El Dragón Verde (MM B: 108933)

[Helike R V PB]

El chillido de un elfo hizo que girase la cabeza completamente. Estaba con los compañeros del departamento en el otro lado del negocio al lado de la chimenea, al fondo, con lo cuál no podía ver nada. Estaba tan distraída que apenas había notado algo. Sólo el grito de mi sirviente me alertó. Me levanté de un salto y saqué la varita del bolsillo...

 

- ¿Se puede saber qué c*** son esos modales? -le grité yo y él no se amilanó... aunque con voz trémula...

 

- Estábamos ocupados con la cocina, señora -asintió Baco, que en esa ocasión atendía detrás de la barra pero que le había mandado ir atrás a los fogones- no nos dimos cuenta, un mago acaba de entrar y... ¡lo anda destrozando todo! Baco no sabía si podía usar su magia, por eso Baco ha venido a avisarla...

 

Apreté la varita tan fuerte que los nudilos se me pusieron grisáceos. La rabia se extendió por mi rostro y varias manchas feas, eran rojas, a causa de la ira...

 

Empecé a notar el aroma de la mezcla del alcohol y de la madera...

 

Fui caminando rápidamente, mis botas de piel de dragón pisaban fuertemente el suelo, resonando a cada lado, llegué a la altura de la persona que estaba provocando todo eso, me di cuenta que tenía aves a su alrededor. Sonreí de lado, claro que, reconocí enseguida el hechizo. Los doce cuervos graznaban y hacían un ruído horroroso....

 

- ¡¡Oye tú!! - grité al desconocido @@Jacob Cullen Black Potter tenía sed de sangre en esos instantes- ¿Cómo c*** se te ocurre hacer estragos en éste lugar? - reconocí enseguida su aroma, era un vampiro... Pero parecía demasiado joven- ¡Será mejor que te largues, si no quieres pagar con tu vida, la insensatez que estás cometiendo! -le dije, avisándolo y sintiendo como mis ojos se estaban poniendo de color rojo a causa del genio. No era grato que encima de repararte el local, que te lo destruyeran y más sin motivo.

 

- ¡Espero que tengas buenas razones para hacer lo que estás haciendo! Porque no voy a permitirte que hagas más estragos - intentaba calmarme pero me era imposible. Guardé el morral de cuero dentro de los tejanos que llevaba, saqué la cazadora de cuero y la dejé encima de la barra mientras dejaba asomar una camisa blanca. Me había cambiado, por supuesto, sobre todo, para estar más cómoda. Llevaba en mi mano derecha, en el dedo corazón el anillo de la habilidad de la animagia.

 

- Por tu bien espero que estés empezando a decir lo que tengas que decir... No me importa llevarme a nadie por delante si con eso puedo proteger mis propiedades... Éste lugar no es para que un malnacido como tú, venga aquí a destrozarlo. Es un lugar de paso...

Editado 7 de Julio del 2017 por Helike Rambaldi Vladimir

[Juliette Macnair]

Su respuesta sobre las sombras me había sorprendido, era la primera vez que escuchaba de alguien una descripción tan profunda y aunque eso me hacía recordar por un segundo que la careta de joven mortal era una verdadera farsa, admito que tener a esas empalagosas criaturas por decirlo de alguna forma física, me hacía sentir en compañía. Por supuesto que los pensamientos sobre ellas me los guardaría exclusivamente para mi, no es que sospechara de él pero mis secretos, esos que van contra de las leyes naturales en el mundo no se podían decir al aire como si fuera una cosa cotidiana, a diferencia de otras especies, yo era muy reservada.

Su respuesta a mi tan inesperada invitación hace que una ligera risa se escape de mis bien rosados labios, se que me veía muy callada y correcta pero nunca negaba un buen trago, también tuve mis momentos de descontrol en el pasado cuando se trataba de alcohol, líquido que usaba para mis frustraciones ansiosas, ahora había seleccionado un nuevo mecanismo: Café.

— Ésta conversación tan trivial merece un buen trago de por medio. — Asentí. — Admito que hice algo de trampa, al escuchar su tan peculiar acento alemán supuse que gustaba de tan finas cervezas.

Volví a posar mi espalda delicadamente en el respaldo de la silla, como si antes de contestar a sus nuevas preguntas tuviera que analizar exactamente lo que iba a decir, era muy calculadora con mis movimientos lo que eso me había dado excelentes dotes de cazadora. Suavemente posé mis orbes verdosos en su rostro, dirigiendo mi total atención al castaño y mientras intentaba bloquear recuerdos, comencé a mover mis dedos dando golpecitos finos sobre la madera, casi como si con ellos tocara tecla por tecla de un ajustado piano.

— No me lo hubiera imaginado, admito que era la casa más noble a mi visión personal. Volviendo a su anterior respuesta, claro.

Solté un suspiro.

— Puedo decir con orgullo que fui una gran guerrera Wampus, me dio mis mejores años. Aunque he escuchado mucho que intentan comparar aquellas casas con las de Hogwarts, unas no tienen nada que ver con la otra.

Orgullosa alcé mi mentón ante mis palabras, era la pura verdad. Di un ligero salto al darme cuenta que el elfo estaba parado a nuestro lado con ambos pedidos, ese orejudo no se había demorado nada, incluso podía decir que era más rápido que Draekh. Quitando mis finas manos de encima, dejé que nos acomodara los vasos, el de Thawne burbujeaba más que la mía y el color de aquella era bastante más clara que la inglesa ¿tendría un sabor más amargo? Asentí a la criatura a modo de agradecimiento y en cuanto se fue, agarré mi cerveza para alzarla un poco — A su salud. — pensé. Y bebí un pequeño sorbo embriagándome con su exquisito sabor cayendo por mi garganta, dejándome un exquisito frescor.

— Nací en Bulgaria por casualidades de la vida pero mi familia se encuentra aquí, en Inglaterra. Es más, cuando me fui a estudiar a Ilvermorny, tuve que quedarme en una familia amiga, conocidos de mi madre, a quienes guardo muchísimo cariño.

No todo era tan cierto, pero ¿Cómo explicarle una historia tan compleja como la mía? Ni yo misma podía entenderla aún, tenía lagunas mentales en muchas situaciones y sentía una gran culpa por fallarle a Isobelle, sin siquiera conocerla le iba estar eternamente agradecida por ser la única que vio luz en mi cuando sabía era pura oscuridad. Cerré un momento los ojos al recordar a esa mujer y rápidamente una sonrisa se formo en mi rostro, una para nada sincera, pero la justa para seguir el tema como si nada atravesara por mi mente.

— Al graduarme con honores debía regresar aquí, pero decidí quedarme a descubrir un poco más, entonces me inscribí a una academia de arte ¿Me imagina ahí con todos eso no magos? En fin, aprendí un poco de todo y admito que fue una época maravillosa, aún atesoro gestos de lo que viví y de las historias banales de las cuales sentí una profunda pasión.

El color de mis ojos parecía opacarse ante su fugaz recuerdo, quizá nunca nadie entendería todo el peso que llevaba constantemente sobre mis hombros, y es que nadie conocía mi verdadera historia, como le dije a él, sólo son fragmentos y quizá por eso me sentía segura en la profundidad de sus grisáceos ojos. Compartíamos secretos.

@@Eobard Thawne

Off: Prosigo como si nada

hubiera pasado.

[Jacob Cullen Black Potter]

Off: nunca ignoren a un loco ladron y saqueador o saldran lastimados v.v

 

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Las cosas iban mejor de lo que yo creia, la destruccion estaba quedando estupenda y el lugar pronto quedaria hecho un estropajo, sin embargo faltaba un toque final antes de irme, algo que haria quedar super mal a los dos bandos.

 

Sin embargo antes de irme, llego la dueña del local, mirandome enojada por la destruccion que habia hecho...

 

-Lo que estoy haciendo, es justicia propia, los bandos no son mas que un simple juego de niños que les gusta jugar a los investigadores y destruir cosas, porque la verdad, ni siquiera se hace una investigacion justa, los bandos son peor que Lockhart, se basan en el ego y en querer gobernar unos con otros, lo mejor seria hacer desaparecer a los dos, y si ataco y me finjo uno de ellos, puedo lograr mi cometido...- dije mientras apuntaba al techo...- Morsmordre- la marca tenebroasa que anunciaba un asesinato, ahora se mostraba en el techo del lugar- Una pequeña burla a la marca, pues la usan para anunciar asesinatos y aca obviamente, no hubo ninguno...- dije y sin mas desapareci del lugar gracias al hoyo que habia dejado en una de las paredes...- La proxima vez que me veas, no sere tan ameno y no perdonare vidas, esta fue mi entrada triunfal- dije mientras desaparecia en las penumbras, tambien tenia pensado investigar a los dos jovenes que no habian hecho caso del problema, pues pronto tendria que ocuparme de ellos tambien..

 

@

Editado 7 de Julio del 2017 por Jacob Cullen Black Potter

[Eobard Thawne]

Siempre me he vanagloriado de mi predilección por las bebidas, particularmente las cervezas. No es que sea un alcohólico, ni mucho menos, pues como el único representante vivo de los Thawne en este periodo de tiempo, reconozco el efecto que tiene el alcohol sobre los seres vivientes. Lo veo más como una forma de socializar, de estrechar vínculos de confianza, como aquel que desarrollo en este momento. En el tipo de cerveza elegida por alguien puedo darme una idea del tipo de persona que se trate. Naturalmente, no es una suposición acertada la mayoría de las veces pero, ¿qué puedo perder?

 

-Digamos que la cervecería alemana jamás me ha decepcionado. Al igual que la inglesa... -agrego, volviendo a hacer énfasis en su elección. -Más amarga, quizá, pero cuyo resabio, de forma irónica, te incita a pedir una pinta más. -río leve, recordando los clásicos enfrentamientos de pub que generalmente se veían en películas muggles, y ocasionalmente presenciaba entre los magos.

 

Juliette se toma su tiempo en responder, como analizando las preguntas que le he formulado. Y no es como que lleven una intención oculta, vamos, simplemente estoy intentando conocerla un poco, determinar si puedo continuar desarrollando este vínculo de confianza. Mantengo el contacto visual con ella, y a juzgar por su expresión, intenta decidir qué información me proporcionará, lo cual me parece razonable. Quizá se protege a sí misma, o a ambos.

 

-Si le soy honesto, tenía algunos buenos conocidos en Pudwudgie, todos ellos con grandes aspiraciones. Era la casa que solía albergar a eminencias del mundo mágico de Norteamérica, por excelencia. -en ese momento, viene a mi memoria mi rival, si le podía llamar así, durante mi época en el colegio, Bartholomew, pues él perteneció a dicha casa.

 

Escucho con detenimiento su pertenencia en Ilvermorny, siendo su casa un detonante aún más de mi intriga, pues no había tenido el gusto, hasta ese momento, de conocer a un miembro de Wampus. -¿Puedo intuir, entonces, que es una gran guerrera, señorita Juliette? -le sonrío, como intentando imaginarla en un frente de batalla. No por burla, sino porque parece que ha estado envuelta en algún altercado. -Es inútil que hagan comparaciones con Hogwarts...Deberían ir aceptando el prestigio que tendr... -en ese momento, me detengo, pues casi cometo la imprudencia de revelar algo.

 

-El prestigio que tienen ambas escuelas, es decir. -corrijo la frase a tiempo, pero sé que mi pequeño desliz no pasará desapercibido. No tengo tiempo de ponerme a pensar en ello, pues el elfo está de regreso en nuestra mesa. Incluso a Juliette la ha tomado por sorpresa, pues se mueve casi imperceptiblemente en su asiento. Es lo único que me desagrada de los elfos: sus pasos ligeros. Y más de uno ha usado dicha cualidad para otros fines.

 

-Prost, fräulein Macnair. -una vez que el elfo deja las bebidas sobre la mesa, nos encontramos en un momento en el que los dos decidimos darle un trago a nuestras bebidas. Inclino la pinta hacia ella, dedicándole el trago a su salud, empleando una vez más mi pésimo acento alemán. Permito que la esencia de la cerveza alcance cada uno de mis receptores, tomando mi tiempo para digerirla. No es una Jacobinus, definitivamente, pero tampoco está tan mal. Apostaría a que se trata de una Paulaner.

 

-Bulgaria, ¿eh? País frío, pero bastante agradable. -asiento ligeramente, escuchando la historia de la señorita explicando cómo fue que estudió en Ilvermorny. -¿Qué hay de Hogwarts? Es decir, viviendo en Inglaterra, ¿nunca consideró estudiar ahí? La cercanía era un tanto más razonable pero, le entiendo, a decir verdad, mis mejores conocimientos los adquirí en Norteamérica.

 

Lo cual era hasta cierto punto cierto. Si bien había adquirido extenso conocimiento en el colegio americano de magia por excelencia, estaba perfectamente consciente de que no confiaba mi supervivencia totalmente a la magia. Y no era para menos, considerando los eventos que desencadenaron mi afinidad con ésta, lo cual veo más como producto del azar que el haber estado destinado a ser un mago. La señorita forja una sonrisa ligera, como intentando encajar con lo que ha dicho, pero no le juzgo, pues al recordar a veces vienen a la mente momentos no tan deseables.

 

-Vaya, no me esperaría conocer a alguien que pudiera relacionarse con los nomaj sin perder los estribos. -río leve, recordando mis propias experiencias. A pesar de haber optado por una rama un tanto distinta a la que eligió Juliette, deparaba un autocontrol y una paciencia enorme para no revelarme ante aquellos entes no usuarios de la magia. -Aunque, sí, puedo imaginar la experiencia. Yo estuve un tiempo entre ellos. Hace años de eso, pero me llevé más conocimientos de su cultura que buenas experiencias, me temo.

 

Hago una mueca, quizá la primera con total sinceridad, pues sé con seguridad que mi tiempo con los no magos fue el punto de partida que finalmente me trajo a Reino Unido. Como buen Thawne, siempre he querido estar a la altura del apellido que ello conlleva pero, ¿en esta época? Aún habiendo fallado en tan importante prueba, la mejor recompensa ha sido mantener tan bajo perfil, con todas las tentaciones de no hacerlo. Le devuelvo la mirada a Juliette, y sé que, muy en el fondo, sabe lo que estoy pensando.

 

@Juli-ette

[Helike R V PB]

- ¿Justicia propia? Pero, ¿te estás escuchando? -pregunté al mago @@Jacob Cullen Black Potter, del que desconocía su propio nombre. Tendría que averiguar quién sería ese sujeto que iba provocando el caos ahí por dónde iba. Si hacía falta, le haría pagar por todo cuánto había hecho. No era de recibo que, recién restaurado el local, con clientes, viniese alguien a perturbar la paz de El Dragón Verde.

 

No pude evitarlo y estallé a carcajadas ante todo lo que había dicho. Peor aún, mi rostro cambió a estupefacción en cuánto convocó la marca tenebrosa.

 

- ¡Un mago como usted, no tiene ningún derecho a invocarla! -le grité yo. Aún con la varita en la mano, deshice el conjuro que había hecho- ¿bandos? ¿Acaso usted, ve aquí a alguno? -le dije en un tono de mofa- un mago respetable no va por ahí creando caos a su paso. Un mago respetable hace respetar el derecho de los llamados magos. Aquí usted, por supuesto, no será bienvenido si viene con las peores intenciones como las que ha venido...

 

Volví a reírme de nuevo.

 

- ¿No perdonar vidas? -reí tan fuerte que mis carcajadas resonaron por todo el local, mientras veía como el sujeto se marchaba por un agujero que había hecho en la pared- ¡¡Amigo, la próxima vez se acordará de mi cara, se lo aseguro!! ¡Yo sí que no seré tan benévola como usted si vuelve de nuevo, a provocar destrozos!

 

Lo vi marcharse mientras que, con un 'reparo' arreglé la pared. Limpié el suelo después de apagar las llamas que aún consumían el suelo y que dejaban en el aire, la mezcla a madera y a alcohol quemados. Abrí la puerta del local, para que la brisa limpiara el aire enrarecido.

[Saori Rambaldi Ragnarok]

La pareja ya se encontraba en aquel lugar disfrutando de su día y esperando la comida Paula se encontraba algo inquieta y fue de lugar, esperando la comida la cual tardaba pero era compresible mira a noah con una sonrisa algo ful mínima pues no tardo mucho en darse cuenta de una cosa que vio hacer a Naoh los celos la consumieron y al acordarse de eso no dice nada a Noah y se le veía algo inquieta perdió la mirada hacia otro lado observando a todos lo que se encontraban alli.

 

Recordar ese instante que estuvo con u hermana pasando el diagon vio algo que la enfurecer y su sangre hervía pues Sentía que Noah o confiaba mucho en esa, siento algo de dolor los sentimientos de celos y de mas se revolvían dentro de ella y un poco cortante dice a Noah con palabras vacías. -Ajmm que bonito de su parte sera que la comida se tarda- dice la demonio fulminado con una mirada seca y llena de celos.

 

@@Noah Lockhart

[Juliette Macnair]

La forma que tiene de seguir usando su no tan excelente acento alemán logra sacar más de alguna sonrisa que intento ocultar llevando mi mirada en dirección a los jardines del lugar intentando descifrar por que su personalidad era tan especial para una criatura como yo. Una vez que ambos terminamos de dar un buen trago a nuestras burbujeantes bebidas acomodé sutilmente mi cuerpo en el asiento, quedando con su error dando vueltas en mi cabeza pues yo mejor que nadie sabía cuando algo estaba mal, no era precisamente una equivocación consciente, se retracto demasiado rápido y a juzgar por la expresión de su rostro, me ocultaba algo.

— No merezco un título tan grande como aquel.

Presioné mis labios.

— …y claro, tiene toda la razón. Ambas escuelas merecen el mismo prestigio y por ende me parece un error absurdo ir comparando similitudes como si Ilvermorny hubiese copiado sus costumbres.

Llevé ambas manos a la mesa, cruzando mis dedos entre si como si de aquella forma lograra formar un poco de calor en mi cuerpo, al fin tenía con quien hablar de las costumbres de la escuela puesto que era de esperarse que aquí en el Reino Unido sólo se hablaran maravillas de Hogwarts, especialmente por que el est****o de Potter salvó el mundo ¡y lo pienso con bastante ironía! Aún nadie se daba cuenta de la gravedad del asunto de mezclarnos con los no magos, pero en fin, dejé eso pasar y proseguí con el castaño. Observé fijamente sus ojos para responder la siguiente pregunta, la respuesta sería con total sinceridad o al menos la mayor parte de ella.

— Recibí ambas cartas cuando cumplí once años, pero quería estar cerca de las raíces de mi madre…ella murió cuando yo tenía tan solo tres o cuatro años, no lo recuerdo con exactitud. — Un profundo suspiro se deslizo por mi interior, era la primera vez que llamaba a Isobelle como madre, o al menos la primera vez en mucho tiempo. — Además, como ya sabe, todo eso de el niño que sobrevivió y salvó a mundo, simplemente quería estar alejada de todo eso ¿me entiendo? Necesitaba irme.

Una gélida sensación recorrió el largo de mi columna hasta llegar a mi nuca, haciendo que mueva levemente el cuello intentando aflojar la tensión que estaba causando en mi cuerpo el tener que hablar de todo esto. Agarré la cerveza y sin pensarlo dos veces le di un gran sorbo, hace tantos años me atrevía a decir que no recordaba mis momentos en Ilvermorny, gloriosos momentos con gente realmente maravillosa, a quienes atesoraba por siempre en el corazón, incluso se me pasó por la cabeza el primer baile de invierno que tuvimos en donde Bianca salió señorita Ilvermorny, la melodía de la canción resonaba en mi cabeza, casi como si la estuviéramos escuchando en la realidad.

Estábamos cerca de los momentos más cruciales en mi vida, una leve curvatura se dibujó en mis bien rosados labios ante la idea de también imaginarlo caminando como si nada entre los muggles ¿Pero que haría él entre ellos? No es que fuese imposible verlo convivir entre esos seres, a pesar de todo lo que pudiese ocultar en el fondo de su alma yo presentía que era un hombre de inalcanzable tolerancia, lo podía ver en sus ojos, pero también veía fuego insaciable. Un nudo inundó mi garganta, podía sentir por primera vez el pesar de su vida sin el deseo de devorarla y era un gran logro para mi. Bajé la mirada de pronto en dirección a mis dedos jugueteando ansiosos entre ellos.

— Son personas tan dañadas por dentro, todo lo desconocido es usable y desechable. Ellos no conocen el respeto y el amor por la naturaleza, por la vida…

Daga al corazón.

— no es que yo conozca tan bien ese amor ¿no? Al fin y al cabo, vivo escapando de mi realidad en vez de enfrentarla. Señor Eobard ¿Puedo preguntarle algo un poco descabellado?

Volví a incorporarme, acomodando mi ondulada cabellera castaña hacia un lado, la verdad ese gesto era uno que llevaba desde que tenía uso de razón, tocarme el cabello para disimular mis nervios o lo que sea que provoque la inseguridad. También intentaba mantener mis manos ocupadas puesto que la tentación de hacer contacto con su piel me embriagaba más y más, a través del tacto y con su consentimiento podía leer sus pensamientos, más bien sumergirme en ellos y así saber todos esos tan misteriosos secretos. Mis ojos se aclararon con el pasar de los minutos y al posarlos en los de él, supe en ese instante que quizá sabía mis cambios de expresión.

— ¿Usted cree en el perdón? Mejor dicho, ¿Usted cree en el infierno?

@@Eobard Thawne

Editado 8 de Julio del 2017 por Juli-ette

[Eobard Thawne]

Ni siquiera mi pésimo acento alemán ha distraído la atención de la joven en esta ocasión. A juzgar por su expresión, y tal como predije, no ha pasado por alto mi titubeo hace unos momentos. ¿Qué estaba diciendo sobre la cautela? A esto me refería: Una palabra más y pude haber cambiado todo. La conversación fluye, de momento.

 

-En ese caso, me disculpo. -suspiro ligeramente y me dedico a mirar superficie de madera de la mesa por unos segundos. -Concuerdo con usted, y si bien, Ilvermorny fue cofundada por un no mago, no hay razón para considerarla inferior. -en sus palabras algo me hace comenzar mis cavilaciones.

 

La historia nomaj y mágica coincidían de cierta forma. Hogwarts surgiendo en la época medieval. Inglaterra reclamando aquellos territorios del norte en el Nuevo Mundo y estableciendo sus colonias. Para 1634, antes de la independencia de dichas colonias, Ilvermorny ya figuraba en los escritos. La competencia no era algo ajeno a los colegios de magia. Y a decir verdad, Hogwarts tuvo un auge de popularidad debido al joven Harry Potter.

 

-Vaya, cuando uno recibe más de una opción es normal la confusión. -no me da tiempo de sonreír, pues posteriormente explica la razón por la que había decidido marcharse. -Cuanto lo siento, señorita. Y compartimos la opinión...El niño que destruyó media escuela intentando salvarse a sí mismo, el héroe nacional mágico. -enfatizo un tono sarcástico al referirme al ahora auror de esa forma.

 

Me sorprende ver que casi no he consumido de mi bebida, pues aún no me acostumbro del todo a ver a Juliette dando largos sorbos a la cerveza. La sola mención de Potter me da acceso a mis recuerdos de la estadía en Durmstrang, donde se mencionaba de vez en cuando al personaje, pero naturalmente no se le veía como un salvador. Muchos, incluyendo el director, Karkarov, lo veían como una amenaza potencial. Al notar que el silencio se ha prolongado más esta ocasión, decidido imitar hasta cierto punto a la señorita, cuidando de dejar un poco de cerveza en la pinta par más tarde. La fría sensación en mi garganta es casi tan reconfortante como una bebida caliente en estos tiempos.

 

Pensando desde el inicio que sólo se trataba de un movimiento aislado, comienzo a pensar que el tamborileo de los dedos sobre la mesa es una especie de tic cuando la joven está estresada. Espero que no se deba a algo peor. -Le sorprendería mucho saber... -río leve, recordando a los pocos nomaj a los que les tenía aprecio.

 

-Quizá no tenga mucha idea de cómo es ese amor, pero algo me dice que en algún momento lo experimentó. -suspiro y cierro mis ojos durante un breve instante, pues sé que me he pasado. -Una disculpa por el atrevimiento, señorita Macnair. Adelante con su pregunta descabellada. -lo que me agrada de la joven es que no se precipita, o quizá sí, pero no tanto como yo. Los años nos han dotado de una inmensa cautela, pero ella al parecer la ha desarrollado más que yo.

 

Noto un tic más, como si quisiera hacer algo pero la propia regulación pudiera más que su deseo. No obstante, y puedo ya afirmarlo, sabe que estos pequeños detalles no los he dejado ir. -El infierno y el perdón, buena analogía. -asiento, pensando mi respuesta un par de segundos. ¿Un mensaje oculto?

 

-Pero me temo que en esto la decepcionaré, pues no creo en tales cosas. Al perdonar aceptas las acciones, generalmente malas, por parte de alguien, incluso das, inconscientemente, el permiso de que de repita, creo que es un error. -y antes de responder acerca del infierno, me viene a la mente mi ávido perseguidor, a quien por fin parezco haber evadido. -Sobre el infierno, bueno...Cada quién tiene una visión distinta. Podría decir que he estado en él, pero tendría que explicar la existencia de un plano aparte al mundo mortal.

 

@Juli-ette

[Noah Lockhart]

El dia iba muy bien estaba muy alegre de estar con mi amada, la comida estaba por llegar tenia muchas ganas de comer dobre todo con el lema que decia que se servia la mejor comida y cerveza ya estaba deseoso de probar para corroborar si el lema era cierto de momento el aroma que provenía de la cocina era exquisito y el color de la cerveza parecian indicar que si era cierto lo que decia el lema.

 

Mi amada se veía algo inquieta, no sabía la causa del porque estaba asi, me preocupe un poco ya que no me gustaba verla enojada o inquieta y mucho menos triste y sobre todo si era por algo que yo hacía la mire en su mirada se veia el malestar que tenía, mi amada no tardo mucho en darse cuenta que la miraba pues pude ver como apartaba la mirada y veia a los demas que se encontraban en el local, tome su mano un poco preocupado -¿amor te pasa algo?- pregunte mientras la miraba.

 

 

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[Saori Rambaldi Ragnarok]

- Tu confías en mi. dijo saori con seriedad y mirando a su novio, con algo de mal genio miro haber si ya estaba la comida pues la demora era mucha. La demonio dijo de mala gana - No, quiero.. sabes que nada - dijo cortando un poco la conversación con su amado.

 

Sus celos eran el protagonistas de esta cita pues saori esa algo posesiva pero Noah era su don en cierta parte, por un momento el elfo llego con la comida y dijo saori - gracias por favor tráeme una botella de vino por favor - dice pero su actitud no cambio para nada mientras seguía allí las cosas llegan y las lechuzas vuelan no quería que los chismes cambiaran las cosas pues saori amaba como a nadie a @@Noah Lockhart pero sus celos cambio todo.