Librería "La Hermana Quisquillosa" (MM B: 98425)

[Helike R V PB]

-Bah, no creo que tengas problemas Matt, generalmente se le suelen olvidar las cosas. Además, yo soy jefa de desmemorizadores, puedo lanzarle un obliviate y asunto arreglado -y solté una risilla, pero seguramente mi primo no estaría muy contento con eso. Uno de los elfos (supongo que están ahí en la cafetería) enseguida trajo las bebidas. La mía estaba caliente pero igualmente le di un suave sorbo, estaba rica.

 

-Yo no digo nada, esa es Xell -le dije con una sonrisa- yo ésta vez no tengo nada que ver con ella -respondí.

 

Habló de libros para críos, no tenía ni la menor idea:

 

-Pues no sé, supongo que, con uno con muchos dibujos, para que puedas interpretarlos a tu manera -me encogí de hombros- aunque, creo que sería mejor, para esa edad, Los Cuentos de Beeldy el Bardo. Es hora que los críos a esa edad empiecen a conocerlos ¿no te parece? -pregunté con cariño.

 

-Yo solamente pude saber de ellos en la edad adulta -chasqueé la lengua, fastidiada- mis padres no es que fuesen muy fans de esas historias, preferían darme libros que relatasen de la realidad -di un sorbo de mi bebida y esperé a que los chicos hablasen.

[Hayame Snape Potter Black]

La mujer pelirroja había obedecido mansamente a la petición de que le bajaran a los animos por lo que simplemente se había apoyado en una mano mientras dejaba que todos los demás arreglaran un poco las travesuras que ella misma había provocado

Pero a pesar de que su hermana ya se había retirado con los demás, ella había permanecido en el mismo lugar apoyando la espalda contra uno de los libreros ya alzados nuevamente y se había cruzado de brazos para rezongar pensando que tal vez ya nadie la escucharía ahora que se estaban en sus propios asuntos

 

-Yo no abandone tres años, fui a las guerras vampiricas y tengo mi honor de heroina que aqui no saben apreciar ni siquiera cuando estoy alegre

Cerró los ojos apretadamente y mostró la lengua en dirección de donde los demás habían desaparecido como si se tratase de una niña pequeña a quien han castigado injustamente

 

Pero a final de cuentas... había sido completamente divertido y eso la hizo sonreir de lado, volteando el rostro hacia otro lado

[Jessie Black Lestrange]

Bipa, elfina domestica de Jessie.

 

No, no, no y no. El bendito libro que me había pedido la señorita no aparecía por ningún lugar. No podía creer aquello, el libro no estaba, no estaba por ningún lugar y si no se lo llevaba pronto a mi ama de seguro se molestaría conmigo. Bueno aquello era exagerar porque Jessie nunca se enojaría conmigo por algo como aquello, solo me diría que otro día fuera a buscarlo pero no podía ser que no estuviera en la librería de la familia.

 

-¿Donde puede estar ese libro?

 

Solté un bufido molesta, observando todo el estante frente a mi. No lo veía por ningún lado, ni siquiera uno que se le pareciera. Una mancha blanca paso a mi lado y casi me tumba, iba a decirle tres palabras cuando me di cuenta que era Estrella, la perrita de Jessie, pero lo que traía en el hocico mordiendo me dejo paralizada, era el libro que buscaba ¿donde lo había sacado aquel perro?

 

-!Estrella, ven acá con ese libro¡

 

Comencé a perseguirla por todo el lugar, la perrita iba tumbando exhibidores a cada corte de corrida que daba, en cada vuelta y cuando pasaba por debajo de las mesas, aquello era un verdadero desastre, pero necesitaba ese libro.

 

-¡Atrapen a esa perrita!

[Hayame Snape Potter Black]

La vampiro pelirroja había aguardado unos cuantos momentos a que las cosas en la librería se tranquilizasen, antes de volver a sonreír con toda la maldad posible y comenzar a canturrear de forma feliz, poniendose de pie de nueva cuenta y sacudiendose las piernas

 

Bueno... y si volvía a alborotar?

Al fin y al cabo ya todos se habían retirado en grupito hacia otra parte... cierto?

 

Se estiró hacia atrás y se hizo tronar los huesos del cuerpo antes de sacar la varita y moverla para que una larga hilera de libros flotase hasta donde ella se encontraba, componiendo una mueca llena de maldad y comenzando a silbar una tonadilla al tiempo que iba tomando encuadernado tras encuadernado para comenzar a construir lo que esperaba fuese la mayor torre de pisa de libros del callejón!!

Y si lograba hacerlo sin que ninguno se cayese sobre su cabeza antes de tiempo, mucho mejor

Tal vez si nadie se asomaba antes de tiempo, hasta una torre eifel y un castillo de versalles podría agregar aunque luego seguro la matarían por haber desordenado cada uno de los tomos y las hileras de nueva cuenta; pero es que no podía evitarlo, que la dejaran sola era como invocar a los problemas y las travesuras sin opción a replica

[Jessie Black Lestrange]

Estrella, Husky Siberiano de Jessie

Bipa me perseguía, farfullando que quería el libro que traía en el hocico, pero me había costado mucho sacarlo de la mochila de Jessie como para ahora entregárselo a Bipa así como si nada. Y es que olía delicioso, a chocolate y mantequilla de mani. No sabía que tantas cosas guardaba Jessie en su mochila pero esa cosa olía delicioso y seguro que sabía igual de delicioso.

 

Corría sin fijarme en lo que iba tirando a mi paso, que mas me importaba, lo único que quería era escaparme de esa elfina que quería mi golosina, de seguro cuando lo viera todo lleno de babas mías ni siquiera lo querría.

 

Al derrapar en uno de los pasillo vi a una mujer pelirroja apilando libros de forma extraña (Hayame) La esquive pero no logre esquivar su torre de libro, estrellandome de frente con ellos mientras derrapaba para intentar detener la coalición. Un mar de libros, literalmente me encontraba en un mar de libros y mi libro había ido a parar a Merlín sabía donde.

 

-Au au au au au au

 

Lloraba por la perdida de mi delicioso libro, mi amado libro con olor a chocolate y mantequilla de mani. Deje de llorar en el acto y me puse a olfatear todos los libros, tal vez lo encontrara entre todo ese mar de libros pues su aroma era unico.

[Hayame Snape Potter Black]

La mujer de cabellos rojos sacaba la lengua por un lado de sus labios y la mordía con un gesto de absoluta concentración, tratando de que aquella pila de libros quedara magnifica y les metiera un susto digno a su hermana y al resto de chicas cuando volviesen a modo de venganza por la de libros que le había tirado encima su hermana...}

 

Cuando la tragedia se le adelantó

 

Apenas consiguió percibir algo oscuro pasar por un lado antes de cerrar los ojos con fuerza y percibir el estrepito de toda su amada obra de arte traviesa irse contra el suelo como lo habían estado horas atrás ante el desastre provocado para finalmente, abrir un ojo apenas intentando captar sin frustrarse el hecho de que su semi edificacion libreril, había honrado las leyes mas elementales de la fuerza mas poderosa de la tierra, cayendo por obra y gracia de la gravedad

 

-Ahora si estuvo bueno...

 

Dijo soltando llamas por los lados de su cuerpo antes de apretar los puños y alargar los brazos a los lados de su propio cuerpo

 

-Quien dejo entrar al chucho aqui!!??

[Sagitas E. Potter Blue]

Pero bueno... ¿Mi sobrina estaba loca? Xell me grito algo sobre mi mal humor y se puso a reír, huyendo de mí escaleras arriba. Lo dicho, loca y suicida, sabía que se había ganado un zape por provocarme. Pero eso sería después de atender a la elfina.

 

-- ¿Un libro de pociones regeneradoras? Hem... Sí, sí, creo que hay un libro sobre eso aunque es de magia avanzada. ¿Para quién es?

 

Tonta soy, ¿para quién iba a ser si era la elfina de mi hija y ella era Sanadora de San Mungo? Con lo buena sanadora que era, a ver porque no podía venir a la clínica de la familia... Suponía que era bueno para su expediente el estar en el hospital ministerial, pero yo le mimaría más, de eso estoy segura.

 

-- A ver, por aquí, creo que por los estantes cuatro y cinco tenemos libros especializados de Pociones. Así que le perdiste un libro...

 

Mientras iba ojeando los lomos de los libros que había en los estantes, sonreí porque entendía el dilema de la pobre Bipa. Había perdido uno y ahora quería reemplazarlo. Me llegaron risotadas de Heliké desde allá arriba y dirigí la mirada hacia el techo, pensativa. ¿De qué se reirían? ¿Tendría que repartir bofetadas a todas ellas?

 

Bipa seguro que pensó que no la atendía, mientras me veía mirar arriba, y empezó a buscar ella sola. La llamé.

 

-- Hey, elfina, aquí en este estante tengo el libro que bus... ¡Eh, pero si estaba aquí hace un momento!

 

Entonces vi a mi hermana Hayame, sacando la lengua. La miré con los ojos entornados. Aún recordaba su "bromita".

 

-- ¿Lo has cogido tú? -- Entonces oí que Bipa llamaba a una perra. -- ¡Están prohibidos los animales en el interior de la tienda!

 

Intenté perseguirla pero lo único que encontré fue a Hayame, revoltosa, haciendo una pila de libros, hacia la cual se dirigía la perrita. ¿Era la de mi hija?

 

--Cuidado, cuidado, que chocaaaaa...

 

No llegué a tiempo, el batabum que se oyó resonó en toda la tienda. Me tiré al suelo, buscando a la perrita, enterrada en el montón de libros.

 

-- Como hagas algún desperfectos, te los tragas -- dije entre dientes, aunque sin aclarar si me refería a la perrita o a mi hermana.

[Hayame Snape Potter Black]

La mujer de cabellos pelirrojos continuaba haciendo berrinches por que se le hubiesen caído los libros cuando estaba por terminar para comenzar con una nueva obra, antes de escuchar la dulce voz de su hermana saliendo por entre aquel derrumbe de hojas e historias que aguardaban por ser leídas

 

Aquello le hizo sonreír con diversión antes de colocarse las manos a los lados de la cadera e inclinarse hacia delante dejando ver la larga hilera de afilados y blancos colmillos

 

-Pero vaya, vaya, vaya... que tenemos aqui? la bruja mas buscada de todas estas tierras en persona!!

 

Comenzó a reir con maldad antes de colocar un pie sobre los libros que aprisionaban a su hermana con un brillo maligno y rojizo que parecían anunciar que algo realmente maligno se avecinaba; de repente la vampiro parecía haber cambiado a una criatura que no podría ser reconocible como la chica que estuviese ahi momentos atrás

 

-A que debo tu increíble presencia como victima de esta carcel de libros bajo la cuál has caído?

 

Inquirió con un tono dulzón y peligroso en la voz, apretando un poco mas su empuje sobre aquello que se depositaba sobre la espalda de su hermana

 

-Yo pensaba que eras demasiado inteligente como para caer en mis trampas, Ericen... pero bueno... esta vez podré llevarte a esa bella mazmorra donde nadie podrá escuchar tus gritos y suplicas...

[Xell Vladimir Potter Black]

Llegué arriba perseguida por mi prima Heliké. Me hizo gracia que dijera que iba a cabrear a la tía Sagitas.

 

- Últimamente se parece a ti, siempre enfadada por algo - me tapé la boca con una mano y volví a reírme. Esperaba que no me oyeran desde abajo o Sagitas me iba a dar bien fuerte.

 

La prima pedía una tisana, me sorprendió que no fuera alcohol, pero me alegré del cambio, así que yo pedí lo mismo.

 

- ¡Yo quiero también una tisana de frambuesas! Pero sin azúcar, que llevo días sin practicar ballet, tengo que adelgazar.

 

Reí la broma del primo Matt, que se lo harían pagar a él, y Heliké me señaló a mí como la culpable. Puse morros, haciéndome la enfadada.

 

- Oh, todos os reís conmigo pero me echáis la culpa. Pues me pondré detrás de ti, prima, para que el hechizo te dé a ti. ¡Oh! ¿Qué es ese ruido? Parece un perrito.

 

Corrí hasta la escalera y me emocioné.

 

- ¡Es un perrito! ¡Hay un perrito en la tienda! Yo quiero bajar a tocar el perrito, oh, qué linda criaturaaaa... ¿De quién será?

[Hayame Snape Potter Black]

Algunas voces comenzaron a dejarse escuchar desde la zona donde toda la familia ya se había ido a pasar el rato, al menos antes de que regresase su hermana de cabellos violetas para terminar capturada por sus libros que aquella criatura mascotera había terminado destruyendo como si no importara el trabajo o la dedicación puestos

 

Sin embargo...

 

Aún tenía que actuar por la forma en que trataba a su hermana, pensando que al menos si no la asustaba aquello daría pie a un nuevo juego que seguramente terminaría por hacer estallar a la de cabellos purpurinas

 

-Entonces... debería llevarte como mi prisionera y entregarte por una buena recompensa? no creo que te hayan dado de alta en aquellos lugares donde una buena lanza con tu cabeza en ella sería recibida hasta con aplausos

 

Rio con frialdad y agudeza, echando hacia atrás la cabeza como un buen villano maniaco; sonrió ampliamente y destelló sus ojos con malignidad para luego, volver a empujar los libros con un pie para aumentar la presión en la espalda de la bruja atrapada en el suelo bajo aquellos objetos

 

-Anda!!! Quiero ver de que eres capaz, no me lo pongas tan facil o no será divertido...- susurró