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Melrose Moody

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Todo lo publicado por Melrose Moody

  1. Luego de pasar por el área de criaturas y dado que no gustaba de visitar dos o tres veces el magic mall cuando podía finiquitar todo de una sola vez, la bruja no tardó en subir a la segunda planta para hacerse con un par de pociones más. Se había prometido firmemente no comprar más de lo necesario o más allá de lo que estrictamente creía que podría resultarle útil en algún momento, pero casi siempre (como en aquel momento) terminaba cediendo ante un impulso y ahí estaba de nuevo. Poco le tomó revisar el catálogo para revisar la información necesaria sobre las pociones que quería. Luego, simplemente se limitó a llenar la ficha como había hecho tantas veces antes y se la extendió al encargado con una expresión neutra. En aquella oportunidad, ni siquiera le dijo nada, limitándose a saludar con una parca venia. ID: 110981 Nick: (con link al perfil) Catherine Stark Nivel Mágico: XIV Link a la Bóveda Trastero: 105643 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 90471 Fecha: 2015 - 12 - 16 Nombre del producto: Poción Matalobos Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: AAA Puntos por unidad: 40 Precio: 3000 Nombre del producto: Poción Animalis Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: AA Puntos por unidad: 20 Precio: 1000 Precio total: 4000 Total de Puntos: 60
  2. Hacía y un tiempo que Catherine no se había pasado por aquella zona del Magic Mall, pero finalmente se decidió. Después de todo, aun le quedaban algunos artículos por comprar y algunas criaturas por llevarse a casa. No entendía por qué su cantidad de galeones se había visto mermada recientemente si no había realizado compra alguna (de no ser porque había retirado una bolsa de oro previamente de la bóveda para gastarla apenas el día anterior y luego no le había encontrado por ninguna parte no habría caído en cuenta de la falta) así que había preferido dirigirse directamente allí saliendo de Gringotts. No entendía por qué le había llegado de pronto aquella necesidad de pagar con eso pero prefirió hacer caso de su intuición, como siempre hacía. Casi no le costó tiempo llenar las proformas y extenderlas a la encargada una vez llenas para ser aceptadas. -Quisiera éstos, por favor. ID: 110981 Nick: (con link al perfil) Catherine Stark Nivel Mágico: XIV Link a la Bóveda Trastero: 105643 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 90471 Fecha: 2015 - 12 - 16 Nombre del producto: Aethonan Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura Catalogación: XX Puntos por unidad: 20 Precio: 1000 Nombre del producto: Porlock Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura Catalogación: XX Puntos por unidad: 20 Precio: 1000 Precio total: 2000 Total de Puntos: 40
  3. -Morphos. El hechizo hizo efecto sobre la roca detrás suyo, pues Catherine sabía perfectamente dónde se encontraba. Al instante ésta comenzó a mutar hasta terminar convertida en un oso grizzly, lo que no dejaba de tener gracia debido a que se encontraban en un bosque. El animal, no tardó en caer sobre las patas, pues había terminado "de pie" al ser transformado y se lanzó al ataque hacia Elizabeth Tonks corriendo con sus cuatro patas grandes y perfectamente funcionales. La distancia que tuvo que salvar, según los cálculos pésimos de Catherine, no sería mayor a siete metros, a pesar de lo cual eso significaba buena parte del claro. La orden silenciosa que Catherine le había dado al crearlo era bastante simple: "desgárrale el abdomen". Podía sonar algo cruel pero el pensamiento de Catherine en sí no lo era. Pensaba más bien en algo así como "desgárrale el abdomen, no dañes su cara" debido a que, como es evidente, solía tener ese tipo de pensamientos a menudo. Ni ella misma era capaz de notar a veces su propia violencia y la forma salvaje en la que se manejaba. Apenas vio cómo el oso alcanzaba a Tonks en el suelo y se lanzaba sobre ella con toda la intención de cumplir su cometido, cuando notó que la bruja había logrado al fin zafarse de la segunda de las cuerdas. No importaba de qué parte del mundo mágico vinieras, esas garras tenían que doler. Mientras tanto, Catherine, algo dudosa del resultado de aquella pugna puesto que aun quedaba una cuerda y era evidente que Tonks no podría incorporarse, había alzado una ceja algo escéptica, negándose a aceptar que la proposición que ella había lanzado había alcanzado a llamar su atención: en el fondo, le gustaban los juegos. Sí, había captado su interés así que se atuvo por una vez a razones. -Hecho -fue su parca respuesta. Era gracioso, sin embargo, andarse con aquellos arreglos en un momento tan crucial como aquel. A pesar de todo, prefirió esperar el resultado de la pugna, entre divertida y sorprendida, puesto que la bruja a pesar de todos los rumores acerca de sus ausencias y de que la edad ya la había alcanzado (?) estaba tan lúcida como siempre o, Catherine diría, mucho más quizá ensalzada por la experiencia.
  4. Holas o/ Vengo con una duda, que es respecto a la reciente publicación del concilio. Resulta que durante este halloween que acaba de pasar recuerdo que en un concurso, Bel y yo ganamos esta poción (o mejor dicho, cada una consiguió resolver un concurso de búsqueda y reclamamos dicha poción como premio de entre otros tantos): http://www.magicmall.harrylatino.org/detalle_producto.php?referencia=P000PP0362 Sin embargo, veo que no figura en la bóveda trastero de ninguna de las dos ni tampoco en la ficha. Ahora, quería preguntar por qué era esto, si era por un motivo en particular del que no estuviera al tanto o simplemente porque se les había pasado o porque al final no se validaron o algo así. Bueno, sólo era eso xD Salu2
  5. -¿Oh, un nuevo visitante? Déjate la cháchara barata para el ministerio. Con nosotros no necesitas fingir -respondió mecánicamente. Catherine observó al mago sin inmutarse. La avispa marina que la bruja había convocado había caído ya muerta al suelo, convirtiéndose nuevamente en su sombrero. El mago, por otro lado, se había posicionado de tal forma que cuando Catherine hizo el ademán de moverse, el otro hizo otro tanto, lo que no dejaba de resultar cómico ¿es que acaso iba a saltar como muñeco de resorte por cada que ella diera un paso? Simplemente ridículo. Adicionalmente a ello, ya Darla flotaba sin control por el aire. Había invocado un guepardo para defenderla aunque inútil. El expelliarmus de Catherine no había impactado en su blanco debido más bien a que ella flotaba sin control por el aire más que a dicha protección. Catherine la observó entre divertida y extrañada. Sin preocuparse por ello y alzando su varita en ristre, sin dejar de sostener la de Darla con su mano derecha, dijo: -Morphos Su propio sombrero, que había vuelto a ser uno debido a la muerte de la avispa, se convirtió pronto en una piedra que tragó sin mayor dilación, de forma que se sintió reconfortada, sabiendo que el veneno ya no circulaba por su sangre. -Accio varita de Darla. En aquell oportunidad la varita de Darla si voló efectivamente a sus manos, debido al expelliarmus enviado por Bel. Catherine la sujetó con firmeza en su mano libre y se volvió hacia el mortífago que acababa de llegar.
  6. Catherine reaccionó rápidamente debido a que ya tenía sujeta su varita con firmeza. La voz de la bruja tampoco le había sonado de nada pero era normal. Después de todo, la suya propia debía sonar diferente; era parte de las precauciones que se tomaban por el tema de la identidad. Sólo de último momento, recordó a la funcionaria ministerial que había tenido oportunidad de observar en el atrio. Su nombre era Darla. -Expelliarmus -dijo con claridad. El hechizo salió despedido de su varita con prontitud y la bruja (Darla) tuvo como resultado que su varita voló cinco metros a su izquierda. Catherine sonrió, debido a que a causa de dicho intercambio de daños la bruja no había tenido oportunidad extra de atacarla. El arma simplemente voló deliberadamente el espacio y aterrizó en tierra, por lo que la bruja aprovechó dicha situación para concluir. -Accio varita de Darla. El hechizo hizo efecto al instante y la varita de la bruja salió despedida hacia la mano libre de Catherine. Había sido algo tan limpio como certero y la bruja no tendría oportunidad de reponerse, aunque quizá sí de responder preguntas.
  7. La mansión era de imponente presencia, como tantas otras de aquella naturaleza en Ottery, aunque algo alejado de la concentración de grandes residencias. Catherine había tenido poco tiempo para alistarse para acudir al llamado de la vizcacha plateada que había asomado por su ventana con el mensaje del llamado, por lo que se había dirigido hacia la residencia de los Granger casi con pocas o nulas referencias. Llevaba sólo una túnica y unas botas de cuero negras, junto a su sombrero de bruja y su varita sobresaliendo del bolsillo izquierdo. No le costó rebasar la entrada, a pesar de las plantas que cubrían el cerco. Lo hizo, quizá debido, gracias a la luz que refulgía cubriendo sus facciones, luz que se había cuidado de colocarse antes de salir del Castillo Evans McGonagall. Dicha luz parecía repeler a las plantas que en lugar de arremolinarse e intentar atraparla, rehuían y parecían abrir un camino a su paso. Aliviada por aquel detalle y más bien algo divertida, alcanzó al fin la figura de su prima, que se encontraba no muy lejos (Catherine calculaba pésimamente las distancias) de la bruja que al parecer, habían ido a buscar. -Llego a tiempo ¿verdad? -preguntó simplemente, para luego volverse hacia la otra bruja, tomando su varita y sujetándola con firmeza. No le habían brindado el detalle de su nombre, pero era evidente que Bel lo conocía y eso a Catherine, de momento, le bastaba.
  8. Richard Stark Empezaba a sentirse un tanto más cómodo en esos ambientes, a pesar de la gran cantidad de gente que los visitaba a diario. El propio Richard llegaba con tranquilidad para adquirir un objeto que, aunque no se encontraba dentro de los objetos que deseaba adquirir con urgencia, sí tenía un motivo concreto por el cual hacerlo. Suspiraba resignado intentando no recordar la forma en que había sido extorsionado. Sentía dicha afrenta casi como una llegada tardía del karma que irónicamente hasta entonces había considerado inexistente. Al acercarse al mostrador, sólo revisó rápidamente el catálogo y, tomando su pluma, garrapateó en el formulario de forma rápida y concisa. -Buenas tardes. He aquí mi pedido -fue todo lo que dijo, extendiendo el pergamino de forma cordial para entregárselo a la encargada. ID: 110981 Nick: (con link al perfil) Catherine Stark Nivel Mágico: XIII Link a la Bóveda Trastero: 105643 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 90471 Fecha: 2015 - 12 - 14 Nombre del producto: Espejos Comunicadores Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto Catalogación: AAA Puntos por unidad: 40 Precio: 2000 Precio total: 2000 Total de Puntos: 40
  9. Bueno, vengo por los mismos motivos de Zack. Que si no me lo muestra no me entero de cómo se usa xD pero siempre se puede confiar en un miembro de la logia para mostrar mediante la práctica esos cosos incomprensibles al resto de mortales como una. Qué por cierto, para lo que me sirvió mejor me ahorraba los galeones XDD pero igual me divertí un montón *corre a comprarse más al magic* Nombre del Personaje: Catherine Stark Objeto usado: Poción lágrimas de fénix Link al posteo de uso: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/105385-castillo-evans-mcgonagall-mm-b-97458/page-62?do=findComment&comment=4878689 Creo que eso es todo. Gracias de antemano al que se pase a validarlo. Salu2
  10. "Extraño" Stark recuperó el conocimiento y se incorporó con rapidez, aun aferrando la varita, con la expresión confusa y alerta de alguien que se sabe apenas consciente en un momento clave. Notó entonces como Tonks forcejaba con las cuerdas que le habían impactado y no pudo evitar esbozar una sonrisa. A pesar de ello, se sentía aun algo desorientada, por lo que no perdió el tiempo y alzó su varita, milagrosamente entera. Le dolía la cara y su varita había echado un par de chispas, lo que sólo era un humillante recordatorio de que tendría que tener más cuidado la próxima vez. En el momento en que notaba como Tonks se deshacía de una de las cuerdas, de su varita surgió un rayo que viajó en dirección a la bruja con rapidez. Él hechizo que en esos momentos realizaba su trayectoria hacia su agraciada contrincante, había sido pronunciado con claridad por Stark, a la voz de "Expelliarmus". Estaba dirigido a su pecho, justo en la parte media del tronco, y la intención de Stark era la de desarmarla mediante éste, pues como consecuencia del impacto la varita de Tonks volaría cinco metros a su derecha. Tonks tendría un momento peliagudo para recogerla de impactar, debido a las cuerdas. Efectivamente, el hechizo siguió su trayectoria limpiamente y la varita salió disparada de las manos de Tonks en el momento en que otro hechizo impactaba en Stark. Contrariada, Catherine notó como su uñas empezaban a crecer a velocidad alarmante y a sabiendas del tipo de hechizo que había utilizado la mujer, aunque desde luego Catherine no había podido oír cómo lo pronunciaba, pensó en un "Finite Incatatem" para poder deshacerse de los molestos efectos de aquel crecimiento, notando con alivio que las uñas no sólo remitían hasta volver a su primitivo tamaño si no que además no volvían a crecer, indicándole que los efectos del creceuñas del que había caído presa habían finalizado, permitiéndole dirigir con normalidad y soltura su varita. -¿Preocupada Tonks? Catherine no era mujer de burlas, pero no pudo evitar soltar aquella puya para la bruja. Era casi como si sintiese la obligación de molestarla, de ver como el enojo teñía sus mejillas macilentas, haciendo que tuviese un bello contraste con el color oscuro de sus ojeras... Alcanzó a detener aquella peligrosa línea de pensamientos justo a tiempo. No, no podía distraerse pensaba, mientras sujetaba su varita con fuerza, alerta ¿en qué demonios había terminado reflexionando? Sólo esperaba que su hermano no se enterase jamás de todo aquello o iba a tomarle el pelo por una semana, si no era que un mes.
  11. Initié, negra, soy br ;_; xDD asco de rol negri, vas a disculpar que ando medio con sueño :c y me quedó chiquis xD ---- Tonks se mostraba bastante evasiva, a pesar de lo cual Catherine continuó mostrándose interesada; era casi como un juego del gato y el ratón, sólo que en este caso el ratón también sabía usar una varita (y muy bien además, según Catherine había oído). La bruja no había tenido reparos en aceptar el duelo, lo que indicaba que no le faltaba valor y, a pesar de sus cavilaciones y su distracción, Catherine consiguió seguir de alguna forma la línea de sus pensamientos. -Lento -fue lo que pensó al ver aparecer las aves, ya que ella había oído de la habilidad de Tonks con anterioridad y en el mismo instante, agitó su varita para lanzar otro hechizo-. Incárcerus -pronunció con claridad. El hechizo, hizo que tres gruesas cuerdas surgieran como salidas de la nada, de su varita, para caer directamente sobre Tonks. Una de ellas, iba destinada a amordazarla; la segunda, a atar sus brazos a su tronco, de forma que tuviese dificultades para flexionar los codos y la última, ató sus tobillos sobre la túnica, juntándolos, para hacerla perder el equilibrio. -¿Por qué debería contestar a tus preguntas si tu no lo haces con las mías? Lo dijo más con la intensión de que Tonks se explayase que la de quedarse callada ella, mientras las cuerdas aun salvaban la distancia que las separaba, mas fue todo lo que pudo decir (o contar) de momento. En el preciso instante en que acaba de soltar aquello y notaba que sus cuerdas impactaban en los lugares previstos, cayó inconsciente al suelo. Por supuesto, era debido al hechizo que había lanzado Tonks. Catherine cayó entonces de bruces al suelo, con su varita sujeta en su puño izquierdo, con tal mala suerte, que terminó cayendo sobre la varita (y su puño) con todo el peso de su cuerpo, ya que había estado apuntando hacia Tonks segundos antes. No era precisamente que Catherine estuviese muy preocupada de ser agraciada, claro está, pero una caída de esas de lleno y de cara tampoco iba a quedarle bien...
  12. Buenas o/ Paso a solicitar algo parecido a lo de Bodrik, la actualización de datos y eso. Numero de comprador frecuente: 107 Id del foro: 110981 Link al perfil en la Web del Magic Mall: http://magicmall.harrylatino.org/mago_detalle.php?buscar_mago=110981&button=Ir Nivel Mágico: XIII Rango Social: Dragones de Plata
  13. Richard Stark -Oh, por supuesto que la tengo -contestó Richard con la mayor naturalidad. Sin perder un minuto, alargó el "permiso", más bien inmaculado aunque evidentemente poco genuino pergamino, a nombre de su hermana y se apresuró a llenar el resto de los formularios. No había forma de probar la falsedad de su comprobante, bien lo sabía él, por los medios con los que contaban en el Concilio, así que no se preocupó. Aun si el caso llegaba a instancias mayores, su hermana preferiría arreglar sus asuntos por interno y él ganaría una experiencia acerca de cómo burlar el sistema mágico, una vez más. -Espero que en esta oportunidad no encuentre ningún inconveniente, me llevaré una hipogrifo hembra -procedió a cederle el papel y en su lugar, empezó a hacer planes respecto a en dónde podría alojar a aquellas criaturas cuando recordó algo. Una duda que le había pedido a Catherine que preguntara pero que de seguro la bruja había olvidado y jamás había hecho-. Por cierto, me gustaría saber ¿tienen aquí huargos? Sabía que los lobos de Catherine tendrían problemas para lidiar con algo así, una bestia como ellos que les triplicara o duplicara el tamaño, pero su curiosidad pudo más que su cautela. Sabía también que muchos en la comunidad mágica los consideraban extintos pero Catherine no estaba de acuerdo con aquellas impresiones. Nombre de la Familia o Negocio: Familia Stark Link al Registro: http://www.harrylati...milia-stark-mm/ Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 98828 Fecha: 2015-11-27 Nombre del producto: Hipogrifo Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura Catalogación: XXX Precio: 2000 Nombre del producto: Unicornio Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura Catalogación: XXXX Precio: 4000 Precio total: 6000
  14. Para finalizar su recorrido, al menos de momento, Richard se detuvo al fin en la segunda planta para adquirir lo que más deseaba: las pociones. No era que el resto de productos no fuera importantes, no, simplemente, Richard siempre había disfrutado de las pociones porque podía utilizarlas de forma libre, sin temer que su magia pudiese arruinarlas. Por eso, de buen humor, tomó uno de los formularios, empezando a llenarlo con los productos que llamaron su atención al darse un corto paseo. -Deseo llevarme éstos, para que sean entregados directamente al castillo. Era la modalidad que había adoptado al comprar en todo el Magic Mall, así que no hizo ningún cambio en sus planes. Simplemente, esperó a que el dependiente lo atendiese y una vez así lo hiciese, iría de una vez por todas a Winterfall, a recolectar lo que, por derecho de compra ya que Catherine continuaba desaparecida, sería suyo. Nombre de la Familia o Negocio: Familia Stark Link al Registro: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/98531-familia-stark-mm/ Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 98828 Fecha: 2015-11-25 Nombre del producto: Soluciónes de limpieza Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: A Precio: 500 Nombre del producto: Esencia de Rue Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: A Precio: 500 Precio total: 1000
  15. Richard Stark El mago, pasó, luego de ir a comprar un par de objetos a nombre de su hermana, directo a la trastienda. Había un par de criaturas que deseaba adquirir y otras por las cuales deseaba obtener información. En ambos casos, por supuesto, la titular sería su hermana, pero para cuando se diese cuenta, Richard ya podía estar a medio camino de entrenarlos así que no importaba. Al igual que había hecho con anterioridad, se las arregló perfectamente sin ayuda, al menos para verificar el stock y comprobar que podía adquirir aquello que necesitaba. Una vez ultimó ese detalle, se acercó a los dependientes, encontrando pronto uno desocupado. -Deseo llevar estas criaturas, una hembra y un macho -alegó, extendiendo el formulario- a ser entregadas en el domicilio de la titular -precisó, divertido. Tenía una vez más, el "permiso" firmado por Catherine (sí, claro), que entregaría en caso el dependiente así se lo pidiera, aunque dudaba que éste lo hiciera. No era por subestimarlos, era simple defecto del entero sistema. Nombre de la Familia o Negocio: Familia Stark Link al Registro: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/98531-familia-stark-mm/ Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 98828 Fecha: 2015-11-25 Nombre del producto: Hipogrifo Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura Catalogación: XXX Precio: 2000 Nombre del producto: Hipogrifo Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura Catalogación: XXX Precio: 2000 Precio total: 4000
  16. Richard Stark Si el brujo hubiera adivinado que podía realizar compras en nombre de su hermana, se hubiera acercado al Magic Mall muchísimo antes. Llevaba aquel día sus pantalones de cuero negros y un gabán gris. Había estado revisando los exteriores del castillo por lo que había sentido frío aunque en esos momentos decidió abrirse un par de botones de la camisa blanca, para evitar sofocarse ya que las botas de cuero con hebillas plateadas sí que podían causar ese efecto. Había creído, ilusamente, que con sólo la información básica de su hermana (que desde luego ella no le había facilitado pero eso no importaba) no le hubieran vendido nada pero al fin se había animado a echarle un vistazo a los formularios del concilio. La situación era tan risible, debido a que la seguridad mágica era bastante patética, que Richard supo entonces que podía hacer las compras a nombre de su hermana y si bien es cierto que figuraría como la verdadera propietaria, siempre que hiciera llegar a Winterfall los "productos" ella jamás lo notaría. Apenas notaba las pilas de galeones que dejaba regadas por el castillo así que ¿cómo iba a notar si un par de montículos de oro de su bóveda desaparecían? Imposible. Richard estaba seguro incluso de que esa cámara jamás sería visitada. Así, se acercó y susurró entonces al catálogo los objetos que había ido a buscar. Así los encontró con rapidez y volvió con ellos para llenar su formulario. Luego, anotó descaradamente en los registros del Magic Mall el nombre de su hermana y se acercó al dependiente con una sonrisa fresca. Su rostro, enmarcado por los rizos aureorojizos que se había prometido cortarse desde hacía dos semanas porque ya le llegaban a la altura de los hombros (y poco más) era simplemente hermoso. Sólo por si acaso, además, tenía un permiso firmado por "Catherine". Realmente, Richard había tenido más problemas burlando la seguridad muggle que eso. -Deseo llevar estos productos -dijo de forma resuelta, acercándose al dependiente más próximo. ID: 110981 Nick: (con link al perfil) Catherine Stark Nivel Mágico: XIII Link a la Bóveda Trastero: 105643 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 90471 Fecha: 2015 - 11 - 23 Nombre del producto: Vuelapluma Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto Catalogación: A Puntos por unidad: 10 Precio: 500 Nombre del producto: Ajedrez Mágico Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto Catalogación: A Puntos por unidad: 10 Precio: 500 Precio total: 1000 Total de Puntos: 20
  17. Catherine había estado aguardando la renovación de stock al igual que la mayoría de los ciudadanos de Ottery, de forma que luego de salir de comprar sus pociones y al ver el anuncio que el Magic Mall había colgado en su establecimiento, no fue extraño que bajase a la primera planta, decidida a adquirirlos de una buena vez. Quién sabe cuando si no volvería a salir de su encierro. No fue difícil encontrar el catálogo y encontrar allí lo que se encontraba disponible. Con una sonrisa, tomó entonces un formulario y empezó a anotarlo con rapidez. No estaba segura de que estuviese aun disponible pero aun así deseó que así lo fuera. Al terminar, lo entregó, notando que varias personas más deseaban adquirirla. De alguna forma se sentía incómoda entre tanta gente pero se obligó a esperar de todas maneras, debido a que no le quedaba de otra. Además, Richard iba a matarla si no alcanzaba a llevársela. De cualquier forma, si ya se había decidido a esperar por ella en medio de aquella muchedumbre, no era su deseo volver a meterse en una nueva la siguiente vez que saliese, en caso no la consiguiera. -Deseo este producto, por favor -explicó, alargando el formulario cuando el dependiente se desocupó al fin.
  18. No se atrevió a decirle que poco o nada había comprendido. Es decir, no se trataba de que no estuviese enterada del significado de las palabras que había utilizado si no más bien la combinación de ellas lo que no abarcaba. El que le mencionara a su madre por culpa de la revista que había leído tampoco mejoró su impresión ¿qué podía importarle a Catherine la madre de Bel? La había mencionado sacándola de la nada. En cuanto a la historia de la constelación, no era que no la conmoviese, era sólo que su sentido del ridículo estaba más desarrollado que el de Bel. -Me temo que sobrestimas mis conocimientos -respondió, acompañando sus palabras con un bajo aunque audible bufido-. Por supuesto, me interesa una buena historia, si es como suele decirse "digna" de ser oída. Pero no estaba familiarizada con esa narración en particular -rodó los ojos intentando olvidar el agujero negro que había visto momentos antes-. Deneb pertenece a la constelación del Cisne, es todo lo que sé. Me conmueven las historias en general; no necesariamente románticas o trágicas, aunque quizá tengamos distintos conceptos de lo que es "conmoverse". Stark se sentía estafada por aquella clase. Debido a que Rosier no parecía tener voluntad alguna de dictarla más allá de una sosa presentación, Catherine empezaba a cuestionarse si realmente tendría que pagar por ella; después de todo ¿no era acaso que lo único que habían hecho era estar paradas allí, mirando el material que Rosier les había preparado pero que no parecía estar dispuesta a usar? -En cuanto a usted, Rosier ¿será que al menos me dirá como bajo de aquí? -Catherine miró alrededor pensando en que quizá, si se trataba de un encantamiento, podría deshacerlo con facilidad. Luego se volvió a Bel para lanzarle una mirada significativa y agregó- Porque, al parecer, es fútil permanecer en el aula.
  19. Catherine se quedó, por unos instantes, congelada. Luego, soltó una sonora y divertida risotada. Era tan irónico que su prima hubiese mencionado a La Marca Tenebrosa justamente en ese momento que Stark no pudo menos que reír. La respuesta ni siquiera valía la pena. Negó simplemente con la cabeza, aunque su cuerpo continuó agitándose de forma convulsa por un buen rato; en ningún momento aclaró qué era lo que negaba, aunque después dijo: -No dije en ningún momento que fuera sobrada de conocimientos -su voz estaba algo rota por culpa de la carcajada que se había pegado pero continuó-. En cuanto a la historia, si te detienes a pensarlo, en ningún momento mencionaste que empezarías, simplemente que debíamos compartir la información, en caso estuviese enterada... -se aclaró la garganta y concluyó- como sea. Todo lo que sé de eso es una vieja narración china, que menciona a Altair y Vega como amantes que son unidos por el puente que forma Deneb al finalizar el verano -sintió que había dado un resumen mediocre, por lo que se atrevió a agregar-. Estoy segura que es una información mínima respecto a lo que Rosier podría mencionarnos. Se volvió y miró de reojo a la mujer pero ésta parecía poco dispuesta a compartir con ellas algún tipo de información de momento. Vagamente, se cuestionó hasta qué punto podría reclamar la falta de interés flagrante de su "maestra" y si no hubiera sido mejor consultar libros directamente. Ya no recordaba si había llegado a adquirir un telescopio en el magic mall... Luego, sus ojos brillaron y se limitó a alzar la mano izquierda, invitándola claramente a que compartiese su parte. Después de todo, su prima parecía estar también bastante informada del tema a pesar de que había asegurado lo contrario con total descaro.
  20. Catherine se encontraba sentaba sobre una roca portentosa de casi dos metros. Era redonda y lisa, sólo con ciertos desniveles poco importantes en la cima, y en la parte posterior de la misma tenía talladas algo muy parecido a unos escalones. Catherine se encontraba sentada sobre ella como si se tratara de un observatorio y observaba atentamente el cielo, en donde la tarde empezaba a morir. El bosque empezaba a llenarse de ruidos y las nacientes sombras empezaban a poblar el espacio avanzando como una marea imparable a través de la hojarasca y el suelo de tierra negra. Los árboles se alzaban altos y esbeltos y el susurro de sus hojas al viento hacía que Catherine percibiese el frío con mayor claridad, como si su mente se viese influenciada por cuanto percibía para deliberar sobre el estado de la temperatura. Frente a ella, tenía sólo el espacio del claro, en donde el pasto, las flores y algunas ramas secas parecían pelear por espacio, en un conjunto exuberante, lujurioso. Atisbó una vez más el cielo, apreciando a la luna sobre un cielo aun celeste, que empezaba a colorearse de tonos rojos, naranjas y violetas. Sí, la tarde moría y Catherine vivía una vez más. Ya no era un títere destrozado a las órdenes de un rey frío y cruel. Era una vez más ella misma; profundamente resquebrajada, en detrimento de su propia alma pero de nuevo libre, como un ave que luego de haber recibido una herida de muerte se alza una vez más hacia el cielo con la felicidad desgastada de los que llegaron a perder toda esperanza. Tenía en su mano izquierda su varita y, a pesar del dolor, de la reflexión y la pena, un viejo sentimiento parecía volver a nacer en su pecho: la emoción, la profunda adrenalina que parecía querer despertar y ser liberada cumpliendo su cometido en algún tipo de misión arrojada y violenta. No era que le gustase hacer daño, pero no había nada como un buen trago, una buena pelea o una buena canción para insuflar su alma de aquel divino caos que siempre había conseguido hacer que funcionara. Su propia humanidad estaba delimitada por aquellos cánones y Catherine los había dejado de lado demasiado tiempo: estaba cansada de haber sido una persona civilizada de nuevo, especialmente luego del letargo en el que la había sumido la partida del alma que con ella había compartido cuerpo por tanto tiempo. Su túnica poco la protegía del frío, pero las botas de cuero de hebillas hacían que se sintiese más protegida. Sobre los hombros llevaba una capa nueva, de color negro al igual que el resto de su indumentaria, que había comprado recientemente debido a la pérdida de su vieja capa. Ésta, estaba abrochada con el símbolo de su casa y sobre su cabeza caía descuidadamente la capucha amplia y delicadamente cosida, que cubría su rostro de la inclemencia del tiempo, aunque en esos momentos el viento no soplase lo suficientemente fuerte como para sacársela de la cabeza. El claro tenía una extensión de diez metros a la redonda, cuanto mucho, aunque Catherine no era buena calculando ese tipo de cosas. Lo había elegido por una sencilla razón: le recordaba a los bosques de su propia casa, aunque esos eran más salvajes; era sólo que no podía regresar aun a Winterfall... y no entendía por qué. Al inicio, cuando escuchó un primer ruido, creyó que se equivocaba. Pronto comprendió, sin embargo, que el sonido era real y no algo efímero que su mente hubiese inventado. Apoyó entonces un pie en la roca, flexionando la pierna con la rodilla en alto, dejando la otra pierna aun colgando de la roca y atisbó a través de la capucha el casi desaparecido sendero que era la única ruta posible por la cual un desconocido pudiese llegar hasta ese lugar. La figura que de éste surgió, la dejó sin habla. De entre todas las personas ¿era acaso una señal? -¿Me buscabas, Tonks? -bromeó entonces, notando con satisfacción que su voz ya no era un conjunto de dos voces entrelazadas si no más bien su propia voz, ronca y grave, aunque un tanto rota por el tiempo que había pasado en silencio- Si querías verme podrías haberme mandado una lechuza. Desde su llegada a Ottery hacía mucho tiempo, aunque si lo pensaba mejor en realidad no había pasado tanto tiempo, había sentido una inconfesada debilidad por la bruja. El por qué, ni ella alcanzaba a entenderlo pero de alguna forma hacía que el tomarle el pelo fuese simplemente irresistible. -Viajaste -agregó lacónicamente-, o eso me dijeron. No sabía qué más decir, debido a que en realidad no tenían tanto trato o confianza. Sin embargo, Catherine acababa de alcanzar un grado de expectativa muy grande. Se había "encontrado" de nuevo de alguna manera en ese lugar y lo último que quería era estarse quieta ¿Cómo podía ponerlo con palabras? Deseaba sentir una vez más una adrenalina perdida hacía muchísimo tiempo. Pero no había bares cerca, ni tampoco había traído su violín consigo. Se hubiera ido a cazar de haber estado sola pero la presencia fortuita de aquella mujer... bueno no podían culparla, ella no la había llamado. -¿Sabes? -siguió por fin, incorporándose y volteándose para bajar lentamente por la escalinata de la piedra hasta llegar al suelo. Luego, se acercó hasta ella hasta quedar a una distancia prudente, teniendo a la roca a sus espaldas, lejos- He estado muy aburrida últimamente -sonrió, con aquella sonrisa ladeada que tanto caracterizaba a su hermano Richard pero que había adoptado en algún momento también-, y eso no es bueno -alzó la varita y se la mostró empuñándola con la mano izquierda. Luego, su sonrisa se ensanchó e hizo una reverencia, con una mano cruzada sobre su ombligo y la otra estirada hacia un lado, colocando un pie cruzado, detrás de su otra pierna, en una típica reverencia, aunque absurda para los tiempos actuales-. ¿Qué tal un poco de acción? Y sin esperar su avenencia, soltó. -Sectusempra. Había oído en alguna parte que era un hechizo típico para empezar un duelo y lo utilizó por el puro gusto de seguir un hábito. El rayo voló hacia Tonks rápidamente, dirigido a su pecho; en cuanto le impactara, le causaría profundas heridas que empezarían a sangrar profusamente hasta drenarle la vida en cuestión de segundos. Por supuesto, Catherine había visto el hechizo en acción con anterioridad. A pesar de lo que le agradaba aquella mujer, no pudo evitar soltar una alegre carcajada.
  21. -Como si realmente creyeses que yo lo consideraría algo interesante -rebatió de mala gana. Para su mala suerte, no podía recostarse como lo hacía su prima ante sus ojos, debido a que vestía una túnica y gracias a la ingravidez, podían ocurrir "accidentes" si se descuidaba intentándolo. Le concedió, eso sí, la información sobre los centauros debido a que no estaba interesada en las criaturas mágicas aunque algunas se le habían pegado como la peste en el pasado, así que poco o nada sabía de ellas. Los conocimientos que tenía de las mismas eran algo meramente práctico. Catherine estaba intersada más en Deneb que en Vega. Visto desde el punto de vista de la historia en sí, el mero hecho de estarlo era un tanto triste, ya que Deneb representaba el puente que unía a los dos amantes, Altair y Vega, en una noche especial al caer el verano. En otras versiones, se trataba simplemente de un hada que hacía las veces de cuidadora al reunirse la pareja. Era paradójico debido a que era la estrella más brillante de su propia constelación. Dejó entonces que Bel empezara con su historia. No era precisamente que no la hubiese oído con anterioridad si no más bien que el recuerdo de la primera vez que alguien se la había contado hizo que su vista, por un momento, se tornase borrosa. La voz resonaba en su mente con semejante claridad que Catherine se echó la culpa de su momentánea debilidad. Aquella actitud melancólica iba mejor con Pandora, quién por cierto, estaba muerta. Se serenó al seguir escuchando la voz de Bel. Evans no era Khayman y Khayman podía, por lo que Catherine sabía, estar ya muerto. Igual que Armand, igual que la propia Pandora.
  22. Bel parecía estar de mal humor y Catherine no alcanzaba a entender por qué. A pesar de todo, le divertía sobremanera que así fuera, aunque intentó disimular lo mejor que pudo. Lo que no la sorprendió fue que dijese que su planeta favorito era Saturno; de hecho había estado preguntándose en qué momento iría a soltarlo. Su prima era tan obvia como común: se había limitado a elegir el planeta más llamativo del sistema solar. Sin embargo, no había esperado que supiera de los asterismos y menos aún que estuviese interesada justamente también en el triángulo del verano; a pesar de su obvio mérito, Catherine no pudo evitar sentir que era más bien ella la que había descendido a su nivel. No era un pensamiento bonito para tener pero no podía evitarse, especialmente cuando acababa de decidir que su prima era común y obvia luego de lo de Saturno. Para disimular su sinsabor, se acercó entonces hacia otro de los espacios, uno que no conocía y que se hallaba un tanto más lejos que otras constelaciones cercanas. Era un espacio sin luz, como un pozo profundo que giraba sobre sí mismo y absorvía la luz a su alrededor. Catherine sabía lo que era aunque no conocía su nombre. Era, sin duda, el más cercano al sol aunque la idea de la proximidad de algo como eso la aterraba. Por alguna razón, los agujeros negros hacían que evocase la imagen de Káiser. Aquella alma había hecho lo mismo: había absorvido toda su energía, había matado sus poderes y se había llevado toda la luz para luego dejarla en las tinieblas mientras renacía en otro cuerpo más fresco, una vez más, dejándola atrás. Notó que se había abstraído demasiado, por lo que se acercó nuevamente, ofuscada por su momentánea distracción y desasosiego y deseosa por empezar. Ya se había impacientado suficiente. -Entonces ¿cuándo comenzaremos con lo que sea que vayamos a estudiar? -a pesar de que había pensando en un inicio disimular su mal humor no redujo su tono ni un ápice- A este paso hasta estudiaría los cráteres de la luna con tal de empezar ya -agregó con pésimo talante. @
  23. Catherine llevaba días sin querer salir de cama. De hecho, había armado toda una fortaleza tras su dosel. En su mesa de noche podía encontrarse desde sus anteojos alfa hasta bolsas de fritura vacías y tazas de té abandonadas hacía tres días aun con los restos de los distintos tés servidos en ellas en la base. Había evitado hasta el contacto de su elfina, ordenándole que sólo trajera los servicios, mas no que se los llevara y dado que no se había acercado a la cima de la torre norte, ni siquiera se había podido hacer una buena solución de limpieza. Sin embargo aquel día lucía una inmaculada túnica azul noche y unos botines color negros, de hebillas, y llevaba el cabello peinado en una única trenza. Se había dirigido derecho hacia el Magic Mall y había decidido despejar la mente haciendo un par de buenas compras. Su primera parada había sido, en aquella oportunidad, la segunda planta debido a que no pensaba adquirir demasiado. Ni bien llegó y justamente porque tampoco pensaba demorarse, tomó los formularios con premura y checó en stock en el pizarrón que se encontraba detrás de los dependientes. Luego, se acercó a uno que creía la había atendido con anterioridad, aunque no estaba segura. -Deseo llevar estos, por favor -dijo simplemente, extendiendo el formulario para que el anciano lo tomara. Sin embargo, había salido de aquel aislamiento ID: 110981 Nick: (con link al perfil) Catherine Stark Nivel Mágico: XIV Link a la Bóveda Trastero: 105643 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 90471 Fecha: 2015 - 11 - 18 Nombre del producto: Esencia de Díctamo Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: AAA Puntos por unidad: 40 Precio: 2000 Nombre del producto: Poción para dormir Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: AA Puntos por unidad: 20 Precio: 1000 Precio total: 3000 Total de Puntos: 60
  24. -Freya ¡Freya! -llamó la mujer a la desesperada. La elfina ingresó a la habitación en el preciso instante en que Catherine se encontraba peleándose con una de sus medias, intentando meter su pie izquierdo sin éxito. -¿Dónde diablos se encuentran todas mis túnicas? La elfina negó con la cabeza y se acercó al armario. Al parecer, había instalado algún tipo de novedoso sistema mediante el cual había conseguido que entraran todos en aquel diminuto espacio. Catherine sin embargo, negó con la cabeza y pidió automáticamente una sencilla túnica negra. -Puedes irte -anunció, aun algo ofuscada consigo misma, debido a que apenas había conseguido calarse las medias aparte de la ropa interior. Ésta era de algodón negro, y debido a que la prenda era única, pronto estuvo vestida al completo y se puso las botas negras de fieltro con rapidez. Luego, se colocó encima la capa y se la abrochó a la altura del cuello con un broche con el símbolo de su casa. Satisfecha, concluyó su labor con el sombrero negro y tomó la varita de su mesita de noche, metiéndola en el bolsillo izquierdo. Como si fuese lo más natural del mundo, se acercó a su chimenea y tomó un poco de polvos flú. Pronto, se metió ella misma en aquel reducido espacio, con dirección a la academia. Estuvo sacudiéndose las cenizas todo el camino hasta el aula de astronomía desde su llegada, de forma que pronto tenía un aspecto normal y decente, como cualquier bruja. La sorpresa llegó cuando, al ingresar, notó que se elevaba un par de metros por encima del suelo. Miró hacia abajo con una sensación grata en el pecho y luego alzó la vista hacia la mujer que comenzó a presentarse. Fue bastante concisa y Catherine creyó que no la conocía de nada, por lo que se presentó formalmente. -Mi nombre es Catherine Stark -dijo simplemente, haciendo una parca venia e ignorando, como siempre, su primer apellido-. Sentía mucha curiosidad por esta clase y... -dirigió una mirada alrededor; le gustaba cuanto veía. Así, se acercó hasta un planeta que estaba un poco más alejado y despedía destellos azulados y verdes. Tomándolo entre sus manos, como si lo cargara en peso, con las palmas hacia arriba continuó- si se habla del sistema solar éste es mi favorito -sólo entonces percibió que Bel se encontraba también en la sala. Catherine no había notado el momento en que había ingresado-. Urano. Séptimo en orden de cercanía al sol y uno de los dos con movimiento retrógrado, catalogado como el gigante helado -suspiró-. Sí, me interesa mucho, aunque debo decir que declinaría mi interés por éste si hablásemos de asterismos, como el triángulo del verano. Calló entonces, pues supo que había hablado demasiado. Bel tomaría la palabra, de seguro. Ella notó como Urano giraba entre sus manos y una sonrisa fugaz relajó su expresión. Podía notar, de seguro gracias al efecto mágico de aquel espacio, los anillos delgados, finos y elegantes que lo rodeaban un tanto inclinados, aunque en teoría no debían verse de forma tan simple. @ @
  25. -Podría ser impaciencia, podría ser nulo talento -balbuceó, ido, aunque al parecer la mujer no lo escuchó. Luego de que volviese a fijar la vista en las llamas, había logrado distinguir en ellas una forma, aunque por más que intentase no parpadear, no conseguía dilucidar lo que era. Las llamas se consumían rápida y vivamente, brillando y sin sonidos especialmente fuertes de rompimiento que quebrasen el silencio, lo que era un alivio: el consumo lento de las llamas traía consigo malos presagios. Al inicio la fogata había ardido perezosamente y Richard tenía la impresión de que había sido un poco su culpa. Pronto llamaron su atención y Richard empezó a evaluar figuras en la arena, de mala gana. La primera fue la de uno de los muchachos y Richard se sintió particularmente interesado muy a su pesar, puesto que era la primera vez que le decían que una forma giraba o se expandía sin perder demasiado sus características; lo más usual era que una figura mutara en otra o se mezclaran. -A mis ojos parece ser un anillo -comentó Richard observando el dibujo. Por algún motivo, creía percibir que su interpretación no satisfacía al muchacho pero se abstuvo de hacer algún comentario; tampoco explicó qué significaba el anillo, que para eso les había dado el papel-. Sin embargo, no me explico por qué dices que oscilaba, a menos que fuese un movimiento que tuviese que ver con las llamas o con la seña de una perturbación en el fuego -Richard frunció el ceño, intentando no sonar demasiado dramático, porque no tenía algo bueno que decir al respecto-. Cualquier perturbación de dicha índole siempre significa malos presagios. Caminó con soltura entonces, en dirección a Delacour. Los otros chicos no daban muestras de querer tomar las varas para trazar algo en la arena pero poco o nada podía hacer Richard para ayudarlos si no miraban nada: ya era cuestión de cada uno. Al mirar la imagen que Delacour le mostró, le bastó apenas un vistazo para saber de qué se trataba y apartar la mirada. -Tienes la espada y el ave, muchacha -comentó con voz tenue, casi como si sintiese que no debía compartir aquella información con la gente a su alrededor-. Éstate alerta -añadió, con una expresión fría; en el pasado, había visto muchas veces esa misma combinación augurada para su propio futuro-. No siempre es un mal augurio -una sonrisa ladeada se dibujó fugazmente en su rostro, puesto que se había inmerso en su propio pasado, pero fue apenas unos segundos para luego volver a perderse y Richard volvió a ser el profesor cuyo papel ejecutaba para ellos en esos momentos-. Se trata también de oportunidad. No quería explicarle a fondo, pero si era perceptiva entendería que el peligro y la incertidumbre siempre encerraban oportunidad para los que no temían encararlos; sacarle provecho a las situaciones desesperadas había sido, también en el pasado, su especialidad. Fue el comentario de "de Weasley" el que terminó por desarmar su fachada por unos instantes. No entendía un amor como el de aquella mujer pero era de las pocas cosas que inspiraban su respeto. Algo triste, embellecido por la tragedia. Quizá en otro momento le hubiera interesado divertirse a expensas de la mujer debido a su actitud intrusiva pero no fue así en aquel instante. -En ese caso, sólo tu puedes interpretarlo -comentó simplemente negando con la cabeza-. Sólo tu puedes medir la intensidad del sentimiento y hacia qué lado apunta con certeza. Se volvió hacia la entera clase. Había sido un tiempo muy corto el que habían compartido, pero creía que habían realizado importantes avances, para tratarse como se trataba de una sesión introductoria. Movió entonces la mano izquierda volviendo la palma semicerrada hacia el cielo, como si sostuviera una esfera invisible entre sus manos y la apretara con fuerza. Al instante, la intensidad del fuego empezó a menguar. Fue un proceso lento y penoso hasta que las llamas se extinguieron, dejando atrás cenizas y madera a medio consumir. Había sido su intención originalmente interpretar también esas señas, pero no les quedaba tiempo para eso y controlar el fuego era una tarea que agotaba sus poderes y lo dejaba cansado y un tanto malhumorado. Sin embargo poco podía hacer, ya que las varitas eran inútiles como catalizadores de su magia. Por un momento, pensó en la suya, cuyos trozos se encontraban en Winterfall. Luego, se dirigió a la clase por última vez. -Reúnanse a mi alrededor -indicó simplemente-. Nuevamente, a la cuenta de tres -miró a todos y no todos habían podido interpretar las llamas. No tendría más remedio que suspenderlos y lo sentía-. Y el que se quede, ni piense que volveré por él. Extrajo entonces de su morral el par de la primera zapatilla que habían utilizado y se acuclilló para dejarlo sobre el suelo. Apenas un par de minutos después, éste empezó a cobrar un brillo azulado y Richard inició su cuenta regresiva. Luego, tomó la zapatilla y sintió una vez más aquella horrible sensación en el cuerpo. Cuando volvieron, estaban una vez más en el aula, y el día había menguado ya. La luz del ocaso se colaba por los ventanales tiñendo el aula de tonos naranjas y rojos, además de un dorado intenso, todos ellos entremezclados, aunque en lugar de sentirse calor se podía percibir más bien un atisbo del frío que se daba en las noches de los climas desérticos, a través de la frescura que tenía la estancia. Richard se apresuró a tomar la poción efervescente sintiendo como las náuseas lo acometían. No pensaba sentirse enfermo otro par de horas: iría directo a los servicios en cuanto terminara su discurso. A echar allí, no sabía qué, aunque sospechaba que su ya lejano desayuno. -Con esto tienen los preceptos básicos para practicar por su cuenta las artes adivinatorias de la piromancia -se dirigía a todos en general, los que habían visto las visiones y los que no-. Por supuesto, un curso tan corto como éste no puede darles experticia y ésta puede, en este específico arte, conseguirse a través de la práctica. >>Además, tengan en cuenta que es el único, en donde pueden leer su propio destino. En otros artes, en todos menos en éste, sólo se puede leer el destino de otros y no el propio<<. Calló entonces y guardó todas sus cosas y, haciendo una parca venia, se alejó por la puerta. Había hablado más que en varios lustros (o eso creía). Tenía ganas de vomitar y encima no podía quitarse de la mente los rostros de sus alumnos; eran los únicos seres aparte de los Stark, que habían visto un atisbo de su magia. Por supuesto, pensaba cobrarle a Catherine el triple de lo que valía su sueldo. Suspiró y luego de dar un par de vueltas, encontró los servicios en donde, tal y como había pensado, terminó echando su desayuno.

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