Mansión de la Familia Potter Black (MM B: 90394)

[Sagitas E. Potter Blue]

Daba vueltas por la habitación como si fuera una leona enjaulada, de esas leonas enfurecidas que giran y giran en su territorio, marcándolo y dejando claro que está dispuesta a todo para defender lo que es suyo. Y lo mío, como todos los que me conocen saben, es la Familia. Mi familia.

Y lo sucedido con Matt me había descolocado. No tanto porque mis compañeros de bando hubieran intervenido y yo me quedé a la distancia, para no ir hasta México y abandonar los territorios donde me sentía más segura, algo que no era habitual en mí, como que mi hijo sí hubiera ido y hubiera estado a punto de morir en aquella aventura. En un país lejano. Fuera del país. Fuera del alcance de mis dedos tenebrosamente largos.

Y eso me sacaba de quicio, algo que mi marido no parecía entender. Algo sucedía entre nosotros, pues llevábamos unos días en que mi tozudez era más un escollo en nuestra relación. Nosotros, siempre tan unidos, parecíamos tener una pequeña línea que nos distanciaba, algo que se iba convirtiendo en grieta cuando se acercaba estas fechas de julio. Y, aunque parezca raro, yo aprovechaba el más mínimo detalle para refunfuñarle.

Jack, por supuesto, era un hombre paciente. ¿Quién no lo sería, teniendo una eternidad aguardándole? Pero ahora parecía estar perdiéndola mientras yo le acusaba.

-- ¡Claro que le he visto así! Una vez. En una visión. En el futuro. -- Recordé que Jack no nos había acompañado aquella vez en que Matt se convirtió en algo negro y oscuro difícil de controlar. Muy similar a mí cuando perdía los estribos. Por supuesto, eso era algo que no estaba dispuesta a reconocer. -- Y es culpa tuya, le abandonaste sin enseñarle a dominar todos sus poderes cuando era un niño. ¡Si yo lo hubiera criado, esto no pasaría!

Acusación falsa. Primero, porque la historia hubiera sido muy diferente y yo seguiría siendo la chiquilla feliz, animada, positiva y amante de la vida y de la pureza de sus elementos, sin planteamientos que me hicieran cuestionarla, como ahora hacía. Segundo, porque tenía un crío pequeño que había desaparecido y sabía que se iba a convertir en algo mucho más oscuro que lo que yo habría soñado nunca que podría ser yo. Tercero, porque no era nada justo culparle de una situación en la que él era tan víctima como yo.

Pero yo tenía esa forma de calmar mis nervios, algo que siempre había procurado retener, cuando aún creía que era era injusto acusar a otros de mis propios problemas, pero que ahora se escapaba de mi control, desde que habían secuestrado a mi hijito y sabia a dónde iba a desencaminar toda aquella situación. 

-- Matt es muy capaz de controlarlo, sólo que, ahora, las circunstancias son muy difíciles. Es padre, siente lo que todo padre más teme en el mundo, que su hijita pueda sufrir algo malo, que alguien pueda hacerla daño. El secuestro de Ithilion ha empeorado las cosas, es sólo un chiquillo y se siente responsable de su secuestro, sobre todo desde que tiene..., tuvo, las visiones... Es...

Me frené. Yo me sentía igual que @ Matt Blackner , todo porque ese Derhmont había aparecido en nuestras vidas. Y, como siempre, eché las culpas a @ Sean -Ojo Loco- Linmer , por ser el punto de unión entre nosotros, como si él fuera el causante de todo. Pero hasta en mi enfado sabía que eso no era cierto, no del todo, al menos. Pero es bueno tener una válvula de escape contra alguien para no tener que recordarte que era yo la que había fallado. En todo. Desde hacía mucho tiempo. Cada vez más creo que no queda en mí nada de aquella chica ingenua a quien, a veces, echo de menos.

-- ¿Y ahora qué hacemos? -- Volví a dar vueltas por la habitación, de una pared a otra, arrinconada y temerosa de mis miedos. -- ¿Cómo le planteamos que... que... debe cuidarse?

Y, por fin, llegué al meollo de la cuestión, la que más me preocupaba en aquel momento, por encima del amor a mi hijo: el amor a mi marido. Toqueteé la invitación que había sobre la cómoda, al lado de la cama, como sin darle importancia.

-- No creo que debamos irnos de fiesta. Ahora no. Irnos hasta París, por muy atractivo que sea... Versalles..., no es lo más adecuado después de lo que... Matt ha sufrido.

Mentira. Mis celos sólo pensaban en aquella Maria Antonieta fantasma, luciendo muy coqueta su cabeza decapitada ante mi querido Jack. Apreté el puño hasta clavarme las uñas en la mano derecha, pero volví la cabeza con una sonrisa algo forzada en la boca, para que no se oliera mis pensamientos.

-- Matt tiene que descansar... ¿Verdad, Jack? Estoy segura que mi sobrina @ Ada Camille Dumbledore lo entenderá si nos excusamos.

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[Matt Blackner]

Observaba el vaivén de Sagitas con los brazos cruzados, preocupado. No acostumbraba a verla en ese estado de nervios, aunque sabía bien lo único qeu podía ponerla asi: que algo amenazara a la familia. Las noticias de lo que había sucedido con nuestro hijo mayor eran preocupantes, pero no podía callarme. Ella tenía qeu saberlo, porque tenía que estar preparada por lo que pudiera pasar. 

 

Supongo que yo llevaba aquella tensión de otra forma, y ella no parecía entenderlo. Últimamente estábamos más distanciados, ya que parecía que discutíamos más de lo que llegábamos a hablar. Y ella parecía a la espera de que abriera la boca para gruñirme cualquier cosa. Y no podía reprocharle nada. Solo esperaba, dejaba que pasase. Entendía la situación, y prefería dejar que ella se adaptara y recuperase según sus tiempos. 

 

Al menos, normalmente. Porque ella no parecía entender lo qeu pasaba. Matt había perdido el control, y cuando eso pasaba, era peligroso, para él, y para todos los que le rodearan....y no. Si no se le contenía rápido podía llegar a ser una catástrofe. Cerré los ojos, respirando hondo para contenerme. Elentari dormía en la cama y no quería despertarla.

- Que le ab...Intenté entrenarlo, pero era imposible de adiestrar. Necesitaba una disciplina que no tenía. - contesté, guardando silencio al instante. Últimamente nos pasaba eso, decíamos cosas qeu en realidad, no pensábamos.

 

Según ella, Matt era capaz de controlarlo. El chico había aprendido solo, por las malas, todo lo que de niño no quiso aprender en los pocos años que habíamos compartido antes de mi muerte. Si había sobrevivido no podía ponerlo en duda, pero por lo que había visto...o él no lo sabía, o realmente, había perdido el control. Algo que, en cualquier caso, tendríamos que controlar.

 

Suspiré, mirándola. Ella confiaba en el chico, y en el fondo, yo también. Entendía lo que decía, el miedo que Matt tenía a que Elentari sufriera cualquier daño...incluso dejarla sola. Aunque la niña nos tenía a nosotros, aquel miedo era irracional. Además, se sentía responsable del secuestro de Ithilion, lo cual había empeorado desde que había empezar a Ver como lo...

 

No quería ni pensar en nuestros hijos matándose unos a otros. Levité hacia ella, tomándole las manos con una media sonrisa para tranquilizarla. Pasara lo que pasara, había cosas que no cambiarían.

- Tendremos que vigilar al chico. Le guste o no. Normalmente no recuerda nada después de esas...pérdidas de control. Hablar con él y tenerlo controlado. No querrá, no le va a gustar. Pero...es por su bien. - callé la segunda parte de mi pensamiento "Eso, o..." - Habla tu con él. Se lo tomará mejor que si soy yo quien intenta acercarse.

No me pasó desapercibida la invitación de Ada, la fiesta de cada año en Versalles... Sonreí, divertido al verla dudar, porque sabía perfectamente qeu estaba pasando por su cabeza.

- Matt tiene que descansar. Pero sabemos que lo único que hará es darle vueltas a la cabeza y planear el próximo ataque. - contesté, mirándola a los ojos. - Tal vez una fiesta, fuera, aire libre...nos ayude a despejarnos. El chico tiene que practicar sus nulas habilidades sociales. - bromeé. - salir nos vendrá bien a todos.

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

-Oi las palabras salir de fiesta???- dije saliendo de mi escondite tras de la puerta de la habitacion donde descansaba Matt.

Por desgracia habia visto y vivido lo que habia acontecido en Mexico. El descontrol de Matt pues no era para nada bonito. Pero lo mas inquietante fue la sonrisa de Derhorm cuando se escapo y nos dejo con Matt en ese estado, haciendonos trabajar de mas para intentar infructuosamente dominarlo. No es que yo me preocupase por mi...que ya estoy muerto....pero los demas.....si no llega a venir Jack....y hecha una mano...pues habria nuevos habitantes en el paraiso. Lo unico bueno es que Derhorm no logro nada pues contuvimos la amenaza.  o eso queria creer. Aunque seguia sin entender porque estaba ahi....Pero bueno no es que mi pequeña cabeza pudiera entrelazar todo el cumulo de eventos en los que ese viejo habia estado involucrado....aunque ahora que lo pensaba deberiamos pensar mas en ello.

Y ahora que lo volvia a pensar...pues mi hijo estaba cautivo. Como molestaba...ser este tipo de criatura donde solo se puede tener un sentimiento a la vez y la mayoria estan ligados a crear caos y alboroto. Deberia esta triste mas tiempo. Pero en fin...habia mencionado fiesta....y como las fiestas son un ambiente idoneo para el caos....pues ya fue desplazado el dolor en el pecho....

-Yo creo que Jack tiene razon. El problema de Matt es que no se sabe controlar -lo hacia con Helike al ponerse rojo tomate.-....y por eso yo diria que hay que exponerlo a emociones....para que se vaya acostumbrando. Y las fiestas son ideales para eso. Para irlo aclimatando....ahi puede practicar la verguenza...la decepcion....la alegria..la tristeza...el enojo...y en eso podemos ayudarlo.

La idea de dejar en calzones a Matt en plena fiesta para enseñarlo a aceptar  ser el hasmereir sonaba tentador. 

-Por cierto....este....un detalle....Que es lo que padece Matt???....lo digo porque si es hereditario...a lo mejor es lo que busca Derhorm con los crios. Y lo juro...yo no me transformo en cosas raras....bueno a veces me pongo hecho un babas si las bragas y la chica se unen una una obra de arte femenina...pero solo eso. 

Si ya era hora de investigar que habia detras de todo este asunto de Derhorm.....no podiamos seguir camniando a siegas y que el tomara la iniciativa. Que con el perfil bajo que tenia ya cuando nos dieramos cuenta de las cosas...pues seria tarde.

@ Matt Blackner @ Sagitas E. Potter Blue

[Adrian Wild]

No habían sido unos meses fáciles. El comienzo del verano siempre era una época de efervescencia cultural, llena de congresos y toda clase de eventos y festivales culturales, sobre todo en Europa. Era lógico: la mayoría de sistemas educativos terminaban los cursos escolares en esas fechas y la mejora e incremento de la temperatura general en el hemisferio norte invitaba a salir de nuevo a los exteriores y disfrutar de ellos de todas las formas posibles. Era una "llegada de la primavera" extendida. Al fin y al cabo todo evento cultural era un evento humano. Y todos sabemos como afecta al ser humano un buen clima.

Sin embargo, este semi-humano vampirizado acababa con todas sus energías completamente drenadas, y el inusual calor de aquellos primeros días de julio, incluso en la isla británica, me estaban agotando para el resto de mis días.

No supe qué hora era hasta que Wilmo entró en la habitación y se puso a organizar la parte del equipaje que me había dejado a medio colocar. Había llegado la noche anterior del último Congreso de Artes Performativas celebrado en Austria, al cual por suerte apenas asistí como ponente en una mesa redonda y pude descansar y disfrutar del resto de actividades sin tener que organizar nada. Aquel había sido el quinto de la última tanda del mes de junio.

— Son las dos y media —contestó el elfo incluso antes de que articulase mi pregunta.

Resoplé profundo y terminé bostezando. A veces me daba algún lujo como aquel. No me refiero a despertarme tan tarde, sino a dormir. No lo necesitaba, pero había descubierto una poción que me dejaba lo suficientemente grogui como para conciliar un sueño que me reparaba hasta el tuétano. Era una sensación muy agradable y aunque había vivido muchos años sin ella y sin creer necesitarla, notaba los efectos en mi cuerpo restablecido.

— Tienes algo de alimento en las cocinas, puedo traértelo si quieres a la habitación. Y ya he ordenado todo lo que faltaba de tu maleta. ¿No has llevado ninguna mochila con un encantamiento de extensión indetectable, verdad? Ah, y le he enviado todo el papeleo del Festival de Edimburgo a Robin para que lo organice y seleccione. Creo que te lo iba a dejar en el despacho del Ars & Vita, pero quizá lo lleve al Ministerio. Ya sabes lo que le gusta regodearse en su nueva posición como tu asesor...

— Wilmo, Wilmo, para, por favor —reclamé, todavía en estado de semi-inconsciencia—. Deja que se me asiente la cabeza.

El elfo no dijo nada más. Terminó de recoger lo que estaba ordenando y se esfumó en un chasquido. En aquellos dos últimos meses nuestra relación había entrado en un paréntesis de efectividad; él estaba pendiente de todo y me mantenía informado y, en cuanto todo quedaba dicho, se esfumaba, permitiéndome gestionar mis tiempos y todo lo que debía, dándome completamente el espacio para mí. Sabía lo que me afectaban aquellas etapas tan movidas y era tan, pero tan atento, que hasta sabía cómo y cuándo desaparecer. No me lo merecía. Desde que mi madre hubo desaparecido tiempo, mucho tiempo atrás, pareció que él supo cuál iba a ser su labor al instante.

Logré levantarme y asearme en menos de media hora. Entonces, sus palabras volvieron a mi mente mientras cerraba la puerta de la habitación tras salir. El Festival de Edimburgo. Maldición. En un mes la capital escocesa seria un hervidero de gente, amontonada y maravillada por uno de los mayores festivales culturales muggles casi se podría decir que del mundo. Maldije de nuevo en mi cabeza la ruptura del Estatuto del Secreto Internacional Mágico y los deseos de los dos gobiernos, mágico y muggle, por acercarse y tratar de combinar todas las actividades posibles para acercar la comunidades. No, no es que no estuviera de acuerdo con ello, pero aquel era el primer año que solicitaban que mi oficina se encargase de establecer puentes en ese festival entre ambas comunidades, y debía coordinarme con la Ministra de Cultura muggle de Escocia para organizar encuentros entre agrupaciones culturales de ambos mundos e insertar actuaciones de compañías mágicas en el festival.

Casi quise volver a tomarme un litro de aquella poción. No sé qué me impulsó a avanzar por el pasillo. Quizá la sed que me apremiaba desde que Wilmo lo había mencionado. En mi camino pasé por delante de la puerta de mi hermana. Escuché voces. Entonces recordé que desde que me había enterado de la desaparición de los pequeños de la casa no había vuelto a saber nada al respecto, y estar viajando continuamente no había ayudado en nada. Me pensé durante unos instantes en tocar la puerta para saludar y... Preguntar. Suspiré. Tampoco me podían odiar más de lo que ya lo hicieran.

— Toc, toc —dije abriendo con los golpes la puerta entreabierta—, hermano desaparecido a las puertas. ¿Se puede?

Al terminar de abrir la puerta me encontré con dos figuras translúcidas junto a la pelivioleta: Jack y Sean, en su ya no tan nueva forma de poltergeist. Me mordí la lengua al ver a este último y traté de focalizar la atención en la pareja.

— ¿Interrumpo?

Claro que interrumpía, eso ya lo sabía.

 

@ Sagitas E. Potter Blue @ Matt Blackner @ Sean -Ojo Loco- Linmer