Arya— se recordó apoyando la espalda contra la puerta, cerrándola lentamente para que no hiciese ruido, respiraba de forma mecánica, intentando acallar los latidos de su corazón, temía fue éstos fueran los únicos que la delataran allí, con una mano en el pecho y la capucha ocultando su rostro y rojizo cabello echó un vistazo a su alrededor para asegurarse de que no había nadie cerca. Unos estruendosos gritos le llegaron a los oídos y aquello despertó sus sentidos, erizó su piel y dilató sus pupilas, ¿Peligro? se preguntó, —Apresúrate Arya— se regañó, poniéndose en marcha, subiendo las escaleras a toda prisa.

Al llegar a la primera planta se detuvo una vez más, había tropezado en el último escalón, casi cae todo el tramo nuevamente hacia abajo, pero pudo sostenerse con sus talones hasta recobrar el equilibrio; se quitó los zapatos para hacer menos ruido, un escalofríos le recorrió el cuerpo cuando sus pies hicieron contacto con el frío suelo, cerró sus ojos por un instante buscando percibir su esencia, no importa la hora, el lugar o el momento, Arya siempre encontraría a Oniria, incluso en el mismísimo infierno siendo abrazada por endemoniadas llamas, ella lo valía.

No tardó demasiado en encontrar la habitación de su mejor amiga, y sin pensarlo dos veces, tomó el pomo de la puerta, tiró de él, ingresó cual ráfaga de viento y volvió a cerrar la puerta, ahora si, olvidándose de no hacer ruido, estaba hecho, estaba dentro, ahora solo restaba saber si la peliblanco estaba allí o debía esperar a que apareciera, quizás hubiera sido mejor avisar primero, pero la adrenalina que le despertó tal acto no hubiera sido la misma, y comenzaba a disfrutar de ese hormigueo en todo el cuerpo. Una sonrisa se dibujó en su rostro y respiró el perfume que envolvía sus sentidos, abrió los ojos, azules y expectantes, —¿Oniria?— llamó.

[Radamantys]

Radamantys aparecio en los limites de ottery, vestido totalmente de negro mientras sus ojos del mismo color recorrian todo a su alrededor, al mirada de ld emonio se fijo en una de aquellas edificaciones, donde le habian avisado que una fenixiana habia aparecido, habia ocasiones en que no era necesario indagar mucho simplemente ellso solos se ponian la bandera.

 

El demonio traspaso la entrada del castillo Haughton y sin mas avanzo hasta la entrada, a veces era sopendete los lazos que se forjaban entre las personas cuando no se estaba detras de los ideales dle bando, Radamanty aquella noche caminaba sin mascara nada cubria su rostro, simplemente la camiseta negra cubria el torso y el pantalon negro completaba la vestimenta

 

Cuando estuvo frente ala puerta ya sabiendas que habai mortifagos viviendo en sus paredes solo agito la varita suavemente hasta que la puerta se abrio, depues de aquello ingreso ya cto seguido tomo la varita y la lelvo hasta su marca, ahora todos aquellos que lod esearan podian acudir aunque estaba seguro de alguien que si lo haria.

 

Avazno hasta las escaleras y logro divisar al silueta subiendo, subio uno por uno lso escalones hasta el primer piso y de ahi vio a la brja dirigirse a uan de las habitaciones, ingreso y Radamantys avanzo , la varita esta vez se movio e hizo volar la puerta de la habitacion, el cuerto era amplio, asi que Rasda se separo a 10 metros de bruja y objetos.