.:: Castillo Black ::. (MM B: 97834)

[GoshI]

- Warhol, ven aquí...

El elfo corrió de una punta hacia la otra de la habitación, donde se encontraba la Black simulando mirarse a un espejo y se quedó estático esperando a sus órdenes. Ella llevaba un vestido encorsetado de color verde jade con una cinta que recorría en zigzag desde el escote hacia la parte baja del abdomen. A partir de allí caía una falda de raso hasta el suelo, por lo que no se podían ver sus pies aún desnudos.

- ¿Crees que este me vendría bien?

- S-s-si-sí señorita Goshi, le q-qu-queda fantástico. - Respondió la criatura mientras se acomodaba un pequeño moño rojo que decoraba su cuello. - Aunque es e-e-e-extraño verla en vestido.

- Sí... - Frunció los labios y miró hacia la ventana.- Es extraño.

Dio media vuelta hacia el armario que ocupaba la mayor parte de la pared de su habitación y empezó a recorrer con sus dedos las diferentes prendas que se encontraban allí colgadas.

- Me siento... - Hizo una pausa al encontrar una camisa blanca. Con la yema de su pulgar sintió la textura de una pequeña mancha rojiza en una de sus mangas y se sonrió. - Me siento diferente, los años no vienen solos.

Se acercó la manga a su nariz y olfateó la mancha como si le trajera recuerdos. Sus ojos se perdieron en el limbo pero la sonrisa se le mantenía intacta.

- ¿Tú recuerdas tu primera víctima? - Soltó entre suspiros.

El elfo se cruzó de brazos esbozando una sonrisa de lado, sin responderle. Warhol era un sirviente muy leal de la familia Black, pero principalmente de Goshi. Había pasado casi toda su vida a su lado desde que su padre la había encomendado a ella como su ama. Si había alguien que conocía todos y cada uno de sus secretos, era él, su principal confidente.

Casi su único confidente, de los pocos que quedaban en la familia.

- Me habías dicho que Fernando estuvo por aquí... - Soltó la prenda y comenzó a desatar las cintas del corset con suma delicadeza. Warhol de fondo asentía con la cabeza acatando cada comentario. - Quiero que lo vigiles de cerca cada vez que pise este castillo y luego me cuentes todo, lo que dice, lo que hace, lo que piensa.

Dejó caer el vestido.

- Haré lo que sea necesario por mantener este castillo y esta familia, se lo prometí a Glenin y mantendré esa promesa.

[Matthew Black Triviani]

Matthew Black Triviani

Llovía incesantemente. En el castillo Black los charcos de agua ya formaban posones en el jardín, se oía el golpeteo de unas ramas y las gotas deslizar en el ventanal a cuadros, única habitación con luz a esas horas de la noche, un despacho, un salón con una chimenea encendida, un escritorio con papeletas apiladas y un cenicero sin utilizar; algunos libros en la estantería terminaban por decorar el ambiente. Los árboles se agitaban con los fuertes vientos de la tormenta, la noche era cálida pero la lluvia no daba tregua, caía como si el cielo se fuese a desaparecer junto con el retumbar de los fuertes truenos y algunas luces de los rayos a lo lejos. Se sabía que no se detendría en quizá cuantas horas, cuando de pronto un fuerte «clap» enmudeció todo relámpago y estruendo, dejando a una fina y tranquila lluvia cristalina.

Fue entonces que por el umbral de la puerta abierta entró un avecilla de papel, la cuál se posó sobre la fotografía de su padre.

Él había regresado...

Las sombras bailaban entre las facciones de su rostro, fiel reflejo de los Black. Su ceño se frunció un poco y sólo cuando se percató de que Kreacher le observaba desde el vértice de la puerta.

     ¿Que es lo que quieres?     pregunto con seguridad pero sin llegar a ser demasiado hostil. Sentía cierto recelo hacia él. 

     Kreacher no quiso molestar amo Matthew, pero desea algo para beber?      ofreció sus servicios en forma pausada y lenta, algo que el gitano detestaba.

Solo con un ademan de su mano izquierda fue suficiente para que entendiera lo que buscaba, después de todo su bebida favorita era la Ginebra. Apoyo su mentón en la misma mano sobre el escritorio, aún con sus piernas subidas en una de las puntas, la chimenea explotaba en chispas diminutas, que se reflejaban en los profundos ojos negros de Black. 

Su atención fue atraída hacia el papel que había ingresado hace tiempo, y posaba sobre la foto de su padre, ¿sería un mensaje de Augustin? lo dudaba, su padre no escribía, ni porque su vida dependiera de pedirle ayuda a sus hijos. Hizo un gesto con su mano y el papel se abrió, dejando relucir lo amarillento que era, sus bordes sucios y una letra en colores cobres que dislumbraban un solo nombre. Amit Lockhart. 

     ¿Lockhart?     recordó a uno de sus tíos, el cual portaba aquel apellido, y sonrisa se dibujó en sus facciones     No sé que intenciones tienen los lideres con él, pero si la carta fue enviada con suma urgencia, habrá que desentramar el misterio que aquel muchacho carga.      se incorporo rápidamente del escritorio y se dirigió hacia el ventanal, para desaparecer entre las sombras hacia las escaleras exteriores del Castillo. 

Mantenía la gabardina abierta mientras buscaba entre los bolsillos internos la varita de ébano, la cual deslizó con elegancia hasta dejarla bien firme entre sus dedos; incó su extensión mágica en su Marca Tenebrosa e invocó la presencia del neófito. 

Solo esperaba no tener que asesinarlo tan prematuramente. 

 

@ Amit Lockhart

 

[Eterno Black Triviani]

Eterno Blackthorn Black 

Bastante tiempo había pasado desde la primera vez que el vampiro regresaba a la casa de la  familia, un tanto de melancolía embargaba su ser puesto que lo debió haber sido no fue y el tocar los maderos de la puerta de ingreso que le trasladaron hacia el vestíbulo le dejaron un tanto pensativo, caminó entre el pasaje de ingreso notando el arte y el gusto al mismo no había cambiado aún así el remordimiento se le hizo notar.

Su vestimenta impecable como buen Black de antaño en dicho lugar oscuro se perdía a la vista, cada vez  más ingresaba al recinto sin hacer ruido alguno acompañado por una de sus mascotas  TuChio, un Kneazer quien meneaba sus colas al andar;  aunque la débil luz que logró notar a cierta distancia le hizo llamar su atención por el olor a madero quemado, este mantenía sus sentidos lo bastante despiertos mientras deambulaba por los pasillos del Castillo en su bienvenida  bajo aquella lluvia intensa que golpeteaba sin sesar en el suelo como en el grueso ventanales que retumbaban sin sesar cómo una fiesta de fuegos artificiales por dichos truenos tan luminosos.

Viendo salir al elfo Kreacher que aquel salón quien al mirarle este no le dijo nada aunque le hubiera reconocido por lo tan viejo que este se encontraba después de todo un Black seguirá siendo un Black aunque para recién llegado esa clase de servidores no era nada de su agrado prefirió seguir su paso hasta observar dentro de dicho lugar, reconoció un hombre a quien  habia dialogado muy poco  y mucho menos sabía el como se llamaba trató de no molestar intentando retirarse si llamar su atención, hasta que un gruñido sutil de su animal cuan felino hizo realidad de su presencia cuyos ojos se iluminaron en la penumbra cómo los suyos como el color del Walpurgis

 - ¡Creo haberle visto antes en las inmediaciones del Castillo, pero no le recuerdo... ¿Señor?! -

Comentó sin hacer mucho aspaviento después de todo no deseaba importunar en lo que hacía ya que sus intenciones eran buscar a su familia directa principalmente, sus orbes se dirigieron dónde las suyas llevando una de sus brazos a su espalda donde sujetaba a Cinthya relajadamente y la otra quitaba su sombrero para dejárselo bajo el brazo sin despegar la mirada del mismo

Observando a reojo las pinturas que descansaban estiró su cuerpo sacando de su columna unos tantos leves sonidos al enderezarse, a las cercanías se percató de una fragancia en particular alguien a quien le resultaba conocido quiso acercarse en aquella dirección pero se las aguantó, para volver a mirar al singular personaje que tenía cercano a el.

@ Matthew Black Triviani

@ GoshI  

@ Amit Lockhart

 

 

Editado 13 de Enero del 2023 por Eterno Black Triviani

[Matthew Black Triviani]

Reviso su brazo izquierdo, como si tuviera un reloj.

Sonrió ligeramente ante la inesperada aparición, llevando la diestra hasta su nuca, lugar donde nacía una delgada franja de cabello, contraste absoluto al azabache que mantenía con vigor y que nacía desde el remolino de su nuca hasta bajar a su cuello en forma recta. Era un cambio que había sufrido tras aprender las artes de la Nigromancia. 

     Kreacher!     exclamó en la soledad de la estancia, sabiendo que podría estar a cien metros bajo tierra y que el elfo acudiría a su llamado. No tardó en aparecer.

    Amo...     respondió mientras frotaba sus manos

     ¿Abraham se encuentra en el Castillo? la velada era ideal para compartirla con su primogénito. 

No podía mentirse, les había tomado cariño. -Y es que fuera de lo que presidiera a la noble casta, sus principios e ideales eran románticos para con la sociedad mágica, la alcurnia y su conservadurismo-, quien ya estaba convertido en todo un adolescente o al menos, su carácter si había sido forjado, pero no por golpes, quizás un poco de maltratos, sino que era un muchacho que comprendía perfectamente el discernimiento entre la pureza, traición e impureza mágica; después de todo, era un Black de pura cepa. 

Encendió un cigarrillo, sacado de los recovecos de su capa. Tomo una gran bocanada de aquel tabaco y exhaló, mirando hacia el cielo y sus resplandecientes destellos. Ya estaba cayendo en sentimentalismos baratos como su hermana, pero no, aun sabiendo que la familia era su máxima debilidad, no encontraba manera de preservar su propio secreto. 

Buscaba preservar la subsistencia de magos y brujas, que no era más que el hecho de educar nuevas generaciones sobre la prestancia ante el resto... Pero no toleraba la impuntualidad, ya no existía el respeto hacia los Altos Rangos de la Marca Tenebrosa, dudaba si eso se trataba de su líder y aquella característica pusilánime que intentaba ocultar, pero ante los ojos de Matthew eran más que evidente. 

Giró sobre sus talones y sus pasos iniciaron con dirección hacia la biblioteca, pasando por el vehemente salon, pero su atención fue interrumpida por el balbuceo de un ser que emanaba un pútrido hedor. Giró su rostro hacia su dirección, aquel gélido semblante se mantuvo inerte intentando descifrar quien era aquel mago. 

     ¿Eres el esposo de mi sobrina     hizo una pausa, intentando recordar el nombre de la bastarda     ... Malum?.

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[Oriánthi]

Oriánthi.

Su cuerpo se había materializado en una especie de bruma negra, que traspaso la verja de los Black sin esfuerzo alguno. Sus tacones negros resonaban sobre el camino de piedras, pisadas firmes y seguras. Su vestido negro ondeaba con la pequeña brisa que la lluvia le regalaba, mientras que un encantamiento de su varita la protegía de aquella molesta llovizna, que por momentos parecía ser acogedora. 

Detuvo sus pasos de forma abrupta en las escaleras de la puerta principal. Su respingada nariz pudo notar el cálido aroma a tabaco recién encendido; respiro profundamente para que sus fosas nasales se invadieran de tan exquisito olor. 

Continuo y empujo la puerta.

Carraspeó y fue hasta la mesa, donde pudo observar a Kreacher servirle Ginebra a su maldito hermano Matthew. Sus orbes blancos se clavaron en su rostro, no fue necesario la emisión de palabras, entre ellos existía una complicidad que podía leerse únicamente por ellos, después de todo, el gitano era un buen Legilimante, podía leer sus pensamientos sin esfuerzo alguno. Pero no era tan bueno con los cuchillos como ella. 

Su níveo cabello se deshizo de aquella coleta alta que traía, dejando que pequeños cabellos adornaran su pálido rostro, sus facciones dibujaron una sonrisa y su mano realizo un sutil ademan, en forma de saludo. 

-Me alegra encontrar caras conocidas. -comentó al aire mientras su esbelta figura se volteaba para revisar un cajón oculto. 

¿Qué hacia el marido de Malum en las inmediaciones del Castillo? y ella? no sabía si su inoportuna decisión por aparecer, le había salvado la vida, o se la había complicado... Después de todo, el gitano era una caja de sorpresas y sus intenciones siempre eran maquiavélicas. 

-¿Ya cenaron? -consultó con su melódica voz- ¡MUERO DE HAMBRE! -gritó en dirección a Kreacher.

 

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PD: holiisss, no esperen respuesta rápida mía, pero vamos a ver si podemos tener una reunión familiar en paz. ¿Y Aaron?

[Amit Lockhart]

una extraña invitación , me había llegado por vía lechuza, tenia que presentarme en la mansión Black a un tipo de inspección, y tenia el sello de la marca, eso me hizo pensar que aun no conocía a nadie del bando , solo me habían dado instrucciones de donde ir o que hacer, pero ya me estaba cansando de ser siempre el pion dentro de ese juego, creo que era tiempo que alguno de ellos se me presente y se me guía en camino tomar.

Desde que regrese a Londres lo había hecho y aceptado, solo por venir a saber quien era responsable de la desapacion de mi familia y sobre todo saber quien estaba detrás de la muerte de Elvis, se me dijeron que si busca repuesta en la marca la encontraría pero lo único que he encontrado es colocar en riegos mi vida y mi identidad.

 

Decidí apurarme, me cambie rápido de ropa, colocándome una túnica negra, con una botas de estilo militar no se muy bien para lo que vaya asi es que mejor ir preparado por si alguna batalla se avecina, salí del hotel no si antes ir a una tienda cercana a comprar una botella de vino y unas flores, siempre es importante dar una buena primera impresión a donde sea que vaya.

 

Desde lejos logre ver la colina y medio de ella el famoso castillo Black a llegar a los limites de la propiedad vi que se abrieron las puerta a mi paso, eso me daba la impresión que me estaba esperando, asi avance por el camino que comunicaba la cerca con la casa, y pude ver como se refleja el cielo en el lago de la propiedad haciendo que se viera aun mas majestosa de lo que ya era, cuando llegue a la entrada toque la puerta 3 veces y espere a ver si algún elfo se acercara y me dejaba pasar.

 

 

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[Matthew Black Triviani]

     Vaya vacaciones te habías tomado      sostuvo mientras sus ojos continuaban fijos en el muchacho de piel pálida     Hermanita.

Sonrio al ver como había aparecido, parecía dominar todavía las antiguas artes oscuras que otorgaban el poder de las sombras. Aquel había sido transmitido de generación en generación, utilizado por miles de magos para escapar del Cónclave donde estaban encerrados.  A veces temía que la Crisopeya soltara aquel demonio que escondía en su interior, las escrituras antiguas sobre ésos seres, eran asombrosas. 

Black había sentido cada uno de los movimientos de su hermana, pero su ventaja era que conocía su forma de pelear, y siempre que la mujer nivea aparecia donde él, era para provocarlo y generar todo tipo de alboroto, después de todo le encontraban la diversión, los daños colaterales eran algo que no estaba demasiado contemplado en su contienda mortal y ello, era lo que lo hacia más exquisito. 

Frida se blandió con un sutil movimiento de su mano, haciendo que el salón donde actualmente posaban se limpiase automáticamente, quedando totalmente reluciente, la mesa de roble vistió un hermoso mantel de color beige con una el logo de la impetuosa Familia Black en verde con destellos plateados, dando un realce a cada detalle del mismo. 

Busco con la mirada a su hermana.

     ¿Te encargas de la comida?     preguntó y continuo haciendo bailar a su preciada Frida.

Oyó desde adentro, con todo el alboroto de la vajilla, un golpe en la puerta. 

     ¡Quien es y que quiere!     vociferó a pocos metros de la puerta, claramente, sin esperar respuesta se acerco fastidiado, sus pisadas generaban un pequeño sonido al caminar, luego asesinaría  Kreacher por haber hecho que Matthew se tomase la molestia de abrir la p*** puerta. 

Su mano se cerró, dejando solo su indice y dedo medio levantados, un ademan con fuerza de ellos, hicieron que la puerta se abriera de par en par, dejando una espectacular vista de los terrenos bañados en charcos de agua, salpicándose por la interminable tormenta que yacía en aquella colina. 

Inspiró un poco de aquel aroma a tierra mojada y bajo su mirada, observando al escuálido joven. 

Enarcó una ceja y se insinuó,      ¿Eres el nuevo?     lo tomó del brazo y lo llevo con los demás, sin oír su respuesta, solo lo cuasi arrastró y le ofreció un asiento en la mesa adornada por una refinada vajilla de cristal y plata. 

Matthew poseía un alma despiadada, pero tenia modales, su padre era un gran hombre con valores y él los aprendió. 

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[Amit Lockhart]

Aun estando el puerta comenzó a llover como si no quiera que me fuera del lugar en corto tiempo, igual tenia disponibilidad para quedarme la noche entera, y asi fue como interrumpiendo mis pensamientos , las puerta se abre delante de mi y tomándome por sorpresa la belleza del castillo  y me quedo  ahí parado, por que esperaba que alguien fuera por mi hasta la entrada.

De eso escucho  que un hombre me habla, cuando giro a su dirección y verlo descubro que es de piel blanco de ojos negros, igual que su cabello de la impresión no le respondí, veo que me toma del brazo contra mi voluntad y me arrastra hasta el comedor, yo no entendía nada lo que pasaba y quien era los demás que estaba ahí reunido  alrededor de esa mesa.

Me logro salir de sus manos- nada de nuevo, yo tengo mi nombre, me llamo Amit y si soy en nuevo miembro de la marca-, y le muestro mi tatuaje subiendo le brazo, para que todos los pueden ver, -y ustedes, quienes son y por que me han invitado a esta reunión ?- le dije mirándolos a todos a ver si alguno tomaba la palabra, -a mi me llego una carta diciendo que me reuniera lo antes posible en esta direccion, pero como aun no conozco a nadie personalmente no se que puede ser-

 

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[Oriánthi]

Oriánthi.

-Sabes lo apasionada que soy con las cosas, Matthew. -respondió dándole la espalda, mientras hurgaba el bar para encontrar una botella- A mí me gusta disfrutar mis viajes, llámalo vacaciones si quieres, pero aprendo mucho, y siéndote sincera algo que deberías hacer conmigo, viajar. -

Había encontrado una cosecha de vino tinto, del año 1975, una de sus favoritas. Aún recordaba la ley seca, cuando los malditos estadounidenses decidieron que sería buena idea ilegalizar el alcohol. Es por eso que habían abierto su club nocturno llamado Hell MooN, donde podían hacer esos negocios, después de todo, aquel local era uno de los más grandes dentro de la industria del contrabando. 

-Por supuesto, es grato ver que reconoces mi exquisito gusto por la comida.

Sus estilizadas uñas bajaron de forma seductora por su pierna izquierda, en busca de la liga que traía escondida, donde depositaba su artefacto mágico, sus ojos ambarinos se iluminaron al acercarse a la mesa y mirar directamente la débil flama de la veladora blanca que adornaba como decoración la mesa, su mente divago unos cuantos segundos para pensar los platillos que podría traer. 

Chasqueo sus dedos, y por arte de magia (?) la mesa se llenó de comida, costillas de cerdo asadas, ensaladas de toda clase a lo largo de los veinte metros que había por mesa, diferentes cortes de carne, sushi para aquellos que gustaban de sabores más crudos y frescos, salsas para acompañar dicho platillo, paella Española, uno de sus platos favoritos, aquel que había aprendido en su camino por la Europa y claro, solo con pedirlo podían obtener lo que quisieran. 

Giró su cabeza al observar a su hermano, -¿Habrá más visitas inesperadas? -rodo sus ojos al escuchar las palabras del recién llegado-Incarcerous- murmuró apuntando al joven de cabello negro, haciendo que sus manos se ataran junto con sus piernas, dejándolo caer al suelo de una forma brusca. 

-Una de las cosas que más detesto, es a mi hermano-hizo una pausa para mirarlo mientras se acercaba hacia el joven-, y a las personas que no tienen modales. Podrás ser un Mortifago, pero eso no te quita el respeto, cariño-sonrió de manera sínica-, estas frente a un Alto Rango, deberías dirigirte a él con respeto y por sobre todo... -levanto los brazos y giró sobre sí misma, para mostrarle la mesa- ¡Estamos por cenar! deberías respetar la comida.-soltó un breve suspiro y le pidió a Kreacher que lo desate. 

-Toma asiento, no hagamos que este manjar se enfríe, podremos conocernos entre todos de manera civilizada. -un ademan de su mano y todo volvió a la normalidad, no le gustaba cuando los demás levantaban la voz, estaba ebria, si, estaba ebria, siempre lo estaba, le hacía doler la cabeza y se ponía intolerable, como su madre.  

-La próxima te coceré la boca con una aguja oxidada y una tela-rascó la parte baja de su nariz con una de sus uñas, intentando restarle importancia a su comentario-Ni tu amante te podrá salvar-. Añadió observando al gitano. 

@ Matthew Black Triviani  - @ Malum Luxure  - @ Amit Lockhart  - @ Eterno Black Triviani

 

[Malum Luxure]

El castillo Black el hogar de mi eterna familia, de los padres de mis padres...nunca pensé volver después de sufrir tanto a manos de esa gente, pero ahora era distinto estaba entrando de la mano de mi abuelo, en realidad de Lady pero bueno lo suyo ahora es mío, lo poco que se Aarón lo hace un mago digno de admiración y sus hijos también son personas de respeto.

Yo no iba a entrar como una invitada si no como parte de esta dinastía y eso incluía tener mi propio espacio, mi aparición se hizo en la parte superior de la escalera como si yo ya hubiera estado desde antes en la casa, pensé que estaría sola tomándome la libertad de conocer el inmueble a mis anchas pero no fue así, automáticamente oí voces en el comedor desde ya no las conocía lo que me llevó a empuñar a "Angis" oculta en mi mano izquierda como quien solo lleva la mano relajada.

Preste atención mientras bajaba y pude percibir los tonos de dos caballeros y una dama, mientras caminaba despacio el olor a comida hizo que las gemelas se pusieran ansiosas, estoy casi de seis meses y estás princesas se ponen exigentes, acaricié mi vientre para calmarlas pues no sabía que recibimiento tendría por parte de esa gente.

Pase por la cocina y recordé que no sería correcto llegar con las manos vacías al encuentro, medite un momento y a mí mente vino que llevaba unas botellas de un fino whisky que en realidad estaban destinadas a Hell Moon y las había robado mientras andaba paseando por ahí...mi bolso de piel de moke era una conjunción de mil cosas, nunca sabía que podría necesitar.

Saque dos por ahora sin detenerme, el alcohol siempre es bienvenido aunque yo en mi estado no podía disfrutarlo, además es un muy buen amansa locos cuando la gente esta tensa, no estaba nerviosa para nada pero si tenía un poco de espectativa.

-Buenas tardes espero no interrumpir...ni tampoco llegar muy tarde a lo que sea que estés haciendo.- Saludé con mi voz más dulce pero oscura.

En mis labios pintados de negro se dibujó una pequeña sonrisa apenas, lucia un vestido al tono sexy pero maternal y zapatos altos, estaba segura que no esperaban mi presencia ante ellos en su casa y siendo sincera amé ese impacto.

--------------- ❤️

@ Matthew Black Triviani    @ Oriánthi     @ Eterno Black Triviani   @ Amit Lockhart