El Maletín de Newt

[Valky]

Segundo intento de capturar el Cangrejo de Fuego

Valkyria Karkarov

 

Teniendo a los demás cangrejos de fuego entretenidos con el  Snallygaster, parecía que el atrapar al cangrejo de fuego sería más sencillo, de todas formas volvió a mover la varita para que un nuevo Ignea Maxima la protegiera de las llamas de la criatura le enviaba cada tanto. La arena le dificultaba un poco el moverse a pesar de que se había quitado los zapatos de tacón y ahora estaba descalza. El encargado de conceder el permiso para ingresar al maletín, la había quedado mirando muy rato cuando le pidió que se los cuidará, pero luego simplemente los guardó.

—Incárcerus— dijo la castaña invocando tres gruesas cuerdas que esperaba y fueran suficiente para que la criatura dejara de moverse y de atacarla, sin embargo una de las cuerdas fue interceptada por el fuego y cayó hecha cenizas a la arena.

—Sin matarlo… sin matarlo… —Se repitió nuevamente, repasando en su mente varios hechizos que sin duda lograrían neutralizar a la criatura, pero a un costo demasiado alto. —Bien, veamos si esto funciona— murmuró mientras esquivaba una llamarada, a pesar de que estaba protegida contra las llamas, podía sentir el calor del fuego y ya estaba toda sudada.

—Fortificum—Dijo invocando lo que esperaba fuera una muralla en forma de círculo, que aunque no estaba del todo cerrada, aprisionaría a la perfección a la criatura. La muralla estaba hecha de piel de dragón así que era resistente al fuego. Observó cómo poco a poco su invocación cubrió casi por completo al cangrejo de fuego, neutralizándolo y con vida.

Frente a ella a un par de metros de distancia volaba el corpus patronus, pero este desapareció con un movimiento de varita, ya no lo necesitaba, había conseguido cumplir con el objetivo. Apenas desapareció la criatura, volvió a ser expulsada del maletín. Estaba con el cabello hecho una desgracia, sudada y llena de arena, pero ahora tenía en su haber a un nuevo cangrejo de fuego. Volvió a mirar la lista y aunque deseaba ir por el Nundu, quería probar suerte nuevamente con el Diricawl, no podía ser que capturara un cangrejo de fuego y que un ave se le escapara. 

Un bello 0, como hacen sufrir estos dados T_T

[toji]

Tazz Malfoy

Segundo intento de capturar un Billywig (post 3) 

Atento a que los demás Billywig no se percataran del movimiento que iba a realizar en contra del bicho solitario. En silencio dio pasos cortos y precisos para no alertar al resto, las ramas pequeñas en el suelo crujían lentamente, pero eran ahogados por los zumbidos del enjambre y eso era un punto a favor del Malfoy. La estrategia que tenía en mente era inmovilizar al Billywig con algún encantamiento y luego capturarlo, pero para ello tenia primero que deshacerse del grupo grande que tenía más adelante. Si hacía un movimiento en falso y atacaba directamente al solitario Billywig, el resto que tenías junto a él se le echaría encima y bueno… se cebarían con el pelinegro y con mucha razón. 

—Incendio— susurró el Mlfoy. Con la varita apuntó hacia el grupo de Billywig que estaba más lejos y de ella salió una llamarada de fuego denso que viajaba hacia el enjambre. Describiendo unos movimientos raudos con la varita el mago hizo que se creara una pequeña pantalla de llamas que separaban al Malfoy y el solitario Billywig. Consiguió su objetivo, separó al enjambre del pequeño Billywig que se había quedado rezagado para alimentarse de las ballas y frutos que colgaban de los árboles más próximos a Tazz. 

El pequeño se dio cuenta de lo que estaba haciendo el Malofy y se encaró hacia él, con el aguijón preparado para picarle sin siquiera advertir de que el mago aun tenía la varita levantada, dispuesto a usarla en su contra, pero eso no detuvo al pequeño Billywig. Voló hacia Tazz y en el mismo brazo con el que sostenía la varita le picó con su largo y ponzoñoso aguijón provocando que soltase la varita por el suelo. Así mismo, el efecto del veneno empezaba a surtir efecto lo que le provocó que empezara a levitar descontrolado por los aires. Tazz no paraba de girar y girar sobre sí mismo mientras ascendía hacia el cielo, tenía náuseas y la cabeza le daba vueltas y se sentía mareado. Rápidamente pensó en la curación a la que le daba acceso los conocimientos del libro de la fortaleza al que se había vinculado hace tiempo. Funcionó, poco a poco los efectos del veneno fueron mitigando lo que también había provocado que dejase de subir, ahora en cambio empezaba a descender, descontrolado. 

—¿Dónde está? — con las manos rebuscó en su cuello para verificar si aún conservaba el amuleto volador que le permitía planear ciertas distancias. Desprovisto de su varita no le quedaba más opción que usar el amuleto para descender con seguridad. Se aferró a el y poco a poco tomo el control de su cuerpo para descender, planeando y descendiendo como si de una hoja de papel se tratase. Una vez en el suelo, fue a por su varita, el Billywig se encontraba un poco más lejos que la primera vez así que aprovecho la distancia para recoger la varita del suelo y apuntar al bicho. —Incarserus— vociferó de prisa hacia el billywig para aprisionarlo con la esperanza de poder capturarlo. Las cuerdas salieron despedidas hacia la criatura y se aferraron a su pequeño cuerpo haciendo que caiga al suelo inmovilizado… solo le quedaba ver cuánto le duraba aquella atadura. Por lo visto las cuerdas no funcionaron y el bicho huyó zumbando a toda velocidad. 

[Ludwig Malfoy]

Muriendo a manos del Nundu u.u

Ludwig 40 – 45 = Morido
Nundu asqueroso = 360

Cansado y mal herido, no sabía que hacer, intentaba esconderse de aquella fiera pero sabía que era imposible, su olor, su miedo y la sangre que goteaba lo delataba. No sabia cuanto tiempo le quedaba antes de que el Nundu lo descubriera y comenzara a atacarlo de nuevo. Observó entonces su pie el cual había sido mordido unos minutos antes, pese a los hechizos de curación realizados seguía sangrando y un color verde comenzó a teñirse en los bordes de las llagas, la infección estaba comenzando.

Su cuerpo se sentía bastante caliente y sudaba frio. Sus respiraciones aumentaron drásticamente y la vista se le borró, entonces lo peor sucedió, perdió el conocimiento un par de segundos pero fue lo suficiente como para perder el equilibrio y caer de la rama de aquel árbol. Al hacerlo inmediatamente despertó pero fue debido al crack de su mano derecha romperse contra su cuerpo. Además de todo el sonido había alertado claramente al animal quien corrió rápidamente al encuentro de su presa.

Ludwig estaba perdido, tenía la posibilidad de curar sus heridas y volver a empezar pero sabía que era algo muy difícil. Decidió entonces lanzar unas chispas con su varita hacia el cielo. Esperaba que con eso fuera suficiente pues el nundu se acercaba rápidamente para comerlo. Fue justo a unos centímetros de que lo volviera a morder que un grupo de miembros del concilio se hizo presente tomando al rubio para salvarse su vida y sacarlo del maletín en un estado bastante deplorable. Ellos se encargarían de curarlo antes de que muriera desangrado e infectado.

-Lo volveré a intentar, solo necesito un poco de más suerte, por favor déjenme intentarlo de nuevo – fueron sus últimas palabras antes de quedarse completamente dormido por los medicamentos que le fueron administrados para que pudiera descansar y recuperarse.

 

[Valky]

Segundo intento de controlar al Diricawl

Valkyria Karkarov 

Antes de escoger a la siguiente criatura que intentaría controlar, la castaña observó a su alrededor en busca de un buzón de sugerencias, a la próxima subasta que la inviten esperaba recibir un poco mas de información ya que por lo general son eventos de etiqueta, la ropa que estaba usando no era para nada la adecuada para visitar diferentes hábitat, había dañado un vestido costosísimo, aunque claro, nadie la obligaba a participar y probar suerte. 

Al no encontrar el buzón la mujer se encogió de hombros y por un momento estuvo tentada a probar suerte con el nundu, sin embargo, el nombre del Diricawl parecía burlarse de ella desde la hoja. Convirtiéndolo en un reto personal, volvió a solicitar una nueva oportunidad para poder controlar a la criatura.

Antes de entrar buscó en el bolso de cuentas que llevaba unos caramelos que había comprado en halloween, unos que petrificaban por un corto tiempo a quien los comía, el plan que había tenido desde un principio. Ya con ellos en la mano y con su varita en la otra, ingreso por tercera vez en el Maletín de Newt, esta vez estaba segura de que uno de los Diricawl sería suyo.

Nuevamente en la Isla Mauricio, con el agradable clima y la brisa marina revolviendo su cabello castaño, Valkyria empezó a caminar en busca de las escurridizas aves. El primer lugar en donde busco fue en donde las había visto la anterior vez, pero no había ni rastro de ellas y seguir las huellas le resultaría imposible por el mismo hecho de que tendían a desaparecer. Miró el reloj y el tiempo se acababa y ella aun quería hacer la prueba con un par de criaturas mas, así que mucho tiempo no disponía. 

Tomo una de las plumas que estaba en el suelo y tras un movimiento de su varita le puso un hechizo rastreador, la pluma empezó a vibrar en su mano y entonces la soltó, esta salió volando en la dirección contraría a la que ella había estado buscando. Luego de una larga caminata y de internarse más y más en el isla, Valkyria finalmente encontró al grupo de Diricawl, que asustados ante su presencia empezaron a aparecer y desaparecer.

—Tranquilos... tranquilos... solo quiero a uno de ustedes — Dijo vaciando en su mano un puñado de los Caramelos Petrificantes y luego los lanzo al suelo para que se los comieran. Guardó la caja y con paciencia esperó a que las aves, presas de la curiosidad empezaran a comer. —Petrificus Totalus— dijo apuntando hacia uno de ellos que al ver el rayó trató de desaparecer, pero el efecto de los caramelos se lo impidió el tiempo suficiente para quedar presa del hechizo de la castaña. 

—¿Y eso no pude hacer a la primera? —Se recriminó a si misma mientras tomaba en sus brazos a la criatura. 

[Ludwig Malfoy]

Intentando atrapar al Nundu 2.0
PV Lud: 100-0
PV Nundu 360-30 = 330
Recuperó el conocimiento horas después, al abrir los ojos se encontraba claramente en una cama de hospital con una solución intra venosa la cual le estaba proporcionando sangre, había perdido mucha y los sanadores apenas habían podido salvar su cuerpo. Observó sus heridas las cuales ya estaban sanadas, incluso la de la pierna que era la que más había sufrido. Pese a las heridas corporales, su orgullo era el que estaba realmente lastimado y no había nada más que quisiera más que regresar y darle una lección a aquella criatura.

Se levantó de la cama a sabiendas que los sanadores se lo impedirían y escapó de San Mungo para regresar de nuevo al concilio de mercaderes donde iban sacando a varios cuerpos debido a un ataque de gato wampus. Ludwig sabía que lo que quería era descabellado pero la mayoría que lo conocía sabía que esa era su personalidad, impulsivo y obsesivo, bastante predecible. Estaba listo para atacar y derrotar a aquella criatura.

-Dije que volvería y aquí estoy, me llevaré la cabeza de ese nundu a como de lugar – dijo a los miembros del concilio a quienes en realidad las acciones del Malfoy le importaban poco, le dieron paso de nuevo al maletín y le desearon un poco de suerte para dejarlo ir de inmediato.

Ingresó de nuevo, el lugar no había cambiado, los rastros del animal seguían intactos y el riachuelo posiblemente sería el lugar en el que Nundu estaba. Esta vez lo sorprendería para que fuera el rubio el primero en atacar, tenía su varita en mano y todo el animo para derrotarlo, incluso en su poder un cuerno de erumpent para en caso de no poder vencerlo, con eso derrotarlo. Al llegar lo vio, alimentandose y desprevenido, era el momento perfecto para atacar, se avalanzó y dijo:

-Disparo de flechas - de inmediato un grupo de flechas salieron disparadas de su varita listas para impactarse en el cuerpo del animal, el cual comenzó a sangrar, aulló de dolor y se hizo un poco para atras. Ludwig estaba feliz, había dado su primer ataque.

 

[Noeline Malfoy McFarlan]

Tratando de controlar un gnomo

 

La pelirroja ya tenía en su poder un Diricawl, no había sospechado que fuera tan fácil hacerse con la primera criatura, pero ahí estaba ahora con una nueva ave. Sin pensarlo mucho se dirigió a la siguiente, con grandes esperanzas en aquello que podría encontrar. Tal vez un Occamy con su figura de color similar al de una serpiente, pero de un plumaje colorido. O una acromántula difícil de controlar, pero cuyo veneno era muy bien cotizado en el mercado negro.

Cuando llegó a un clima muy similar al de su hogar, llevaba esos pensamientos en su cabeza, y le llamó la atención que no fuera un lugar exuberante sino lo más normal que podría imaginar. En un rincón señalaba que el norte de Europa era el habitat de la siguiente criatura un gnomo. Un suspiro de decepción salió sin poder controlarlo. Continuó leyendo, hasta que llegó a u apartado muy extenso, y con letras grandes y brillantes donde indicaban que la saliva de gnomo era beneficiosa para los magos y brujas, y que además de eso daba habilidades artística a aquel que la usaba. ¿Cómo podía haber gente que creyera en aquellas sandeces?

Se encaminó para mirarlos más de cerca, ya que estaba ahí al menos intentar que no fuera un desperdició. Cuando, sin darse cuenta uno de los gnomos se abalanzó hacia su brazo izquierdo mordiéndole un dedo. ¿Sería verdad lo que decía esta gente? No perdería nada si probaba. Hizo aparecer tinta y un pincel, sin tener claro como la saliva de gnomo podría servir, ni siquiera se le ocurría que podía realizar. Y divagando en su mente no paraba de venir una y otra vez una sola idea. Quería un dragón. Sería increíble tener uno más y si se lo podía ganar en ese maletín mucho mejor, cuando se alejara de este habitat tendría que averiguar si era posible conseguir alguno, si no lo conseguía para si misma, por lo menos sería divertido observarlos.

Su mente todavía revoloteaba sobre ese deseo, sin darse cuenta que su mano había ido recorriendo el papel, dejando tinta en los lugares apropiados y comenzaba a formarse una cabeza. Justamente, sus pensamientos dirigían lo que hacía y la forma que iba surgiendo era la de un dragón. Ya había escuchado que algún muggle había dicho que las esculturas moraban en el interior de la roca, o algo similar, pero no recordaba haber escuchado que los dibujos podían habitar el papel y que la tinta simplemente lo mostrara, o tal vez esa intención artística brotaba de ella. Pero sabía que no era posible, nunca le había interesado el arte en general, y mucho menos el dibujo en específico.

El dibujo parecía representar a un Ridgeback Noruego con las fauces abiertas, aunque extraño le daba la impresión de que aquella bestia, capaz de destrozar criaturas poderosas y seres humanos competentes, estaba riendo. Al considerarlo la comisura de su boca se levantó ligeramente en un intento de sonrisa imitando a la bestia. En realidad estaba muy contenta del resultado obtenido, aunque fuera inesperado.

 

Editado 23 de Abril del 2022 por noe_snape

[Ludwig Malfoy]

Intentando atrapar al Nundu 

PV Ludwig: 100
PV Nundu: 330-60=270

El primer ataque había funcionado con éxito, la bestia rugía de dolor pero también por  odio debido al daño causado. Mientras tanto el rubio levantaba los brazos en modo de defensa para esperar un ataque más sin embargo éste no se dio y entonces el Malfoy se preparó para lanzar su segundo ataque, en esta ocasión trataría de ser un poco más agresivo para poder acabar con aquella criatura lo antes posible y salir victorioso de aquel maletín.

Rápidamente y antes de qué el Nundu intentará recuperarse lanzó un - sectusempra- el rayo impacto de inmediato en la cabeza del animal causando que una gran cantidad de heridas sangrantes aparecieran en todo su cuerpo provocando dolor y debilidad.  Por un instante incluso Ludwig sintió lástima por la criatura pero vio que ésta pese al dolor y la pérdida de sangre ahora estaba más furiosa que antes y se preparaba para atacar. 

Entonces dijo - fortififum - un muro gigante apareció entre el animal y Ludwig a tiempo mientras la criatura se le abalanzaba para morderlo. Logró permanecer a salvo para poder planear su siguiente estrategia, aún tenía el cuerno de erumpent a la mano y listo para lanzarlo pero lo usaría en un momento más apropiado para evitar gastarlo en vano - ahora no te ves tan furioso eh - le grito listo para volver a atacar.

El nundu rápidamente dio la vuelta al muro pero Ludwig ya estaba preparado con otro ataque, en esta ocasión dijo - incarcerus- tres gruesas cuerdas salieron de su varita para amarrar a la criatura, una se iría a las patas traseras y otra a las delanteras mientras que una más se amarraría a su hocico para evitar que pudiera morderlo, sin embargo el ataque no fue lo suficientemente fuerte y solo logró que se amarraran las cuerdas del hocico, al menos por ahora estaría a salvo de sus mordidas. El animal estaba furioso pero Ludwig se sentía seguro de que dentro de poco lo vencería y ganaría una criatura más.

 

 

 

[Noeline Malfoy McFarlan]

Tratando de controlar un Billywig

Rol 1 de 3

 

 

Todavía podía sentir el latir de uno de sus delgados dedos, intentaba distraerse para olvidar el dolor y que pase la sensación, pero esta persistía. A pesar de sus intenciones se dejó llevar y miró su anular, ahora un poco más grueso, se había hinchado y tenía un color rojizo. Esperaba que desapareciera pronto, porque aunque el dolor era menor la molestia era constante.

Saliendo del hábitat de los gnomos comenzó a curiosear en las más cercanas. Había una región boscosa, con flora muy abundante que no dejaba visibilizar a sus habitantes, quienes probablemente moraban en las copas de los árboles. Si fueran un poco más evidentes tal vez se animaría a ingresar. Siguió andando con la dudo aún en la memoria ¿Y si acaso ahí habitaban demiguises? Se habría perdido una oportunidad de conseguir una criatura verdaderamente interesante y hermosa. Si luego veía una oportunidad desandaría sus pasos y probaría suerte pero por ahora no quería volver atrás.

Bajó por una gradas de piedras en donde resonaban los pasos dados con sus botas. La persona que se hiciera con el maletín tendría un lugar muy encantador y amplio. Decidió adentrarse a un nuevo espacio, pero al sentir las altas temperaturas y la humedad presente se detuvo al primer paso, sería mejor localizar otro lugar más amigable. El calor y la humedad no iban con la Malfoy. Mirando una nueva opción dio con un lugar que era cálido, pero con temperaturas más amigables. Era evidente donde estaba, tenía que ser una imitación de Australia, cualquiera que viera los enormes insectos en el aire podría deducirlo, aunque por su tamaño podrían ser confundidos por aves.

–Meigas Fritas– soltó sin poder contenerlo, al instante en que frente a sus ojos volaban al menos una docena de los insectos de brillante color azul. Recordó que se rumoreaba que los aguijones secos de los Billywig eran uno de los ingredientes de esa golosina. Hasta el mismo dueño del maletín donde ahora se encontraban, había visto necesario mencionarlo en su famoso libro.

[Ludwig Malfoy]

Intentando atrapar al Nundu 2.0

PV Lud: 100
PV Nundu: 270-60 = 210

No lo podía creer, había logrado detener al nundu al menos sus primeros movimientos y esperaba poder tener la misma suerte en sus siguientes movimientos. Ahora la bestia se encontraba atada del hocico aunque sus patas aún podían moverse con libertad, fue tan solo cuestión de tiempo para que la criatura pudiera liberarse con ayuda de sus patas y nuevamente se pusiera al ataque. El dolor de sus heridas y la sangre que seguía corriendo a través de ellas lo obligó a detenerse unos minutos para poder lamérselas y tratar de curarse.

Ludwig se sintió mal por un momento pero recordó el daño que le había causado la vez anterior, aún recordaba con odio como casi se convertía en alimento de nundu, su pierna desgarrada y las heridas infectadas, sin embargo no podía ser rencoroso, después de todo aquella bestia solo se intentaba defender y Ludwig era aquí el cazador. Definitivamente no quería hacerle daño pero si necesitaba debilitarlo para que fuera sencilla la captura y el traslado hacia fuera del maletín, motivo por el cual decidió concentrar su energía oscura y atacar con un poder mucho más tenebroso.

Se concentró y utilizando su conocimiento de las sombras decidió invocar a las criaturas de las sombras. Todo se volvió oscuro durante un momento y entonces el nundu presintió que algo raro estaba ocurriendo, ocultó su cola entre las patas mientras veía como un grupo de sombras se materializaban y lo rodeaban. Éstas eran feroces y voraces, de inmediato hicieron caso a las instrucciones del rubio y atacaron con sus garras y colmillos al nundu el cual rugió de dolor. No solo estaba atemorizado, ahora se encontraba más herido y solo era cuestión de tiempo para que finalmente se rindiera ante el Malfoy.

Ludwig hizo una seña para que las criaturas pararan su ataque, éstas se detuvieron pero no se retiraron, se veía que estaban divirtiéndose con aquella escena y querían más. Pero Ludwig necesitaba conservar al Nundu con vida así que lo mejor sería ser más sutil con sus siguientes ataques.

 

[Noeline Malfoy McFarlan]

Tratando de controlar un Billywig

Rol 2 de 3

 

Qué se supone que tenía que hacer con este enorme bichejo. Eran bastante inofensivos, aunque una de sus picaduras podía doler más aún que la mordida que ya se había ganado con la bestia anterior. Con el tamaño del aguijón no sería muy amigable. Pero... ¿Cómo era posible que lo hubiera olvidado? Le gustaban los animales pero algunos de ellos eran tan exóticos que se le escapaban muchos detalles, además de que cuando cursara Hogwarts no le había atraído la materia de Cuidado de Criaturas de Mágicas y la había evitado.

Pero olvidar un detalle tan icónico era inconcebible. Estos insectos eran muy famosos porque le permitían a su víctima levitar sin ninguna ayuda adicional. Que es más cuando había estado viajando le habían propuesto ir hacia Australia para participar de una especie de fiesta donde la mayor novedad eran justamente estos insectos, los magos siempre adeptos a elevarse del piso abusaban un poco de esa propiedad. En esa ocasión la situación había tomado otro camino y no había podido ir, pero en esta ocasión era diferente. Estaban muy cerca, al alcance de la mano.

Aunque la Malfoy prefiriera siempre la escoba por sobre cualquier otro medio de despegarse del suelo, la seguridad que esta le daba era incomparable, tampoco podría perder una oportunidad tan evidente. Adelantó sus pasos hacia donde se congregaban para verlos más de cerca esperando que no decidieran volar alejándose de ella. Y aún un poco indecisa, la opción de un poco de diversión la mantenía cerca en espera de que alguno se acercara y la picara. No era plan obligarlos a realizarlo así que espero debajo de ellos un largo momento.

Miraba indeferentemente a uno y a otro lado en la continua espera. Cuando planeaba retirarse, porque no le atraía azuzarlos, no era propio de ella una actitud tan indigna. Hasta que de repente sintió como en la parte anterior del brazo el aguijón penetraba su carne.