Douce Tentation & Straripante Passione (MM B: 90090)

[Kahlan Blackthorn]

La Black no pudo evitar esbozar una amplia sonrisa en sus labios, realmente lo le desagradaba la idea de que la Tempestad le llamara cuñada. Era algo que le causaba una alegría que no podía evitar expresar ante la joven que estaba delante de ella, parecía que se conocían más allá de ser solo compañeras de bando y aliadas en el campo de batalla.

 

-Puedes llamarme como quieras, dudo que cause molestia alguna esa forma que uses para referirte a mi personas. Además, no tengo porque ocultar lo que siento por Neos, sobre todo porque ya va siendo hora de romper esas ataduras y dejarle en claro a la gente algunos puntos-confesó mirando fijamente a la Rambaldi, sabía que con ella las medias palabras no tenían cabida posible. Siempre decían las cosas tal y como eran, evitando darle rodeos innecesarios a las mismas, poniendo los puntos sobre las íes.

 

-Tengo planes para tratar ese tema, no dudes que serán de tu conocimiento llegado el momento-asintió desviando la vista hacia su copa-No se quienes fueron, pero tengo una ligera idea de que son las mismas que le han dado caza a mi madre Katara y el resto de nuestros camaradas, gente que se ha buscado una sentencia de muerte irrevocable-jugando con la copa, no dudo en llevarla a sus labios de una sola. Escuchaba con atención las palabras de la mortifaga, sintiendo una ligera molestia ante la confesión que le estaba haciendo.

 

-Lisa, no deseo sonar dura-entornando sus ojos hacia ella, decidió pensarse con calma lo que a continuación iba a decirle-Eres más que capacitada para lo que haces, no me suena bien y tampoco me cae en gracia que pongas en tela de juicio tus capacidades, recuerda solo una cosa…-respiró profundo-Nosotros somos nuestro mejor amigo o nuestro peor enemigo, no puedes dejar que la incertidumbre te venza y, te haga duda de lo que eres capaz de lograr-soltó recordando las palabras que hace unas semanas le obsequiara la Tempestad.

 

-Vos misma me ayudaste a ver que lo era capaz, ahora me corresponde a mi hacer lo propio. Déjate de emboles innecesarios, porque vos sos más que apta para forma parte de la marca y dejarlo en claro en cualquier momento-profirió desafiante-No importa cuánto tiempo me tarde, pero yo te ayudare a que te creas de nuevo que te mereces esto y más de lo que puedes tener-concluyó esperando que sus palabras llegaran a calar en la Mortifaga, dado que ella era una de las personas que confiaba ciegamente en el potencial que solía destilar su compañera en todo lo que hacia dentro y fuera del bando.

[Valent]

Guardias

 

Bajé la capucha al encontrarme frente a aquel lugar, un espacio totalmente lujoso y con objetos valiosos. No era la primera vez que me encontraba allí, ya hacía incluso la segunda vez que llegaba como guardiana. Ninguna de las dos veces el local estaba en mi lista de visitas oficiales, sino que lo hice como hobbie, sí, esta vez también. Aunque... quizá no solo como hobbie, sino también para compensar ese espacio que no estuve completamente para la marca, en el mes pasado.

 

Mis piernas finas, cubiertas por la tela de mi vestido oscuro, me dirigieron a la recepción, donde encontré a ciertas personas que se encargarían de guiarme. Me preguntaba si ellos sabían sobre las guardias, sobre el bando mortífago, sobre los verdaderos pasos de la dueña que mantenía el ¿hotel?. Juve, Alto Rango a quien yo tenía mucho cariño, en especial por su forma de actuar y pensar. En fin, tenía cierta vergüenza de hablar abiertamente sobre mi motivo principal para acudir allí.

 

—¿Estará la dueña? —pregunté posándome sobre el mostrador.

 

Esperé con ganas que el recepcionista me diera una respuesta concreta y esta sea positiva para mí. Hacía unas cuantas semanas que no tenía contacto con la rubia, no era mala idea hablar un poco. Acaricié mi barbilla esperando respuesta. Busqué algo que me atraiga, pero todo aquello ya estaba grabado en mi memoria, ya lo había visto antes encontrándome en la misma situación.

[Kahlan Blackthorn]

Alexandra “Alex Nell” Malfoy Novak

Cuatrilliza de Juve Malfoy Novak

 

La delicada brisa marina agitaba los rubios cabellos de la demonio, revolviendo los mismos entorno a sus delicadas curvas. Tenía los ojos azul celeste, nada que ver con los mares azul oscuro que compartían su hermano Christian y Juv. Ella y Adrien, tenían la capacidad de transformar el color de sus ojos a placer, aunque le gustaba a tonalidad verdosa que adquirían de vez en cuando.

 

-Lindo lugar el que tiene mi hermanita, creo que ha sabido cómo establecerse en este sitio. Playa, hotel, empleados y un amor de ensueño. Se lo merece, ya te tocaba ser feliz y vivir intensamente su vida, además de poder gozar de don de ser madre de mi querido sobrino Ian…-esbozando una amplia sonrisa en sus labios, no pudo evitar imaginar que todo era perfecto en la vida de la Malfoy. Le agradaba la idea de poder compartir tanta dicha con su hermana y el resto de sus seres queridos, sobre todo porque su presencia en Londres era de vital importancia. De momento, solo se molestaría el broncearse un poco y beberse unos cuantos tragos de vodka.

 

-Te diviertes, ¿no Adrien?...-inquirió mirando por el rabillo de ojo a su hermano-Estamos de visita de negocios, nada de placer…-agitó su dedo índice de un lado a otro-Vamos, no seas pesado…-le lanzó un poco de arena a los pies-Tenemos que concentrarnos, recuerda que de nosotros depende frenar esos rumores, no podemos dejar que lo que nos llego desde Irlanda, afecte la felicidad de Juv & Emmet, ya sabes cómo es la cosa…-rodeó sus ojos, recordando el mensaje que les había enviado Christian-Tomemos un par de copas, no olvides que tenemos que llegar a Londres lo antes posible..-susurró adentrándose en el hermoso hotel. Ambos fueron recibidos por los empleados de la demonio, desviviéndose por agradarles con todos los platillos y bebidas que les ofrecían en charolas de plata pura.

[Valky]

Unos suaves rayos de sol se filtraron por las persianas de aquella lujosa habitación, prendas de vestir tiradas por el suelo y alguno que otro adorno, era como si ahí se hubiera librado una batalla tan solo horas atrás y ya todo estaba en absoluto silencio a no ser claro, por las acompasadas respiraciones de un mago y una bruja que dormían plácidamente en la enorme cama.

 

Mi cabeza estaba sobre el pecho desnudo del peli blanco, mis brazos rodeando su abdomen y una de mis piernas sobre la de él, lucían como si todos los días durmieran de esa forma, algo que no podía estar más alejado de la realidad, pues siempre se despertaban a cada extremo de la cama intentando poner la mayor distancia posible entre ellos. Todos los días a excepción de ese.

 

Con algo de dificultad abrí los ojos quedando segada un momento a causa de la luz que se filtraba por las persianas, sentí la mano de alguien rodeando mis hombros abrazándome como si se hubiera dormido deseando que no me fuera. Levante la mirada algo confundida, un poco mareada y aun adormilada siguiendo aquel brazo que me tenía bien sujeta hasta llegar al rostro de un mago al que conocía muy bien.

 

—rayos… — susurre al tiempo que intentando no hacer movimientos bruscos que pudieran despertar a Bastian, levanté la sabana de seda tan solo para confirmar mis temores, los dos estaban desnudos > me dije a mi misma intentando recordar cómo había llegado hasta ahí e intentando cubrir más mi cuerpo con la sabana.

 

Mientras intentaba recordar que había pasado sujete con suavidad la mano del Haugthon para quitarla de mi hombro y poder ponerme en pie pero me fue imposible pues solo logre que este diera la vuelta y me abrazara aún más. Cerré los ojos para forzar a mi mente a recordar pero solo conseguí que a llegaran unas cuantas imágenes.

 

Yo tomando unas copas en un bar en compañía de Bastian luciendo relajados > pensé pues aquella escena era demasiada rara y solo podía atribuirla al licor. Luego de eso vino a mi mente la imagen de los dos besándonos y riendo como hace tanto tiempo no lo hacíamos. No pude evitar sonreír ante ese recuerdo así como tampoco pude evitar acariciar con la yema de mis dedos su torso desnudo, llegando hasta sus apetecibles labios. > dijo una vocecita en mi cabeza a la cual me fue difícil ignorar.

 

Aparte mi mano de inmediato y con tal brusquedad que fue imposible no despertarlo, me quede mirando su rostro sin saber que hacer o decir. Seguramente él también estaría tan confundido como yo, después de todo desde que había regresado a Ottery no habíamos tenido muy buena relación que digamos. Intente sonreír mientras soltaba un tímido —hola...— mas me valía ir con cuidado pues no sabía que tanto recordaba él de lo sucedido, aunque dadas las circunstancias era fácil adivinar.

[Kahlan Blackthorn]

Adrien Malfoy Novak

Cuatrillizo de Juve Malfoy Novak

-Muy graciosa Alex, pero creo que ya conoces mi postura ante la situación…-sonrió de medio lado-No estamos de vacaciones, tampoco es un viaje de placer…-murmuró sacándose la arena que le lanzará su hermana-Compórtate, pareces una niña pequeña…-rodeando sus ojos, camino al lado de la rubia. Era muy parecida a Juv, aunque en ella destacaban esos ademanes gélidos que enmarcaban su angelical rostro. Cosa que pasaba con la Malfoy, aunque no del mismo modo que lo hacía con la Novak, marcando una severa distinción entre ambas jóvenes.

 

-Tiene un hermoso hotel, aunque dudo mucho que podamos disfrutar del mismo…-murmuró notando a los visitantes-Sabes que detesto los tumultos, jamás me ha gustado compartir mi espacio vital con seres desconocidos…-afirmó tajante-Ya sabes sangres sucia, no es que sea narcisista…-espetó curvándose en sus labios una desdeñosa sonrisa-No es cosa sencilla, pero ya sabes lo celosos que somos Christian y yo al respecto, aunque parece que vos sos la única de los cuatro que no toma eso en cuenta…-murmuró de mala gana-Eres rara Alex, pero creo que no es una rareza común…-bromeó alejándose de la demonio, no deseaba ganarse una colleja de parte de esta.

 

-Cuidado con desquitarte, ya sabes que no suelo dejarme de tus abusos…-corrió por la playa, dejando que las olas del mar jugaran con sus pies-Esto es vida, lástima que no podemos aprovecharnos…-lamentó llegando a la entrada del imponente emporio hotelero-Dios, no puedo creer todo lo que ha dispuesto para nosotros. Me la comería a besos, pero no suelo ser tan efusivo…-repudió de forma tajante aquella idea, no se imaginaba llenando a su hermana mayor de besos y abrazos. No era algo que empatara con su naturaleza demoniaca, tampoco se iba a rebajar a mostrarse como solían hacerlo los seres muggles.

 

-Yo deseo beberme un buen coctel de vodka, además de un buen plato de carnes frías y ensalada cesar…-ordenó mirando a una de las meseras-Lastima que este comprometido, pero eso no me impide ver el menú…-relamió sus labios con malicia-No me mires así hermanita, ya sabes que las féminas son mi debilidad…-aceptó su debilidad por el sexo opuesto, aunque jamás podría engañar a su prometida Kathleen.

 

-Vamos Alex, comamos algo y luego partimos a Londres…-propuso a su hermana, enfilando sus pasos hacia la zona del restaurante.

[Juliens]

~La noche anterior

 

Entre todos los herbolarios que solía utilizar para fabricar pociones o medicamentos, se ocultaban de la mejor forma posible un par de plantas que generalmente usaba cuando necesitaba despejar mi mente. Con mucho cuidado enrollé aquella planta en un papel para tabaco y lo encendí. Si bien no me gustaba fumar, necesitaba de aquella sustancia: los días pesados en el trabajo me causaban demasiado estrés que solo me abandonaba si es que aquel humo invadía mi organismo.

 

Exhalé lentamente el blanco humo por la nariz. Para ere ese entonces la sensación de tranquilidad había comenzado ya a invadir mi cuerpo. Una sonrisa un tanto est****a y sin sentido se apoderó de mi rostro y simplemente comencé a deambular por mi torre en el Castillo Haughton. Luego de repetir el proceso en varias ocasiones, sentó que mi cuerpo comenzaba a volar y perdí totalmente el sentido de la orientación.

 

 

~Presente (?)

 

Suponiendo que todo era producto de mi imaginación y que aún estaba bajo los efectos de la droga, ignoré por completo el olor tan conocido que sentí. Aunque no me había despertado por completo, estaba en el trance producido cuando estás despierto pero aún duermes. Vagamente me daba cuenta de mi alrededor, pero al mismo tiempo atendía a las últimas imágenes que el mundo de los sueños me brindaban.

 

Sentí el bailar de unos dedos acariciando mi torso, hasta que se detuvieron por unos segundos en mis labios. Fue entonces que, a causa de un brusco movimiento, mi cuerpo abandonó el mundo de los sueños en su totalidad y abrí los ojos completamente. Aquel olor, aquel tacto que me erizaba hasta el último vello de mi cuerpo, todo aquello, que le atribuí a una sustancia que jugaba en mi sistema nervioso, había sido cierto. Absolutamente todos los recuerdos que en un segundo invadieron mi cuerpo. Nos encontramos en la habitación, después de todo la compartíamos. Ella estaba ebria mientras que yo alucinaba, nos habíamos dejado llevar.

 

Levanté la sabana. Observé el suelo donde pude ver un par de preservativos.

 

—Parece ser que mi amigo tuvo una noche muy ajetreada

 

Tomé la sábana y la lancé al aire.

[Valky]

—Oh venga no lo llames así… —dije tomando una de las almohadas para luego lanzársela por la cabeza al mismo tiempo que reía — la última vez que lo llamaste así fue en aquella cabaña… recuerdas — añadí mientras con mi mano sujetaba la sabana para así evitar quedar desnuda. —Hay cosas que por más que pase el tiempo no cambian…— me senté en la cama notando un agudo dolor en la cabeza.

 

La verdad es que no tenía ni idea de si Bastían recordaba aquella cabaña o tal vez alguno de los momentos en que fuimos felices, en todo caso, no habìa objetivo pensar en ello. Él me odiaba y eso no iba a cambiar o al menos esa era la impresión que tenía desde que había regresado. Aunque no lo culpaba por ello, he de admitir que con todas las cosas que han pasado y teniendo en cuenta que la mayoría son malas, que me odie no es una sorpresa.

 

Me quede en silencio observándolo, notando lo cómodo que estaba así desnudo en frente a mí, como si estar así fuera natural entre nosotros > pensé dando un pequeño suspiro > seguí el hilo de mis pensamientos. Lo que había pasado la noche anterior a pesar de que no estuvieron del todo consientes había sido especial lo había notado, no podía estar tan equivocada. Dejándome llevar por el momento me puse en pie envolviendo mi cuerpo con la sabana, rodee la cama acercándome a él.

 

—Estoy cansada de tanta pelea entre los dos…—empecé a decir sentándome junto a él —los dos tuvimos algo muy bonito, quizás aun estemos a tiempo de recuperarlo —levante mi mano y la acerque a su rostro para obligarlo a verme —Aun te quiero Bastian… —deposite un suave beso en sus labios y me puse de pie —piensa lo que he dicho… voy a ducharme, si quieres intentarlo puedes seguirme de lo contrario esto nunca paso y seguiremos como hasta ahora… — luego de esas palabras me dispuse a ir a ducharme, quizá el agua me ayudara a aclarar mis ideas.

[Juliens]

—Hay cosas que por más que pase el tiempo no cambian…

 

Aquellas palabras fueron suficientes para que, en un segundo, un sin fin de recuerdos comenzaran a transcurrir a velocidades vertiginosas justo delante de mis ojos. Moví la cabeza de un lado a otro amagando liberar la tensión de mi cuello. No podía ser que luego de tantos hechizos, que luego de tantas peleas llenas de maldiciones y explicaciones todas aquellas imágenes aún residieran en mi cabeza a la espera de que la más mínimo estímulo las llamaran a resurgir para clavar una estaca más en mi corazón. > me repetí una y otra vez en mi cabeza.

 

—¡Oh! —solté un suspiro que no pude sostener.

 

Con eso todo aquel muro que construí a mi alrededor para protegerme de Valkyria comenzó a agrietarse. Pequeñas fisuras nacieron en el centro y se expandieron por toda su extensión. Me estaba comportando como la persona más est****a del mundo. Sabía que muy probablemente me destrozaría nuevamente, que me partiría el pecho y me clavaría una daga. No me importó en lo absoluto.

 

Sentí sus labios rozar los míos. Me quedé quito, sin reacción alguna. En ese momento me sentí nuevamente en Hogwarts. Uno de los mejores alumnos de defensa contra las artes oscuras, las mejores calificaciones en cuidado de criaturas mágicas, uno de los bravucones que tenía un "ejercito" de artes oscuras que aquella primera cita no supo ni bajarse los pantalones.

 

Como si eso fuera a hacer más real las cosas, pasé mano por aquella agrietada pared imaginaria y sentí los agujeros que poco a poco se iban formando con la caída de fragmentos de escombros. Toqué aquel inexistente punto central del muro y lo desmoroné, no me volvería a proteger de aquella manera; comprendí que tantos años de sufrimiento solo podrían empeorar por un motivo que se encontraba muy lejos de aquella habitación. Mi barrera mental se desmoronó, me puse de pie y caminé hasta la ducha.

[Mei Black Delacour]

Caminó con paso rítmico, dirigiéndose hacia donde el espía le había enviado la información de que se hallaba por allí un mortífago. Más precisamente en el local Douce Tentation & Straripante Passione, por lo que ya se había encargado de enviar el llamado a sus compañeros y la luz ya cubría su rostro.

 

Sus zapatos de tacón hacían eco en la desolada calle de Diagon, su capa de viaje, ondeaba con su andar, abriéndose y dejando ver un corto vestido que llevaba por abajo. Con cuidado, la castaña sacó su varita antes de ingresar al lugar y en cuanto llegaron algunos de sus compañeros, tomó el pomo de la puerta para abrirlo.

 

–Manténganse atentos – les dijo y para cuando terminó de hablar, abrió la puerta y comenzó a caminar por el local, dirigiéndose con cuidado hasta una de las habitaciones, una de las más lujosas, pero sin detenerse allí, se dirigió hasta una de las puertas, abrió la puerta repentinamente y… – Bastian Black, se lo acusa de… ¡WOOO, cúbrase!

 

Aquella exclamación surgió en cuanto vio al hombre que comenzaba a desvestirse para meterse en la ducha. Inmediatamente, Mei se puso levemente colorada, era la primera vez que lamentaba hacer una cosa de aquellas en una situación tan incómoda.

[Vrael Myrddin]

había recibido previamente un llamado que me exigía la presencia en el local Douce Tentation & Straripante Passione, mi Nonna, Mei le había mandado un mensaje con su patronus diciendo que me esperaría en aquel lugar, no tardé mucho la verdad en poner la luz en el rostro y aparecer fuera del negocio, fuera de los limites del hechizo antiaparición donde Mei me esperaba, también con el rostro cubierto de aquella luz caracteristica de los miembros de la orden del fénix.

Otros compañeros comenzaron a aparecer en el lugar y simplemente entramos hasta llegar a la habitación (muy lujosa por lo demas) de Valkyria, en aquel lugar estaba todo desacomodado parecía que habían luchado puesto que la ropa se encontraba esparcida por todas partes. entonce por la persona que íbamos en esa oportunidad se encontraba sin ropa y caminaba a lo que parecía ser el baño ( lo sé porque la puerta estaba entre abierta y se veía algunos artículos de baño)

-- Creo que no es un buen momento-- dije-