Celebración 234 de la Revolución Francesa

[Eliah Ryddleturn]

Había recibido el pedido que acababa de hacer al camarero, mientras observaba todo a su alrededor. Había gente que aunque no quería levantar sospecha, directamente con su forma de vestir lo  hacía. Era como bastante gracioso e irónico, pero ella no estaba ahí para inmiscuirse en los asuntos de nadie. Junto al vaso de Whisky le habían puesto un plato de queso, por lo que tomó un trozo mientras miraba el resto de carpas hasta que hubo una que la llamó la atención, con peluches y demás. Pensaba que estaría bien decorar algo mas los salones del castillo Selwyn con alguno de esos peluches ya que estaba allí.

Se tomó de un trago lo que quedaba en el vaso que la habían servido, y se dirigió aquella carpa de tiro absorta ante cual de todos los peluches quedarían bien en el salón. La snitch estaba bien, más que nada por si alguien quería tumbarse en el sofá a leer tranquilamente. Casi estaba llegando cuando una muchacha ( @ Ada Camille Dumbledore ) se agarró a la carpa como si estuviera mareada, no quería entrometerse, pero estando casi a su lado la tomó del brazo por si necesitaba mas sujeción que la carpa.

-Perdona...-puesto que no quería molestarla con su presencia ni ser un estorbó, solo ayudarla en ese momento- ¿Te encuentras bien?-preguntó mientras miraba alrededor por si había alguien que la conociera, aunque había un chico pero no estaba segura de que ese hombre fuera su acompañante. Había que destacar que lo poco que la rubia de ojos azules veía de aquella mujer la parecía bastante atractiva. Era lo que tenía ser una demonio súcubo, todos los humanos del género que fueran le parecían atractivos.

[Ada Camille Dumbledore]

 

El evento de la celebración era bastante importante sobretodo porque era posible que fuera el último que realizaría en un buen tiempo, ya que pensaba alejarme un tiempo del ministerio argumentando qué en casi cuatro años no me había tomado el requerido periodo de vacaciones y estaba pensando retirarme a la playa a descansar un buen tiempo. 
El viento era escaso en verano pero una ráfaga de viento fuerte paso por en medio de los jardines, agradecía el estar lejos de la entrada y que no pudieran verme, apenas me podía sostener. El brazo de alguien me sostuvo y tras unos minutos en el que el mareo empezó a ceder pude ver a una joven ( @ Eliah Ryddleturn ) que me tomaba del brazo. Inspire profundo por la nariz para lograr llenar los pulmones de aire y empezar a estar de mejor semblante. Sonreí en cuanto las fuerzas volvieron a mi, esperaba que mi palidez no fuera tan evidente ante la gente, quien diría que la ministra mostraba debilidad en su propio evento. 

-Mercí mademoiselle, lamento haberla molestado

Solté con un poco de debilidad aun en la voz, recosté mi espalda en la carpa y cerrando los ojos inspirando y expirando profundamente para sentirme mejor. 

-Primo recuérdame no comer más dulce hoy para que no me den estos mareos por el azúcar 

Solté dirigiéndome @ Matt Blackner qué estaba cerca de nosotras, sabía que debía disimular mis malestares lo más que pudiera por que estábamos en un evento importante y nadie en el lugar debía verme enferma, debía estar perfectamente pues en este momento no era Ada sino la cabeza del ministerio de asuntos mágicos de Francia. 

[Matt Blackner]

Sonreí, ladeando la cabeza mientras @ Ada Camille Dumbledore  se jactaba de manejar las armas mejor que yo. Tenía motivos para llevarle la contraria, pero parecía animada, y después de nuestra última conversación, casi mejor que siguiera asi. 

 

Eché un vistazo alrededor. No me sentía del todo cómodo entre el bullicio (aunque la fiesta era bastante tranquila, cosa que también agradecía) pero no quería dejarla sola. Ya encontraría el momento de esconderme de la gente si tenía ocasión.

- Si me obligaras a hacer eso será todo un escándalo.  - afirmé. - Tal vez... 10 galeones y una cena - propuse. Daba poca importancia al dinero, algo que solía resaltar en cosas tan sencillas como la vestimenta. Me parecía más divertido apostarnos una comida.

 

Me distraje, por eso, tardé un segundo en darme cuenta que Ada ya no caminaba a mi lado, sino que se había aferrado a una de las carpas. Menos mal qeu una joven ( @ Eliah Ryddleturn ) estuvo más atenta que yo, sosteniéndola. En cuanto me di cuenta olvidé el juego y acorté la distancia con ambas. Ada estaba pálida, mareada a pesar de su sonrisa. Eché un vistazo alrededor, corriendo hasta uno de los camareros. 

 

Para cuando regresé con ellas, Ada respiraba despacio, intentando recomponerse.

- Será por el calor. Y la gente. - intenté disculparla. 

Tomé la mano de Ada, entregándole un pañuelo blanco. Envuelto en él, unos cubitos de hielo y varias rodajas de limón. Menos mal que los camareros preparaban cócteles y los tenían a mano.

- Póntelo en la frente y en el cuello. Eso te aliviará el...mareo. - afirmé. - tranquila, de momento será mejor que no te deje comer nada.

Miré a la chica, agradeciéndole la ayuda. Ofrecí el brazo a Ada, echando un vistazo a los alrededores. Al fondo, algo apartado, divisé un banquito de piedra a la sombra.

- Vale, de momento dejaremos las apuestas y los juegos. Vamos a llevarte a un lugar tranquilo y apartado hasta que se te pase.

[Eliah Ryddleturn]

Parecía que había llegado justo en el momento exacto mientras la mujer se incorporaba poco a poco, podía ver que estaba pálida. En otro momento de su vida, no se hubiera inmutado en su forma humana puesto que estaba muy apegada al lado demoniaco y la costaba separarlo. Pero habían pasado años, y su lado humano estaba algo alejado al demoniaco y sentía preocupación por la mujer que tenía delante, y que al parecer al darse cuenta de allí la respondió a primeras en Frances, asi que quizás ella era de aquel país.

-Tranquila, no me has molestado, estaba sumamente aburrida-comentó para mostrar una sonrisa en su rostro y así tranquilizar a aquella mujer. Suficiente tenía aquella chica con mantenerse en pie, como para preocuparse de si la había molestado a ella.( @ Ada Camille Dumbledore )

Fue entonces cuando llegó hasta donde ambas estaban el chico ( @ Matt Blackner )que había observado apenas un rato antes la rubia. Lo observó mientras intentaba disculpar a la bruja que estaba con ella y que se encontraba muy mal. No entendía por que todo el mundo se disculpaba, eso podía ocurrir a cualquier y a ella no la había molestado en absoluto, al menos iba  a estar un rato entretenida. Por suerte aquel chico venía mejor preparado que ella, para intentar que la francesa pudiera recomponerse poco a poco. Pero por su parte, la matriarca de la familia Selwyn no la soltó por si se desvanecía.

Después de que el caballero ofreciera el brazo a la otra mujer la llevaron ambos hasta un banco algo mas apartado de aquel lugar y con apenas gente. Estaba a aquel banco con respaldo de piedra a la sombra de unos cuantos álamos y ayudo a la chica a sentarse en él banco con cuidado mientras la miraba. Era muy poco sociable o mejor dicho sus capacidades sociales eran pocas después de estar tanto tiempo recluida en Durmstrang y a veces en España, pero no sabía si en ese momento se podría presentar o esperaría a que  ambos desconocidos estuvieran tranquilos para poder hacerlo.

[Ada Camille Dumbledore]

Tras unos momentos de malestar había logrado sentirme mejor, haber llenado de aire mis pulmones y respirado tranquilamente mejoró mi malestar. Tome el brazo de mi primo y acompañada de la dama qué gentilmente me había sostenido fui a un lugar más apartado para lograr descansar un poco antes de seguir recibiendo los invitados y poder participar en las diferentes actividades. Con ayuda tome asiento, la verdad el hielo qué mi primo había traído era muy refrescante lo puse en mi cuello y en mi frente, agradecía la amabilidad de ambos cuidándome y no pude evitar un leve dolor en el pecho de sentir que mi familia en primer grado ya no estaba pero mis amigos si lo estaban y gracias a ellos estaba mejor y aun de pie.

Suspire y levante la cabeza al cielo disfrutando la sombra de aquellos árboles y cerré los ojos disfrutándola. Baje la cabeza abrí los ojos y mire en dirección a la dama qué me había ayudado @ Eliah Ryddleturn

 

-Mil gracias Mademoiselle por su amabilidad… disculpe que no conozco su nombre, soy Ada Camille y este galante caballero es mi primo Matt Blackner.

 

Le sonreí con calma y respirando, después del hielo debería ir a retocarme el maquillaje además de comer algo que me hiciera sentir mejor, había notado que debía acortar el tiempo entre comidas y seguramente eso mejoraría mi estado. Esas bajas de azúcar eran normales pero debía cuidarme más, además de manejar más mis emociones y no emocionarme de más. Busque con la mirada hacia a la entrada y allí vi otro caballero, el corazón me dio un vuelco, tome la mano de @ Matt Blackner y la apreté, estaba realmente nerviosa, no creía que vendría pero y si era él. Cerré los ojos un momento y calme mi cabeza y mis locos pensamientos. Ya con tranquilidad hable con ellos.

 

-Qué pena que no se este divirtiendo le parece Mademoiselle qué vayamos en un momento a los juegos puede ser usted testigo de como le ganaré una apuesta a este caballero, vamos a jugar al tiro al blanco será un gusto que nos acompañe. Aunque yo deberé ir a arreglarme el maquillaje antes de eso, no puedo andar de anfitriona y estar mal arreglada.

Era cierto había notado que estaba más pálida de un tiempo atrás y no era correcto andar así por ahí debería ir al palacio a usar los servicios y después volver.

 

 

[Sagitas E. Potter Blue]

He de decir que alejarnos del jaleo insoportable de la acumulación de gente en la zona de las bebidas favoreció a que me sintiera mejor. No bien. Eso, supongo, sucedería en algún momento en que pudiera dominar una mente atormentada por la desaparición del niño; de momento, seguía esquiva, ojos avizor, mente en fase legeremancia por si pillaba algún pensamiento ajenos, mano dispuesta a sacudir la varita al menor movimientos extraño...

Pero sí, me sentía mejor, abrazada al brazo que Jack me había ofrecido, no sólo para demostrar a esas extranjeras (un momento... ¡La extranjera era yo!) que aquel buen mozo tenía una mano femenina firme que le agarraba y no necesitaba de nadie más, sino porque su calor era entrañable y lo añoraba cuando, el resto del tiempo, era un frío fantasma, extracorpóreo, aunque no por eso menos enamorada de él. Supongo que mi mente tendría que estallar de un momento a otro, pero ahora, agarrada a él y caminando por los jardines, me sentía como la locuela jovenzuela que fui alguna vez en aquellos campos silvestres de las colinas gerundenses donde le había conocido.

Sonreí ante la confusión de los camareros y me tapé la boca con la punta de los dedos de la mano libre.

-- ¿En serio te confundieron? -- Era risible. Jack y Matt eran como dos gotas de agua, excepto en los ojos y en la juventud.

En los de Jack, sus ojos oscuros reflejaban una vida dura y maltratadora en la que había batallado antes de su muerte. Eran unos ojos brillantes cuando me miraba y llenos de deseo cuando nos besábamos. Los de Matt, sin embargo, eran claros. Mi hijo había heredado los ojos de mi familia, algo que hubiera dado cualquier cosa que no tuviera. Los ojos azul claro en los hombres y el pelo violeta en las mujeres era la maldición vinculada a mi genética y que yo maldecía. Nos hacía descendientes de una rama muy malévola de una familia mágica ancestral. No. La verdad es que me gustaría que mi sangre pura no fuera de una de las 14 familias puras.

Mis pensamientos se perdieron con la pregunta de Jack.

-- ¿Si domina la Videncia? Pues como yo. Sí. Y no. Es decir... Sí, ve y recuerda, aunque últimamente no funciona bien. O funciona demasiado bien. No sé si me explico. 

Me agarré más fuerte de su brazo, como si con ello pudiera alejar el malestar que sentía en mi interior, al no saber cómo narrar el horror de ver mil y una posibilidades sin saber qué ni cómo ni cuándo era la profecía correcta, ni si era la correcta, o si sería la correcta sólo por verla o si no lo sería si no seguíamos lo que veíamos, o si veíamos lo que sucedería o si podríamos pararlo. 

Ceniza... Sentí el sabor a ceniza en mis labios y recordé de nuevo la profecía del fin del mundo mágico, la desaparición de todo Ottery y sus habitantes, la muerte de miles y millones de magos a manos de...

Tragué saliva y volví a mi tamaño normal, sin dejar de agarrarme a Jack, mareada. Intenté disimular el malestar que me acompañaba desde hacía días, semanas, meses incluso.

-- ¿La zona de Juegos? ¿A qué estará jugando Matt? -- una pregunta tonta, sí, pero me dejaba un margen para dejar de pensar en la ceniza de los muertos calcinados.

Le busqué con la mirada, aunque antes de dar con él, vi a un compañero de bando, de pelo verde, fácilmente identificable. ¿Le saludaría? No parecía verme y, en el fondo, quería pasar desapercibida. Si él me veía, le saludaría y hablaría un poco con él, por supuesto. No siempre te encuentras en Francia a un compañero del Ministerio inglés. Sin embargo, me atrajo la atención mi sobrina Ada. La Ministra francesa pareció tambalearse y, extrañamente, también parecía mirar hacia él ( @ Anthony R. Dracony M. )

-- ¿Qué le sucede a @ Ada Camille Dumbledore ? -- Apreté dos veces el brazo de Jack para llamar la atención hacia mi sobrina y... -- ¿Quién es esa mujer tan... inquietante... que la sujeta? [ @ Eliah Ryddleturn ]

¿Por qué había dicho que era inquietante? De repente, me erguí y sólo tomé a mi marido del brazo, pero apenas, lo justo para seguir unidos, lo suficiente como para poder sacar la varita cuanto antes si fuera necesario. ¿Por qué me perturbaba la presencia de aquella mujer? Era una desconocida.

¿Seguro?

Había un no-sé-qué que qué-sé-yo que me recordaba algo, algo que no podía recordar, algo que me atormentaba. Sí, era muy rara y muy ambigua mi mente. ¿Les habría pasado lo mismo a todos los líderes de bando anteriores, cuando llegaba el momento de dimitir, cuando se acababa el víncul0 de mando de La Marca? ¿La mente se volvería tan difusa e incontrolable? Suspiré levemente. Seguro que sólo era yo, nada más que yo, con mis problemas que me causarían una úlcera de estómago o una viruela de dragón si no conseguía dominar los nervios. Nunca como hasta estos últimos días me había visto tan descentrada.

-- @ Matt Blackner  es todo un caballero. Lo educaste bien -- le dije a Jack.

Nos acercábamos a ellos, aunque no del todo deprisa. Prefería ir comprobando reacciones, reflejos, detalles necesarios por si hubiera alguna trampa escondida en todo aquello. Ya estábamos casi al alcance de sus miradas cuando, sin poder contenerme, dije en voz demasiado alta.

-- No estarás preñada, ¿verdad, Ada?

¡Maldita mi lengua viperina! A veces debería morderla antes de decir necedades a la anfitriona de la fiesta. Aunque... Esperaba que Matt sólo fuera un primo amable y no estuviera implicado en el suceso... Ejem...

 

🥴

[Ada Camille Dumbledore]

 

La celebración para muchos y para mi fortuna hechos pasado de mí, y se estaban divirtiendo, podía ver a varios montados en los barcos simulando una batalla y me causo curiosidad el empeño qué tenía en esa lucha. Lance un suspiro y mire a mi pecho observando con calma el dije de piedra cristalina que llevaba colgado a una pequeña cadena qué caía hasta debajo de mi tórax, era un regalo especial para mi. Aun recordaba esos días que habíamos pasado juntos, habían sido maravillosos y la verdad había sentido cosas que antes habían sido esquivas en mi.

Me abstraje un poco de la conversación y no note en absoluto qué @ Sagitas E. Potter Blue y su esposo, los padres de mi primo, se habían acercado a nosotros. Las palabras de Sagitas casi me hacen morir de un susto, e instintivamente solté a @ Matt Blackner  a quien había tomado de la mano, mire en dirección a @ Eliah Ryddleturn a quien sonreí con un poco de vergüenza por la situación, luego a @ Anthony R. Dracony M. para que ojala y él y su acompañante no hubieran escuchado nada, sentía acaloradas las mejillas de una manera inusual así que supuse que me había sonrojado muchísimo.

Mire a la pelivioleta y en un susurro discreto después de sonreí a todos simulando qué todo estaba tranquilo la mire a los ojos.

-Hola tía querida, pues la verdad si, pero aun no daba la noticia y te agradecería disimular un poco más hoy. Solo espero que la noticia sea que todos disfrutaron el festival y no qué voy a tener un bebé.

Suspire tratando de primero cuál era la reacción de mi querida tía y ya como tratando de que se calmara un poco más añadí.

-Matt era el único que sabia, siento no haberlo dicho antes, él me ha apoyado mucho y no se los había dicho porque yo lo pedí que lo mantuviéramos en secreto y él me apoyo en tener este bebé. Algo que me tiene muy feliz.

Le sonreí a mi primo con agradecimiento pues el se había transformado en no solo mi mejor amigo, sino también mi confidente.

 

 

Editado 22 de Agosto del 2023 por Ada Camille Dumbledore

[Eliah Ryddleturn]

La verdad que era complicado eso de divertirse sola por eso la invitación de acompañarles a ambos a los juegos era buena idea, además tenía que empezar a hacer nuevas amistades. Pero antes aquella mujer quería arreglarse para tener mejor presencia a lo que ella asintió mientras escuchaba los nombres de aquellas dos personas con las que estaba. Seguramente no se la olvidarían.

-Encantada, Soy Eliah Selwyn Karkarov y claro que me encantaria...-se presentó pero no pudo agregar nada más puesto que se acercó allí una mujer de pelo morado ( @ Sagitas E. Potter Blue ) que parecía no quitarla la vista de encima. La verdad es que aquello incomodó a la demonio, para una vez que no tenía nada entre manos alguien parecía estar desconfiando de su presencia.

Intentó tomar algo de distancia pero no mucha para mostrar que no tenía intenciones de hacer nada, que estaba allí para ayudar a Ada o al menos eso había hecho. Aunque había que decir que el tema se estaba poniendo algo interesante y se estaba dando cuenta de que quizás ella sobraba en aquella conversación tan familiar. Aunque por un lado la estaba dando cierta envidia sana, ella alguna vez había tenido una familia tan grande como la que tenía delante. 

-Enhorabuena entonces supongo, no diré nada a nadie si prefieres que se quede en secreto...-tranquilizó a Camille para que supiera que aunque se acababan de conocer no era una chismosa, ni mucho menos. Aunque tampoco sabría a quien le interesaría aquella noticia, que una bruja fuera madre era alegría para todo el mundo, pero lo que no sabía la Selwyn es que aquella mujer era la ministra Francesa, por eso ignoraba la importancia de aquella noticia.

[Matt Blackner]

Con la ayuda de @ Eliah Ryddleturn  alcanzamos el banco de piedra, bajo la sombra de los álamos. Dejamos que @ Ada Camille Dumbledore  se sentara para recuperarse, y al parecer la idea surtió efecto, más o menos. Por experiencia, sabía que la francesa tendría que acostumbrarse a aquellas sensaciones, al menos, durante un tiempo.

 

Fue mi prima quién se encargó de presentarnos a la joven, lo que me recordó mi torpeza social... era tan raro que acudiera a una fiesta o cualquier evento social que, como lo normal para mi era no conocer a nadie, ni siquiera había caido en presentarme. Además, la invitó a ver nuestra pequeña competición, que había quedado en suspenso por el malestar de Ada.

- Asi que quieres un testigo de como t...

 

La voz de mi madre me hizo cerrar los ojos, maldiciendo por lo bajo mientras notaba que me sonrojaba de golpe. La sutileza familiar....

 

Me puse de pie, carraspeando, mientras Ada daba a Sagitas las explicaciones necesarias para ponerla al día y pedirle un poco de discreción, incluso Eliah aceptaba guardar el secreto, aunque ella al parecer era una recién llegada.

- Vale... Ada, Eliah podría acompañarte al servicio para que puedas.... arreglarte el... - no sabía que necesitaba arreglarse, tal vez el peinado o el maquillaje. A saber. No manejaba demasiado en temas de belleza. - mientras, yo te espero con mis padres para que todos sean testigos de nuestra apuesta.

 

Sagitas no estaba relajada. Lo notaba en como se agarraba a mi brazo, en la manera de otear a nuestro alrededor, como si buscara una amenaza. En realidad, no era muy diferente del estado de alerta constante en el que me movía, igual que Matt, solo que tal vez nosotros disimulásemos mejor.

 

Pero quería disfrutar el momento. No teníamos muchas oportunidades de pasear, igual que hoy, corpóreo y cogidos del brazo. Añoraba sentir el cosquilleo en el brazo que me producía el contacto con ella, sentirlo con mi propia piel. Notar el calor de su cuerpo junto al mio y...

 

De nuevo, divagaba. Y en una multitud tan grande, tal vez no era buena idea tener según qué pensamientos, no fuera que alguien intentara saber qué pensaba. En ese momento, éramos dos jovencitos paseando por los acantilados de la Costa Brava. 

- Y te extraña? El chico salió clavadito a mi. - contesté, riendo. No era mentira...salvo el color de ojos, que había heredado de ella, y la diferencia de edad...a simple vista, éramos fáciles de confundir.

Que el chico era vidente como Sagitas ya lo sabía. Que lo dominara...bueno, tal vez podría forzarlo y tratar de saber qué había hecho, pero no estaba seguro de que fuese la mejor idea. A veces era mejor para él no saber. Y mentalmente debías ser muy fuerte para soportar lo que vieras. No dudaba de él, pero....me preocupaba.

- Ya...lo he visto alguna vez, parece que las imágenes lo asaltan más que si él dominara cuando Ver o no. Espero que no intente forzarlo.

 

Noté que apretaba más mi brazo, asi que para calmarla, dejé mi mano sobre la suya, dibujando pequeños círculos con el pulgar en un intento por tranquilizarla y rescatarla de lo qeu fuese que la estaba agobiando. Me encogí de hombros ante su pregunta, para mi era sorprendente saber qeu estaba en la zona de juegos, a la vista, y no escondido en algún rincón sombrío.

- Parece que Ada no se encuentra bien. - murmuré, mientras escudriñaba en su dirección. No parecía un ataque, sino más bien, que se sentía mal. Reí por lo bajo, había enseñado a Matt muchas cosas, pero a ser un caballero...no estaba seguro. Sobre todo, porque dudaba que me hubiera escuchado.

 

Pero nos acercamos hasta ellos, y la entrada de mi mujer no pudo ser más...delicada. Guardé silencio mientras ellos hablaban, hasta que Matt sugirió que Ada podría ir a retocarse en compañía de la joven (buena idea, poruqe no sería adecuando que un hombre entrase en un baño para señoritas). Cuando nos quedamos a solas, el chico se volvió hacia nosotros, tan rojo como nuestro pelo, mientras bebía un trago. Me resultaba bastante difícil aguantar la carcajada en aquel momento.

- Que sutil - dijo, mirando alrededor, sin levantar la voz. - Ada me lo contó hace un par de semanas en la Ojo Loco, pero no quería hacerlo público. Ella...necesitaba ayuda y se la ofrecí. - nos miró, suspirando - Pero tranquila, no es mío. Tengo mis dudas de que vuelva a hacerte abuela...

 

 

[Anthony R. Dracony M.]

Tras cruzar mi portal mágico me pare y mire el lugar... respire con tranquilidad, después de terminar con mi concierto de rock, curar a mi criatura enferma y dar las últimas pinceladas a mi más reciente cuadro, se puede decir que retomaba mis deberes diplomáticos que más me relajan del resto de mi agenda. Comprobé que están presentes diferentes mandatarios, representantes de los distintos Ministerios Mágicos y hasta de Colegios Mágicos. Estaría ocupado saludando y platicando con cada uno de ellos, pero lo primero es agradecer a mi gran amiga @ Ada Camille Dumbledore  es por eso que "barrí la mirada de izquierda a derecha" con el fin de encontrar su ubicación, de ser necesario, trataría de "sentir su aura"...

Repentinamente sentí un par de fuertes manos posarse en mis hombros, me gire pensando en quien sería aquel que se tomaba aquel atrevimiento, mis ojos miel se cruzaron con esos ojos gélidos pero la voz es cálida y más que otra cosa, la agradable sorpresa me hizo sentir estallar de felicidad... -- ¡Tú! --

Verle cubrir su identidad, me hizo pensar que tal vez no desea que grite a los cuatro vientos que mi querido padre está frente a mi... -- Si estoy soñando, por favor, que sea un sueño eterno! -- Mi primer impulso, era colgarme de su cuello y trepar a su fuerte espalda... pero me contuve por no dar una escena negativa, cerré mi mano diestra haciendo un chasquido con el que aparecí una llama sobre mi dedo índice, esta se elevo en forma de un diminuto dragón que batió sus alas alegremente girando alrededor de él a la altura de su cara, lanzó una llamarada a su rostro y luego se detuvo en pleno vuelo acariciando su mejilla oculta por aquella bandana negra. Yo acerque mi puño cerrado para chocarlo con el de mi padre, mi gran amigo y quien se convirtió en mi guía y mentor. 

Vampiro o demonio, eso no me importa de él, sino la sabiduría que me trasmite. En su naturaleza única, se que habla con la verdad y cuando calla es por algún buen motivo, como todas sus acciones. Confío en él, así que mi actitud es abierta. Bajo la voz lo más posible y le susurro al oído: -- Hay que torturar juntos alguna vez, aunque sea a Kristoff, el muy desagradecido, se alegro de tu partida... merece una buena reprimenda-- Pase mi brazo sobre su hombro (Ahora, a mis 23 años, soy tan alto como él... el tiempo si que ha pasado) y reí imaginando aquella escena... los dos juntos creando un delicioso caos...  

La realidad me rodeaba de nuevo, fui consciente que nos miraban. A unos metros vi a Ada, a mi primo Matt, mi tía Sagitas y a mi nueva vecina @ Eliah Ryddleturn  gente que aprecio, pero no fui de inmediato hacia ellos, levante mi brazo libre y agite mi mano en un saludo dirigido a ellos, quiero ser egoísta por unos minutos más, disfrutando de la compañía de mi padre @ Reacon  el ser que más aprecio. 

Además hay mucho que quiero hablar con ellos, pero la fiesta apenas comienza y creo que "nos podemos dar el lujo de ir despacio". Los míos merecen el mejor de mis tratos, porque los valoro bastante, así que pregunte a mi padre (¡Al diablo si solo es mi padre adoptivo! Él se ha ganado a pulso que lo considere mi padre, el que más me ha comprendido y que me dio lo que necesitaba: un gran cariño incondicional).

-- Bueno, que te apetece ¿Damos una vuelta por el palacio? tal vez halla algo interesante o quieres saludar y hablar con alguna dama, hay muy bellas mujeres, está Ada Camille, también se encuentra mi tía Sagitas es una mujer genial que aún no conoces y hay una chica que tal vez conozcas de tu "otro mundo", así que tu decide ¡me alegra tanto que te encontrara aquí! Aunque es muy lógico, después de todo, tienes varios castillos y eres un aristócrata importante.