Wishes Banned & Strange Passions (MM B: 80297)

[Lord Cubias]

En una situación normal y quizá con otra persona menos peculiar, Cubías no hubiera tenido dudas de que la chica coqueteaba con él e incluso trataba de seducirlo de manera muy sutil, pero esta no era una situación normal y ella era una chica muy particular, se trataba de una ministra, alguien con poder y contactos, eso hacía que Cubías dudara sobre las intenciones de ella y se preguntara si aquello era una genuina muestra de interés hacía él o se trataba de otra cosa distinta.

El punto que más dudas le generó al ojinegro fue cuando la tuvo cerca de su rostro, tan cerca que pudo sentir su aroma y casi pensó que el momento terminaría en un contacto físico, pero la joven supo moverse y retroceder a tiempo.

-Portarse bien es relativo- comentó Cubías tras escuchar sus palabras. -¿Y si quisiéramos portarnos mal?... ¿causaría eso un conflicto político?- agregó, sus palabras estaban llenas de malicia, pero al mismo tiempo eran un intento de indagar sobre las intenciones de la joven.

-A veces uno puede portarse mal una noche, y luego todo sigue igual...pero otras veces, una noche puede ser determinante para el futuro, questa é vita- Culminó el Malfoy su discurso mientas se acomodaba en la silla relajando sus brazos a los costados, ese movimiento era una pequeña invitación, era como decirle a la chica, estoy aquí a tu merced. 

@ Ada Camille Dumbledore

[Ada Camille Dumbledore]

La verdad la actitud del Malfoy me preocupaba un poco, no era que me fuera indiferente, apenas lo conocía y pues no es que eso fuera malo, pero me causaba una curiosidad que no entendía del todo. Espere que sirviera el trago en los vasos de Cristal con hielo. El liquido transparente cayo con un sonido bastante agradable, estaba segura que el sabor sedoso del vodka. Lo mire a los ojos con una sonrisa llena de picardía, no sabia lo que deseaba pero lo averiguaría pronto, lleve el vaso a mi boca mientras lo observaba la música estridente y fuerte y yo solo podía enfocarme en aquellos ojos. Termine el Ruso blanco y deje el vaso vacío sobre la mesa, tome los otros dos vasos de vodka ya frio y el entregue uno en su mano.

 

-Dejemos a nuestros países fuera de esto, brindemos por que sea una maravillosa noche para ti y para mí…

 

Puse el cristal cercan para que lo chocará, sería un trato no era una chica de una noche, solo quería saber que era esto y conocer al verdadero caballero detrás del ministro @ Lord Cubias

 

 

 

[Lord Cubias]

Cubías estiró su brazo para chocar el vaso de la chica, era una muestra de consentimiento, en seguida y tal cual dictaba la costumbre el Malfoy llevó la bebida hasta sus labios para dar un sorbo generoso. -Me intriga qué tan maravillosa podría ser la noche- agregó luego de colocar el vaso sobre la mesa. Por un momento Cubías se quedó en silencio, simplemente se limitó a observarla, lo cierto era que tampoco era alguien de muchas palabras, solía hablar cuando era necesario y se guardaba celosamente lo que decía, pero tampoco era un tipo que se andaba con rodeos.

-¿Cuál es la verdadera razón para estar acá?- preguntó el ministro, quizá ese había sido un pensamiento en su cabeza, pero la ligereza del ambiente hizo que lo externada sin pensarlo demasiado, de igual forma creyó que sería interesante escuchar la respuesta de la joven. -Me refiero a ¿Qué ha hecho que nuestros caminos se encontrarán?- agregó

 

[Ada Camille Dumbledore]

La noche iba avanzando, la situación era algo inusual, ambos habían acudido allí por la curiosidad de conocerse talvez y habían coincidido en aquel bar. Los dos eran personas de la vida pública, que dirigían naciones y tenían vidas similares: viajes, alianzas, enemigos. Tenían en sus manos un sin número de recursos y vidas, pero en su vida personal era diferente. La Francesa vivía sola en un apartamento en París, un exclusivo apartamento que se localizaba en la Torre Eiffel, aislada a de cualquier mago cerca. Lo había hecho por la vista, se decía ella, pero lo hacía porque en ese lugar era el último lugar donde se sentía aislada y segura.

Pero no era momento de pensar, ella debía dejar qué todo fluyera, era lo mejor que fuera espontáneo por parte de ambos lo que sucediera. Choco la copa contra la mía y sonreí, por la tradición disfrute mirándolo a los ojos mientras que brindaban. El trago de vodka paso por la garganta dejando su huella fría y luego ardió como fuego, él hizo lo mismo y luego escucho su voz.

 

- Eso depende que tan dispuestos estemos de liberar nuestra mente, pero creo que el vodka podría ayudar en eso…

 

Le di otro sorbo largo al vodka, la bebida en el vaso ya se terminaba. Jugué con el borde de vaso en la boca y lo vi acomodarse, deje el vaso en la mesa. Ahora me acerque para resolver la nueva pregunta que tenía sobre la razón para estar allí, mi rostros quedó a centímetros del suyo y ladee un poco mi rostro para que mis labios quedaran cerca a su oído.

 

- Creo que eso es algo que tendremos que averiguar juntos, el destino nos trajo, aquí no es causalidad.

 

Me aleje despacio casi rozando mi mejilla con la suya, sin separarme del todo y quedando frente a él, muy cerca

@ Lord Cubias

 

 

 

 

Editado 25 de Agosto del 2021 por Ada Camille Dumbledore

[Lord Cubias]

Cubías se percató que la joven era ávida con la bebida y llevaba un ritmo un tanto acelerado. El Malfoy también hizo lo suyo terminando por completo la copa servida. En ese mismo momento las sesanciones fueron más palpables, algo el interior se le empezó a encender, sentía un ímpetu que lo empujaba a mostrar su lado más perverso. El punto cúspide de ese momento fue el acercamiento de la joven, la chica le había hablado casi al oido respondiendo a su pregunta y al mismo tiempo que retrocedía rozó sus mejia con la suya para luego quedar a pocos centímetros.  Los rostros estaban tan cerca que visto desde cualquier ángulo podían dar la impresión de que estaban pegados.

Para Cubías quello significó un momento oportuno, y no dudó en terminar lo que la ministra había empezado. Acerándose muy lentamente el ojinegro eliminó la distancia entre los dos y rozó sus labios con los de ella, esperó un instante para determinar si había un rechazo, pero de inmediato el roce se convirtió en un suave beso al tiempo que llevó su mano hacia el rostro de ella para acariciarla. 

[Ada Camille Dumbledore]

No dejaba de pensar que este juego me podría salir caro, hacia mucho que no me permitía acercar a nadie a mí y las razones justamente eran para no exponerme. Sabía que aunque era un ser genéticamente preparado para atacar y dañar, no era algo que me agradara de mi propio ser. El Malfoy me agradaba, sus ojos negros tenían una profundidad que me instaba a sumergirme a averiguar sus secretos, pero al igual que yo ambos debíamos cuidarnos de nuestro alrededor por seguridad. Si lo pensaba bien no era del todo malo, estábamos en la misma posición, ambos debíamos ser protegidos para lograr poner nuestros países seguros y de paso manejar nuestra imagen pública. Por un momento ni eso me importo, mi cabeza solo quería que fuéramos una chica y un chico en un bar conociéndose.

 

En cuanto sus labios tocaron los míos el mundo había desaparecido, cerré los ojos involuntariamente y me entregué suavemente al beso, sentí como una ráfaga de sensaciones partía desde mi pecho hasta la columna vertebral. Acerque las a el mi cuerpo e involuntariamente puse mis brazos alrededor de su cuello y me entregue para profundizar más el beso, hasta ahora me daba cuenta la sed que tenía de los labios de @ Lord Cubias

 

 

 

[Lord Cubias]

Camille siguió la inercia del momento y con sus brazos rodeó el cuello de Cubías, aquel momento pareció extenderse en el tiempo aunque solo se hubiesen transcurrido unos pocos segundos. Cuando Cubías sintió los brazos de ella sobre su cuerpo hizo lo suyo llevando su mano hasta la cintura de la chica y apretando con cierta fuerza pero sin ser brusco un el intento.

Por un momento despegó los labios de ella pero no su mano de la cintura, la miró fijamente a los ojos, sonrió y en seguida se acercó nuevamente para dejar un nuevo beso que se prolongó por tiempo indefinido, era difícil pensar en ese momento en otra cosa que no fuera el instante que estaban viviendo; dos ministros de una nación habían dejado dejado de lado la política y se habían convertido simplemente en dos sujetos en un bar que gozaban de un momento.

Tras ese segundo beso prolongado Cubías separó sus labios pero no se alejó de la chica, procuró mantener la distancia y en susurro le dijo -Este tipo de política sí me gusta- 

@ Ada Camille Dumbledore

[Leonardo Malfoy G.]

— Hoy en un sueño te encontré—repetía como un disco rayado el castaño— Como un loco te bese y estrenamos nuestro amor—escupía esas palabras como si fueran un trago amargo. La hiel impregnada en sus papilas gustativas, el sabor ausente del aliento de la rubia, añoranza que siempre le daba la misma respuesta— Ayer nuestra vida, la dejamos ayer—llevándose las manos a la cara cubría esa mueca de culpa. Cinco años transcurrieron para que decidiera abandonar su celibato, evocando el deseo de volver a perderse en esos ojos inquietos y misteriosos. La sonrisa agotada al verla correr detrás de cada uno de sus anhelos, la sed de poder siempre era la vela que impulsaba el navío que comandaba la mujer que le robará el sueño. 

— Tal y como sucedió la primera vez, aquella vez que...—cubriendo sus labios con la copa de vino, sepultaba toda posibilidad. ¿Cómo demonios se atrevía a contemplar la idea de volver a verla?. Marcharse como un vil cobarde, no daba cabida a meterse como un ladrón en los oscuros deseos de la ex Directora del Departamento de Misterios. Si tan solo hubiera sido más aguerrido y valiente, osado como solía llamarle ella a la hora de enviarlo a una misión encubierto. Osadía era lo que jamás demostró ante la dama que era todo su mundo, el cable que manejaba cada extremidad de su cuerpo y lo hacía bailar al son que ella tocará. 

Ritmos que marcaban acordes antiguos, mausoleos que mantenían frías las osamentas de los caídos por la mano de ambos magos. Eran un equipo efectivo y letal, destrucción era todo lo que dejaban a su paso— Tiempo lo que me sobraba era tiempo, pero me faltó eso que siempre supiste reconocer en mi y yo me negaba a ver—lanzando un manotazo sobre la mesita ratona saltaba del sillón como impulsado por un resorte imaginario. Aventando la copa contra las llamas de la chimenea, culminaba de ese modo su purga impuesta por su testarudez. Londres era su destino aquel que destacaba en un mapa al verse envuelto por una cruz de color rojo.

El único vinculo real para dar con el paradero de la Malfoy era su mellizo Jeriel, aquel que le ayudará a esconderse de sus perseguidores. El matrimonio con la vampiro, no fue nada más que una estrategia orquestada por el par de magos, pero eso derivo en que sus planes obtuvieran como resultado un insultante tiro por la culata. Lamentándose falsamente arrinconaba todo deseo de pedir perdón, porque era mucho más satisfactorio pedir permiso y no lo opuesto. Rebuscando entre los bolsillos de su saco, extrajo con éxito la gema que le obsequiará al comprometerse con ella. Un lapislázuli enorme que desprendió un destello al sentir la luz artificial sobre su centro, igualándose por un breve instante a la misma tonalidad que tenía el ojo izquierdo de la rubia.

— Mi viejo amigo tendrá que ayudarme, si desea que le de información reciente sobre Jenna—asomándose por sus labios una sonrisa cargada de eufórica suficiencia. Arrogante como en los viejos tiempos, acomodaba algunas cuantas cosas dentro de una valija, listo para salir a primera hora e ir en busca del recién nombrado Primer Ministro de Nueva Zelanda. Vaya que la suerte le sonrió tras la abrupta desaparición de su querida hermana, aquella mujer que por mucho que quisiera negarlo seguía casada con él.

@ Juv Macnair Hasani

[Mica Gryffindor]

Agatha Gryffindor

-¿Dulce o Truco?- dijo mirándose al espejo, mientras terminaba su maquillaje. La noche de Halloween no le atraía ciertamente, pero sabía que muchas veces sacaba de todos lo mejor de sí. La gente podía ser diferente cuando intentaba hacerse pasar por alguien más, tomaban muy a pecho el mostrarse como otros personajes. Los disfraces se volvían refugio y muchas veces daban lugar para el todo o nada...

La rubia había escogido un vestido blanco que tapaba solo lo extremadamente necesario para dar algo de lugar a la imaginación. En su espalda pendían pequeñas alas blancas que intentaban darle una apariencia angelical que poco cuadraba con su verdadera esencia. Calzaba sandalias de tacón alto que acentuaba su figura. Llevaba el cabello suelto en prolijas ondas. 

Cuando se consideró lista partió, rumbo al callejón, en busca de una buena fiesta en la cual mezclarse. Las recorrió hasta encontrar un sitio que llamó su atención. Si bien no parecía muy concurrido, uno nunca sabía dónde encontrar buena compañía. Se dirigió hacia el fondo, donde una amplia barra brindaba variedad de bebidas y se acodó a la misma, observando al encargado intrigada.

-Sorpréndeme- dijo provocativa, tomando asiento allí. 

[Jeremy Triviani]

Pietro Ianello. 

Pietro se había tomado en serio el ir a Inglaterra una vez que el campeonato en Paris terminó. El dinero por sponsoreo, mas las vacaciones antes de empezar la pretemporada, le daban el margen justo para que pudiera disfrutar de un pequeño viaje de aventuras a cualquier sitio que quisiera. Por si fuera poco, eligió Inglaterra como su destino favorito. No es que tuviera muchas opciones. Luego de entablar amistad con jugadores que habitaban aquella tierra Europea, le habían entrado ganas de ir a conocerla. 

-Gracias, señor -Dijo Pietro al conserje saliendo del hotel en camino al Callejón Diagon. 

Al Ianello le habían recomendado el lugar para hacer compras, y la estadía en aquel hotel tres estrellas de donde estaba saliendo. Tenia un mapa en la mano y un sin fin de ideas por hacer. El mago había decidido no molestar a sus nuevos amigos obligándolos a recibirlo en sus casas, y había optado por tener su propio lugar para poder hacer lo que le viniera en gana, eso incluía llevar visitas inesperadas. (? En la hoja de ruta tenia marcado varios negocios para adquirir objetos típicos del pais, tiendas de ropa y variedad de bares donde podría encontrar hasta comida a buen precio. 

-... Sera la mejor fiesta de todas... -Comentó un mago a su amigo mientras iban caminando delante de Pietro - los disfraces del Wishes banned...

-Con tu rostro no necesitas disfraz, Willi -Respondió el otro mago antes de que ambos rieran a carcajadas. 

La curiosidad de Pietro aumento unos niveles, lo suficiente para que buscara en la parte de atrás de su hoja de ruta los locales que empezaran con la letra W. No le costo nada encontrar el Wishes Banned Strange Passions. No estaba tan lejos de donde se encontraba y camino el resto del camino hasta el lugar. El enorme local lucia misterioso a la luz del anochecer. Pietro cruzo la puerta sin recibir ningún regaño por no estar disfrazado. Aparentemente tal como Willis, el extraño, tampoco necesitaba un disfraz con aquel rostro. 

-Deme un... -Miró hacia un costado viendo una mujer disfrazada de Hada - Dos negroni, por favor -Le dijo al bartender mientras se acercaba a la chica - Buenas noches ¿Nos conocemos? Me gusta tu traje de ángel -Halagó reconociendo que las alas eran muy peludas para ser de Hada. 

 

@ Mica Gryffindor