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La niebla


Ludwig Malfoy
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Se encontraban en el último piso del Ministro de Magia. Presidiendo desde el gran escritorio de madera maciza se encontraba el Malfoy hablando con seriedad y preocupación, a medida de que detallaba los hechos que habían provocado aquel percance en Hogsmade. A su alrededor se levantaban varias sillas de cuero, ni la mitad de ellas se encontraban ocupadas por los directivos a los que les correspondía estar. La atmósfera era tensa y seria, los escasos presentes estaban enfocados en el asunto que les citaba esa mañana y no levantaban los ojos de su Ministro. 

La nueva propuesta era crear un domo para encerrar la niebla y que no continuara expandiéndose los datos del evento indicaban que si no se realizaba algo al respecto pronto se volvería incontrolable. Le preocupaba las personas que habitaban en Hogsmade y en sus alrededores, especialmente los maestros y estudiantes de Hogwarts, era una comunidad numerosa y requería la atención necesaria. Por suerte al ser un pueblo habitado únicamente por magos y brujas les libraba de cualquier conflicto con las autoridades muggles.

—Está bien padre, trasladémonos lo más pronto posibles.— No tenía idea de cual sería el transporte más seguro para movilizarse en tales circunstancias, tal vez el tren sería una opción aunque resultara un tanto ostentosa. De inmediato tomo un pluma y un papel violeta, que luego de escribir sello y multiplicó y con un movimiento de varita tomó la forma de avión y se distribuyó por todo el edificio.

Quote

 

El Ministro necesita la colaboración de todos los departamentos. En breve marchamos a Hogsmade.

Atte. Noeline Malfoy
Asesora del Ministro

 

Tan sólo unos minutos habían pasado desde las palabras que había mantenido con su padre cuando se unió a él. Tenía personas en espera para entrevistarse con el Ministro, pero su vista se fijó en un hombre en particular. A pesar de las discrepancias con las autoridades del MACUSA, un miembro de un equipo especializado había llegado al lugar. Se mostró amable con el mago, aunque le preocupaba la participación de los estadounidenses en esto, en especial con las última palabras que habían cruzado con su presidente.

 

@ Ludwig Malfoy @ Malum Luxure @ Darla G Dumbledore @ Mael Blackfyre @ Ada Camille Dumbledore @ Anthony R. Dracony M.  @ Mica Gryffindor @ Syrius McGonagall

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Draco&Draco
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Frente al local de @ Jeremy Triviani

Miré el muro junto a la puerta principal... hace algo de tiempo de aquel suceso con el dragón fuera de control... *Suspiro profundo* pues después de aquel día, no volví a visitar a mi amigo Jeremy (Sobre todo porque Julio mejoró con su terapia y ya no fue necesario acompañarle). Ahora que lo pienso, me siento culpable de no buscarle al menos para saludarle y ponernos al día. Como no cuento con mucho tiempo, al menos trataré de disimular el motivo de mi visita, así que llamo a la puerta y esta se abre dándome paso al interior, con esperanza de que sea el mago rubio quien me atienda.

El lugar está bien presentado, unos elfos bien entrenados, se encargan de pacientes que van a internarse y otros que aguardan por su consulta o de aquellos que programan su cita posterior. Es un gusto regresar aunque ya tengo entre "ceja y ceja" una estrategia para sondear la situación.

Un anciana bruja me aborda con una sonrisa amable, se presenta y me extiende su mano en son de saludo... tardo en tomarla y ella sonríe mencionando que detecta que no "ando muy bien de la cabeza"... aquella afirmación seria, me sonó más bien a modo de preocupación, pero entonces mi sonrisa se amplio bastante mientras le contesto alegre -- ¡Ah, es cierto, pero es mi forma de ser, gracias pero me encanta. Disculpe, se encuentra el mago Jeremy Triviani? me interesa saludarlo. -- Aguarde unos minutos y de paso inquirí con despreocupación: -- Todo marcha bien, ¿cierto? ninguna novedad o problemilla, eh, que la última vez, nos tomo algo de trabajo esa poción con la que experimentaban...-- Me toque el mentón... ahora que lo pensaba, en aquel acontecimiento, no vi a la bruja apoyar a los demás médicos o a los propietarios, tal vez ni siquiera tuviera conocimiento de lo acontecido. 

 

En la Mansión Malfoy

 

Sujeto entre mi mano mi varita, con un paño pulo la superficie de su cuerpo, tiene bastante que no le doy cuidado como se merece, así que me niego a bajar al comedor cuando el elfo me anuncia que ya esta la cena y que la familia me aguarda (No estoy enterado de que miembros de la familia se encontrarán en casa), pero pensativo de lo que sucedió en el local de mi amigo Jeremy, trato de decidirme en que hacer ahora. No es tan tarde, apenas las siete, aunque el cielo ya está oscuro y el silencio es muy marcado, tanto así, que sin dificultad escucho el aletear de un ave que se acerca a la ventana. Levanto la vista, pienso que no puede ser Kautet, el suele cazar en los bosques cercanos durante la noche. 

Veo llegar a una lechuza cobriza bastante grande, la mensajera tiene atada a su pata, una misiva con el sello del Reino de Escocia... me levanto como impulsado por un resorte ¡¡¡ ??? ¿Qué habrá pasado? paso saliva con dificultad... ¡Un siglo sin tener noticias de las Reinas y ahora recibo una carta!

Sin sospechar el asunto de la carta o la encomienda que porta, tomo el pergamino, rompo el sello de cera... las manos me tiemblan ligeramente. Será complicado seguir mi investigación si me han designado alguna tarea como Embajador.

Leo y necesito hacerlo dos veces... los que enviaron la carta son miembros de la Cámara de Lores mágicos del Reino... al parecer algunos profesores del colegio Hogwarts (Como @ Adrian Wild ) han informado  sobre su preocupación de la extraña niebla que cubre Hogsmeade y que ha aumentado de un Km a cinco Km en unos cuantos días y temen por la seguridad del alumnado como del profesorado. Como Orientador Vocacional y Embajador, han considerado que intervenga en el asunto, así que la petición, es acudir al célebre colegio y prestar ayuda a los maestros.

Me tomo unos minutos para cambiar mi vestimenta por un traje negro con solapa violeta brillante, entonces también aparece como avioncito de papel, un mensaje de mi prima @ Noeline Malfoy McFarlan  

--¡¡Ah!!... irán a Hogsmaede, creo que me integraré al grupo. Tal vez tengan información más reciente.

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  • 2 semanas más tarde...

Calles de Ottery St Catchpole

Estaba preocupada por haber enviado a Martelac cerca de Hogsmade que es un pueblo enteramente mágico de Gran Bretaña, pero según la información de ese periódico, aunque no era reciente, ese pueblo estaba bajo una niebla extraña, por lo que esperaba que realmente su amigo no se acercara demasiado al pueblo.  Por la que tenía que decidir si se involucraría o no en tal asunto.

Ir al ministerio de magia nunca le pareció una opción viable, pues, su experiencia no era la mejor, primero durante demasiados años el ministro era miembro de la familia Malfoy una familia involucrada con la magia oscura y con los mortifagos y eso era bien sabido entre los fenixianos y ella misma participo en muchas redadas en esa mansión.

Por otro lado, sabía quién era Juve su bisabuela, a quien escucho hablar sobre ella ante su abuela Aleera y de este modo y sabiendo que ambas mujeres pertenecen a dicha familia, ella misma concluyó que probablemente también podían estar en dicha organización y ese mismo día abandono su casa materna y no ha regresado.

Sabía que el último año antes de irse, un nuevo ministro ejercía, pero no tenía claro cuál era su lealtad, aunque trabajaba para el ministerio en varios casos como Sanadora y directora de San Mungo y bajo este cargo viajo a Japón y China para aprender de medicina oriental y además con intención de alejarse de todo el dolor que experimentaba.

Decidió que lo mejor era pedir a su elfo que regresará por lo que lo llamo porque no deseaba que le sucediera nada, entonces ¿cómo podría ayudar?

Por suerte el llamado al elfo fue exitoso o este averiguo rápidamente y regresó y le informo que en otro poblado encontró información sobre la gravedad del asunto y que las personas ya estaban advertidas que incluso podría llegar hasta ellos.

—Necesito que busques a Daichi porque tal vez lo necesitaré – y con un Crack Martelac desapareció hacia Japón.

Ir al ministerio de magia para informarse no parecía la mejor opción, pero tal vez era lo mejor si quería involucrarse para ayudar— qué más da— se dijo a sí misma sin tener idea de quien era ministro.

 Daichi Shinozaki

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Daichi estaba hablando en ese momento con Nao en Nara Japón que era el lugar de nacimiento de la bruja que en ese entonces estaba visitando a su familia que era justamente exmiembros de los inefables en el ministerio de magia de Londres siendo el abuelo de la chica uno de los que en los tiempos d ella segunda guerra mundial había usado los giratiempos para regresar al pasado y tratar de arreglar algunos sucesos de forma secreta reclutados por mismo ministro de magia de aquel entonces.

 

Martelac apareció ante ellos para darle un mensaje a Daichi y que este fuera en ayuda de su amiga y aunque Bodrik solo menciono el nombre del chico, Yoshikawa también quería ayudar.

@ Ludwig Malfoy

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Leland Gaunt en las calles de Ottery

El mago estaba tan sorprendido como la mayoría de la población por lo que estaba ocurriendo en Hogsmeade, en parte se sentía muy intrigado y curioso por saber la clase de magia que se había originado en aquel lugar. Le hubiera gustado también conocer a los creadores de semejante atrocidad para que compartieran sus conocimientos con el mercader, sin embargo no le quedaba de otra más que encoger los hombros y esperar a tener noticias de lo que ocurría. Tampoco era tonto, no deseaba exponer su vida para ser asesinado por aquella niebla, sin embargo deseaba ir o al menos experimentar con lo que tuviera a la mano.

Fue entonces que una mujer hablando con su elfo le llamó la atención, la chica se notaba claramente preocupada y la pequeña criatura había desaparecido rápidamente, posiblemente a buscar a algo o alguien. Tal vez aquello sería una especie de señal para acudir a la zona de la niebla acompañado de alguien. Sonrió de oreja a oreja enseñando sus amarillos dientes, se acomodó las gafas y comenzó a caminar en dirección a la chica que se había quedado sola.

-Es una gran tragedia ¿cierto? – dijo mirando a la bruja, examinando cada movimiento para saber si era posible manipularla al grado de acudir juntos a Hogsmeade – me pregunto si la gente de allá se encontrará a salvo, por lo que se no hay comunicación alguna con Hogwarts y el ministro ha solicitado todo el apoyo que se pueda requerir para rescatar a los pobladores – comentó sin siquiera pestañear – pero que grosería la mía, deje me presento, soy Leland Gaunt, soy mercader y usted ¿Cómo se llama? – finalizó mientras volteaba a ambos lados para ver si no había llegado nadie más.

@ Bodrik

Ludwig Malfoy – Ministerio de Magia

Todos los trabajadores expertos se encontraban fuera ya del ministerio, la mayoría de la gente eran uniformados de la policía ministerial pero también se podían observar aurores, empleados y voluntarios. Frente a ellos se encontraba el rubio quien comenzaba a buscar en su bolso de piel de moke un pequeño objeto. Se trataba de una réplica del expreso de Hogwarts la cual colocó en el suelo para después realizar un conjuro especial. En cuestión de segundos la locomotora comenzó a crecer exponencialmente ocupando toda la calle central.

-No se diga más, todos a bordo – gritó y la gente comenzó a movilizarse hacia el tren – nos acercaremos tanto como podamos pero no ingresaremos a la niebla con el tren, únicamente aquellos preparados y con equipo de protección o hechizos como detritus, por lo que sabemos el mínimo contacto causará daños potencialmente mortales.

A su lados se encontraba su hija Noe quien se había encargado de todos los preparativos. Ludwig intentó sonreír pero le costaba mucho trabajo poder pensar de manera positiva. De cualquier modo prefería estar en el lugar de los hechos apoyando y mostrando un poco de solidaridad con las víctimas. Una vez que toda la gente había abordado el tren, la locomotora comenzó su trayecto a toda velocidad. Tardarían algunas horas pero prefirió decir – fulgura nox – de inmediato se abrió un portal el cual trasladó a todos los pasajeros hacia una zona muy cercana a Hogsmeade, habían llegado en menos de diez minutos. Ahora estaban más cerca que nunca de la niebla.

@ Noeline Malfoy McFarlan

 

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Antes de aparecerse a las cercanías del Ministerio Mágico Inglés, se tomo un tiempo para prepararse para clasificar aquellos objetos que llevaría a esa expedición riesgosa hacia el lugar donde se halla la extraña neblina.

A pesar de no sentirse tan seguro de la repentina decisión, dio una revisión rápida a sus objetos mágicos... algunos los tomaba para mirarlos detenidamente evaluando si de verdad serían útiles en está situación... muchos tuvo que dejarlos, no debía cargar con cosas innecesarias por el momento, estuvo tentado a elegir el escudo de Krygten, pero la niebla es algo muy distinto al agua, así que lo descarto. También cavilo sobre la espada de otoño... quizá... si, tal vez le fuera de ayuda. Al tomar en su mano la flauta de Sheena Ktam, exhalo con fuerza, era muy remota la posibilidad de requerirla pero... mejor llevarla y no necesitarla, que lo contrario y lamentarse de no tenerla consigo. La guardo en el bolso de piel de Moke. Con las pociones no tuvo problema alguno para elegir seis de ellas, las que guardo sin titubear el el bolso, sonrío triunfante al agregar a las otras pociones, la poción incorpórea, esta si que le sería muy útil para evitar hechizos... si "jugaba bien" podría obtener información valiosa...

Al considerar que se encuentra con el equipaje listo, el peliverde mago gira sobre sus talones y se aparece dos calles abajo de la Edificación en que se alberga el Ministerio, así que camina hacia la entrada principal y ve como su primo está ocupándose de agrandar la replica del tren de Hogwarts que gano en aquella Subasta especial organizada por el Ministerio... si que está siendo bastante útil ese transporte mágico.

Apresuro el paso, ya que los voluntarios y personal ministerial, comenzaban a abordar el tren.

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Nada más que desapareció Martelac y un desconocido se acercó a ella mencionando la tragedia de la que recientemente se acababa d eenterar gracias al periódico de hace un par de semanas que encontró arrugado y tirado en plena calle y como esa era la información que poseía aparte de un poco lo que dijo Martelac aunque a decir verdad no poseía demasiado.

 

—Cierto— dijo un poco dudosa, pues no solía hablar mucho con extraños – ¿Sabe cuál es la naturaleza de esa niebla?— quiso saber un poco más, aunque estaba debatiéndose sobre ir al ministerio, quizá esa sería la mejor opción si quería conocer más del asunto.

 

El hombre continuo hablando al respecto y la bruja escuchaba atenta intentando obtener más información y lo le dijo sobre los pobladores, hizo que la bruja decidiera que pese a sus prejuicios debería ir al ministerio para ofrecer su ayuda como sanadora y tratar de ayudar a los pobladores del pueblo - Mucho Gusto señor Gaunt, mi nombre es Lockhart, Bodrik Lockhart.— Dijo la verdad aunque realmente no sabía si podía confirmar en un mago que no conocía para nada.

 

Deberíamos ir al ministerio de magia británico para ofrecernos a ayudar, pues ir sin un plan nunca es muy sensato y más cuando se trata de la vida de tantas personas – afirmó, pues tenía experiencia como directora del hospital mágico. 

 

Soy sanadora y si quiero ayudar no puedo ir directamente al lugar de los hechos debo estar en un punto seguro para atender heridos, si desea ayudar acompáñeme al ministerio de magia –

 

Obviamente, ella todavía no sabía que el ministro junto a otras personas planeaban viajar en un tren hacia el poblado, además en este punto del tiempo, no han salido.

Quería también darle tiempo a Ddaichi de llegar hasta Londres y partir juntos hacia el ministerio y un lugar donde el mago le ayudara con pacientes, y ahora mismo olvidaba que podía apoyarse en otros de sus amigos para esa labor.

 

Bodrik siempre traía consigo un Belsito de piel de Moke que tenía un hechizo de amplitud que le permitía tener todo lo referente a curación, pociones, runas, y todo lo referente a los objetos mágicos de los libros, así podía usarlos siempre de ser necesario.

 

@ Ludwig Malfoy

 

 Daichi Shinozaki

 

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Daichi escuchó atentamente a Martelac quien ya era familiar gracias a la Amistad que tenía con Lockhart, así que solo debía prepararse bien para ir a Londres y ayuda a Bodrik con la tarea de salvar vidas y como Nao también deseaba ayudar con ello, los retraso algunos minutos mientras la bruja buscaba también sus cosas.

 

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  • 2 semanas más tarde...

 La mansión estaba más silenciosa que lo que recordaba. El frío reinaba, pese a que la temperatura externa indicaba algo muy diferente. ¿Dónde estaría Mael? Nada sabía de él desde hacía algún tiempo. ¿Estaba preocupada? Claro que lo estaba, pero confiaba en que el muchacho sabía defenderse bien. No la necesitaba, ella lo necesitaba a él. Así era como funcionaba su vida, en general. No sería el primero ni el último en dejarla atrás sin recaudo ¿qué esperaba?

¿Cómo evitar sentirse tonta si volvía a caer en la misma trampa? Cambiaba el artífice, no el artificio. ¿Nunca se cansaría de confiar?

Se dedicó a cerrar una a una las ventanas, las puertas. No quería que nadie la viese llorar, pues estaba llorando. Esperaba que nadie la visitara un día como aquel, quería estar simplemente sola.

Una vez todo estuvo cerrado, dio ordenes expresas a los elfos de que no abriesen a nadie y que no la molestaran. Tomó una botella de tequila y se dirigió a su habitación. Llenó la bañera y se dispuso a relajarse en ella, dejando a mano aquel traslúcido líquido, por si necesitaba ayuda para vaciar un poco la mente.

No supo cuánto estuvo allí, pero el agua empezaba a enfriarse cuando decidió ponerse de pie nuevamente, un tanto mareada tras al menos media botella consumida. Unos golpecitos en su puerta la alertaban de que algo sucedía.

-Ya dije que no me molesten -inquirió, tras tomar la bata y ceñirla a su cuerpo, tambaleándose un poco en su andar.

-Ama, creo que de esto sí querrá saber…- la voz de su elfo, al otro lado, sonaba muy preocupada. El pequeño sirviente no aguardó mucho más, entró a la habitación murmurando respecto a un mal que recorría Hogsmeade y de que Hogwarts también, que cómo podía ser posible…

Tras varios intentos, preguntas y repreguntas, logró leer entre líneas que una inclemencia climática parecía estar afectando a los magos, brujas y criaturas. No necesitó saber más, corrió a la lechucería y garabateó una nota para el Ministro.

“¿Qué sucede? ¿Cómo puedo ayudar?”

Pero aquello le sonó tonto, así que regresó a su recámara, decidida a vestirse cuanto antes y ponerse en marcha. Una túnica verde oscuro y sandalias al tono fueron su atuendo elegido. Con el cabello aún empapado y sin mucho más cuidado, corrió rumbo a la chimenea, trasladándose por red flu hasta el Ministerio.

Pronto, recorría los pasillos que la separaban de su lugar de trabajo, sin golpear la puerta antes de irrumpir en la oficina de su amigo.

-Lo siento yo… simplemente no estaba en condiciones de venir antes… -de pronto no supo cómo había logrado tal lucidez, apenas percibía los restos de alcohol en su sistema.

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La neblina no rodeaba por completo no entendía de dónde salía esto sentía como el humo entraba hasta mis pulmones aunque inertes se sentía la sensación de ardor y molestia tenía mi amada hija en los brazos y aunque no era humana, debía evitar también la toxina. En el mundo mágico cualquier cosa era posible que pasara con una pasión hasta un vampiro podía ser afectado por ella así que era mejor evitarlo Mi pequeña hija ahora estaba allí conmigo tenía que sacarla a como ir al lugar. Pero era muy tarde ahora estaba completamente afectada por aquella Niebla y lo único que sentía era una Insaciable sed de sangre sentía como la necesidad me invadía por completo la garganta era un deseo tan fuerte que era imposible negar que necesitaba saciarla de cualquier forma nunca desde mi transformación había atacado a ningún ser humano de ninguna forma y ahora estaba completamente enloquecida por poder alimentarme con sangre humana traté de no inhalar traté de controlarme traté de que la voluntad no me abandonara porque en el momento en que la razón se nublara en ese momento empezaré a atacar a cualquier humano que estuviera cerca sin distinción por eso mismo cerré los ojos me ensimismé y traté de ignorar por completo La gran set que sentía me alejé al máximo de donde estaba mi hija Ella ya estaba fuera de peligro Ahora yo podía estar ahora ella estaba fuera de mi alcance y no la podría atacar solo esperaban encontrarme ningún humano al que pudiera hacerle daño.

 

No sabía cuánto me había alejado del lugar de donde nació la niebla, ni de mi hija pero al abrir los ojos solo divisé a mi alrededor un lugar lleno de árboles un gran bosque allí sentí el valor para recargarme en un árbol y sentarme quería estar aislada no quería percibir el olor de ningún humano Pues sería capaz de atacarlo y debería totalmente su sangre sin Piedad alguna. Suspiré y traté de estar bien de volver a mi centro Pensé en mis hijos Pensé en que en cualquier lugar en donde estuvieran estarían bien alejada de mí pero a cambio diferentes ocasiones no podía dejar de pensar ni dejar de sentir aquella sed Insaciable que me estaba carcomiendo.

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Ministre de la Magie Français // 🌙 dulce asesina by Mael

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Nara, Japón 

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El pequeño y valiente elfo, sabía perfectamente que su ama Bodrik le había enviado por Daichi porque necesitaba que este llegara rápidamente a Gran Bretaña en el menor tiempo posible, así que sabiendo esto espero a los japoneses el tiempo necesario para que pudiesen ayudar a su Amita en lo que necesitara – Martelac cree que paso algo feo y Amita puede salir herida— explico a los chicos japoneses que definitivamente estaban demorando más de lo que Lockhart podía esperar.

 

—Ya tengo todo, dijo Nao —sacando una bolsa grande con lo que parecía su equipaje y un bolso más chico con algunas cosas útiles, peor luego de un movimiento de varita, ambos se volvieron pequeños y pudo colgarlos fácilmente al igual que Daichi que estaba listo hacía muy poco.

—Tomen mi mano amo Daichi y señorita Nao los llevaré a ver a mi Amita Bodrik - Dijo el decidido Martelac sin contar con la intromisión de otro elfo que al igual que él estaba preocupado por la seguridad de su ama y no permitiría que le sucediera algo malo.

 

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Ami yo tabem ire – dijo Haruka tratando de hablar de forma que el elfo de Gran Bretaña le pudiera entender, pero siendo japonés el elfo estaba poco acostumbrado a hablar ese idioma y la costaba hacerse entender bien, sumado a que de por sí los elfos no hablan a la perfección.

 

心配しないで、助けに来てください Respondió la chica en japonés

Shinpaishinaide, tasuke ni kite kudasai

 

Entonces Haruka estaba aliviado sabiendo que tenía permiso de su ama Nao, entonces decidió ayudarla con el equipaje mientras ambos tomaban de la mano a Martelac que era quien realmente conocía el paradero de Bodrik y el último en tomar su mano fue Daichi y los 4 desaparecieron de Nara rumbo a las calles Oterry que era la ubicación donde Martelac había dejado a su ama Bodrik.

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Bodrik había quedado ahí como 15 o 20 minutos mientras Su fiel elfo Martelac regresaba junto a su algo Daichi sin saber que también vendrían Nao y Haruka, el problema fue la persona extraña que apareció en ese punto queriendo que la bruja ayudara a aquellas personas y por eso estaba decidida a dejar su orgullo de lado y presentarse al ministerio de magia con el fin de ofrecer sus servicios como Sanadora experta junto con su compañero en el hospital japonés donde estaba prestando sus servicios mientras estuvo en aquel país  aunque el joven la acompaño a china a capacitarse en medicina oriental y otro tipo de  magia que a la jovencita le interesaba mucho.

 

Un crac, aparecieron 4 dos elfos y dos magos, sorprendiendo a Bodrik que estaba a punto de marcharse con un comerciante rumbo al ministerio de magia junto a un comerciante que aseguraba querer ayudar a esa gente.

Editado por Bodrik
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Cuando había visto aquel arrebato en la subasta y la manera tan descuidada de dejar todo su dinero, aunque aquella fuera para una obra benéfica, no había esperado que el simple hecho se convirtiera en una cosa tan útil y de cierta manera en una firma del mago. Ahí se levantaba delante de ellos la enorme locomotora locomotora de vapor de color escarlata, con detalles en negro y dorado. Lugar al que comenzaban a subir funcionarios de varias áreas del Ministerio, dispuestos a dar su aporte en este caos que se desarrollaba en Hogsmade.

El viaje no duró mucho tiempo, teniendo siempre de su parte como aliado la magia que poseían ese tipo de cosas se resolvían casi de inmediato. Bajando del enorme tren podía divisar frente a ellos un muro de niebla. La niebla que azotaba el lugar y que pronosticaba sino una muerte segura, una serie de heridas y otros síntomas que caminaban hacia el sendero de la desvivificación, se mantenía contenida gracias a los hechizos de una serie de magos y brujas que habían conformado el equipo de avanzadilla que había enviado el Ministerio.

De manera instintiva llevó la mano derecha hacia el lugar donde guardaba la varita. Quería hacer algo por la gente que habita el pueblo, pero no sabía como ayudar. A lo lejos notó como uno de los magos del equipo se dirigía al punto donde habían arribado y aún continuaban bajando los demás trabajadores del Ministerio que acumulaban a su alrededor un zumbido de diálogos que por el tono eran evidentemente preocupados.

Cuando el mago llegó al grupo, (Cosa curiosa que un mago prefiriera correr tanto trecho en lugar de simplemente aparecerse, lo que hacía la preocupación.) antes aún de que emitiera alguna palabra, la Malfoy le indicó que le acompañara y avanzó directo hacía donde se había de encontrar su padre.

—Ministro!— Muchas personas al rededor del Ministro exigían soluciones y líneas de acción inmediatas. Entre ellas se encontraba Mica, a quien no había visto antes, cuando subieran al tren.—¿Cuál será la línea de acción? Pero antes deberíamos escuchar el reporte que nos trae...— y se quedó en silencio recordando que no conocía el nombre del mago y mucho menos se lo había preguntado cuando les dio alcance.

 

@ Ludwig Malfoy  @ Mica Gryffindor

Editado por Noeline Malfoy McFarlan

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