misión especial Ragnarök

[Rory Despard]

La tenue luz de los espíritus fue alumbrando los rostros de otros miembros del bando, pero el timbre de voz de Lunita fue lo primero que animó realmente a Rory, llevando con ella ese característico buen humor que incluso en esos momentos se hacía notar. No mucho después, Sophia también apareció. Incluso en esa oscuridad, el arma que portaba le otorgaba un brillo que simulaba al de los espectros. 

Hacía mucho que no la veía, su mirada mostraba la misma dureza que en otros encuentros, pero era extraño percibir otra clase de aura a su alrededor, como si fuese una persona distinta, acaso más teñida de oscuridad que la que él había conocido tiempo atrás. Semejante impresión implicó que aunque había hecho la misma pregunta que Luna, el predicador sintiese una carga distinta, una presión de responder, así solo fueran especulaciones porque realmente no sabía que podía estar sucediendo.

— Acudiendo al llamado de Benjamin Karkarov, llegué hasta aquí, junto a otros compañeros más, para unir las reliquias de Thor, Freyja y Odín  y provocar con esos poderes el Ragnarök que permitiese el nacimiento de un nuevo mundo, restituyendo el equilibrio que este ha perdido. Pero no sé, debimos fallar en algo, se suponía que los poderes del Mjölnir evitarían que nos sumergiéramos en el caos, pero aquí estamos, e incluso ustedes han sido arrastradas hasta aquí.

Darla se había unido al pequeño grupo que se estaba conformando en torno a él y los espíritus, pero la apariencia de la bruja era ligeramente diferente a la del resto ¿o sería que los sentidos comenzaban a fallarle también? Con cada segundo que transcurría las cosas se tornaban más y más confusas, pero fue en el momento que Mica hizo uso de sus poderes Paladin, que los espíritus salieron de su silenciosa observancia, comenzaron a rodearlos, reduciendo el espacio, para luego proclamar a coro las mismas palabras: 

"La tierra ha sido bañada en sangre de inocentes y se han cometido imperdonables pecados, que no justifican que la humanidad ni el linaje mágico tengan una segunda oportunidad en el universo. La conformación de un nuevo pacto, requiere de sacrificios, como los que los antiguos líderes asumieron, en los tiempos en que el Templo Blanco mantenía viva la fuente de la magia  de la que nació cada clan de la Orden del Fénix. Ustedes extraviaron ese paraíso. ¿Por qué merecerían recuperarlo sin haber probado antes que tienen las agallas para no dejarlo caer como ocurrió en el pasado?"

Rory vio entonces, justo como lo había visto por última vez, el cadáver de Elvis Gryffindor en aquel ataúd, frío y blanco como un trozo de mármol, y volvió a caer de rodillas, atormentado por esa imagen. Sabía que para quienes lo acompañaban no sería diferente, pues tendrían ante ellos, materializándose al mismo tiempo, ignorando las reglas del espacio/tiempo su propio pasado, sus errores,  verían a las personas que alguna vez habían estado en la Orden del Fénix y que habían caído en la defensa de dicho ideal,  todo cuidadosamente orquestado para que él, los que allí estaban e incluso los miembros que siguieran siendo traídos hasta allí desde todos lados, pudiesen responder a conciencia.

¿Confiaban en sus compañeros? ¿confiaban en sí mismos? ¿En qué estaban haciendo la diferencia, para no caer en las trampas del pasado?

Y mucho más importante...

¿Cómo era que imaginaba el futuro que con tanto ahínco estaba decidido a  creer mejor que el presente?

@ Mica Gryffindor  @ Helene Eloise Bellerose  @ Sophia Elvira Mackenzie  @ Scarlet Akane  @ Luna Gryffindor Delacour  @ Syrius McGonagall

[Luna Gryffindor Delacour]

La luz fulgurante nos siguió rodeando y sentí por primera vez frio, uno fuerte y extraño que me calo hasta los huesos, ¿qué sucedía allí? no entendía lo que estaba pasando para mí, solo sería una misión más de la Orden, pero parecía que sería más compleja de lo que en un primer momento pensó, pero nada la preparo para que de la luz fulgurante viera emerger la imagen de Jasper, Alice y Elvis, tan nítidamente que parecían salidos de un cuento más que de otra cosa, ¿se estaba volviendo loca? ¿le había pasado factura estudiar tanto Pociones? ¿Qué le andaba pasando en realidad? se preguntaba esto y mucho más, cuando una voz desconocida les hablo y intento entender que decía al menos lo mejor que pudo entenderlo por supuesto. 

 

- Merecemos recuperarlo porque tenemos las agallas y lo que hace falta para hacerlo, además de que cuidaremos los poderes y lo que quieran devolvernos, se que la humanidad en sí se equivoco y erraron el camino, pero se que todos juntos los que estamos aquí podremos lograrlo, deben de confiar en que lo haremos bien y que no dejaremos que la humanidad siga así de mal, se que no tienen porque confiar en nosotros, pero somos los mejores para hacerlo así que deben confiar en que lo lograremos todos juntos, somos los mejores magos y brujas que podría haber encontrado, debe de confiar en nosotros, al menos, darnos el beneficio de la duda - Le pedí sin saber a quien le hablaba en realidad y sintiendo más frio del que antes sentía en esos momentos -   

 

¿Seríamos merecedores de lograr cambiar el destino? ¿podríamos ayudar realmente? sabía que habíamos cometido muchos errores y pensó en su papá más que en nadie, porque su muerte sería algo que la perseguiría por los siglos de los siglos, también sabía que no había sido muy buena duelista en esos momentos y intuía que a estas alturas del partido sabrían que se había equivocado y errado el camino más de una vez, como aquella vez que había atacado a un civil, algo imperdonable por demás para un Auror, pero aún así y con todos sus errores, hacían de ella la bruja que era hoy en día, era justamente gracias más a sus errores y no a sus aciertos, lo que la hacían sentir más humano de lo que en realidad era, por eso decidió que ayudaría en lo que pudiera y que con errores y aciertos, lograría llevar a buen puerto a sus compañeros o perecería en el intento, pero sea como fuera, sería de ayuda como mejor pudiera lograrlo.  

 

- Debe confiar en nosotros, tiene que entender que lo daremos todo para que nada malo suceda, ya se que está todo del revés, que ya nada es como era antes y que nadie confía en nadie, pero debe entender que equivocándonos podremos encontrar el verdadero camino, porque nadie es perfecto ¿sabe? y la humanidad misma cometió muchos errores, mismos errores que intentaremos reparar si nos da una oportunidad más, le juro que todos los que estamos acá daremos todo de nosotros para conseguir salir victoriosos - Dije con más ímpetu y emoción de la que en realidad sentía en esos momentos - 

 

¿Estaba asustada? ¿temía perder? la respuesta era un sí gigantesco, pero fue solo al mirar a Mica y Rory que pensé que nada malo nos pasaría mientras ellos estuvieran aquí, sabía que podríamos lograrlo porque eramos magos y brujas muy capaces y porque daríamos todo de nosotros para volver a traer la paz y la tranquilidad al mundo mágico o al menos, que lo intentaríamos con todo lo que tuviéramos, supuse que esté sería el primer paso y que luego vendrían los demás, no importaba tanto como hacerlo, solo había que hacerlo sin más y me dije que juntos lo lograríamos y que ayudaría en lo que pudiera, me saliera como me saliera, allí estaría para velar por la seguridad de todos mis familiares y amigos y para que todos volvamos a casa sanos y salvos luego de esta aventura magistral que nos ponían en nuestros camino.  

 

[Helene Eloise Bellerose]

No se había percatado de que se encontraba tan ansiosa, hasta que Leonid apareció allí calmándola inmediatamente con su presencia. Al verle,  el corazón le dio un vuelco y sus labios se curvaron de inmediato en una suave y cómplice sonrisa de forma automática, sabiendo de inmediato que todo iba a estar bien. Debió reconocer que no lo esperaba, pero tenerlo allí le daba más fuerzas para continuar con aquella misión que desataría el caos mismo.

No tuvieron tiempo de decirse nada, pues casi al instante Benjamin abría aquel portal, el legendario Bifrost. Con algo de renovada ansiedad recorriéndole cada centímetro de su cuerpo, Bellerose avanzó sintiendo que no podía ni debía bajar la guardia, pues la primera experiencia rescatando aquellas cabras sagradas había sido intensa y ahora sabía que debía esperar cualquier cosa. Detuvieron sus pasos ante unas enormes puertas que no tuvieron oportunidad de cruzar, pues una luz cegadora los envolvió casi al instante, acompañada de un ruido que no podía describirse con palabras. La castaña cerró los ojos y se tapó los oídos con las manos, sin entender qué estaba sucediendo. El suelo tembló y luego de una serie de imágenes rápidas y confusas, la completa oscuridad. ¿Qué estaba pasando?

 Intentó controlarse, convenciéndose que esa sensación ya había experimentado antes, no hace muy poco. Rory empezó a llamarlos entre la nada misma, y ella respondió con suavidad, dejándole saber que allí se encontraban, junto a él. Aquel agujero oscuro se vio iluminado de repente, por la lúgubre luz de las almas invocadas por Despard, quien, empezaba a reunir al grupo en torno a ellas. Con cierto repelús, la francesa se acercó, intentando no evidenciar la incomodidad que aquellos entes le causaban. La explicación era bastante simple, algo habían hecho mal y estaban "sumergidos en el caos" como había dicho su líder. Intentó que aquellas palabras no le alarmaran, no sabía qué tan literales eran y quería pensar que no iba a ser un impedimento al avance de su misión. 

Se concentró con mucha determinación en los poderes de su clan, invocando el umbra que apenas había aprendido a utilizar. La tenue luz de los espíritus era suficiente para crear una sombra, la que se desprendió con total facilidad de su emisora, y aunque la mantuvo cerca, se mantuvo alerta por si debía utilizarla. 

Los espíritus se unieron a la vez que murmuraban en coro una sentencia. La gravedad con la que emitieron aquella advertencia y la profundidad de sus palabras tocó a la bruja en lo más hondo, quien con horror revivió nuevamente aquel dolor que sintió la primera vez que perdió a los suyos en Francia, quienes murieron intentando defender nobles ideales, un grupo que era muy débil para sobrevivir a todo el poder de la corrupción que dominaba aquel mundo tan podrido. Su sacrificio no había sido en vano, de eso estaba segura. Si algo habían traído todas aquellas muertes era la seguridad de que la lucha continuaba y estaba más viva que nunca. 

Con firme convicción, a través del dolor la bruja reafirmó su compromiso, sabía que esta vez tenían una oportunidad y harían las cosas bien. El presente tenía que ser mejor, no había otra alternativa. 

Luna empezó a hablar, exteriorizando lo que ella misma pensaba, aunque la francesa no emitió ninguna palabra, Aún bastante atormentada por todos aquellos recuerdos dolorosos que se arremolinaban en su mente, decidió que no iba a combatirlos, más bien se rindió a aquel dolor, dejándolo dominar cada célula de su humanidad, fortaleciéndola. 

[Rory Despard]

Valentía, era su valentía la que aquellos espíritus ponían a prueba.  En esa oscuridad ningún pensamiento podía ser ocultado. Al contrario, tomaba forma material, y por esa razón, la imagen de Aries apareció frente a él.

Rory no había podido olvidarlo, y aunque pocos supieran el hecho, la verdad era que había sido su muerte (que luego se reveló falsa) la que había provocado que se uniera a las filas del bando. En su motivación había mucho de deseo de que tales cosas no volvieran a suceder. ¿Pero acaso no había egoísmo también? El tener que admitirlo solo consiguió que los ataques psicológicos se reforzaran.

Y la voz de Aries susurrándole al oído le debilitó todavía más.

"Con esa clase de razones, es lógico que no tengas lo que requiere un líder".

Y era cierto, al comienzo de esa misma misión aquel pensamiento había cruzado por su cabeza. A menudo se juzgaba con crudeza por cada decisión, y en Ottery, entre tanta gente educada, sabia e inteligente, resentía su condición de campesino y autodidacta de la magia. Estaba seguro que había cometido muchos errores, permitir aquel uso del giratiempo podía haber sido el peor de todos, pero Lunita, que en esos momentos hablaba con fuerza y emoción, tenía mucho más razón: Nadie era perfecto. 

— Nos equivocamos, es verdad, pero lo hicimos porque intentamos algo, aunque no funcionara, aunque tuviéramos todo en contra— la seguridad que iba ganando se reflejaba en su voz, alzándose más clara, albergando la esperanza de que en algún lugar del tiempo/espacio volvería  a cruzarse con Goderic, Nate y todos los que aquella misión les había arrebatado— y aprendimos de cada tropiezo, porque significó perder a alguien querido, esos errores costaron tanto que llegamos a perder una parte de nosotros en el proceso, y es verdad que probablemente nunca recuperemos todo, pero aun seguimos aquí, y en el pozo más profundo de la oscuridad, seguiremos. Sin importar la especialidad de nuestra magia, todos nuestros poderes se complementan en equilibrio. 
 

Guerreros hábiles, estrategas, investigadores, comerciantes. Cada miembro del bando tenía una cualidad y esas diferencias podían causar desavenencias, pero también servían en los tiempos más aciagos para lograr un equipo fuerte, diverso y capaz de sobreponerse a las peores adversidades.

— De los que me antecedieron, me queda el aprendizaje de no rendirme  a las injusticias y defenderlas hasta las últimas consecuencias. De mi fe en el Dios único y verdadero, la promesa de que una vida eterna espera al que obra con bien en su corazón deseando lo mejor para los demás. Y es por eso que sé que el futuro podrá ser diferente, si todos lo hacemos diferente— con la energía rebosante, nacida de esa pequeña llama en su pecho se giró hacia los demás expectante— ¿verdad que podremos hacerlo juntos?

Los espíritus se miraron los unos a los otros, pero permanecieron en sus mismas posiciones. Dos habían hablado ¿pero que sucedía con los demás? Si tan solo uno de ellos no mostraba su valentía, ninguno sortearía ese espacio y permanecerían en la oscuridad. Pero si lo lograban, les sería revelado el camino para llegar al árbol fuente de la vida, Yggdrasil, y con eso, tener una última oportunidad.

[Luna Gryffindor Delacour]

Mientras escuchaba a Rory hablar pensé en Nathan y una tristeza especial me cubrió sin poderlo evitar, aún no me resistía a no saber que había pasado con mi buen amigo y todavía esperaba que apareciera de un momento a otro a ayudarnos a todos, un pensamiento optimista en medio de tanta tristeza que generalmente tenía encima. 

 

- Tuvimos que perdernos para encontrarnos pero aún así acá estamos, Rory tiene razón, nunca nos rendiremos y seguiremos adelante sin importar el que, jure nunca rendirme y jamás lo haré, no importa el dolor profundo que tenga, ni mis errores pasados, seguiré adelante con todos me cueste lo que me cueste aquello - Dije con más ímpetu y entusiasmo del que realmente tenía en esos momentos -

 

Pensé en Elvis como cada día, no había dia ni mes que no lo recordará, aquel día había cometido una falta imperdonable que le había costado la vida a mi padre, por mi cobardía habíamos perdido a uno de los mejores magos que teníamos en nuestras filas, pero yo había perdido algo más que eso, había perdido a mi familia y a la única persona que siempre estuvo ahí para mí, me di un momento para recordarlo y pude escuchar su voz en mi mente, como su estuviera guiando mis pasos en ese mismo instante. 

 

- "Lucha hija y nunca te rindas para nada, lealtad y sacrificio, más compromiso sincero hará de ti una gran bruja, no temas siempre estaré contigo" - Sonreí al escuchar en mi cabeza la voz de mi papá por vez primera desde su partida - 

 

No sabía si me estaba volviendo loca o si era simplemente un recuerdo de algún lejano día, tampoco supe si en realidad eran sólo alucinaciones mías, lo que si sabía era que el recuerdo de mi papá me había dado la energía necesaria para poder luchar por todos, porque como quien dice, no está muerto quien pelea y yo aún tenía muchas batallas por ganar y otras por perder por supuesto. 

 

- Rory, amigo mío, no importa el que pase lograremos salir de esto todos juntos y claro que podremos con estos fantasmas y con todo lo que nos presenten delante mientras estemos juntos como familia, podremos con todos , lo que venga vendrá y le plantaremos cara - Pronuncié con más convicción y energía de la que generalmente tenía siempre - 

 

Los espíritus nos rodeaban pero ahora no sentía miedo, sentia paz y tranquilidad, algo raro viniendo de una situación límite, era en estas situaciones en donde se forjaba el carácter de todos y pensé que podríamos vencerlos todos juntos como la gran familia que sabía que éramos en realidad. 

 

Me gustaba esa nueva Luna que confiaba más en sus capacidades y que salía a la acción siempre, ya no me quedaba quieta y ahora opinaba, luchaba y salía a defender aquello y aquel en lo que creía, me había vuelto más consciente de todo y mucho más aguerrida de lo que generalmente era y sabía que me volvería mucho más sensata con el tiempo, solo era cuestión de que me dieran la oportunidad de demostrar mis capacidades para ayudar a mi amada familia, La Orden del Fénix. 

 

Editado 28 de Mayo del 2021 por Luna Gryffindor Delacour

[Syrius McGonagall]

Leonid

El brillo cegador solo fue obnubilado por el tremor de la tierra al quebrarse. Ya no había nada que sostuviera al mago firme y erguido, caía dentro de en un vacío luminoso que no era menos amenazante que el desplome mental que conmovía al pelirrojo y lo arrastraba a un profundo sentimiento de desesperación. No tener control lo aterraba. 

 

Leonid no pudo asegurar por cuanto tiempo cayó, en su confundida mente la caída duró una eternidad pero por otro lado el pequeño resquicio de raciocinio que aún se aferraba en él le indicaba que era todo lo contrario, apenas solo unos segundos. Sintió el suelo bajo sus rodillas y sus manos pero no podía verlo, el resplandeciente blanco dio paso a la más cerrada oscuridad. 

 

Enterró sus dedos en la superficie, sintió la humedad y los granos de la tierra y por alguna razón aquella sensación lo apaciguó. Se incorporó con torpeza completamente ciego mientras su agitada respiración se acompasa a la completa calma que lo rodea. Inspiró el helado aire de aquel lugar y el único dejó que pudo distinguir fue el de la humedad ¿Donde estaba?

 

Llevó la mano que tenía libre hasta la altura de sus ojos y la agitó pero solamente sintió el aire frío en el rostro. -Lumos - susurró desarmonizado con el silencio imperante, esperanzado de que la magia le devolviera la visión pero no funcionó. ¿Dónde estaba? Nuevamente la pregunta encabezó sus inquietudes pero pronto se transformó en ¿Donde esta el resto?

 

Helene fue lo primero que pareció desequilibrar el temple que parecía estar recuperando desde la caída ¿Donde estaba? Y como si los dioses del mundo que planeaba destruir decidieron ayudarlo una luz a un par de metros a su izquierda se encendió. Pronto el tenue brillo de cientos de rostros espectrales se iluminaron en todas direcciones y el mundo recuperó el sonido que contenía. 

 

Sus compañeros de la Orden se encontraban entre ellos, distinguió a Rory el líder que en ese momento era cuestionado por el resto que parecía estar tan perdidos como el cosaco con aquel lugar. 

 

El ojiazul distinguió a la francesa entre ellos y parte de su temor se desvaneció frente a una oleada de alivio al verla bien, quería asegurarse de aquello, hasta el momento no pudieron intercambiar palabra alguna pero como si el destino quisiese seguir manteniendo eso, el centar de espectros que deambulaban por aquel extraño mundo rodearon el pequeño grupo de magos y entonaron en una sola voz una sentencia de culpa para la Orden. 

 

Una serie de imágenes se desencadenó incontrolable e inesperada como los ríos de la montaña durante el deshielo en la cabeza de Leonid, recuerdos que prefería olvidar, las pesadillas que lo perseguían durante las noches y la culpa que mortificaba gran parte de su vida. Su etapa dentro de los mercenarios volvió a abrirse frente a él y todo aquello de lo que se arrepentía lo aturdió, lo consumía, sintió el amargo sabor de la bilis en la boca manifestando físicamente aquel malestar que lo conflictuaba internamente. 

 

No entendía cómo, pero sabía que aquello lo desencadenaron los espectros que los rodeaban ¿Serían sus fantasmas del pasado? ¿El dolor, la pena, la vergüenza de todos ellos? Rory y una bruja fueron los primeros en enfrentarlos, con palabras reconocieron sus errores y los de la humanidad pero también sus deseos de superarse y enmendar lo incorrecto, la redención… de nuevo aquel concepto, lo que el cosaco buscaba desde que puso fin a la turbulenta etapa de su vida. 

 

Y fue ese deseo de redención lo que lo obligó hablar, borrando aquel embargador sentimiento que lo oscurecía y lo inhibía, el cosaco no era muy hablador pero con pocas palabras lograba hacerse entender, no necesitaba mucho.  

 

-Cometí muchos errores que me perseguiran eternamente, vergüenzas que me acompañarán toda la vida y son acciones que constituyen al mago que ven en este momento, pero no es lo único que me define… estoy dispuesto a redimirme, compensar el daño que pudiera haber hecho, enfrentar los fantasmas del pasado mientras escribo una nueva historia donde habré aprendido de los errores cometidos, siguiendo lealmente los ideales de la Orden del Fénix y dispuesto ha realizar sacrificios en defensa de su causa - 

 

El pelirrojo finalizó aquel impulso de hacer escuchar su voz no solo para los espectros, sino para sus compañeros y sobretodo para sí mismo, una promesa de cambio. Se volvió hacia Helene, recorrió la poca distancia que los separaba y tomó con suavidad su brazo derecho -¿Estas bien? - preguntó preocupado mirando a los ojos a la bruja, aliviado de estar a su lado. 

 

[Mica Gryffindor]

Poco a poco la una extraña luminiscencia les permitió divisar al menos las siluetas del resto del grupo, aunque la sensación de el verse rodeada de ese modo por los espíritus invocados por el líder no era en absoluto tranquilizadora. Podía de a poco ver los rostros de sus compañeros, todos sumergidos en el mismo desconcierto, pero con la certeza de continuar hasta las últimas consecuencias. Nadie se había alejado del grupo.

Aparentemente el movimiento que hizo para tomar sus armas no agradó al grupo de espíritus, pues comenzaron a rodearlos en forma más invasiva. Luego hablaron, o algo así. Las voces al unísono sonaron frías y amenazantes, pero sus palabras no reflejaban más que la cruda realidad. El pensar en lo que acababan de recriminar al grupo había sido similar a un golpe frío en el pecho, del que costaba reaccionar. 

Fue entonces cuando frente a sus ojos empezaron a pasar cosas que no esperaba. Enseguida la figura de su mellizo, pero no lo vio como aquella última vez, sino de pie y con una mirada de reproche que fue como un puñal. No se atrevió a desviarla, hasta que otra figura llamó su atención, Lucas Dumbledore estaba también allí, y en su mirada notaba el mismo reproche, una forma en la que nunca antes la había mirado. No eran los únicos a los que veía, pero no se atrevió a seguir recorriendo aquellos rostros, no podían ser reales.

No pudo evitar encogerse hasta sentarse en el piso, abrazando sus rodillas con ambos brazos. Un profundo sentimiento de culpa empezaba a instalarse, y aquellas acusadoras palabras sumadas a las miradas que ya no se borrarían cobraban aún mayor sentido. ¿Cuál había sido su gran error? Sabía muy bien esa respuesta, su error había sido alejarse, dejar a los suyos, a su familia. 

Fue la voz de Luna la que la que rompió el silencio en el que todos habían caído. Escucharla fue una leve caricia entre el dolor que sentía en ese momento. Eran verdad sus palabras. Habían llegado hasta allí no por sus errores sino por las intenciones que todos mantenían a futuro. 

Se atrevió entonces a volver a levantar la mirada, a mirar nuevamente a las personas que ya no estaban pero que había amado tan profundamente. Ellos no la mirarían de aquel modo, no era real sino producto del mensaje de aquellos espíritus, pero ya había comprendido la lección y no volvería a transitar esos mismos errores que ahora su propia culpa traía a escena. Si había algo que no volvería a hacer era volver a dejar aquel grupo del que era parte desde que tenía memoria, que nunca había dejado de ser parte de su ser. 

Fue entonces la vos de Rory la que habló, acompañando las palabras de Luna y agregando su propio mensaje. Luego volteó a mirarlos y soltó una pregunta al grupo: “¿verdad que podremos hacerlo juntos?”

Tal vez era el último empujón que necesitaba, simplemente asintió y se puso de pie, segura de que podrían, así como tantas cosas habían hecho posibles en el pasado. Luna volvió a ser quien tuviese la palabra justa y junto con ella el desconocido muchacho también se atrevió a hablar. 

Mica no tenía palabras, pero sentía que las de ambos la identificaban. Pronto, se sintió segura entre sus hermanos de bando, guardó sus armas y extendió sus manos a los que tenía más próximos. Necesitaba un contacto que le diese un poco de fuerza para terminar de alejar las horribles sensaciones. 

—Claro que podremos —dijo con voz entrecortada. 

Editado 30 de Mayo del 2021 por Mica Gryffindor

[Helene Eloise Bellerose]

El cálido contacto de Leonid le sacó de su ensimismamiento, llamándole suavemente la atención de vuelta a la realidad. Ahí estaba él, atrayéndola de nuevo hacia el presente, recordándole que tenía más de un motivo para luchar. Si él, a pesar de todo lo que había vivido que ni por asomo se comparaba a lo propio, se mantenía ahí tan firme y determinado, ella no podía hacer menos que lo mismo. 

—Ahora sí lo estoy —Respondió con una media sonrisa tímida a la pregunta preocupada que el pelirrojo le había formulado,  agradeciendo la ola de calma y serenidad que su sola presencia le transmitía. Aunque los dos habían elegido el camino de servicio a la causa y ambos sabían perfectamente que el camino no estaría libre de sacrificios y dificultades, representaba un completo alivio saber que en cualquier situación ambos se complementaban y se hacían más fuertes. 

Aún tenía en la retina tatuadas las imágenes de los soldados caídos, mirándola con severidad con aquella mirada cadavérica.  Parpadeó un par de veces, intentando borrarla, fijándose en su entorno. La tenue iluminación del sitio alumbraba los rostros de los demás presentes quienes parecían haber experimentado al unísono aquella experiencia traumática, pues la tragedia en las facciones de la mayoría era más que evidente. No había forma de saber en qué consistía el infierno personal de cada uno de ellos, pero se alegraba que poco a poco todos iban reafirmando su convicción con sus ideales. 

—Nadie aquí está libre de culpas, es más, me atrevo a afirmar que todos y cada uno de los presentes lleva en el pecho algún tipo de cruz, alguna carga que le recuerda diariamente el por qué está aquí y eligió este camino. Estoy segura que lucharemos y persistiremos, hasta las últimas consecuencias.  —Lo dijo con seguridad y convencida de que lo que decía era cierto.

A su izquierda se encontraba Mica, quien a la luz de las almas lucía bastante pálida y afectada. Tomó la mano que ella extendió, apretándosela en un gesto cariñoso y reafirmante. Con la diestra, entrelazó sus dedos con los del ruso y con suavidad recargó su cabeza en el hombro izquierdo del mismo, intentando transmitirle el agradecimiento que sentía por su sola presencia en aquel hoyo negro de desesperación en el que habían ido a parar.  

[Darla G Dumbledore]

 

—Fulgura nox —las palabras salieron a la vez que utilizaba a Edelweis para invocar el Haz de la Noche y crear el portal que la llevaría junto a sus lobos hacia dónde estaban el resto de sus compañeros. Habitualmente abrir un portal de esa manera tan peculiar no hubiera sido tan sencillo, pero ella sabía en dónde estaban sus compañeros de bando, por eso no se extrañó cuando atravesaron aquel “aro” de luz violácea que los llevaba al lugar en que debieran estar los miembros de la Orden.

Darla frunció el ceño, como vampiro era capaz de ver en la oscuridad pero la que reinaba en aquel lugar era, increíble, hasta que espíritus comenzaron a emanar su propia luz y le permitieron notar las tres reliquias. Aquello le pareció por demás de extraño y no pudo evitar recordar el árbol de la vida que Instinto alguna vez había guardado en el sótano de la Fortaleza Errante. Le enojó recordar al demonio en ese momento.

Escuchó la voz de Rory como si fuera un sueño, y tuviera un eco, supo que era porque instantes antes de “despertar” e invocar el portal ya le había escuchado. Volvió su mirada hacia el predicador, por primera vez con ganas de pegarle, no sabía si a él o al Karkarov. ¿Qué demonio les hacía pensar que podían dominar el Ragnarök? Mordió su labio y se mantuvo en silencio, había estado a punto de invocar su scithe y apoyarla en el cuello del mago pero había optado por mantener la calma.

Quizás aquella fue la mejor decisión a la luz de lo que acontecía, oyó las palabras de los espíritus que los rodeaban y sintió un sacudón como un ramalazo en su corazón, a su mente vinieron las veces que la fuente la había bañado, recibiéndola como miembro de la Orden del Fénix, su ascenso a Templario, el ascenso a Knight. Cada una de las vicisitudes que habían acontecido, desde su baja de rango, la defensa de su medio hermano Darwind y sus locuras, las veces que Godric la había arrastrado en sus locuras. Suspiró, había historias contadas en el Diario de la Orden Oscura que iban más allá de simples reportes. El Templo Blanco había sido parte de su vida, su fuente, los jardines y el bosque circundante.

En medio de ese estar rodeados de espíritus a su mente vino un rescate en Nurmengard, no había vuelto a cruzarse con aquel aspirante hasta años después, ambos habían cambiado y se habían convertido en pareja, amándose hasta que la muerte los separó pero habían compartido un ideal además del amor, se habían apoyado aunque no siempre compartido los motivos de su decisión.  «No les falles» Dio un respingo y recordó todo lo que había aprendido con Báleyr y extendió su mano, el brillo sobre sus anillos la cegó unos segundos y la voz de Lunita la trajo de regreso de a dónde fuera que había estado a punto de partir.

La voz de Rory se dejó oír, tímida al principio y con más valentía y seguridad a cada palabra. Darla asintió, admirándole por primera vez. La respuesta de Luna la hizo asentir, no tenía fuerzas, veía sus muertos, sus amigos, sus seres queridos y era como un puñal revolviéndose en las entrañas. ¿Valía la pena tanto dolor?

—Todos juntos —repitió con voz queda las palabras de Luna para luego de escuchar a sus compañeros tomar impulso y agregar—y sí, todos cometemos errores, pero el mayor error sería no actuar, no intentar, si nada haces dicen que no te equivocas, pero a veces, la desidia, la falta de acción siempre va a ser el peor error, porque solo es buena la no acción en el tic tac toe —dijo encogiéndose de hombros —si le erro por intentar hacer el bien, espero aprender y corregirme para hacerlo mejor la próxima vez.

[Juliens]

¿Cómo se supone que cargue con la responsabilidad de destruir el mundo?

Conforme avanzan y las se abren todo se vuelve caos y oscuridad. Y la oscuridad es tal que incluso arrastra a varias personas que se encontraban lejos y a salvo. Por un momento no comprende ¿Cómo el caos es tan poderoso? Pero en poco segundos, con la mente funcionando a toda velocidad gracias al poder de su clan, comprende muchas cosas.

Cuando las puertas se abrieron se rompieron varias de las barreras que separan a Midgard de los otros mundos. De esa forma las fronteras dejaron de existir en los lugares en que las sombras son espesas y fuertes. Abrir las puertas hizo que la oscuridad se fusionara y consumiera al Bifröst. Pero entender no siempre es bueno. Entender causa en Benjamin aveces se pierda en esos pensamientos, que profundice más y más en busca de soluciones que pueden o no estar presentes.

Y precisamente eso es lo que le pasa. Se pierde. Se pierde muchas palabras y muchas situaciones. Pero vuelve a prestar atención en el momento adecuado. El Ragnarök invade la mente de todas las personas que se encuentran presentes. Porque el  Ragnarök no es todo aquello que se dice de él. No es, literalmente, una batalla campal entre gigantes y dioses (aunque podría manifestarse como tal). Es precisamente eso que están haciendo: luchar contra los demonios que los atormentan. Las palabras son necesarias, por supuesto. Pero las reliquias que contienen la magia antigua también deben usarse.

Levanta el Mjölnir