● Ars & Vita ● (MM B: 94346)

[Kris Gryffindor]

-- Es verdad... me parece que ya es hora... igual hay muchos que hacer hoy -- dijo resignado el castaño quién sin muchas ganas y más arrastrando sus pies partió del lugar saliendo por la puerta, esperando que la esposa de su amigo saliera pronto, su destino ahora, tal vez otro negocio que esperaba se encontrara cerca, y que fuera algo donde hubiesen sillas, y gente activa en la noche, puesto que no tenía ganas de seguir parado como un búho en árbol.

 

Kris salió por aquellas puertas y así espero que su compañera ésta ves escogiera el lugar en dónde harían su próxima guardia. Aunque no estaba muy seguro del lugar, esperaba que ella, tuviera un buen lugar en su lista, al menos donde no se encontraran solos ellos dos, o realmente internaría seguir con su plan, para observar las habilidades duelisticas de la Delacour.

[Mei Black Delacour]

Kris coincidió con la idea que se le había ocurrido a Mei, por lo que rápidamente comenzó a caminar a la salida, algo que dejó levemente pasmada a la muchacha.

 

–Caminemos un poco mientras se me ocurre un local que visitar – le sugirió mientras comenzaba a caminar ahora ella también, dirigiéndose adonde el Gryffindor se había detenido momentáneamente a esperarla.

 

En cuanto llegó a su lado, ambos salieron caminando en dirección al este, viendo algún lugar que estuviera dentro de la lista de los locales que debían ir a visitar, aunque fuera solo por un momento, como habían hecho con aquel.

[Adrian Wild]

- Vaya...

 

Las puertas de cristal se abrieron al detectarme y me adentré en el lugar, observándolo con atención sin perder detalle de nada. Parecía otro. Me recibió Bolinda con una sonrisa, esperanzada. Temía que les reprochara el descuido del local, o cualquier cosa, pero eso no ocurrió, y nunca ocurrirá. La culpa era toda mía, por haberlo descuidado por tanto tiempo. Incluso otras personas que habían pasado según me contó la elfina se marcharon al ver el Ars & Vita tan desolado.

 

- Bueno, pues entonces... ¡Manos a la obra! De las lamentaciones no sacaríamos nada provechoso -dije con mi mejor sonrisa.

 

Comenzamos a limpiar todo el mobiliario hasta dejarlo pulido y brillante. Lo más costoso fueron los grandes salones de actos, con todos los focos, butacas y aparatos. Los telones hubo que limpiarlos de arriba a abajo con un cepillo y nos llevó mucho tiempo reponer todos los focos y hacer comprobaciones de luz y sonido. Todo debía quedar otra vez como nuevo, y el cansancio se vería recompensado pronto cuando el local se llenara de gente deseando ver alguna actuación en curso o para ir a las clases de la academia que teníamos montada. Todo un día nos llevó el restablecimiento del local.

 

- Puf... -me senté de golpe en uno de los sillones del vestíbulo una vez limpiamos y reparamos hasta la última esquina de cada piso, acompañado por Bolinda y los demás elfos que habían ayudado a la ardua tarea-. Gracias por vuestra ayuda.

 

Tras haber descansado un poco, decidí ir a revisar todo el papeleo del local a mi despacho en el tercer piso, no sin antes coger una taza de café con leche de la máquina que había en la sala de profesores, contigua al despacho. Me senté en la silla y dejé la taza de café en el escritorio, mientras miraba y revisaba papeles, comprobando cuentas y archivando suscripciones.

 

- Esto por aquí… Esto es de Gringotts…

 

Mi estancia sería corta, como siempre, pero mi ausencia no se alargaría tanto.

[Mei Black Delacour]

Hacía varios días que no salía a dar una vuelta por el Callejón Diagon durante la noche, más precisamente desde que había salido a patrullar junto con su amigo vampiro, pero ahora las rondas nocturnas se retomaban y por primera vez la Black Delacour estaba llegando temprano a un encuentro con el Gryffindor.

 

Mei se hallaba justo frente a la puerta del local Ars & Vita, esperando a que su amigo llegara, pues no deseaba entrar sola. Mientras esperaba, la chica observó el negocio y al instante se percató de que justamente ellos dos ya habían ido allí con anterioridad.

 

–El teatro, – susurró por lo bajo mientras veía el cartel luminoso que destacaba el nombre – qué coincidencia – agregó.

 

La pelicastaña volvió a observar a su alrededor para ver si su amigo llegaba o no. Esperaba que no tardara mucho, pues estaba al tanto de que, en ese momento, el que se hallara sola sería una mala idea.

[Kris Gryffindor]

Kris sabía que estaban atrasados en cuanto a la re activación de los patrullajes, tenía varios días que no salía a dar la vuelta y lejos de tenerlo como una obligación el Gryffindor lo tomaba como una forma para ir a asaltar negocios, sin pagar, era divertido estár. Kris sonrió en aquella noche, vestía con un conjunto de camisa y pantalón a juego de color vino, ambos, con los primeros dos botones sueltos, que dejaban ver una parte de su amplio pecho donde colgaba aquel collar de fénix que le recordaba noche a noche los ideales por los cuales luchaba.

 

Justo caminaba por los callejones cuando a unos cuantos metros observó a su compañera parada justo enfrente del locál. -- Hey Mei.. no me digas que el vago de tu novio, sigue de viaje -- Peguntó el vampiro con una visible sonrisa en los labios, a éste paso Kris se convertiría en su guardaespaldas, mientras que el novio, se la pasaba seguramente en plan de vacaciones, aunque Mei tal vez no lo sabía aún.

 

-- Y bueno... ¿entramos? -- Preguntó el vampiro.

[Mei Black Delacour]

Al cabo de un momento en el cual estuvo mirando todo a su alrededor, se percató de que a lo lejos una figura levemente conocida se acercaba, y solo para cuando estuvo cerca pudo confirmar sus sospechas. Se trataba de Kris, por suerte.

 

–Sí, anda tomándose unas lindas vacaciones – bromeó mientras una risa se escapaba, aunque por una parte deseaba que el pelinegro no estuviera tan atareado de cosas. Por un momento, la chica creyó ver un gesto parecido a una sonrisa en el rostro del vampiro, pero descartó la idea casi al instante –. Sí, entremos, que hace un poco de frío – respondió la chica.

 

Sin más, la pelicastaña comenzó a dirigirse a la entrada principal del teatro para verificar si todo estaba en orden y no se encontraban con alguna extraña sorpresa por allí que los obligara a accionar.

[Kris Gryffindor]

Kris escuchó las palabras de su compañera, quién al parecer justificaba de nuevo la ausencia de su compañero de bando Heko, era algo raro que a él SI le hubiera dicho que iba a disfrutar el viaje con lindas muggles [xD]. Tal vez ese sería el encubrimiento, por loq ue tendría que seguirle la corriente.

 

-- si seguro, pobre, ha de estár laburando sin parar...-- Sentenció Kris con una visible sonrisa, mientras ambos entraban al lugar. Inmediatamente observó a su alrededor, parecía ser un lugar tranquilo ye s que al parecer las obras de teatro estban comenzando, por lo que el silencio era undamental.

 

-- ¿Que tipo de Obras crees que den? -- Preguntó curioso el castaño.

[Mei Black Delacour]

La respuesta que el Gryffindor le dio no la convenció ni un poco, algo estaba pensando, lo sabía, pero como no sabía qué era exactamente no pudo decir nada más que especular. Mientras observaban el lugar, Mei oyó atentamente a Kris, ya que era el único que hablaba por los alrededores.

 

–El trabajo le hará bien, no hay de qué preocuparse – sentenció mientras observaba de reojo a su compañero de bando para ver en detalle tu expresión –. Y a ti algo de trabajo tampoco te vendría nada mal – agregó con una sonrisa pícara y malvada al mismo tiempo, volviendo a mirar al joven con curiosidad.

 

Luego de un momento de observar el lugar, la pelicastaña comprobó que se estaba llevando a cabo una obra de teatro que de seguro ya había comenzado hace rato, por lo que decidió no hablar tan alto.

 

–Sinceramente, ni idea, ni siquiera he visto una en toda mi vida – admitió mientras echaba un ojo al escenario que se hallaba a lo lejos.

[Little G.]

La silueta de una joven se aproximó con lentitud hasta la enorme puerta de cristal corrediza de aquella bella estructura moderna y elegante. Le echó un vistazo satisfecho a las tres plantas de colores, antes de ingresar al hall. Sus orbes miel recorrieron la estancia en busca de algún elfo o alguna persona que pudiera atenderla.

 

Little Georgina se acercó hasta el mostrador y se inclinó sobre él, cuidando que su enorme vientre abultado no se sintiera presionado contra la superficie. Pudo observar el cartelito de “Se necesita personal, consultar con los propietarios” antes de separar los labios para hablar.

 

-¿Buenas? -. Inquirió al aire, esperando que alguien respondiera. -. Quisiera hablar con el encargado...

 

Había llegado al teatro Ars & Vita en busca de otro trabajo que le brindara paz y alegría. Adoraba las representaciones, los recitales, la ópera y demás. En cuando Dorothy y ella habían pasado la semana pasada frente a la fachada, ambas se habían enamorado de la idea de participar.

 

Solo deseaba que su avanzado embarazo no le impidiera conseguir el puesto de profesora, ni mucho menos el de actriz. Después de todo, tenía cinco meses y dentro de poco su bebé nacería. Podría realizar sus actividades sin preocupaciones, aunque bien sabía que debía cuidarse en extremo. Miró el reloj que cargaba en la muñeca con impaciencia. Las manecillas de este se movían sobre un fondo estrellado, como si fuera una brújula en el cielo nocturno.

 

-¿Dorothy vendrá…? -. Musitó para sí. Lo más seguro era que la castaña decidiera no ir. Confiaba en que Little se encargaría de todo. Suspirando, volvió a recorrer el recinto con ojo crítico, aguardando a que alguien la recibiera.

[Kris Gryffindor]

Kris, como su compañera ahora se encontraban en la recepción de lo que era aquél teatro, los colores, la mayoría obscuros, y con las luces lo más bajo posible, daban a entender que se estaba llevando a cabo las clásicas obras, el hubiese querido entrar a presenciarla, sin embargo sabía que el tiempo no era un aliado, y tenían que estár de entrada por salida, algo que realmente no le incomodaba, pero hubiera querido pasar más tiempo en cada una.

 

Caminó hasta uno de los costados en donde se encontraba una maquina expendedora de varias frituras, e incluso sodas, muggles, deposito en la primer maquina unos dos dolares, y así esperar atento, hasta que una bolsista pronto se llenara de palomitas de maíz. Inmediatamente volvió comiendo una pro una hasta acercarse con su compañera.

 

-- Bueno... pués es algo que quiero posponer lo que más se pueda, con el Ministerio de Magia me basta --

 

Sentenció luego de caminar hasta ella y ofrecerle unas cuantas palomitas de su bolsa.

 

-- ¿Quieres?... --