● Ars & Vita ● (MM B: 94346)

[Gomita Haughton Westrong]

GOMITA HAUGHTON M. WESTRONG

 

 

— ¡Cye! — llamé a mi amiga, quien se encontraba en la sala principal.

 

Era una verdadera sorpresa cuando apenas al llamar noté que la escuela no estaba completamente sola. Aquella chica rubia miembro de la orden del fénix al parecer también venía interesada en las clases que se impartirían y de pronto me pregunté cuál tomaría. En ese momento escuché a alguien saludar.

 

— ¡Hola!

 

Una chica había salido al recibidor y la miré. Sonreí ampliamente al ver de quién se trataba y luego miré a mi alrededor. Little estaba también en la sala, yo me sentía realmente emocionada de estar aquí y tomar mis primeras lecciones.

 

— Sí Little ¿Cómo estás? — sonreí al escuchar que ella sabía lo que yo quería — ¿También tú?

 

Hasta ese momento yo ignoraba que ella era la profesora de uno de los cursos, más ni menos que de danza por lo que le pregunté creyendo que se trataba de una alumna más. En ese momento me distraje un poco al ver que un muchacho al que jamás había visto, nos dirigía a un salón que todavía no había explorado.

 

— Bueno pues... ¿Sólo somos nosotras dos? — pregunté sorprendida y me reí bajito — ¿Profesores y alumnos? Entonces tú... — dije mirando a Little.

 

Hasta ese momento no había caído en cuenta de que la escuela era nueva y comenzaba a reclutar sus estudiantes. Aquello me llenó de emoción, ya que sería de la primera generación que pasara por las instalaciones. Todo aquello rondaba por mi cabeza mientras me dirigía a donde nos guiaba el profesor. O al menos creía que lo era...

[Melrose Moody]

-Vaya que es fácil perderse.

 

Había ocasiones, como esa por ejemplo, en las que mi sentido de la orientación merecía un cero. Había estado rondando en busca de la sala de música, pero no había dado con ella. No era que la disposición del lugar fuera difícil, para nada. Era sólo mi cabeza despistada, que en esos momentos apenas daba para juntar dos frases a modo de saludo.

 

Por ello, me dirigí hacia la recepción resignada. Una elfina bastante amable, que se hacía llamar Bolinda, me indicó donde podía encontrar la sala de música, pero también me otorgó una sugerencia:

 

-¿No desearía pasarse por la ceremonia de inauguración?

 

Evalué la posibilidad de ir a encerrarme a la sala de música y pasar un buen rato a solas. Sin embargo, me había prometido a mí misma que iba a dejar esos hábitos hoscos. De manera que solté un suspiro de resignación y asentí con la cabeza. En esos instantes una figura conocida hizo acto de presencia.

 

-Hola Galedra.

 

La chica lucía aun más despistada que yo- si es que era eso posible- pero la elfina era rápida y le hizo el mismo ofrecimiento. Antes de que pudiese negarse, la tomé del brazo y sonreí. La llevaría conmigo de todas formas. La elfina, sin perder un minuto, nos condujo hasta el salón de actos y nos indicó que tomáramos asiento en cualquier sitio, para luego desaparecer más allá de mi hombro.

 

No había muchas personas, pero de los que se encontraban en el estrado, pude reconocer a Cye y... Adrian, sí, ese era su nombre. Butacas más allá había una cabeza que me parecía familiar, aunque no podía asegurarlo con certeza.

 

-¿Nos sentamos junto a las personas de allá?- señalé al par- o prefieres otro sitio...

 

Sabía que no era precisamente la forma más amable de tratar con las personas, el como la había halado conmigo. Pero esperaba que entiendiera, después de todo, ya algo había tratado con Galedra y sus mellizos curiosos.

[Gomita Haughton Westrong]

GOMITA HAUGHTON WESTRONG

 

 

Caminamos hacia donde nos guiaba Adrian mientras observaba muy bien el camino, ya que no quería perderme de regreso. Suspiré mientras continuaba al lado de Little y Cye cuando alcancé a ver a otras dos personas que llegaban al lugar. Las observé bien para tratar de reconocerlas y sonreí al hacerlo.

 

― Genial, esto se comienza a llenar de gente.

 

Me sentía verdaderamente emocionada, por lo que me pregunté de repente si Pandora y Galedra también se inscribirían a alguna de las clases. Me preguntaba a cual de todas lo harían y de pronto otra pregunta más me pasó por la cabeza. Adrian había dicho algo que me dejó con algo que no alcancé a mencionar.

 

― Little... entonces eres profesora... ¿Qué clase impartirás?

 

Me froté los ojos y miré el amplio espacio que había a mi alrededor y tomé aire. Era extraño, solamente sería algo así como la inauguración de la escuela, pero me sentía nerviosa como si me fuesen a aplicar alguna clase de examen. Tenía que quitarme aquella sensación de la cabeza, ya que no era nada bueno para mí.

[Radamantys]

De nueva cuenta el demonio se materializo en aquel sitio, el Callejon diagon volvia a ser escenario de un neuvo asesinato, esta vez el demonio avanzaba con paso calmado, la mascara cubria su rostro y su desnudo torso dejaba ver los tatuados brazos del Mortifago.

 

-● Ars & Vita ● - ese era el nombre del lugar al cual Radamantys entro, sus ojos negros analizaron el panorama, varias personas pero la vista de este se centro en una chica Gomita Potter Black Haugran (GOMITA HAUGHTON WESTRONG) ella moriria.

 

Al parecer se reunian en un salon de eventos dentro de ese local.

[Near]

Llegué al lugar para encontrarme con Radamantys y capturar de una vez a la fenixiana que se encontraba en aquel negocio. llevaba preparada mi varita de ebano y mi mascara puesta. Con mis pies descalzos y una tunica negra de tela fina cubriendo mi cuerpo, avancé hasta situarme junto al nigromante.

 

- Toc toc - solté con sorna.. - podemos pasar?

 

pronto nos desharíamos de una posible amenaza encarcelándola en nurmengard.

[Aleera Lux Evanik Malfoy]

Apareció en el callejón, con su túnica oscura y su máscara dorada sobre el rostro. Una expresión algo seria y lista para terminar la limpieza que había comenzado hacía días. Sabían que en el local Ars... había alguien sospechosa e irían por ella.

 

-No hay dos sin tres... -dijo uniéndose a Near y a Radamantys- ¿Hoy que nos llevamos para casa?

 

Aleera se unió a los mortífagos y se dispuso a esperar el momento de llevarla para Nurmengard

[Gomita Haughton Westrong]

GOMITA HAUGHTON WESTRONG

 

 

Escuché claramente cuando alguien tocaba a la puerta, no podía creer que también aquella celebración nos la iban a echar a perder. Tomé aire y justo en ese momento saqué mi varita para comenzar con mi defensa. No podía permitir que me llevaran otra vez.

 

― Morphos.

 

Apunté a una de las sillas del estrado e inmediatamente la transformé en un enorme puma negro.

 

― Defiende la entrada del auditorio.

 

Inmediatamente el animal me hizo caso y yo volví a decir.

 

― Avis.

 

Doce pajarillos se materializaron y esperaron volando a mi frente a mi indicación.

 

― Ojalá que los muerda.

[Martin N Roses]

—Las visitas parecen ser moneda corriente hoy en día. —La voz había retumbado desde la desierta calle entorno al interior de un local: Ars & Vita.

 

El mago tenebroso había sido invocado a aquel sitio por el método tradicional, la intensa quemazón al a altura del antebrazo derecho, donde se mantenía al rojo vivo su tatuaje. En su rostro, para mantener al margen su nombre y apellido, ocupaba una negra máscara que lo dejaba libre de cualquier cargo ilícito que realizara utilizando magia oscura.

 

Con un par de pasos, bastó para alcanzar el umbral del negocio, donde se hallaban, además de tres enmascarados más, un par de civiles. Habían organizado un ataque, y un objetivo que era sumamente jugoso, sería en esa ocasión su víctima.

 

—¿Qué esperan? ¡A matar! —Su mirada grisácea resplandeció tras la máscara de manera peligrosa.

 

La varita giraba peligrosamente entre sus dedos, dispuesta a masacrar.

[Near]

Suponiendo que nadie la defendería de su destino, levanté mi mano libre y pronuncié:

 

- Fuego negro - Una bola de fuego negro salio disparada de mi mano y se elevó sober mi cabeza hasta unos centimetros antes de tocar el techo del lugar.

 

- Fuego Negro - Una segunda bola de fuego negro idéntica se posicionó al lado de la primera.

 

Ambas crecerían de tamaño hasta que las lanzara.

[Melrose Moody]

-Ay, que horror- comenté mientras veía entrar al par de enmascarados y fingía un vahído- Vámonos Galedra.

 

Tirando de la pelirroja y poniendo la mejor cara de susto que pude obtener, salí de la estancia y corrí hacia la salida. Una vez estuve en un callejón cercano y a salvo de miradas furtivas, me coloqué la luz sobre el rostro. Llamé a Freya en voz baja y ante un chasquido de la elfina estuve cambiada con mi vieja capa gris. Ella se llevó los zapatos y yo regresé de vuelta al establecimiento.

 

-Creo que nos toman por idi***s ¿Qué hacen atacando neutrales? ¿Ahora se arman de valor con personas que la tienen difícil al defenderse?

 

Mi varita estaba en mi mano izquierda. Los mortífagos no se habían molestado en moverse del lugar en donde los había dejado.

 

<<Ahora es cuando>>