Metamorfomagia

[Jessie Black Lestrange]

Asintío a las palabras de Majlis, ella iba dispuesta a aprender todo lo que aquella arcana. Sus grises ojos se abrieron como platos al ver como la arcana trasformaba su cuerpo en un abrir y cerrar de ojos. Estaba emocionada por llegar a generar esos cambos en su cuerpo, pero ahora ella solo podía hacer cosas minimas, o tal vez solo se estaba reprimiendo.

 

Podía sentir como su compañera la observaba y como acto reflejo reforzó las barreras de su mente ara impedir que alguin intruso quisiera ver que es lo que ella guardaba recelosamente.

 

Había visto a su compañera cuando entro, la había observado, sino a detalle si lo principal, obviando la nariz de cerdo que tenía cuando ella ingresara. Si la habilidad ya estaba en ella y de acuerdo a todo lo que había leído que solo con poción multijugos se puede lograr una transformación perfecta, daría lo mejor de si ara lograr lo que la Arcana le solicitaba.

 

Cerró los ojos centrando en su mente la imagen de su compañera, detallandola con presición en su mente, sintiendo como poco a poco su cuerpo iba cambiando de apariencia conforme se centraba en alguna partel cuerpo de su compañera. Su busto creío de forma desmezurada comparado con lo menuda que era ella, su cadera se ensanchó provocando un poco de dolor en la pelirroja al sentir como su tronco se compactaba en algunos lugares y se ensanchaba en otro dando paso a una figura de reloj de arena, creció un par de centímetros. Su rostro tomo una forma redonda con pomulos pronunciados con un leve ardor en los mismos ¿sería acasoprovocado por el sonrojo de la chica? Su labio superior se encogio considerablemente y el inferior se inflamo como si Otto se la hubira pasado mordiendola sin descanso. Cuando abrió sus ojos notó como antes su cabello rojo atado en una desprolija trenza ahora era de un rubio casi dorado. Del interior de su capa de viaje sacó un pequeño espejo narciso y observó su rostro notando los cambios que se habían sucitado y por ultimo centrandose en sus ojos, grandes y azules como el cielo matutino en un día despejado.

 

-Arcana Majlis ¿también es necesario cambiar nuestras ropas?

 

Esperaba y confiaba en que no, ella no se sentía comoda con aquellos atuendos tan muggles que utilizaba su compañera auqneu ahora se snetía un tanto expuesta con el pequeño vestido negro que traía puesto, porque aunque a ella en sí le quedaba bien, ahora transformada le qedaba un poco más corto de lo que solía utilizarlo, aunado a los cambios en la complexión de su cuerpo, sus zapatos le lastimaban apretandole un poco en los dedos así que ajitando su varita los agrando un par de centímetros sintiendo un gran alivio al instante. Soltó su cabello ahora rubio y dejó que este cayera ondulado por su espalda hasta la cintura.

 

-Mis ojos son grises... los tienes negros, si quieres que la gente no sepa que me estas imitando deberias de cambiar eso, la mayoria de los Black Lestrange los tenemos así y los Black también, es parte de la linea de sangre, podrías estudiar un poco a tus congeneres antes de adoptar una forma. Así como los Delacour, su cabello es caracteristico gracias a su sangre de Veela que corre por sus venas y sus ojos deben de ser de un azul intenso y cristalino porque es la forma en que encantan a los hombres...

 

Sonrio de lado con un deje de malicia que bien le podría venir a aquella mujer tan inocente, un brillo maligno se instaló en los azules ojos de la Black Lestrange que ursurpaba el cuerpo de la Delacour y sonrio a la arcana.

[Leslie Ashryver PB]

Alessandra miró alarmada a la Arcana por si debían cambiar ropas, no quería usar vestido, mejor dicho no le gustaba para las clases que tomaba o daba, no se sentía cómoda al moverse y no era de las que le gustaba pavonearse frente a todos mostrando piel pero sin duda aquél vestido negro que llevaba su compañera le hacía lucir provocativa y le gustaba salvó que sólo lo usaría en una fiesta.

 

Sonrió al imaginarse a su esposa frente a ella y las miradas que le daria, su vierte se agitó haciendo que sus orejas se pusieran rojas a causa de sus pensamientos subidos de tonos a causa del vestido, tocio un poco para aclararse la garganta antes de contestarle a la Black Lestrange.

 

- Tienes razón, fue mi error no prestar atención a su llegada- se disculpó cambiando los ojos del negro al gris.

 

Alessandra levantó una ceja ante las palabras de la Black, no sabía que sólo los rubios debían ser Delacour a causa de las características de algunas familias.

 

- Supongo que es verdad lo de las características pero los Delacour son mi familia de acogida soy Myrd...Rambaldi de sangre- se la lengua dándose cuenta de lo que estaba por decir.

 

Era Rambaldi de sangre si pero sería mucha pérdida de tiempo explicar que aquéllos rasgos rubios y ojos azules no eran de parte de su familia sanguínea sino de los Myrddin y de la magia de sangre que sus padres habían hecho en ella para cambiar su parecido, tragó en secó ignorando la burla del rostro de la Black por el hecho que recordaba a la hija de Marabella, aquél ser tan sanguinario que la acompañaba en todas sus vidas.

 

- Pero si nos vamos a cambiar de apariencia no deberían cambiar nuestras voces?- preguntó a la Arcana.

[Amara Majlis]

La vieja Arcana sonrío al ver los cambios de sus alumnas, a no ser porque aun llevaban las mismas ropas con las que habían entrado a aquel lugar, ella se hubiese confundido con quien era quien en aquel lugar. No dijo ninguna palabra más y camino a uno de los rincones de la habitación. Movió varios objetos buscando dos prendas de vestir que en cuanto las tuvo en sus manos se las entregó a cada una de las chicas.

—Úsenlas. —dijo.

Las prendas eran saris de seda color amarillo, junto una blusa ajustada y un peikot de un tono de amarillo más fuerte con un velo de color azul marino. En lo que ellas comenzaban a vestirse, les fue entregando más artículos que debían usar para hacerse pasar por habitantes del lugar en el que se iban a encontrar en unos pocos minutos. Caminaba de un lado al otro de su habitación, arreglando en una pequeña bolsa de moke todo lo necesario para aquel lugar. Y mientras agregaba y quitaba cosas de aquel artículo de piel respondió a las preguntas que le habían hecho.

—Si, a donde iremos van a ir así, nos vamos a divertir. —sonrió en dirección de la Rambaldi para después dedicarle una sonrisa a la Black Lestrange.

—Creo que he respondido su pregunta con respecto a la ropa, veo que es muy minuciosa con los detalles. —dijo dirigiéndose a Jessie que aún conservaba el aspecto de Alessandra. —La voz sólo es necesario emularla, si necesitas hacerte pasar por una persona frente a un familiar. Si no, es muy pocas las personas que prestan detalle en el acento o timbre de voz.

Conforme terminaron de vestirse les entregó dos fotografías, en la primera fotografía se podía ver un ejemplar de un tigre donde descansaba junto con otros ejemplares de aquel felino. La segunda foto, era un ejemplar de tigre atravesado por una bala. Amara les miro al rostro, para ella era necesario que comprendieran que la Metamorfomagia no solo era para hacer uso de forma egoísta sino para generar un cambio de forma altruista.

—El lugar al que vamos a ir es Rajastán, es un estado de la India, ahí encontraremos a dos personas que se encargan de cuidar la reserva natural a la que vamos a visitar, han tenido algunos problemas. Lo único que les pido es que no hagan uso de la magia para poder ayudar al problema que se está presentando. Si están listas, podemos irnos.

Dicho eso, golpeó el suelo con su vara de cristal y frente a ellas apareció el portal que las llevaría hasta esas tierras.

[Jessie Black Lestrange]

Observo con cierto recelo lo que Majilis les estaba entregando. Lo tomo con las puntas de sus dedos y una mueca de desagrado en su rostro. Sus cejas se iban alzando conforme escuchaba la explicación de la Arcana sabiendo que no debía negarse.

 

Resignada, agitó la varita mágica creando un biombo, procedió a rodearlo y comenzar a cambiarse. Aunque no fuera su cuerpo seguía sin gustarle que la vieran desnuda. Se sacó el vestido desabrochando el cierre lateral y lo desapareció en el acto para poder colocarse esa... Ropa de la Arcana le había proporcionado.

 

Encontró el primer problema, al parecer con aquella ropa no debía traer sostén, así que rodando los ojos se lo quito para también desaparecerlo. Se sacó los zapatos de tacón alto y se puso unas especies de balerianas con brillantes por todos lados y de color amarillo con una fina línea azul alrededor.

 

Escondió su cabello bajo el manto y cubrió su rostro con el velo azúl a partir de su nariz. Colocó una especie de rombo de cristal en su frente y cuando se cercioró de que nada estaba fuera de lugar desapareció el biombo para encontrarse con su compañera y la Arcana.

 

-Los detalles son importantes, con un solo error y podríamos ser descubiertos

 

Ella lo sabía perfectamente ya que en su día a día debía ser otra persona distinta para que descubrieran sus hábitos de crianza, su sed por la pureza de la sangre y la supremacía mágica.

 

Observó las fotografías con cuidado, detallando cada minúsculo detalle para no olvidarlo. Escuchaba a Amara con atención y asentía a sus palabras aferrando su varita como un acto reflejo.

 

No usar la magia; aquello no se lo esperaba. Guardo su varita mágica dentro de sus ropas verificando de tenerla a la mano de ser necesaria, una vez lista observó a Majilis esperando a que ella diera la orden de irse.

[Leslie Ashryver PB]

Después de aquél intercambio de palabras con la Black la Arcana les había dado unas prendas de vestir a ambas, Alessandra se sorprendió al ver la ropa, le gustaba vestirse cómo muggle por la comodidad de los pantalones y las prendas pero esa ropa, no la había visto hasta ese momento, no era una persona muy viajate y los lugares que conocía estaban dentro de Inglaterra y Francia.

 

Suspiro pero no dudo en hacer lo que pedía la Arcana, con un movimiento de varita invocó una cortina a la que puso alrededor suyo y se cambió el pantalón y la blusa haciendo equilibrio para no caerse. Empezó primero por la blusa, le siguió el saris de seda color amarillo por todo el cuerpo y al final la falda de un tono de amarillo más fuerte y se coloco en la cabeza el velo de color azul marino a su ves tomó unas piedrecitas color rojo sangre que la Arcana le tendió para ponersela en la frente.

 

Al salir con otro movimiento de varita hizo desaparecer todo incluida la ropa, Jessie ya parecía lista y la Arcana con un bolsito de piel de Moke igual. Alessandra se mordió el labio para ocultar una sonrisa, al fin se pondría interesante lo de usar la habilidad y ver lo que pasaba con el cambió físico.

 

La Metamorfaga le respondió sus preguntas para que la Delacour asintiera con la cabeza ante la informacion sobre la voz si se hacían pasar por otra persona. La Arcana les tendió unas fotos a lo cuál la ¿pelirroja? Se sorprendió al ver en la primera foto unos tigres vivos en mandas, sonrió porque le gustaba los animales por eso prácticamente tenía de todo un poco en sus familias, al ver la segunda foto se estremeció arrugando la nariz ¿cómo podían hacerle eso a unas criaturas indefensas? Apartó la mirada de la imágen del animal muerto para prestar atención a lo que decía Amara.

 

Alessandra asintió con la cabeza sin dudar, aunque había trabajado cómo sanadora de Psiquiatría en San Mungo, era una persona que valoraba toda la vida, le gustó que la Arcana les pusiera a ayudar a los animales lástima que no tenían que usar la magia.

 

- Si claro- le respondió a la mujer guardando su varita entre su ropa para ver cómo volvía a usar su vara de Cristal para llevarlas a la India.

[Jessie Black Lestrange]

India.

 

Un lugar árido, lleno de arena y sol. Había edificios por todos lados, algunos muy grandes y hermosos, otros un poco más austeros y efímeros. Tenía que camuflarse en aquel lugar, llamar la atención no era recomendable en lo que a Jessie respecta. Ha esta altura ya tenía una apariencia que no concordaba con el lugar, adicional a esa situación se vio forzada a utilizar ropas que la denigraban y la hacían sentir incómoda.

 

Analítica y controlada mente observó cada uno de los rasgos en los transeúntes, la genética cambiaba de lugar a lugar siendo esto una clave crítica para lograr el resultado de una transformación exitosa. Notó y tomó nota mental de la forma más común de la fisonomía, notando que la nariz estaba más perfilada, un característico y brillante cabello lacio, una cara en forma de diamante con un llamativo color moreno.

 

Meditando todo esto cerró sus ojos y en medio de una intensa pero breve concentración cambio los rasgos faciales para integrarse. Debía hacer los cambios de forma sutil, mientras caminaban sigilosamente por las angostas calles, antes de llegar a la casona donde los tigres estarían.

 

-Majilis...- preguntó volviéndose hacia la Arcana con algo de duda en su rostro, aunque con determinación en sus ojos azules - ¿Que es lo que tenemos que hacer exactamente?—, hizo una breve pausa y luego de su respuesta continuaron andando por entre las empolvadas calles de piedras. En un angosto tramo encontró un bastón abandonado en medio de la calle el tomó para si. Modifico un poco más su apariencia para aparentar mayor edad.

 

Continuaron caminando cuesta arriba hasta salir un poco del pueblo, encontraron entonces el templo de Shiva, una deidad de los lugareños. La suave brisa caldeada acariciaba las pieles de las tres brujas haciéndolas sentir algo acaloradas. Diseminados en el lugar habían algunos árboles y algunas rocas de diferentes tamaños.

 

Jessie tomó la delantera y conjunto a sus compañeras se acercaron detrás de una enorme roca antes del templo. Había escuchado el indiscutible sonido de un rugido.

Editado 19 de Junio del 2018 por Jessie Black Lestrange

[Leslie Ashryver PB]

Después de pasar el portal y llegar a la India lo primero que notó Alessandra fue el calor, el sol en ese lugar se sentía más caliente de lo que estaba acostumbrada en Londres y hacía que incluso respirara aire caliente además de un olor bastante desagradable y fuerte que estaba en el aire. Arrugando la nariz la Rambaldi se llevó una mano a la frente para cubrir sus ojos y observar el lugar, arena, edificios y gente morena por todo el lugar.

 

Si querían pasar desapercibidas no era el lugar idóneo para haber ido, su piel blanca y su cabello rojo no eran algo que se viera en ese lugar salvó por algún extranjero quizás pero dudaba que usarán la ropa que usaban la gente del lugar, con un suspiró vio de reojo a Jessie y a Amara pero la primera había cambiado de apariencia bajó la ropa, Alessandra miró a su al rededor y se consentro en cambiar el color de cabello por uno negro largo y lacio y el color de piel que pasó del blanco a moreno.

 

Era lo que más se notaba en el exterior que podría llegar a ser un problema ya que la mitad de su rostro, de la nariz para abajo, estaba cubierta por el velo que la Arcana le había dado y cómo llevaba la vista en el suelo no era que los ojos grises de la Black fueran a llamar la atención.

 

Mientras avanzaban se tropezó con varios niños que corrían por el lugar dónde ellas caminaban por lo que al ver a Jessie con bastante edad fruncio el ceño ya que la gente no parecía prestarle atención. Caminaron en silencio hasta salir del pueblo dónde a lo lejos se vio un templo lo que pareció extraño a la Rambaldi ya que se suponía que debían ir a una reserva o al menos eso fue lo que la Arcana había dicho, Alessandra tenía ya una imagen de cómo sería una reserva porque en francia había visitado esos lugares pero en un lugar tan árido cómo aquél no podía imaginarse que clase de habitad tendrían los animales.

 

- ¿Arcana no se supone que debíamos ver una reserva?- le preguntó extrañada de ver a Jessie caminar a dónde había unas rocas

[Amara Majlis]

El lugar era tan bello como lo recordaba, las calles de Rajastan estaban llenas de gente transitando de un lado a otro sin prestar atención a las tres mujeres que acababan de llegar a aquel lugar, producto de una aparición ni tampoco a la transformación de una figura joven a alguien ya de mayor edad. Amara notaba como la mujer Black Lestrange estaba dejando fluir su magia, sólo esperaba que aquello no le resultará contraproducente.

La arcana se había citado con Mohamed y Alí, protectores de la reserva y magos hindúes a un lado del templo de Shiva más pequeño de aquel lugar. Mohamed era un hombre de estatura mediana, llegaba a medir un poco más del metro con setenta centímetros, era de piel morena, ojos cafés oscuros y su cabello era de color negro, tenía la edad de 40 años. Por el contrario, Alí era un joven de unos 20 años, acababa de ser nombrado protector de la reserva Sariska en Alwar. Era de un color de piel morena un tono más claro que Mohamed, sus ojos eran azules, aspectos característicos de los árabes y es que Ali era descendiente de árabes, pero había crecido en Rajastan.

Cuando las cinco personas se encontraron, Majlis dejó que fueran tanto Ali cómo Mohamed quienes se presentarán ante las dos mujeres londinenses que se encontraban ahí junto con ella. El primero en hablar fue el más joven, su reserva se encontraba bien, solamente temía por la situación en la otra reserva. Así que deseaba una mano que le ayudará a proteger a los felinos rayados que vivían tan plácidamente en aquel lugar.

—Mi nombre es Alí, uno de los cuidadores de la reserva Sariska más joven. Al igual que ustedes poseo magia, un tanto limitada, mi deber es proteger a la fauna que se encuentra en aquel lugar. Como seguro Majlis les comento, ambas reservas son de tigres, en el último mes, el pago por la piel de tigre ha ido en aumento. Es por eso que les pedimos de favor nos ayuden a saber quiénes son los que están matando a los tigres.

Mohamed miraba al joven Alí mientras asentía a las palabras que este les decía tanto a la Delacour como a la Black Lestrange, cuando el joven de ojo claro dejo de hablar, fue entonces que empezó a presentarse él.

—Mi nombre es Mohamed, soy entrenador de Ali para la protección de la reserva Sariska, pero en estos momentos estoy a cargo de averiguar qué es lo que pasa en la reserva Rathambore. Por lo que si me permiten seremos nosotros quienes los guiaremos por el lugar. —el hombre miro a Amara que acepto con una sonrisa. —Es momento de irnos a la reserva Rathambore, Alí regresa a Sariska, te veremos pronto en aquel lugar, seguramente Majlis te va a acompañar.

Majlis dejo que ambas brujas acompañaran a Mohamed, por su parte ella se dedicaría a jugar con los bellos felinos tigreños junto con Alí, viendo desde su perspectiva todos los puntos desde donde podían ser atacados en dado caso que decidieron empezar a matar a los tigres de aquel lugar.

—Nos veremos pronto chicas, usen todas las herramientas que tienen.

[Leslie Ashryver PB]

Alessandra suspiró mientras miraba a su alrededor, se sobresalto al sentir la presencia de dos personas, más exactos dos hombres morenos uno de más edad que el otro, la Rambaldi los miró con curiosidad preguntándose si ellos las ayudarían con los felinos de la reserva.

 

Sus sospechas se disiparon cuándo ambos se presentaron cómo Mohamed y Alí, ambos se encargaban de proteger la reserva además de que resultaban ser magos también, eso sin duda Alessandra no se lo esperaba, creyó que debían trabajar con muggles por eso todo el cambió de apariencia y en la ropa aunque si lo pensaba bien no era lugar para llevar túnicas ni nada abrigado, miró a Ali asintiendo con la cabeza pero preguntándose ¿porque tenía magia limitada? Pero lo dejó correr porque no estaban ahí por eso sino por los animales que alguien casaba para verder su piel.

 

Mohamed fue el siguiente en presentarse y quién se aría cargo de ambas llevandolas a la reserva de Rathambore para ayudarle, Amara había asentido con una sonrisa dándole permiso a ambas de acompañarlo. Alessandra no estaba muy de acuerdo con eso ¿y si pasaba algo grave? Ella no era una persona con mucha suerte y un lugar asi tan abierto no hacía que fuera fácil confiar ya que temía que pudieran ser atacados.

 

Apretó más las prendas de su lado derecho hasta sentir su varita, esperaba no tener que usarla pero no venía mal cerciorarse de que la tenía con fácil acceso si debían emplear magia ya que incluso Amara les había dicho que emplearan todas sus herramientas.

 

Los tres prendieron caminó a dónde Mohamed les había dicho, caminaron no mucho tiempo hasta pasar el templo un par de metros más adelante dónde se encontraron con un gran letrero.

 

- ¿Saben dónde más o menos aparecen los tigres muertos?- le preguntó Alessandra a Mohamed.

 

Si tenía un lugar aproximado podrían buscar indicios de quiénes eran los culpables.

[Amara Majlis]

Mohamed Reza

El hombre miraba a ambas mujeres con intriga, aun se preguntaba cómo una mujer de avanzada edad y otra joven iba a poder ayudarle a detener a los cazadores que mataban a los tigres que se hallaban en la reserva a la que iban. Las invito a subir a un pequeño transporte terrestre que los llevaría hasta donde se ubicaba la reserva de Rathanbore. Mientras realizaban el recorrido en aquel artefacto muggle en un silencio sepulcral, Reza decidió terminar con aquello y empezar a hablarles sobre los planes que tenía para salvar a los tigres y capturar a los cazadores, pero para eso iba a necesitar de la ayuda de ambas brujas.

—Damas, hemos pensado que para detener a los cazadores y detener la caza de los tigres es buscar la forma de infiltrarnos para conocer a quienes debemos detener. —dijo.

Mohamed pidió al chofer detenerse a una cuadra de la reserva a la que iban a ayudar, frente a un puesto donde vendían fruta fresca, el hombre hindú se dedicó a mirar lo que era una pequeña casa al lado contrario donde se encontraba el puesto de frutas. Lugar donde claramente se veía entrar y salir gente con dudosa procedencia. Mohamed sabía que aquel lugar era donde se llevaban a cabo todas las transacciones del mercado negro, así que con una bolsa de fruta fresca se acercó a hablar con ambas mujeres.

—Aquel lugar es el mercado negro, necesitamos que alguna de ustedes sea infiltrada para saber cuándo piensan atacar la reserva.

El hindú dejo todo en manos de ambas féminas. Esperaba que al menos una de ellas tomará la iniciativa y empezara a idear un plan para conocer a los que se encargaban de vender las pieles y más artículos de los tigres que habían estado matando. Si llegaban a filtrarse en aquella organización podían lograr al menos detener la comercialización.

—Si antes de decidir quién es la que se va a filtrar quieren conocer la reserva, continuemos, sirve que les señalo los posibles puntos de ataque.