El Parque de las Lamentaciones y Circ dels Joglars (MM B: 102350)

[Helike R V PB]

- ¡Deja de protestar maldita sea! - dije yo, soltando todo mi genio en la frase... La verdad es que me moolestaba bastante.

 

- De verdad, encima que te ayudo a quitar esas malas hierbas... la próxima vez, llamas a todos tus elfos para que te ayuden ¡hombre! - seguía protestando... Me fastidiaba bastante que, mientras mi cuñada y su amigo estaban haciendo una especie de duelo con espadas, mi suegra me estuviese echando la soga al cuello por una piedrecita simple...

 

Intenté calmarme y respiré hondo.

 

- Pues bien como te dije, apenas tengo conocimientos básicos de herbología, sólo conozco las plantas que uso en mis pociones, así que, me tendrás que decir qué malas hierbas tenemos que arrancar, pero al menos, intentar proteger las que son propias de éste parque - aún seguía rechinando los dientes... Pero no podía evitarlo, a veces me sacaba de quicio.

[Sagitas E. Potter Blue]

¡Anda, mira, y la chica se me ponía farruca! Me pedía que dejara de gritar y me lo decía gritando ella. Así que levanté un dedo.

 

-- Primero, no me grites. Segundo, no soy hombre, no me insultes. Tercero...

 

¿Qué iba a decir por tercero? Me enfadaba con tal rapidez que no me daba tiempo de pensar antes de que se me acabaran los dedos con lo deprisa que iba hablando.

 

--Además, es un honor para ti ayudarme a quitar las malas hierbas. ¿Dónde vas a estar mejor que conmigo en el parque, desbrozando el suelo? Anda, deja de ser protestona y ayuda a tu maravillosa suegra. Recuerda que has de hacerme la pelota para que te deje casarte aún, que no he dado mi brazo a torcer del todo...

 

Solté una sonrisilla para que me siguiera. O al menos para que no gritara más. Empezaba a cansarme de estar peleándome todo el rato.

 

-- ¿Sabes que para sonreír se mueven menos músculos que para refunfuñar? Así que ahorra esfuerzo y sonríe un poco, mujer. Yo te enseño qué plantas son las gramíneas, ya verás. Además, nos acompañarán los elfos y ellos las quemarán para que el grano no se esparza con el viento. Es lo malo que tienen, la facilidad con la que se escapan por el aire y con que agarran en cualquier suelo casi sin fertilizante. Son verdaderas parásitas.

[Helike R V PB]

<< verdaderas parásitas; cómo las suegras>> pensé para mí en esos instantes. Sin poder evitarlo, estallé en carcajada batiente por lo que había pensado. Al menos así, le daría una excusa a mi suegra...

 

Espera, había dicho ¿suegra?

 

Me había quedado estupefacta, interrumpiendo mi risa...

 

- Vaya eso sí que es un verdadero cambio, Sagitas - dije ahora con una sonrisa sincera- supongo que tengo que rogar a tus dioses para que hagan entrar en razón ¿no? - mi cara estaba risueña, la verdad es que eso me había alegrado bastante, porque a verdad sea dicha no esparaba que hubiese aceptado la relación hasta muy tarde o mejor dicho, nunca.

 

- Para nada es un honor. Consideré que debía ayudarte por voluntad propia no por hacerte la pelota - seguí diciendo- porque considerando que tienes una horda de elfos que podrían servirte de ayuda, aquí estoy yo - me encogí de hombros- básicamente, el parque y el circo son bastante grandes, así que...

 

<< Puedes estar contenta - asentí con la cabeza. Comentó algo de las gramíneas.

 

- Pues podrías darme unas pocas, para hacer una poción y así eliminarlas de raíz. Podría preparar algo sencillo. Supongo que te pondrás en contra de eso, pero teniendo algo mágico sin falta de usar las manos, creo que es lo mejor - esperaba que al menos me diese una oportunidad con eso y así demostrarle que, verdaderamente era una buena profesora de pociones y que sabía lo que hacía.

[Matt Blackner]

Llevaba demasiado tiempo sin ir al Circo...desde qeu me había dado cuenta que los hipogrifos podrían tener crías. Quería llegar hasta alli, ver como estaban ya que había dejado algunas indicaciones precisas acerca de como tratarlos, de manera que asi podríamos evitar problemas y accidentes.

 

Aunqeu al llegar tuve una sensación rara...caminé sin rumbo hasta que me crucé con uno de los enanos del circo, que me contó la escena: Heliké y mi madre arrancando malas hierbas en el parque. Sentí un ligero malestar, sin saber si era algo bueno o algo malo (aunqeu últimamente era bueno, siempre me ponía algo nervioso.

 

menos mal que cuando las encontré solo estaban picándose un poco, nada que fuera a matarlas...excepto qeu estaban hasta arriba de barro y tierra.

 

- Se puede saber qeu hacéis las dos?[7i] - pregunté en voz alta, mirándolas divertido

Editado 18 de Agosto del 2015 por Matt Blackner

[Sagitas E. Potter Blue]

Heem.... ¿Heliké riéndose a carcajadas? Me pregunté que sería lo que le hacía tanta gracia, pues yo sólo había hablado de los parásitos que eran las gramíneas. Bueno, ¿quién entiende a una vampira loca? Así que me encogí de hombros y escuché decir que había que rezar a mis dioses. Yo también sonreí y le contesté, cruzándome los brazos.

 

-- Pues yo creo que mis dioses están medio cansados de mí, por eso me dejan hacer lo que quiera, porque no pueden conmigo, así que me dejan seguir mi ritmo -- vale, hay gente que dice que bromear con las divinidades no es aconsejable, pero yo no soy prudente; pocas veces lo he sido y no voy a empezar ahora. -- Anda, calla, es un honor y no se hable más.

 

Su consejo para ayudarme no era malo, sólo que me daba miedo. Reflexioné brevemente, mientras me agachaba y sacaba un ejemplar de planta gramínea del suelo, con raíz y todo.

 

-- Hum, Heliké... No dudo que seas buena en hacer pociones que maten este tipo de plantas, pero.... ¿No tendrá efectos en otras plantas que si me interesa conservar, como las rosas rojas o como los tulipanes? O los árboles... No me puedo permitir que una poción entre en el suelo y se extienda hacia otras plantas o vida vegetal. ¿Crees que tendrás la habilidad suficiente para atinar sólo con las gramíneas?

 

La planta pareció moverse, así que saqué la varita e hice un Incendio a las flores amarillas.

 

-- El polen es lo peor, se transporta por el aire al menor indicio de movimiento. Toma, la planta aún conserva las hojas y las raíces, pero no pienso dejar ni una sola de las flores. Si puedes hacer alguna poción con esto, tuyo es.

 

Quedé con la mano extendida cuando sentí la voz de mi hijo. Le sonreí con la mirada de una madre que se siente orgullosa de su hijo.

 

-- ¿Hacer? Nada... Sólo quiero comprobar que tu novia no es alérgica al polén, ya sabes... Por si se muere el día de la boda con la alfombra de flores que le pongamos para ir al altar.

 

Ay, es que no puedo ser buena por mucho rato....

[Matt Blackner]

me eché a reir ante el comentario de mi madre, acerca de comprobar si podría matar a Heli con una alfombra de flores el día de la boda. Avancé un par de pasos para ayudarla a levantarse, pero el movimiento levantó algo de polen...

 

con lo cual no tardé en estornudar. me quedé un momento parado, maldiciendo con los ojos cerrados.

- me he moddiddo dla dengua murmuré. - A lo mejor en vez de matarla a ella me matas a mi.

 

Al parecer yo si que era alérgico al polen, algo que sufría cada primavera por partida doble, ya que con la floración de los jardines y el bosque que lindaban con la mansión, Fenrir también solía sufrirla, con lo cual aguantaba alergias por los dos.

 

pero me quedé mirando, pensando en lo qeu había dicho Sagitas.

- Hay que poner flores en la boda? - pregunté, demostrando mi ignorancia ante cosas en principio bastante normales para el resto.

[Helike R V PB]

- No, porque puedo preparar una poción específica para cada cosa - comenté, frunciendo el ceño. La verdad era que, ya me estaba cansando en mi propia habilidad para hacer pociones. Se suponía que si me habían dado el puesto de profesora, era por algo.

 

<< Mira, si me das la semilla de la gramínea puedo hacer una, lo que no tengo aquí son los utensilios - me encogí de hombros.

 

Cogí la planta que me daba... La verdad era que algunas se comportaban como un virus difícil de eliminar. Pero sabía que podía hacerlo.

 

- Despreocúpate Sagitas, porque yo no puedo morir, ni siquiera con el polen - arqueé una ceja. Ya estaba cansándome tanto de explicarle las cosas aunque seguramente me estuviese tomando el pelo, como tantas otras veces.

 

<< Ten cuidado que no te ponga a ti una para alguna alergia específica tuya - comenté rechinando los dientes.

 

El pelirrojo había comentado algo de flores y boda, hice girar mis ojos, poniéndolos en blanco...

 

- Pues claro, una boda sin flores, es como... como... - no sabía, pero - una pedida de matrimonio, sin anillo - recordé yo, el "accidente" que habíamos tenido en filos y ruedas.

[Sagitas E. Potter Blue]

-- Caray, en vez de matar a tu novia, te morirás tú. No recordaba tu alergia al polen....

 

Me dieron ganas de reír al ver la cara descompuesta de mi hijo, al estornudar, pero después recordé que lo pasaba mal, así que carraspeé un poco y miré hacia otro lado, como si buscara algo. Entonces no pude evitarlo y me puse a reír. Era gracioso y encima había conseguido que mi sobrina se enfadara conmigo por mi comentario de las flores.

 

-- Pero hijo... morderte la lengua hace daño, hombre....

 

Me pasé la mano por la cara, para intentar volver a recuperar la compostura lo antes posible y volví a carraspeé de nuevo.

 

-- Pues claro que las flores son importantes, pero vamos, si quien tiene alergia eres tú en vez de ella, puedo encargar algún adorno floral ya fertilizado, con lo que el nivel del polen se reduce casi en el 90 %. O siempre podemos recurrir a adornos de flores secas, que ya no te afectarían, o de plástico.

 

Volví a sonreír, esta vez más sincera.

 

-- Eso lo ha de elegir la novia, por supuesto, que es la que quiere que el espacio luzca bello. Los hombres sois más dejados, os da igual que haya flores como si hay cardos borriqueros. Sois unos insensibles...

[Matt Blackner]

MIré a Sagitas, notando que me ponía rojo, primero por el comentario de Heliké recordando la ya "famosa" pedida sin anillo, y segundo poruqe tras morderme la lengua por el estornudo mi madre hacía verdaderos esfuerzos por no reirse a carcajadas en mi cara.

 

Aunqeu sugería otras opciones, como flores ya fertilizadas, o flores secas y de plástico, a pesar de qeu era una opción que acabaría eligiendo Heliké.

 

- Las de plástico son un poco tristes para una boda, no? no pasa nada, no hace falta qeu sean de pega. Supongo qeu podré sobrevivir a un par de horas entre flores. acabé riendo, imaginando el ataque de flores en plena boda.

[Sherlyn Stark]

• Circ dels Joglars.

El cielo se tornaba en tonalidades anaranjadas y en su centro se dejaban ver las primeras estrellas con sus débiles destellos, lo que indicaba una sola cosa, la noche estaba dando comienzo. Era el momento perfecto para disfrutar de una caminata dentro del Callejón Diagón, a pesar de que la oscuridad solía disfrazarse de algún sinónimo de peligro y temor. Hace años que conocía el mundo mágico por lo que podría defenderse de cualquier ser malévolo que apareciera, pero debía ser precavida y no confiarse demasiado.

Por las figuras y contextura con la que estaban constituidos los negocios podía deducir que se encontraba cerca de las propiedades de Sagitas. Le fue imposible conocer todos los locales de ese personaje tan reconocido en el mundo mágico, pero cada uno de ellos tenía una característica que lo hacía especial y le producía admiración. En la distancia podían verse reflejadas las luces de una carpa, la cual reconoció con apenas mirarla. Había prometido a sus mascotas que los llevaría a conocer las inmediaciones, en especial al gusamoco que esperanzaba con conocer a las criaturas que estaban en posesión de Potter Black.

Antes de tomar la iniciativa y dirigirse a la entrada del establecimiento, se imaginó varias expectativas. Allí dentro podrían estar los globitos parlantes que tanto adoraba, conociendo al Insecto Palo que había logrado conocer gracias a Xell, en una misión de la oficina de Revenciones. Extrañaría esos momentos, fueron uno de los más felices e importantes de su corta vida, y hasta era capaz de sollozar sin parar nada más recordarlo a pesar de que se dijera a sí misma infinitas veces que debía enfrentas esas situaciones con fortaleza. De algo que estaba más que segura era que lo recordaría siempre en lo más profundo de su corazón.

Esfumó sus pensamientos de su mente tratando de reflexionar acerca de otras cosas. Sin que pudiera darse cuenta, un movimiento involuntario por parte de su inconsciente, se estaba acercando cada vez más a aquel Circo. Se preguntaba si aún estarían los vendedores ambulantes en los alrededores de la zona, ya que aún se había quedado con la intención de comprar el mono de peluche para que hiciera compañía a sus queridas muñecas, o sí aún era afiliada del local. Sería interesante visitar aquellos Invernaderos que nunca había llegado a conocer.

Una sensación extraña punzaba su corazón, una mezcla de escalofrío y angustia, como si algo estuviera a punto de suceder. Dio caso omiso a las advertencias y siguió con su camino hasta llegar al destino. Como era de esperarse esas tiendas ambulantes no se encontraban a su disposición en aquellos momentos, por lo que tendría que esperar hasta el día siguiente para averiguar acerca de la actual existencia de los mismos. Detuvo su curso para admirar con más determinación el circo, la luz de la entrada era completamente hipnotizadora.