Castillo Ivashkov (MM B: 106154)

[Lisa Weasley Delacour]

Era el momento justo, por lo que habia entrenado tanto, debía acabar con sus fuerzas, proteger mi tierra y a mis camaradas de bando, aquel que llevaba como estandarte allí donde fuese. Ingrese a los terrenos, los jardines estaban bien cuidados. Camine un largo tramo hasta situarme delante de la puerta de entrada, a diez metros de mis rivales, tanto los que estaban dentro del castillo, como los que se hallaban conmigo en el verde césped. También comprobé que estaba a cinco metros de todo objeto mutable. La estrategia era lo fundamental.

Apunte con decisión a Juv y susurre un claro – Floreus – De su varita, fuese el conjuro que quisiese crear, el del proximo turno, nada saldría, solo meras rosas rojas producto de mi efecto. No era muy doloroso que digamos, pero si se hacía bien podía ser espectacularmente apropiado.

Quería hacer algo más, ¿pero el que? - Morphos – Los ropajes de Zack mutaron, transformándose en una avispa marina, que nada más ser creada, inyecto su veneno en el torrente sanguíneo del mago

[Leah Snegovik]

~Leah

-Oh Voldy, qué asco.

Su expresión se volvió de total y completo horror cuando la araña murió dentro del águila y, por lo tanto, ésta explotó debido a que la fuente creció en su estómago. Claro que, antes de volver a su estado natural, un movimiento muy realista se creó y toda la suciedad interna del animal cayó sobre Hank. Pobrecito, el nene estaba cerca al momento de la explosión aviaria(?) y ahora estaba todo lleno de... Leah no quería ni ver. Por suerte, su fuente también había aparecido.

-Vitae -murmuró, apuntando a la primera.

Las características de un lobo adulto le dieron vida a la fuente que antes había usado Hank.

-Vitae -continuó, apuntando ahora s su fuente.

Con las cualidades de un leopardo, su propia fuente adquirió la vida que el hechizo le ortorgaba. Las dos defensas se pusieron a la altura de su creadora, manteniendo una distancia de cinco metros entre ellas y cuatro de Leah.

[Mei Black Delacour]

En cuanto las verjas se abrieron ante ella, caminó presurosamente, dirigiéndose hasta los jardines, allí donde Hank, Lisa y Romina se hallaban junto con otras personas más, por lo que rápidamente se colocó a una distancia no mayor a siete metros a Leah y el resto de mortífagos que la delataban, y a no más de tres metros del Demon Hunter, quedando en una posición ideal según su punto de vista.

 

–Ardius Corpus Patronus – dijo rápidamente, haciendo que un sinfín de hilos color plata salieran de su varita y se unieran en un único punto, dando forma a un ridgeback noruego que inmediatamente comenzó a lanzar su ataque luego de volverse totalmente corpóreo. Su primera llamarada fue en dirección a la cabeza de Zack, dejándolo totalmente calcinado debido a que su hipogrifo se hallaba sobre el suelo y no encima de él, siéndole imposible que lograra protegerlo del ataque.

 

–Strelaltus – dijo ahora, haciendo que una luz poderosa saliera de su varita y afectara la vista de Leah, Zack y Juv, causándoles pésima puntería y una herida en los ojos que deberían de curar si no querían permanecer con la vista borrosa por el resto de la redada. Inmediatamente, su ridgeback lanzó una segunda llamarada, esta vez directamente a la cabeza de Leah, hiriéndola de gravedad.

 

–Floreus – dijo a continuación, enviando su ataque hacia Juv, a la cual le sería imposible de invocar su próximo hechizo debido a que se vería limitada, y en vez del conjuro que invocase, de su varita saldría un ramo de rosas marchitas.

[Leah Snegovik]

~Leah

-Silencius -se apresuró a decir la rubia, intercalando la segunda acción de Mei.

El Strellatus nunca logró salir y por ende no había nada de qué defenderse. Y ya que estaba, ¿por qué no?

-Silencius -repitió, apuntando a Mei e intercalando su tercera acción.

El Floreus que había pretendido lanzarle a su Ángel Caído nunca logró salir de los labios de la líder fenixiana y los mortífagos estaban menos que afectados por el ataque de la mujer. Ella por su parte, aún tenía que lidiar con Hank y lo que quisiera lanzarle en los minutos siguientes. Pero de momento, tuvo un momento libre que no tardó en utilizar y se aseguró de no perder la vista con un ataque tan molesto como lo era la luz blanca que los odefos solían lanzar en su contra. ¿Qué más podía hacer ella de momento? Miró a sus dos defensas y sonrió de medio lado, de momento tenía todo cubierto.

[Zack Ivashkov]

Justo antes de que el vampiro lanzara su siguiente hechizo, una bruja apareció en el campo de batalla. Invocó un ridgeback noruego que más adelante lanzó una llamarada. El hipogrifo de oscuridad saltó y se colocó con las alas totalmente extendidas sobre Zack absorviendo el fuego de manera efectiva. Ahora que estaba sano y su Expectro Protego también, podía atacar.

– ¡Fuego Maldito! –

Dos ráfagas de fuego salieron expulsadas de la varita del Nigromante, cuya punta se mantenía en dirección al cielo. Se formaron dos águilas en llamas y cada una viajó hasta su respectivo objetivo. La primera de ellas abrazó con sus alas al fénix recién creado por hank. No importó que la criatura intentara esquivar a la otra, al final los dos se consumieron sin dejar rastro alguno. La segunda águila de fuego planeó directo al enorme Ridgeback Noruego que desapareció por el impacto del fuego maldito. No encontró forma de evitarlo al tener tanta masa.

– No esperaba que un niño como tú tuviera tanta valentía para venir a lugares tan peligrosos como estos –. Comentó en voz alta para que el fenixiano le escuchara. Era imposible no verlo “por encima de los hombros” al ser tan pequeño. - Morphos – Pronunció claramente para transformar su zapato izquierdo en un bezoar el cual ingirió para curar el veneno de una araña que antiguamente fue su pantalón. Pisó a la criatura con el zapato derecho y esta murió de inmediato.

Mientras realizaba sus movimientos estuvo protegido siempre por su hipogrifo que interceptaría cualquier cosa enviada en su contra. – Absorvere –. A continuación de su hechizo se escucharon varios “cracks” anunciando la ruptura del hueso peroné en las piernas izquierdas de Mei, Lisa y Hank. No podrían caminar estando con eso así, tendrían que arrastrarse.

[Jank Dayne]

Le entró un dolor de estómago.

Sus recuerdos eran reales, claro que sí. Una imagen, como un boceto arrugado pero preciso, se impregnó en sus ojos internos como una flecha al blanco. Las grandes puertas plateadas de la Mansión Ravenclaw, la travesía en las mazmorras, el poder de la diadema falsa.. Todos eran partes de él. ¿Cómo no podían ser partes de ella? Porque estaba seguro que se trataba de Leah, su hermana de aventuras y crianzas. No sabia por qué, ni cómo, pero sabía que estaba enfrentándose a ella.

>> ¿Pero por qué? ¿Por qué le soy una amenaza.. ?

Y luego, cayó en la realidad. Si Leah quería ser una enemiga, tendría que abstenerse a las consecuencias. Asintió a sus compañeras, que se encontraban a su lado y a unos cuantos metros de él desde sus laterales. Estaba de cabeza producto seguramente de algún Levicorpus, pero eso no le impedía concentrar su poder mágico en otras cosas. Por suerte, aún conservaba su Aqueora vigente, e incluso llegó a protegerle de los restos que había dejado el águila de Leah. Hank la miró con asco desde la distancia.

- ¡Cyclone Maximus!

Exclamó el brujo, creando un gran ciclón manipulable que, en cuanto estuvo preparado, lo arrojó justo a la posición donde se encontraba a Leah, a ocho metros de él, en línea recta. La chica salió disparada a unos seis metros y medio por el aire junto con sus criaturas invocadas; luego, recorrió otros dos metros y se llevó consigo a Zack, elevándolo la misma distancia y tirándolo con fuerza hacia atrás, donde pegaría contra las ventanas superiores del castillo. El tornado, capaz de arrancar árboles de raíz, también se llevó al hipogrifo de Zack y lo distanció del mortífago.

En ese entonces, una confusión le impactó el cerebro. Hank no pudo accionar por unos segundos, por lo que sólo se contuvo y cerró los ojos, poniéndose en blanco. Se necesitaba de gran concentración para no desesperarse, y unos cuantos años de práctica para tomarle el ritmo rápidamente.

- Limitate! - hechizo después el joven mago hacia Zack, cuya varita se vería afectada drásticamente: sin rayos ni invocaciones por un buen lapso de tiempo.

[Lisa Weasley Delacour]

- Silencius - El morphos que queria hacer Zack, ese que le serviria para curarse de mi anterior veneno nunca salio, pues mi efecto fue claro, le nego su capacidad de hablar durante un segundo, el necesario para que no puduiese pronunciar aquello que tanto d4seaba.

- Morphos – Uno de los bancos de piedra del jardín, se transformó, justo al segundo de pronunciar aquel efecto. Era, ahora, un lobo albino precioso y con instintos naturales. Media setenta centímetros desde el suelo a la cabeza y metro y medio desde el hocico a la cola. Poseía grandes garras y afilados colmillos. Salto y se situó a cinco metros de mi persona, custodiando mi figura. Seria m defensa, aunque acataría cualquier orden que le diese. Era joven, ágil y rápido.

Sentir su esencia me transmitia calma y mas poder. Mei era, sin duda alguna, mi fuerte de energia

[Romina Black Lestrange]

Romina Evans Targaryen

 

Agarro su varita con mucha fuerza antes de intentar poner un pie dentro del lugar. Se había tomado unos minutos para pensarlo bien, hacía ya bastante tiempo que no hacia estas cosas y además había participado en muy pocas por lo que no era tan rápida a la hora de actuar y eso no servía de nada. Y después de tanto pensar y pensar decidió por fin acercarse hasta el jardín en donde ya se encontraban varios de sus compañeros enfrentándose a aquellos que se hacían llamar mortífagos.

 

— Silencius—dijo al tiempo que apuntaba con su varita a Zack, aunque esto no era necesario ya que lo que estaba conjurando era un efecto. Al decir esas palabras lo único que la chica esperaba era que, en su siguiente acción Zack no pudiera hablar y tuviera que usar hechizos no verbales.

 

— Silencius— hablo de nuevo, pero esta vez iba dirigido a Leah con la misma intención que el hechizo anterior. Aunque solo le impediría hablar por un tiempo, era lo único que se le ocurría hacer en ese mismo momento y esperaba tener ideas más adelante.

[Kahlan Blackthorn]

-Fuego Negro…-sentencio la Malfoy invocando una esfera de fuego oscuro que levito a tres metros en el aire. No se vio afectada por el Floreus, ya que aquel conjuro no necesitaba el uso de una varita, justo por eso se inmuto ante el ataque de Lisa, si que se estaba tomando las cosas con serenidad y poco le importaba verse afectada por un puñado de flores podridas que eran una forma muy baja de demostrar la podredumbre de la persona que se atrevía a invocarlas.

 

-Necrohands…-pensó la rubia invocado un par de manos fantasmales que le protegieron la espalda, cubriéndole como un perfecto escudo. Estaba lista para seguir dentro de la batalla, ya que era lo que tenía que hacer, no iba a permitir que los Fenixianos se pavordearan a sus anchas, ya que parecía que eso era lo que les gustaba hacer sin lugar a dudas.

 

-Fuego Negro…-sentencio la Malfoy invocando una esfera negra idéntica a la primera, justo esta levito a la misma altura y estaba bajo las ordenes de la rubia. Ambas crecerían poco a poco y seria usadas en contra de sus enemigos en el momento justo.

[Mei Black Delacour]

Rápidamente y haciendo gala de su agilidad, la castaña alcanzó a ver a su alrededor, viendo cómo se encontraban. Hank era el más afectado debido a que había tenido la osadía de entrar solo y sin refuerzos, pero por suerte no tenía nada grave de momento. Lisa se había movido con una rapidez digna de mención, silenciando a Zack tan rápido antes de que pudiese percatarse de algo siquiera, con lo cual se sintió orgullosa.

 

El fuego maldito que Zack logró aniquilar a su dragón, pero aunque le dolía, el animal había cumplido de maravillas su función: Leah no se había protegido del ataque y había muerto de forma irreversible.

 

–Floreus – dijo ahora, haciendo que el efecto surtiera directamente en la varita de Zack, siéndole imposible de realizar algún hechizo que requiriera varita en su siguiente hechizo que planeara realizar – Corpus Patronus – volvió a decir, esta vez haciendo que un nuevo ridgeback noruego surgiera de su varita y se volviera completamente corpóreo al agitar fuertemente sus alas. El animal quedó por encima de la cabeza de todos los presentes y volvió a atacar, esta vez primero a Juv, lanzándole la primera llamarada justo antes de que la Ángel Caído lograra realizar su segundo fuego negro que estaba a punto de invocar, por lo que se vio seriamente quemada y en apuros; y la segunda, nuevamente a Zack.

 

Confundus pensó a continuación y por último, logrando de esa forma que la mente de Zack cayese en un estado de confusión tal que le costaría una valiosa acción, la cual vería totalmente perdida.