misión especial Ragnarök

[Sophie Elizabeth Granger]

De pronto mientras intentaba descubrir que pasaba, un grupo de espíritus llegaron hasta ellos y sus palabras la dejaron pensando. Pero aquello no hacia sido todo, no sabia que habían hecho pero de pronto perdió un poco de vista al resto y todos aquellos que alguna vez había perdido a lo largo de su vida. De primera alzo su guadaña pensando en que aquel lugar quería atacarla con espectros que tomaban forma de sus seres amados, pero luego vio como reaccionaba el resto de sus compañeros  y como las imágenes frente a ella eran eso, simples imágenes que le traían viejos recuerdos y viejas heridas. 

 

A su alrededor se presentaron los muchos muertos que había juntado en 300 años pero solo tres le importaban algo aun. Elvis, Lucas y Lyra, los tres la miraban como esperando una reacción de la vampira, tal vez buscaban que ella demostrara miedo o dolor pero ella había apagado sus sentimientos, por eso se había ido a Estados Unidos. Pero entendía lo que los espíritus querían, ellos buscaban que demostrara su valía para saber si era digna. Guardo su guadaña y miro de frente a los espíritus iniciales.

 

- Si buscan alguien completamente digno, no lo van a encontrar aquí, todos hemos cometidos errores y faltas graves, pero al final, hemos buscado la redención y hemos hecho lo mejor para resarcir cada uno de estos errores, porque a pesar de todo, al final nuestros ideales y valores si son dignos y con ellos buscamos crear un lugar mejor donde podamos vivir en paz. - dijo mientras se acercaba al predicador.

 

- Estoy contigo Despard, podemos, todos juntos podemos- le dijo dandole un apreton en el brazo en señal de apoyo.  

 

[Luna Gryffindor Delacour]

Aunque suene extraño los espíritus que nos rodeaban no me daban miedo, ya los había enfrentado en una ocasión y lo haría de nuevo si tuviera la oportunidad, además me sentía resguardada por todos mis familiares de bando, sin contar que los espectros parecían ser más mis amigos que otra clase de cosa, si bien eran como fantasmas o algo así, entendía que no me harían daño y que solo querían que reconociéramos en que nos habíamos equivocado, el problema era que la vampiresa se había venido equivocando desde hacía bastante tiempo, así que no sabría por donde empezar a explicar del porque erro en el camino y eso era algo que ni si quiera ella misma podría explicarse, así que menos podría hacerlo a unos cuantos espectros familiares de su pasado. 

 

- Lamento no haber tenido la fortaleza necesaria para salvarlos a todos, se que en parte fue mi culpa por ser débil y ser una cobarde, se que lo soy, no necesito que nadie me lo diga, pero esta cobarde jamás se dará por vencida y promete que salvará a todos sus compañeros como sea, no esta muerto quien pelea y ¿saben una cosa espectros? no terminé de luchar y de perfeccionarme, esto es solo el comienzo, cometeremos errores, ¿saben por qué? porque de los errores también se aprende, algunos más y otros menos, pero todo eso hace que seamos los que somos, sin los errores diarios no podríamos haber llegado aquí, si soy de la que piensa que tanto los aciertos como las equivocaciones nos llevaron hasta este día, así que solo les diré que si tenemos lo necesario para seguir adelante y que ninguno se rendirá, porque mientras nos tengamos los unos a los otros, jamás nos rendiremos nunca, esa palabra no está en nuestro vocabulario ¿comprenden? - Dije con mi repique de campanas más alta de lo habitual, esperando que todos entendieran que nadie se movería de allí hasta lograr su cometido final -

 

No mire a Elvis ni mucho menos a Jasper o Alice, ¿qué hacían ellos aquí? no lo sabía a ciencia cierta, pero no los miré primero porque me daba vergüenza reconocer que los había abandonado a los 3 y segundo porque seguían sin saber que decirles, porque pensémoslo, ¿como les explicas a tus padres que por cobarde ellos murieron? no había justificativo alguno y eso era algo que siempre me perseguiría por los siglos de los siglos y era algo que tendría que ver de arreglar, no podía paralizarme cuando alguien que quería estaba en riesgo, como me había pasado con mis dos papás y mi mamá respectivamente, tenía que aprender a salir a luchar y entendía porque estaban ellos allí, para enseñarme que venía bien por el camino, pero que aún faltaba un largo camino por recorrer y me alegré al pensar que eso no lo haría sola y que tenía a mi amigo Rory, a mi amiga y compañera Scarlet y a mi amiga y tía Mica, sabía que ellos me ayudarían a aprender lo que me faltaba y además de mi misma fuerza de voluntad que pondría para conseguirlo cuanto antes mejor.

 

- Juntos podremos lograrlo, se que separados no podemos hacerlo pero si todos nos unimos podremos salir ilesos de todo esto y que nada nos suceda, quizás están los espectros aquí para enseñarnos que hicimos mal y que cosas no debemos volver a hacer ¿no lo creen así? además de que pareciera que es parte de algo que tengamos que pasar, una especie de pruebas, como si tuviéramos que enfrentarnos a nuestros propios boggarts antes de ir por lo verdadero importante, ¿creen que eso podría ser posible o estoy divagando? saben que adoro divagar, pero eso podría ser en esta ocasión ¿o no? - Les pregunté frunciendo el entrecejo en clara muestra de concentración absoluta -

 

La idea de enfrentarnos a nuestros miedos me iba pareciendo más lógica a cada minuto que pasábamos rodeados de todos esos espíritus o fantasmas, que para el caso para la fenixiana era lo mismo, se preguntó si estaría equivocado su pensamiento o si por el contrario estaría dando justo en el calvo, ¿había una posibilidad de que ella tuviera razón? hacia mucho tiempo que no acertaba en algunas cosas, así que se alegro al pensar que en esto quizás si tuviera alguna idea de que era, ¿o eran solo imaginaciones mías? suspiré pensando en que quizás estuviera mal, pero si mi idea era cierta, tal vez fuera una prueba que tengamos que pasar, enfrentarnos a nuestros miedos por dentro, para al fin poder enfrentar a los miedos que nos presenten afuera, era una idea bastante buena y se me antojo hasta incluso lógica y cuerda por demás, así que sonreí pensando en que juntos podríamos lograrlo y me dije que si era así allí estaría para ayudarlos a todos con sus miedos, porque unidos podríamos vencerlo mucho más que separados y porque sabía que todos juntos lograríamos unir las reliquias y que el Ragnarok surgiera para poder traer un nuevo mundo de paz y tranquilidad, uno que estaba faltando por estos tristes y sombrías días nublados. 

 

 

[Rory Despard]

Rory lo sintió. Había de forma instintiva tomado la mano de Lunita, en el momento en que ella se había acercado un poco más a él, para asegurarle de que saldrían de eso juntos, y fortalecidos. Poco después, la pálida luz de los fantasmas hizo que reconociese a otros más de los presentes allí, el mago extranjero que habían rescatado una noche en la Evans. Era evidente que lo atormentaban muchas de sus acciones pasadas, pero en las tiernas caricias que compartía con Helene en esos momentos, el predicador reconoció el vínculo únivoco del amor: Ese que el propio Cristo decía, que en todas sus formas, era el regalo de Dios para los hombres.

Mica, ella había caído también al suelo como él, por causa de los errores que había cometido, con el bando, con su familia e incluso con ella misma. No había nadie exento de sufrimiento o dolor, pero con la declaración de ella, que en su brevedad reflejaba sus emociones encontradas, la seguridad de Rory se fortalecía. Quizá fuera también que ella era una paladin, realmente, ese era el tipo de don de la magia ideal para ella, y la luz sagrada que podía emanar era brillante, cuando  como ahora, ella dejaba atrás dudas y culpas.

Helene, ella y Leonid eran un solo bloque, tomados de la mano. La magia sagrada también se hacía presente en el ruso, y Rory supo entonces que poco a poco el equilibrio estaba llegando. Ninguna magia era superior a la otra, y había sido el mandato conservar el equilibrio. Los sucesos recientes habían alterado ello, pero estaban demostrando de a pocos que el cambio era posible. Que aun estaban a tiempo.

La voz de Darla, hizo que girase la vista para observarla un poco mejor. Aquella apariencia, casi como si fuese una más de los fantasmas se había disipado y a su modo, la tenían allí. Lo que decía era cierto, y de lo poco que la conocía, sabía que tenía más derecho que muchos allí para dudar, para sentir miedo, para solo dejarse aplastar por el peso de todo lo perdido. 

Y si podía haber tenido un atisbo de duda, la aparición de Benjamin Karkarov, las disipa de repente. ¿Había estado él todo el tiempo o era que la fuerza de ellos había devuelto al mago del caos al que abrir las puertas lo había conducido? Como fuere, con el Mjölnir levantado en lo alto, Rory ve la señal definitiva de que están yendo en la senda correcta y todo lo que necesitan es solo seguir hacia adelante.

Los espíritus se arremolinaron a su alrededor. Por primera vez, no han permanecido quietos, y Rory quiere pensar que las palabras de cada mago y bruja de la orden, los han conmovido, o quizá la poderosa imagen de Karkarov lo haya hecho.  ¿Cuánto más necesitan? se pregunta Rory,  justo cuando siente el apretón en su brazo de parte de Sophia, cuya esencia no puede ser más distinta a la de él, y sin embargo que hayan llegado juntos hasta allí solo demuestra que no están equivocados.

Entonces, el círculo se rompe y los fantasmas empiezan a ascender y con ellos, el espacio alrededor comienza a iluminarse también. Rory distingue entonces distintos tonos de verde en lo que inicialmente piensa que es el cielo, pero que pronto reconoce como la copa frondosa, gigante prácticamente infinita, de un árbol del que no alcanza a ver sus contornos. Y aquel páramo en que creían encontrarse en las sombras, resulta siendo solo parte de una rama gruesa de las tantas que la planta posee. El predicador está estupefacto, pero entonces el último de los fantasmas se gira antes hacia ellos con un último mensaje.

— La voluntad de sus corazones les ha permitido llegar hasta el árbol fuente de la vida, Yggdrasil, pero voluntad sin poder solo se convierte en una lucha solitaria y estéril. Es tiempo de su último prueba. No hay magia más importante que la que el viejo pacto depositó en ustedes, así que llegó el momento de usarla: Magia oscura, magia de la naturaleza y Magia sagrada. La presencia de los miembros que la dominan a la perfección les permitirá ascender por esta rama a la fuente primigenia cuyas aguas alguna vez alimentaron el Templo Blanco de la Orden del Fénix. Pero los que aun están en el camino o iniciando en su conocimiento tendrán que mostrar su pericia de la misma, para abrirse paso, a pesar de las criaturas que se lo impedirán. 

El rastro del último fantasma se disipó, y entonces Rory vio lo que tenían delante: Toda clase de criaturas de apariencia fiera, que debían sortear para llegar hasta la fuente. La mención del Templo Blanco había abierto los ojos  a más de uno, si bien él no podía contarse en ese grupo, había escuchado historias sobre lo importante que ese lugar había sido en el pasado, y como había terminado desapareciendo misteriosamente. 

Pero si esta era la última prueba, él estaba dispuesto a sortearla al costo que fuese, por lo que rápidamente concentró todas sus energías internas para canalizarlas en sus manos. Ya dominaba los hechizos iniciales de su clan, pero era el momento de confiar un poco más en sí mismo, y la divinidad que también confiaba en él.

—  “Invocando un ser más allá de lo racional, presto mi cuerpo en sagrado ritual, invoco la fuerza sobrenatural, de un hipogrifo real".

Rory comenzó a experimentar el cambio en su cuerpo. Como unas alas enormes emergían de su espalda, y sus manos se convertían en las filosas garras de un hipogrifo listo para saltar y desgarrar a las serpientes que parecen proteger a una serpiente mucho más enorme, cruzada en medio de su camino. Alzando vuelo, desde lo alto distingue que no es distinto para sus demás compañeros: Todos tendrán que enfrentar a esas criaturas para alcanzar la fuente primigenia.

@ Luna Gryffindor Delacour @ Sophia Elvira Mackenzie @ Scarlet Akane  @ Syrius McGonagall  @ Helene Eloise Bellerose  @ Mica Gryffindor  @ Benjamin Karkarov

[Mica Gryffindor]

Escuchaba las palabras de sus compañeros y se mordía los labios. Sentía algo de culpa de no haber tenido nada acorde para decir, pero estaba demasiado compungida como para lograr expresarse en forma correcta. Apretó con suavidad la mano de Helene cuando tomó la suya y miró de reojo como ésta apoyaba la cabeza en el hombro del joven. Se veían como una bonita pareja, y era agradable verlos unidos ante una adversidad como la que estaban viviendo. 

Nunca notó el momento en que Darla se hizo presente, pero escuchar su voz reafirmando las palabras de Luna le dio algo más de seguridad. Siempre era bueno rodearse de viejos conocidos. Empezaba a despertarse en la Gryffindor un sentimiento que iba más allá de la pertenencia a un grupo, volvía a sentirlos como su familia, una familia a la que siempre era grato regresar, una en la que siempre se encuentra un lugar a pesar de todo. 

No pudo prestar atención al resto de las palabras, no lo necesitaba, prefirió disfrutar unos momentos de esa sensación, a pesar de que estuviesen metidos en lo que parecía un gran lío. Pero, aparentemente, las cosas de pronto cambiaron. Aquellos espíritus modificaron su comportamiento antes de dejar que viesen alrededor. Parecía que se hallaban bajo la gran copa de un árbol ¿cómo un árbol podía ser tan grande? No podía ver bien, pero parecía inmenso. 

Las ultimas palabras de aquellos seres parecieron invitar a empezar a utilizar sus poderes para cruzar hacia el destino que los aguardaba. ¿Acaso estaba lista para ello? Enderezándose soltó con delicadeza la mano de Helene y sacó su varita y su Tambō.

–Fortress –el efecto fue inmediato, su piel se fortaleció tornándose un poco más oscura que su tonalidad natural, puesto que originalmente era muy clara, en caso de ser atacada el daño sería necesariamente atenuado debido a ese efecto, que le generaba una armadura especial que solo los de su clan desarrollaban.  

[Helene Eloise Bellerose]

Finalmente, parecía que había luz al final del túnel de oscuridad en el que habían caído. Varias cosas pasaron, llegó más gente y se sintió un cambio significativo en el comportamiento de los espíritus que al parecer con cada reafirmación de los presentes habían reconfirmado que en efecto la causa vivía en cada uno de esos seres y sería defendida hasta las últimas consecuencias. El ambiente así mismo se suavizó, fortaleciéndose con aquella convicción de cada uno de los fenixianos que estaban allí presentes. Era como si en efecto, la respuesta hubiese estado en más bien aceptar parte de aquella oscuridad y hacerle frente, aceptando que no existía la perfección, sino que era un camino que debía trabajarse permanentemente mediante el sacrificio. 

El espacio se empezó a iluminar con intensidad a medida que la luz antes lúgubre les permitía entender en dónde se encontraban. La castaña devoró todo con los ojos maravillada, empezando a entender el concepto de lo que estaba por pasar. Se detuvo un momento analizando a aquellas criaturas que representaban el mayor peligro, sabiendo que no sería tarea sencilla atravesarlas para llegar a las ramas más altas. Vio a Rory, Mica y los otros invocar sus poderes de clan, dejándose llenar por aquella magia ancestral y supo que en realidad no había otro camino más que aquel, pues debían atravesar y vencer a las criaturas para poder lograr su cometido. 

Soltó con delicadeza la mano del pelirrojo, regalándole una última mirada cómplice antes de dejar que la magia de la oscuridad le invadiera por completo.  Dirigió los orbes claros hacia una de las fieras criaturas que los miraba en posición de ataque. –Escendia– musitó con suavidad, esta vez volcando toda su energía a la posesión de aquella bestia, sintiendo que desaparecía de su plano corporal al tiempo que se convertía en el objeto de su posesión. De repente ya no era ella, sino la bestia que aguardaba en posición de ataque. Sin pensarlo dos veces, arremetió con furia sobre las demás criaturas, a quienes tomó por sorpresa, sumiéndose en una lucha encarnizada de golpes, embestidas y mordiscos.

@ Mica Gryffindor

[Rory Despard]

La lucha era cruenta. Sin embargo, Rory sentía que estaban avanzado muy poco. ¿Cómo perder estando tan cerca? Él era capaz de entender que el dominio de  esa magia antigua,la magia de sus compañeros más avanzados  estaba dándoles la oportunidad de seguir por ese camino, por eso su desgaste, por eso a ellos, los iniciados en cada clan, les correspondía enfrentar directamente a esos seres atravesados entre ellos y la fuente primigenia.

Los cuerpos de las serpientes seguían acumulándose a lo largo del  camino, hasta que llegó hasta la más grande de ellas, que reptaba silenciosa en dirección hacia él. Su cuerpo eran tan voluminoso, que Rory estaba seguro que si no si andaba con cuidado, podría morir asfixiado por ella, lenta y dolorosamente. Helene y Mica también se encontraban encarnizadas en sus propias luchas, así que no podía simplemente darse por vencido.

Fue entonces que recordó el libro que Scavenger le había dado un día. Aquella historiadora amable y culta, que siempre parecía poder encontrar en los libros respuestas para todo, y que como él, compartía la magia de la naturaleza. Recordó también a la propia Lunita y sus consejos, y tomando todo eso, volvió a concentrarse para combatir a la bestia fiera que prácticamente estaba ya sobre él, a punto de aplastar sus alas.

–Besto– susurró, un susurro suave, a través del cual la invocación tuvo efecto. Ya no estaba más solo, sino que a su lado, como su guardián y apoyo se encontraba su compañero animal, un jaguar adulto enorme y fiero, que de inmediato saltó en dirección al ofidio, rasgando sus ojos, y mordiendo con sus filosos dientes su cuerpo. 

Ni siquiera había sido necesario que él le diera la orden, para que el animal por su cuenta comenzase a ayudarlo,  y entre dentelladas y zarpazos, al poco tiempo consiguieron despejar esa parte del camino. Dando la vuelta, una última mirada fue dirigida a sus compañeras antes de seguir avanzando.

Ya quedaba menos.

 

[Helene Eloise Bellerose]

Avanzaba tanto como le permitía su nueva forma, aunque para ser honestos ya estaba bastante maltrecha. Se había llevado por delante a varias de las fieras bestias, pero todavía quedaba camino por recorrer, aunque no era mucho. Con el rabillo del ojo vio a su líder que luchando con valentía se había hecho paso a través del camino, recorriendo ya un buen tramo de él. Intentaba buscar en medio de todo aquel meollo al ruso, pero en realidad no era capaz de encontrarle a través del caos. ¿Estaba bien? No dudaba de sus capacidades mágicas, de hecho siempre se había impresionado de lo ágil que era con la varita, aún así...

El agudo dolor del veneno le llamó a la realidad, centrándole nuevamente en su cuerpo poseído. Parecía que ya no iba a poder hacer mayor uso de aquel vínculo, por lo que lo dejó ir, sintiendo nuevamente que se materializaba en medio de la lucha con su cuerpo humano. Parecía que ya habían ganado suficiente ventaja, aún así eran necesarios esos pequeños segundos de esfuerzo extra. 

–Ilusionismo– Invocó el efecto sintiendo que de inmediato tomaba control sobre la realidad de la criatura que tenía más próxima, una quimera. Ésta de inmediato se pasmó en la ilusión que proyectaba la francesa, que era de completa oscuridad. La quimera no sería capaz ni de ver, ni escuchar lo que estaba sucediendo, sumiéndose en la más profunda confusión. 

La desesperación del animal le llevó a moverse con torpeza y angustia, atropellando a lo que fuera que se cruzase en su camino. Bellerose aprovechó para avanzar lo más que pudo, sin dejar de buscar entre aquella marea de gente y bestias algún atisbo que le indicara dónde estaba el pelirrojo. 

[Darla G Dumbledore]

 

Lo que ocurrió a continuación la sorprendió, aunque Darla era consciente de sus errores en el pasado, no estaba dispuesta a repetirlos en el futuro y por eso dudo de lo que ocurría, pero todo parecía llevar a que era real. Escuchó las palabras del último fantasma mientras la vista se despejaba y quedaba visible el árbol de la vida. Aquello le hizo estremecer en cierta medida, aunque no tanto como la mención al Templo Blanco, allí había vivido algunos de sus momentos más emotivos.

Darla observó a sus compañeros con cierta curiosidad tras la aparición de las criaturas que debían vencer, quedó asombrada al ver al predicador transformarse en un hipogrifo, majestuoso. Sonrió satisfecha al notar que Helene poseía a una de las criaturas a las que se enfrentaban, su dominio del escendia en cierta forma la enorgulleció por su clan. Notó como Mica cambiaba el tono de su piel, debía confesar que no dominaba del todo el conocimiento de los poderes de sus clanes hermanos, pero pudo notar que parecía volverse inmune en cierta forma a los ataques que le realizaban.

Ella podría invocar sus poderes más duros del clan, pero no quería causar el caos y la destrucción total, así que decidió pelear casi a manos limpias, eso en cierta forma resultaba una purificación por cada vida que había tomado en el pasado. Maledīcō, pensó mientras extendía la diestra, no utilizaría a Edelweiss la cual se deslizó con un movimiento de su diestra alrededor de su cuello como un collar azul y en su lugar la Potter Black utilizo la scythe que tantas veces había utilizado en el pasado. Aquella guadaña negra y sin brillos, no era exactamente igual a la que utilizaba antes, porque en ella se notaba un tono opaco y a la vez profundo, como si fuera de material color negro mate pero en realidad era que estaba compuesta de una mezcla de materia oscura y el componente de los agujeros negros del espacio.

—Déjanos pasar —dijo en pársel y segundos después agregó —lo lamento hermana serpiente, no me dejas alternativa —una vez más habló en Pársel mientras se enfrentaba a las gigantescas criaturas que les atacaban y de cuyas bocas había  podido escuchar la afirmación que no les dejarían pasar con vida, razonar era inútil, solo palmo a palmo ganarían esa batalla, no quedaba de otra.  

[Mica Gryffindor]

- Divine Force -  fue su siguiente efecto, empezando a pelear cuerpo a cuerpo con las criaturas que se acercaban a atacar, no solo a ella sino también  al resto de su grupo. 

Las serpientes y bestias llegaban por doquier, estaban siendo rodeados y les ganaban por número, pero su grupo no se rendía. Si había algo que caracterizaba a la Orden, en todos sus momentos, era eso: eran perseverantes y luchaban por sus objetivos hasta las últimas consecuencias. 

Sintió cómo su cuerpo adquiría con ese efecto mayores reflejos y, con ayuda de las armas que sostenía en ambas manos sus propias piernas asestaba golpes aún sin necesidad de mirar fijamente al objetivo. Notaba como todos los demás hacían lo propio, aplicando poderes que la Gryffindor desconocía, poderes que seguramente formaban parte de la legendaria magia de cada uno de sus respectivos clanes. 

Y así avanzaron. Juntos, como un equipo o, más bien, como la familia que eran. Cuidando las espaldas de los demás, y sabiendo que quienes estaban a su lado cuidarían la suya. Era una sensación extraña: sentía el poder que los efectos de su clan le daban, sentía la magia que los demás estaban desparramando, la adrenalina por el momento que estaban viviendo y la absoluta unidad con la que se movía el grupo. Llevaba tiempo sin notar ninguno de esos sentimientos y realmente era algo valioso. 

Seguramente era lo que aquellos espíritus necesitaban visualizar, más allá de las palabras y reacciones despertadas por su asecho. Estaban cada vez más cerca de su objetivo. Logró escuchar a Darla siseando, como comunicándose con las serpientes. Era buena estrategia, aunque no parecía funcionar por completo. Todos estaban poniendo sus habilidades y poderes en virtud de avanzar. 
 

[Luna Gryffindor Delacour]

Mis familiares se habían adelantado a pelear con las criaturas que yo sólo podía imaginar en sueños, serpientes gigantes, arañas y reptiles de todo tipo nos empezaron a rodear como nunca antes había visto, me ponía feliz ver cómo mis compañeros se estaban defendiendo e incluso sonreí cuando vi a Rory transformado en un hipogrifo, es más tarde mucho en reaccionar y parpadear como debería hacerlo normalmente, me quedé quiera y parecía una piedra de granito, por unos instantes me olvidé que tendría que simular ser humana y tarde mucho más en reaccionar como se esperaría de mí. 

 

- Besto- Dije fuertemente viendo cómo un gran lobo rojo aparecía delante mío, dispuesto a defenderme de los reptiles y arañas que allí había - 

 

No necesite pedirle que me defendiera, él lo haría sin recibir una orden directa mía, pero aún así me veía en la obligación de pedírselo en voz alta, al fin y al cabo, debía ser cortez con el lobo rojo que estaba defendiendome. 

 

- Lobo impide que esas serpientes y reptiles me lastimen - Le pedí amablemente estando segura de que igual lo haría sin necesidad de decírselo - 

 

No sabía en qué lío me había metido, pero si supe que estaba resultando mi idea, el lobo había arañado y atrapado bajo su zarpa a una gran cantidad de arañas y serpientes que había desecho tan solo con un zarpazo de su pezuña, sonreí feliz porque así estaríamos más cerca de conseguir nuestro objetivo final. 

 

Me giré viendo cómo Rory también había hecho lo mismo que yo, pero el había llamado a un jaguar adulto para que lo ayudará, como Helen había hecho una ilusión para una quimera que veía solo oscuridad, vio la guadaña rara y extraña que tenía su amiga Darla en la mano y como su tía Mica tenía mejores reflejos, sonreí porque todos usábamos los poderes de nuestros clanes y me puse feliz porque sabía que lograríamos pasar la prueba de un momento a otro, juntos lo lograríamos nos costara lo que nos costara aquello. 

 

- Ánimo, avancemos todos juntos, se que podremos lograrlo a no decaer familia - Dije con más energía y ímpetu del que normalmente solía tener - 

 

Esperaba haberlos animado a seguir luchando, no sabía cuánto nos tomaría aquello pero tenía fe y esperanza de que unidos lo lograríamos, sólo debíamos de mantenernos juntos y seguir peleando tan bien como hasta ahora, porque sabía que en familia lo lograríamos mucho mejor y que nadie nos vencería nunca, nos tenía una fe ciega de que pronto lograríamos nuestro cometido. 

Editado 8 de Junio del 2021 por Luna Gryffindor Delacour