♥ Familia Tonks ♥ (MM B: 78211)

[Rhaella Triviani]

 

 

Aun tratando sutilmente de recuperar el aliento y la energía que la caminata hasta la propiedad de la familia Tonks le había robado, la Triviani siguió a sus compañeros de departamento hasta las puertas de la edificación. Entonces, sintió como una mano se posaba en la fina tela del abrigo que cubría su hombro; no se sobresaltó, pero tampoco se podía decir que aquel gesto no la había sorprendido, en especial cuando alzo la vista y se encontró con la oscura mirada de Wendolyn Myrrdin. La castaña le dedico una sonrisa amable para después dedicarle unas palabras que la confundieron por algunos segundos “Tranquila, no pasa nada” Probablemente se hubiera dado cuenta de que le faltaba el aire y aquel era un intento de reconfortarla.

 

Borrando la pequeña arruga de confusión que se había formado en su rostro, la demonio la remplazo con una sonrisa amable. Quería decirle a la Myrrdin que no necesitaba que la reconfortara, pero simplemente lo dejo pasar. Parte de ella se sentía agradecida con la castaña por haber notado un detalle tan simple.

 

―Buenos días ―soltó cuando una bruja de largo cabello castaño les dio la bienvenida― Tampoco quiero nada, gracias.

 

Siguió a Djvash mientras admiraba la decoración del lugar. Sin embargo, no falto mucho para que las cosas se salieran de control. Fijo su atención en Shena al escucharla soltar una exclamación <<¿Otra vez? ¿A que se refiere con “Otra vez? ¿Esto ha pasado mas de una vez?>> Su verde mirada fue a parar en la criatura mientras seguía las indicaciones de Djvash, colocándose detrás de el.

 

@@djvash Asturias @@Wendolyn Maxwell @ @@Shena Cindy de Ryvak M.

Editado 22 de Abril del 2018 por Rhaella Triviani

[djvash Asturias]

 

Todo parecía estar en calma, el ave de trueno se había logrado tranquilizar, al parecer todo saldría como lo estaba esperando, suspiraba lentamente y de forma cortada, no podría permitirme que alguien saliera ileso, y menos sabiendo que las aprendices estaban conmigo, observe a Shena que se quedaba detrás y a Wen y Rhaella, ambas parecían entender la gravedad de esta criatura, que en realidad no era grande si se sabia manejar adecuadamente. Pero, para sorpresa mía un pequeño salio corriendo, levantaba las manos y mencionaba algo.

 

En esos momentos agradecía todos mis años de viajes a través del mundo y del cual había aprendido diferentes idiomas, que, en este momento podrían ayudarnos. Aunque el pequeño lo menciono muy rápido, y, poco claro entendí un poco lo que mencionaba, pero no entendía cual era la conexión entre ellos, porque decía eso, porque estaba aquí. Observe al Ave de trueno, esta no se movió cuando el pequeño se acercaba.

 

--Cuidado-- le grite pero no de modo desesperado sino angustiado, sin dejar de mirar a la majestuosa criatura, al ser ignorado grite aun con mas desesperación --Cúram!!.

 

Esperaba mi traducción de lo que había dicho fuera correcta y me ayudara a averiguar porque decía eso, y, sobre todo que hacia esa ave aquí, que, al parecer estaba en estado tan tranquilo.

 

 

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@@Wendolyn Maxwell @@Rhaella Triviani @ @@Shena Cindy de Ryvak M.

[Hessenordwood Crouch]

Yanna K. Smith con @

de incognito(?)

― ¡Vamooos!-, la alta mujer se quejó. ― ¡¿Qué no puedes subir una cuerda sin tanto alboroto?!- ridículamente la mujer que berrea hace mucho más ruido que los gemidos de Bel tratando de subir por la cuerda. ―Pero con qué clase de mujer es que se ha metido mi bello hermano? ¡Ja! de haberlo sabido antes, el pequeño Garry jamás me lo creería…-, murmuraba mientras se adentraba en aquella habitación oscura. ―Posiblemente si se lo dijera ahora, tampoco lo haría-, hizo un gesto arrugando molestamente el puente de la nariz.

 

Yanna Smith es una mujer muy poco común en muchos aspectos, por lo tanto, no era de extrañarse que al “favor” que Garry le pedía de ir a la hacienda de los Tonks en busca de algunas cosas olvidadas, se lo tomara como algo “muy enserio”. Sin conocer a los “amigos-familiares” o lo que sea que fueran aquellos Tonks de Garry, a la Smith se le hacia un poco imposible que dejaran entrar a husmear en el cuarto de Grell a una completamente desconocida, sobre todo a alguien con la pinta de mala maña que se cargaba la morena a menudo, por lo que estaba segura de cumplir el encargo de su hermano, solo que claro no lo haría a la tonta manera aristócrata de los británicos, no, lo haría a la tonta manera de Yanna.

 

Lo que le divierte aún mas de aquella “misión” es que ha conseguido convencer a la aburrida esposa del Ollivander a seguirla, y más que eso, a que lo hiciera a su manera. Así que ahora, se han escabullido por los bellos jardines de los terrenos de la hacienda y, como si se trataran de unos delincuentesASD espías, Yanna ha colgado en el marco de la ventana de un segundo piso, donde Bel le ha indicado que solía quedar el cuarto de Garry, una cuerda gorda por la que había comenzado a trepar sin problema alguno.

 

Esa tarde tiene un extraño traje, uno de un brillante color rojo que va desde los tobillos escondido bajo unas botas marrones de tacones altos y que llega hasta lo más alto de aquel estético cuello, la alborotada cabellera blancuzca la lleva amarrada en un chongo mal hecho por encima de la cabeza y un antifaz negro que hace juego con la cinta en su cintura se ajustan con un nudo por la parte de atrás. Un vestuario particular, pero que en Yanna Smith lucen de manera muy coqueta.

 

― ¿Dónde demonios se enciende la luz aquí? -, la bruja refunfuñó cuando tropezó con algo haciendo tanto ruido que estaba segura de que si alguien más estaba en esa casa ya habrían sospechado algo. ―Maldición, maldición, ¡mujer Evans! Date prisa-, arrastrándose por el suelo la muchacha se volvió a quejar.

[Shena Cindy de Ryvak M.]

Elfina Veela

 

En el hogar subterráneo de los elfos, suena una campanilla, Veela suspira...la vida es más movida que hace tan solo unos meses era como estar dormidos. Ahora cada uno tenía encomiendas y no solo Hannimy...

 

Tomó las sábanas blancas, aunque eran muchos juegos de las telas, no pensaba hacer por partes el cambio de sábanas, así las hizo levitar.

 

Ya estaba lista, subió al primer piso, se asomó a la cocina, el lugar era un desastre con tanta harina en el aire, piso y muebles... el olor delicioso a galletas le hizo sonreír...Mereri horneada con el pequeño castaño... habrá galletas para todos!

 

Iba con la intención de tomar fruta, pero galletas suena diez veces mejor, arreglaría las camas y después pediría la recompensa...

 

Primero va a la recámara de los Ryvak, por encontrarse en la primer piso, ya que tiene salida al jardín, en un santiamén termina en ella, pasa a la alcoba adjunta, la del pequeño castaño que cada semana se modifica... los Ryvak quitan o agregan cosas para complacer lo y para cuidarlo, como el gran espejo en el muro compartido, los Ryvak pueden observar al pequeño Aydin sin necesidad de entrar, idea de la castaña que procura no invadir mucho la libertad que Antoni desea para el niño.

 

La ventana de la habitación del niño, es muy amplia y tiene enrejado, el cual está disimulado con enredadera de material plástico, sobre ella hay salpicadas aquí y allá, mariposas mecánicas que mueven las alas cada cierto tiempo, se puede correr una hoja para que el dulce aroma floral del jardín, inunde la habitación y el aire fresco entre para hacer agradable el ambiente.

 

Acomodar aquí es un poco más arduo, hay de todo, sumo de frutas vertido, migajas aquí y allá, juguetes en desorden, ropa que está limpia pero arrojada sobre la cama, la silla y el biombo... hay días que le cuesta decidir sobre que vestir...

 

Aquí si que invierte tiempo, magia y paciencia. Sale apenas termina, y lleva todos los juguetes que van en la sala de juegos...llega a la mencionada habitación y con cuidado entra y deja los juguetes...pintan la sala, habrá que cuidar al inquieto castaño para que no haga un desastre más grande de pintura.

 

Ahora las habitaciones de la planta superior, primero la del joven Alukar, toca la puerta, sale elfo particular del joven mago vampiro... el elfo se encarga de todo lo de su amo.

 

La elfina va ahora a la siguiente, se salta la de la ama Sunar, de la que se encarga Hanimi celosamente. Después va a la habitación del joven Zen, la que mantienen arreglada en espera del día al que por fin regresé...sale de ella y camina, ya está por terminar, recorre el pasillo y escucha ruidos... siempre se escuchan ruidos extraños en la habitación del joven Garry...da pasitos inseguros... deberá dar alarma???

 

Levanta su voz aguda que se escucha con matiz asustado:

 

--Están usted amo Garry??--Aguarda nerviosa, estrujando contra si, las sábanas limpias que lleva en los brazos.

 

Shena Cindy

 

La castaña mira a los funcionarios @@Rhaella Triviani @@djvash Asturias

 

--No es nuestra...la vez anterior creo una tormenta con el batir de sus seis alas... al menos ahora luce apacible... Aydin...amor, retira te de ella, vamos, ven aquí pequeño...--Mencione lo más tranquila de que fuí capaz, sigo temiendo por el niño...

[Rory Despard]

Bel Evans McGonagall

con Yanna K. Smith

de incognito(?)

― Tú- la agitación apenas me deja hablar pero la rabia por lo que esa mujer está soltando es mayor- estás...haciendo...más ruido.

Cuando por fin, tras un verdadero martirio he conseguido llegar a la habitación de Garry, aún cuando soy incapaz de ver mis manos por la oscuridad reinante en la habitación, tengo la certeza de que más de una ampolla ***idamente dolorosa se ha formado en mis palmas. Maldita, maldita Yanna ¿en qué momento se me había ocurrido acompañarla a la residencia de los Tonks?


Ese mismo día, más temprano en el comedor de la Heredad, la había escuchado comentar el tema de su "misión" a los cuatro vientos. Y en realidad, tenía que admitirlo, había sido yo la que se había ofrecido ir con ella, espantada ante la impresión que podía dejar esa mujer ante Shena y Antoni, siendo aquel amable matrimonio una de las pocas personas con las que manteníamos lazos de amistad, muy especialmente Garry. A él, había intentando hacerle recapacitar de su pedido, pero había sido en vano, teniendo en cuenta la lastimera condición de su cuerpo luego de haber abusado de su habitual solución de cocaína al 7%. Así que, intentado hacerme a la idea que el asunto no podía ir tan mal, había partido de la heredad.

Ahora estaba claro que había subestimado (y mucho) las ocurrencias disparatadas de la hermanastra de mi marido.

Inútil había sido decirle que ella conocía a los Tonks. De hecho, mi mención a que conocía la residencia por haber vivido un tiempo en ella para lo único que había servido era para que "nos infiltrásemos mejor" en el lugar. Lo de la cuerda no había hecho sino poner la cereza en la torta del asunto, cuando, con desparpajo había soltado un "Y lo mejor está por venir" ante mis quejas por el tema de tener que estar trepando como ladrona a la habitación de Garry.

Pero ¿que más daba ya analizar todos esos hechos? Estaba aprendiendo que con esa mujer los razonamientos no valían, era actuar directamente o caso contrario, terminar arrastrada en sus locuras.

No estaba muy segura de querer ayudarla con encender la luz. Mis ojos todavía no se reponían del escandaloso traje de encendido color rojo que llevaba, pero también sabía que no dejaría de reclamar a voz en cuello hasta que no hiciese algo. Hasta que de repente, el sonido de pasos nos puso a ambas en alerta. A ella porque evidentemente ser descubierta tiraba al tacho su plan de ingreso discreto y silencioso, a mí la pura y simple vergüenza.

La voz de una elfina, aguda y algo temerosa, no tarda en dejarse oír al otro lado de la puerta. Que halla preguntado directamente por Garry solo consigue empeorar las cosas ¿que se suponía que debíamos hacer? Sin pensármelo demasiado, en medio de la oscuridad garabateé un mensaje con la vuelapluma en un trozo de pergamino arrugado que guardaba en el bolsillo. Y con cuidado dejé pasar el mensaje por debajo de la puerta.

Disculpe si mi ruido la ha molestado. Me temo que el último experimento que he realizado no solo me ha privado de la voz, sino que me ha debilitado, de modo que estoy indispuesto para atender a alguien por el momento.

Por favor, de mis calurosos saludos a los señores de la casa. En cuanto me recupere, prometo hacer una visita en condiciones.

Una vez dejé el mensaje, aproveché al tiempo que guardaba la vuelapluma de colocarme los anillos uzzas contra miradas y oídos indiscretos que traía siempre sostenidos en una cadena plateada, de modo que desde ese momento todo ruido de la habitación apenas sería notado por ella y por mí. Incluso si la elfina abría la puerta, ya no sería capaz de percibirnos allí.

Ahora era quizá momento de vengarme un poquito de la acción de Yanna.


― ¡Elfina, una loca mujer se ha colado al cuarto del señor Ollivander! ¡Por favor, es necesario cuanto antes detenerla!- grité a viva voz mientras los ambarinos ojos de Yanna que parecían los ojos de un gato en esa penumbra se abrieron desmesuradamente- me tiene retenida aquí. Es violenta y temo por mí.

@ @@Shena Cindy de Ryvak M. Editado 7 de Mayo del 2018 por Bel Evans McGonagall

[Hessenordwood Crouch]

Yanna K. Smith

 

La Smith se levantó con cuidado, sobándose el golpe que se había dado en la pierna a causa de Merlín sabrá que, conoce a su hermano lo suficiente como para saber, sin que la luz este encendida, que aquel cuarto será todo un “desorden bien organizado” donde, a pesar de las buenas indicaciones que Garry le ha dado para encontrar los libros y los demás objetos, ella no cree que exista un modo de que él se entere si husmea algún otro rincón, ni mucho menos le preocupa que su pequeña compañera diga o haga algo al respecto.

 

No le contesta a la pobre sanadora todos aquellos reclamos que hace, se ha quedado de pie justo frente a ella cruzada de brazos, esperando a que termine de recuperar siquiera el aliento, con un rostro de aburrimiento tras todo lo que ella dice entrecortadamente. Apenas está por contestarle alguna protesta cuando escucha la voz demasiado chillona para su gusto que se escucha del otro lado de la puerta. Yanna por un momento se queda completamente en blanco, la verdad es que, a pesar de su “tan elaborado plan” para infiltrarse en la hacienda de los Tonks, no esperaba que fueran encontradas tan rápidamente.

 

―Si yo…- finge, fallidamente, la voz de Garry, pero el tono de Yanna es mil veces muy diferente a la de su hermano, a pesar de lo áspera, la muchacha tendría mas parecido con Grell que con Garry. El repentino movimiento de Evans, afortunadamente, hace que aquella palabra quede a medias, ¿Qué es lo que tramaba aquella mujer? ¿Qué habría escrito en la nota? Lo que fuera, parecía que había funcionado, por lo menos la criaturilla del otro lado parecía menos animada a entrar, lo sabe por el modo en el que la sombra bajo la puerta titubea pasos adelante y hacia atrás.

 

Sin embargo, lo que continuó por parte de Evans le descolocó. Yanna se quedó quieta en aquella oscuridad, a pesar de que el arrebato de la mujer le ha tomado por sorpresa, no puede evitar sentirse también emocionada con cada grito de auxilio que la mujer queja. ¿Quién lo dijera? Pero que encantadora mujer, empeorando la situación, y se estába convenciendo ahora de que Nasha la habría juzgado mal todo este tiempo, en cuanto a ella, bueno la mujer no era mas ni menos hasta entonces.

 

―Excelente idea, humana-, Yanna le sonrió en aquella penumbra a la esposa de su hermano, mostrándole esa filosa mirada traviesa que hacían juego con la astillosa sonrisa. ― ¡Secuestraremos también al elfo! -, a rastras se apresuró a buscar una manta o alguna cortina, el primer retazo que se encontrara a su camino, y gracias a sus largas extremidades no le llevó mucho tiempo estar devuelta junto a la línea delgada de luz que se cuela por debajo de la puerta. ―Si nos atrapan, podemos exigir ¡libertad por libertad! -, Yanna exclamó en animosos susurros ásperos.

 

Poniéndose en cuclillas a tientas no le costó mucho encontrarse con lo que parecía ser un frasco de vidrio que tomó habilmente en sus manos y levantó por lo alto de su cabeza, le dirigió una última mirada a Evans guiñándole antes de aflojar el cerrojo con la mano con la que aun sostiene la manta, y posteriormente aflojar la entrada dejando una pequeña abertura para que la criatura curioseara.

 

―Vamos…entra pequeña-, en aquella oscuridad, con aquellos brillantes ojos ambarinos, la muchacha alta parecía toda una bestia a punto de cazar a su presa.

 

@ @@Shena Cindy de Ryvak M.

[djvash Asturias]

Escuchar a la señorita Shena decir que el ave no era suya fue algo que me confundió, como era posible que el pequeño dijera que era su aprendiz y ellos no supieran nada, fue algo raro para mi, pero a la vez me tranquilizo saber que la majestuosa criatura no hiciera ningún daño.

--Bien, creó que podremos trabajar, la cuestión, es que debemos de hacer algo con esa ave de trueno, si no es de ustedes, la debemos llevar a la reserva, y, creanme que no sera sencillo

Le dije a la señorita Cindy y a mis dos colegas. Suspire pensando cual seria la mejor manera de tratar a la criatura para no hacerla sentir agredida, quizás si empezábamos a trabajar el amigo se relajaría y nos dejaría llevarlo con nosotros.

--Dejemos a un lado a ese pequeño, centremonos en lo que hemos venido, su hipogrifo, claro que esta bien, no estaría mal que fuera a verlo, quizás la extraña. Ahora veamos, cisne, paloma y lechuza, bien tengo por aquí los papeles

Le dije buscando en un bolsillo los formularios, al momento de encontrarlos se los extendi.

Registro de Criaturas:

Nombre de quien registra:
Solo se podrán registrar criaturas que consten en la ficha/bóveda trastero o en apartado de otros datos en caso de criaturas muggles
Nombre del mago/bruja, negocio o familia a la que pertenece:
Nombre:
Especie:
Clasificación del ministerio: (Número de X)
Color:
Tamaño:
Sexo:
Edad:
Ambiente en el que vive:
En caso de ser aves mensajeras, lugar a donde viaja con frecuencia:
Link a la ficha del propietario, local o mansión:

--Seria tan amable de ayudarnos a llenar estos por favor, así tendremos el registro más claro

Le dije y espere su respuesta.

[Shena Cindy de Ryvak M.]

No le quedaba a la castaña Otra cosa más que aceptar lo que el funcionario determinó con respecto al ave de trueno, también para el joven era poco usual aquella situación.

 

Me recordaba que era recomendable, visitar a mi hipogrifo en la reserva mágica. Yo también lo pensaba de esa manera, por lo que al igual que organizó las actividades del empleo, también seria conveniente, anotar ésas tareas en una agenda familiar...

 

Ya no hablé en ese momento, me dejó sin habla aquella escena... el pequeño Aydin abrió sus bracitos y con ellos intento rodear una pata delantera del ave de trueno... el ave no mostró molestia alguna con aquella muestra de cariño, permitió al niño ese acercamiento entre ellos...

 

Yo no podía creer lo que Aydin y el nave de trueno tenían entre ellos... sería el ave de la familia del pequeño mago??

 

Tome los formularios que el joven me pedía llenar y mientras yo sacaba una pluma fuente para escribir, le hice una pregunta con respecto al ave de Trueno...

 

--Me sentiré más tranquila si ustedes se llevan a la criatura, pero...y si el ave tiene dueño, puede hacer el retiro de la criatura?? Eso sí demuestra que le pertenece, no cree? Pero vea como el niño parece apreciarlo... puede mi esposo solicitar la custodia del ave? Créame que me preocupa que el niño, esté encariñado con ella...

[Rory Despard]

¿Por qué, en nombre de Merlín, me empecinaba en creer que Yanna K. Smith podía comportarse de forma normal? O por lo menos algo que mínimamente se le pareciera. Ahora, de la forma más surrealista posible, mi propia treta hacia ella se había vuelto en mi contra.

 

¿Qué se supone que haría ahora? Con rapidez la mujer buscaba ahora en medio de la oscuridad hacerse con cualquier cosa que le garantizara éxito en secuestrar a la pobre elfina de los Tonks. No tenía idea de dónde es que podía tener toda esa lógica retorcida de que con rehenes de por medio "la cosa se solucionaría", pero, aunque fuera totalmente vergonzoso para mí, era el momento de ponerle un pare a su estupidez para que el asunto no se saliera de control.

 

Porque de hacerlo la culpa iba ser mía.

 

― ¡Deja ese maldito frasco en su lugar!

 

Oyéndome a mí misma podía notar como cada nota de lo que acababa de decir había salido con urgencia y temor. Yanna sin embargo, sin hacerme el menor caso, se colocó justo al lado de la puerta y aflojando el cerrojo, abrió levemente la puerta, apenas un resquicio, pero lo suficientemente amplio para que la elfina entrase.

 

― Ya basta, no vas a herir a nadie aquí y menos una elfina indefensa.

 

Sacando mi varita pensé rápidamente en un zancadilla, que al instante hizo que el tobillo de Yanna se viera envuelto por un lazo invisible que tiró de ella haciéndole perder el equilibrio.Su cuerpo cayó con estrép***, no sabía si se habría lastimado o no, pero corrí enseguida a su lado.

 

― Perdona, solo estaba intentando...jugarte una broma- había terminado admitiendo el asunto aunque me negaba a encarar a la joven- Ahora mismo estamos protegidos por un tipo de magia especial que impide que alguien pueda vernos u oírnos en cincuenta metros a la redonda, así que esa elfina allá afuera no se ha enterado de nada...supongo.

 

Dirigí la mirada hacia la puerta. En mi intento por detener a Yanna, había olvidado por completo prestar atención a algo más y ahora no tenía certeza sobre si la elfina se habría ido o no mientras yo hechizaba a la mujer. No se escuchaban más pasos afuera pero ¿y si ella solo había permanecido de pie allí? Arghh,todo era un caos.

 

― En serio ¿secuestros? ¿dónde demonios aprendiste que eso podía ser un buen método para solucionar problemas? - de repente sus ojos de gata mostraban tal furia que un escalofrío me recorrió la espalda y por primera vez retrocedí, temerosa. Simplemente no tenía la más mínima idea de cómo reaccionaría la hermanastra de Garry, pero envalentonada, seguí hablando- ¡Si tuvieras un mínimo sentido común, la broma habría resultado y hubiera sido divertida, pero no se como te la arreglaste para convertirlo en algo...algo turbio!

 

@Shena Cindy de Ryvak M. @

Editado 11 de Mayo del 2018 por Bel Evans McGonagall

[Hessenordwood Crouch]

Toda la vista de Yanna de pronto se tornó en un repentino e infinito escenario blanco, acompañado de un fuerte dolor en la cabeza que la aterrizaba a una velocidad vertiginosa sobre el cuarto de Ollivander. Aquello había sido tan rápido e inesperado que Smith no pudo siquiera quejarse del dolor tras su caída, y ni siquiera estaba segura de que es lo que había pasado, ¿Acaso había sido el elfo doméstico? Imposible, ella se hubiera dado cuenta de eso, ella la estaba acechando.

 

Abrió los ambarinos y grandes ojos de golpe contrayendo filosamente las pupilas, aun con la falta de luz a su alrededor, en aquel bonito rostro de cejas enmarcadas, el gesto desconcertado no deja de parecer siniestro en aquella penumbra, y es que a la muchacha le enfada tanto aquella sensación de confusión, a pesar de lo muy común que es para ella conseguirlo.

 

Ruidosamente se ha incorporado, aun sentada en el piso ni siquiera hace un esfuerzo por intentar aliviar el dolor punzante en su cabeza y que le provoca un fuerte zumbido en los oídos, ¿con que cosa se habría dado? De reojo apenas observa a Evans demasiado cerca de ella, a lo cual solo le dedica un gesto de desagrado antes de ignorarla de nuevo, “ah claro”, ahora lo recuerda, su frenesís nervioso por no dañar a nadie, “tks”-, es para Yanna aquel un típico y ridículo gesto “heroico”, que la latina encuentra patético en alguien que ni siquiera sabe que si alguien debería ser salvado es ella misma.

 

―Cierra la boca ya-, la mano abierta de Yanna es tan grande sobre el rostro de Bel, que no es difícil cubrirle casi en su totalidad. Con apenas algo de fuerza la empuja para hacerla también caer y estar a la par. No puede escuchar muy bien todo lo que ella dice, aun asi ha decidido que no es importante, está molesta, por supuesto, pero el modo en el que Evans ha tenido que recurrir a la magia para detenerla le ha dejado una fea sensación de decepción en la mujer, que parece más desalentada que otra cosa. Después de todo se daba cuenta de que Nasha quizá se equivocaba en algunas cosas sobre la mujer de Garry, pero no lo hacía cuando la chamán hablaba de los magos ingleses.

 

Y es que Yanna Smith pudiera ser una buena hechicera, tal vez, pero siempre ha preferido hacer las cosas manualmente, salvada solo de las situaciones más bizarras por su magia que reacciona inconscientemente en los momentos justos para sacarla de un aprieto, al igual que su mañoso hermano, la Smith pareciera haber creado, de su magia, una personalidad totalmente diferente, como si tuviera vida y mente propia. Aunque de eso poco, quizá era lo que no prefería de la magia.

 

Exhaló ruidosamente tratando de ponerse de pie, pero aún se siente bastante afectada por el golpe, extrañamente, acostumbrada a una vida kamikaze de persecuciones y escapes de todo tipo, la Smith maldice en “traje ninja” demasiado blando para su “tontamente frágil” cuerpo.

 

Con todo eso en su cabeza, la mujer ha olvidado por completo la presencia del elfo, y se gira sobre su eje para poder ver la puerta, la sombra de fuera titubea un par de veces, y antes de que la criatura se animara a entrar, Yanna se estira lo suficiente para cerrar la puerta tras ellas y con un inusual gesto en sus ojos, como si se tratara de una amenaza, el candado en el pomo de la puerta se activa tras un “clic” demasiado ruidoso que le advierte a Yanna que el zumbido en sus oídos ha desaparecido.

 

―Si la criaturilla esa conoce tanto a Grelliam, como yo…-, es una larga sonrisa la que de nuevo se pinta en su cara. ―Lo dejará pasar-, Yanna tiene un fuerte recuerdo de Garry, eran tan jóvenes cuando se separaron y aun asi ella cree conocerlo como si estos quince años no hubieran pasado entre ellos. ― ¿Seguirás ahí con tu cara de murciélago o me ayudarás a buscar lo que ocupamos? -, el modo en el que habla con ella es menos animado que anteriormente, tampoco se da a la tarea de encararla cuando le habla. Por supuesto, Yanna Smith puede hacer los berrinches que quiera. ―No tenemos mucho tiempo, si la elfo conoce tanto a Garry como yo…-, repitió melosa. ―También debe saber que las cosas terminarán con un botiquín médico y un par de pócimas para aliviar quemaduras.

 

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