El Día de la Verdad

[Darla G Dumbledore]

Scarlet Akane
En el Departamento de Seguridad Mágica fingiendo ser Darla Potter Black

Le sorprendió la actitud de Elvis, lo que había en las memorias de Darla jamás lo habían mostrado así. Se puso de pie y retrocedió un paso, como dejando lugar para esa pelea de gallos pero no le pasó desapercibida la mirada de Elvis, cómo si la culpara o sospechara de ella.

—¡Cuidado! —se apresuró a decir cuando notó el movimiento del otro mago e inmediatamente pensó en una Salvaguarda Mágica el efecto fue inmediato y la volvió intangible, el rayo que el mago había lanzado contra ella la atravesó, estrellándose contra uno de los armarios de Elvis haciéndole volar la puerta hacia afuera.

La pelirroja acudió de inmediato al phantom para llegar de inmediato junto al hechicero e invocando su propia katana de oscuridad mediante el Maledīcō la apoyó en el cuello de Lucas mientras le susurraba furibunda.

—No me subestimes —se movió una vez más alejándose de él, evitando cortarle, ella no era capaz de purificarle para que le cortase con su arma y ya sabía cómo había perdido el control antes y no quería repetir.

El mago les invitaba sin embargo a hablar o negociar. Scarlet se preguntó si había hecho bien en cumplir la promesa a Darla de ayudar a la Orden del Fénix en lugar de marcharse de allí. Miró al Gryffindor y sus palabras acompañaron el interrogante de su mirada.

—Elvis, ¿qué quieres hacer? —ella se mantenía con ambas armas, una en cada mano mientras esperaba sin saber en qué se encontraba involucrada.


@@Lisa Weasley Delacour @

[Mael Blackfyre]

Departamento de Seguridad Mágica
Ministerio de Magia.

De reojo había podido notar los movimientos de la bruja de cabellos tan rojos como el fuego. Eso me agradaba, era una bruja rápida y eficaz, eso nos serviría para aquella oficina, porque lo íbamos a necesitar. Pero aun así no me olvidaba de mi sospecha tras su llegada. Ante un abrir y cerrar de ojos, ya tenía un problema.

Dos, si contaba lo que acababa de suceder.

Me tomé mi muñeca que portaba la varita con mi mano libre tras su reacción. Podía decir que había estado a punto de murmurar algunos maleficios pero una diminuta voz en mi cabeza me frenó. ¿Por qué? No lo sabia. Tal vez la palabra de acabar con la peste o de volver a ver la luz brillar. No me curé la muñeca pero tampoco bajé mi varita.

— ¿Escoria? Tú eres la escoria en éste mundo, viejo. ¿Qué te hace pensar que puedes venir aquí libremente con la marca como si fuera algo para estar orgulloso? ¿Crees que tengo miedo? —miré al viejo. Hablaba demasiado en un sentido filosófico. Hablaba en general, porque para los mortífagos nosotros éramos la escoria, pero para nosotros, los de la Orden del Fénix eran ellos.

¿Por qué se había presentado así? Estaba seguro que, pensando ahora un poco más que antes, que de querer matarme, ya habría usado aquella misma katana contra mi cuello. O eso hubiera hecho yo. Darla me preguntó. Quería confiar pero me había vuelto un viejo intolerante.

— Apresarlo y llevarlo a Azkaban. Eso quiero contra éstos indeseables. No hacen más que desastres —me estaba acordando de la última situación con las dos mortífagas dentro de mi local, en busca de Alessa y Sagitas—. Si quieres que te de una oportunidad, debes mostrar tu verdadera identidad. Aquí no estamos para rodeos ni para perder el tiempo. No fue una buena decisión el presentarte asi, viejo —podía mover mi varita y hacerlo yo, pero era su oportunidad—. Un movimiento en falso y lo lamentarás.

@@Darla Potter Black @@Lisa Weasley Delacour

[Lisa Weasley Delacour]

. ¿Y te crees que la sola amenaza de enviarme a Azkaban va a asustarme Elvis? Créeme que he estado en sitios peores, posiblemente me encuentre ahora en uno de ellos. La mente es mas poderosa que todo Dementor existente, lo tengo mas que comprobado

 

El Van Halen, haciendo caso omiso de advertencias, movimientos de los presentes e incluso el lugar donde se encontraban, seguía sentado y en apariencia con total calma. Bajo aquella mascara de poción multijugos el hombre no temía a confrontar a nadie, por mucho que su inservible cuerpo anciano y andrajoso mostrase. Estaba allí con un objetivo y era el de devolver la luz a Landres, limpiar el nombre de su esposa y iniciar con el cambio que tan necesario era en el mundo.

 

- Creí que sabrías sobre esto Gryffindor, pero veo que no. Esta cosa dura al menos una hora. ¿Captas la sutileza de mi mensaje? No vas a verme tal cual soy hasta dentro de un rato, así que te invito a calmarte y empezar a confiar en tus instintos, por muy dispersos que estén estos siempre han sabido guiarte hacia la verdadera personalidad de cada individuo.

 

La mente del vampiro iba a mil por hora. No entendía como el hombre frente así había quedado tan dañado. Estaba claro que con la cesión de la castaña todo había sido una locura, vamos un completo caos, pero ¿hasta ese punto? Tendría que haber estado mas presente, ser mas humano y cercano con los leales al fénix. Habían quedado a la deriva y él lo sabia. No obstante su familia era prioridad. Esconderlos y protegerlos había consumido todo su tiempo. “Estas aquí para evitar un nuevo derrumbe” Le recordó Gaia y era la pura verdad. Tomo aire volvió a hablar.

 

- Vamos a hablar claro si así lo deseas, ¿Te suena el nombre de Mei Black Delacour? - El rostro del mago muto a uno de total sorpresa – ¿El de Elodia Riddle? – Mas cambios -¿y el de Lisa Weasley Delacour? - Si ni siquiera confiaba en sus dones, ¿como podría hacerlo en alguien mas? Veamos que tan firme era su lealtad – Por ellas y por muchos mas estoy aquí, hice esto – Y volvió a mostrar la marca que ahora adornaba su antebrazo – Créeme que lo detesto tanto como vosotros – Sus ojos se posaron en la fémina – pero a veces son necesarios sacrificios para hallar respuestas. Necesito estar enfocado en ciertos temas y para ello necesito aliados. ¿Me entendeis o lo explico con manzanitas? - Sus ojos ya eran verdes, verdes esmeraldas y brillaban con la fuerza que lo caracerizaba - Estamos debiles, somos meros fantasmas de lo que undia fuimos, pero aun hay esperanza o al menos yo la tengo

[Mael Blackfyre]

Departamento de Seguridad Mágica
Ministerio de Magia.

— Luca…

Susurré aquel nombre, como si se hubiera escapado aquel suspiro después de mucho tiempo de aguantar el aire en mis pulmones. Llevé mi mano libre a mis ojos, cerrándolos, refregándome la cara porque realmente mi mente parecía que no había pensado en todas las opciones como siempre. Claramente ahora que veía todo más despejado, podía entender que de habernos querer atacarnos, lo habría hecho antes.

— A ti siempre te ha gustado el drama ¿No, Van Halen? Hablas de sutileza cuando impones todo éste teatro y no esperas que haya reacción alguna. ¿Tu entiendes eso? —bajé mi varita. No la guardé, claramente pero aquellos tres nombres me habían hecho bajar la guardia sin dudarlo. Tenía demasiadas preguntas pero al parecer el joven no era tan expresivo como realmente quería—. ¿Y cual es tu plan? Aunque déjame decirte que has venido a hablar en el lugar incorrecto. El Ministerio tiene ojos y oídos por todos lados

Lo miré resignado. Había gente que realmente no sabía como expresarse ni desenvolverse.

— Aunque por ahora estamos libres y podemos hablar. Aquí dentro no pueden usar encantamientos ni poderes Uzza para filtrarse, me he encargado de eso —comenté, esperando que Luca Van Halen, oculto por aquella fachada guardara su marca tenebrosa. Teníamos que actuar rápido porque no sólo que estaba sacrificándose, sino que al revelarse ponía en peligro a su persona, a Darla y su familia, como a la mia y a mi mismo. Podía caerse todo en un segundo.

— No pierdas más tiempo. Di tus temas y qué quieres, cuentas conmigo al menos –miré a Darla, no iba a obligarla a meterse en un tema que no quería. Pero claramente que iba a estar pago su trabajo. Ambos éramos miembros de la Orden y trabajábamos para el Ministerio.

Moví mi varita y sellé la puerta, para que nadie pudiera entrar al piso del Departamento de Seguridad Mágica.


@@Darla Potter Black @@Lisa Weasley Delacour

[Lisa Weasley Delacour]

Entorno los ojos y puso su mano derecha sobre su frente, teatralizando aun mas si cabía la situación existente. En cierta parte el Van Halen amaba crear controversia – Entenderme siempre ha sido un error, Gryffindor, soy complicado por naturaleza – Y le regalo una mínima sonrisa, indicándole así que había acertado en su conclusión final - Por fin has llegado a dar con mi nombre, todo un orgullo volver a verte amigo – Ni aun en temas serios podía dejar de meter esos ligeros piques que tanto lo caracterizaban – No hay lugares seguros, ese es el problema. Aun con todas las medidas que he tomado, yo tampoco me siento cien por cien cómodo, sin embargo era ahora o nunca. Esta situación ha llegado demasiado lejos para ponernos tiquismiquis.

 

- Veras – Comenzó a hablar el dhampir tras ocultar bajo la manga del raído abrigo la marca tenebrosa que ahora llevaba grabada en el antebrazo – La oscuridad ha ganado terreno, es un hecho. La orden esta ausente, escondida y sus miembros han perdido el norte. Desde ese día – Aquel fatídico momento donde Mei y Elodia fueron testigos como la sociedad, empujada por amenazas y palabrería est****a, las obligaban al exilio – todo esta fuera de control. Hay que crear oportunidades y la que se me ha ocurrido es esta. Desde dentro puedo ver y entender muchas cosas; como funcionan, como se mueven, cuales son sus debilidades. Tomamos eso y lo usamos en su contra. Destruirla desde su raíz, donde mas duele, donde ya no puedan re ubicarse

 

Claro que del dicho al hecho hay un trecho. Ser un espiá doble conllevaba mucho trabajo, poder, criterio y tranquilidad de mente y espíritu, cosa que al rumano esto le costaba un mundo y parte de otro – La celebración del otro día fue por esto. Una nueva tanda de novatos se han inscrito en sus filas. Hay muchos compañero, mas que la ultima vez y a cada cual mas capacitado. Magos y brujas con convicciones claras – El tono de voz del moreno era apesadumbrado. Normal. El amaba la vida, la luz y a todo ser vivo habido y por haber. Que alguien fuese capaz de destruir eso sin motivo aparente mas que el prestigio, la riqueza o la pureza de sangre no le entraba en la cabeza Vamos que pensaba que era una reverenda gilipollez

 

- ¿Riesgos? Muchos. ¿Posibilidad de muerte? Alta. No obstante y como dijo un gran sabio en su día ha llegado el instante de elegir. ¿El camino fácil o el correcto? Y yo ya lo he hecho.

[Darla G Dumbledore]

Scarlet Akane

En el Departamento de Seguridad Mágica fingiendo ser Darla Potter Black

 

Asintió a las palabras del Gryffindor y se mantuvo con la varita apuntándole, a un mago indiferente y casi que se notaba que jugaba sus cartas sin temor. Había conocido suicidas y oportunistas pero este hombre tenía algo distinto. Scarlet sopesó lo que los magos decían y se dispuso a apoyar a Elvis en sus elecciones.

 

Asintió inconscientemente a las palabras de aquel hombre impredecible. No sabía si Elvis lo captaba pero ella sí, sin embargo levantó una ceja ante las palabras finales, no podía relajarse con eso. Cuando comenzó a lanzar nombres el rostro de la pelirroja se frunció, nombres que eran historia. Sus ojos sostuvieron la mirada del viejo y su rostro se volvió frío e inexpresivo. Ella ¿qué? Los recuerdos de Darla fluyeron como un río mostrándole lo poco y último que sabía de cada una de las brujas mencionadas. Pura historia se repitió a sí misma Scarlet.

 

Miró a Elvis, había reconocido al fin al mago y el sentimiento de rebeldía que emanaba la Potter Black fue evidente para la propia Akane. La vampiresa notó la mirada de Elvis y asintió, se quedaría, ya estaba allí, no siempre en el lugar correcto ni en el momento adecuado, la historia de su vida. Memento Mori. Asintió una vez más.

 

Las palabras fluían de los labios del Van Halen y en cierta manera le molestaban a la pelirroja, no estaban tan ocultos, ocupaban las calles, se movían en las sombras, sí, pero no estaban escondidos. Mordió su labio por dentro, intentando dominar tan bien la oclumancia y la metamorfomagia como lo hacía la Potter Black, para ella era no era tan simple no mostrarse sensible a los dichos.

 

Sonrió, un impulso del que de inmediato se arrepintió ante el tono de voz de Luca, ella no sabía hasta cuando duran las fuerzas de los entusiastas pero quizás un golpe de suerte moviera los ánimos a otros lados. Los jóvenes pueden tener ideales impetuosos y definidos pero ante la ebullición se agotan rápido y si ellos se tiraban de cabeza a todo, seguro que antes de lo que pensaban cederían espacio, lo presentía. Scarlet se cruzó de brazos y apoyándose en el escritorio miró de Van Halen a Elvis. Suponía la respuesta del mago.

 

—No estamos aún muertos Van Halen, todos iremos a morir algún día pero no hoy, ni mañana, ¿te crees capaz de conocerlos y adentrarte sin corromperte realmente? —no le correspondía a ella cuestionarle pero no había podido evitarlo, si confiaba en Elvis era por Darla, si no confiaba en Luca también era por ella.

 

 

@@Lisa Weasley Delacour @

[Lisa Weasley Delacour]

La bruja al igual que el mago sopesaban el testimonio del dhampir. Dicho así, sin anestesia y con dureza, era como se deberían hablar aquellos temas. Sin rodeos. Directos a la yugular. Aunque tal vez ambos fenixianos hubiesen necesitado una introducción para aquella locura en la que el Van Halen se había visto envuelto. Bueno, la vida es dura, pensó. En sus rostros podía ver como la sorpresa, la angustia y hasta la evidente antipatía que suscitaban sus palabras se reflejaba con cada segundo que pasaba. Elvis, a pesar de su evidente desmejoramiento, sabia que lo ayudaría, que estaría a su lado. En cambio, la fémina, no las tenia todas consigo. Es mas, el vampiro juraría que si seguía sujetando los muros de la oclumancia acabaría tirada en el suelo agotada por tamaño esfuerzo.

 

Fue esta ultima quien hablo, dirigiéndose con tono mordaz a un rumano capacitado para cualquier discurso, por muy burlón o agrio que fuese. No por nada era el primer ministro de Hunyad – Conozco la oscuridad, es mas, soy parte de ella. Hola, medio vampiro aquí. Si en todos estos años no me ha corrompido, no creo que nada lo haga. He visto a la muerte a los ojos mas veces de las que puedo contar, enfrentarme a ella una vez mas no sera mas que un mero tramite. Si, no te lo niego, que la influencia sera mayor y muy fuerte, es evidente, pero el que no arriesga no gana. Estamos en este mundo por una razón y la miá, señorita es esta. He venido a pediros ayuda porque las mujeres que mas amo en esta vida confían ciegamente en los miembros del bando de la luz, no por gusto personal.

 

El orgullo era parte de aquel guerrero, así como la decisión y el coraje. Aunque tuviese que luchar solo, no bajaría la cabeza. Si moría, al menos lo habría intentado. Sembraría la duda en la marca tenebrosa. Debilitaría su poder. Incluso podría influir positivamente en la nueva camada de sabandijas. Todo era posible si se lucha con las ideas claras y un motivo de verdadera importancia – Ademas, si me desvió del camino, te doy permiso para que uses eso que tienes en la mano y a lo que tanto te aferras - ¿Pensaba que no la había visto? Seguía blandiendo la varita – Quedate con una cosa, podría desarmarte antes de que dijeses “Luca” y no, no es una amenaza, es una advertencia – Sonrió con picarda – ¿Y bien, nos ponemos a ello o seguimos viendo quien la tiene mas grande? Necesitamos un lugar seguro y muchos planes.

[Darla G Dumbledore]

Scarlet Akane
En el Departamento de Seguridad Mágica fingiendo ser Darla Potter Black

—Ser medio no te hace uno bueno —gruñó entre dientes la pelirroja mientras analizaba al mago sentado frente a ella. Jamás había cuestionado ni a mestizos ni a lycans pero la actitud del ojiverde le estaba volando el humor.

 

A decir verdad cuando había decidido esa mañana buscar un trabajo en el Ministerio, no era esto lo que esperaba. Buscaba una labor que conocía y que le permitiría acceder en el edificio a ciertos pasillos y puertas que aparecían y desaparecían según el mago que jugaba con la magia y las llaves correctas. Y allí estaba sopesando el actuar de Luca Van Halen, su lealtad y su deseo de hacer que las mujeres que amaba volvieran del destierro. Genial.

 

La última vez que había utilizado la frase del rumano del que no arriesga no gana había terminado en una situación más que incómoda, aunque no inesperada. Se permitió una sonrisa burlona, ese pique podía funcionar, pero no era eso lo que iba a definir si ella iba o no a confiar.

 

—Pues yo te hago otra “Luca”, te prometo que si nos traicionas o nos tiendes una trampa desearás que utilice mi varita y no toda la magia oscura que también yo soy capaz de dominar y utilizar como te aseguro ninguno de tus amigos mortífagos puede —una nueva y fría sonrisa se dibujó en los labios de Darla mientras extendía su brazo izquierdo apretando en su puño la katana de oscuridad que vuelto a invocar al pensar Maledīcō, la giró rápida y ágilmente para luego volverla a desvanecer, cada corte maldito que le haría si los traicionaba no alcanzarían a purificarlo ni todas las sacerdotisas de la Orden juntas.

 

—Y mi katana es más grande que la tuya así que deja de medírtela y espera a ver lo que Elvis decide que se haga, porque yo le haré caso a él, no a tus advertencias, cariño —pasó de un lado al otro de la sala y se contuvo de darle un soplamoco en la nuca al mejor estilo niño malcriado en el aula.

@@Lisa Weasley Delacour @

[Mael Blackfyre]

Departamento de Seguridad Mágica
Ministerio de Magia.

Escuché a Luca. Me costaba en cierta manera encajar al mago que conocía, con su figura totalmente harapienta. Pero luego de entender de quién se trataba sabia porque razón llegaba así. Aunque tenía que admitir que podríamos haber encontrado en la Gryffindor y todo aquello sería más fácil y simple. Pero teníamos que seguir todo el protocolo que el joven había provocado.

Junto a Darla, ambos estaban en medio de una discusión. Aquello me llevó a pensar un poco con más atención en cómo íbamos a encarar todo aquello. Tenía que admitir que la lista de problemas jamás se acortaba. Me perdí unos segundos en mi mente, mientras Luca demostraba el pantallazo actual sobre su bando, confirmando que las fuerzas actuales de la Marca Tenebrosa se engrosaban. Y Darla le demostraba que no dudaría ni un segundo en contratacar.

No me interesaba cortar con aquello. Ya no era el hombre pacífico por el que me caracterizaba la mayor parte de mi vida.

— Gracias

Murmuré especialmente a Darla. La mujer me había nombrado y automáticamente sabía que contaba con ella. ¿Tenía que comentarle ante los peligros en los que se dispondría? Estaba seguro que se lo imaginaria. Mi mirada fue directamente hacia Luca, terminando de confirmar algunas cosas que aún tenía en duda.

— Tenemos que hablar sin tapujos y eso lo entiendo. Pero desde este momento éste sitio no es seguro —comenté a ambas figuras. Miré primero a uno y luego a otro—. Grimmauld Place tampoco es un sitio seguro —tenían que confiar en mi palabra. Era demasiado extenso el relato de cómo habían atacado a Sagitas, Xell y Sean en ése sitio con aquellos dardos. Tal vez el interior lo era pero los alrededores ya no. Me llegaron varios lugares más pero ninguno era mejor: la Potter, el Refugio, la Madriguera.

Tal vez no eran los sitios, sino las personas dentro. ¿Quién era fielmente parte de la Orden? Luca tenía razón y tal vez Darla no quería ver eso. Tampoco quería discutir eso allá.

— La mansión Gryffindor. Trabajaremos allí. Ambos pueden pasar desapercibidos dentro. Aprovecharemos la soledad de la mansión y mi poder en permitir que aparezcan dentro. Los elfos ayudaran un poco.

Los miré esperando su aprobación. Hasta ahora la mansión no había sufrido nunca ningún ataque. Solo visitas inesperadas que no habían llegado más que en los jardines.

— No podemos esperar a toda la Orden del Fénix. Es tiempo perdido —ya no respondían como antes—. Podemos enviar alguna señal, tal vez asi, alguien sepa descifrarla y se sume a la causa —volví a esperar su aprobación— Tú más que nadie deberás cuidarte. No sabes lo que has hecho en revelarte —tal vez Luca no tenía miedo a la muerte pero no entendía de Magia Oscura, tanto como yo— Sé que no podrás revelar con nombre y apellido directamente. Es magia antigua. Hay cosas que no vas a poder decir. Pero tendrás que ver cómo hacerlo de todas maneras

Si se exponía ante eso, tenía que darnos información.

— Tenemos que encontrar el problema, y atacarlo sin esperar. Y lograr sustraer más información. Podemos aprovechar que el Ministerio ahora está en mejores manos. Y Aaron Yaxley…

Murmuré pero me entrecorté antes de decir más. No dije más. Miré a ambos, esperando que si aceptaban trabajar en mi mansión, partiríamos ya sin más. Moví mi varita ante una pequeña lata vieja y centelló con una luz azulada. Eso no llevaría al Estudio Principal, sin que nadie nos viera. Solo tenían que aferrarse de ella.




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[Darla G Dumbledore]

Scarlet Akane
En el Departamento de Seguridad Mágica fingiendo ser Darla Potter Black

La pelirroja hizo un movimiento con la cabeza, asintiendo y dando reconocimiento al agradecimiento que el Gryffindor le hacía por su muestra de lealtad hacia él. El mago medía la figura de Luca y comenzó a hablar de la seguridad, Scarlet no podía creer lo que decía, pero el recordar que por más que hubiera abandonado aquel lugar, no era posible estar seguros de qué había hecho o no Aaron Black antes de abandonar las instalaciones y sobre todo el gobierno.

 

La Akane se tensó más, previendo cualquier posible situación. Mordió su labio, odiaba admitirlo, el último tiempo, los recuerdos de la Potter Black mostraban cosas no habituales, situaciones de riesgo, muertes innecesarias ¿acaso muestras de la traición?

 

--Está bien --dijo la mujer, fingiendo ser la cuasi viuda Potter Black --nadie me espera en casa y mis elfos saben manejar perfectamente bien el negocio sin mí, no sería la primera vez --se preguntó si debería haber dicho sin nosotros, refiriéndose al Granger como si aún estuviera vivo, pero no había forma de corregir eso.

 

El Gryffindor tenía razón, las últimas veces que había acudido a llamados de algún compañero no eran muchas las figuras que se presentaban a prestar ayuda o respaldo al solicitante. Asintió con la cabeza, dando a entender a Elvis que estaba totalmente de acuerdo con sus palabras. Observó en silencio el muy breve intercambio de palabras entre el mago y Luca, sí confiaba en él después de todo, bien, lo aceparía. Su rostro se volvió hacia Elvis cuando pronunció el nombre del Yaxley, evitó fruncir el ceño, recordaba muy bien el trato de Darla con aquel mago en la antigüedad y el respeto que había entre él y Seba, pero todo aquello era parte del pasado, de un pasado que ni siquiera le pertenecía.

 

Elvis mientras tanto había realizado un portus para convertir una lata en un traslador, y ella se acercó para apoyar su mano sobre el mismo, dispuesta a dejarse llevar por él. Su mirada se centró en el Van Halen con una expresión desafiante, esperando su accionar.

 

 

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@@Lisa Weasley Delacour