Campus Universitario

[pandora dyonel]

tiempoo despues ...........

 

me desaparesi por un buen tiempo creo que fueron de 3 a 8 semanas algo asi , decidi terminar todos mis cursos y tener algo fijo mi trabajo lo amaba , me fasinaba al maximo dios mio

tenia los nervios muy floresidos y mas enerjica de lo normal asi que decidi escribir una carta con olor a cafe ........ a uno de mis queridos y complices amigos

 

 

 

pequi trae tu melena verde , ejjjj no es cierto como estas mi pequi del alma se que me perdi mucho tiempo

pues me pregunto como estas me alegraria la vida verte de nuevo te llevaras una sorpresa o mas bien te dare miles de sorpresas atte patti

 

pensare si le gusta una ves dijo que se le pego lo mio sera ........ no .. en fin

mi cambiaso fue drastico a ver que pasa , o que opina , no cabe dudar que paso mucho tiempo

desde la ultima ves .. oh sospecho que....

[Anthony R. Dracony M.]

Este fin de semana, me apetecía volar. Lo malo era que mi escoba "Saeta de Fuego", la había dejado en la Vulcanizadora mágica para un servicio de mantenimiento y aplicación de barniz. Por lo que fui en busca de "Sombra".

 

Más confiado de saber que dominaba el hechizo desilusionador, me lo aplique a mi mismo para marchar después a la orilla del lago, donde mi amigo iba a beber. Era una suerte que ya podía emplear ese encantamiento con soltura. La profesora Anne me comentaba en la clase de historia, que era sumamente útil ¡y vaya que si! fue lo mejor que pude ocupar en el caso de aquel dragón a la entrada del hospital San Mungo...toda una gran noticia.

 

Si usaba el encantamiento, era para evitar las preguntas sobre "Sombra", me era cansado tener que repetirlo. Iba a montarlo cuando apareció un pergamino.

 

-- Oh! mira esto, si! ¡que maravilla! es una carta! -- La abrí con cuidado y sonreí, era de mi prima linda, Pandora. Tome un bolígrafo y escribí en un trozo de pergamino:

 

 

Planeta tierra, Universidad mágica a 1 de Mayo del año 2016

Querida Pandora:

*La aplasto con el "David de Miguel Angel" jajaja

¡Hola primita! ¿que te han hecho? ¿más exámenes?¿más crucios? o...¿Ha sido al revés? ¿has descargado el caos en tus clases?¿has avadeado a los profesores y compañeros de clase? Seguro que te has divertido de lo lindo!

Yo estoy descansando, ni idea si puedo inscribirme a clases...no se si mi nivel sea de que me permita tomar un conocimiento ¿sabes? ya me estoy acostumbrando a estar holgaseonando, por eso este curso, no me apareceré de oyente (bueno, a menos que haya Historia de la magia con la profesora Gaunt..¡Me encantan las clases que ella diseña!jajaja).

Por lo demás...me muero de aburrimiento. Por eso me voy a ver a los muggles...me divertiré poniendolos locos juarjuarjuar shhh guardame el secreto!. ¡eh! chitón y ponte candadito prima.

¿sorpresas?¿sorpresas de las buenas o de las malas? jajaja Buena semana ¡Suerte liquida! Atte. Antoni

[Vladimir Karkarov]

-¿Espeluznante no?- comentó el Karkarov mientras observaba el cuerpo descompuesto de un licantropo a la par de un arrollo. Acercándose más, notó como algo brillaba debajo de las manos de la bestia, removiéndola con una rama seca pudo sacar lo que se veía como una moneda de oro con el sello de los mercaderes. Solo pudo pensar en alguien cuando vio dicha escena.

 

-Llamaré a Cissy... no te preocupes, resolveremos esto amigo.- le dijo mientras palmeaba la espalda de su amigo, mientras este se daba media vuelta y se regresaba. Mientras tanto, Vladimir se quedó en el lugar sintiendo la magia negra que deambulada por el lugar. Dando pisadas suaves por las hojas de otoño en el suelo. Miró una vez más la escena y acto seguido desenfundó su varita.

 

-Patronus: Dile a Cissy que necesito su ayuda... tengo que resolver un misterio.- Aunque seguramente la joven bruja no reconocería a Vladimir, estos ya se habían visto en otras actividades extra oficiales. Por lo que sabía con certeza que acudiría a su llamada. Esperó sentado en una piedra hasta que la bruja pudiera llegar al lugar en el que se presentaron los hechos.

 

Al cabo de un rato, el pelinegro cayó profundamente dormido, sobre las suaves hojas color café. Al parecer en horas de la tarde se liberaba una sustancia química de los arboles que hacía caer en profundo sueño a quien se encontrara y del cual solo podía ser despertado con un beso en sus labios. El destino de Vladimir ahora quedaba sellado con el accionar de su salvadora, Cissy.

 

 

 

@

[Cissy Macnair]

Me terminé de secar el cabello con la toalla y la coloqué en el cesto de la ropa sucia que había en mi baño privado de la mansión; más tarde los elfos irían por ella y la lavarían, como hacían siempre, dejándola otra vez doblada prolijamente en el estante del baño. Sacudí mi cabello entre los dedos, desenmarañándolo antes de pasar el cepillo por él, que a su vez lo iba secando hasta dejarlo brillante y con olor a perfume. Caminé hacia la cama y me senté en ella, calzándome los zapatos de tacón alto que usaba para ir a hacer trámites en el Ministerio, ya que aquel día iba a pasar por la oficina de empleo para ver a dónde podía ir a trabajar ahora, que había renunciado al Concilio.

 

Estaba por salir de la habitación cuando un Patronus muy particular entró por la ventana de mi habitación y comenzó a hablar con la voz de Vladimir. Habíamos compartido poco más que algún simulacro, unas bebidas en la Fortaleza y alguna que otra visita vandalista a una mansión de la Orden del Fénix, pero no éramos particularmente unidos. Lo que más me extrañó fue el hecho de usar un Patronus. Si hubiera sido un llamado por un asalto o una defensa, la Marca en mi antebrazo derecho hubiera ardido, pero no sentía nada. Así que debía ser por otro tema. Asentí y me desaparecí, siguiendo las instrucciones del Patronus, con mi monedero de piel de moke y la varita en mi mano izquierda.

 

Me llamó la atención cuando el sol del Campus brilló con intensidad por el horizonte. No me había dado cuenta que ya estaba oscureciendo, así que mejor encontrar a Vlad rápido y resolver su misterio, así no nos agarraba la noche cerca de los bosques siniestros que rodeaban todo el lugar. Además, encontrarme con un Arcano a aquellas horas no era divertido, tampoco con alguno de los raros Uzzas.

 

-¿Vlad?- llamé.

 

No hubo respuesta. Fruncí el ceño y comencé a buscar cerca del arroyo que bordeaba por detrás el Campus, donde el Patronus me había llevado. Solté un grito ahogado cuando vi que había alguien a orillas del arroyo, en una posición fatal para estar durmiendo o algo así. De inmediato corrí hacia allí y me di cuenta que era un cadáver. Me hubiera desesperado si no fuera por dos cosas: no podía ser Vlad, sino no hubiera podido mandar el Patronus y, llevaba tiempo descompuesto. Arrugué la nariz, mirándolo recelosa. Junto al cuerpo, había una moneda acuñada con el símbolo del barco y las siglas del Concilio.

 

-¿Una moneda acuñada de los albores de la Asamblea?- esa sí era una moneda extraña, porque aquellas monedas se habían acuñado cuando el concilio no era más que un grupo de corsarios circunavegando el globo y hacía tiempo que no veía una genuina. Ahora entendía al misterio que Vlad se refería, pero ¿dónde estaría Karkarov?

 

Giré en redonde y lo vi, sentado sobre una roca y apoyado en el tronco de un árbol cercano. Dormitaba y balbuceaba entre sueños. Me podría haber reído de inmediato si no hubiera sido por lo extraño de la situación. Un cuerpo, una moneda del concilio y mi compañero de bando dormido. El aroma de los árboles cercanos me llegó de inmediato cuando sopló la brisa y sentí que mi cuerpo estaba pesado, sentía cansancio. Me desperecé y parpadee varias veces. No podía ser. Vlad se había quedado dormido bajo el Sauce de los Sueños, mismo que daba la flor que se utilizaba para la poción del sueño. Me alejé unos pasos y apunté con mi varita al dormido.

 

-Mobilicorpus- dije, haciendo que el cuerpo de Vlad flotara lejos de las hojas caídas del Sauce y del cuerpo sin vida del hombre en la orilla del arroyo. Lo dejé caer suavemente en un remanso de pasto verde y lo examiné. Luego, abrí mi monedero de piel de moke y busqué el antídoto allí, pero no estaba. ¿Lo habría olvidado? Bueno, podía hacer uno con las mismas hojas del Sauce que provocaba el efecto.

 

Me tapé la nariz con un pañuelo que llevaba en el bolsillo y me acerqué hasta el Sauce, arrancando unas hojas de una de las ramas que llegaban hasta el suelo. Miré alrededor y encontré la otra hierba que estaba buscando: aloe vera. Con mi varita y un hechizo corté el aloe vera por la mitad y froté las hojas contra la salvia que tenía en el interior. Con una mueca, me metí las hojas con aloe vera en la boca y las mastiqué un poco. Era asqueroso pero sin la debida poción, iba a tener que utilizar mi propio cuerpo para crear un antídoto.

 

-No te entusiasmes demasiado- dije al inconsciente de Vlad, mientras me reclinaba sobre él para poder introducir el antídoto que había creado al mordisquear las hojas del Sauce. Mis labios tocaron los del mago dormido y los abrí, de modo que mi lengua tocó la suya. Hubiera pensado que todo eso podía ser peor, pero no era así. Vladimir olía a... menta... rosas... no podía decirlo con exactitud. Un cosquilleo en mi estómago y luego en las palmas de mis manos. Vale, estaba besándolo.

[Pik Macnair]

Al pronunciar el nombre de su demonio interior su cuerpo se tensó, sintió un escalofrío recorrer su espalda y como su mano apretó con más fuerza el bastón. No entendía como Arya conocía sobre Reshi y porqué lo buscaba, ¿quien quería ver o conocer al insoportable demonio? Se mordió el labio, sin saber que responder.

—¿Cómo sabes de Reshi? —fue lo único que llegó a decir, además era lo más lógico. Se disponía a preguntarle más cosas, pero la mujer haz un movimiento que él mismo había hecho tantas veces.

Sabía lo que era luchar contra un demonio que vive dentro de tu cuerpo y todo lo que esto conlleva, no es solo un dolor mental, también es físico. Lo afecta a uno y el Macnair muy bien lo sabía, el bastón que cargaba era un recordatorio.

—Deberías sentarte si no quieres desmayarte, es lo mejor si no quieres terminar así —con un movimiento de sus labios señaló sus piernas y el bastón— es mejor dejarse llevar por el dolor físico y solo luchar por el emocional, está todo en tu mente.

Se sentó, aun pensando en el nombre. Lúthien. Le dio unas palamaditas al banco e invitó a la Macnair a sentarse, al final de cuentas era un familiar suyo aunque no la conociera personalmente. Había leído informes sobre ella en la Fortaleza Oscura, cuando era Líder siempre se enteraba de todo lo que sucediera en Ottery.

—¿Lúthien, dices? Me suena el nombre —en realidad no le sonaba el nombre, pero Reshi se encontraba más callado que nunca—. Te diré que vamos a hacer, Arya. Me dirás como sabes de Reshi y me esforzaré en recordar de donde recuerdo ese nombre. Además, me gustaría saber algo —la miró directamente a los profundos ojos— ¿por qué eres Macnair y nunca antes visitaste la mansión?

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[pandora dyonel]

Olgasan a señor , bueno tenia un poco de resenmiento por el lo juro , si no me comunique fue por algo y mas dadas las oportunidades me fue bien hasta donde se , pues en la oficina de inquisidores me tenian mas quieta , al ser nueva eres novata regrese con otro pliego de pergamino esta ves lo llebaba la lechusa de los inquisidores

 

Pequi: porque preguntas claro termine todo a todo

Y shhhhh , mas bajito a ver si se te quita esa flojera tremrnda y me visitas a la oficina de los inquisidores

Ahhh que tal ya tengo orden en mi vida es genial no y ten cuidado con la lechusa es del cuartel muy bien nos vemos pronto flojito adios

 

Sres esta ves las cosas dieron cambios drasticos y de afeo tonks pido orden en mi vida y yo mas orden en el ejjjj pero esto se fue muy feo

[Vladimir Karkarov]

Mi consciencia regresó con un sabor amargo en mi boca y la textura de unos suaves labios rozando los míos. La lengua de Cissy empujaba el antídoto a mi boca y con este mi conocimiento y recuerdos iban tomando consistencia, ahora recordaba el lugar en el que estaba y el por qué estaba ahí. La llamada de un amigo, el cuerpo de un licantropo y la moneda acuñada del Concilio de Mercaderes. Ahora recuerdo el por qué llame a Cissy, amiga dentro del bando y ahora fuera de él.

 

Ya podía hablar, pero mi cuerpo aún no reaccionaba al antídoto. A como pude, moviendo la lengua empujé la mezcla amarga hacia una de mis mejillas para no tragarla y poder hablar con la bruja que me ayudaba. Hasta entonces, no se había separado de mis labios, al parecer le gustaban. O eso me hacía pensar. Moví la boca y abrí los ojos como pude con miles de esfuerzos, es entonces la primera vez que la veo fuera de las murallas de Nurmengard, la primera vez que la veo sin su mascara, me parecía hermosa, con un tono de mejillas y un color de ojos cálidos y abrasadores que inmovilizan mi alma.

 

-Ese ha sido un hermoso beso... con sabor amargo, pero beso al fin.- me sonrojé un poco, pero igual tampoco podía tener muchos movimientos gracias a la parálisis. -¿Qué hago ahora mi salvadora? No puedo mover el cuerpo en los absoluto.- intenté moverlo nuevamente, igualmente sin resultados positivos. me comenzaba a sentir frustrado, pero al menos estaba ya consciente. Algo de lo que estaba agradecido. -Oye y como hiciste para despertarme... está claro que no solo fue el beso.- sonreí, luego botaba los restos del antídoto que quedaban en mi boca.

 

-No sé si ya viste la moneda que encontré junto al cuerpo del lobo, se me cayó de las manos cuando me desmayé. Sentí que lograría salir de aquí, pero luego solo vi oscuridad luego de eso. Es extraño ver una moneda de esas ya que fueron las primeras de los antiguos corsarios mercaderes provenientes de Noruega y Finlandia.-Extrañamente hablaba más de lo que podía mover el cuerpo. Esperaba no cansarle de tanto hablar.

Al cabo de un momento, mi dedos del pie y de la mano comenzaron a reaccionar, podía sentir como cerraba la mano tomando algunas hojas del suelo y las apretaba, estaban frías y casi descompuestas, de un color marrón. Sentía la tierra bajo mis manos, la sentía latir bajo mi cuerpo, irradiando su energía sobre mi alma. Pero la presencia de Cissy me daba cierta seguridad, el estar inmóvil en el suelo no me ayudaba demasiado en lo que buscaba hacer.

 

-Ya puedo mover la cabeza bien.- dije mientras alzaba la cabeza para buscar a mi compañera de bando que se encontraba sentada sobre una piedra llena de musgo verde. La notaba molesta, a lo mejor no esperaba hacerse cargo de un paralitico este día. Pero nada podía hacer, hice un intento más de mover todo mi cuerpo y funcionó. Me levanté del suelo bastante mareado y con dolor de cabeza y un poco desubicado. Había trasladado mi cuerpo a otro lugar, lejos del cuerpo.

 

-Hola de nuevo joven hermosa-. hice una pequeña reverencia.

[Arya Macnair]

Asintió.

 

No lloraría como una chiquilla porque Lúthien parecía estar arrastrándole al borde de la locura más el observar por unos segundos aquel bastón le hicieron cuestionarse las veces en que se había herido para callar las voces o mismo que había luchado con fiereza creyendo que podía vencerla; cada vez y por muchas más todo su cuerpo lo recordaban empezando por la cicatriz cerca del omóplato izquierdo, más bien debajo de éste, donde la flecha de Sebástian había dado tras la huida. —Ella está en mi mente— comentó tomando asiento, dejando cerca de 30 centímetros entre sus piernas y las de Pik, aun le parecía demasiado poco.

 

Ya no rozaba el relieve de su varita, debajo de su túnica negra había algo más importante y relevante ante las preguntas que el hombre le hacía, entre pliegue y pliegue de ropa logró dar con un forro de cuero curtido y endurecido por reacciones químicas, aquel cuaderno era tan viejo que de golpearlo con la suficiente fuerza podría volverse polvo más se lo confiaría al Macnair puesto que también formaba parte de su pasado. —Tú sabes de mi— comenzó, estaba claro que lo sabía pues antes de dejarle hablar había hecho alusión "a los suyos", tragó en seco y fijó un punto muy lejos de su ubicación, ahora ya no podía verle a los ojos, hasta su voz le descolocaba, —Pues yo sé las sospechas que recaen sobre tu persona, Pik— simple y directa.

 

Acto seguido dejó ver los bordes del cuaderno lentamente para que no se alarmara y cuando logró que los rayos de luz solar diesen en su portada extendió el brazo derecho por sobre su cuerpo y lo depositó en medio de los dos, —Me creerás más si lo lees— expresó, ella tenía todo el día para esperarlo aunque sabía que no le tomaría más que media hora, una hojeada a simple vista relataría la historia de la demonio en su interior la cual le retorcía la entrañas por la cercanía del hombre que le había traicionado; entre demonios las traiciones se pagaban con sangre pero la pelirroja no deseaba hacer rodar la cabeza de su padre. Su tórax produjo una leve convulsión, una risa irónica de dos segundos, otra vez lo estaba llamando así.

 

En las primeras hojas Lúthien relataba como había sido herida por un desconocido y perseguida por un grupo de cazadores en medio de la fría Suecia, expresaba su intento por suicidarse cuando no logró transformarse en un lobo para huir con más velocidad. Describía a continuación la habitación en donde había despertado y al hombre que hubo conocido, ese que le ofreció irse si deseaba más le dejó claro que le había puesto a prueba porque el quería poder en su vida, por ende, la quería a ella.

 

Los días seguidos simplemente era citas aisladas, comentarios sobre lo que Reshi le enseñaba y como día tras día lograba controlar mejor el cuerpo poseído así como la magia de la bruja y sus propios poderes como demonio hasta volverse una sola persona. La rasgadura de pluma se volvió más intensa cuando los sentimientos de Lúthien surgieron, ambos se atraían pero como simple lectora lo que Arya veía era una perfecta oportunidad para que el demonio crease un monstruo. Había cruzado sus manos sobre el regazo e intentaba calmarse, desde que Pik había abierto el diario de su madre tenía las pulsaciones por el cielo.

 

Cuando apareció en la historia lo supo porque —quizás sin notarlo— su interlocutor cambió el semblante, fue graciosa la transmutación pues apostaba que los ojos se le habían salido de órbita. En cambio ella no se emocionaba demasiado pues en contraste Reshi había comenzado a desaparecer de escena cosa que enfureció a Lúthien volcando sus decisiones a un fallido aborto. Más adelante las hojas en blanco con rayones de odio, palabras ofensivas, dibujos extraños, breves frases de odio hacia él y —cuando se daba por vencida probablemente— palabras de amor y devoción.

 

Y ya en el final de la historia aparecía el mismísimo Pik Macnair resaltado con rayas negras a los lados, Lúthien había dejado expreso su odio hacia el hombre. Reshi había obtenido su cuerpo abandonando por completo la causa por lo tanto el pequeño monstruo sería cosa de ella desde ahora en adelante. Increíblemente la última hoja estaba firmada por la mujer "Siempre te odiaré. Enteramente tuya, L." no sabía si él llegó a leerlo pero conocía hasta la más mínima mancha en esas hojas amarillentas con puntas rasgadas.

 

—Celare Ater Secundum Lux— Susurró media alto, solo un Macnair entendería sus palabras.

 

@@Pik Macnair

[Pik Macnair]

No negó las acusaciones que Arya le hacía, pero había una diferencia si ella lo hacia y si él lo hacía. Pik tenía pruebas, ella y sus allegados solo sospechaban. Sospechas acertadas, cierto, pero carecían de hechos. Le sostuvo la mirada y habló.

- Es cierto que te conozco, Arya. Hay investigaciones y en Ottery se rumorea que formas parte de la Orden del Fénix, que eres leal a sus ideales y de una de las más cercanas a sus líderes, pero eso a mi no me importa. Una de mis primeras parejas también fue una seguidora de la Orden, he tenido familiares que forman parte de ambos bandos y hasta amigos, pero hay que saber respetar esa pequeña línea de serle fiel a tu bando y a tu propia vida, familia y amigos. Eres mi familia aunque no sepa la conexión, así que te pido por esta charla que tu me convocaste, que hablemos sobre el tema que quieres y no de ninguna acusación si somos de un bando u otro, no vine para ese tema.

Calló y la escuchó, aunque la conversación no fue larga. En algún momento pensó que la mano que estaba bajo la ropa saldría junto a su arma y un duelo se desataría en el Campus, pero no era nada eso lastimosamente. Dejó una especie de diario en la silla y sintió un escalofrío por toda su espalda, lo conocía y había soñado con ese diario. Lo tomó y miró a Arya, desconcertado.

<El diario de Lúthien, pensé que nunca leerías esto, Macnair. Puede que llegues a odiarme luego de esto>

<Toda mi vida te he odiado, Reshi, no creo que implique alguna diferencia ante el odio ya existente. Te he visto a punto de sacrificar a tu propio hermano para que tu padre de perdonara, nada me sorprendería>

<Te sorprenderé, como siempre>

Lo cogió tras vacilar y empezó a leer, reconociendo las letras y cada palabra, como si estuvieran escondidas muy en el fondo de su mente. Podía imaginárselo, casi vivirlo. Sentir la devoción de Lúthien hacia Reshi y el desprecio de este hacia ella luego de utilizarlo. El sufrimiento y la agonía de ella podía vivirlo a carne propia, ya que él mismo era por lo que estaba pasando. No era más que el contenedor del mismo demonio y era casi peor que enamorarse de él, vivía toda su vida junto a Reshi.

Habían ciertos puntos en la lectura que, aunque en las palabras no mencionaban al demonio, Pik sabía en que se encontraba Reshi mientras la mujer sufría en soledad. Bares, prostíbulos, mujeres pidiendo ayudado y hombres pidiendo favores de acabar con su sufrimiento. Reshi cumplía con todo, bebía, disfrutaba, las cuidaba y robaba las vidas de aquellos infelices que no eran capaz de vivirla. Cuando necesitaba de un cálido hogar y el placer de una mujer, volvía hacia Lúthin, quien siempre lo esperaba.

El diario seguía esa historia y las imágenes en su mente eran casi como una película, era la unión de las dos historias y notó en que tan mal estado mental se encontraban ambos demonios. Sentía el odio de Lúthien hacía Reshi, pero para él ese odio solo era un pasatiempo. Detuvo la respiración ante la sorpresa de que tuvo un bebé, pero más que todo esto recaía en que Reshi podía ser padre. Claramente, debía ser el peor padre del mundo.

Abrió muchos los ojos y paró la lectura al ver su nombre, no estaba entiendo nada.

<Piensa mas más allá de la humano, pequeño Malfoy. Es la única forma que comprenderas esta historia>

Hizo un gesto con la mano como si estuviera alejando algo de el, intentando huir de los pensamientos de Reshi. Lúthien lo odiaba y él no lo conocía <si te conoce, porque me conoce. Te odia, porque formo parte de ti> Y ahí fue cuando cayó en cuenta y escuchó la carcajada del demonio en su mente. Se volteó y miró a Arya por primera vez en un buen rato.

- Eres la hija de Reshi -dijo casi atónito, sin poder decir que era su hija. Prácticamente lo era, pero prácticamente no. Se quedaron ambos un rato en silencio, escuchando solo la brisa-. Si Reshi es tu padre... se podría decir que soy el portador de tu padre o tu padre en si, ¿no? -dejó el diario en el espacio que los separaba y empezó a juguetear con el bastón, ansioso-. Hay una parte de la historia que no entiendo, Arya ¿qué pasó con Lúthien? ¿Vive dentro de ti al igual que Reshi o decidió simplemente desaparecer?

>Ya tiendo porque deseas hablar con Reshi, pero eso no va a suceder -la miró directamente a los ojos, sosteniéndole la mirada- si dejo que él posea mi cuerpo no sé cuando volveré a tener el control, no puedo dejar eso que vuelva a suceder -bajó la mirada y apretó el bastón con fuerza, recordando la ultima vez que sucedió-. Si... si vuelve a tomar el control, creo que moriría

Soltó al final, titubeando y con la garganta prácticamente seca, lleno de temor.

 

 

@

[Arya Macnair]

—Entenderé si no lo asimilas aun, tampoco me agrada la idea...

 

¿Por qué mentir?, estaba demás el hecho de decir que deseaba una figura paterna ahora cuando era una mujer hecha y derecha con ideales a sostener como él bien había dicho. ¿Decirle que soñó cada noche con un encuentro cálido?, desde el momento en que se había decidido a escribirle solo sufría pesadillas frecuentes en donde ambos se mataban y no precisamente blandiendo la varita como los famosos guerreros que eran sino despedazados por sus propias manos como las bestias que dormitaban en su interior.

 

Se atrevió a tomar el diario tras la pregunta alusiva a su madre y guardándolo en la seguridad de sus ropajes la sorprendió una fuerte mirada, ¿la había visto otra vez? irónicamente sintió que se prendía fuego allí mismo y tembló. Las cosas atroces que se decían de él, las verdades sobre su destreza y su inteligencia, aquellas cualidades que compartía con la bruja puesto que en apariencia era la viva imagen de Lúthien; estaba convencida de que ya no necesitaba de él pero todo su cuerpo se volvió del polo opuesto al Macnair y la atracción cada vez era más fuerte.

 

—Me costó mucho tiempo encontrar a alguien que recabase en mi mente como para dar con esa respuesta— Soltó riendo con naturalidad como si hablase con un amigo de toda la vida, la reticencia en voz de Pik le dejó en claro el disgusto que la noticia le suponía, —Lúthie te siguió hasta Ottery, bueno a Reshi...— estaba un poco confundida aunque era gracioso porque aquel hombre sufría lo que ella cada día, —Dio a luz en el caldero chorreante y murió después de eso. Al parecer el odio que albergaba en su alma fue tan grande y puro que logró transformar a su propia hija en un contenedor, una especie de Horrocrux o como quieras verlo, su juguete— inhaló y exhaló de forma pesada y mecánica, al final eso había sido.

 

Boquiabierta Pik la dejó sin habla, ¿en verdad entendía por qué quería ver a Reshi? aun negándose decía comprender los motivos que le habían arrastrado hasta allí aquel día pero entonces todo su estómago se revolvió y sintió ganas de vomitar, todo el ambiente se impregnó de olor a lluvia y Macnair de un salto se puso en pie, —No hagas eso, por favor— bramó dándole la espalda un instante y luego encarando su anatomía manteniéndose siempre dentro de los límites prudentes de espacio personal.

 

—Tu miedo me provoca dolor de estómago— Explicó apenada, nadie sabía de esa empatía.

 

Aun así deseaba una explicación, saber por qué le habían creado, por qué existía todo era confuso si lo pensaba con la mente de una persona inocente. —Ustedes crearon un monstruo— agregó apretando los puños con tanta fuerza que sus uñas se clavaron en la zona blanda de las palmas de sus manos, —He vagado por el mundo en busca de una explicación, ¿por qué yo? y me dirás que no sabías de mi, ¿Tienes idea a cuánta gente he... yo he...— ni siquiera podía decirlo, si filtro de sentido común se había rajado y estuvo al borde de admitir la cantidad de actos nefastos que podrían vetarla de por vida de La Orden del Fénix.

 

—¿Por qué yo, Reshi?— Preguntó mirándolo directamente a los ojos, sabía que él estaba ahí.

 

@@Pik Macnair