¿El final de la magia?

[Ernest Dumbledore Prior]

Enoc Zapata...

Dias antes de la advertencia. 

El hechicero estaba nervioso y se percibia un poco paranoico, la decision que habia tomado en ese momento era muy fuerte y sabia a que se exponia al revelar todo lo que estaba por decir. 

El salto que dio al momento de que el elfo apareciera fue epico y por un momento sintio que iba a morir en ese momento, sin embargo no dijo nada, no queria verse muy asustado en ese momento. 

Oyo lo que pregunto el elfo y asintio. 

-¿El porque del Veritaserum?- dijo el chico- Mi memoria en este momento, no es lo que era, ha sido borrada o cambiada muchas veces no magicamente, que si me preguntas a mi cualquier cosa no es muy probable que me acuerde, o me acuerdo de la forma en que no paso, lo unico que he visto que contrarresta estos efectos es el veritaserum, aunque si pregunto el porque el Veritaserum de Ernest, es el unico que conozco que tenga veritaserum, una pocion muy dificil de crear y solo las manos mas expertas lo pueden lograr-  dijo- Aunque sirve cualquier otro veritaserum. - dijo encogiendose de hombros. - Avisale por si le es muy complicado entrar al castillo. -  dijo y se rasco la cabeza. - Por cierto, despues de que le digas todo esto a Darla te recomiendo algo, busca a tus compañeros elfos y escondanse, si las cosas van tan mal como pienso toda criatura fantastica deberia esconderse. No se va a poder luchar con lo que viene, no si no se esta preparado. - dijo. - Tenlo en cuenta, seria una pena perder a unos seres tan...nobles- dijo poniendose rojo.- Eso es todo, ahora si....ve a avisarle a Darla que sirve cualquier veritaserum.

@ Scarlet Akane

[Darla G Dumbledore]

Tommy, elfo de Darla en HoB con Enoc

El elfo no estaba acostumbrado a asustar a las personas, menos si eran magos o brujas, en este caso el mago, Enoc, había saltado que por un momento el elfo pensó que algo ocurría con él. Pero pareció comprender su pregunta y la respondía. Tommy lanzó un silbido, no hubiera sido correcto decir una grosería, su ama tenía la poción.

—Mi ama vive en ese castillo, mi ama tendrá difícil el acceso al cuarto del mago Ernest, el mago Ernest la atacó la última vez que se vieron —dijo el elfo, explicando cuál era la verdadera dificultad allí —mi ama es experta en pociones y mi ama ha adquirido y procesado la poción que el mago Enoc solicita —Tommy escuchó con atención las siguientes palabras del mago.

—Los elfos de House of Books sabemos luchar, nuestra ama nos ha preparado, pero Tommy avisará a Lualú y Leto para que tengan cuidado —el elfo mordió su labio, había pensado en los elfos del amo Seba, Dash, Eros y Nana, pero ellos ya no estaban juntos allí —Tommy avisará a su ama también —agregó el elfo antes de desaparecer con un chasquido.

Darla en el Castillo Dumbledore

Darla se apresuró a llegar al Castillo Dumbledore, odiaba tener que aparecerse en los jardines y no poder aparecerse en su cuarto, compartido con Seba. La primera vez él la había llevado directamente. Quizás hubiera sido mejor ir ella donde Enoc y mandar a su elfo, él hubiera podido superar barreras seguramente. Y encontrar el cuarto de Ernest sería su siguiente misión.

Iba a entrar cuando un chasquido se sintió a su lado y ya tenía la varita en mano cuando su elfo se apareció.

—El mago Enoc dice que cualquier veritaserum sirve, su memoria no es fiable y le ha dicho a Tommy que él y los demás elfos, son nobles criaturas que deben esconderse porque no se puede luchar contra lo que viene —el elfo informó rápidamente a su ama  y esta lanzó el insulto que él no había lanzado junto a Enoc, para luego ambos desaparecer de la mansión rumbo a su local.

Darla en HoB con Enoc

Tras buscar la poción en su laboratorio Darla desapareció para enfrentarse a Enoc. Como lo hiciera su elfo se apareció en el cuarto a un par de metros de Enoc y lo observó en silencio, evaluándolo.

—¿A qué están jugando tú y Ernest? Me mentiste en el Castillo Dumbledore.

Tras llegar a House of Books Darla había intentado acceder a los recuerdos de Enoc utilizando su habilidad como modificadora de la memoria, pero no había obtenido un resultado contundente, de hecho la mente del mago le había parecido un complicado laberinto muy distinto a lo esperado, por eso había demorado días en lograr que el imperius sobre él desapareciera.

 

@ Ernest Dumbledore

[Mentita]

No lo vio. Había escuchado el ruido del impacto que provocó su hechizo en el bicho que había creado Mael, pero no vio nunca que todavía estaba en pie y que se había abalanzado hacia ella. Candela estiró ambos brazos para apartar a la criatura pero sabía que eso no le serviría de nada, si bien no era más alto que ella, era un ente creado con magia que no se daría por vencido con tanta facilidad.

--- ¡Confringo! ---el rayo explotó en el ente sin que llegase a tocarla, pero por lo cerca que se encontraba, no había sido una buena idea hacer explotarlo. 

La gitana se quejó, obviamente. Muchas astillas salieron disparadas en diferentes direcciones, algunas de ellas se incrustaron en el antebrazo de la bruja en su intento de protegerse la cara, aunque no tuvo mucho éxito pues algunas terminaron rozándole la mejilla, provocando pequeños hilillos de sangre en su piel. El brazo, ni contarla, tenía una cortina carmesí que le cubría hasta los dedos. Incluso en la zona del abdomen y el pecho habían heridas que, aunque no eran grandes ni graves, tenían a Candela como una fuente inagotable de sangre.

--- ESTO ES CUESTIÓN DE EMERGENCIA... ---se oyó a lo lejos y se repetía como un eco. 

El llamado de alerta comenzó a escucharse incluso en los rincones más oscuros del Callejón Knockturn, lo que le dio a la Zíngara un medio que podía utilizar como distracción.

--- ¡Te invito a que lo intentes! ---respondió al ultimátum de Mael con una nota burla en la voz. Y antes de que pueda ser atrapada, desapareció. Se encontrarían nuevamente, eso era seguro.

@ Mael Blackfyre  

[Mael Blackfyre]

--- ESTO ES CUESTIÓN DE EMERGENCIA... ---

Miré hacia un costado. El ruido se había hecho un poco más audible desde aquella luz que había empezado a brillar de más. Aunque no podía ni tampoco me interesaba ver lo que estaba ocurriendo. Respiraba lentamente porque si no, tenía que matar a Candela. En ése preciso momento, pensé en qué dirían sus demás compañeros de bando si se enteraban de eso. “Si alguno dice algo le rajo la cara” pensé. Enojándome un poco más.

El grito de la bruja traidora y el destello de luz, hicieron que la puerta volara en miles de pedazos. Había aprovechado para achicar la mitad de la distancia mientras tanto. Su rostro y partes del cuerpo tenían algunas heridas. Sonreí. Ella se lo había buscado. Pero antes de pestañear, si quiera. Candela desapareció.

Era la segunda vez aquella misma semana que me habían hecho enojar.

Si lo miraba desde afuera, tal vez era una escena graciosa: en el medio de la noche, en el medio del callejón Knockturn, me encontraba golpeando a la pared una media docena de veces con mi puño. Un puño que al tercer golpe se quebró tanto la pared como tres nudillos que rápidamente empezaron a sangra. La varita en la otra mano, se movía como si fuera la batuta de un director de orquesta, haciendo volar la puerta (ya explotada) para la otra punta, rompiendo los cristales de la ventana mas cerca que tenía e incendiando todo una pared, que si no apagaba el fuego se extendería rápidamente.

Me calmé. Con la mano rota y respirando agitadamente. Cuando recuperé el aliento, me curé la mano rápidamente y el dolor se fue. Levanté la vista. Eso si que eras gritos.

En mi forma animaga, una vez que guardé mi varita y me transformé en un búho, sobrevolé los techos acercándome hacia lo que era el comienzo del callejón Diagon, donde había una escena un poco extraña: un elfo gritaba que alguien iba a entrar allí, que iban a atacar. No iba a tardar demasiado en averiguarlo, con lo que estaba sucediendo en el mundo, aquello era un problema casi cotidiano. Por encima del techo de uno de los locales, al mayor resguardo posible me tranformé en humano otra vez. Y con mi varita, escribí algunas líneas dirigidas al personal del Ministerio. Sin nombre, ni firma ni nada. Ya que eran para varios que recordaba su puesto y que podrían hacer algo.

 

“Atacan el Callejon Diagon”

 

@ Sagitas Potter Blue  @ Scarlet Akane  @ Luna Gryffindor Delacour  @ Sean -Ojo Loco- Linmer  

[Ada Camille Dumbledore]

En Londres no existía un lugar tan magnifico como el callejón Diagon, siempre lleno de magos y brujas con montones de mercancías para todo, desde pociones hasta quidditch, lo que no se hallará en el callejón debía ser inventado. Era uno de los primeros lugares que había visitado en Londres y no sólo porque era un lugar tan único, sino porque mi madre tenía allí la tienda de varitas más importante de  Inglaterra. 

La tienda de varitas Ollivanders era un lugar muy importante para los magos, todo el que supiera magia sabía que la varita era uno de los elementos fundamentales para un mago y hacer uso de la magia, pues ella se encargaba de canalizar justo ese don. Mi madre amaba sus varitas, tanto que había usado el apartamento que él viejo Garric Ollivander había usado para su vivienda justo encima del gran local de varitas. Ella por supuesto lo había adornado a su gusto con los colores de su casa en Hogwarts, Ravenclaw, así que allí estaba muy a gusto. De vez en cuando iba a verla y solía llevar las cuentas del negocio para ella, al igual que todos los negocios de la familia. Caminaba con calma hasta el negocio de mi madre, me detuve a ver un aparador con algunas cosas de quidditch y entonces escuché ruido y confusión, la criatura era un elfo común pero avisaba que alguien haría daño a los magos. Mire todo frente a mi como si sucediera en cámara lenta y fue entonces que reconocí a esa criatura: Era uno de los elfos de mi hermano Ernest. Deje pasar a las personas y mire Ollivanders, corrí hasta el local y abrí la puerta con rapidez. Vi entonces a mi madre mirándome con sus ojos púrpura con sorpresa.

-Toma lo que necesites y huye de aquí al Chateau, nos atacan los muggles y en tu estado no puedes arriesgarte.

Con confusión me observó, pero todo a su Kneazle en brazos y corrió hacia la chimenea, la red flu la llevaría directo a casa y allí estaría protegida. Lance varios hechizos de protección al negocio y salí por la puerta al callejón, debía ayudar a quien pudiese y de paso averiguar que diantres pasaba. 

@ Ernest Dumbledore

 

[Ernest Dumbledore Prior]

Dias Antes de la Advertencia.

Enoc Zapata

Todo en ese momento le daba vueltas en la cabeza al joven Enoc, las cosas no estaban yendo para nada acorde al plan y el mago estaba nervioso y asustado, el que no haya salido bien el plan al inicio podia poner en peligro a todo el Callejon Diagon y a todo mago.

En ese momento habia llegado Darla con las cosas que habia pedido y con lo que parecia un reclamo. Enoc se quedo serio un instante pensando y mirando hacia todos lados.

-No, no estaba jugando a nada Darla, era el plan en ese momento y debo admitirlo, no nos ha salido nada bien y eso es grave- dijo Enoc- Algo fuerte y grave viene hacia el mundo magico Darla.- dijo el hechicero y tomo las cosas que tenia Darla en la mano. La pocion veritaserum, el pensadero y los periodicos. - Esto equivale a una emergencia fuerte y...- Enoc suspiro mientras veia el botecito de veritaserum, sin pensarlo mas, lo destapo y tomo una pequeña porcion de esta. -Todo lo proximo que te voy a decir viola un contrato de confidencialidad que me pone en peligro si lo descubren Darla, ademas de que es posible de que destape uno de los mayores secretos que la humanidad ha escondido. - dijo Enoc moviendo juguetonamente las manos y preparandose.

-Deberias sentarte Darla-  dijo Enoc y espero a que la chica se sentara- Lo primero que te tengo que decir es esto, los magos no son los unicos que tenian sus lugares secretos, los muggles tambien los tienen y curiosamente usan las mismas tecnicas varias veces que nosotros los magos para ocultar algo. En fin, una de estos lugares secretos se denomina la Fundacion SCP, contiene a personas u objetos anomalos que los muggles estudian e intentan explicarlas. - dijo y dejando las cosas en el piso que traia en la mano empezo a buscar en un bolsillo del pantalon.

-Para que me entiendas un poco a que se refiere a que estudia cosas extrañas, una de las leyes de GAMP dice que no se puede crear comida infinita con magia, entonces tambien deberia funcionar esa ley con liquidos....

Sin pensarlo dos veces se rebusco en el otro bolsillo y saco las dos cosas que tenia.

-Para mostrarte mejor a que me refiero aca en mi mano izquierda tengo una caja de pizza, puedes pensar en cualquier sabor de pizza el mas extraño o el que mas antojo tienes y te lo cumplira la caja, al cerrar la caja se reabastecera del pedazo que quitaste y en mi mano derecha una maquina de cafe muggle modificada con un teclado completo que si le pides cualquier bebida, incluso una bebida que haya quedado descontinuada hace varios años te la dara....Escoge cual quieres aumentar de tamaño y probar para que veas que no hay mentira alguna en mis palabras....

@ Darla Potter Black

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Actualmente....

-CUESTION DE EMERGENCIA- seguia gritando el elfo- NADIE SE SEPARE DE SU VARITA, SALGAN DE ACA SI ES POSIBLE, CIERREN SUS NEGOCIOS A CAPA Y ESPADA....- siguio gritando el elfo y no se dio cuenta que choco con una persona, esa persona resulto ser Ada, la hermana de su amo.

-Señorita, debe salir de aca, el Callejon Diagon esta en peligro, su hermano mando este aviso para prevenir que haya problemas hagame caso señorita.

@ Ada Camille Dumbledore

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Leonardo veia como el elfo estaba dando la señal de emergencia, habia logrado encontrar el como meterse al callejon antes que sus compañeros y eso le valio enterarse de esta informacion.

-¿Con que no se separen de las varitas eh?- dijo Leonardo mirando a la criatura pequeña, podria eliminarla en ese momento si no fuera porque se delataria, no, ya habia oido la advertencia de esa criatura.

Cuidando que no lo viera nadie y que no sospecharan nada salio del callejon.

Rapidamente se unio a sus tropas que aun seguian buscando el lugar sin exito.

-Agente Kress, se en donde esta la entrada al Callejon...- dijo satisfecho.

-¿En donde se encuentra esta entrada Comandante?.

-No es buena idea que entremos primero nosotros Señor, alguien dio el aviso y estan poniendose de acuerdo para atacar.

-¿Que propones?

-Tenemos que lograr que el Anciano de ningun otro lugar se manifieste aca, con esta persona de nuestro lado todo sera pan comido......

-Buena idea soldado...- dijo- ¿Y sabes como invocarlo?

-Tengo una vaga idea....-  dijo con una sonrisa maliciosa.

Editado 8 de Junio del 2021 por Ernest Dumbledore
Se me habia ido incompleto

[Darla G Dumbledore]

Antes de la advertencia

con Enoc en House of Books

 

No podía creer que él lo negara, dado el embrollo en su mente la pelirroja se negaba a terminar de confiar en él. Sin embargo, había algo en su gesto que le hacía suponer que no podían  ser tan falsas sus palabras. No terminaba de decidir qué hacer, lo escuchó en silencio, intentando decidir qué era lo correcto. El “no nos ha salido” la había puesto en alerta ¿qué es lo que habían planificado ellos dos?

—¿Qué emergencia Enoc? ¿Qué más nos puede suceder? —a decir verdad habían pasado tantas cosas en el mundo mágico el último tiempo, aunque en realidad nada importaba para Darla hacía meses, ocho meses de hecho, cada jugada que hacía era una simple inercia suicida.

—¿En qué te has involucrado? —preguntó Darla, obviamente no debía ser un voto inquebrantable porque no creía que el mago fuera a romper semejante juramente a costa de su vida, un estremecimiento recorrió su cuerpo en ese momento.

Darla escuchaba sobre los secretos de los muggles y se permitía fruncir el ceño, se había sentado a los pies de la cama que antes había ocupado el mago. Levanto una ceja, no había oído hablar de la fundación, pero, sinceramente, se había alejado tanto del mundo muggle que no era imposible que ello fuera un misterio para ella.

—Humm no sé si la ley de Gamp se aplica con líquidos o el aguamenti, el fregoteo o el propio aqueora no funcionarían —dijo en voz alta la Potter Black, no muy segura de si lo decía para sí misma o como respuesta a Enoc.

Las opciones que le dio Enoc la sorprendieron, observó los dos objetos que sacó de su bolsillos. ¿Cómo había logrado ocultárselos? Es verdad que ella no había sido la que había revisado sus ropas, no lo había considerado apropiado, quizás Leto había creído que aquellos objetos no eran más que simples réplicas de juguete, ella no hubiera dudado de quitarle todo al mago. Observó la caja de pizzas en miniatura y la cafetera con teclado, de hecho, si no fuera que dudaba que la ley sirviera en bebidas hubiera elegido esta última pero dado su pensamiento crítico y razonamiento tan rebuscado señaló la caja de pizzas.

—Me niego a devolverte tu varita —murmuró Darla con gesto esquivo mientras aparecía la diestra en la de ella —¿funciona con engorgio?—preguntó con desconfianza hacia el mexicano, había confiado en él en la Dumbledore y había terminado enfrentándose a Ernest en Roma, para que resultara que el mago no estuviera imperado, sino que trabajaban juntos, ya no sabía qué creer de él, pero podía estar seguro que algo más que su varita le clavaría si intentaba algo contra ella.

 

@ Ernest Dumbledore

[Hannity Ollivander Evans]

Harmony Gryffindor Dumbledore 

La pelirroja había pasado la mayor parte del tiempo fuera de Londres,  solo tenía comunicación con Ada, su hermanita, por medio de lechuza. Ahora que había caído el estatuto de la magia, parecía que los muggles se habían revelado en contra de los magos, tal era así, que hasta donde estaba, se enteró de lo que había pasado en King's Cross.

Después de todo lo que sabía de la caída del estatuto, se apresuró a tomar sus posesiones para dirigirse al Callejón Diagon,  debía asegurarse que Selene, una de sus madres se encontraba segura y a salvo, ya que estaba segura que Shelle, su otra madre, (suponía ella) estaba segura con su hermano Mael,mayor.

Recién había llegado a su destino por medio de aparición, pero la gente corría por todos lados asustada y una chillona voz resonaba fuerte por todo el callejón…

CUESTION DE EMERGENCIA… NADIE SE SEPARE DE SU VARITA, SALGAN DE ACA SI ES POSIBLE, CIERREN SUS NEGOCIOS A CAPA Y ESPADA....

Localizó con la vista a la criatura que iba gritando, parecía ser un elfo doméstico de alguno de sus hermanos, pero no sabia de quién,  pero vió que Camille iba detrás de él,  así que con empujones logró hacerse paso hasta donde estaba su hermanita, la tomó de la mano esperando no asustarla y preguntó: -¿Dónde esta mamá? ¿Tú, estás bien?
 

@ Ada Camille Dumbledore

[Ernest Dumbledore Prior]

Antes de la llamada de Emergencia... 

-Si, si funciona con Engorgio-  dijo Enoc sin haber pensado en su varita hasta que la joven darla lo habia mencionado, sin embargo era lo que menos importaba. - La ley de Gamp, tiene 5 excepciones, una de ellas es el alimento, puede cazarse recolectarse, transformarse, disminuirse etc, pero no sacado de la nada. - dijo y luego señalo la caja de pizza. - Piensa en cualquier pizza, de cualquier sabor posible que quieras y esta cosa te lo dara, no solo eso, sino que por ejemplo si despues de esa pizza, piensas en otro sabor diferente, te la da de ese sabor completamente. - dijo Enoc mirando la cajita de pizza pequeña en sus manos. - Siempre habia pensado que en el mundo no habia cosa mas extraordinaria y extraña desde mi punto de vista que la magia, pero esto que estas por ver-  dijo - No tiene ningun rastro de magia, no se ve el como puede ser posible esta locura Darla. -  dijo y la miro poniendose de nuevo serio. 

-Pero no solo es esta locura, hay miles de locuras posibles, enfermedades contenidas que existian, monstruos que nadie entiende, es demasiado extraño el mundo y mas aparte demasiado peligroso para personas fuera de lo comun. - dijo el mago - Los muggles no son tan idi***s como muchos magos creen Darla, tampoco son los mas inteligentes del mundo. Pero esto que te estoy por enseñar y lo proximo que te contare y te mostrare son cosas que van mas alla. -  dijo el hechicero. - Cuando veas esto por ti misma, me oigas y veas tanta cosa que he visto, veras el peligro fuerte que esta por venir. No tengo varita, lo que necesito que hagas Darla es que cierres el negocio, como si estuviera en remodelacion o como si hubiera un problema de algun accidente en algun librero. Lo proximo que salga de aca es peligroso que alguien mas lo sepa, pero es necesario...Lo primero, checa ese objeto y luego te cuento todo lo que no he contado, como ya te he dicho antes, esto nos va a meter a todos en problemas....

@ Darla Potter Black

Actualmente.....

-Disculpen Señoritas, pero las tendre que escoltar fuera del callejon si ustedes no se mueven, lo que viene a continuacion es un peligro mas fuerte de lo que piensan...-  dijo el elfo dirigiendose a la señorita Ada - Fue una orden del amo Ernest, si ella es su amiga tambien la escoltare fuera del callejon a un lugar lejos del peligro.- dijo el elfo mirando a la chica que estaba hablando con su ls hermana de su amo - Es inminente que salgamos de aca lo mas rapido que se pueda....Lo que viene va a provocar mucho problema...

@ Ada Camille Dumbledore @ Hannity Ollivander Evans

[Mael Blackfyre]

Estaba parado en el techo de aquellos locales, esos que se encontraban muy cercanos a la entrada del Callejón Diagon. De allí había emergido el elfo gritando y alertando a casi toda la comunidad. Aunque a ésas horas de la noche, no estaba seguro cuántas personas podrían encontrar. Si eran atacantes ¿Por qué iban a esa hora? ¿No era mejor llegar al mediodía?

La voz del elfo se fue alejando entre las calles del lugar, alertando a los pocos negociantes que se encontraban presentes. Algunos negocios encendieron sus luces y me daba cuenta que eran más de los que creían. Estaba seguro que la noticia se esparciría y vendrían algunos más. Esperaba lo mismo del ministerio, porque si había un grupo que había venido a atacar, el ministerio era el primero que debía responder.

Una figura masculina miraba atentamente por la calle, y luego a hurtadillas se escondió y regreso por la entrada. Aquel silencio de esperar me estaba carcomiendo la cabeza. Teníamos que hacer algo. Y el Edicto actual nos daba cierta libertad de atacar a los muggles si éstos nos molestaban. No estaría como mortífago, sino simplemente como Mael.

Aferré mi varita y desde la altura del techo murmuré:

— Fortificum

Una pared de acero se pegó contra la entrada del Callejón Diagon y tapó aquel acceso. Nadie podría pasar por allí. Estaba seguro que cualquier mago o bruja ante eso, lograría llegar al callejón de otras formas. Pero no los que querían entrar allí. Pero estaba seguro que esa pared de cuatro metros de alto y diez metros de largos no sería suficiente, por lo que me concentré en un encantamiento Irrompible para que no la puedan romper cuando hechicé la pared.

Estaba haciendo tiempo. Lo necesitábamos.