Instituto Internacional de Investigación a la Magia.

[Jeremy Triviani]

Lilith los miro de forma desagradable antes de hablar. Jeremy paseaba su mirada en Tauro y la invocación. No tenía mucha idea que hacer más que escucharlas hablar en un idioma desconocido para él. No es que fuera extrañas las palabras, sino que lo eran el significado de ellas. Aunque le parecía de mal gusto aquel intercambio de pedidos, se quedó ahí cruzado de brazos esperando que se pusieran en la pronta cacería de Asmodeus.

 

Pero no estaba pasando, y al vampiro le crecía la ansiedad por sentirse sin varita totalmente desprotegido. El lobo que había roto el vidrio estaba allí, sin hacer ningún movimiento más que mirar la escena expectante. Sophie parecía haberse quedado sin palabras ante la aparición de la bella mujer en el pentác.ulo. El tiempo apremiaba, aun el propio instituto no había lanzado los propios hechizos defensivos que tenía para que nadie de allí escapara en caso de una fuga de material. Asmodeus entraba en la descripción de una fuga.

 

- Vale -Le dijo a Tauro cuando entendió entre tantas palabras que debería ir con Lilith hasta que atraparan al hijo de esta - ¿Me meto en el Pentac.ulo?

 

Jeremy ni espero la respuesta, pasó por al lado de la peliazul y se metió dentro de la figura que había marcado en el suelo. Se sintió un poco raro al sentir unas extrañas oleadas en el cuerpo. Como si algo estuviera despertando.

 

 

 

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[Hayame Snape Potter Black]

Laboratorio de Herbología

Ni siquiera ella se había esperado semejante ataque de aquella criaturita

Así como su hermana menor, apenas y había tenido tiempo de hacer un movimiento rápido para cubrirse la cabeza y los brazos de la repentina lluvia de vidrios que le recordó a aquellos osos que arrojaban cuchillos y cosas afiladas en todas direcciones; los cristales comenzaron a rebotar en la fuerza que había colocado alrededor de su cuerpo y maldijo porque sabía que Lisette la iba a acusar por haber llevado a aquel pequeño ser que ahora estaba causando un caos completo

Podía verlo reírse malévolamente por debajo de una de las mesas de aquel laboratorio y cuando la Snape sacudió la varita para intentar reducir un poco a aquel bicho, este sisseó y salió corriendo en dirección de un armario hasta que se remetió por debajo de este y sus ojos brillaron como pequeñitas brasas iluminadas conforme los frascos seguían saltando

Ni Hayame los hacía saltar tanto cuando hacía sus experimentos con pociones

-Maldita sea, pequeño Draco, que te crees que estás haciendo!? -soltó y volvió a agitar la varita, esta vez arrojando un chorro de agua fuerte que empezó a sissear y chillar adolorido

[Lisette Ryddleturn]

Lisette dejó escapar un pequeño grito de susto y por inercia estiró la bata de laboratorio que utilizaba para sus experimentos y trabajos en aquel sitio, para cubrirse de todas las piezas de vidrio

-Hayame, en verdad no puedo creer que hayas traído a ese pequeño demonio a esta lugar, porqué diablos trajiste esa cosa cuando sabes que es un riesgo para todos!?

Gritó la Ryddleturn pero aún más cuando vió lo que aquellos fragmentos hacían con sus amadas plantas. A ella no le importó llenarse de cortadas, agitó la varita para comenzar a colocar escudos sobre aquellos preciados especímenes

Ya estaban bastante maltrechos y maltratados por los temblores que habían estado ocurriendo momentos atrás y que habían hecho que se cayeran muchas de sus tiestos o que estos se rompieran de forma violenta

Pero ahora eran las propias hojas de las plantas las que presentaban los desgarrones y muchas de estas, que hacían sonidos comenzaban a llorar con fuerza

-Ah, por Merlín, esto es imposible!

Se quejó la muchacha limpiándose la sangre de la frente para comenzar a cubrir el resto de cosas con más escudos mientras que Hayame ahora embarraba todo el sitio con agua

-Ahora qué estás haciendo, en nombre de Merlín!?

[Hayame Snape Potter Black]

Laboratorio de Herbología

-A tí que te parece que hago, estoy intentando detener a esta cosa antes de que termine de matarnos!

Le gritaba la bruja a su antigua novia mientras le lanzaba una mirada de molestia e irritación, Lisette no la estaba ayudando en nada con sus regaños y reclamos y solo podía seguir arrojando agua en dirección de donde el pequeño demonio se escondía y le bufaba, ahora herido por el agua fría; pero el pequeño animalito maligno no pensaba dejarse atrapar o reducir de aquella manera sin pelear y en un movimiento donde dejó ver que aunque era diminuto, seguía teniendo un gran poder, pareció transformar aquella agua en gasolina muggle por lo que de repente, unas llamas azules corrieron hasta la varita de la Snape

Esta pareció abrir los ojos con horror y alarma cuando se dió cuenta en que terminaría aquello y apenas tuvo unos segundos para prepararse, con ayuda de los hechizos que había aprendido en el último libro que había estudiado

-Oh, mi**...coles...

Una fuerte explosión volvió a cimbrar en aquella habitación preparada para no destruirse, mientras que unas fuertes llamas entre azules y naranjas lamían con todo y una mancha negra y casi explosiva se formaba en uno de los muros, donde parecía que hubieran aplastado el cuerpo de la Snape, casi como si se tratase de una gigantesca y aplastada mancha de tinta negra

Y el pequeño demonio por debajo del armario, comenzó a soltar pequeñas risitas y trató de escabullirse cual cucaracha hasta otro escritorio

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[Ashley Peverell]

La preciosa bruja pequeña hacía todo lo posible para cubrirse y al mismo tiempo comenzó a lanzar hechizos purificadores esperando que eso sirviera para que la pequeña criatura malévola fuera reducida o de ser necesario, que se desvaneciese por los poderes benditos que la bruja le estaba arrojando con toda la fuerza que podía concentrar en esos momentos en su varita para que esa cosa dejara de intentar hacerles daño a cualquiera de las tres.

-Estoy harta de que siempre tengas que traer entes malignos o seres de la oscuridad hasta nuestros hogares

Gimió la hermosa Gryffindor y luego, comenzó a reparar otra vez las cosas para que ya no estuvieran regadas en piezas por todas partes porque si había trozos de vidrio alrededor alguien podía hacerse daño de verdad y realmente la chica no quería eso, no quería más personas heridas por culpa de ese tipo de descuidos así que hizo un esfuerzo a pesar de su malestar y en un amplio movimiento todas las cosas que eran de vidrio y estaba despedazadas regresaron a sus estanterías como si nada hubiera pasado.

-¿Ya podemos encerrar a ese pequeño demonio?

[Tauro M.]

Para sorpresa de Tauro, el Triviani no puso resistencia alguna a su propuesta, sino que más bien parecía encantado. Le molestaba tanto que cambiara de parecer de un momento a otro tan rápido, parecía una chica. Lilith notó su molestia y sonrió, dejó que Jeremy entrara al mismo círculo que la mantenía protegida y cuando lo tuvo cerca lo examinó.

 

— Saliste mejor de lo que esperaba. Físicamente no eres un monstruo, aunque no puedo decir lo mismo de tu interior —.La Lilith le pidió que se acercara más, o más bien se lo ordenó. Lo miró de cerca, con sus rostros separados por unos cuantos centímetros. Lo tomó del mentón, le dijo que abriera la boca y este lo hubo hecho, Lilith lo besó. Pero no se trataba de un beso apasionado ni mucho menos, quería darle al vampiro algo que él no sabía que tenía, que sintiera cómo esos poderes hasta ahora dormidos y ocultos se despertaban. Al separarse un hilo visible de energía los mantuvo unidos hasta que se rompió, dejando en medio de un trance.

 

— Bueno, es hora de que me dejes llevarme a mí hijo.

 

Tauro concedió el permiso que la madre de todos los demonios solicitaba, al tiempo que Asmodeus en un ataque de rabia hacia explotar todos los vidrios y volvía a tirarles sillas y mesas. La varita de Jeremy aun seguía en su posesión, ese era el verdadero motivo por el cual no los había atacado antes, porque estaba aprendiendo cómo usarla. Probó un par de hechizos pero eso fue todo, los más poderosos aun llevaría algo de práctica, pero no demasiada.

 

Asmodeos sabía que si su madre le exigía que hiciera algo no se detendría hasta obtenerlo, pero él también era un demonio poderoso que no temía desafiarla. Rugió desde todos los lugares, escondiéndose de la vista de todos. Ahora el demonio era uno con la oscuridad.

[Cissy Macnair]

El agujero que había dejado al traspasar el vidrio fue lo que el lugar necesitaba para volverse loco: pesadas persianas metálicas bajaron más rápido de lo esperado y sellaron el lugar. Las mismas poseían hechizos protectores casi irrompibles, para evitar que la magia que se utilizaba en aquellas instalaciones pudiera ocasionar daños afuera si se descontrolaba. Ahora estábamos encerrados hasta que termináramos con la amenaza. No conocía el protocolo de aquella sala, pero no suponía para nada que fuera similar al del ala en el que yo trabajaba.

 

Volví a adoptar mi forma humana, completamente desnuda excepto por mi varita que mantenía sujeta en una mano.

 

-No sabía que había vampiros capaces de tomar sangre de demonio- mi mirada fue de Jeremy a Tauro y luego a Sophie, la otra chica, que en aquel momento retomaba un cántico y hacía aparecer a otro demonio frente a nosotros-. ¿Vas a poder contenerte o tengo que dejarte incapacitado?-.

 

El folklore siempre había dado a entender que los vampiros eran los seres más poderosos de los mitos y las leyendas, pero eso no era cierto. Los vampiros solían ser el último eslabón de la cadena, justo por encima de los humanos y algunas otras criaturas inofensivas. Pero los demonios... esos sí eran poderosos. Mi mirada fue de Lilith a Sophie y también me incliné para no faltarle el respeto a la madre de los demonios.

 

Mi mirada fue entonces hacia Tauro.

 

-El ataque de Jeremy se veía peor desde mi perspectiva, eso sin contar con que había reducido a Sophie y que el bicho ese nos quiere ver muertos a todos- susurré, mirando exasperada a Tauro por su tan poco tacto-. Yo te segundeo- agregué. Si había que cuidar el círculo, yo lo haría.

 

 

No me maten, estuve ocupada... prometo seguir en el próximo post XD

[Jeremy Triviani]

Jeremy miró a Tauro desafiante desde la parte interior del Pentaculo. Las oleadas al cruzar el campo invisible se habían calmado. Allí el aire parecía ser un poco más caliente que afuera. Como si estuvieran en una burbuja donde se estaba concentrando alguna fuerza poderosa. Su mirada pronto cambió de foco al centrarse en Lilith. Su belleza atraía como la miel a las abejas. Hasta su voz era sumamente sensual al hablar.

 

-Gracias… -Susurró pensando en que lo estaba halagando, sin estar muy convencido del todo. Al oír la orden de que abriera la boca, el vampiro quiso reírse, pero no pudo, con solo fijarse en los ojos que lo miraban, hizo lo que le pedía sin agregar nada.

 

Ese fue el error. El demonio lo beso de una forma extraña, apenas sintió los labios sobre los suyos. Algo entraba en él, como un frío que quemaba toda su garganta y fue allí cuando sintió algo extraño. Una protesta. Un algo que fue tomando forma como un grito hasta explotarle en la cabeza. Cerró los ojos con dolor por la luz, pero siguió viendo a través de los párpados. No controlaba su cuerpo. Se miró las manos y no las vio. Se tambaleo de la impresión, hasta que despertó.

 

-Gracias -Le repitió a Lilith, agregando una sonrisa pícara - Ya me había cansado de dormir.

 

El vampiro se miró las manos fuertes y las movió de un lado al otro para verse las palmas. Dedos largos con piel áspera. Manos de trabajador muggle. Hizo dos palmadas para escuchar el sonido, antes de reír y cruzar las marcas del suelo, donde las tres mujeres lo esperaban.

 

-Pobrecita, no lo aguanto -Dijo señalando a Sophie que había sufrido un desmayo por la pérdida de sangre, antes de reírse a carcajadas.

 

 

@ @ @ Lo siento, me equivoque en las menciones. xD

Editado 10 de Octubre del 2019 por Jeremy Askar Triviani

[Tauro M.]

Lo peor que pudo hacer Lilith desde el punto de vista de Tauro, fue haber tenido contacto con Jeremy. No sabía qué había pasado entre esos dos realmente, pero lo que fuera había hecho que este fuera un poco más idio.ta que nunca, si es que acaso era posible. A ella no le hizo ni pizca de gracia que hiciera mofa por el estado de Sophie, ella quería ir a socorrerla pero sabía que debía estar alerta, de no ser por ella todos serían alimento de demonio y eso era algo que le haría entender al vampiro.

 

- ¿Y si mejor te callas? -si llegaban a salir de allí con vida le propinaría una buena patada en la entrepierna.

 

- Lilith... hemos hecho nuestra parte -agregó, sin terminar la frase, suponiendo que ella entendería. Lilith soltó una carcajada.

 

- No entiendo la prisa, me estaba empezando a divertir... ¡ASMODEOOOOS!

 

El demonio siguió agitando las cosas, oculto como una sombra sin hacerle caso a su madre, quién claramente no se mostró contenta por aquella falta de respeto. Ella no era tolerante con casi que nada, mucho menos a ser dejada en ridículo, así que hizo algo que no la dejaba mal delante de los presentes, pero que también era una manera de vengarse de ellos por exponerla de esa manera.

 

- He decidido que haré algo mejor -Lilith chasqueó sus dedos -Ahora podrán enfrentarse a Asmodeus como si fuera un mortal más, queda en sus manos decidir qué hacer con él. Pero cuidado, aunque no pueda tomar su forma demoniaca aun tiene sus poderes. Tomen esto como un regalo de mi parte.

[Jeremy Triviani]

Las palabras de Tauro no hicieron más que producirle hilaridad al vampiro. Siguió riendo mucho más fuerte que antes. ¿En serio pensaba que eso lo iba a frenar? Se acercó a la peliazul y la tomó de la cara con una sola mano acercándola a sus labios, los cuales mordisqueo con los propios, con total confianza. Pocos de los reunidos lo conocían tanto para notar la diferencia en su comportamiento. Había muy poco de Jeremy presente, no más que su cuerpo.

 

-Así es como se calla a las personas, dulzura -Le dijo antes de soltarla, para concentrarse en las palabras de Lilith sobre su hijo y el presente que les regalaba.

 

Inclinó la cabeza en señal de agradecimiento a la presencia demoníaca, antes de girarse e ir con Sophie para quitarle la varita. Ella no iba a usarla. ¿Para que la quería? Hasta que no tuviera su varita no podría hacer gran cosa. Se levantó del suelo con una sonrisa amplia como si estuviera divirtiéndose, cosa que realmente estaba disfrutando y no podía ocultar.

 

-Usare su varita mientras tanto, creo que alguien debería quedarse cuidando a… -Intentó buscar en los recuerdos del vampiro el nombre de la mujer, pero esté relegado en el interior, no quería colaborar, así que improviso -...la señorita desmayos.

 

Para probar la magia de esa varita hizo un pequeño hechizo, trayendo una de las cortinas blanca que separan un sector del laboratorio hacia sus manos, con la cual tapó a Sophie como si fuera una mesa a la que debían ponerle mantel.

 

-Listo. Vayamos por Asmodeus -Dijo encantado con el resultado.

 

 

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