Agencia de Viajes El Fénix Aventurero (MM B: 78435)

[Ela Karoline]

 

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Calabazas y dragones

 

Había recibido un hermoso patronus, similar al suyo, solo que aquel era adulto en todo su esplendor mientras que el propio era un cisne joven, curiosamente ambos tenían cisnes y se decía que esos animales como los delfines eran de una fidelidad absoluta, que una vez que entregaban el corazón no había vuelta atrás. Aquel pensamiento la embobo como la embobo el suave navegar por el viento del cisne hecho a base de hilos plateados, el mensaje era simple, ir al negocio El Fénix Aventurero a reunirse con sus familiares, seguramente el motivo era aquel grupo que habían conformado para participar en las actividades de Halloween.

 

Rauda salió de su negocio, bueno tan rápido como su avanzado estado de gestación le permitía, hacia donde recordaba haber visto el negocio que en principio perteneció a la pelivioleta. Pero una vitrina con calabazas de algodón de azúcar la detuvo, con aquello en mano salió y ahora si se dirigió sin demoras al local. No había perdida allá a dos negocios estaba aparcado el autobús mágico en el que ya se había montado un par de veces por circunstanciasfamiliares y ambas pretendían ser para diversión y esparcimiento, algo garantizado.

 

Se acerco al negocio que era completamente de cristal y se podía ver hacia el interior si es que los adornos no tapaban, adornos que por cierto eran acordes a las temporadas o festividades celebradas por la comunidad mágica. Allá estaba su esposo y su hija Patri, saludo con la mano desde afuera y le dio un pellizco al algodón anaranjado para llevárselo a la boca mientras se ponía de espaldas a la puerta para entrar empujándola con su cuerpo, sin poner las manos azucaradas en el vidrio o quien sabe que artilugio mágico le salía, seguro que sí.

 

 

--Hola queridos-- saludo dándole un beso a su hija en la mejilla y luego un dulce, pero en verdad dulce beso en los labios a su esposo.

-Aquí me tienen, ¿Qué sucede? ¿Dónde está Sagitas?-

 

 

@, @@Patri Gryffindor L, @

[That is not my name]

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Calabazas y dragones

 

 

 

- ¡Amor, qué bueno que ya llegaste!

 

Mi esposa llegó hasta el negocio de mi hermana Sagitas en aquel momento dándome un dulce beso como saludo, algo que siempre agradecía y que jamás me molestaría, al contrario, me parecía un gesto de lo más normal entre nosotros después de tantos años de estar juntos y que, con ello, venían siempre a la memoria preciados recuerdos.

 

- No he visto a mi hermana en el lugar, desde que llegamos, aunque tampoco tenemos mucho tiempo... creo que a lo mucho llegamos hace cinco minutos por lo que no me sorprende que todavía no se presente la pelivioleta bruja... solo que presiento que se me va a caer una calabaza del techo.

 

Sí, mi hermana siempre decoraba el sitio conforme a la época y en Halloween no faltaban calabazas, arañas y demás decoraciones que alegraban la vista.

 

 

@, @@Patri Gryffindor L, @

[Junnyco Wright]

La comunidad del anuro

 

Las calles dejaban ver claramente la fecha festiva en la cual estaban, la oscuridad se extendía por la calles, no importaba la hora que fuese, un frio viento mecía las ramas de los arboles desnudos sin hojas que rozaban entre ellos produciendo un sonido lúgubre. JunnyCo caminaba a paso firme buscando aquella tienda donde habían acordado encontrarse con su grupo, su única misión era rescatar a Reviguelle.

 

Reviso una vez más el pequeño trozo de pergamino, releyendo una y otra vez el nombre que se encontraba escrito en él, levanto la vista y ahí estaba, por fin encontraron el lugar. Se acercó lentamente, el escaparate de cristal dejaba ver una decoración de Halloween muy interesante, pero no se detuvo a analizarla.

 

Miro en ambas direcciones de la calle, esperando que sus compañeros aparecieran pronto, necesitaban recolectar más pistas para saber dónde se habían llevado a Revi. Pudo divisar algunas sombras dentro del local, pero prefirió esperar afuera, no sabía con que se podía encontrar en aquel lugar.

[Syrius McGonagall]

La Comunidad del Anuro

 

Edward había recibido el aviso de Junny de donde podrían encontrar a Revi para rescatarla, aquel juego se estaba volviendo cada vez más peligroso y oscuro. Pero no se podían retirar, aparte huir no era el estilo del pelinegro, y su participación era vital para recuperar a su amiga.

 

Recorrió los oscuros callejones de Diagon atento a cualquier movimiento extraño, alerta de cualquier sombra o sonido que no fuera natural. El ojiazul observó el negro cielo en el preciso instante que una nube cruzaba delante de la enorme luna llena.

 

Perder a la luna en una noche sin estrellas volvía todo más apagado, incluso para una noche tan cerrada como aquella. Por lo que apresuró el paso, no podía perderse y dejar al resto de su equipo esperando. Doblando una esquina desembocó en la calle principal de Diagon, las luces de los escaparates de las tiendas lo deslumbraron después de deambular por los callejones adyacentes.

 

Observó una figura muy conocida observando el escaparate en motivos de Halloween, en la tienda de viajes. –Junny- la saludo contento de haber encontrado a la bruja.

[Andromedario]

La comunidad del anuro.

 

Preocupada como estaba, ni siquiera había tenido tiempo de cambiarse para salir a las calles de Ottery y trasladarse hacia el Callejon Diagon en un estado presentable. Un nudo se había instalado en su estómago y sólo podía pensar en que ojalá nada malo suceda, en que puedan resolver aquello.

 

En un abrir y cerrar de ojos se encontró con el resto de los que estaban buscando rescatar a su amiga y tía. En su interior se sentía mal, muy mal por no verla allí, curioseando y buscando pistas para resolver algún misterio. Reviguelle se había vuelto el misterio.

 

Suspirando compungida se dejó guiar por la presencia del resto. ¿Dónde estaba Revi? ¿Encontrarían en ese lugar las pistas?

[Darian Mcnair]

La comunidad del anuro

 

Era tarde para cuando desperté, había despertado, tenia una misión importante que hacer, rescatar a Reviguelle. Debía reunirme con el resto de mis compañeros, pero antes debía prepararme para afrontar el desafió. Me quede varias horas en mi habitación meditando y canalizando mis energías para que en el momento de usarlas, estén a todo su potencial.

Cuando sentí que estaba preparado tome cambie mis ropas a unos borcegos, jeans negro, una remera blanca y una capa de viaje. Así salí del castillo y me dirigí hacia el callejón diagon. Las adoquinadas calles del callejón me guiaron hasta la entrada de la "Agencias de viajes el fénix aventurero", donde afuera estaba esperando ni mas ni menos que mi novia junnyco.

Me acerque a ella y depositando un jugoso beso en sus labio la saludo - hola mi amor, estas preparada? - sabia que la misión de rescatar a nuestra compañera no iba a ser fácil, pero se que junto con mis otros compañeros lo íbamos a poder lograr. - No te preocupes, todo va a salir bien- le digo entrelazando nuestras manos y acercándola a mi pecho, sabia que eso la tranquilizaba.

Editado 4 de Noviembre del 2016 por Darian Mcnair

[Andromedario]

La comunidad del anuro.

 

No podía prestar más atención que la necesaria para evitar cualquier peligro. Sintió que alguien se posicionaba a su lado, y con solo inhalar el perfume de su novio invadió sus fosas nazales. Levantó la vista y un rayo de esperanza surcó las tinieblas de sus emociones. Si todos estaban juntos en eso, llegarían a la solución del problema.

 

Se encaminaron con calma hacia el interior del lugar y evitando armar problemas o llamar demasiado la atención, comenzaron a mirar con perspicacia entre los diferentes objetos del local. ¿Revi, dónde estás? Volvió a preguntar su cabeza desconcertada. La sentía lejos pero cerca a la vez. Tenían que encontrar las benditas pistas.

[That is not my name]

http://findicons.com/files/icons/404/helloween/128/pumpkin.png
Calabazas y dragones

 

 

 

- Creo que vienen más personas.

 

Me asomé hacia las afueras del negocio de mi hermana y pude ver a un grupo de personas acercándose hasta el negocio, con la misma cara de preocupación como nosotros habíamos estado por no tener a nuestro compañero de equipo, mi hijo, nuestro familiar con nosotros y venían por lo mismo.

 

- Esto se va a llenar de personas dentro de nada y no hemos tenido noticias de Kritzai... creo que mis patronus ya no funcionan como antes o las personas ya no los ven.

 

Me parecía un poco triste el hecho de que mi amigo Kritzai no pudiera estar con nosotros en ese momento, por más intentos que dábamos para que se acercara, sin embargo la esperanza moría hasta el último y siempre tendría la mirada fija en el horizonte hasta que de ira señales de vida.

 

 

@, @@Patri Gryffindor L, @

[Syrius McGonagall]

La Comunidad del Anuro

 

Pronto el equipo estuvo completo, apenas se encontró con Junny su novia Andrómeda apareció desde una esquina y a los pocos segundos la figura de Darian se dejó ver detrás de ella.

 

-Al fin estamos todos – agradeció el Smith, ya con toda la familia junta sentía que no había nada que no pudiera hacer para proteger y rescatar a su compañera perdida. Otro grupo también llegó, pero parecía que aún les faltaba un miembro, al pasar al interior del local junto con su familia saludó con una inclinación de cabeza a los otros – buenas noches – dijo.

 

El interior era pequeño, después de todo eran una agencia de viajes, pero estaba totalmente a tono con las fechas. Decoraciones de fantasmas, lobos y murciélagos adornaban cada esquina del local mientras que los colores negro, naranja y rojo eran los favoritos en aquella ocasión.

 

Inmediatamente los ojos de Edward se enfocaron en la enorme mesa de recepción que estaba completamente vacía. Quizás era mejor que no estuviera la recepcionista, así podrían rebuscar un poco cada rincón sin tener que inventar alguna distracción.

 

¿Pero dónde podrían encontrar algún indicio? El local era pequeño pero las pistas podrían serlo más y por supuesto que no tan obvias. Su inquietud lo llevó directo a los estantes a rebosar de folletos – Los estantes – sugirió mirando al resto de sus compañeros – algo, un mapa, una nota, una foto, un dibujo, cualquier cosa puede encontrarse y es tan buen lugar como otro para empezar -

Editado 4 de Noviembre del 2016 por Syrius McGonagall

[Andromedario]

La comunidad del anuro.

 

Estaban juntos. Sentir su presencia a su alrededor, moviéndose con cautela y rapidez al mismo tiempo calmaban sus nervios alborotados. Casi ni se daba cuenta de las personas a su alrededor, pero simplemente movió su cabeza en forma de saludo. A su alrededor habían diversos objetos en exposición lleno de decoraciones de Halloween.

 

—Si fuera una pista…¿Dónde me escondería? — pensó bobamente —Miraré con Junny por este lado entre los objetos. —Dijo con seguridad. No había tiempo que perder, y sabía que si había cosas de gran tamaño trataría de ser lo más cuidadosa posible. A pesar de su altura, tuvo que subirse a un banquito de por ahí para mirar en los estantes más altos mientras su hermana observaba los de más abajo. Tuvo que incluso ponerse de puntitas de pie para mirar más arriba, y ante sus ojos desfilaron frascos con pociones que no llegaba a identificar, y por algún extraño motivo tuvo el impulso de tirarlos todos contra el suelo sintiendo que la impaciencia la embargaba. La pista podría estar escrita en cualquier parte, incluso podría estar oculta por magia.

 

Respirando hondo, se dispuso a tomar algún objeto que estuviese más arriba para no tener que esforzarse por más tiempo. Parada en puntitas de pie, palpando con cuidado, sintió al tacto unas formas extrañas; por lo que agarrando con fuerza los objetos no identificados, (ahre) apoyó con cuidado sus pies sobre los pequeños bancos que había para esperar.

 

Una vez que la luz natural nocturna le permitió observar mejor lo que sostenía frunció su entrecejo. ¿Por qué alguien en su sano juicio tendría una bendita flecha en una agencia de viajes? Confundida, trato de depositar la flecha de vuelta en su lugar…

 

Pero el banquito comenzó a tambalearse, y ella termino sentada en el suelo. Seguramente en la mañana tendría varios moretones en aquella zona, por lo que tendría que sentarse y moverse con cuidado para evitar el dolor.

 

Cuando quiso recordar, no tenía más la flecha en su mano, y mirando en rededor preocupada por haberla roto, se encontró que la había clavado, sin la intención claramente.

 

—¡Diablos Edward, perdóname! — Andrómeda corrió hacia él preocupada. La flecha estaba enganchada en una de sus pompas (¿????) y realmente parecía doloroso. Sin poder evitarlo, se largó a reír con ganas. Entre la cantidad de cosas absurdas que ocurrían, esta había llenado el vaso y literalmente, no podía parar de reír.

 

 

@ @@Syrius McGonagall @@Darian Mcnair