Jump to content

Mansión de la Familia Potter Black (MM B: 90394)


Sagitas E. Potter Blue
 Compartir

Publicaciones recomendadas

En pleno ataque de la PB. Jardines. Con @

 

Aquel ventus fue un buen ataque, ya que repelió a los secuaces que nos cortaban el paso, de forma que al final, logramos salir al exterior. Al menos alli, en los jardines no estábamos atrapados....pero tampoco me convencía. Demasiado espacio abierto también implicaba que tenía más espacio que vigilar.

 

Pero en este momento, tenía qeu sacarlas de alli. Por eso ni siquiera le regañé cuando utilizó el absorvere para romper los huesos del enemigo. No, ese no era el momento de hacer ascos a cualquier hechizo qeu nos sirviera para defendernos...si acaso, ya hablaríamos más tarde. Al fin y al cabo, como Cazador, conocía hechizos que no tenían nada qeu desdeñar a aquel.

 

- Nos desaparecemos, ahora. Volveré a por mi madre y Xell - dije. Le cogí de la mano y traté...

 

Traté...

 

De nada.

 

Miré asustado a Helike. No podía aparecerme en mi propia casa. Esos malditos habían roto nuestras defensas, y ahora, no nos dejaban salir. Apreté la mandíbula, mirando alrededor. Tenía que llevármela de alli, lejos....si salía del límite de la mansión, podríamos hacerlo. Aunqeu eso implicaba qeu tardaríamos más. No...no quedaba otra.

- Sectumsempra! - exclamé, apuntando hacia el torso de los magos que se nos acercaban.

 

Agité la varita convocando a mi patronus, un gran lobo azulado.

- Busca a mi madre y a Xell. Si pueden, que se aparezcan lejos de la mansión. Nosotros tenemos que salir de los límites de la potter black caminando. No podemos aparecernos

 

El lobo desapareció, dispuesto a llevar mi mensaje. Ahora nos quedaba...

 

Agarré por el brazo a Helike. Tiré de ella hacia mi, y me giré, interponiéndome entre el hechizo y ella, notando como impactaba contra mi y la sangre caliente comenzaba a salir.

M4xQXhr.jpg

XaIHB03.gif.8d9da3f22cdcf76478ba8b5e63d5666a.gif KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gifXXBPo79.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Lo primero que noté en la cara de mi prima fue que... No me reconocía. A punto estuve de tirarle una foto de la familia pero estaba en la habitación del tío Adrian, así que no había ninguna a la vista. ¿Es que no se acordaba que Perenela nos había dicho que Alesandra era su hija? ¿O tal vez ella no estaba presente cuando nos lo dijo en la "Ojo Loco"? Me quedó la duda pero no tenía tiempo de ello: era de la familia, seguro que nos ayudaba en la defensa de la Mansión. Desde allá arriba la vi como se sorprendía por mi pregunta. Era igual, acababa de decir que sí.

 

- ¡No llames a la puerta! ¡Te oirán! Los elfos están ocupados atacando a los atacantes. -¿Se podía decir así? - ¡A los malos! ¡Sube por aquí, por el árbol! Al menos que quieras ayudar a la tía Sagitas y al primo Matt en la batalla. Date prisa. el tío Adrian se muere.

 

No estaba segura de si se podía decir eso de un vampiro pero era algo así. @@Adrian Wild estaba muy mal y necesitaba ayuda, algo que yo no sabía darle. Ahora estaba enfadada conmigo misma por no tener ese Conocimiento. Sería de lo primero que haría cuando fuera a la Universidad. Si no moría antes...

 

- ¡Por ahí! ¿La ves? Esa rama del árbol lleva hasta aquí. ¿O sabes usar algún hechizo que te traiga? No puedes aparecerte si no es con permiso de los patriarcas y... creo que están algo ocupados matando maleantes.

 

Un lobo de plata se apareció ante mí, informándome que debíamos abandonar la mansión. ¡Eso es que estábamos perdiendo! El primo Matt intentaba salvarnos.

 

- ¡Yo no puedo dejar aquí al tío Adrian, primoooo! - le grité al lobo. Dudo que Matt me oyera. Ahora sí que estábamos en un lío.

YyV85FY.jpg

7sfPjxW.gif NiqQIUZ.gifidFgtQA.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Alessandra Delacour

-Jefa de Criaturas

 

 

La boca se le colgo cuando le dijo que atacaban a la familia, ¡¡pero a quien se le ocurria aquello?!! Se dijo alarmada, iba a quedarse afuera si estaban Matt y Sagitas afuera pero alguien estaba muriendose.

 

Diablos!!

 

Siguiendo las indicaciones de ¿su prima? Tenia prima y su madre nunca le dijo, bufo molesta ante el hecho de conocer a su familia de aquella forma. <<vaya forma>> penso, guardo los papeles de criaturas en el bolsillo trasero de su pantalon y comenzo a escalar el arbol.

 

-Correte asi paso- le grito.

 

Justo tenían que activar los hechizos anti aparición, negó con la cabeza ante la mala suerte que estaban teniendo. Siguió todo lo que le decían sin animarse a hablar por miedo a distraerse, no era buena escaladora, a decir verdad sólo unas pocas veces había subido árboles pero eran de ramas bajas y pequeños.

 

-Voy!!- le avisó flexionando sus piernas para tirarse al interior de la mansión.

 

Se tambaleo un poco cuándo calló de pié pero logró mantenerse aunque una extraña sensación de acalambre recorrió su cuerpo.

 

-Duele, duele, duele- se quejó moviendo el pié -dónde está el herido? Quién está atacando? Han llamado a Aurores?- tenía tantas preguntas que se detuvo cuándo se percató que un patronus estaba con ellas.

 

-Y eso?- le preguntó confunsa.

 

 

 

 

12

8Ld9VUG.gif| Teta-Darla-4.gif 

44SykDH.jpg

GSV2021-Sx-Ly-K-2.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

En busca de Lazarus en medio de la batalla:

 

Partí en busca de aquel asqueroso hombre que había destrozado a mi familia. No iba a permitirlo. Hasta aquí había llegado. Se había metido con Xell, con Heliké, con Matt, con la Familia... Y había cruzado la línea de lo permitido. Lo que le había hecho a Adrian había sido lo último que los Potter Black íbamos a sufrir de él. Me era igual quien y cuán importante había sido para Heliké en sus inicios del vampirismo, si le ayudó o no, si le había dado amor y/o conocimientos... Quién se alía con esa rama que quería nuestra muerte y actúa con ella, no se merece piedad. No hay piedad para los condenados. Lo malo era que me había obsesionado tanto en encontrarle que se me había olvidado la familia.

 

Había que salvar a los niños. Había que salvar a Adrian. Había que salvar a Heliké y a la niña. Había que salvar a todos. ¿Qué hacía yo persiguiendo a un malvado con la varita en alto y deseando su muerte, igualándome a él en sus actos? Perseguir aquel hombre de pelo negro se había convertido en mi único fin, olvidando lo que realmente importaba. Explosiones, un aluvión de hechizos de un lado y de otro, mis ojos fijos en aquella figura que se escabullía y no me dejaba alcanzarlo. Caminaba por mi mansión como si fuera suya, como si la conociera de siempre, como si supiera donde estaban los rincones y pasillos que pocos debiéramos reconocer. Aquel maldito bastardo conocía mi casa como si hubiera andado por ella toda la vida. Eso me enfurecía aún más.

 

Cuando le vi desaparecer tras un recodo, un patronus se apareció ante mí. Matt me pedía abandonar la mansión. Había caído.

 

-- Nunca -- le contesté a aquel lobo gris plateado de mi hijo. -- No dejaré caer la mansión sin pelear, sin morir en ella si es necesario.

 

No sé cuantas veces moví la varita, disparando de un lado a otro sin fijarme siquiera si mis víctimas sobrevivían a mi odio. Y, entonces, le vi. Estaba junto a una elfina, hablando.

 

-- ¡LA ZA RUUUS! -- le grité, con la rabia en la boca y la furia reflejada en el verdor que empezaba a salir de mi varita.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

¡Gracias a la Diosa Madre por hacer que Alessandra me obedeciera! Mi prima ascendía por el árbol en nuestra ayuda. Me alejé un poco de la ventana para que pudiera entrar y me pregunté si Sagitas estaría enterada de lo fácil que era entrar en la casa así. Seguro que talaba el árbol cuando lo supiera. O tal vez no, ella amaba las plantas así que no, aunque segura que pondría unas defensas especiales. De momento, nos vino bien que estuviera porque mi prima entró en la habitación sin mi ayuda. Yo que le tendía la mano y ella que entraba con una flexión de sus rodillas.

 

- ¡Oye! Podrías trabajar en el Circo con la tía Sagitas si sabes hacer esas cosas - le dije, con admiración.

 

Aunque no era el momento de sugerir ofertas de empleo.

 

- ¿Te duele? - le contesté, preocupada. A punto estuve de arrodillarme para ver su tobillo pero el sonido de varias explosiones en la mansión me mantuvieron en pie. Lancé una mirada a la puerta cerrada. Entonces noté que ella me hacía preguntas. - El tío Adrian está en la cama, ahí. Está todo pálido, aunque es vampiro, pero creo que está más pálido de lo normal.

 

Demasiadas preguntas, demasiado ruido, mucho olor a humo. La mansión ardía.

 

- El tío @@Adrian Wild fue secuestrado cuando fuimos a salvar a la tía Sagitas de su secuestro. La salvamos a ella pero él cayó. Cuando Sagitas se recuperó, le buscamos, le encontramos y le salvamos a él y ahora sus captores están aquí, intentando acabar con los dos. Son... Asesinos de una banda mortífaga que quiere quedarse con las tierras y el dinero de la tía y ...

 

Me di cuenta que la prima Alessandra era aún muy nueva en la familia y que, seguramente, la prima Perenela no le había contado todo lo sucedido aquel día, en la boda del primo Matt, a la que ella no había venido. Aún no sabíamos que era nuestra prima, yo lo había sabido recientemente. ¿Cómo asumir que pertenecía a una familia con tantos problemas como para que sucediera todo lo que estaba sucediendo en aquel momento?

 

- Es muy largo de contar y no tenemos tiempo. Era nuestro deber luchar por el tío y ahora defender la mansión. Acabaremos con ellos pero no sé cómo curar al tío. No sé... Primeros Auxilios - confesé, algo avergonzada. Señalé al tío. - Fue torturado y, por su extrema delgadez y su cara demacrada, privado de alimentación. Tiene heridas en todas partes del cuerpo y signos de... - Suspiré, angustiada... - Se muere, Alessandra. Tengo el maletín con todas las pociones de la tía Sagitas, que tiene de todo lo que se vende en el Magic Mall pero no sé usarlo. ¿Tú puedes?

 

Señala el Patronus y me encogí un poco de hombros, aunque sabía que era un gesto feo.

 

- El primo Matt ordena evacuar la mansión y huir pero no podemos desaparecer sin uno de los patriarcas y no creo que el tío Adrian resista así que nos quedaremos aquí y defenderé la habitación hasta el final. Bueno, no puedo obligarte a quedarte si quieres obedecer a Matt... - Me daba vergüenza obligarla a quedarse si quería irse. - A propósito, ¿a qué venías a la mansión? Porque no es buen día para las visitas, como ves...

YyV85FY.jpg

7sfPjxW.gif NiqQIUZ.gifidFgtQA.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Las heridas en la espalda ardían. Apreté la mandíbula y me giré con la varita en alto, lanzando hechizos y maldiciones. Pero el problema fue qeu parecían concentrarse en nosotros, y en campo abierto, nos rodearon.

- Retrocede, a casa - pedí a @, mientras me agachaba. Moví las manos con rapidez, moviéndome como si me deslizara sobre la hierba de los jardines de casa antes de hacer qeu los magos cayeran al suelo, despejando parte del camino para Helike.

 

Me detuve, jadeando. Aquel esfuerzo hizo qeu las heridas se quejasen. Gruñí, agachando un momento la cabeza antes de correr tras mi mujer. La alcancé, poniéndole una mano en la cintura, vigilando alrededor.

 

Pero oí el grito de mi madre. Eso me alivió, estaba bien. Enfadada, pero eso era buena señal. Lo qeu me asustó, fue ver a Lázarus junto a una elfina, tan tranquilo. No sabía pelear asi...ahora lo entendía. Estaba demasiado preocupado, tenía la cabeza en otro sitio y eso no me dejaba pensar con claridad en aquello que siempre había hecho, lo qeu llevaba en la sangre y se me daba bien.

 

Eso me daba miedo. Me daba miedo fallar, por primera vez en muchísimo tiempo. Asi que me quedé parado un momento, antes de levantar la mano y apuntarle con la varita, tratando de ponerme por delante de Helike para cubrirla.

- Como te atreves si quiera a entrar en nuestra casa - gruñí.

M4xQXhr.jpg

XaIHB03.gif.8d9da3f22cdcf76478ba8b5e63d5666a.gif KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gifXXBPo79.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

- ¿Qué pasa ahora? -pregunté asustada. Miré a mi marido y él me respondió con que, no podíamos desaparecernos. Sentía que palidecía, estábamos en un buen apuro pero seguro que, si salíamos a las calles de Ottery, podríamos hacerlo. ¡Debíamos huír de ahí! No es que quisiera fugarme en medio de una batalla pero no estaba sola en esos momentos, ya no. A pesar de lanzar un absorvere a uno de los mercenarios todavía no veía a Lázarus. Estaba segura de que, esos podían ser sus hombres. ¿Estaría esperando la oportunidad de atacar? Me pregunté en esos instantes.

 

Vi que lanzaba una maldición. Sonreí de medio lado, sabía que no le gustaban, pero no quedaba más remedio si queríamos salir de allí, al menos, indemnes. Teníamos que intentarlo. Pero, no supe cómo ni en qué momento Matt se puso delante de mí para parar un conjuro, no pude evitarlo y lancé un grito de rabia.

 

- Matt, Matt - susurré y aún teniendo una fuerza vampírica, pasé un brazo por encima de mis hombros para ayudarlo - por favor... aguanta...

 

- ¡Immobulus! -grité ahora a tres atacantes que estaban cerca nuestra. Se quedaron paralizados. Quizá debía usar un petrificus pero éste encantamiento tenía un rango de potencia mucho más grande. Aproveché la ocasión y rebuscando en mi monedero de piel de moke, saqué una daga. Se la tiré con fuerza a uno de ellos matándolo en el acto. Le había dado de pleno en el corazón. Pero podía ver los ojos de los otros dos viendo horrorizados toda la escena y, sentí un escalofrío... No supe a qué se debía... pero una fugaz imagen se me pasó por la cabeza. Vi el rostro de Lázarus... sabía que estaba cerca...

 

- vamos, vamos, mientras están ahora inmobilizados podremos irnos de aquí... - urgí a mi marido y lo ayudé a moverse, estuve a punto de caernos pero, con cierta agilidad fuimos hasta detrás de la casa. ¿Dónde demonios estaba la calle de Ottery? Sentía cierta confusión en mi cabeza. Quizás deberíamos de rodear la casa, pero eso, pasaba por ir hasta la puerta principal. Las detonaciones se escuchaban y al menos los elfos aún seguían defendiendo la mansión... Esperaba que, Galadriel usara los animales que tenía en propia defensa... ojalá no entraran... ¿Dónde estarían Sagitas y Xell? Debíamos irnos de allá....

 

- ¡Escobas! -medio susurré a Matt. Pero aún así sentía el aroma fresco de la sangre demasiado fresco. Sentía que la rabia crecía dentro de mí y eso con la adrenalina hacía que apretara la varita más de lo normal lo último que necesitaba era que se me rompiera, al menos, tenía tres juegos más. Bien podía invocarlas pero, sentí una caricia del pelirrojo en mi cintura y me parecía que tenía cierta debilidad.

 

- no me da la gana de ir a casa -protesté por lo bajo - de eso nada, me quedo contigo...

 

- Qué conmovedor - una carcajada siniestra salió por no sé dónde pero que sabía de quién era el dueño... Aunque por supuesto, mi marido lo vio antes que yo. No pude evitar sentir temblar; por todo, tenía un embrollo de sentimientos en mi interior que no sabía cómo canalizarlos en esos momentos, pero lo que más sentía era la ira. Me giré despacio y lo vi ahí, plantado. Llevaba un traje de corte, lo reconocía enseguida, Armani, sus gemelos eran de plata, con esmeraldas, el cabello bien peinado y con una sonrisa que no era acompañada por sus ojos. Nos miramos un instante los dos... Me daba asco verlo, y por supuesto, unos zapatos de charol bien lustrados...

 

- Me atrevo... me atrevo... -sonrió con burla y vi que sacaba una varita - tenemos varias opciones... pero hay que discutirlas, por supuesto - seguía con su sonrisa cínica. Sabía que algo tramaba, lo conocía lo suficiente como para ello.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Sagitas estaba cerca, aunqeu no la había visto. No apartaba la mirada de Lazarus, tan elegantemente vestido...Seguramente éramos la contraposición misma en cuanto a estilos de persona, pero eso no era lo importante. Sentía a @...Tembló ligeramente al verlo, embargada por la ira y el miedo.

 

Apuntándole con la varita, mirándolo a los ojos fijamente, me encontraba entre el vampiro y mi mujer, cubriéndola. Prefería hacer de barrera entre ellos.

- Pareces bastante cómodo sin ese par de dedos que te corté. - le dije. - Creo qeu añadiré tu cabeza para acompañarlos.

 

No me gustaba la situación. No me había pasado desapercibido como hablaba con aquella elfina. No la conocía, porque a pesar de que no tenía un elfo personal, si conocía a los elfos de la Potter Black, más o menos...y aquella elfina no me sonaba. Ni de Helike, ni de mi madre.

 

Su sonrisa cínica no me gustaba. Su mirada, tampoco.

- No hay nada que discutir. Has atacado nuestra casa. Nos atacaste en nuestra boda. Voy a matarte.

 

"Y mientras lo distraigo, vete. Sal del perímetro de la mansión y ve a la Cabaña." pensé, sabiendo qeu Helike me escucharía.

M4xQXhr.jpg

XaIHB03.gif.8d9da3f22cdcf76478ba8b5e63d5666a.gif KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gifXXBPo79.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Lázarus

 

Había visto toda la batalla desde la parte atrás de los jardines, sabía que sus mercenarios eran muy buenos pero aún así, no debía confiarse del todo. Había escuchado el grito de Sagitas y sonrió abiertamente, lanzando una carcajada. Había visto un pequeño tornado que había lanzado a sus hombres varios metros desde su posición inicial y la verdad, no pudo evitarlo, le sorprendió bastante. Sabía que Heliké era una bruja que, había adquirido gran poder con el paso del tiempo, pero tampoco estaba preparado para eso.

 

Había ido caminando poco a poco a través de los árboles sabiendo que, la mujer del patriarca lo sentiría. Sonreía con suficiencia hasta que, a lo lejos vio como uno de sus secuaces, moría con una estocada de una daga. Era la segunda vez en un día que lo dejaban perplejo. Sí, debía reconocer que dominaba la magia mucho mejor de lo que hacía bastantes siglos atrás. Y ahora más, con el embarazo la había subestimado. Debía reconocerle que, el hecho de haberla convertido en medio humana, las cosas se descontrolarían pero ahora ya, no había vuelta atrás. Ya le tocaría el momento de volver a ser vampira, a no ser claro que, su organismo revertiera la magia que él mismo le había inoculado mediante una poción de su propia invención.

 

Sin apenas ser visto había ido hasta detrás de la mansión. Era lo bueno que tenía de ser vampiro, podía pasar desapercibido y, si había enviado a sus hombres ahí a la casa era precisamente, para encontrarse con la matriarca y con su sobrina. Aún les debía mucho, sobre todo a ese pelirrojo. Le había arrebatado dos dedos y se había proclamado en su interior que se vengaría. Aunque era cierto que, había disfrutado en el ataque de la boda, con Everdeen aún quedaban muchas cosas pendientes entre ese mago y él. Había sacado su varita de olmo la apretaba con cierta fuerza mientras llevaba las manos detrás de la espalda, caminando despacio.

 

Había visto a la pareja y no pudo evitar el pinchazo de los celos. Sí, sentía celos cuando alguien le hablaba de esa pareja particular. Un vampiro y un licántropo, ¿dónde se había visto tal desfachatez? y lo que no entendía era que, como esos Vulturis habían aceptado el matrimonio. Sentía cierto tipo de amor por decirlo de alguna forma, a su pequeña aprendiz, y al mismo tiempo, odio profundo a esa raza que despreciaba. Pero a pesar de ello, había meses que no dejaba de rondarle en la cabeza la matriarca de la mansión; además de madre y suegra de la Rambaldi. Había planeado muchas cosas y, aunque estaba seguro de que, Everdeen no lo aprobaría, sería una estocada final para tantos siglos de enfrentamiento entre esa endiablada muchacha y el hombre lobo.

 

Se sentía despreciado, él que le había enseñado tantas cosas, él que era como un padre para esa mujer, le había dado en dónde más que, sabía que le dolía, su inmortalidad. Pero también era cierto que, de jugar bien sus cartas, podía deshacerse de ese pelirrojo y quedarse con ella. Pero, por el momento, jugaría otras y, los haría sufrir un poco. A pesar de su huída de Rumanía y, de dejar allá al prisionero, había conseguido llegar a Londres a tiempo justo para hacer el ataque después de un breve descanso en aquella casa que había adquirido hacía poco tiempo, como un segundo seguro.

 

La ira le embargaba pero al mismo tiempo, sentía que, la frialdad con la que se desplazaba hacía que estuviese entre alerta y, dispuesto para la batalla. Sonrió nuevamente, mientras iba caminando con sus zapatos bien lustrados y su traje de armani. Ajustó bien sus gemelos y encontró a la pareja detrás de la mansión, tras unas breves palabras, bajó la varita que tenía escondida detrás de la espalda, mientras era apuntado por el patriarca.

 

- No creo que vayas a hacerlo - le susurró con voz grave y mirándolo divertido a los ojos. Veía como la otra mujer intentaba escapar pero, con un movimiento de su varita de olmo, la había dejado paralizada- lo siento querida, pero ésto también va contigo. No vas a irte a ningún lado, ¿quién crees que impidió vuestra desaparición en ésta casa? -seguía sonriendo -lástima que no me sirváis un poco de vino de sauco, estoy un poco seco y, deberíamos hablar unas cuántas cuestiones...

 

Observaba de reojo a la mujer, que, llevaba en la cara el gesto de la ira. La conocía lo suficiente y por eso la había inmobilizado. Además, podía sentir que, la matriarca estaba cerca. Sentía cierta excitación al pensar en esa mujer tan poderosa. No entendía como demonios Everdeen quería deshacerse de ella. Pero él, tenía otros planes y no iba a consultarle. Gracias a una elfina que había sobornado con mimo y cariño, en cierta forma, descubrió que, había unos huesos del padre del patriarca, podía sobornarles con ellos y, conseguir lo que ansiaba durante tantos meses.

 

Se dirigió ahora al patriarca.

 

- ¿Qué tal tu padre, bien? - sonrió con suficiencia- aish, los muertos - chasqueó la lengua - a pesar de seguir siendo un fantasma actúa como un vivo... hay que dejarlos marchar. No es bueno que estén aquí tanto tiempo.

 

- Expelliarmus - sin previo aviso, desarmó al hombre lobo, su varita desapareció unos cuántos metros de dónde estaban - y ahora, me vas a escuchar... o, ¿prefieres esperar a tu madre? -sonrió ahora - tenemos varias cuentas pendientes, así que, mejor estaros calladitos para escuchar mis condiciones -sonrió ahora con petulancia, mirándolos a ambos- Heliké está bien, tardará un poco en reaccionar...

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Con @ y Lazarus

 

Gruñí. Lazarus sacaba a colación a Jack, preguntaba con él como si lo conociera de toda la vida, cuando solo lo había visto cuando le abrió la cabeza a Jack, durante nuestra boda, para secuestrar a mi madre.

- Jack sigue estando más vivo de lo qeu tu estarás en breve - dije.

 

Pero antes de que me diera cuenta, agitó la varita...Pero el hechizo no iba dirigido a mi.

 

Me había adelantado un par de pasos, pero pasó por encima de mi hombro para impactar en Helike, qeu quedó paralizada, mientras mi varita salía disparada de mis manos. Observé al escena, bufando. Supongo que no, no lo pensé. Las manos me eran tan útiles como la varita, y ver como paralizaba a Helike fue la gota que me llevó a abalanzarme sobre él.

 

Le tiré al suelo, saliendo rebotado del mismo impulso. Caí de espaldas, lo qeu hizo qeu las heridas protestaran, y la tela pegajosa por la sangre se me pegara a la piel. Pero en lugar de quedarme ahí, me levanté, como un lobo que solo piensa en atacar hasta destrozar a su presa, y volví a tirarme encima de Lazarus. Lo golpeé varias veces, gruñendo y pensando en matarlo usando las manos si era necesario.

 

Esquivé sus hechizos, pero no pude esquivar el último. Salí despedido y acabé por el suelo. Sentía un dolor muy intenso en el cuerpo, pero mientras me ponái de pie, sentí pasos qeu se nos acercaban. Los reconocía, y por eso sonreí.

La que le esperaba

Editado por Matt Blackner

M4xQXhr.jpg

XaIHB03.gif.8d9da3f22cdcf76478ba8b5e63d5666a.gif KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gifXXBPo79.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.