Botica Macnair (MM B: 97349)

[Cissy Macnair]

Unos días antes

 

El elfo se quedó mirando al mago y no le causó gracia la respuesta. Sabía que era un animago, sabía que era un ladrón también, pero él sentía que no había ido de casualidad a la Botica.

 

-Mi ama no necesita defender su negocio, ella posee otros métodos- espetó el elfo, chasqueando los dedos y haciendo que todo el lugar se cerrara mágicamente. No se podía salir con la aparición, ni por la chimenea... Ni siquiera había forma de hacer un boquete y salir por la pared. Era una prisión mágica-. ¿Qué deseas? No has venido sólo por las pociones, ladrón. Nunca antes te había visto en el Callejón...

 

Vio al mago dibujar el símbolo mágico en el aire, pero no se molestó. Podía quedarse con las pociones, su ama siempre podía hacer más. No, lo que le interesaba saber era por qué justo había dado con la Botica. No era el único negocio de pociones del Callejón, el elfo estaba seguro de eso.

[Aaron Black Yaxley]

Aaron Black Ryddleturn.

 

-Lo maté- sinceré sin que nadie, más que ellas, me escuchase a sangre fría y sin rasgo de arrepentimiento en mi semblante- Calle arriba, en un lugar olvidado, nadie se percató- agregué a la vez que me encaminaba de vuelta al pisito que me había puesto Swey- ¿mantícora?... menudo veneno el que han de tener esas criaturas, son casi imposibles de atrapar, y tener una no es para magos de clase baja- comenté con cierta altivez ante mi apellido- sacando conclusiones, debió ser multijugos la del anciano, puesto que el mismo se veía como muggle deambulando y arrastrándose por un par de monedas.

 

Aún estábamos los tres allí, junto con el elfo que cada cierto rato dirigía miradas a su ama. Mis grises paseaban la estancia de vez en cuando, como también pasaba mi diestra por el castaño cuando sentía que el flequillo se resbalaba en mi frente.

 

- ¿Donde trabajas Cissy?- pregunté a la dueña del local, puesto que Sabía que Darla era parte de la directiva del Cuartel General de Aurores. Definí la mirada en la novia de mi jefe- Las cosas han estado muy apaciguadas éste último tiempo, quizás los fenixianos estén preparando algo conglomerado...- comenté a la bruja en momento que vagaba la mirada por el piso, caído en los pensamientos de lo que podría verse venir (aludiendo al Atrio).

 

OFF: Edito para darle las gracias a Artemis por la bienvenida ! saludos!

Editado 21 de Julio del 2014 por Aaron Black Lestrange

[Cissy Macnair]

Con Aaron y Darla

 

No me sorprendió ni inmutó en lo más mínimo que Aaron dijera que había matado al viejo que lo había atacado. Yo probablemente hubiera hecho lo mismo; un hechizo no dejaba rastro alguno del ataque y, además, había sido en defensa propia. Aunque si alguien descubría el cadáver si seguían las pistas de la sangre hasta el negocio, darían con nosotros reunidos de forma sospechosa. Sin pensarlo, levanté la varita y lancé un Muffliato a la estancia, para que la conversación fuera privada.

 

-Si lo dejaste allí, allí debe estar. Y si la poción ya ha dejado de hacer efecto, en el caso de que ello haya sido lo que utilizó, entonces sabremos de quién se trataba- me sorprendí diciendo, aún observando la daga. La posibilidad de que el atacante fuera alguien utilizando la poción era más sencilla de que fuera un metamorfomago, eso lo teníamos claro-. El veneno de mantícora no es solo difícil se conseguir, es ilegal incluso para los fabricantes de pociones- puntualicé-. Esto ha salido del mercado negro, estoy segura.

 

Nadie conocía mejor que yo las cosas que se movían por el Callejón. Bien sabía que había toda una mafia debajo de nuestros pies que se reunía en salones olvidados y oscuros, donde nadie podía penetrar simplemente, organizando las transacciones más extrañas e ilegales de las que se pudiera tener registro. Yo misma conocía un camino hacia ese lugar, pero no lo diría jamás.

 

-En el Concilio de Mercaderes- respondí a Aaron, sin mirarlo. Aún seguía pensando en lo de la daga. Pero entonces el chico mencionó a la Orden del Fénix-. Puede ser. No he tenido el "agrado" de verlos en mucho tiempo, aunque se dice que parecen más sanguinarios que algunos Mortífagos que conozco.

[Darla G Dumbledore]

Darla con Aaron y Cissy (por orden de llegada xDDD)

La pelirroja escuchó las palabras de Aaron y agradeció haber cerrado las puertas con hechizos, aunque aquello no pareció resultarle suficiente a Cissy quien inmediatamente utilizó un muffliato para que nadie más que ellos pudiera escuchar lo que hablaban en el lugar. Era un movimiento inteligente.

--Como tu casi mentora Aaron debo decirte que lo óptimo es que primero hagas lo que hizo Cissy, la discreción ante todo.

Pegó un bufido, se sentía una maestra ciruela como habían dicho en alguna oportunidad su familia de crianza muggle. Sacudió la cabeza, ese era un pasado que no deseaba que ninguno de los presentes conociera por ello tenía todos sus recuerdos y pensamientos sobre ellos conservados convenientemente tras una resistente capa de oclumancia. Asintió inconscientemente a las palabras que intercambiaban sus dos compañeros.

--Cissy tiene razón... en todo --susurró sin saber por qué --el cuerpo debe estar allí, si nadie lo encontró, claro y respecto a la Orden --los recuerdos de sus propios trabajos para la Orden Oscura vinieron a su mente y un estremecimiento recorrió su cuerpo, respiró profundo antes de agregar con voz grave y fría --algunos miembros podem... pueden ser capaces de utilizar métodos non sanctos contra quien sea necesario, si lo consideran lo bastante peligroso y pone en peligro la seguridad del mundo mágico.

Se mordió, por uno momento, el recordar sus labores en la O.O, sus ex compañeros, había hablado en primera persona, maldita sea, no quería despertar falsas sospechas tras tanto tiempo de fortalecimiento en la Marca. Ese era ahora su lugar, su hogar. Por otra parte no estaba muy segura respecto a Aaron, no conocía tanto al joven mago como para catalogarlo como peligro para el mundo mágico pero las apariencias engañan, nunca se sabe. Volvió a sacudir la cabeza y centrando su atención en sus compañeros agregó:

 

--¿Les parece que vayamos a buscarlo? Si trabajaba con alguien pueden ir a buscarlo y ubicarlo antes que nosotros.

Off: perdón por la demora!! y mi rol medio raro :/ Creo que ya debemos ir cerrando la G ¿no?

Editado 29 de Julio del 2014 por Darla Potter Black

[Cissy Macnair]

Con Darla y Aaron

 

Darla fue la que habló cuando yo hube terminado de decirle a Aaron sobre mis sospechas. Por suerte, la Potter Black y yo estábamos de acuerdo en que lo mejor era ir a buscar al atacante muerto, si es que aún estaba allí. Quedarnos sólo alargaría el tiempo para que alguien más diese con el cuerpo y denunciara al Ministerio tales hechos. Si a eso le sumábamos que Aaron había dejado un rastrode sangre hasta la Botica, fácilmente me dejaría implicada al menos a mi.

 

-Creo que si, que es mejor que vayamos a buscar el cadáver y de paso limpiemos la escena de cualquier tipo de huellas- comuniqué a mis compañeros, convencia de que era la única forma de actuar en aquel momento-. Tengo bien entendido cómo actúan los miembros de la Orden del Fénix. Diré algo y que esto no salga de aquí: ¿creerían ustedes que hubiese alguna manera menos brutal de enfrentarse a nosotros si ellos no utilizaran esos métodos brutales? Pues no. No los disculpo, no tengo por qué, ni los justifico. Pero ya me gustaría que más de uno de ellos se pasara a nuestas filas. Nada más por sus actos indican que son más oscuros que algunos de nuestros propios compañeros- puntualicé. Eso era lo que los Mortífagos hacían, llevarlos al límite de sus capacidades, hacer que trasgredieran las reglas, volverlos, de a poco, menos santos de lo que les parecían a algunos miembros de la sociedad.

 

-Swey, cierra la tienda cuando salgamos. Procura dejar todo limpio -ordené a mi elfo, antes de indicarles a mis compañeros que me siguieran a las intrincadas calles de Diagon.

 

 

 

Nota: De acuerdo, cerremos rol...

[Kahlan Blackthorn]

Juv Malfoy Haughton

Rol Guardianes

 

Aquella fachada de mármol negro le daban una sobria bienvenida a la Haughton, parecía como su adivinará el porqué de la presencia de la Ángel Caído en el lugar. Curvándose en sus labios una picara sonrisa, no contuvo sus ganas por descubrir lo que estaba dentro de ese peculiar local, tomando en cuenta el nombre del mismo. Adentrándose por la puerta doble de vidrio, percibió un aroma dulzón en el ambiente, parecía que las mezclas y brebajes que se vendían dentro de este estaban haciéndose notar.

 

-Parece que me viene a colar al lugar correcto, ya que me siento como pececillo en el agua…-asintió buscando con la mirada a la dueña del local. Sabía que no tardarían en aparecer sus compañeros de guardia, para comenzar con la revisión del lugar. No sin antes obtener el permiso de la dueña, dado que les tocaba regirse por las reglas que la misma había impuesto dentro de su establecimiento. Los rumores sobre que se traficaba con artículos indebidos, no era tema aislado para la demonio y mucho menos para ella que era la directora del departamento de misterios. Estaba demasiado familiarizada con el tema de las pociones y los hechizos, no por nada se pasaba la mayor parte del tiempo en los laboratorios analizando a detalle las muestras que le hacían llegar.de varias partes del mundo y varias que los miembros de otros departamentos ministeriales le entregaban.

 

-Creo que será una guardia interesante, no tengo la menor duda de ello…-entornando sus ojos hacia donde estaba la caja, espero paciente a que sus compañeros aparecieran. No sabía cómo calmar sus ganas por echar un vistazo a todo lo que le rodeaba, sintiéndose tentada a tomar una que otra muestra que podía analizar más tarde dentro de su laboratorio privado-No puedo pedirme nada mejor, teniendo a unos compañeros excepcionales y un arsenal de pociones y menjunjes que son dignos de admirar…-afirmó apoyándose contra una de las paredes del local, esperando pacientemente que sus compañeros llegaran o Cissy hiciera acto de presencia.

[Brardolla Black]

La tarde caía lentamente, dando paso a la inminente oscuridad de la noche. Los pocos rayos de sol que irradiaban en aquel atardecer, se colaban por cada uno de los huecos que asomaban entre los edificios y locales del Callejón Diagon, como haciendo notar que el día aún no quería terminar. Brardolla caminaba con su andar suave y delicado sobre sus tacones de color azul marino, que combinaban con la túnica del mismo tono que llevaba sobre el resto de su cuerpo. El invierno aún no se presentaba completamente y, pese a que no solía sentir frío ni siquiera en las épocas de más baja temperatura, se había colocado una fina capa de viaje de terciopelo negro, abrochada sobre el pecho con un prendedor con el escudo de la Familia Croft grabado sobre la superficie.

 

Al llegar a la puerta del lugar donde se reuniría con sus compañeros Guardianes, se quedó observando la fachada y una pequeña sonrisa apareció en su rostro. Su hija había heredado el buen gusto por la arquitectura al igual que el resto de los Croft y eso quedaba totalmente demostrado en el frente de su local, hecho completamente de mármol negro, tan lustrado que se podía ver el reflejo de quien lo mirara tal como en un espejo de vidrio oscuro.

 

Al ingresar, se encontró con Juve en el pequeño vestíbulo que antecedía al mostrador del negocio. La Malfoy se hallaba mirando a su alrededor, inspeccionando el lugar, seguramente haciendo tiempo mientras aguardaba por la llegada de sus compañeros mortífagos. Se acercó en silencio y, aunque la bruja no pareció inmutarse, sabía que la había oído entrar al lugar.

 

— Admiro tu puntualidad. Hoy en día, muy pocas personas saben lo que es llegar temprano a las citas. — Dijo, con una sonrisa, mientras se colocaba frente a la mortífaga para que pudieran observarse frente a frente. — Parece que nuestros jóvenes compañeros son de ese estilo de personas que te comento... Al menos espero que lleguen antes que la dueña, pues no quedaríamos bien ante ella si no estamos todos aquí para cuando se presente. — Culminó, mirando con nerviosismo hacia la puerta de calle, esperando que tanto Lucía como Deax apareciesen en cualquier momento.

[Kahlan Blackthorn]

Ian Malfoy Haughton

Rol Guardianes- Informante dentro de la trama

El británico iba un poco retrasado a su cita, no le gustaría toparse con una de las regañinas que solía darle su madre de cuando en cuando. Iba ataviado con una campera negra, contrastada a la perfección con un pantalón vaquero del mismo color y unas botas color arena-Bueno, bueno creo que al menos llevo buena pinta…-sonrió acomodando su cabello castaño-Esto es un fastidio…-bufó colocándose la gorra de la campera en la cabeza, sabía que eso controlaría un poco su despeinado cabello. Siempre le gustaba lucir un look desenfadado, pero elegante a la vez, dejándose de cuando en cuando la percha elegante aparcada en su habitación en la Mansión Malfoy.

 

Las cosas habían cambiado para los hermanos Malfoy Haughton, ahora todos habían decidido residir dentro de la mansión que viera nacer a su progenitora. Ian siempre se oponía a darles lata a los miembros de la familia de su madre, pero casi siempre la intervención de Nathe o Chris terminaban echando por la borda las quejas del menor de los demonios. Aunque la mayoría de las veces, si que sabia como salirse con la suya y ganarse lo que deseaba obtener. No por nada era un chico apuesto y ambicioso, dejando muchas veces de lado el asunto de tener el titulo de líder dentro del consejo demoniaco que había heredado.

 

Adentrándose en el local pudo percibir la esencia de su madre Juv y la de otra joven, no le conocía pero no dudaba que se pudieran llevar bien. El tenía los informes de los posibles soplones sobre el tema de las pociones y objetos fraudulentos, no le agradaba la idea de pasar aquella información de mano en mano y se lo había dejado en claro con antelación a su querida madre Juv. Enfilando sus pasos hacia donde estaba la rubia acompañada por la otra chica, no pudo evitar saludarles con una ligera reverencia-Lamento la demora, pero el informante se estaba portando un poco quisquilloso…-rodeando sus ojos le entrego una carpeta a cada una de las mujeres-Dentro esta lo que deseaban obtener, parece que sus sospechas no eran del todo infundadas…-esbozando una media sonría se apoyo contra la pared-Cada uno de los lotes que han salido y entrado de Londres, ya han sido interceptados y frenados en el acto…-explicó manteniendo su sonrisa intacta.

 

Esperando que la buena nueva fuera del agrado de sus acompañantes, no era sencillo obtener esa clase de datos de la noche a la mañana. Además podían usar los recursos que la madre del Haughton podría brindar al ser la directora del departamento de misterios, pero aquello ya seria sopesado por ambas féminas y tomando a consideración por las mismas en determinado momento.

Editado 19 de Octubre del 2014 por Juve Aiiden Aiel Malfoy

[Cissy Macnair]

Había olvidado poner el letrero de "vuelvo en cinco minutos" en la puerta mientras iba al piso superior a realizar una serie de mezclas para una nueva fórmula. Swey, el elfo que normalmente atendía la tienda, estaba en la mansión Macnair controlando que los elfos dejasen de apostar mi ropa en sus partidas de póker y que Sean no volviese a perder los calzones. Últimamente me sentía agotada por no estar dentro de mi propia casa y al final pasaba mucho más horas fuera, trabajando, que disfrutando.

 

-Al menos he disfrutado largos cientos de años- me dije a mi misma en voz alta, mientras ponía hojas de valeriana en la mezcla del almizcle y el agua del río Lethe.

 

Una serie de pasos y voces además de la tintineante campanilla de la puerta me indicó que había clientes en la Botica. Suspiré, quitándome con pesadumbre el largo guardapolvo blanco y las gafas plásticas que había estado utilizando, junto a los guantes de piel de dragón.

 

-Voy voy- repetí en voz alta, mientras tiraba en cualquier lado las prendas y comenzaba a bajar las estrechas escaleras.

 

Grande fue mi sorpresa al ver a tres individuos bien reconocidos por mi, parados delante del mostrador y, dos de ellos, sosteniendo carpetas negras en sus manos. Lo primero que pensé es que estaban haciendo inspección de algún tipo pero luego sentí que esa idea era loca, no cuadraba con nada.

 

-Mamá- murmuré, mirando a Brardolla-. Ian... Juve- me quedé pasmada un momento en mi lugar, el último peldaño, antes de darme cuenta que parecía una tonta con aquella expresión en mi rostro y avancé para besar la mejilla de los tres, de un modo totalmente cariñoso y cercano. Con mi madre no había mucho problema, pero me hubiera sentido extraña dándole la mano a Juve e Ian cuando en otras ocasiones habíamos pasado tiempo juntos, conversando o haciendo guardias-. ¿Qué los trae por aquí?

 

Mi vista una vez más fue hacia las carpetas en sus manos. Parecían tres detectives.

[Deax Black Lestrange]

http://i.imgur.com/dj6260k.png

Rol Guardianes – Aspirante

 

 

Salió corriendo de la mansión Black Lestrange; iba retrasado para su primera guardia como aspirante a la Marca Tenebrosa. Tenía bien entendido que debía reunirse con su equipo en una esquina del callejón donde se encontraba la Botica Macnair.

 

Al llegar al lugar, se quedó unos minutos parado fuera del lugar esperando encontrar a alguno de sus compañeros. Observó unos segundos el letrero donde podía leerse “Botica Macnair, creans concoctionum a MCCCXV”; este era de madera y se veía desgastada por el tiempo. El edificio, no muy grande, de mármol de color negro descuidado, con manchas oscuras en las paredes y sucio por el pasar de los años. Los vidrios estaban perfectamente limpios y claros tanto que podía confundirse si se encontraba abierto o cerrado a no ser por el letrero de “abierto”.

 

Acomodó su túnica negra y larga que caía sobre sus ropas del mismo color. Abrió la doble puerta de cristal del negocio y entró con paso firme y decidido. En el centro del local se encontraban conversando ya dos de sus compañeros y la dueña del lugar. Se adentró al lugar recorriendo con la mirada cada estantería y sus accesorios; todo parecía muy interesante y le daba tentación de acercarse y tocar las pociones que observaba.

 

Deslizó su mano sobre el mostrador caminando hasta sus compañeros.

 

–Buenas tardes. Lamento la tardanza… -se disculpó con su tono de voz serio y frío. Su mirada pasó por cada uno de los que integraban la conversación, la desvió de nuevo a las pociones en los estantes pero siguió prestando atención a las palabras que las brujas y mago decían.