Jump to content

Metamorfomagia


Amara Majlis
 Compartir

Publicaciones recomendadas

No señorita Rambaldi, no puedes hacer uso de tu habilidad de Animagia. —dijo. Amara seguía sonriendo sin dejar de ver el espacio vacío que había en el lugar. Elvis estaba a nada de llegar, así que lo mejor era que Helike se marchara pronto. —recuerda que estás en una clase de Metamorfomagia. —sentenció mientras la animaba a irse, pero su partida se había visto interrumpida por la llegada de Elvis que le recordó que había un tercer alumno en el lugar.

La argelina se había olvidado del vampiro en su choza por el magnífico silencio que se sentía cuando él no hablaba, pero también se había hecho notar con sus pensamientos a personas que las relacionaba con la Orden del Fénix y su repudio hacia ellas. Amara bajo la cabeza y negó, al parecer el Ravenclaw aún no comprendía lo poderoso que era la metamorfomagia en mano equivocadas.

Señorita Helike, recuerde que al lugar que va no hay magos, trate de bajar el perfil. Siga su corazón … —tras esas palabras volvió a abrir el portal esperando que esta vez la mujer se apresurara a seguir adelante.

Recuerda cuando llegues al otro lado trata de parecer un nativo.

Majlis dio la espalda a la mujer de cabellera castaña para sonreírle a ambos jóvenes frente a ella, estaban listos para empezar su prueba para la vinculación con la metamorfomagia, así que no los hizo esperar más. Camino en busca de los dos anillos que se encontraban vinculados al de ella, colocó cada uno en el interior de una bolsa pequeña de terciopelo y se les quedo mirando.

Keaton Ravenclaw, ¿Estás listo para vincularte al anillo de Metamorfomagia? —esperó la respuesta del vampiro para después realizar la misma pregunta con el Patriarca de los Gryffindor. —Elvis Gryffindor, la misma pregunta que el señor Ravenclaw. ¿Estás preparado para realizar la prueba de Metamorfomagia?

ySe9y8A.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Los nervios no parecían querer disiparse de mi cuerpo. Me habia enfrentado ya a tres portales y sabia que cada uno habia sido igual o mas dificil que los otros. No podia elegir cual de los tres era el más dificil, sino ver que habia aprendido en cada uno.

 

Y sabia que Metamorfomagia no se iba a quedar atrás. Me daba más ansiedad por el abanico de posibilidades que se abria ante las diferentes situaciones que se me iban a presentar.

 

Mire mi mano. Mejor dicho. Mi no mano.

 

Mire a Amara y esperé a que ésta le diera las indicaciones a Helike, bruja que habia saludado unos momentos antes. ¿Cuándo había sido la última vez que la habia visto? Creo que en el Ministerio.

 

-- Si, estoy listo, Arcana

 

Miré aquella bolsita. Luego desvie la mirada hacia mis dedos, específicamente al que portaba los otros anillos. Parecía uno solo, donde se habian fundido en diferentes capaz. Se podia ver la piedra de cada uno.

 

Levante la vista. Volvi a respirar.

|| 1yqixEK.gif || Marca-1.gif.664cbd85ef4de2f10b959916cce5||
Chw3Ljs.png
GOLDOR ♦ DEMONIUM MERIDIANUM

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Y al fin Amara había hecho la pregunta. Keaton sonrió y después de ello suspiró. ¿Estaba listo? Si, lo estaba, había hecho esa conexión con sus habilidades para transmutarse a sí mismo que no podría estar más listo para la misma. Le había costado, si, llevaba ya demasiado tiempo forjando sus conocimientos con la Arcana, de hecho, ya no sabía si habían sido días, horas, solo sabía que su aprendizaje había sido muy bueno, que ahora conocía un poco más de sí y que eso era suficiente para poder adoptar las formas de otras personas. Jugueteó con su varita a modo de desestres.

 

—Si, Arcana Majlis, estoy listo —Dijo respondiendo pocos segundos después que Elvis. Aquella habilidad, entonces, tendría un poco más de emoción.

 

Recordó su prueba de Animagia, donde sólo él había llegado a la prueba, donde sólo él se había adentrado al portal. Aquella vez sería diferente, aquella ocasión podría ponerle un poco más de candela al estar acompañado por otra persona, su compañero de clase. Tal vez, si todo salía bien, al finalizar los dos, podrían irse a beber algo para celebrar (sí, él y Elvis), para festejar su vinculación con la Metamorfomagia. Supuso que sería buena idea proponerlo desde aquel momento, tal vez así recibiría o no la positiva.

 

—Elvis, si nos vinculamos con éxito, ¿te parece si vamos festejar a algún lado? Igual y una cerveza de mantequilla no estaría mal —Dijo en voz queda. Si le decía que no, de igual manera vería con quién irse por una pinta.

YTJke.gif  ~+~ uGSfO2w.gif

LMqjPAM.jpg

 

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

- Hum - dijo la bruja al escuchar las palabras de la arcana. Sí, era cierto que en un tiempo anterior se había transformado en éxito. Bueno, o algo parecido. Ahora, tendría que descubrir qué era lo que pasaba con respecto a los sentimientos. La profesora había creado un portal para que pudiese pasar. Suspiró. Iba a ser un arduo trabajo, lo sabía pero... esperaba que fuese reconfortante a la hora de finalizar el dichoso trabajito...

 

"¿No podía ser más cerca?" Protestó la mujer en su cabeza. Hizo un gesto negativo... Farfulló varias palabras malsonantes. Encima, no había magos. ¿Tendría que, acaso que contactar con el chamán? Sería algo parecido a un brujo de los de su clase. Y además, cambiar totalmente su aspecto. Pensó en ello mientras notaba cómo el calor iba subiendo desde la punta de sus pies hasta el último pelo de su cuero cabelludo.

 

Estaba totalmente transformada en una nativa de esa selva. Aunque le fastidió su negativa de usar el poder de animagia, sonrió de lado al recordar que, con la metamorfomagia podía hacer mejores cosas que, con la habilidad que ya poseía. "Siga su corazón" esas palabras retumbaban en la cabeza de la bruja, en cuánto traspasó el umbral oscuro creado por la tutora.

 

Sabía que iría sola, Keaton y Elvis ya estaban preparados para hacer su propia vinculación. Sintió cierta envidia. Esperaba llegar a ella en cuánto estuviese preparada. Mientras tenía éstos pensamientos, el aroma de la selva llegó hasta sus fosas nasales. Respiró profundamente y sonrió. Seguro que sería un buen lugar para vivir, el problema impuesto por la profesora, sería más complicado.

 

Se acercó a un riachuelo para ver su reflejo. Notó como el cabello era más largo del que llevaba, además de ser negro. Sus ropajes eran de diferentes colores además de llevar collares en su cuello que la identificaba con ese pueblo. No supo cómo ni cuando pero, de repente, saltaron varios nativos apuntándola con flechas apostadas en sus arcos. La bruja levantó las manos y puso una sonrisa amable.

 

- Señores, me disculparán, no vengo a hacerles daño...

 

- ¿Quién diablos eres? ¿Un demonio? -la mortífaga negó con la cabeza.

 

- No mi amables señores, vengo en son de paz -éstos extrañados por mis palabras, bajaron sus armas. Se fijó en que, llevaban una especie de túnicas blancas que le llegaban hasta la altura de las rodillas.

 

- Extraños también llegaron y dijeron esas mismas palabras. Ahora todo es caos por nuestro pequeño pueblo.

 

- Puede ser, pero, también quiero aprender de todos vosotros. Sois un pueblo muy antiguo y mi interés es el aprendizaje - parecieron sorprendidos nuevamente por sus palabras. Lo que parecía el jefe de los guerreros les indicó a los otros que la acompañaran hasta su aldea. Empezaron a caminar y la bruja esperaría lo que fuera lo que tenía que decir el señor de aquellas tierras...

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Amara regreso a la choza después de de dar instrucciones al Gryffindor y al Ravenclaw para que empezarán con la travesía que era la vinculación con el anIllo de metamorfomagia. Tenía el pendiente de saber cómo iba el avance de la Rambaldi, en la Selva Lacandona, porque estaba segura que era la primera vez que la mujer visitaba un lugar así, de tal manera que era seguro que estuviese metida en problemas.

Al estar frente a su vara de cristal, pudo observar que Helike hacía las cosas bien, pues los habitantes del lugar empezaron a confiar, permitiendo que los acompañará al corazón de su comunidad. Sin estar muy segura de que había hecho para lograrlo, la dejó que siguiera por sí misma. En caso de que necesitará de su ayuda el jaguar, quien era sus ojos en aquel sitio le avisaria. En esos momentos, lo importante era que buscará una solución para todos cambios que estaban ocurriendo en la comunidad, esto tras la negociación que habían conseguido los otros dos magos.

Una vez dentro, el jaguar comenzó a dar vueltas por el lugar, observando como las personas se encontraban viviendo divididas por familias, que tenían una peculiaridad porque a la hora de comer se reunían en una gran cabaña con mesas y sillas, todos juntamos cómo una gran familia. Era una costumbre extraña si, y por tal motivo, no le pasó desapercibido que la gente que no había ido al encuentro con la mujer castaña, se encontraba comiendo algo que al parecer era un vaso de leche y pan. Comprendiendo que era la hora de la merienda, asintió con tranquilidad, era el momento adecuado el que habían elegido para que Helike les contará lo que pasaba en el lugar.

Con las palabras de la bruja, el primero en ponerse de pie fue un hombre robusto de avanzada edad, un miembro respetado por todos los habitantes del lugar, que en cuánto hablo logró que todos quedarán callados en cuanto él empezó a hablar. Si en aquella comunidad todavía había respeto para los hombres y mujeres de avanzada edad, creían que toda la sabiduría de los años se encontraba en ellos. Le dedicó una sonrisa sincera a la joven y le contó lo que había pasado con el Ravenclaw.

Hace dos noches, un hombre muy parecido a nosotros llegó a la comunidad, se hizo pasar por uno de los nuestros. Parecía un buen joven, ya que quería ayudarnos con lo de no poner un centro de salud en el lugar, pero sólo logró que los niños del lugar enfermaran. Ya los tratamos, pero la fiebre no les baja, y el centro de salud nos queda muy lejos para llevarlos. Si él nos hubiese explicado que eso era algo para nuestro bien, nosotros no hubiésemos puesto ni un pero. —el hombre mayor estiró su mano para tomar la de la Rambaldi y llevarla hasta donde se encontraban los niños enfermos.

ySe9y8A.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 2 semanas más tarde...

La bruja se dejó guiar por ellos hasta el lugar en dónde vivían. Obviamente no se esperaba grandes lujos, tampoco los buscaba. Era un pueblo indígena que convivía con la naturaleza, mucho mejor que las personas que se hacían llamar magos y usaban su magia, para aterrorizar a los demás. Bueno, eso lo hacía ella, pero en Londres. Ahí estaba de paso intentaría ayudar y que fuese lo mejor posible para todos. Incluso, bien podía solicitarle hiervas exóticas para sus pociones. O incluso, comerciarlas. Negó con la cabeza. No, esa no era su misión, precisamente...

 

Aunque las ambiciones distaban entre las personas. Eso seguro. La llevaron hasta el lugar en dónde comían todos. Le sirvieron un poco de comida que, ella agradeció con una amable sonrisa. Empezó a comer. De repente, sin saber porqué, se sentía hambrienta y no precisamente de sangre. Eso era lo que más le inquietaba. ¿Estarían los efectos de esa magia, haciendo mella en ella también? Seguro que tendría que descubrirlo. Se sentó al lado de los lugareños y esperó a que hablaran.

 

Uno de los hombres más mayores habló y la bruja en cuánto terminó de comer, esperó pacientemente a que terminara de hablarle. Escuchó atentamente sus palabras, mientras bebía un sorbo del vaso de madera tallado. No entendía nada de lo que estaba pasando. ¿Quién sería esa persona que, "los había contaminado"? Frunció el ceño. No supo porqué, pero se acordó de Keaton. Él también venía con ciertos ropajes de aquella antigua tribu. No supo porqué, pero intuyó que algo tenía que ver... Ahora le tocaba a ella, desarreglar el maldito entuerto...

 

- No sé qué esperan de mí. Pero, intentaré hacer lo mejor que pueda... ¿Me puede llevar a ver a los niños? Seguro que conocen muchas hiervas que puedan bajar la fiebre - "y si con mi ayuda y mis conocimientos mágicos, los puedo terminar de ayudar, mejor que mejor" pensó para sí la mortífaga. Aunque, debía de descubrir a qué se debía la fiebre.

 

- Será mejor que me lleve a dónde están los niños. Si sólo les afecta a ellos y están protegidos de todos los demás. No debería de haber problema de contagio -le dijo al hombre mayor. Terminaron de comer y con un cuenco, se lavó las manos. Si dentro del faldón llevara el morral de cuero, bien podía hacer una pequeña poción para sanarlos. Pero claro, debía buscar en plena selva, los condimentos necesarios para hacerlo y esperaba no tener que usar su magia, para deshacer las protecciones. Estaba claro que, la arcana, no buscaba eso, sino, otra cosa.

 

- ¿Qué temperatura tiene? ¿Sabría decirme? Si es muy alta, con unos paños húmedos colocados en la frente y axilas, debería de ser suficiente para bajarle la fiebre, aunque eso, no remitiera la enfermedad -elevó los hombros, desconcertada. Aunque trabajara en la Clínica Santos Mangos cómo enfermera jefe, no era medimaga. Y tampoco tenía tantos conocimientos. Si era una enfermedad mágica, podía atajarla. Si era una enfermedad muggle... Ahí sería mucho más complicado, pero intentaría ayudarles en lo máximo que pudiera.

 

- Entiendo que sea demasiado lejos pero, ¿aquí no tienen a una especie de chamán, o algo parecido? -preguntó la Rambaldi- digo, para consultar con él. Ambos somos parecidos en esos temas... Quizá entre los dos, podamos resolver el asunto de los niños y de lo que me ha traído hasta aquí -le dijo con una sonrisa, mientras iban caminando por el camino de tierra- sus conocimientos son sabios y seguro que, encontrando las plantas arreglaremos el problema. Confíen en mí, sé de lo que hablo -les dijo con una tierna sonrisa.

 

Sólo esperaba que, las cosas no se complicaran en exceso. Arreglar el asunto, y volver. Pero estaba segura que, Amara, no se lo pondría fácil. Se fijó en cierto animal que andaba cerca. Le dio la sensación de que, la miraba cómo si la conociera. Lo último que necesitara era que, un animago estuviese rondando por allá. No quería problemas con nadie y al menos, salir con vida. Aunque pareciera que, esa tribu, no fuese caníval. Si volvía de nuevo, no quería acabar desangrada antes de siquiera decir "hola".

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 2 semanas más tarde...

Heliké parecía bastante conectada con los poderes que, lentamente, iban arraigándose en su cuerpo. La metamorfomagia era una magia muy distinta a la que se hacía con la varita en la mano: no requería de ningún conector, sino que debía brotar del interior del mago, como todos los poderes que enseñaban los arcanos.

Todo eso lo iba comprobando Amara desde la figura de aquel jaguar, que ahora observaba de cerca a su pupila mientras ésta se desenvolvía como podía con aquellos nativos. Tras terminar de comer, la muchacha pidió que la llevaran ante los niños enfermos y, una vez los vio, empezó a dar ideas sobre cómo atenderlos en aquel caso. Pero no parecía convencida con la solución que intentaba aportar.

Los hemos enfriado, sí —le indicó uno de los hombres. Luego la observó tras la mención del chamán—. Sí, claro que tenemos un chamán. Pero él... él...

Varios adultos de los que se habían colocado rodeando al grupo comenzaron a realizar unos gestos extraños, todos prácticamente a la vez y de forma automática, como si así quisieran alejar algún mal espíritu o presagio. El hombre que había hablado con Heliké hasta el momento también realizó aquella especie de ritual purificador.

Él enfermó, igual que los niños. Es el único adulto afectado por esta... lo que sea —murmuró el hombre, apesadumbrado. El jaguar, que estaba escuchando todo lo que hablaban, comenzó a moverse entonces para alejarse un poco del grupo—. Es por eso que no hemos podido acudir a su sabiduría para encontrar una solución. Ayúdanos tú, por favor. Salva a nuestros chicos... y a nuestro chamán.

Aquel ruego quedó flotando en el aire, haciendo el ambiente tan pesado que parecía que podía cogerse con las manos. Mientras tanto, el jaguar había regresado al lugar con varias ramas de un arbustro de hojas con una extraña forma semicircular, con la parte que unía a los pequeños tallos plana como si la hubieran cortado tras haberlas medido previamente. Las depositó a una distancia prudencial del grupo de humanos y luego, tras mirar a los ojos de la Rambaldi durante unos significativos segundos, se giró de nuevo para regresar al punto en el que había aparecido ella. Esperaba que comprendiera lo que debía hacer a continuación: utilizar aquellas ramas para crear una cura, ya fuese en poción o en ungüento, para los niños y adulto enfermos y, después, regresar con Amara para recibir una corrección sobre aquella tarea. Posiblemente lo más complicado fuera, precisamente, concentrarse en realizar aquella cura sin perder la concentración en su poder de metamorfomaga. ¿Podría compaginarlo todo? Amara estaba ansiosa por ver los progresos de Heliké al respecto.

Editado por Amara Majlis
ySe9y8A.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Escuchó atentamente todo lo que el hombre le estaba diciendo. Cruzó un brazo y puso una mano debajo de su mentón. Pensativa. ¡Lástima no saber legeramancia! Podía usar ese poder para recabar información. Aunque el hombre estuviese malo, podía usar sus recuerdos... Usar... Se dio cuenta de algo. El jaguar. Un animal poderoso, mucho y cómo intuía la mortífaga parecía que había cierta conexión. ¿Podría ser? El animal fijó su vista en los ojos de la Rambaldi. Parecía cómo si quisiera decirle algo...

 

Vio como se giró nuevamente.

 

- Vale, creo que puedo captar lo que me quieres decir -susurró la española con ascendencia italiana. Con sus poderes internos vampíricos, olfateó el aire. Por supuesto con delicadeza. Lo último que quería era alertar al pequeño poblado.

 

- Enseguida vengo -les sonrió a los hombres, desconcertados por lo que estaba pasando- prepárenme una pequeña tinaja con agua por favor, póngala al fuego y sea bajo -les pidió con amabilidad. Enseguida en su cabeza empezó a rememorar todos los ingredientes necesarios y que pudiese utilizar para la poción. Pero sabía que había algo de trampa.

 

¿Cómo mantener la concentración entre la poción y el mantener la forma que tenía ante ellos? Debía reunir una gran energía y no sólo física, sino también mental para no acabar agotada en el primer intento. Suspiró. Debía ser una ardua labor para llevar a cabo. Sabía que lo llevaba en la sangre y es más, en una ocasión anterior había podido cambiar su aspecto sin ningún problema. Pero también era cierto que, estaba en casa de Amara y no en una selva en dónde tenía que hacer "ejercicio" extra.

 

- Bien, vamos Heli, tú puedes -se dijo la bruja para animarse. Siguió los pasos del animal y recogió todas las hojas que le había dejado. Había visto otras, que usaba en sus propias pociones y le había dado un buen resultado. Incluso recogió menta que vio cerca de las casas, para darle un buen sabor al brebaje y así curar a las personas que solicitaban su ayuda. Con delicadeza recogió las plantas que ese animal había dejado cerca de ellos. Los lugareños le dejó lo que le había pedido...

 

- Espero que de resultado -le dijo al hombre que aún permanecía a su lado - ¿tiene algún objeto o algo, para darles de beber? Mejor serían frasquitos de cristal -pareció no entender- lo que tengan para beber -le dijo. Lo último que quería era que se sintieran insultados.

 

Volvió a lanzar un suspiro, era hora de hacer el trabajo. Le proporcionaron un cuchillo. Suspuso que harían interncambios a cambio de otras cosas que ellos hacían. Parecía un pueblo increíble pero ella tenía otras cosas que hacer. Rompió las raíces y dejó las hojas a un lado, era las que necesitaría... El agua empezó a borbotear, con lentitud al principio y fue echando las hiervas. Éstas enseguida se deshicieron y cortando la menta con delicadeza, las echó de nuevo al caldero.

 

- Por lo que parece, hay que esperar media hora -les comentó. Le dolía la cabeza por el esfuerzo mental, pero debía de desechar ese pensamiento. Con esfuerzo consiguió mantener la transformación cómo ellos y al mismo tiempo, realizar la poción. Con un cazo pequeño, fue echando poco a poco la bebida en algo que parecía un termo. No lo cerró, el humo salía de su interior pero mantenía la temperatura.

 

- Llévenme hasta dónde están los niños y el chamán - y así lo hicieron. El hombre parecía tener mal aspecto. Sudaba y parecía que realmente tenía fiebre. Rogaba a no sabía quién para que esa poción funcionara. La llevaron hasta una especie de "casa" en dónde estaba resguardado. Con delicadeza y con un vaso de barro le dio de beber...

 

- Con suavidad, eso es -le dijo con una sonrisa en su mirada - espero que funcione - en cuánto terminó de beber el chamán le dijo...

 

- Podrá llegar más allá con esfuerzo sí, pero lo conseguirá - la bruja se lo quedó mirando un segundo. Intentando descifrar sus palabras. Sabía que esos brujos naturales tenían más visión que los que vivían en la civilización. Mantuvo el gesto en la mirada y, nuevamente, fue llevada hasta dónde estaban los críos. Había unos cinco, estaban acostados en lo que parecían una especie de cama, echas con helechos y otras plantas. Poco a poco, le fue dando de beber a cada uno de ellos...

 

Se dirigió al hombre que le había hablado en un principio.

 

- Yo creo que con éste tónico será suficiente. Pero si ve que necesitan más, en cuatro horas, más o menos podrá darle un sorbo. Tiene que ser más que suficiente - dijo en un tono bajo.

 

El dolor de cabeza aún persistía pero la Rambaldi había podido mantener su forma. Es decir, el cuerpo de una nativa. Y había podido conseguir realizar la poción sin deshacer sus poderes de metamorfomagia. Sería gracias al poder del anillo. Y esperó. No sabía cuánto tiempo tendría que estar en esa aldea. Pero aún así, revisaba que todos los enfermos estuviesen más o menos atendidos antes de ella partir. Al cabo de cuatro horas, les dio otro poco del brebaje y poco a poco fueron recuperando la salud, que les había arrebatado. Sonrió contenta. Aunque fuese una prueba difícil había conseguido mantener su estado y realizar todo lo demás.

 

Pero, conociendo a la arcana, sabía que las siguientes pruebas para adquirir la habilidad no serían para nada fáciles. Todo estaba en su cabeza y en el poder del anillo. Aunque sería difícil recordó las palabras del chamán. Con esfuerzo podría conseguir lo que se propondría. Estaba segura de ello. Ahora, esperaba alguna señal de Amara para hacerla regresar. ¿Habría finalizado su trabajo? Esperaba que así fuera.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Su corazon se agito al leer la carta del Ateneo, habia sido aceptada en una nueva habilidad y la ponia nerviosa. Ultimamente estaba demasiado desanimada del mundo magico, quizas despues de saber si llegaba a pasar metamorfomagia se tomara un tiempo viajando en el mundo muggle, podria cambiar de apariencia y comenzar en otro lado.

 

En su cama habia comenzado a fantasear todos los lugares que pdria visitar, sin un pasado que la busque, solo ella ya que su esposa habia desaparecido, el unico problema seria sus hijos pero ya estaban grandecitos para que siguiera cuidando de ellos, y lo mas importante era saber si estaba dispuesta a volver a irse de la Orden.

 

<<Quizas sea mejor tomarse un tiempo>>

 

Penso, suspiro con cansancio poniendose de pié desaparecio del castillo Myrddin para aparecerse cerca del Ateneo, como profesora tenia ciertos beneficios y como ese.

 

Volvió a ver la nota dónde le decía la ubicación de su clase, recordando cuándo estudió con Suluk se preguntó si tendría esa arcana su casa en un clima frio, sonrio con añoranza pero resulto que donde estaba no era el lugar correcto, si seguia asi llegaria se dijo.

 

Después de tanto correr llegó al despacho de la Arcana, apretó los labios en silencio al darse cuenta que no conocía el nombre de la mujer de la cuál aprendería aquélla habilidad.

 

-Hola Arcana?- golpeó la puerta del lugar -vengo a aprender de usted- no sabía si debía presentarse, ¿ya le habían dado su nombre cómo alumna?

8Ld9VUG.gif| Teta-Darla-4.gif 

44SykDH.jpg

GSV2021-Sx-Ly-K-2.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Lo que Helike había logrado en la Selva Lacandona, bien le valía para la Metamorfomagia para que cuando se encontrará frente a ella realizarle la pregunta que seguro había esperado desde que llegó por segunda vez a su cabaña, por el momento el portal que traería a Helike de regreso después de que los niños se recuperaran empezaba a formarse a la lejanía de aquel pueblo que le había permitido a la bruja ayudarle en lo que a su salud se refería.

Estaba preparando un nuevo pocillo de té. Hace algunos días había recibido el comunicado de los directores de la Universidad que tendría la presencia de una nueva alumna, así que debía preparar el suficiente té para tener una charla amena de lo que buscaba al obtener con esa habilidad. Ella no dejaría que gente egoísta se hiciera con la Metamorfomagia, ya que era una de las magias más poderosas que podía existir en el mundo mágico.

Terminó de servir agua hirviendo en tres tazas de porcelana, cuando del portal que había formado para dar entrada a Helike, salió esta aun con sus ropas y las características físicas que había adoptado en aquella misión que la argelina le había encomendado. No le dedico ninguna palabra, en su lugar tomo un poco de hojas y las tiró en el interior de cada una de las tazas.

Bienvenida Srita Rambaldi, tome su aspecto original. —dijo. Mientras escuchaba que alguien entraba a su morada. Lo que le hizo pensar que seguramente era la joven Delacour que al fin se había decidido presentarse frente a ella. —Me va a disculpar unos minutos, tome un poco de té, ahora vengo a estar de nuevo con usted.

Amara camino hasta donde Alessandra se encontraba, le mostro una sonrisa cálida que daba confianza a cualquier persona que la miraba. Escucho todo lo que ella le había dicho, pero se quedó en silencio. La mujer de cabellos rubios como el oro, deseaba aprender de ella, pero la Metamorfomagia no era una habilidad que se aprendía, era más bien algo que se desarrollaba así que antes de hablar con ella sobre eso le indico con un movimiento de su mano que le siguiera al interior.

Al llegar al mismo lugar donde se encontraba Helike, Majlis se dirigió primero a la joven rubia para después dirigir algunas palabras a la mujer de cabellos color chocolate.

Joven Delacour, tome asiento y beba conmigo un poco de té, su aprendizaje está a punto de comenzar. —dicho eso le indico las tazas de porcelana y se giró para hablar con la Rambaldi.

Helike, niña mia, ¿Esta lista para enfrentarte a la prueba de vinculación? —la arcana esperó la respuesta de la mujer frente a ella, si ella decía que estaba lista, debía irse a preparar para la prueba. Así que en cuanto escuchó la respuesta de la mortifago, Amara regreso al lugar donde estaba Alessandra esperándola.

ySe9y8A.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.