Librería "La Hermana Quisquillosa" (MM B: 98425)

[Hayame Snape Potter Black]

La pelirroja gritó con fuerzas y se cubrió la cabeza tratando de no perder el equilibrio ahora que ese feroz libro la perseguia con intenciones malevolas

 

Hizo su mejor esfuerzo para saltar hacia otro librero pero el libro enviado magicamente se deslizó por debajo de su pie lo que llevó a la vampiro a resbalarse de espaldas y aparentar ir directamente hacia un choque; sin embargo esta estalló en una voluta de humo quedando como un murciélago que volaba torpemente

 

Y suspiró

 

-Por poco y no la contaba

 

Dijo con lagrimas en los ojos antes de escuchar un firme crujido y algo que se inclinaba por encima de ella; la mujer abrió grandemente los ojos antes de ser aplastada por el librero que se había mecido y ahora caía, tumbando a todos los demás cual piezas de domino

[Sagitas E. Potter Blue]

Eso no era justo. Hayame abusaba de su poder de vampira y revoloteaba por los altos, como si yo pudiera hacer como ella. Y encima, en un momento dado, se convirtió en un bicho alado.

 

-- ¡Maldita murciélago! ¡Como te pille te voy a convertir en lagartija y meterte en una botella de vino para hacerte macerar!

 

Como si los dioses me favorecieran, la librería tembló y le cayó encima.

 

-- ¡Anda y ojalá te haya espachurrado, por burlarte de tu hermana pequeña! -- Le grité, feliz al ver que lla estantería y los libros la enterraban, como ella había hecho conmigo con los papelajos aquellos. Pero después noté que todos los estantes caían, unos encima de otros y que.... -- ¡Leñe, releñe! ¡A mí no!

 

Corrí hacia atrás, perseguida por un montón de estanterías y libros que caían de ellos y, poniendo la varita por encima de mi hombro, hice un Morphos a la última estantería. La madera sonó con gran estrépito contra el suelo pero la montaña de libros se pusieron a volar, como si fueran mariposas.

 

-- Un poco mal hecho -- susurré en el suelo, de rodillas, al ver que no se habían convertido en mariposas como pretendían, pero al menos aleteaban y no habían caído al suelo. -- Tendré que practicar un poco más...

[Hayame Snape Potter Black]

-Pues para mi no esta mal hecho... solamente necesitas centrar mas el tiro @@

 

Dijo la pelirroja aun tirada en el suelo sintiendo como de poco en poco todo ese espantoso peso de libros comenzaba a aminorar debido a que estos ya revoloteaban como si se tratasen de aquellos amarillos pajaritos que aparecían por lo regular encima de las cabezas de las personas golpeadas

 

Y en aquel caso quedaban como anillo al dedo tomando en cuenta el como se encontraba la vampiro y como se sentía respecto al enorme golpe que se había llevado al perder el equilibrio de mala manera

 

Se sobó suavemente la cabeza y se quejó, antes de hacer un mohín y ver de lado a su hermana que parecía en verdad querer vengarse por haberla utilizado como cama/mesita de noche

 

-No me culpes!!- dijo apuntandola con un dedo- yo te estuve hablando muchsimas veces pero no me hacias ni un poco de caso!!

 

Agregó golpeando suavemente el suelo con un puño

[Xell Vladimir Potter Black]

Me llevé las manos a la cabeza al ver que los libros, cuyo registro y archivo había actualizado hacía muy poco, se caían al suelo de cualquier manera, mientras aquellas dos tías mías se perseguían lanzándose hechizos la una contra la otra, gritandose, abasallando a todos los presente. Me puse a gritar con ellos.

 

- ¡Cuidado, cuidado! ¡Ese estante nooooo! ¡Que los dioses os maldigan! Esos eran los libros de criaturas peligrosas, ahora corretearán por todas partes. Con lo difícil que son de pillar...

 

Tía Hayame gritaba que lo sentía, pero yo no estaba de acuerdo. Corrí tras uno de los libros, pero parecía un cangrejo y se escondió bajo el mostrador. Al meter la mano, me la pilló entre las hojas.

 

- ¡Ay, me ha mordido! - no tan así, sólo se había cerrado con fuerza. Me senté en el suelo, moviendo la mano con dolor.

 

Las tías siguiendo corriendo y haciendo travesuras. Ahora volví a asustarme, las estanterías caían una detrás de otras y los libros...

 

- ¡Basta! Os comportáis como niñas. ¡Se supone que sois adultas! ¡Mirar los libros! ¡Costaron una fortuna y los hemos perdido en... en... animales!

 

Me acerqué a ellas muy enfadadas.

 

- Tía Sagis, Tía... Murciélaga Hayame. Vais a recoger todo este estropicio y a rogar que recuperemos los libros o tendréis que pagarlos todos de vuestro bolsillo. Y he dicho TODOS - reafirmé el enfado poniendo los brazos en jarras.

[Sagitas E. Potter Blue]

-- ¿Centrar más el tiro? -- le respondí a Hayame. -- ¿Quieres que vuelva a probarlo, hermanita, a ver si ahora centro más el tiro del hechizo?

 

Mi tono fue muy hosco, enfadada, enarbolando la varita contra ella, tan cerca que podría ponérsela en la nariz si la acercaba un poco más. El aleteo de los libros se había hecho molesto y a punto estuve de lanzarles un Incendio sólo para que dejaran de hacer aquel "fris-fris-fris" al rozar las hojas unas contra otras.

 

-- ¿Encima tengo yo la culpa? Si estaba callada era porque... hum.. estaba estudiando la situación para buscar la solución más correcta para ese caso concreto que me mantenía ensimismada.

 

Mentira, me había quedado dormida en los laureles, pero no quería reconocerlo. Y tampoco tuve tiempo de más. Por encima del ruido, se oyó la voz de Xell, recriminándonos que nos comportábamos como crías.

 

-- ¡Fue ella! -- dije, creo que sí en comportamiento infantil.

 

Huy, huy, huy.... La sobrinita estaba enfadada. Intenté protestar, ¿pero qué se había creído? Yo era su tía, Haya era su tía, nos debía un respeto por las canas los años de más que tenía. Pero se había puesto muy aguerrida y nos amenazó. Miré a Haya y después a Xell.

 

-- Los Morphos duran poco, niña. En un plis plas volverán a ser libros.

 

Ejem...

 

-- Espero...

[Hayame Snape Potter Black]

La Vladimir se encogió un poco mientras miles de gotas de sudor escurrían por su nuca ante la voz imperiosa de su sobrina que en verdad parecía enfadada por el hecho de que le hubieran dado al traste con los libros en medio de sus correrías y travesuras, ya que ninguna de las "adultas" había pensado en las verdaderas consecuencias de aquellos actos

 

Observó de reojo a su hermana y le mostró la lengua, antes de intentar reirse observando a Xell

 

-Tranqui, que a los libros les ira bien con un "Reparo" bien lanzado- aseguró antes de fruncir el ceño y ver a su hermana que había colocado los libros como si fueran pajaros bizarros o insectos voladores- y con bien centrados me refiero a eso, no a que se desvie el hechizo a por sus laureles

 

Resopló antes de sacar la varita y dar un rapido latigazo

 

-Oppugno!

 

Los libros parecieron renarse en el aire antes de lanzarse a por la cabeza de la mujer de cabellos violetas como si hubiesen sido hechizados por algun tipo de bibliotecaria loca

-Asi me gusta mas como se ve ¬w¬

[Xell Vladimir Potter Black]

¡Estas dos no cambiaban nunca! Tal vez yo tampoco sabía imponerme. Siempre me verían como una chica rubita frácil y delicada a quien proteger, no a quien obedecer. Eso me enfurecía pero tenía que reconocer que era cierto. Toda mi maldad había quedado en la mitad de Lisa que la diosa había unido. Por eso no me hacían caso, no sabía chillarles, tal como hacia la tía Sagis, que a ella todos le callaban y agachaban la cabeza.

 

Intenté no reírme, la tía Sagis señalaba a la tía Haya justo cuando las acusaba de ser unas niñas pequeñas. Esa faceta de inocentona que intentaba colarnos era divertida porque no convencía a nadie.

 

- No estoy muy segura de tu capacidad para que los morphos vuelvan a la normalidad y sin accidentes con todos los libros afectados.

 

Me puse las manos en las mejillas, todas encendidas por el calor que me producía la discusión. Me sentía desamparada en aquella disputa y el silencio de Heliké, escondida en algún lugar, no me ayudaba.

 

- ¿Reparos? Hablas con una ex-funcionaria de Reversiones. Sé lo que hacen los Reparos de la tía Sagitas: estropearlo todo mucho más. No me fío de ella. Y ahora lo puedo decir, ya que no es mi directora.

 

Si algún día volvía, me lo recordaría, estaba segura.

 

-¡ Ay! - grité sin remedio al ver que la tía Hayame sacaba la varita y atacaba a... ¡Los dioses hoy estaban en mi contra! Había hechizado a las mariposas. - ¡Finite! ¡Ay, perdón, perdón, perdóname tía, yo....!

 

Los insectos se habían ordenado en el aire encima de la cabeza de la tía Sagitas. Con el Finite, volvieron a lo que eran, libros, que cayeron todos encima de ella, debido a la fuerza de la gravedad.

 

- ¡Lo siento, lo siento! - decía, mientras me escondía tras el único estante que había quedado de pie.

[Hayame Snape Potter Black]

La Vladimir sonreía con desparpajo desde su ubicación en el suelo y se apoyó en una mano con expresión completa y satisfecha al percibir lo que había ocasionado el que la joven tratase de arreglar aquel pandemonium que las dos hermanas Potter Black habían creado con los libros; la vampiro reía satisfecha consigo misma y con el final de aquello y se recostó de lado en el suelo para estar aun mas comoda mientras su hermana recibía los golpes de los libros ahora tiesos

 

-No, no, no Xell...

 

Dijo la pelirroja moviendo una mano para quitarle importancia, como si aquello fuese un asunto de todos los días y que no tuviese nada de raro aquel tipo de escenarios en cualquier lugar

 

-Haces que tu tia se sienta orgullosa... ni a mi se me habría ocurrido semejante momento de lucidez para que los libros retornasen... a ser libros!!

 

Comenzó a reir ante lo hilarante de aquella situación, tallandose un ojo y luego, colocandose una mano en la frente con todavía mas animos mientras su cuerpo temblaba por las risas que salían sin control por entre los labios rojisimos de la mujer

[Matt Blackner]

Caminaba por el callejón tranquilo, algo distraido, buscando algo qeu hacer. Se me había ocurrido, después de ir con accidentes, qeu podría pasarme por la librería a hacer una visita, asi qeu alli estaba, buscando la fachada con al ventana de los libros, una decoración tan llamativa como divertida de la tienda de mi primita rubia.

 

Al fnal di con ella, pero al entrar me asusté. Todo estaba revuelto! libros por el suelo y ruido, además de los gritos que se adivinaban desde la puerta. Saqué al varita y me planté en mitad de la tienda, para encontrarme con Sagitas y Hayame de formas muy raras, como si hubieran estado llevando a cabo algún tipo de juego que se les iba de las manos y arrasaron con el luga.

 

- Que ha pasado? os atacaron? - pregunté preocupado.

[Hayame Snape Potter Black]

La vampiro continuaba riendo con ganas ante todo lo acontecido antes de acomodarse mejor los ropajes y observar a Matt que recién había llegado a la librería y que por obvias razones no entendía porque todos los libreros estaban tirados por todas partes y porque los libros habían caido como una gigantesca y pesada pila sobre la cabeza de la pelivioleta que en verdad lucía adolorida con aquel trancazo repentino

 

La pelirroja se sacudió las piernas antes de sacar la varita y moverla para que los libreros comenzasen a parase de nueva cuenta aunque ya no había libros en estos y todavía les hacía falta un acomodo

 

-Que gusto verte querido sobri

 

Saludó la de ojos rojos continuando con el agitado de su varita para ue los muebles se acomodasen de forma equilibrada, antes de que los libros comenzasen a flotar para ordenarse por tema y letra de inicio al titulo

 

-Digamos que tu madre descubrió los peligros de quedarse dormida conmigo enfrente- rió con mas ganas antes de guiñarle un ojo a su hermana