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Fanatismo en las gradas


Mentita
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Ver a la bruja corriendo hacia él le hizo entender lo acertado que estaba su corazón. Segundos después observó aquellas lágrimas que empañaron sus ojos esmeraldas y así y todo, la belleza que portaba al verla, le resultaba imposible de describirla en palabras. Pero eso no fue todo y el corazón de Black comenzó a acelerarse, los latidos estaban descontrolándose y hubiese pagado por ver la expresión propia al escuchar aquellas dos perfectas palabras de los labios de Mica.

 

—Te amo —fue todo lo que pudo responderle a la bruja, mientras su mirada grisácea parecía brillar más que nunca bajo la tarde romana, bañada de estrellas. Demostrar sus más profundos sentimientos no le resultaba sencillo pero en aquel momento de desbordante felicidad todo pareció más simple de lo que hubiese imaginado—. Eres increíble.

 

Sintiendo ambos brazos de la bruja rodeando su cuello, Black la tomó por la cintura elevándola unos centímetros y quedando a su misma altura. Su corazón quería explotar en su pecho y su respiración estaba acelerándose. Durante unos segundos mágicos había olvidado completamente todo lo que ocurría a su alrededor, parecía sólo importar la bruja y él. De eso era consciente y de más nada. Probó sus labios y se dio cuenta que ahora eran aún más deliciosos que antes. No se cansó de rozarlos ni de acariciarlos con su lengua, ni de jugar con la suya.

 

Black en aquel momento quería decirle muchas cosas a la bruja pero sus labios fundiéndose con los de ella no le permitían hacerlo. ¿Acaso no habría tiempo luego de toda aquella ceremonia? Claro que sí, y eso era en parte lo que lo tranquilizaba. Tiempo habría, mucho tiempo. Simplemente le sonrió tras descenderla hasta el piso nuevamente.

 

—Luego quiero enseñarte algo —le susurró esta vez en su oído, para que fuera inaudible para el resto de los presentes. En realidad no era necesario aquello puesto al barullo de la multitud, los festejos seguían descontrolados en los alrededores de la pareja—. Cuando regresemos a Ottery. —Esperaba que la bruja no le dijera no.

 

 

@@Mica Gryffindor

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Esas palabras en los labios del Black sonaron mucho más hermosas. Sentía que el pecho iba a estallarle de tanta felicidad, era un día perfecto, ese hombre frente a ella era aún más perfecto… ya no podía pedir nada más. Tan solo un tiempo atrás había vivido el momento más terrible en su vida, sentía que no quedaría más que dolor para ella. Sin embargo, ese abrazo había llegado en el momento oportuno, volviéndola a conectar con la vida.

-No tan increíble como tú – no podía evitar sonreír, era feliz.

Los fuertes brazos del Black la tomaron por la cintura y la despegaron del piso para llevarla a la altura de sus labios. Impulsivamente lo abrazó con sus piernas y lo besó con mucha intensidad. El juego de sus labios continuó por varios segundos, sus lenguas se encontraban y también querían sumarse. Sentía tantas cosas al mismo tiempo, tanto que quería transmitirle, los besos solo se intensificaban mientras alrededor el mundo seguía su rumbo.

Finalmente, sintió sus labios separarse con suavidad de los de ella y volvió a perderse en esos ojos. Lo veía sonreír y eso le daba sentido a todo. Así quería verlo siempre, radiante de felicidad, no solo por estar juntos, sino por el gran logro realizado. Deseaba seguir a su lado en muchos otros logros, ser su soporte en las buenas y malas situaciones, así como él lo era para ella.

Ese susurro en su oído no hizo más que intrigarla. No le gustaba esperar. Suspiró y asintió tranquilamente, ya se encargaría de sacarle información antes de tiempo.

-Venus Victory va a ir a celebrar al Callejón… ¿te sumas a nosotros si el resto del equipo quiere participar? -lo tomó de la mano, sin apartar la mirada, pero luego recordó un detalle -Por cierto… ¿Quién era la chica que se sentó a tu lado en el juego? -había estado celosa, pero eso se había desvanecido enseguida. No tenía dudas de que el Black era genuino en sus sentimientos, esa mirada se lo recordaba a cada segundo.

 

@@Martin N Roses

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Justo antes de salir se lo pensó mejor, le iba a dar un regalo a Ernest que jamas iba a olvidar, por lo que regreso a las gradas y busco el lugar exacto donde este había aterrizado y salto las gradas dirigiéndose hacia donde estaba el mago junto a Azrael. Lo miro fijamente mientras se acercaba y cuando estuvo frente a el lo tomo de las solapas del uniforme y lo acerco a su cuerpo. Acerco sus labios a los del Macnair, tuvo mucho cuidado de que su pierna izquierda quedara entre las de el mientras le plantaba un apasionado beso a la vez que su pierna se movía fuerte y veloz a una parte de la anatomía humana muy sensible y tras sostenerlo para que no se callera, le susurro al oído unas palabras.

 

- nadie se burla de una Granger, querido - fueron las palabras de la fenicia a. Acto seguido miro al Licaon y le sonrio con burla - que disfruten su festejo, felicidades

 

Y solto al mago mientras este se quejaba un poco o un mucho, no estaba segura y se retiro de la cancha. Regreso a las gradas y se sentó con total tranquilidad a mirar el cielo romano mientras pensaba en si debía comprar un boleto de avión y descansar toda la noche o usar sus poderes y abrir un portal directo a NY.

 

 

@@Ernest Macnair Wilfred @@AZRAEL Licaón

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El mago observo a @@Ernest Macnair Wilfred y le encanto aún más, al compartir esa preferencia de tener variedad ¿acaso su relación acaso sería un trio o un cuarteto? Este mago tenebroso solo se limito a escuchar una canción en su mente. Aunque, las palabras de @@Sophia Elvira Mackenzie le dejo intrigado, pero a él no le importaba compartir, ya antes del juego ya había besado alguien más ¿acaso debería rendir cuentas con Macnair? Este no le pediría explicaciones, ya que no importa mucho el que dirán, solo en su rostro mostro una sonrisa.

 

Y acercandosé al mago, simplemente le comento en voz baja. -Creo que será muy interesante la platica que tendremos, pero no debes explicarme nada, igual esa bruja se ve interesante. Y sí, eso te hace feliz créeme que no tengo problemas, además, de ese tema hablaremos en otro lugar, ahora solo disfrutemos.- En ello, el mago sin comprender mucho lo que estaba ocurriendo, pero allí se encontraba sin saber mucho. Y suspirando hondamente evoco las palabras de @@Mica Gryffindor y su reclamo, por lo que supo que este se refería a ella.

 

Licaón seguía pensando en el beso que se había con el cazador, todo parece indicar que su posible relación es de lo más interesante posible, a penas si observo al mago, y se acerco a él. -¿Entonces aceptamos la propuesta de @@Kraven Von Alexandros y nos vamos a festejar con el otro equipo?- En eso piensa, y clava su mirada con la de él. -Y te repito, divirtamos un poco más, disfrutemos de la vida, igual es una sola, así que solo eso importa.- Se acerco al mismo. -¿Entonces que deseas hacer?- Le consulto, y el mago no se molesto en lo absoluto, este ya lo había afirmado.

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La verdad es que el partido inaugural había sido un total éxito, estaba pensando en hablar con los organizadores para hacer un partido de exhibición en el Parc des Princes en París. Sería una excelente oportunidad para que los aficionado franceses disfrutarán de ese maravilloso espectáculo.

 

Estaba feliz y sonriente, la verdad este partido no tenía perdedores sino todos ganábamos, la muestra atlética de los jugadores, la destreza de mi querida @@Juv Macnair Hasani había hecho que la competición hubiera tomado un tinte aún más competitivo.

 

La compañía que tenía me encantaba @@Sagitas Potter Blue y @@Lady Luxure Grindelwald había sido totalmente divertido el estar hay. Mire con orgullo todo el espectáculo, los jugadores dandose abrazos unos a otros, los gestos de alegría de la gente y definitivamente había sido toda una experiencia.

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Ministre de la Magie Français // 🌙 dulce asesina by Mael

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El egipcio seguia confundido, el rostro quizás de quien había besado se encontraba diferente, su visión de los hechos se había confundido. Y una ira comenzó a invadirle, y clavo la mirada en esa bruja que se marchaba. Y en eso, se acerco un poco más @@Ernest Macnair Wilfred y paso su mano la cual desprendía una luz sanadora, producto al amuleto de curación con primeros auxilios.

 

-Perdón, por no haber dado cuenta antes.-

 

Suspira.

 

-Pido que me disculpe, si me dejas yo le daré caza a ella.-

 

En eso, el mago espero la respuesta del mismo. Mientras que su mirada se clava en la bruja que se alejaba, el mago se sentía como el peor idi*** del mundo, pero sus poderes Uzza habían sanado al mago, además de aprovechar de acariciar su cuerpo a la perfección, su deseos se encontraba encontrados. Aunque, si lo había permitido era porque en cierta manera ¿acaso había sentido celos?

 

-Y su familia arderá en llamas, pronto adquiriré un poder capaz destruir un país, no me temblará la mano de matar a sus seres queridos, sí solo me lo pides.-

 

Y su mano pasaba por aquella parte noble, a la cual aplicaba su hechizo de sanación, además de tener así una escusa, pero la aparta y ahora le acaricia el rostro al mago. Y apenado un poco el egipcio, aunque con cierta malicia, había dejado que ello ocurriera, así pudiera jugar un poco con él. Y aprovechar la oportunidad que se le había dado, ambos manos del egipcio se encontraba en el rostro de Ernest. Aunque, su intención fue sanarle ¿acaso había algo más?

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Estaba el ambiente en el Coliseo a felicidad a mi más poder, específicamente los nuevos aficionados al Venus Victory. Kraven estrechaba manos ya fuera de compañeros o de rivales, incluso de las personas que solo habían ido al partido por interés al Quidditch y no apoyaban a ningun equipo, pero que ingresaban al campo a felicitar a todos los jugadores. El castaño tratabs de buscar con la mirada a cierta persona, apesar de no haberle dicho nada acerca de su participación en el encuentro, ella le había apoyado cuando le había escuchado gritar durante el partido. Pero entre el mar de papelitos que caían al campo y las palabras de Martín, árbitro y organizador del partido de exhibición, le encontró sonriendo con y par de mujeres a su lado.

Kraven montó en la escoba y subió con velocidad moderada acercándose de a poco a la rubia francesa. Cuando la ubicó a un más y con una sonrisa que no cabis en el Alemán, reconoció a Lady y Sagitas a sus lados. Ada Camille Dumbledore sonreía aplaudiendo sin notar al mago que ya estaba frente a ella.

--¿Te ha gustado el partido? Espero me estuvieras apoyando... señorita. -- Kraven llegó frente a ella y con un espacio libre cerca de ella descendió para estar frente a frente. Tomó su mano ante las miradas de las otras chicas y de que estuviera a punto de ser asesinado por Lady, le llevó a su escoba montando en la Saeta. *como una motocicleta*

--Vamos a ir a celebrar la victoria y el partido en un bar del callejon Diagon ¿Quieres venir conmigo? Anda vamos subete...-- Dijo Kraven invitandole a subir a su Saeta y con una sonrisa señalaba al asiento expandido mágicamente detrás del mago para que otra persona subiera a la escoba.


@@Ada Camille Dumbledore

 

 

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Era uno de esos momentos de la vida en los que anhelaba que no existiera un final. Era una escena mágica que lo hacía sentir completo, satisfecho y feliz, sumamente feliz. Black deseaba a Mica y su cercanía sólo le generaba buenas sensaciones.

 

La insinuación de una celebración junto al resto de los jugadores en un local del callejón Diagón le generó incertidumbre. Por un lado, quería participar junto a los demás y disfrutar de ella también. Pero por otro, Black entendía que una celebración de aquel estilo involucraría únicamente a jugadores, ¿o acaso asistirían más personalidades? En ese caso, tal vez sí tuviera sentido que acompañara a Gryffindor.

 

—Si no irán sólo los jugadores, podría ir también —afirmó, contemplando aquella mirada esmeralda que brillaba, aun cuando minutos antes habían derramado una serie de lágrimas—. No pienso distanciarme de ti hoy. Además también tengo otros planes… —dijo con aire enigmático y fingió inocencia aunque no parecía ser genuina.

 

Pero se vio sorprendido con la última pregunta de la castaña. ¿Acaso había olvidado de mencionar a Amicia de Rune? Tal vez no se había presentado el momento, entre todas las cosas que tenía en la cabeza, o tal vez por el mero hecho de que al encontrarse con Gryffindor, todo lo demás pasaba a un segundo plano y sólo se centraba en ella.

 

—¿Te refieres en el palco? ¡Ah! Es Amicia de Rune, mi prima —respondió entonces Black, agradeciendo que no era santiagueño—. Es francesa y la responsable de que yo haya decidido regresar a Inglaterra. Verás, tiene ciertas vinculaciones con… —le susurró por lo bajo, apegando sus labios al oído de Mica— animal cuyo llanto tiene propiedades curativas, horizontal, cinco letras. —No pudo evitar sonreír tras el enigmático mensaje que acababa de darle a Mica Gryffindor, sabiendo que ella lo entendería—. ¿Acaso no te ha agradado? Se me ha pasado presentártela antes —dijo meditándolo—. Pero ella sabe de ti… —miró a aquellos verdes ojos que tanto le gustaban— es la persona con la que he hablado de ti, ya sabes… —Reconocer aquello le generaba un poco de bochorno, no estaba acostumbrado a aquellas situaciones. Lo cierto era que Amicia quería a Mica y le gustaba como pareja de su primo.

 

@@Mica Gryffindor

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-Los jugadores no seríamos tal cosa sin quien generó todo esto. Además, estoy segura de que llevarán más invitados – acarició su rostro suavemente – tampoco tengo ningún plan de separarme de ti, pero deja de intrigarme ¿qué planes tienes? – sentía demasiada intriga, no quería arruinar lo que estuviese pensando.


No esperaba sentir tal alivio al saber que la muchacha del palco era tan solo su prima. Por un momento, aunque fugaz, había temido estarse metiendo realmente en medio de una relación o algo similar. Sonrió al comprender el intento de enigma y lo besó con mucha ternura. Había tantas cosas en él que le gustaban, entre ellas, sus ocurrencias.


- No he dicho que no me haya agradado, solo no sabía quién era y resultó algo extraño encontrarte con otra chica a tu lado en las gradas -explicó, se sentía bastante tonta al respecto, sin embargo, ¿cómo saber que se trataba de su prima? - ¿Y qué sabe de mí? ¿Qué le has comentado? -no imaginaba a aquel caballero hablando de sus sentimientos con alguien más.


Se quedó unos instantes en silencio mirándolo. No entendía cómo aquel hombre podía generarle tantas emociones al mismo tiempo. Lo jaló desde la mano que aún se entrelazaba con la suya para darle un tierno beso que se cargó de más intensidad de la que originalmente pensaba. Ya no quería dejar de besar esos labios.



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Black entornó lentamente su mirada perla, para sentir con mayor detenimiento las suaves caricias hechas por Mica. Le transmitía tranquilidad y lo tranquilizaba. Todo era en medio de un caos generalizado de diferentes conversaciones, diversas celebraciones y continuos griteríos alegres por el final del partido. Sin embargo, el mago de cabellos negros parecía transportarse a otro lugar cuando la tenía a su lado.

 

—Pensaba presentarte un sitio muy bonito, antes de unirnos a las celebraciones del callejón, si lo deseas… —le dijo sin rodeos. Incluso para él era difícil llamar al castillo casa, puesto que siempre había considerado como tal al castillo de los Black. Pero el mundo cambiaba de forma radical y las cosas como las casas podían tener un sentido más de personas que de territorio como tal.

 

No es que no creyera en sus palabras, pero era evidente la tranquilidad que le había ocasionado a la bruja comprender quién era la “muchacha desconocida” que había pasado cerca del mago durante el partido.

 

—Que me agradas y me gustas mucho —dijo por lo bajo, a apenas un par de centímetros de sus labios—. Que estaba completamente loco por ti y el viaje a Estados Unidos me lo confirmó un millón de veces. —Ese viaje había nacido en parte por las ideas de Gryffindor de ayudarle a contactar personalidades para el quidditch. Pero al mismo tiempo había permitido que Black se aproximara de una forma más íntima a ella y por eso agradecía aquella oportunidad presentada.

 

Las manos entrelazadas y a continuación un beso que era intenso, dulce y sumamente delicioso. Cercano a ella pensó que no había tiempo que perder.

 

—Confía en mí —murmuró e intensificando el contacto de ambas manos, Black giró sobre sí mismo junto a Mica Gryffindor y abandonaron el lugar. El destino no sería otro que el poblado mágico de Ottery, frente a un castillo remodelado no hacía mucho tiempo antes, cuyo único acceso era un puente que se elevaba encima de un lago natural lleno de animales acuáticos.

 

@@Mica Gryffindor

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