Agencia de Viajes El Fénix Aventurero (MM B: 78435)

[Sagitas E. Potter Blue]

Me quedé alelada. Sí, de acuerdo, estaba adormilada y me había despertado de forma brusca. Pero un cliente es un cliente, ¿cómo se me ocurría llamarle ladrón en vez de ofrecerle un viaje de ensueño con el que ganar unos galeoncitos? Además, se había enfadado y no me dio pie a disculparme. Así que sólo pude mostrarle una sonrisa lo más dulce posible mientras con las dos manos me peinaba el pelo alborotado por la siesta en el sofá.

 

-- ¿Transportes y Deportes Mágicos? -- dejé de tocarme el pelo y le miré fijamente. ¡Demonios! ¿En qué follón me había metido ahora? ¿Me habían puesto una multa en el bus por exceso de velocidad o por falta de invisibilidad en el cielo muggle? ¿Había vendido alguna entrada falsa del último Mundial de Quidditch y me habían pillado? ¿Qué es lo que había hecho que un Funcionario Ministerial venía a buscarme. -- Por... Por supuesto.. Con... Conversemos aquí... En el mostrador... Espero que su visita sea... para ... para bien... Usted dirá...

 

Me froté los dedos por los pantalones, para paliar el sudor frío que me había entrado y le sonreí un poco más abiertamente.

 

-- ¿Una bebida mientras hablamos? Tengo té, café y alguna bebidilla digamos... espiritual... Si es que puede beber alcohol en horario laboral, claro...

 

Le indiqué una silla cómoda frente al mostrador y me senté delante de él. Quién sabe... Tal vez le pudiera vender una entrada a la Eurocopa de Fútbol, si tenía ganas de conocer algún deporte muggle.

[Edmund Browsler]

http://i.imgur.com/uUSU79R.png

 

 

Edmund aceptó la sonrisa de la bruja con cordialidad, como bien diría Charles: los buenos modales primero.

 

— Correcto —respondió afirmativamente a la mujer de pelo violeta. Esta parecía estar un tanto nerviosa por eso, ¿acaso ocultaba algo? Los sentidos de caza de Edmund se agudizaron un poco, aunque sus intenciones no fuesen multar o acusar a nadie de algún delito, de eso se encargaría el Departamento de Seguridad Mágica—. Está bien, donde usted decida.

 

El mago se encaminó hacia el mostrador y aceptó la invitación de su interlocutora.

 

— Un café estará bien, hoy me toca un larga jornada laboral.

 

¿Alcohol? ¿Acaso estaba bromeando? Edmund sacudió su cabeza con gesto de negativo. Le encantaban los licores... pero por las noches y tal vez alguna copa de whisky de fuego por las tardes, nada más. Sin decir nada al respecto, el mago se sentó en la silla que se le había indicado y continuó hablando.

 

— Según he revisado en los archivos, los servicios ministeriales de la agencia de viaje han caducado. —El mago sacó una carpeta de color marrón y leyó el comunicado en voz alta—. El Departamento de Transportes y Deportes Mágicos anuncia a toda la comunidad mágica que los servicios ministeriales correspondientes a la conexión red flú, trasladores y hechizo antiaparición han expirado. Por lo tanto, se invita a los patriarcas de las familias que habitan Ottery St. Catchpole y a los propietarios de los negocios ubicados en el Callejón Diagon a renovar su servicios.

 

» Es importante que renueve sus servicios, especialmente el hechizo antiaparición en estos tiempos tan peligrosos. La conexión de red flú y la adquisición de trasladores queda a su criterio. ¿Alguna pregunta?

 

El mago le entregó el folleto explicativo de los pasos a seguir para la actualización de servicios ministeriales.

[Sagitas E. Potter Blue]

Me apresuré a servirle un café al funcionario, dándole la espalda. Por muy buena que fuera escondiendo mis sentimientos, algo me decía que le había hecho sospechar con tanta palabrería. Respiré varias veces de forma profunda, aunque flojito, para que él no sintiera el ruido del aire y después me volví con una sonrisa, con una bandeja en las manos que contenía una cafetera y dos tazas de café, cucharrillas y un azucarero.

 

-- Café para el Caballero. -- Intentaba ser amable para poder afrontar lo que fuera si me mostraba participativa

 

Esperaba cualquier cosa, la verdad. Pocos (o tal vez demasiados) saben que tengo cierta tendencia a encontrar los productos que quiero en lugares tal vez no muy oficiales. Sin embargo, no esperaba que me hablara de los servicios ministeriales caducados. Enarqué una ceja, muy sorprendida.

 

-- ¿Los servicios ministeriales?

 

Parpadeé dos veces y sonreí mucho más ampliamente, relajada. ¡Los servicios ministeriales! ¡Maldita memoria, se me había olvidado renovarlos!

 

-- ¿Quiere decir que no los he ampliado? ¿Desde cuándo estoy indefensa?

 

En realidad, mis preguntas eran pura parodia porque sabía perfectamente ese dato, ya que mi elfo Harpo se encargaba de recordármelo cada día, todo miedoso él. Pero no iba a decirle eso al hombre de Transportes.

 

-- Oh, vaya, lo siento... -- Mi voz sonó de verdad atribulada por la noticia. -- Estoy atribulada, no pensé que había pasado tanto tiempo... ¿Hay que pagar alguna multa por renovar de nuevo? ¿Trae usted los papeles para renovar aquí o tengo que ir a la Ventanilla del Ministerio? ¿Los precios han subido? ¿Hay descuentos por negocios familiares que renueven los servicios en grupo? ¿Quiere más café?

 

Sí... Cuando me dan cuerda no callo ni bajo el agua.

 

-- ¿Sabe también si el resto de mis negocios están desamparados cómo éste? ¿Puedo renovar todos los servicios juntos o uno por uno por negocio? Pero tómese el café que se le enfría...

 

Como no me detuviera, seguro que se me ocurrían más preguntas.

[Edmund Browsler]

http://i.imgur.com/uUSU79R.png

— Muchas gracias.

 

El mago observó cómo la bruja se acercaba nuevamente hacia él. Esta vez llevaba en sus manos una bandeja con lo que él había pedido. Edmund no tocó la cafetera. En ese momento estaba intentando recordar algo que se le había olvidado casi por completo. Y su inútil recordadora no le diría qué sería.

 

— Desde mayo sino me falla la memoria —respondió Edmund. Se había publicado un artículo en el profeta al respecto y también un comunicado en el atrio del Ministerio de Magia, ¿cómo era posible que aún hubiesen personan que no estuviesen enteradas de aquella noticia?—. Y está en lo cierto, no los ha renovado.

 

Aquella bruja era en cierto sentido un enigma. Edmund no lograba comprender todo el concepto de la mujer que tenía frente a él. Al parecer estaba hablando con la dueña del local.

 

— Para renovar sus servicios debe dirigirse hacia la ventanilla única para trámites ubicada en el atrio del Ministerio de Magia y llenar el formulario respectivo. —La voz del mago resultaba mecánica, cómo si se supiera todo aquello de memoria—. El precio de los servicios es el mismo. No se les cobrará ninguna multa al respecto. El descuento lo hacen directamente los duendes del Banco Mágico Gringotts. Actualmente no contamos con ningún tipo de descuento, los duendes son muy tacaños como ya sabrá.

 

» ¿Me faltó responder alguna pregunta?

 

Al parecer la bruja tenía unas cuantas preguntas más por hacer.

 

— Sí, todos los servicios caducaron al mismo tiempo. Puede renovarlos todos juntos o uno por uno, como usted prefiera. Sólo debe ser cuidadosa al llenar el formulario, no lo aceptamos si tienen errores o tachaduras, y contar con los respectivos galeones en su bóveda de Gringotts.

 

¡El café! Edmund dio un sorbo y dejó nuevamente la taza sobre la bandeja. Ya había recordado por qué otra razón estaba allí.

 

— En los formularios leí que la agencia tiene un autobús mágico certificado por el departamento —empezó Edmund, sacando una nueva carpeta de su monedero de piel de moke—. Y debo revisarlo para certificar que está en buen estado.

[Thoth]

-¿Estás seguro?-

 

Cuestiono y bajo su mirada, arreglándose su gafas. Al momento que el viento jugaba con su cabellera, la misma ondulaba, a pesar de ser corta. Fue así que su atención se encontraba clavada en aquellos orbes que no le quitaba ni por un segundo la mirada.

 

-¡Sí!-

 

Afirmo y haciendo un chasquido con sus dedos le muestra una foto, al parecer era ese su objetivo, no había más nada que decir. Aunque, los rumores indicaba que varios miembros del Ministerio de Magia o al menos uno se encontraba en aquel recinto famoso, pero no era prioridad el cumplimiento de su objetivo.

 

-Entonces, es necesario que termines de realizar los trámites.-

 

Al terminar de pronunciar su acompañante desapareció y fue a cumplir su orden. Al parecer el licántropo no se encontraba tan solo, al parecer alguien le acompañaba en las sombras, este sujeto siempre se había mostrado, hasta un momento particular como su sombra, en ocasiones protegiéndole y en otras guiándole por otros senderos.

 

-¡Maldición!- Exclamo, al no poder desaparecer y parecer, inclusive volar. –Al menos, así voy conociendo un poco el lugar, dado que cada aroma, cada rastro mis sentidos lo van captando mejor, aunque ello amerita que me canse un poco, dado que no camino tan rápido.-

 

Murmuro un poco, mientras que se disponía a caminar desde el lugar de donde se encontraba a un lugar, allí al entrar, esperando que se encontraba abierto, bajo la mirada y se arreglo sus gafas, allí espero que alguien le atendiera.

[Sagitas E. Potter Blue]

Demasiada información: ¿desde marzo de este año estaba sin tener activados los hechizos ministeriales? Eso me sorprendía, aunque no mucho, yo era un puro despiste para las fechas y los números.

 

-- Le agradezco muchísimo que me haya informado. Por supuesto, iré a la Ventanilla única para renovarlos. Lo que no me esperaba era esto, con la de veces que estoy por allá, ni me había fijado que podía haber actualizado la protección de mis negocios y mansiones. Si me paso la vida por allá...

 

Mismo precio, gracias a los dioses que no habría multa... Sin descuentos y sin ralladuras ni raspaduras en el formulario.

 

-- Entendido, jefe -- le dije, saludándole de forma militar, aunque después dudé de si el funcionario de Transportes conocería ese gesto muggleoso. -- Oki, pues enseguida iré a verle y a renovar todo.

 

De repente, tenía ganas de que se fuera, porque me había despertado en mitad de un sueño para "recordarme" que debía pagar un montón de galeones para renovar unos servicios que se me habían olvidado. Bueno, ya lo haría, mañana, pasado... En cuanto tuviera un tiempo libre. Tomé un sorbito de café y por poco lo vomito cuando me preguntó por el bus. Le miré de forma cauta.

 

-- Hum... ¿Ein? ¿Mi autobús mágico...? Pero si paso la ITV muggle cada año...

 

Bueno, pasarlo era fácil, moviendo levemente la varita cuando el funcionario muggle se acercaba y "convenciéndole" de que el bus tenía todo lo necesario para seguir funcionando con normalidad y sin necesidad de más revisión. Pero me temía que eso no era la actitud correcta con este funcionario que no tenía ni un poco de muggle lerdo y manipulable.

 

-- Mire, por aquí debo de tener la documentación. Recuerdo perfectamente que fue por el... 2010, no me diga que también hay que pasar una certificación adicional que no me informaron. Ahhhh, aquí está.

 

Le presenté el formulario que me habían firmado en Transportes en aquel maravilloso día que me dieron de alta el autobús y certificaron que podía servir para el transporte público de viajeros mágicos.

 

-- ¿Necesita verlo? ¿Visualmente? -- rogué para que no fuera así. Por lo que recordaba, la última vez que lo usé fue en cierto problemilla en el Estadio donde rocé todo el lateral contra el aparcamiento. ¿Lo habría arreglado mi elfo Harpo?

 

Por fin, una distracción para calmar la curiosidad del funcionario de transportes... ¡Un cliente!

 

-- Si me permite un minuto mientras curiosea el certificado del autobús que le he entregado... Voy a atender a ese muchacho.

 

Me acerqué a él casi de un salto y le sonreí.

 

-- ¡Gracias, gracias, gracias! -- ¿le iba a confesar que le daba las gracias por librarme momentáneamente de la atención del Empleado de Transportes? -- Gracias por ser el cliente mil de esta semana. ¿En qué podemos ayudarle en El Fénix Aventurero? ¿Está pensando en hacer un viaje de estudios? ¿Romántico? ¿De empresa? ¿Ocio o placer? ¿O ambos?

 

Esperaba que no huyera con tanta pregunta.

[Thoth]

-¿Cliente mil?

 

Indaga mientras que su mirada se clava en la misma persona que se le dirigió en ese instante, suspirando profundamente, cerrando así sus orbes, lentamente comienza a divagar lo que debiera responder dado que no poseía un galeón en lo absoluto, eso era producto a su vida, a ese pasado del cual o le gustaba hablar, pero la idea viajar no era mala.

 

-Viajar…

 

Baja lentamente la mirada y en eso indaga un poco, pero también debelo un poco del mismo, así que eso no le agrado mucho. Dado que era ya un inmigrante, pero por desgracia no poseía su documentación en ese mismo instante, dado que lo poseía otra persona, alguien que este desconocía.

 

-Pero si un chico, no viaja solo. Al menos no sin autorización.

 

Le clava la mirada, mientras que su tono de voz, era algo nervioso.

 

-No piense que me escapado del colegio, sino que simplemente, pues …

 

Desvía la mirada, dado que no sabía que responder.

 

­-Soy solo un estudiante de Ravenclaw, pero si me gustaría conseguir un empleo. Algo que me diera algunos galeones.

 

Off. El 25-7 se actualiza mi ficha, por lo que lo manejo, que es un poco más joven. Dado que la nueva formaulacion, se hace constar ese dato.

[Sagitas E. Potter Blue]

El muchacho era listo. Mientras esperaba que @@Edmund Browsler se decidiera a no seguir preguntando por el bus y lo dejara pasar (de lo contrario, tal vez me hubiera metido en algún lío), asentí fervientemente ante la pregunta del muchacho.

 

-- Sí, sí, cliente mil. Es que aquí trabajamos muy duro cara a las vacaciones y hemos contratado varios viajes de grupos y eso ha hecho que las ventas subieran...

 

Supongo que no tenía que porqué decirle que era mentira, que llevaba tiempo sin clientes.

 

-- ¿Un menor? ¿Tienes menos de 17 años? No lo parece. De todas maneras, con el permiso de tus padres o tutor, puedes hacer un viaje por Inglaterra. Creo que tendría que consultar con Internacional si un menor puede cruzar la frontera.

 

¿Pero qué decía? ¡Si yo era la Directora de Internacional...! ¿Me lo iba a preguntar a mí mismo? Me aferré a sus palabras para cambiar de tema.

 

-- ¿De la Casa Ravenclaw? Entonces serás muy inteligente... Soy Huffy. No quiero decir que no sea inteligente, pero creo que soy más de la vertiente de los glotones. Creo que tengo sangre de Helga en las venas.

 

Sonreí, con la mente más en pastelitos de natas que en su petición de trabajo. Después arrugué el ceño.

 

-- ¿Trabajar...? ¿Aquí...? Pues... Bueno... No sé... Me vendrían bien un par de manos extras...

 

Como no fuera para dormirse en el sofacito de la sala de la cafetera... Pero después me dio lástima su expresión. Yo también recordaba mi época de estudiante y lo mal que lo pasé sin dinero, hasta que empecé con mi primer negocio, el Circo.

 

-- Bueno, está bien. Pero creo que ganarías más en el Ministerio, pero si quieres trabajar en la Agencia... ¿Sabes idiomas?

 

 

 

OFF.-

 

Supongo que sabes que los galeones ganados en negocios son ficticios. Sólo se permiten pagos entre miembros de la misma familia. Así que presupongo que tu petición de empleo es on rol, para disfrutar del rol, porque en sí, no puedo pagarte nada.

 

Saluditos.

[Thoth]

-Pss…

 

Repitió varia veces a cada interrogante que la dama le hacía gran velocidad, se sentía incluso en clase y día de prueba, pero aquellos días era mejor, dado que luego de muchas horas pasada en la biblioteca leyendo, discutiendo sobre algunos temas en su sala común, el día de la misma, era su actividad preferida.

 

-Es muy necesario eso de la firma del tutor o representante legal.

 

Al expresarlo desvió la mirada, dado que la mujer que le cría e incluso bajo la tutela hipotética de su tío materno, le fuera muy difícil que ellos aceptaran que este trabajara a esa corta edad, dado que entre suspiro su mirada solo se concentraba en la bruja. Pero no fue todo lo que noto, al parecer ella parecía desprender un cierto aroma extraño ¿Qué seria eso? ¿Acaso se encontraba nerviosa? ¿Qué era ese aroma?

 

Off. Si eso lo sé. Ya que ando en los tramites,de abrir el mío.

[Edmund Browsler]

http://i.imgur.com/uUSU79R.png

La bruja parloteaba sin cesar y Edmund intentaba captar cada una de las ideas que mencionaba continuamente para no perder el hilo de la conversación pues no quería parecer maleducado.

 

— Perfecto, entonces la esperaremos por allá para que actualice sus servicios y pueda gozar de la seguridad que le proporciona nuestro departamento.

 

El mago recibió la documentación del autobús mágico y la leyó minuciosamente... Todo parecía estar bien, aparentemente. En cuanto a la bruja mencionó sí quería verlo personalmente sopesó que algo extraño sucedía. Edmund miró inquisitivamente a la bruja por unos segundos y luego volvió sus ojos azules hacia el documento. En ese momento ingresó un cliente al local y la dueña había tenido un momento oportuno para escaparse de allí.

 

— Adelante.

 

Mientras la mujer atendía al recién llegado, él se terminó se tomar el café y de leer los documentos propios del vehículo. Estaba muy cansado.

 

— Disculpe —interrumpió la conversación de los presentes—. Todo esta en orden y confío en que el autobus se encuentra en óptimas condiciones para su uso.—Entregó los documentos a la bruja y realizó una breve reverencia—. Que tengan un feliz día.

 

El mago salió de allí y la campanilla sonó al cerrar la puerta. La motocicleta estaba allí dónde la había dejado. Edmund deshizo la maldición fragante y luego se montó sobre la moto voladora. Tomó el volante con ambas manos y giró su muñeca derecha para acelerar. Una vez que la moto tomó la potencia suficiente, se elevó por los aires hasta desaparecer de allí.