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El Maletín de Newt


Valky
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Intentando atrapar al Fwooper

Caminó con dificultad a través de la maleza intentando encontrar rastro de aquella ave exótica sin embargo no había tenido éxito alguno. Pese a tener los sentidos totalmente agudizados gracias al cantar de Eleboro, no lograba escuchar el sonido característico de la misma y mientras más pasaba el tiempo, el clima se volvía mas inhóspito. El viento era cada vez más fuerte, tanto que su cabello estaba totalmente desaliñado y su capa ondeaba con más fuerza, le costaba mucho poder caminar contra aquella ventisca la cual se hacía cada vez más potente.

Miró entonces hacia una de las montañas más cercanas y vio que había un pequeño nido el cual había sido fabricado cuidosamente sobre un árbol. Encima de éste dos huevos de alguna clase de ave corrían peligro, estaban a punto de caer. Era evidente que tenían que ser rescatados antes de ser totalmente destruidos. Fue entonces que decidió utilizar su Nimbus 3000 y con ayuda de su conocimiento de maestría en escobas emprendió el vuelo.

Gracias al hechizo que había realizado anteriormente podía ver con más claridad, sus sentidos se encontraban más agudizados y podía incluso escuchar la dirección del viento. Aceleró lo más que pudo pero sabía que era inevitable, el nido pendía de un hilo y entonces cayó al vacío. Nuevamente utilizando sus conocimientos, aceleró pero ahora hacia abajo logrando atrapar los tres huevos uno por uno y previniendo que éstos fueran destruidos. Al menos había hecho una buena acción salvado a aquellas aves, sin embargo aún no encontraba a aquel fwooper.

Regresó con los huevos para intentar ponerlos en un lugar seguro, estaba seguro que la madre estaría buscándolos y si el Malfoy estaba en lo cierto, era muy probable que la madre se tratara de la criatura que estaba buscando, por tal motivo se sintió un poco culpable, no quería dejar a unas crías sin su madre o a una madre sin sus hijos. Decidió ocuparse de aquel problema más tarde, por ahora lo importante sería regresar los huevos al fwooper.  

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Tratando de controlar al Nundu (7mo post)

Para ser sincero, Goderic ya se encontraba bastante agotado. No solo física y mentalmente, sino que su nivel de paciencia había comenzado a llegar a niveles peligrosos y alarmantes. Normalmente, se caracterizaba por ser paciente y cuidadoso, pero sabe que el maletín tenía un tiempo límite para usarlo de safari y sus deseos eran, básicamente, conseguir la mayor cantidad de criaturas posibles. Sin embargo, al paso al que iba era probable que no alcanzara a capturar ni siquiera una ¿Qué tanto le costaba dejarse capturar? ¡Ni siquiera lo trataría mal! Por ello, el nivel de enfado e impaciencia iba subiendo rápidamente. La desesperación y la sensación de perder no era muy agradable.

Por lo mismo, decide dejar de perder el tiempo y de su monedero de piel de moke saca su cuerno de erumpent ancestral. Sin embargo, no alcanza a ponerlo en funcionamiento cuando siente las garras del Nundu rozando su brazo izquierdo. Bueno, se puede decir “roce” porque de haber sido un golpe más directo habría quedado su hueso expuesto. Ahora solo se podía ver cerca de un centímetro de profundidad del músculo separado por la mitad, con una longitud aproximada de unos cinco centímetros. Agradece que ninguna vena o arteria importante se viera afectada, y quizás sino hubiera esquivado a tiempo ese hubiera sido el objetivo más probable del felino.

Sus lobos lo miran con preocupación y -quizás sea un efecto de humanización- sentía que lo miraban con lástima y culpa. Sin embargo, no podía culparlos ya que su magia y habilidades estaban estrictamente relacionadas con la magia, capacidades y concentración del invocador y, para ser honesto, él no estaba aportando mucho respecto a ello. Su mente ansiosa no era el mejor estado para realizar magia tan útil y potente como lo era la magia de la Orden Oscura. Toma un respiro profundo y se prepara para una próxima ronda, que esperaba que fuera la última... para bien o para mal.

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Gode: 55 PV -15 PV = 40 PV 😭

Me caes mal Gode del pasado ññ (?? xDD

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Tazz Malfoy 

Controlando a un Billywig (post 1)

La aventura que tuvo que encausar en los terrenos boscosos del falso Londres le hicieron la tarde al Malfoy, nunca se había planteado la posibilidad de ponerse a pintar en medio de un bosque de buenas a primeras. La experiencia le resultó un tanto divertida y más por el resultado de la obra de arte, era muy consciente de la falta de habilidad para poder realizar cualquier faceta artística. Era correcto decir que los responsables de haber montado todo aquel evento hayan dado la posibilidad de hacerse con criaturas que según en que circunstancia no podían adquirirse fuera de la tutela del Concilio, era un gesto bien recibido por la mayoría de la comunidad mágica internacional. 

Aún dentro de la maleta Tazz Malfoy volvió a mirar el mapa de distribución que le habían dado al entrar la primera vez al maletín de Newt. Necesitaba reconocer la ubicación del siguiente microclima que debía visitar, en esta ocasión la siguiente criatura que se disponía a capturar es un Billywig, una criatura un tanto peligrosa, un poco más que las que ya había capturado. —¿Cuál es el sitio preferido de estos bichillos? —preguntó mientras paseaba por los alrededores en dirección aún incierta. —¿Australia? — visualizó el pequeño mapa. El pelinegro ya había localizado el sitio al que tenía que ir, ahora le faltaba buscar hacia donde, dentro del maletín, debía dirigirse. —… pues yo creía que allí solo habitaban las arañas gigantes…— reflexionó mientras seguía caminando, revisando si llegaba a su destino. 

Pasado unos cuantos minutos de caminata por los caminos interiores del maletín, el Malfoy al fin encontró la puerta que le daba acceso a la falsa Australia. Detrás de la puerta encontraría el hábitat del bicho azul, tan azul que resultaba fácil para cualquier mago o bruja experimentado reconocerlo a la primera y por supuesto marcar las debidas distancias puesto que estas criaturas tenían un aguijón largo y que provoca efectos adversos a quien piquen. Tazz se metió dentro del hábitat del Billiwig con mucho cuidado, intentando no ser localizado por la pareja de bichillos que tenía más adelante. —Ahora bien … ¿Cómo dijo el empleado del concilio que debía capturarlo? — Tazz paró un momento para planear un estrategia que le ayudara a capturarlo sin salir picado por ninguno de ellos. 

 

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Controlando, al fin, al Nundu (8vo post)

Luego del largo y profundo respiro, el mago vuelve a concentrarse en la situación actual. Eliminando cualquier atisbo de duda o impaciencia, bloqueando cualquier sensación o información que lo desviara de su propósito. Goderic puede sentir que ya se encuentra en una situación donde es todo o nada: o ganar o perder. Obviamente, había venido a ganar y no tenía ningún deseo de perder, por lo que, decidido y firme, decide enviar a su hogar a sus criaturas invocadas. Ya habían aportado suficiente compañía y protección, ahora era hora de que él se encargase por completo y, con su vida en juego, esperaba superar sus límites y, con ello, obtener la tan aclamada y peligrosa criatura.

Arriesgando todo en una única jugada, decide concentrar todas sus energías en su capacidad de Videncia, trazando el trayecto del próximo ataque que pensaba realizar el Nundu. Una vez que pudo trazar el momento y trayecto que la criatura realizaría, lanza el cuerno de erumpent ancestral al punto más adecuado. A su vez, lanza un hechizo explosivo para potenciar todavía más el efecto del objeto mágico. Sabe que acababa de perder un objeto valioso y que el precio, en el mercado, era bastante absurdo, pero nada era más valioso que su vida y, también, su orgullo.

La explosión era más potente de lo que había supuesto. A pesar de que, en teoría, la explosión no debería haber afectado al invocador, la onda expansiva lo había mandado a volar una cantidad no menor de metros. Sin embargo, era lo de menos. Se levanta como puede y observa al Nundu claramente afectado y en condiciones agonizantes. Sin embargo, ya con tales condiciones podía asegurarse de domar a la bestia, luego de curarla y cuidarla. Sabe que el felino no realizaría ningún ataque, pues ha aceptado la pérdida de la batalla. Así eran los luchadores, sabían reconocer la victoria y la derrota, así como sus consecuencias.

Con el Nundú como su nuevo compañero, se aleja en búsqueda de una nueva criatura por capturar.

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Nundu: 210 PV - 200 PV (consumible del cuerno de erumpent ancestral) - 60 PV = < 0 PV

Lanzamiento de dado para ver si se captura o no:

Resultado: Capturado o/ wii (? xD

 

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Atrapando al Fwooper.

El viento continuaba azotando con fuerza, tanto que el Malfoy se vio obligado a pasar la noche en una cueva, las condiciones climáticas seguían siento hostiles pues al ponerse el sol el frío comenzaba a azotar por lo que ahora la vida de aquellos huevos corría peligro. Incluso para el rubio mantenerse caliente le era muy difícil y sospechaba que al amanecer sería el único con vida. Pese a todas las adversidades se encargó de hacer una fogata con las pocas ramas que encontró y colocó aquellos huevecillos cerca de ella para que se mantuvieran calientes.

Estaba tan cansado que finalmente quedó completamente dormido. Entonces soñó algo un poco extraño, se e contra a volando pero sin escoba ni alfombra voladora, parecía que era el quien flotaba, a su lado iban tres crías de fwooper quienes evidentemente apenas estaban aprendiendo a volar. Se sentía responsable por aquellas criaturas, como si fuera si madre. Aquel extraño sueño se vio interrumpido pues un ruido estruendoso comenzó a escucharse por toda la cueva.

- Cantar de Eléboro - tuvo que decir de nuevo para proteger sus sentidos, se levantó y comenzó a adentrarse más en las profundidades de la cueva. Lo que descubrió le cayó como un balde de agua helada, se trataba de la madre de aquellos huevecillos que estaban empollándose, agonizaba, su cuerpo estaba lleno de heridas sangrantes, era claro que alguien la había atacado con un sectusempra. La pobre lloraba por dolor y seguramente tristeza.

El rubio intentó curarla pero era inútil, sus heridas tenían mucho tiempo de haberse hecho e incluso comenzaban a infectarse. Sentía mucha pena por la escena que estaba visualizando y su única idea fue llevar los huevos con su madre, los acercó lo suficientemente para pudiera ver que estaban a salvo.

-Lamento lo que te hicieron, no deberían dejar entrar cazadores al maletín - estaba furioso, no podía imaginarse a alguien lastimando a este tipo de criaturas - tus bebés estarán a salvo lo prometo.

Entonces uno de los cascarones comenzó a moverse mientras se veía cómo se rompía lentamente, al cabo de unos segundos salió una pequeña ave sin plumas pero con un llano tan molesto que no había duda de que se trataba de un fwooper bebé. Buscó un poco de comida entre sus cosas y se dedicó a alimentar a la pequeña ave. Entonces comenzó a inspeccionar a los otros dos huevos pues no se movían y parecía que no tenían intension de romperse, lo confirmó, aquellas criaturas no habían sobrevivido. 

Se sentía culpable por no haber hecho lo suficiente, espero hasta que el ave finalmente muriera y tomó a su cría entre brazos y se la llevó con el, ahora tenía una nueva responsabilidad y pese al momento amargo que había vivido, estaba decidido a cuidar de aquella criatura mágica.

 


 


 

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Taz Malfoy 

Controlando a un Billiwig (post 2)

Algo le rondaba por la cabeza al joven Malfoy, se le daba bien volar, pero no llevaba su escoba a mano para poder salir huyendo en caso de que algún enjambre de Billiwigs le persiga. Sin embargo, la estrategia no era del todo mala, Tazz tenía que buscar una alternativa a la escoba para poder seguir el plan. —Espero no haberla sacado del monedero la última vez que la utilice para una misión— reflexionó mientras se palpaba en los bolsillos para sacar el monedero mágico en donde guardaba varias cosas de utilidad. El objeto que buscaba era su reciente adquisición en el Concilio, una alfombra voladora, que compró hace un par de meses y que había representado un gasto un tanto desproporciono y debía de amortizarlo.

—Bien, aquí está— sigiloso se arrodilló en el suelo para poder extender la alfombra enrollada. —en cuanto se inicien el vuelo intentaré seguirlas hasta que me lleven con el enjambre.

El área boscosa del interior del continente australiano era el punto de referencia para iniciar su cacería, solo le quedaba llegar hasta la guarida en donde se encontraba el resto de las criaturas. Poco a poco levantó el vuelo la alfombra, se despegó del suelo Tazz se inclinó hacia delante intentando mantener las distancias entre él y la pareja de Billiwigs que había empezado a seguir.  Los árboles legendarios se imponían como parte del ambiente simulado que ofrecía el encantamiento del famoso maletín de Newt Scamander. Tazz esquivaba con destreza cada obstáculo que se le ponía en frente, la flora y la fauna que ofrecía ese continente era espectacular y solo era una réplica de la original. 

En medio de lo que parecía un valle vislumbró lo que parecía un enjambre. Disminuyó la velocidad para no acercarse demasiado y poder tener una visión más amplia de la situación. Paró detrás de uno de los árboles que tenía más cerca, se bajó de la alfombra mágica, pero al poner el primer pie en el suelo trastabilló y se calló de bruces al suelo haciendo más ruido del que le necesitaba. Rápidamente se levantó con la esperanza de que aquellas criaturas no se hayan dado cuenta de su presencia. Pero no fue así, cerca ya tenía unos cuantos Billiwig, su aleteo era como un zumbido tranquilizador y el color brillante del zafiro los mostraba imponentes y desafiantes. Tazz se levantó y poniéndose en guardia con la varita en alto intentó ahuyentarlas. Una de ellas se acercó con su aguijón preparado para picar al Malfoy. 

—¡Ahhh! — chilló descontrolado. 

 

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Intentando capturar al Nundu

PV Ludwg: 100-15 = 85
PV Gatito: 360

Había logrado capturar con éxito a tres criaturas mágicas, las primeras dos habían sido bastante fáciles mientras que la última había tenido un dramático final. Ahora y considerando su éxito estaba listo para obtener una criatura de mayor complejidad, una que pudiera no solo darle el prestigio si no la satisfacción de haber dominado a algo sin igual. No era el primer Nundu que tenía sin embargo sabía que aquellos que estaban en estado salvaje eran aún más peligrosos y difíciles de controlar.

Pese a las advertencias de los integrantes del concilio, se decidió aventurar a entrar al maletín y probar su suerte, posiblemente no lo lograría sin embargo lo intentaría hasta ver la manera de vencer al famoso Nundu. Ingresó por el maletín y rápidamente se encontró en un ambiente parecido a la jungla, después de todo la criatura se parecía a un león.

Comenzó a caminar por aquel lugar tratando de espantar a los mosquitos que se acercaban para succionar su sangre y fue entonces que vio a unas pisadas parecidas a las de un gato pero de tamaño mucho más grande, estaba seguro que iba por muy buen camino. Las siguió con cautela y varita en mano hasta que finalmente llegó a un pequeño riachuelo en el cual algunas criaturas se acercaban para beber.

Cuando se acercó lo suficiente vio a una criatura enorme bebiendo, era mucho más grande que los dos nundus que tenía y por un momento si piel se enchinó. Era claro que le costaría enfrentarlo. Estaba a punto de lanzar un hechizo aturdidor cuando sin querer pisó una rama la cual alertó a la criatura. El nundu rugió y se levantó en sus dos patas traseras listo para defenderse.  Ludwig dio un paso atrás pero no fue suficiente pues recibió el zarpazo de la criatura causándole una herida leve la cual comenzó a sangrar, debía reformular su estrategia o moriría en aquel lugar.

 

 

 

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Capturando al gnomo

Por supuesto, el mago no llevaría al Nundu en su aventura a capturar las otras criaturas pues ¿qué criatura se acercaría? Estaba más que claro que huirían apenas notaran al Nundu, no importaba si conocían o no conocían a la criatura ni si habían compartido hábitat, Era muy probable que su instinto actuara antes de que se preguntaran el porqué tenían miedo, así que era muy probable que toda criatura se quedará escondidas en sus respectivas madrigueras.  Por lo mismo, Goderic había abierto un portal para que la criatura viajase al bosque donde escondía sus criaturas más peligrosas y amplias.

Los beneficios de ser presidente del MACUSA, era contar con una infraestructura suficientemente potente como para poder mantener a sus criaturas en un ambiente adecuado y espacioso. Incluso si dejaba la presidencia alguna vez, esos terrenos ya eran suyos y habían sido conseguidos lícitamente, por lo que el problema solo sería poder recaudar suficiente dinero como para poder mantenerlos, pero ese sería un problema del Goderic del futuro, no del actual.

La siguiente criatura en su listado de criaturas por conseguir -que era más largo del permitido por el personal del concilio- era un gnomo. Lo curioso, era que la forma de obtenerlo no era cazarlo como había sido el Nundu sino que debía dejarse ser un conejillo de india para el concilio: debía evaluar si el mordisco y la baba del gnomo permitían mejorar sus habilidades artísticas. Le parecía una teoría bastante poco probable, lo que más le sorprende es que un grupo de mercaderes como era el concilio se prestara para ayudar a convertir en realidad las ideas y teorías alocadas de un grupo de magos sin ninguna idea científica que les respalde.

No obstante, no le parecía mal convertirse en un sujeto de prueba. Al llegar al hábitat de los gnomos, simplemente acerca su mano a uno de ellos y procede a ser mordido con fuerza. Un poco de sangre brota de su mano y mira con cara de pocos amigos a la fea criatura. Sin embargo, por el bien del método científico se queda callado y omite ataques vengativos. Luego de unos minutos, esperando que la baba haga efecto, invoca un papel y un lápiz y comienza a realizar trazos retratando a uno de los gnomos. Observa su resultado final no muy convencido de que la baba funcione. No creía haber mejorado o empeorado sus habilidades artísticas.

Al salir del maletín, responde las preguntas que le hacían los miembros del concilio de mercaderes. En resumen, fue sincero: No creía que la baba del gnomo sirviera para algo. O al menos para el propósito del estudio, porque seguramente varios terminarían con alguna infección por no curarse de la mordedura de una plaga que habitan jardines y que no parecía ser lo suficientemente higiénico.

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Muestra de "arte"

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Controlando a un Diricawl

Valkyria Karkarov

 

Debe admitir que se sorprende cuando recibe una peculiar invitación en forma de dragón para una subasta que realizarían los miembros del Concillio,  primero porque ya no recuerda la última vez que había comprado algún artículo o criatura, quizá fue en la época en la que trabajaba en el Ministerio como Warlock, pero no estaba del todo segura pues había pasado ya muchos años de eso y segundo porque generalmente las subastas se hacen en fechas especiales.

Termina de comer la galleta con chispas de chocolate y el té, sin prisas ya que, aunque decidió que asistiría, no pujaría por ninguno de los artículos a subastarse, así que tiene todo el tiempo del mundo para prepararse. Varias horas más tarde ya se encuentra vestida con un sencillo pero elegante vestido negro que le llega encima de la rodilla y se amolda perfectamente a su figura, un cinturón rojo le ciñe la cintura y los zapatos de tacón eran igualmente rojos. Toma la varita, una cartera de cuentas en forma de sobre en la que siempre lleva cosas que quizá le pudieran resultar de utilidad, como amuletos de libros, pociones y objetos mágicos, toma el traslador apenas empieza a brillar y desaparece.

No contaba con que aparecería en Hogsmeade en lugar de directamente en el bosque prohibido, así que no le queda más remedio que conseguir una escoba. Cuando finalmente llega su cabello castaño está un poco revuelto a causa del viento y entonces recuerda porque es que odia tanto volar.  Toma de una charola una copa con vino y empieza a mezclarse entre la gente que había asistido, que en realidad no es mucha, es entonces que su mirada se posa en una carpa un tanto concurrida, pregunta a uno de los meseros de que se trata <<suena entretenido>> piensa escuchando de lo que se trataba.

El organizadores además de la subasta habían ideado una forma para que los invitados tuvieran algo de entretenimiento mientras esperan el momento de pujar, sin duda un cambio considerable a otros eventos que organizaban. Terminó de beber el vino de su copa y se dirige a la carpa mencionada, probaría suerte con una de las criaturas más sencilla a su parecer. Tras recibir las indicaciones necesarias entró en el Maletín de Newt.

Cuando ingresa al habitad del Diricawl el cambio en el clima es agradable, no hace mucho calor y aunque el sol está en lo alto del firmamento, la brisa marina era refrescante. Empieza a caminar entre los árboles y maleza propia de la isla Mauricio en busca de las escurridizas criaturas, pronto da con un pequeño grupo de ellos, tan rechonchos y bonitos como siempre. Se acerca intentando ser silenciosa, pero en cuanto alguno está a su alcance desaparecen dejando en sus manos un puñado de plumas.

Busca en su bolso unos pequeños caramelos que esperaba la ayudaran a capturarlo, los lanzo en el suelo para que los comieran y cuando pensó que estos quedarían petrificados por el tiempo suficiente como para capturarlos, no sucede nada, vuelven a desaparecer sin problema de sus manos. Frunce el ceño y prueba uno de los caramelos, nada tan solo le hicieron picar la lengua, un recuerdo de su último viaje a México.

—mier**… —se queja escupiendo el caramelo, esos no eran los petrificantes que pensó usar. ¿Será que se le terminaron? Mira a las aves que empiezan a alejarse mientras ella busca en su cartera de cuentas.

 

utos dados, los odio -.-'
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Capturando al Diricawl

Nunca había visitado la isla Mauricio, pero sin duda ahora que la conocía -o al menos su réplica- sin duda estaba planeando crear algún lugar seguro o una base secreta allí. Sus playas eran bastante hermosas y sus aguas eran bastante tranquilizadoras. Sin duda, debía ir a la isla seguido o, al menos, como un plan seguro de vacaciones. Quizás viajar a penas acabe de capturar las criaturas permitidas ¿por qué no? Se merecía un descanso para recuperar su cuerpo y espíritu, y sus turquesas aguas y su acogedora arena parecía ser un destino adecuado para tal propósito.

Se rasca la herida que comenzaba a cicatrizar en su mano y se arrepiente un poco el dejarse morder por el gnomo ¿y si fuera alérgico o contrajera alguna enfermedad contagiosa? No era hipocondríaco ni obsesivo con la limpieza, pero tampoco le había resultado agradable la experiencia de dejarse morder por un gnomo de jardín. Trata de dejar la mano quieta e ignorar la sensación incómoda, pero es difícil dejar de concentrarse en esa sensación.

Su próximo objetivo era un diricawl, sabe que no sería tan sencillo de capturar como lo había sido el gnomo debido a su gran habilidad para transportarse. Siempre le había llamado la atención esa habilidad de la criatura, sobre todo el hecho de que al hacerlo hubiera un efecto similar a la de una explosión. Su plan es utilizar su anillo de amistad con las bestias para disminuir la sensación de peligro y así poder acercarse lo suficiente como para capturar a la criatura. Aunque se pregunta si la criatura no podrá desaparecer incluso luego de ser capturada. ¿Quizás un oppugno podría ser más adecuado?

Se acerca con cuidado y trata de crear un lazo con el primer pajarraco que ve, a través de su anillo. Por supuesto, agrega de sus propios conocimientos -aprendidos en el grimorio de gryffindor- para tomar decisiones adecuadas para no alarmar a la criatura y, por el contrario, tratarla como una alianza adecuada. Goderic avanza a paso lento y puede notar como el diricawl parece titubear con cada paso que el mago da. Puede sentir que si da un pequeño paso en falso, la criatura hará un estallido de plumas y desaparecerá de su vista. Sin embargo, luego de tensos segundos (o minutos, ya perdió la sensación del tiempo) logra capturar a la bestia.

Con esta nueva criatura, ya había conseguido 3 a su colección. Era hora de continuar con su viaje, la pregunta era ¿qué criatura elegir? Por tiempo, duda lograr conseguir una de clasificación XXXX, por lo que solo tenía tres opciones: cangrejo de fuego, fwooper y un billywig. Lo duda y cree haber tomado una elección.

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Viviendo all límite:

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