Jump to content

Castillo Ivashkov (MM B: 106154)


Leah Snegovik
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Poco a poco su respiración recobró un ritmo normal, hasta que su pecho apenas se movía, solo perceptible en los brazos de Oniria y Sísifo, cruzados sobre ella. Sus ojos encontraron un punto neutro en el techo que mirar, le permitieron perderse durante unos cuántos minutos en sus pensamientos. Durante días había experimentado la duda debido a ellos, solo encontrándose a sí misma en su compañía. Ahora, entre ellos, comprendió que tal vez era algo que no debía entender. Al menos no conscientemente.

Fue la primera en moverse del abrazo silencioso que la encerraba, que la protegía de la confusión que generaba su extraña relación. Lo hizo con suavidad, apretando la mano de Sísifo cuando se sentó, manteniendo la otra en uno de los muslos de Oniria. Buscaba acomodar los músculos, relajarlos después de todo lo que había experimentado. Las marcas en su muñeca trazaban a Sísifo en cardenales que desaparecerían más tarde, así como las mordidas que había acumulado entre una noche y otra. Todo el salvajismo se resumía a ese punto de tranquilidad, a lo que sentía por ellos.

-Quisiera comprender algunas cosas -comentó de pronto, su voz volvía a sonar como pequeñas campanadas-, aunque asumo que ustedes tendrían que hablarlas primero. Lo cierto es que no tengo muy claro lo que es propasarse o no.

Se permitió reír, delatando que no estaba precisamente perturbada por lo que acababan de hacer.

-Ustedes dirán. Mi habitación es suya, nuestra. Puedo dejarlos solos o acompañarlos si eso quieren, hoy me siento extrañamente complaciente.


@@Oniria

"%20alt=YwwEbg4.gif


"%20alt=


"%20alt=hQEsmVo.gif3lqIQgZ.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Sísifo:

 

 

 

Leah se incorporó. Yo me quedé tumbado en el suelo, disfrutando de aquella placidez. Todos los músculos de mi cuerpo se habían destensado.

 

––Yo también quiero comprender algunas cosas ––repetí, estirando los brazos–– y creo que Oniria puede aclarármelas. Pero quédate. Pienso que debes escucharnos.

 

Miré a Leah desde mi posición, tirado con los miembros blandos, el cabello despeinado y una sonrisa apacible. Leah estaba más bonita que nunca, llena de cardenales que parecían el interior de una nebulosa, una estrella que acabara de explotar dejando un rastro de cientos de colores. El mordisco de su cuello permanecía húmedo todavía. Apreté su mano. Oniria también se había sentado y la contemplaba absorta, aunque de vez en cuando me observaba con curiosidad, sin un rastro de su enfado anterior.

 

 

Oniria:

 

 

Me senté junto a Leah, apoyando mi peso en las manos. Me sentía poderosamente libre en mi desnudez. Los cuerpos de Leah y Sísifo amanecían cubiertos de éxtasis y sudor, marcados por un dulce arrebato. Reposé la cabeza en el hombro de ella, mentalizándome para la conversación que estaba por venir.

 

––A mí también me parece bien que te quedes ––comenté––. Y bien, ¿qué quieres saber?

 

Me dirigí a Sísifo con una amabilidad que me sorprendió a mí misma, aunque era consciente de que el odio volvería tarde o temprano, porque nuestro vínculo era así, puro exceso.

 

@

35BOZ9V.gifTpCoX6y.gif


aHbQ7xv.png


http://i.imgur.com/cLhW49K.gifhQEsmVo.gif



Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Asintió ante las palabras de Sísifo y miró a Oniria, esperando su confirmación. Si ella hubiese querido lo contrario, se habría retirado, no porque no le importara la opinión de Sísifo sino que había interiorizado que era todo o nada. Buscó su cintura con el brazo, la sostuvo para que no se apartara de su lado, sentirla cerca le reconfortaba tanto como escuchar cerca la respiración de él. Tal vez era algo pronto para pensarlo, sin embargo, lo hizo. Estaban en perfecto equilibrio casi de forma involuntaria. El magnetismo que ella percibía se manifestaba en cada acción, cada movimiento compartido.

-¿Y bien? -imitó el tono de Oniria con una sonrisita infantil asomándose en la comisura de sus labios, mirando de reojo a su adorable vampiro.

Sus dedos danzaban distraídamente sobre el muslo de Sísifo, como si intentara dibujar sobre su blanca piel una copia del sauce que se había borrado de su propio antebrazo. Arriba y abajo, sin un fin específico. Sin notarlo, hacía algo similar en el costado de Oniria.

-A mí me gustaría saber qué sucedió. Sé lo que son, lo entiendo, lo vivo. Solo me haría falta entender el contexto.


@@Oniria

"%20alt=YwwEbg4.gif


"%20alt=


"%20alt=hQEsmVo.gif3lqIQgZ.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Oniria:

 

 

 

Observé a Leah imitándome, con la ceja arqueada, riendo. Revolví su pelo como si fuese una niña pequeña. Si alguien viese a la chica en estas circunstancias, se quedaría impactado. El contraste con su presencia habitual, fría y serena, era abismal. Tragué saliva y crují el cuello, preparando el discurso.

 

––Bueno, hace dos años, empecé a tener algunos sueños... al principio no le di importancia, pero después de los sueños vinieron las voces, y creí que me estaba volviendo loca. Una cosa es soñar, y otra alucinar. Se convirtieron en pesadillas, recurrentes, siempre sobre lo mismo y en el mismo lugar, una cueva apartada del mundo. Me propuse encontrarla, porque tenía la certeza de que era real, y comprobar qué era lo que me enlazaba a ella. No me costó apenas ––hice una pausa, perdiendo la mirada en los muebles de la habitación–– supongo que era necesario que todo pasara de esa forma, que el propio desarrollo de los acontecimientos me llevó hasta allí. Sorprendentemente, la cueva no estaba protegida con ningún tipo de magia, o al menos yo no encontré obstáculo para adentrarme en ella. Hallé inscripciones, jeroglíficos, restos de una especie de culto religioso a la diosa Ammyt, y un libro de pergamino escrito en tres lenguas.

Todas eran las pertenencias de un mago antiguo, un vampiro, que ya no existe, no físicamente. Pero existe en nosotros, y vive gracias a nosotros como una especie de bruma. No creo que su intención fuese más que perpetuarse, ser eterno pero sin la necesidad de experimentarlo en su propia piel. No tengo ni idea de cómo aparecimos, pero sí sé que fue por él. Y logré traducir algo sumamente interesante, o terrorífico: "en uno sembraré la semilla del Bien, y en otro la semilla del Mal, para que sean complementarios". Así que literalmente somos producto de la magia oscura de un hechicero antiguo que vendió su alma a una diosa, o así lo pinta su escritura mítica, y nos complementamos hasta el punto de necesitarnos.

 

Se hizo el silencio. Apreté los dientes y bajé la mirada, antes de contemplar a Sísifo e intentar interpretar su expresión de desconcierto. Era mucha información que procesar.

 

@

35BOZ9V.gifTpCoX6y.gif


aHbQ7xv.png


http://i.imgur.com/cLhW49K.gifhQEsmVo.gif



Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Toda su atención se centró en ella cuando comenzó el relato. Le encantaba escucharla hablar, podría haberse quedado horas escuchando todo lo que había hecho en su vida sin perder el interés por un minuto. Sus palabras la transportaron a sus sueños, a lo que veía, pudo experimentar su necesidad de saber. Era un tema complejo desde la raíz y entendió que había sido difícil procesarlo, tanto que tal vez ninguno de los dos lo haría por completo. Le besó la cabeza cuando terminó su historia, dándole a entender que estaba todo bien.

-Gracias por contármelo -la estrechó otra vez en un abrazo antes de voltearse a mirar a Sísifo.

Como siempre, su expresión melancólica lo acompañaba pero parecía desconcertado, como si hubiera algo que no terminaba de entender. Pero estaba calmado. Eso la llevó a pensar en lo que había dicho Oniria, "uno con la semilla del bien y otro con la semilla del mal". Oniria había saltado la primera al verlo en su puerta y él tardó minutos en alzar la voz. Pero a veces el bien estaba disfrazado del mal. A veces eran exactamente lo mismo, visto desde perspectivas distintas, tan difuso como la misma realidad.

¿Y?

Sonrió. Le encantaban. Volvió a investigar en su interior, se obligó a buscar algo que le gustara más de uno o de otro. Pero no lo encontró. Veía la belleza en ellos en todos lados. Le encantaba su aspecto, su forma de pensar, su forma de hablar. Poco le importaba si uno tenía la semilla del bien o del mal. Ella misma era un demonio, ¿cómo podría encontrar algo mal en ellos? Giró sobre sí misma hasta encajar en el cuerpo de Sísifo, como piezas de un puzzle. Lo miró desde su pecho con la misma admiración con la que miraba a Oniria, a quien seguía sosteniendo de la mano.

-¿Tú tienes algo qué contar?


@@Oniria Editado por Leah Ivashkova

"%20alt=YwwEbg4.gif


"%20alt=


"%20alt=hQEsmVo.gif3lqIQgZ.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Sísifo:

 

 

Suspiré. Era una información que tendría que meditar durante años antes de asimilarla. Efectivamente, mi existencia no era fortuita, pero no por ello la sentí menos absurda. Al contrario, en ese instante me sentí como si fuese el títere de un mago demasiado ambicioso. Mi identidad, mis pensamientos... todo estaba condicionado. Oniria era la única que podía entender la magnitud de estas revelaciones, porque estaba tan implicada como yo.

 

––El Bien y el Mal... ¿no hay ningún tipo de indicación de a quién le toca cada parte?

 

Estaba aterrorizado. Mi pesimismo me llevaba a tener la certeza de que yo era el poseedor de la oscuridad, aunque por otro lado mi relativismo moral batallase duramente contra aquellos dos conceptos. Oniria negó con la cabeza. Eterna incertidumbre. Leah se giró sobre sí misma para encajar con mi cuerpo y mirarme. Aquellos ojos me calmaron momentáneamente.

 

––Voy a irme. Necesito pensar. No os preocupéis ––me apresuré a añadir–– no estoy mal, pero tengo que reflexionar.

 

Antes de levantarme besé a Leah con dulzura, y llevé mi mano hasta Oniria para apretar la suya en señal de agradecimiento. Después me vestí con tranquilidad, les dediqué una sonrisa amable y desaparecí por el marco de la puerta.

 

@

35BOZ9V.gifTpCoX6y.gif


aHbQ7xv.png


http://i.imgur.com/cLhW49K.gifhQEsmVo.gif



Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

No pudo evitar sentir aquellas palabras como una flecha directa al corazón. Su expresión volvió a la neutralidad aprendida que había practicado durante años y recibió aquél beso como una señal amarga de que tenía que separarse de él. Se retiró lentamente y una creciente angustia se manifestó en la boca de su estómago, tal como si el vampiro responsable de la creación de sus amores estuviera escondido en lo más profundo de su ser, haciendo nudos perfectos con sus entrañas. Lo observó vestirse y no le regresó la sonrisa cuando se fue.

No se movió durante unos minutos, sintiendo la densidad del aire como miles de minúsculas hojillas presionando su piel. Sin embargo, cuando se giró y encontró la mirada de Oniria su vida volvió a acomodarse, en esos ojos era imposible no encontrar la paz. Acopló la mano a su mejilla, acarició su piel con tanto cuidado que creyó por un momento que de verdad podía romperla con una caricia más fuerte.

-A veces creo que te digo poco lo mucho que te quiero -dejó caer la mano y la ausencia de Sísifo volvió a azotarla.

Desgraciado. La tenía comiendo de su mano.

-Sinceramente no me encuentro en condiciones de ir al Ministerio después de semejante cosa y estoy segura de que alguien notará mi colorida piel el día de hoy -la llevó a la cama y se metió en ella, sosteniéndola fuerte contra su costado-. Así que nos quedaremos aquí todo el día, ¿bien? Bien.

Luego buscaría a Sísifo. Porque lo necesitaba. Y cuánto lo necesitaba.


@@Oniria

"%20alt=YwwEbg4.gif


"%20alt=


"%20alt=hQEsmVo.gif3lqIQgZ.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 2 semanas más tarde...

Era una noche de Septiembre, fría y tenebrosa, con una espesa niebla a causa del fuerte frió, el joven Guthrie atraído por una extraña curiosidad se había adentrado sin saberlo en los terrenos de un enorme castillo, de una de las familias mas importantes del mundo mágico, sentía una atracción magnética con aquel lugar, grandes deseos de lujuria recorrían su joven cuerpo, su blanco cuerpo y sus vividos ojos verdes se sentían a gusto con aquel misterioso lugar...

 

Entre los pinos y enredaderas de aquel hermoso lugar el joven se encontraba perdido entre los innumerables caminos de aquel enorme jardín, era sin dudas una experiencia mas que excitante para el, le atraía su deseo de poder y majestuosidad iban acorde con aquel magnifico lugar que por unos momentos le hizo recordar su ostentosa vida muggle.

 

Por un momento se quedo maravillado observando una de las tantas fuentes que adornaban aquel hermoso castillo, observando el agua caer y se puso a divagar, sin darse cuenta que quizás estaba en un lugar donde no debía estar.... No le importo solo quería quedarse el mayor tiempo posible en ese lugar, que para cualquiera podía parecer oscuro y sombrío pero para el era mas que un paraíso!

Editado por Guthrie

EcxLYvz.png


http://i.imgur.com/a40XF.gif Wje49Rw.gif http://i.imgur.com/4xZ9q.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Aquel castillo volvía estar enfrente de la chica de ojos azulados con toques amarillos que podían recordar a la mirada de una felina, algo que la quedaba de su madre, aquella herencia que la hacia acordarse de ella en cada instante, puesto que siempre estaría presente en ella no solo en su mirada sino en su corazón. La fortificación que se alzaba delante de ella fue la última morada que guardó la guardo a ella y su madre, la última familia que quedaba a la ex mortifaga. Quizás fuera lo único que la quedaba en aquel mundo que se había convertido en un lugar más frío y oscuro de lo habitual. Tenía raíces en aquella familia y solo quería un poco de paz y tranquilidad, quizás volver a la realidad de nuevo después de estar en una especie de limbo tras la partida de su amada madre.

 

Ni siquiera sabía si la recordarían, era alguien que solía pasar desapercibida para los demás, a veces era bueno, no ser alguien importante para que no la echaran de menos cada vez que se ausentaba, pero quizás si echaba de menos tener a alguien que la recordara y que la esperase. Pero no podía volver al pasado, debía de afrontar su vida desde presente y mirando al futuro, solo esperaba que pudiera hacerlo en aquella familia que la había recibido siempre con los brazos abiertos y que por suerte pensaban igual que ella sobre la pureza de sangre.

 

Entro en el castillo junto a sus dos elfos, aquellos dos estaban llenos de sus pertenencias y maletas que portaba la demonio. Por suerte no eran muchas. La puerta enseguida cedió dándola paso, como si supiera que ella pertenecía allí. Solo esperaba que su habitación estuviera en aquel lugar como siempre y que no hubiera desaparecido al igual que lo hizo ella. Ahora tenía que intentar ser mas sociable y volver a conocer a la gente que allí residía, puesto que ahora aquella era su familia, aunque no la gustaría perder el primer apellido con el cual su madre la recibió en aquel mundo. ¿Que sería mejor esperar a que alguien la recibiera o buscar su cuarto? mientras pensaba lo que hacer la puerta se cerró tras de sí mientras ella dubitativa pensaba la mejor opción para aquel momento.

 

 

 

 

o6Kvv.gif

gFvk7YA.jpg

undefined - Imgur.jpg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

—No pareces perdido, muchacho.

 

La voz de la matriarca resonó en el jardín como el choque musical de unas campanas. ¿En qué momento había llegado ahí? No podía saberse con exactitud, pero había sido tan silenciosa que ni siquiera había perturbado a las pequeñas criaturas mágicas que dormitaban a aquellas horas por los árboles. La mujer observaba con curiosidad a @Guthrie, sin conocerlo o haberlo visto jamás, pero sin un ápice de molestia por haberlo encontrado en los terrenos de su familia. Era un evento bastante inusual, de hecho, de esos que le hacían salir de la rutina.

 

Se acercó a él con su curioso andar de bailarina y lo miró más de cerca. Cómo había llegado un chico como él a Transilvania, le llamaba la atención. La fachada en Ottery solía despistar a los tontos, por lo tanto, aquél chico no lo era. Quizás era un familiar. Quizás era alguien que buscaba una familia y que, por algo más que suerte, había dado justo en el clavo. La rubia esbozó una sonrisa y le dedicó un saludo cordial con la cabeza.

 

—¿Por qué no me acompañas adentro y me cuentas por qué estás en mi jardín? —preguntó, enarcando una ceja.

 

No le dio tiempo a responder, avanzó por el jardín con naturalidad, familiarizada con cada tramo de él. La puerta se abrió como por arte de magia cuando, al fin, llegaron y se sorprendió de encontrar a alguien en el recibidor.

 

—Eliah, que gusto verte —ensanchó una sonrisa—. No puedo decir que no me sorprende, tengo años sin verte. Deja el equipaje, un Squib lo llevará arriba. Estaba paseando por el jardín y me topé con este joven intruso, estaba por contarme qué hacía fuera. ¿Te gustaría compartir la anécdota con nosotros?

 

@@Eliah Ryddleturn

"%20alt=YwwEbg4.gif


"%20alt=


"%20alt=hQEsmVo.gif3lqIQgZ.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.