Wishes Banned & Strange Passions (MM B: 80297)

[Dennis Delacour]

La bruja frente a ella se veía maravillosa, no podía dejar de mirarla y cuando entrelazo sus dedos con los suyos una descarga de energía recorrió desde la punta de sus dedos a todo su ser. No sabía porque le provocaba tantas sensaciones en tan poco tiempo pero sin embargo era así, quería pasar la mayor parte del tiempo con Zoe y no separarse de ella ni un segundo.

 

— No creo que siquiera alcance un ápice de la hermosura que tengo frente a mis ojos — respondió a su comentario sin apartar la vista, era como si todo lo que pasara por su mente saliera sin filtro alguno de sus labios, antes no era capaz ni de decirle que le gustaba y ahora no podía permanecer callada. Sabía que estaba influenciada por la poción pero no sabía cuanto iba a durar esa actitud arriesgada de querer conquistarlo todo en un solo movimiento.

 

La vio inclinarse sobre la mesa y cuando le dirigió esas palabras la ojiazul le imito para quedar tan cerca que podía ver los diferentes tonos de gris que inundaban los ojos que tanto adoraba — Me puedes decir todo lo que quieras — dijo manteniendo su mirada fija y apretando suavemente la mano de la bruja con la suya.

 

No pudo evitar sonreír ante las palabras de la Triviani, y luego sentir sus labios sobre su mejilla terminaron de derretirle el corazón — Entonces hagamos de esto una dulce locura porque yo estoy igual por ti — dijo acercando su rostro al de la bruja quedando tan solo a un simple roce de sus labios, estaba dispuesta a probar de nuevo esa boca que la había dejado con ansias de un beso suave y duradero.

 

Se acercó lentamente a la bruja impulsada por su belleza, todo lo que le hacía sentir y el efecto de aquella poción. Todo se había mezclado dándole un sentimiento de valentía. Justo cuando estaba lo más cerca de los labios de la bruja le dedico una sonrisa para después posar sus labios delicadamente sobre los de Zoella sintiendo la suavidad de los mismos y el dulce sabor que tenían, un sutil movimiento de ellos era suficiente para conservar el sabor de los mismos en su memoria. Durante varios segundos fue como probar del fruto de los dioses para luego regresar a ser una simple mortal.

 

Cuando se separo de su bruja sintió como toda su valentía se esfumaba, el efecto de la poción se había esfumado y ella acababa de hacer lo más atrevido posible hasta el momento en su vida. Había tomado la iniciativa para besar a la bruja y ahora mirándola a los ojos sentía como sus mejillas ardían por la vergüenza de haber sido tan lanzada en su primera cita con ella.

 

Se enderezo en su asiento soltando la mano de la bruja sin saber que hacer o que decir, quería que todo fuera perfecto y se había lanzado a la primera, solo esperaba que la Triviani no fuera a pensar mal de ella por eso.

 

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[Zoella Triviani]

La cercanía de la Delacour me causaba un poco de nervios, nervios que recién ahora empezaba a admitir, siempre los sentía o al menos cuando ella estaba a mi al rededor. Quería saber que pasaba por su mente, que pensaba con cada acción o palabra mía. La sonría que adornaba mi rostro creció ante sus palabras, y quise agregar algo más mientras observaba su rostro acercarse lentamente al mio. Mi estomago se apretó por el dulce aroma de su aliento, que rápidamente pude saborear al sentir como unía nuestros labios.

 

Lentamente le correspondí el beso, sintiendo que nadaba por un dulce mar, se sentía como si acariciara un suave pétalo, el cual lo rozas lentamente por miedo a dañarlo. Poco fueron los segundos que duró ese beso, pero para mi fueron una eternidad. Aún teniendo la ausencia de su cercanía, podía sentir lo caliente de sur rocé, y la suave sensación de todavía estar besándola.

 

Con mis ojos aún cerrados, estiré mi mano para percatarme de que ya no estaba donde recordaba. Con el ceño fruncido abrí lentamente mis parpados, pude observarla recostada en la silla, bastante sonrojada y con sus facciones algo diferentes - ¿Todo bien? - Me atreví a preguntar suavemente, manteniendome inclinada hacia ella. Por un momento me preocupe, y con mis ojos intenté conectar con su mirada que no me observaba - Dennis... - Susurré, esperando a su respuesta.

 

Relamí mis labios, aún sintiendo la sensación de los suyos al contacto con los míos. Me mantuve en mi posición, seguía intentando conectar la mirada con esos orbes azules que tanto me gustan ver - ¿Ya quieres irte? - Interrogué, algo triste pero sobre todo preocupada, al no saber que pasaba.

 

@@Dennis Delacour

[Dennis Delacour]

La ojiazul se sentía un poco perdida en ese momento, miraba a todas partes y a la vez a ninguna, lo único que quería era evitar mirar a los ojos de la bruja frente a ella puesto que sentía que si lo hacía su rostro no soportaría el calor que incendiaria sus mejillas por la pena. Que le diría, le explicaría que se había lanzado a darle ese primer beso ni bien habían comenzado la cita por el efecto de la poción, por más que le daba vueltas a eso en su cabeza no le hallaba forma alguna. La tomaria por tonta donde le dijera que era tanto el miedo por la cita que había hecho una tontería aún mayor.

 

Sus divagaciones mentales pararon en cuanto escucho el tono preocupado de Zoella, y más cuando en un susurro dijo su nombre, aquel nombre sencillo y común que en la voz de la bruja sonaba como una melodía y que saliendo de sus labios era como una bendición. Suspiro profundamente para responder de manera tranquila — SI estoy bien no te preocupes — pero aún no era capaz de mirarla a los ojos, un error que definitivamente estaba alterando el momento cuando la oyó preguntarle si quería irse y más por el atisbo de tristeza que sintió en sus palabras.

 

Como acto reflejo levantó su mirada buscando el profundo gris de los ojos de la Triviani, aquel hermoso color en el que le encantaba perderse cada vez que podía, y estirando su mano de inmediato volvió a sujetar la de la bruja — Por supuesto que no quiero irme, he esperado a este momento contigo como si aguardara un hermoso regalo — dijo tratando de recomponerse y regalarle una sonrisa cálida.

 

Sin embargo el hecho de cómo había actuado justo después del beso había sembrado la duda en el interior de la bruja frente a ella por como su mirada una mezcla de tristeza y preocupación la observaba. Algo que no podía permitir porque lo que menos quisiera sería causarle malestar a la ojigris sobre todo porque quería que fuera feliz siempre para que le regalara esas hermosas sonrisas que adoraba.

 

Sabía que no sería fácil de convencer así que no le quedaba de otra que decir la verdad, pero para ello se puso en pie aún sosteniendo la mano de la bruja y tirando suavemente de ella la insto a que se levantara de su silla, cuando estuvo frente a ella le dio un fuerte abrazo tratando de hacerle sentir toda la felicidad por estar ahí con ella. Y colocando su cabeza en el hueco de su cuello comenzó a decir en un tono suave. — Disculpame, tenía tantos nervios por salir contigo hoy ya que quería que todo fuera perfecto, que tome una poción para tener más seguridad y confianza cuando estuviera frente a ti y creo que no ha salido de lo mejor. — respiro por lo bajo para decir lo que seguía.

 

Soltandola de su abrazo un poco para verla a los ojos, colocó sus manos sobre las mejillas de la bruja. — Ese beso ha sido simplemente perfecto y no me arrepiento de el. Me gustas, me gustas mucho y frente a ti me vuelvo una incompetente total — hablaba sintiendo la suavidad de su rostro en sus manos y regalandole sonrisas cursis de quien estaba observando lo más querido. — Perdona si te preocupe, simplemente provocas muchas cosas en mi que me vuelven un caos, pero tu, ese beso, y esta cita son lo mejor de mi día — termino de decir colocando nuevamente sus labios sobre los de la bruja con una suavidad aún mayor que antes, era un beso tierno que buscaba darle tranquilidad y la seguridad de que estar ahí con ella era todo lo que deseaba.

 

Se separó de la boca de la ojigris con una enorme sonrisa, no sabía que le estaba haciendo la bruja a su vida desde que la había conocido, pero no quería que dejara de hacerlo. Había recuperado la calma y la confianza, porque así como estar frente a Zoe la llenaba de nervios también al tiempo le regalaba un sosiego que le hacía sentirse en calma. — Qué te parece si seguimos con esta hermosa velada que has organizado — le dijo mientras ladeaba un poco la cabeza a modo juguetón y le regalaba una sonrisa. Quería pasar una linda noche y al lado de Zoella no había duda que sería así.

 

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[OttoBlack]

El demonio caminaba hacia la tiernda magica que se le hacia familiar el nombre, ponia su mano en la manilla de la puerta girandola, para entrar sin tiempo que perder. Otto miraba todo el decorado con la mirada, viendo que habia una que otra personaj, asi que rapidamente el mortifago iba al mostrador para ver los productos que vendia la tienda para saber si habia uno que le llamaba la atencion.

Gente venia y iba el Black solo miraba un lado hacia otro sin rumbo fijo, como si anduviera analizando algo como si estuviera pendiente de cualquier detalle que le llama la atencion. Mientras luego daba otro trago a su bebida jugando con ella en su manos , viendo el liquido moviendose de un lado hacia otro , de izquierda a derecha para darle otro poco de su trago.

[Zoella Triviani]

Lentamente asentí a sus palabras, mientras pasaba una mano por mi rostro retirando os cabellos que obstruían mi vista. La rubia aun no me observaba y mi preocupación crecía con cada segundo que pasaba. Cuando por fin pude ver su rostro, y conectar con su mirada se podía notar en sus ojos un sentimiento que no supe identificar. Sus palabras, por otro lado me calmaron pero sin embargo seguía algo preocupada por lo que pasó.

 

Sentí su mano entrelazarse nuevamente con la mía, y yo solo podía ver sus ojos intentando saber mediante sus mirada que había pasado. Su sonrisa,por otro lado me dejó algo hipnotizada, lo hermosa que se veía sonriendo por más pequeña que fuera su sonrisa junto a sus mejillas sonrojadas me atrapaba, y me lanzaba en un abismo del cual no quería salir.

 

La vi ponerse de pie, y con nuestras manos aun unidas sentí su tirón y me levante, quedando frente a ella, con nuestros cuerpo uno cerca del otro y antes de decir algo sentí sus abrazos envolverme en un fuerte abrazo, lentamente la abracé de regreso, envolviendo su cuerpo por la cintura con ambos de mis brazos. Y sentí su aliento en mi cuello mientras me susurraba al oído algo que me izo derretir totalmente. Seguido de eso soltó sus manos de mi cuello y se alejó lo poco que mis brazos le permitían, para tomar mi rostro con ambas de sus manos.

 

Sus palabras me hicieron soltar una sonrisa totalmente enternecida y permití que volviera a unir nuestros labios en un beso más corto que el anterior. Con todas sus palabras solo pude reír algo nerviosa y esconder mi rostro en su cuello mientras la abrazaba - Dennis - Empecé hablando lentamente escondida en su cuello, sin saber que decir o por donde empezar. Alejé mi rostro y la observé, viendo su cabeza levemente inclinada a un lado, causándome tanta ternura que sentía que iba a desmayarme si eso fuera posible.

 

- Pensé que era la única que estaba nerviosa, te juro que estuve a nada de cancelarte pero aquello iba a ser un acto tan cobarde de mi parte - Confesé mientras unía nuestras frentes - También me gustas, y no te haces la mínima idea de cuanto. Pero tengo tanto miedo - Solté, diciendo lo ultimo con un hilo de voz que y a penas se escuchaba - Miedo de embarrarla y perderte. Se que es pronto para esto, pero justo en mi pecho esta creciendo tantas cosas por ti, y has hecho que sienta tanto en tan poco que me parece irreal. Me da pánico el pensarte lejos de mi, y vaya que es muy pronto para todo esto que estoy sintiendo pero simplemente sucedió - Cerré mis ojos, mientras seguía hablando con nuestras frentes unidas.

 

- Sucedió como todo hasta ahora, como cada encuentro, cada salida y cada risa que hemos compartido - Dejé un pequeño beso en sus labios, igual al que le había robado en su mansión. Alejé mi rostro del suyo y le sonreí - Quiero seguir esta cita contigo, al igual que quiero seguir contigo por el tiempo que la vida nos permita compartir, aunque si por mi fuera te dijera que quiero estar contigo para toda la vida - Concluí, mientras con mi mano acariciaba su mejilla.

 

Separé nuestros cuerpos segundos después, y observé a nuestro alrededor para corroborar que cada persona que ahí estaba no nos observaba. Le hice una seña para que se sentara y yo me senté en mi silla, justo como minutos atrás estábamos. A los segundos llegó el mesero y preguntó que deseábamos - Yo quiero un cóctel amazonas para beber - Pedí y observé a Dennis, esperando a que ella pidiera lo suyo y continuáramos con nuestra cita.

 

@@Dennis Delacour

[Dennis Delacour]

Lo había hecho, había tenido el valor y le había confesado a la Triviani lo que había sucedido para que ella se comportara de esa manera y luego se sintiera avergonzada por lo que había hecho. Pero lo más importante es que había tenido el valor para decirle a Zoe que le gustaba y mucho, y es que era la absoluta verdad. Desde la primera vez que la había visto algo le había llamado la atención en ella pero simplemente trato de pasarlo por alto por las cosas que había escuchado y porque sentía que su forma de ser era muy diferente. Pero luego con cada oportunidad que tuvo para cruzarse con ella sentía como algo iba creciendo en su interior.

 

Incluso la noche en la que se vieron en el Black Magic sabía que algo estaba pasando mucho más allá de lo que podía controlar, y cuando se porto de la manera tan tierna y linda como lo hizo en la mansión no pudo negarse que en su corazón se estaba empezando a gestar algo por la ojigris. Y lo que había terminado de complementar esa idea fue la noche tan mágica que tuvo en su cumpleaños con la presencia de la bruja. Por eso no había podido callar más lo que Zoe le hacia sentir, le gustaba total y absolutamente, todo lo que hacía o decía era para ella lo más especial del mundo.

 

Cuando volvió a decir su nombre su corazón se acelero, de su boca adoraba escuchar su nombre, era un susurro tan melodioso que imitaba el canto más dulce de las aves. Al continuar diciendo lo que sentía mientras sus frentes estaban unidas no pudo evitar sonreír, eran unas palabras tan dulces que no creyó las escucharía de ella — No tienes por que temer, no me vas a perder, yo no quiero alejarme ni un segundo de ti — dijo cuando la bruja termino de hablar. Eran tal para cual, una pequeña y dulce locura, un pequeño desastre lleno de nervios y miedos pero lo más importante con el corazón lleno de sentimientos la una por la otra.

 

Sus palabras la llevaban a otro mundo, donde solo importaban ellas dos y escucharla decir que quería pasar todo lo que pudiera de su vida conmigo me dejo sin palabras, sintió nuevamente el sabor de los labios de Zoe, esa dulzura que recién empezaba a conocer pero que empezaba a convertirse en su adicción personal. Después de unos segundos se separaron para regresar a sus lugares solo que ahora más tranquilas y seguras de que sentían algo la una por la otra y que querían disfrutar de ese momento.

 

Cuando llego al mesero escucho a la ojigris ordenar y luego procedió a pedir un cocktail de champagne y agradeciendo al mesero mientras este se iba por las bebidas le dedico una tierna mirada a la hermosa bruja que sentada frente a ella iluminaba el lugar con su sonrisa.

 

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[Zoella Triviani]

En ningún momento despegué la mirada del dulce rostro de la Delacour, cada gesto, cada expresión, cada palabra y risa fue grabado en mi memoria para no perder este momento jamás. En mi rostro, la más tonta sonrisa estaba presente, siendo ella y sus expresiones la causante de la misma. Estiré mi mano y volví a entrelazar nuestros dedos por sobre la mesa, mientras escuchaba atentamente a sus palabras.

 

- Estás muy hermosa - Me atreví a interrumpirle después de un rato - No puedo dejar de mirar tu hermoso rostro, y ese vestido hace resaltar el hermoso color de tus ojos - Sonreí, dándole un pequeño apretón con la mano - Que cada vez que estamos separadas veo el cielo, y el color me recuerda a ellos. A lo cálido de tu mirada - Recité, mientras reía algo avergonzada.

 

Quería preguntarle, si deseaba convertirse en mi pareja, si deseaba hacer todo oficial. Pero sentía que era muy pronto, no quería presionarla ya que íbamos a su ritmo. Pero anhelaba tanto llamarla mía, dormir más tiempo junto a ella, pasar más tiempo a su lado - ¿Como te va en el SAW? Vi en la plantilla que cambiaste de departamento - Pregunté, intentando saber un poco más sobre su repentino cambio.

 

@@Dennis Delacour

[Dennis Delacour]

Era imposible no perderse en la mirada que tenía en ese momento frente a ella. Esos ojos grises que poco a poco había aprendido a conocer tan bien, cada rasgo, cada pigmento de color en ellos, como se veían a la luz del sol o de la luna, como se veían cuando estaba nerviosa o feliz. Y en este momento se veían como la rubia imaginaba debían verse los ojos de alguien con un sentimiento de cariño o quizás amor? Quería pensar que esa mirada era porque en la Triviani estaba surgiendo ese sentimiento, porque aunque la ojiazul no estaba segura del todo podía decir que por la bruja sentía más que cariño.

 

No pudo evitar que sus mejillas se tiñeran de rojo por las palabras de Zoe, ese poder que tenía para desestabilizarla con solo un par de palabras siempre provocaba esa sensación. Como en tan poco tiempo había calado tan hondo en su corazón y en su vida no lo sabía, pero así era. Cada vez que la ojigris pronunciaba palabra alguna salían tiernas frases que la hacían sentir en medio de un sueño, el cual esperaba no terminara. Porque sentía que con ella al lado podía afrontar lo que fuera y luchar contra quien sea.

 

El mesero llego con las bebidas justo cuando la Triviani le pregunto por su nuevo cargo, algo que le sorprendió supiera, de igual manera pensaba contarle pero no sabia que ya estaba enterada. — Si creo que era momento de un cambio y bueno creo que este nuevo cargo pude abrirme muchas oportunidades a nivel ministerial — respondió de manera casual ya que aunque era un tema importante para la Delacour, esta noche solo quería concentrarse en la hermosa y tierna bruja frente a ella.

 

Levanto su copa en dirección a la bruja con la mano que mantenía libre mientras con la otra se aferraba a la mano de Zoe como si nunca quisiera soltarla — Porque esta sea la primera de muchas citas perfectas, porque si tu estas en ellas siempre lo serán — dijo chocando su copa con la de la Triviani. Sabía que llevaban poco tiempo saliendo y que quería tomarse las cosas con calma, pero cuando la tenía frente a ella en lo único que pensaba es en que quería poder decir que era algo más, mucho más en realidad. Poder decir ante todos que no solo era alguien con quien salia, porque la ojigris era mucho más que eso. Quería poder llamarla su novia ante todos y poder decir con orgullo lo mucho que la había empezado a querer.

 

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[Zoella Triviani]

La noche había estado de maravillas, habíamos cenado tomadas de la mano hablando diferentes temas que surgían entre ambas. Conociéndonos más con el trascurso de la noche. Despreocupada revisé la hora en mi reloj de muñeca, aun era temprano y faltaban un par de horas para media noche. Mi vista, durante la noche no se movió de su rostro, admirando su tersa piel y dulce mirada desde mi puesto. Cuando llegó el mesero a retirar nuestros platos, pedí la cuenta, esperando que la noche con ella a penas empezara.

 

- ¿Te gustaría pasear? o ¿Quieres ir a algún otro lado? - Pregunté, mientras terminaba mi trago - No planeé más nada para la noche, quería improvisar lo demás como siempre - Di un suave apretón a su mano mientras mantenía reposado mi rostro en mi otra mano. Sonreí para ella, y me dispuse a darle otro cumplido - Me encanta como la luz se refleja en tu piel y hace resaltar esos ojos que tienes que tanto me vuelven loca, y profundizan esa mirada que me hace embobar - Mordí mi labio, sonriendo aun y le lancé un guiño.

 

Al cabo de unos segundos el mesero llegó, dejó la cuenta en la mesa y se retiro. Ví la cuenta y la dejé sobre la mesa. Me incliné sobre la mesa con una sonrisa picara en mi rostro y le hablé - ¿Alguna vez te has ido de un restaurant sin pagar? - Quería hacer travesuras, y cometerlas junto a Dennis. Me levanté de la mesa y tomé su mano - Deberás correr, correr lo más que tus piernas puedan - Dije, estirando mi mano para que la tomara - Y no mires para atrás, sólo sigue corriendo junto a mi - Solté, acercándome a ella y dándole un pequeño beso en sus dulces labios.

 

@@Dennis Delacour

[Oniria]

Insomnia:

 

 

Mi camisa de flores y aguacates contrastaba con la oscuridad del ambiente. Una densa niebla negra se dejaba romper por el haz verdoso de la Marca Tenebrosa impresa en cada una de las sillas. Me sentí extraña ante aquel símbolo, atraída y repelida a partes iguales. Aquella serpiente vertebraba los valores de mi familia. ¿Qué pensaba yo al respecto? Apenas podía aclararme sobre temas tan banales como qué colonia prefería usar, no podía ni imaginar cómo sería decantarme por una ideología.

 

La oscuridad me fascinaba, aquello era innegable, pero estaba tan acostumbrada a que se diese por hecho entre algunos de mis familiares que había llegado hasta a aborrecerla. Yo quería transgredir, llamar la atención, ser motivo de una charla. Si para ello tenía que abrazar a los enemigos políticos de mis padres, lo haría sin pestañear. Rasqué la mesa con las uñas, canalizando la ansiedad que me producían todos aquellos dilemas de los que no podía deshacerme. La gente acudía a este antro para apostar, jugar a las cartas, beber, bailar y a saber qué otras perversiones. Me divertía observarlos a la distancia. Estaba segura de que algún día formaría parte de su séquito de adictos a la adrenalina.

 

Por fin Baleiro regresó del baño. Lo miré fijamente. Lo había citado en el lugar más discreto que supe para conversar larga y tendidamente con él, aunque fuese a través de gestos. Al fin y al cabo, y a pesar de nuestras diferencias, era la única persona en la que podía confiar.

 

––No sé si podemos estar aquí siendo menores... ––apunté para romper el hielo–– pero mientras no nos echen, podríamos pedir una copa.

 

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