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Melrose Moody

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Todo lo publicado por Melrose Moody

  1. <<Adryane...>> Se quedó pensando en el nombre, que no le llevaba a ninguna conclusión ¿Acaso se le estaría pegando la mala memoria de Catherine? Sólo entrecerró un poco los ojos antes de contestar. -El siguiente. Retiró la vista. Una Gryffindor. No confiaba demasiado en aquella familia debido a que uno de sus patriarcas era un hombre demasiado... problemático. Sí, demasiado suspicaz, hombres inconvenientes para el tipo de vida que Richard llevaba. Sea como fuere, era un suerte que sólo una de sus hijas estuviese allí. Mientras tanto, Stark tenía cosas de qué ocuparse y ya podría volver a ese tema más tarde. El segundo muchacho no lo decepcionó. Guardó en su memoria la cara y el nombre de éste y se volvió finalmente hacia la mujer que acababa de ingresar. No la había visto en su vida, pero algo de ella llamó su atención: no fue su ropa, de hecho bastante simplona como la suya propia. Fue su expresión; no había visto a alguien así de serio en mucho tiempo <<¿o sólo le parecía?>>. La mayoría sólo pretendía serlo, siendo más bien de temperamento colérico o simples amargados. Le dio... curiosidad. Sí y eso no era bueno al momento de medirse. Inclinó la cabeza hacia un lado y mirando hacia sus alumnos, empezó: -Mi nombre es Richard Stark -había tragado el chocolate que había estado mordisqueando y sujetaba despreocupadamente lo que quedaba del palillo en su mano derecha al hablar-. Reemplazaré a Catherine, mi hermana, para esta clase. Indicó con un ademán a la mujer que tomase asiento en el cojín y continuó. -Puede guardar su bola de cristal por esta clase, Gryffindor -dejó entrever una sonrisa a la par que golpeaba la tapa del libro que había dejado sobre la mesa ratona-. Me temo que no va a necesitarlo para nada. El ramo de la adivinación que estudiaremos durante este curso, es piromancia. Seguidamente, sacó de debajo de los cojines en los que se había estado apoyando un morral, causando que éstos se desparramaran formando un revoltijo. Luego, extrajo de éste un fajo de papeles en perfecto estado, se incorporó y empezó a repartirlos a medida que decía: --La piromancia -empezó, dejando los papeles en las mesas ratonas, incluyendo los de los que aún no llegaban- es una rama de la adivinación que posee distintas aplicaciones. Le habían sobrado un par de hojas, de forma que retornó a su lugar, continuó: -En este papel podrán encontrar lo más importante de las explicaciones -miró su reloj y se metió en la boca lo que quedaba de su palillo de Men's Pocky, que había comenzado a derretirse-. Tienen cinco minutos. Ya sea que lleguen los demás alumnos o no, me voy sin ellos de ser necesario. En los papeles, se podía leer claramente: No recordaba haber hablado tanto desde su larga conversación con Madeleine en Winterfall hacía mucho tiempo ¿dónde estaría esa enigmática muchacha en esos momentos? Y, dado que no era aficionado a explayarse, prefería aquel papel. No había traído agua, así que no pensaba gastarse más de lo debido. Se chupó los dedos delicadamente para saborear el chocolate que había quedado impregnado en ellos antes de ahuecar sus almohadones y se volvió a acostar con el libro encima para taparse del sol.
  2. Sus ojos estaban profundamente cerrados; se encontraba sola, realmente sola. Dormida o despierta, no podía percibir más la presencia de Káiser y se había habituado tanto a ésta que le resultaba difícil de procesar, casi como si hubiese demasiado espacio en su propio cuerpo. Sin embargo, también tenía paz. Quizá no era una paz como usualmente se la describe, pero era una paz suficiente para ella: no deseaba ser molestada en su soledad. Rememoraba la imagen de su hermano, Richard, en el alféizar de la ventana de su habitación en la torre norte de Winterfall con la frente apoyada en el vidrio, intentando refrescarse del estado febril en el que se encontraba luego de haber intentado purificar su interior. Mas su hermano ahora no estaba allí. Todo lo que veía en la ventana era la luz de tonos rojizos que por ella se colaba, en un cielo sanguinolento. Él era parte de todo aquel mundo frío y atemporal que era el castillo de su casa; el haber estado con ella en ese entonces no había hecho más que contaminarlo. El eclipse, teñía todo aquel espacio como si se tratase de un infierno, aunque no era más que la casa matriz de Londres y Catherine descansaba sobre la cama de Claudia, aprendiz en La Talamasca. Se había refugiado allí por días. Cuando apenas se había librado de Káiser y también en esos momentos, al final de todo aquel extraño proceso en el cual volvía a ser ella misma. Llevaba ya tres días en aquella habitación y habían sido muy amables. Por eso le extrañó la llegada del ave. La vio porque era la única forma que parecía ajena a ese cielo despejado y desolador. Una sombra diminuta al inicio y bastante notoria después. La criatura se posó fuera de la ventana y Catherine la estuvo observando un rato aun, con la vista desencajada, antes de entender que era mágica: no había un ave viva que pudiese estar estática de forma tan anormal: le habían dado una orden. Se incorporó entonces sintiendo los músculos agarrotados a causa del largo letargo, además de punzadas de dolor en la espalda, y abrió la ventana percibiendo el aroma de los bananos que descansaban en fila al borde del muro, dándole al establecimiento un aspecto tropical que le hacía pensar en lugares sureños, caldeado por el clima elevado a diferencia de días anteriores. Alargó la mano y la ave se posó al instante en su índice, plácida y amablemente. Quitó entonces la nota que traía atada y la leyó con curiosidad. No conocía al remitente así que ¿qué orden le había dado para que la encontrara? Dejó que el ave se posara fuera de la ventana y la cerró con fuerza. Había estado en un estado lamentable por un tiempo, pero aquella nota parecía traerla de vuelta a la realidad como un baldazo de agua fría. Se desprendió con rapidez del traje de lino blanco que había estado utilizando para dormir y se puso la túnica negra con capucha, calzándose las sandalias romanas como si fuese una acólita. Observó alrededor su refugio y su prisión por última vez y salió por su propio pie hasta el zaguán, respirando con dificultad hasta alcanzar el callejón. Sí, ya era tiempo de que se deshiciera de toda aquella estupidez ¿qué mejor forma que mediante una fiesta? Irse un poco al diablo era exactamente lo que necesitaba y si podía asegurarse de que iba a valer la pena, tanto mejor. En aquel preciso instante, palpó el bolsillo de su túnica pues había percibido que había algo allí. Sonriendo como no lo hacía desde hacía semanas, notó que se trataba de una caja de Men's Pocky. El despreocupado de su hermano había logrado que ella se hiciera igual de adicta que él por lo que, sacando uno con los labios, le dio una rápida y energética mordida. Luego, cerró los ojos alzando ligeramente la cara como si observara por última vez el cielo, llegando así a las viejas dependencias con el mismo efecto a como si se dejase caer un velo. El grupo que se encontraba allí no era ni muy grande ni muy pequeño, pero evidentemente había deducido bien al pensar que debía tratarse de la Marca Tenebrosa, aunque no la convocaran mediante el tatuaje. A la única que reconoció fue a Atkins <<¿o era Ivashkov?>> El resto no eran más que rostros que formaban una incógnita a sus ojos. -Ah, parece que llego algo tarde. Su voz rompió el silencio que no sabía si había precedido a su llegada. No había sido esa su intención: el volumen de su voz había vuelto a ser el de antes, ronco, grave y fuerte, no como había sido esos meses pasados más al estilo de Káiser, en apaciguados susurros. Decidiendo entonces que sería de mala "educación" continuar con la capucha encima, se la bajó dejándola caer hacia atrás. Traía el cabello atado en la descuidada trenza que se había hecho antes de dormir, por lo que su aspecto era más bien desaliñado y desastroso, pero si la habían invitado a organizar una fiesta, esperaba no tener que lucir demasiado bien. Por suerte, en esos momentos las miradas estaban posadas en una mujer totalmente distinta, con el cabello de un color lila intenso. Catherine inclinó la cabeza hacia un lado en gesto dubitativo ¿qué se suponía que hacían todos allí, parados sin hacer nada con un festín de comida delante?
  3. -No estoy tan segura como tu. Recordaba su partida del templo blanco y toda la situación que se sucedió con la familia ¿había estado acaso desde entonces pensando en irse a la Marca? No, por supuesto que no. Había sido todo tan fortuito que casi parecía como si una mano oscura hubiese planeado aquel destino para ella. En los instantes en lo que reflexionaba en ello se preguntaba si no había hecho mal, quizá. Pero entonces recordaba el rostro de su hermano en la Torre de la Nigromancia. Recordaba su propia debilidad y el hecho de que sus poderes como sacerdotiza fuesen completamente inútiles. Recordaba además que su alma había estado desgastada por el esfuerzo del sacrificio para otros ¿de qué le había servido en ese momento en el que sólo se había tenido a sí misma? "Los débiles no merecen ser protegidos" -Oh, no se si lo "sabe" realmente, me parece que no -no pudo evitar sonreír. Le gustaba pelearse con su prima. Lastimosamente, la pelea que le esperaba de seguro sería un tanto más seria-. Cuando se "entere" arderá Ottery. Va a ser como si fuera un concurso de reinas del drama, en donde ella derrame las lágrimas y grite por todas las participantes juntas -en su imaginación, el cuadro era simplemente hilarante, a pesar de lo cual frunció el ceño- me pregunto si podré soportarlo y seguir pareciendo algo amable... Se había puesto a jugar con el extremo de uno de los mechones de su cabello, que caía descuidadamente hacia delante, con expresión distraída. -¿Futura esposa de tu hermano? -Catherine tuvo que sonreír y mostrar una sorna nada fingida para disfrazar su perplejidad- No te creía una mujer de familia -el sarcasmo de vuelta. Dios, como lo había extrañado. Su sonrisa se acentuó-. Quiero decir, ya sabes -explicó, enfocando la vista y dándole una palmadita en la mano para luego mostrar aquella complicidad que era lo que las había acercado en primer lugar-, lo de las travesuras te va mejor. También detesto a las advenedizas. Hazle ver el infierno. Incorporándose de la cama, se acercó al escritorio y se colocó moviendo la cabeza para que su cabello se colocara por si solo cubriendo su espalda. -¿Algún plan? Había tomado un pergamino y una pluma y mojó ésta última en el tintero como si fuese a escribir una carta volviendo el rostro hacia ella con expresión teatral, una mueca juguetona en sus labios. Después de todo ¿qué mejor que enlistar las posibles "maldades" que iban a cometer? No, nada, por supuesto... @
  4. Buenas!! o/ Me animé de último pero vengo a inscribirme *saca el pañuelo para limpiarse el sudor de la frente* ojalá sea una clase muy activa *O* Nick: Catherine Stark ID: 110981 Conocimiento: Primeros Auxilios Nivel de Magia: XI Link a la Bóveda: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=90471 Link a la Ficha: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=89537
  5. Poco a poco, tenía la impresión de que ya tenía cuanto que necesitaba, por lo que el ritmo de sus compras iba menguando. Había estado atareándose por todo el mall y ahora que ya estaba por terminar, se sentía un tanto realizada. Quizá no había conseguido todo lo que había querido, pero cuanto había comprado ya era bastante. Quizá, en un futuro si volvía a abrirse el stock, compraría las cosas que sentía, habían quedado pendientes. Las compras que estaba a punto de realizar era de las que más había dudado, pero necesitaba aquellos productos después de todo así que de nada le servía retrasar lo inevitable. Por eso, se adelantó con seguridad hacia el mostrador para entregar el formulario que había llenado. Tenía miedo de fijar su vista en la pizarra: no fuera ser que volviera a comprar demasiado. -Aquí. Estos aun estan en stock, así que no debería haber inconvenientes... ID: 110981 Nick: Catherine Stark Nivel Mágico: XI Link a la Bóveda Trastero: 105643 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 90471 Fecha: 2015-10-02 Nombre del producto: Poción lágrimas de Fénix Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Consumible Catalogación: (colocar cantidad de A, X o P respectivamente): -- Puntos por unidad: -- Precio: 2000 G Nombre del producto: Espejo Deflactante Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Consumible Catalogación: (colocar cantidad de A, X o P respectivamente): -- Puntos por unidad: -- Precio: 20000 G Precio total: 22000 G Total de Puntos: --
  6. Melrose Moody

    Adivinación III

    http://i.imgur.com/bMjhHhD.jpg RICHARD STARK Había pensado en embaucarlos. Sí, había pensado en abrir un aburrido libro de taseografía y largarse a leer durante hora y media sobre los misterios de los pozos del té, de los que nada sabía. Habría sido un negocio más suculento para él ya que poco o nada era lo que los alumnos aprendían en adivinación sin verdadero talento: era la triste realidad. Sin embargo, al final se había decidido más bien por un ramo algo inexacto de la adivinación. Catherine le había encargado aquella clase sin saber absolutamente nada de sus habilidades y él iba a aprovechar eso. Lo cierto, era que poco sabía; la verdadera experta era ella. Sus conocimientos se limitaban a aquella rama en concreto que había decidido enseñarles, en donde no se necesitaba genuino talento para intentar echarle un vistazo al futuro. Consumiendo de a pocos el palillo de Men's Pocky que tenía firmemente sujeto de un mordisco, repasaba una y otra vez aquello que iba a enseñarles y las cosas provechosas que de ello podrían sacar. El salón se encontraba en una zona un tanto alejada, pero tenía un ambiente más cálido y confortable. En el suelo, un sinnúmero de cojines se encontraban apiñados contra las paredes y un cuarteto de mesas ratonas adornaba el centro de la estancia que tenía una serie de ventanales al lado derecho y la puerta de ingreso al lado izquierdo. La propia mesa de Richard era pequeña, más él se encontraba reclinado hacia atrás apoyado por un montículo de los cojines de colores. En su siniestra, tenía un libro en cuya portada podía apreciarse una hermosa fogata y la caja de Men's Pocky descansaba en la mesilla cerca de su mano derecha. Había hecho una señalización para tontos en el pergamino que había enviado vía lechuza, con el aviso del inicio de las clases de forma que esperaba que acudiesen con prontitud. La cita era a las diez de la mañana, para que hasta a los que se les pegasen las sábanas pudiesen llegar temprano, así que no estaba dispuesto a esperar ni un minuto a quien se retrasara. Bien podía volverse por donde había venido (eso sí, todo el oro pagado se quedaba con él). Por todos aquellos motivos, cuando el primero de los alumnos llegó, Richard lo recibió con una sonrisa deslumbrante. De hecho... demasiado deslumbrante. Así que decidió no volver a hacerlo, esperando que llegasen todos de una buena vez. El traslador que había preparado (una zapatilla de ballet), descansaba al borde de su mesa ratona y él mismo notó al mirar su reloj que faltaban todavía diez minutos para las nueve. Algo ofuscado, cruzó los pies sobre la mesa renegando sobre los alumnos demasiado puntuales y se colocó el libro encima de la cara para echar una siesta apoyado en los mullidos cojines. Luego, cuando notó que la mayoría había llegado, cerró su libro con un golpe seco en el aire y dejándolo sobre la mesa, alzó la vista. Apuntando al primer pobre diablo que lo había puesto en alerta demasiado temprano, le indicó que se presentara con un seco ademán mientras sacaba otro palillo de Men's Pocky con la boca como si se tratara de un cigarrillo, para darle una buena mordida.
  7. Habían aprobado su compra. Catherine aun tenia un pergamino en la mano a pesar de que el encargado les había dicho que los entregasen todos porque deseaba comprobar que estaba todo en orden. Por suerte el primero había pasado el minucioso examen así que luego de un último y rápido vistazo al tablón detrás del encargado alargó el último. Pensaba rellenar más pergaminos pero fuera de los que ya había comprado y los que le quedaban por entregar, no había revisado concienzudamente cuáles podrían serle de utilidad. Por eso, mientras el encargado procedía a revisar el pergamino, ella se entretuvo revisando el catálogo por enésima vez. No se decidía en si saludar a su prima o no. Ya la había ignorado olímpicamente cuando había visitado su tienda de antigüedades y no estaba segura de si seguir desairándola. Káiser opinaba que era mejor así por lo que Catherine a pesar de no estar muy de acuerdo lo dejó estar. ID: 110981 Nick: (con link al perfil) Catherine Stark Nivel Mágico: XI Link a la Bóveda Trastero: 105643 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 90471 Fecha: 2015 - 09 - 27 Nombre del producto: Filtro de los muertos Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: AAA Puntos por unidad: 40 Precio: 2000 Nombre del producto: Esencia de la paz Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: A Puntos por unidad: 10 Precio: 500 Precio total: 2500 Total de Puntos: 50
  8. Catherine abrió los ojos completamente y se tendió viendo el cielo raso de la cama. Aun estaba cubierta parcialmente por el dosel. Observaba las figuras de flores y enredaderas que en éste se habían pintado y los observaba como si los viera por primera vez. -Han pasado muchas cosas desde que me fui -explicó con lentitud, mirando a Atkins por primera vez y sentándose apoyándose en la cabecera de la cama. Una de sus piernas quedó flexionada con el pie sobre las sábanas mientras doblaba la otra como si fuese a adoptar una pose de yoga. Aun algo ida, apoyó el brazo despreocupadamente sobre la rodilla que tenía alzada. En otra ocasión, Káiser se hubiera burlado de ella, pero el espíritu no estaba más y por primera vez desde que la había abandonado la muchacha se sintió libre. Podía hacer prácticamente lo que quisiera, como antes. Nadie iba a reprochárselo. -Verás, sobre eso... -continuó, pasando sus dedos distraídamente por su muñeca izquierda, en donde bajo la túnica se encontraba la marca tenebrosa- fue inesperado incluso para mí. ¿Segura que tienes tiempo para oír la historia? No se la había contado a nadie ¿por qué confiársela a una (prácticamente) desconocida como Atkins entonces? No lo sabía. Pero sentía que estaba bien. Suponía que se debía al hecho de que estaba cansada de cargar aquel secreto y sabía que podía confiar en la muchacha. -En cuanto a esa chica de afuera... -Catherine negó con la cabeza- se trata de mi prima. La verdad, estaba bastante cansada -su rostro cambió a una expresión de hastío-. No quería discutir con ella o algo parecido; por alguna razón, siempre terminamos peleando desde que entré a La Marca Tenebrosa. Atkins había sido amable y sigilosa, pero tampoco podía Catherine quedarse con toda la atención. Así, apoyando su cabeza inclinada sobre su rodilla intentando relajarse aun más, preguntó. -¿Y tu Atkins? -su rostro dejó entrever una fugaz sonrisa- ¿No tienes nada para contarme? Se sentía extrañamente sosegada. Demasiado, quizá.
  9. Su hijo. O bueno, más precisamente el hijo de Pandora. Casi parecía una broma. Sonrió más para sí que para el muchacho mientras éste apartaba la vista para traer y envolver sus compras. Estuvieron listas muy rápido, lo que Catherine pensó era una señal de buen augurio; en cuanto a las cajas, prefería mandarlas directamente a casa ya que no eran algo especialmente importante. En cuanto al muchacho, poco o nada lo conocía y de cualquier forma estaba allí para comprar. Tampoco era que fuera una madre precisamente amorosa; salvo quizá con Robb. -Entonces sí, quiero la bola de cristal -dijo señalando la pizarra. No alcanzaba a ubicar donde estaba el stock del bendito producto pero si "el dependiente" decía que había una es que tenía que haberla- Y también esto. Sin más, alargó el pergamino que tenía y que había tenido listo desde antes. Eso de hacer cola dos veces de veras la había hecho enojar y no quería volver a cometer el mismo error. -Si tienen bolas de cristal entonces también les quedan naipes explosivos ¿cierto? -dijo, checando el último formulario que había llenado. ID: 110981 Nick: (con link al perfil) Catherine Stark Nivel Mágico: XI Link a la Bóveda Trastero: 105643 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 90471 Fecha: 2015 - 09 - 28 Nombre del producto: Bola de cristal Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto Catalogación: A Puntos por unidad: 10 Precio: 500 Nombre del producto: Orejas Extensibles Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto Catalogación: AA Puntos por unidad: 20 Precio: 1000 Precio total: 1500 Total de Puntos: 30
  10. Gilles de Rais - Barba Azul El rostro de Gilles se contrajo de júbilo. -Ohhh... -exclamó con placer- nada me gustaría más que informarles en donde se encuentran -sus ojos brillaron aun más, si eso era posible. Dentro de poco, su brillo exagerado haría que pareciesen iluminarlas. Pero, pensé que ya lo sabían. Después de todo... Un chasquido parecido al de un látigo y entonces, silencio. Una de las criaturas había llegado hasta ellas, aunque se retorcía en su lugar sin avanzar más, como si una pared invisible se lo impidiese. No las había tocado todavía. Del grimorio, tinieblas que parecían emerger como si se tratase de humo brotando de una solución química, empezaba a extenderse, cayendo en cascadas hacia el suelo. El aire se volvió aun más frío y por un instante, pareció como si todo sonido se hubiese extinguido; cuando ya todo indicaba que se trataba de una sordera permanente, el sonido de las olas volvió a estallar y la criatura siguió retorciéndose aun más violentamente. -Yo -su rostro perdió parte de su entusiasmo-, este humilde servidor, es Gilles de Rais. Nunca creí que volvería a presentarme con este nombre, desde que fui ungido por mi señor. Mi señor... -Gilles de Rais pareció estremecerse de placer-. el no debe ser mencionado. Su nombre es sinónimo de destrucción. Es un tesoro que no debe ser tomado en vano ¿acaso usted no sabe nada de mi señor? -parecía genuinamente sorprendido. Como un niño perverso- ¡Es imposible! >>Estamos apenas en la entrada, naturalmente -siguió, en tono concluyente-. Y yo debo conducir a las esposas de mi señor hacia las profundidades en donde él las aguarda en su magnanimidad<<
  11. <<Ahora no, Káiser, diablos no...>> El olor le había pegado tan fuerte en la cara que Catherine tuvo que fruncir el ceño y por todos los medios evitar el gesto de asco que pugnaba por salir a la luz. Káiser despreciaba a los no muertos, eso Catherine lo sabía; lo que no había esperado era que dicho problema se manifestara allí. Había tenido tantas ganas de retorcerle el cuello a la dependienta, que se había alejado rápidamente, en su intento por evitarlo. Eso, la dejó con un par de formularios en la mano, por entregar. "Genial" pensó con amargura, volviendo a la cola de la fila debido a que, a pesar de la rapidez con que la vampira atendía, había bastante gente. Intentando distraerse para no lanzarle una mirada asesina a la mujer que poco antes la había atendido, se fijó en la pizarra del fondo para comprobar una vez más que aun habían reservas de los objetos que deseaba comprar hasta que finalmente volvió a estar ante el mostrador. Haciendo su mejor esfuerzo, alcanzó a decir. -Me llevo esto también... gracias. Y, por cierto ¿aun quedan bolas de cristal? Su máscara era pobre, pero no podía echársele a ella toda la culpa. Los instintos de Káiser eran fuertes y en cuanto a su ira rara vez se medía. Deseando con todas sus fuerzas que le atendiera otra persona, soltó un profundo suspiro y respiró con dificultad. ID: 110981 Nick: (con link al perfil) Catherine Stark Nivel Mágico: XI Link a la Bóveda Trastero: 105643 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 90471 Fecha: 2015 - 09 - 28 Nombre del producto: Cámara de Fotos Mágica Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto Catalogación: AA Puntos por unidad: 20 Precio: 1000 Nombre del producto: Anteojos Alfa Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto Catalogación: AA Puntos por unidad: 20 Precio: 1000 Precio total: 2000 Total de Puntos: 40
  12. Era extraño que Gryffindor olvidara su educación. Muy a su pesar, una insana curiosidad despertó al interior de Catherine; curiosidad que le impidió hacer alguna broma mordaz o provocarlo de alguna forma. Dicha curiosidad estaba, además, mezclada con cierto (vergonzoso) alivio. Lo prefería así. Además... le había gustado el anciano dependiente. Sí, sin duda así era como lucía un experimentado hombre en el arte de hacer pociones. Esperaba que volviese a atenderla y no perdiese la paciencia con ella puesto que aun deseaba comprar mucho más. Se acercó al catálogo entonces, ignorando el desplante de Gryffindor y escribiendo lo más rápido que podía sin salpicar la tinta o manchar el pergamino esperando volver a ser atendida por aquel hombre (¿cuál era su nombre?). Eran pocas las veces que ya fuera por el aspecto, la forma de hablar o la impresión general que le daba alguien hacía que le cayese en gracia y no podía desperdiciar así no más una de aquellas ocasiones. Con una sonrisa un tanto infantil aun pegada en el rostro, terminó de llenar una vez más otro trozo de pergamino con otro par de pociones que había estado esperando pedir; Káiser aun mostraba su desaprobación ante su actitud, aunque parecía disfrutar un poco de todo eso, muy a su pesar. Se puso a la fila, sin saber quien iba a atenderla y esperó. No se sabía debido a que estaban todos tan atareados y justo cuando terminaba de corroborar que había puesto todos los datos bien, notó que ya no quedaba nadie delante de ella. -Éstas... -dijo alzando la vista, aliviada frente al hecho de que Gryffindor ya se marchaba y extendiendo una vez más el pergamino-. Ambas cuentas con existencias, según he revisado. ID: 110981 Nick: (con link al perfil) Catherine Stark Nivel Mágico: XI Link a la Bóveda Trastero: 105643 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 90471 Fecha: 2015 - 09 - 28 Nombre del producto: Remedio para quemaduras Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: AA Puntos por unidad: 20 Precio: 1000 Nombre del producto: Fluido explosivo Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: AAAA Puntos por unidad: 80 Precio: 4000 Precio total: 5000 Total de Puntos: 100
  13. Con una sonrisa, Catherine agradeció la atención y se alejó con las compras ya aceptadas. Estática, siguió examinando el catálogo. Luego, tomando un formulario nuevo se quedó copiando los datos que necesitaba, rellenando el pergamino con letra pequeña para evitar que la tinta se escurriera a causa de estar escribiendo parada y no sobre una superficie, como debía ser. El formulario era parecido, pero no idéntico. Algo contrariada por tener que recordar los nuevos datos, deseó que estuviesen un poco más ocupados como para que pudiese aprovechar la espera en la cola haciendo aquello. Sea como fuere, terminó antes de lo esperado, por lo que se acercó de nuevo hacia Macnair, milagrosamente desocupada de momento (y dado que el otro empleado parecía enfrascado en una conversación con alguien que de espaldas podía jurar que era Selwyn). -Deseaba llevar estos también -extendiendo el pergamino, lo dejó para que pudiese leerlo. Al menos su letra era legible, aunque no bonita-. Esta vez a nombre de mi familia... Nombre de la Familia o Negocio: Familia Stark Link al Registro: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=98531 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/98828-boveda-familia-stark/ Fecha: 2015-09-28 Nombre del producto: Thestral Objeto, Criatura, Poción: Criatura Catalogación: (colocar cantidad de A, X o P respectivamente) XXXX Precio: 4000 Nombre del producto: Rámora Objeto, Criatura, Poción: XX Catalogación: (colocar cantidad de A, X o P respectivamente) XX Precio:1000 Precio total: 5000
  14. Para su sorpresa, el trámite había sido rápido, sin embargo no era ni de lejos suficiente. Ciertamente, aun deseaba comprar más cosas y dado que lo que el vendedor le había dicho a Elvis la había alarmado, Catherine decidió ir a dar otra vuelta para fijarse en los datos de más pociones con las cuales rellenar una nueva ficha. Era un tanto tedioso, pero no podía evitarse así que se enfrascó en ello para luego hacer la fila respectiva. A medida que iba terminando, cayó en cuenta de que aun le faltaba mucho por comprar, pero como no había tomado suficientes formularios, tendría que volver a hacerlo. Soltando un, bastante audible, suspiro, consiguió al fin nuevamente ser atendida. Esta vez tenía pociones muy distintas a las primeras y también bastante más baratas. Eso, aunque era un alivio para su bolsillo, debido a la cantidad de cosas que deseaba comprar, no era ni de lejos relevante. -Disculpe... -dijo entonces, aun con los ojos en el pergamino por lo que no alcanzó a ver quién la atendía-. Ahora quisiera éstas por favor... Y entonces, alzó la vista. ID: 110981 Nick: (con link al perfil) Catherine Stark Nivel Mágico: XI Link a la Bóveda Trastero: 105643 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 90471 Fecha: 2015 - 09 - 27 Nombre del producto: Esencia de Díctamo Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: AAA Puntos por unidad: 40 Precio: 2000 Nombre del producto: Poción reabastecedora de sangre Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: AAA Puntos por unidad: 40 Precio: 2000 Precio total: 4000 Total de Puntos: 80
  15. Siento la molestia o/ Hace un tiempo había modificado los patriarcas en la Stark, olvidando por segunda vez que se tenía que solicitar por acá -.-' esta cabeza mía va a matarme un día de estos Bueno, ahora que ya lo tengo claro, venía justamente a solicitar dicha modificación: Familia: Stark Registro: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/98531-familia-stark-mm Bóveda familiar: http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=98828 Topic de Rol: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/103176-winterfall/ Modificación: Cambio en el patriarcado. Separar del matriarcado a Athena Rouvás Ficha || Bóveda Rose V. Walker (Ficha || Bóveda) Eso sería todo. Espero esta vez si este todo ok o.o. Recientemente hice una modificación, pero fue sólo para editar el árbol. Salu2
  16. ~Luego de la separación con Káiser Ingresó al local aun con la capa de viaje. Acababa de transcurrir una experiencia tan intensa, que se sentía un tanto desorientada así que se colocó sobre la silla que se encontraba detrás del mostrador aun con la expresión ida y soltó el bolso de viaje que había estado cargando dejándolo caer pesadamente en el suelo. No pudo saber con certeza cuanto tiempo estuvo así, como congelada, mas pronto reaccionó como si se tratase de una inyección de poción herbovitalizante. Al ver alrededor, pudo captar sólo las figuras de Bel Evans McGonagall y una chica que no conocía. Parecían estar igual de paralizadas que ella, aunque Catherine no les prestó la debida atención por una sencilla razón: no deseaba hablar con Bel. Por ello, se escabulló escaleras arriba hacia la cama adoselada. Se acurrucó allí un buen rato, aislándose una vez más de su entorno, arrebujando sus pies desnudos en la túnica, luego de sacarse las botas de fieltro. Luego, jugueteando con su nueva varita, decidió invocar algo que no había podido invocar desde hacía mucho tiempo. Agitándola en el aire susurró claramente "expecto patronum". Su sorpresa, fue surgir una voluta informe de humo blanquecino de ésta. No había alcanzado a identificar la forma de ningún animal, pero supo que podía hacerlo de nuevo. Un reguero de sentimientos inundados la envolvió y, aun con aquellas dudas en su mente, se quedó dormida. Al despertar, aun seguía en la misma habitación. La cama estaba desordenada y tenía frío, por lo que se cubrió con la colcha y, con voz dudosa, llamó. -¿Atkins? -Aun le costaba usar el nombre de pila con la mujer, a pesar de que habían decidido llevar aquel negocio juntas, como habían intentado hacerlo con el edén. Le había parecido escuchar ruidos no muy lejanos y se preguntó si no estaría subiendo las escaleras o, simplemente, removiéndose en su silla en el piso de abajo- ¿Eres tu no es así? Suspiró. Sus sentidos ya no eran tan agudos. El poder de Káiser, el alma de Káiser, todo aquello la había abandonado ya. Una sensación de vacío la inundaba a pesar de que sólo podía definirse aquello como el librarse de una maldición. Entonces ¿por qué había dejado aquella seña en su alma? No podía dejar de preguntárselo. Jamás se lo diría, por supuesto. No tenía intenciones de aumentar el ego de aquel maldito ególatra y aun así... no podía dejar de pensar en ello. @ Oscuridad- Barba Azul En sus manos, descansaba el grimorio. Un cúmulo de criaturas de sombras, informes y retorciéndose sin cesar, parecía llenar el espacio bajo el agua en donde Gilles de Rais recitaba sin descanso sus rezos. El sonido de las olas inundaba sus oídos, otorgándole la fuerza de él. El dios había oído un tímido llamado y, en su magnanimidad, había enviado a Gilles, su fiel sirviente. Su grimorio, de invocación de demonios, era además su fuente de energía, por lo que lo sostenía con manos en las que las uñas se habían tornado en garras torcidas y amarillentas. Su rostro, que era como el de un ave de presa, tenía los ojos enormes demasiado separados y ligeramente bizcos. Acuosos, como si viesen el más allá. Las sentencias de su señor le llegaban desde lo más profundo del mar y él podía oírlas gracias al libro que sostenía entre sus manos. Sabía que el llamado no había sido voluntario. Pero tampoco podía decirse que hubiese sido casualidad pues tal cosa no existía en el mundo de su Dios. Una pálida y graciosa gema había sido devuelta y Gilles debía agradecer apropiadamente a las portadoras de los regalos. Una sonrisa asomó a su cara haciendo de su expresión algo aun más demente; en la costa, en donde las olas no causaban ninguna espuma, una de sus criaturas empezó a derrapar hacia el par de mujeres frescas y llenas de vida, que a ella habían llegado. -Sed bienvenidas en nombre de mi señor -fue lo que dijo Barba Azul, Gilles de Rais, surgiendo de las olas siguiendo en una procesión aterradora a las criaturas que se asemejaban a un pulpo de tonos morados con grandes ventosas y sin cabeza, que agitaba sus patas constantemente como si se retorciese de dolor sin cesar. Dejando escapar una risa desagradable continuó-. Éste las espera una vez más. En aquellos instantes, la luz de un faro atravesó la escena, pintando el espacio de tonos sepia. Gilles de Rais entrecerró los ojos con desagrado, aunque no se movió. Cuando la luz hubo pasado y apuntado hacia otro lugar, observó de reojo el faro que se encontraba justo al borde del acantilado para luego volver la vista hacia las muchachas. Su rostro volvió a dibujar aquella desagradable sonrisa, que indicaba que no era más que un carnicero conduciendo la cena de su señor. @ @
  17. Si seguía de ese modo, iba a volverse experta con el proceso de las compras (sí, claro, fue cuanto Káiser le contestó haciéndola enojar). Su última parada sin duda sería la botica, donde explotaría todo el oro que pudiese gastar, sin embargo, deseaba llevarse unas cuantas criaturas consigo, a casa, antes de irse al diablo con las pociones. Luego de examinar un rato sus "posibilidades" se decidió por un par y tomando un formulario, empezó a rellenarlo rápidamente. A ese paso sin duda iban a terminarse pero mientras pudiese aun conseguir las que quería sinceramente poco le importaba todo lo demás. El lugar, a pesar de estar lleno de compradores parecía abastecerse bien, así que no tardó en acercarse al empleado que por un instante acababa de desocuparse. A ese paso, también terminaría atosigándolo un buen rato, pero por lo pronto sólo le alcanzó el pergamino que acababa de llenar con un "buen día, venía por estas criaturas, de ser posible". ID: 110981 Nick: (con link al perfil) Catherine Stark Nivel Mágico: XI Link a la Bóveda Trastero: 105643 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 90471 Fecha: 2015 - 09 - 25 Nombre del producto: Ashwinder Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura Catalogación: XXX Puntos por unidad: 40 Precio: 2000 Nombre del producto: Jobberknoll Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura Catalogación: XX Puntos por unidad: 20 Precio: 1000 Precio total: 3000 Total de Puntos: 60
  18. Había deseado tanto una moto voladora... y no podía creer que ya no habían. Se había sentido tan decepcionada revisando todo eso que había terminado por decidir que no quería ir a la sección de objetos mágicos, para no decepcionarse aun más viendo la que seguro se encontraría en exhibición. Sin embargo había terminado por dirigirse hacia allí en un impulso irresistible. Después de todo aun le quedaba oro y nunca había sido de las que se medían si lo tenían para gastarlo. Por ello, esperando a que terminara con los otros clientes, me aproximé en cuanto tuve la oportunidad, luego de haber revisado oportunamente el catálogo y haberme aproximado a las zonas en donde los objetos se encontraban y echarles un vistazo. Aun estaba apenada, pero eso no iba impedirme hacerme con algunas otras cosas útiles que sin duda necesitaba. -Buen día -saludó por enésima vez aquella mañana, debido a que había visitado varias secciones de la tienda-. Deseo llevarme estos... y quizá algo más aunque aun no echo un vistazo -explicó. ID: 110981 Nick: (con link al perfil) Catherine Stark Nivel Mágico: XI Link a la Bóveda Trastero: 105643 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 90471 Fecha: 2015 - 09 - 25 Nombre del producto: Polvos flú Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto Catalogación: A Puntos por unidad: 10 Precio: 500 Nombre del producto: Pensadero Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto Catalogación: AAA Puntos por unidad: 40 Precio: 2000 Precio total: 2500 Total de Puntos: 50
  19. Siguiendo la señalización que la hacía sentirse un poco tonta, Catherine siguió de largo hasta la segunda planta. Su muerte siempre habían sido las pociones y aunque había traído una cantidad abultada de oro tenía miedo de gastárselo todo allí. Por supuesto, también podía realizarlos en casa, no era que le faltaran los implementos para hacerlo pero... era vergonzoso aceptar que la atraían los curiosos y decorados potecitos y viales en donde las pociones parecían el doble de bien hechas. El armonioso conjunto la hizo sentir como en casa, de forma que nada más ingresar a la botica, se acercó hacia el joven que no se encontraba desocupado. Fue una sorpresa encontrar ante sí a Elvis Gryffindor. No lo había visto desde... No, prefería no recordarlo. No había podido ver la cara de Zarco Bulche Haigh desde entonces. Tampoco la de Elodia. Lo curioso de todo ello, era que su padrino seguía apareciendo en sus recuerdos. Káiser solía mostrárselo en sueños, así como la imagen de muchos otros viejos magos y brujas de la antigua guerra. -Buen día, Elvis, uhm... -saludó Catherine haciendo una venia hacia ambos y dudando al final puesto que no conocía el nombre del joven de aspecto inmaculado por lo que terminó sacando su propio listado para disimular el inconveniente-. Yo... hice esto por mi cuenta, pero espero que no hayan errores. Alargó la lista intentando no preocuparse por estar interrumpiendo. Se sentía un tanto invasiva, ya que Gryffindor aun parecía muy entusiasmado con sus compras. Ella había planeado estarlo pero Káiser no se lo permitía ahora que había visto que había bastante gente en la botica. Su espíritu se rebelada una y otra vez hacia la proximidad de Gryffindor permitiéndole a Catherine sólo haber esbozado una débil sonrisa. ID: 110981 Nick: (con link al perfil) Catherine Stark Nivel Mágico: XI Link a la Bóveda Trastero: 105643 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 90471 Fecha: 2015 - 09 - 25 Nombre del producto: Poción Incorpórea Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: AAAA Puntos por unidad: 80 Precio: 4000 Nombre del producto: Felix Felicis Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: AAAAA Puntos por unidad: 160 Precio: 9320 Precio total: 13320 Total de Puntos: 240 Había verificado ella misma una y mil veces aquel pergamino, con temor de que ya no hubiesen las pociones que ella deseaba. Por supuesto, varias de las buenas ya se las habían llevado y siempre le dolería no poder ver a esa poción multijugos en aquella hermosa botellita que había visto en los catálogos. Pero de todas formas, aun quería llevarme muchas cosas, por lo que empezaba con las más urgentes.
  20. Todo parecía renovado, nuevo. Catherine apenas había asimilado la idea de su nuevo yo, que coincidió con la llegada de las Reformas del Concilio. Debido a ello, se había perdido buena parte de lo mejor de los productos, distraída como había estado en otros asuntos un tanto más urgentes. Sin embargo, no iba a permitir que eso mermara su formación mágica, por lo que había decidido hacer unas compras un tanto... inusuales, primero. Escabulléndose como pudo dentro de aquel cuartucho en donde todo lucía como si fuese a ser reciclado, pudo vislumbrar luego de deambular un rato sin tocar nada, el ascensor y al viejo que, aunque parecía un pobre idi***, tenía una mirada inquietante. Riendo por lo bajo, Catherine ingresó al ascensor y digitó la contraseña que le había conseguido Richard, asegurándole de que la había obtenido de los empleados del Magic Mall, no sin cierto entusiasmo. Una vez hubo terminado de contestar el aburrido cuestionario, sintió una molestia en el estómago y al abrir los ojos que había cerrado insconcientemente vio ante así aquella estructura enorme y blanca que parecía construida para dañarle los ojos. Algo sorprendida, soltó un gruñido y se adelantó hacia la mujer que pronto la saludó preguntándole qué deseaba. Dando una vaga inclinación de cabeza y un "buen día" le entregó entonces la ficha que había cargado en el bolsillo de su capa, para luego esperar, haciéndole una seña con la cabeza que indicaba que en aquella lista figuraba su pedido. ID: 110981 Nick: Catherine Stark Nivel Mágico: XI Link a la Bóveda Trastero: 105643 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 90471 Fecha: 2015-09-25 Nombre del producto: Libro del Aprendiz de Brujo Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizo Catalogación: (colocar cantidad de A, X o P respectivamente): AAAAA Puntos por unidad: -- Precio: 1000 G Nombre del producto: Libro de la Fortaleza Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizo Catalogación: (colocar cantidad de A, X o P respectivamente): AAAAA Puntos por unidad: -- Precio: 5000 G Precio total: 6000 G Total de Puntos: --
  21. Buenas :3 ID del foro: 110981 Link al perfil en la Web del Magic Mall: http://magicmall.harrylatino.org/mago_detalle.php?buscar_mago=110981&button=Ir Nick: Catherine Stark Nivel Mágico: XI (ahí me pone 1 o.o) Rango Social: Dragones de Plata Yo recién actualizándome T.T llegué cuando ya se tomaron las cosas buenas ;O; (??) pero igual deseaba solicitar que actualizaran mi perfil por favor, aun figura con el nick de Pando D: Sé que por ser nuevo mi rango social sólo podría ser equilibrado en la medida de los viejos, pero quizá podrían ponerme algún otro como unicornio de oro o así (?) algo que no me ponga pegas para comprar más cosillas t.t (sí, no estoy 100% segura de qué cosas puedo comprar del todo pero mejor asegurarse v.v). Salu2 y gracias de antemano al que se pase o/
  22. http://i.imgur.com/uifAC.png 1.- Link del tópico de la ficha del o los dueños y links a sus respectivas bóvedas personales: Melrose Moody Ficha - B: 90471 2.- Link del tópico de registro del negocio aprobado: Registro 3.- Link del local aprobado: Les Antiquités de Cathercir 4.- Link de las familias del o los propietarios: Familia Moody - Registro 5.- Link de la bóveda de las familias del o los propietarios: Familia Moody - Bóveda nº 109061
  23. La mujer accedió a aquella mínima aquiescencia y asintió ante la pregunta de Haughton. Sin demorar más la marcha, se adelantó hacia la puerta y extrajo de las profundidades de su bolsillo una daga dentro de su funda. Era pequeña y casi triangular pero sirvió para que Catherine la extrajera y se realizase un profundo corte en la muñeca. Formando un semicírculo sobre la puerta con la sangre que manaba profusamente, notó como ésta brillaba junto a una runa empolvada que no había visto antes y guardando la daga, dejó que fluyese todavía un rato, hasta regar la tierra de la entrada, mientras caía formando un reguero ya que tenía el brazo colgando semi-inerte y ésta se deslizaba goteando entre sus dedos. -Azur y oro, sierpe de plata. Es aquí -dijo en voz baja, sin imaginar que una mujer había dicho esas mismas palabras pocas semanas antes y sin tener consciencia de lo que significaba pues la voz de Káiser se había sobrepuesto a la suya al expresarlo. La puerta entonces pareció estremecerse y, casi como si se accionase un pestillo imaginario, se abrió y todos pudieron apreciar entonces un habitáculo. Catherine pudo cerrar entonces su herida e hizo un ademán con la cabeza para que el resto se animase a entrar y una vez estuvieron dentro, tomó sus manos como si se tratasen de niños, para volver a desaparecer. En aquella oportunidad la sensación fue completamente distinta y aparecieron de nuevo en el salón. Nadie sabía a ciencia cierta cuantos pisos podría tener semejante monstrosidad arquitectónica y menos aun que mente enferma pudo edificar un edificio tan insano. Era de suponer que la torre contaba con pisos subterráneos y que en aquella ocasión solo podrían apreciar los largos salones y pisos inferiores de la torre. El gran salón de ésta se había usado pocas veces a lo largo de la larga historia de guerra. Construida con la capacidad para albergar un estadio de quidditch y uno que otro equipo formado por dragones. El techo estaba sostenido un millar de largos pilares tallados de piedra blanca y tallada en lados planos y finos; rectos como una regla y lisos como el mármol. Los largos vitrales mostraban figuras profanas o largas banderolas con inscripciones. Sin embargo las aún mas grandes estaban ilustradas con las figuras de 3 magos vestidos con largas túnicas negras. Sus expresiones severas en el pasado habían mirado desde arriba a todos los mortífagos que se encontraban esperando en el salón mientras sujetaban sus varitas y en sus cabezas lucían unas espinosas coronas de hierro negro. Por cierto, dichas imágenes continuaban allí, pero no había séquito alguno. Las figuras eran reyes olvidados, en aquella desolada inmensidad. Sus rostros se encontraban en las sombras; Catherine no había esperado aquello. Bajo los vitrales, los sillones altos estaban cubiertos por largas telas negras. Pero los sillones estaban vacíos y la estancia lucía una hilera de jaulas que colgaban del techo a distintas alturas, todas engrasadas como si hubiesen sido utilizadas el día anterior. Catherine sonrió cuando un par de pupilas impías, le devolvieron la mirada desde la oscuridad del techo y una banshee empezó a deslizarse por la pared, bajando de forma sinuosa, sujeta por sus afiladas uñas mientras desplegaba sus carnosas alas y enseñaba los dientes de forma fiera. Había algo demasiado sugerente en su forma de moverse y de mirarlos que hacía que pareciera que los seducía pero era muy distinta al grupo de mujeres que en esos instantes se encontraba dentro del seno de La Marca Tenebrosa. Eran armas. Catherine dirigió entonces su varita hacia la bestia y exclamó "¡Avada Kedavra!" Pero en el mismo instante en que la criatura caía desde una altura considerable como si fuese una flor de papel, un sinnúmero de ojos le devolvieron una vez más la mirada desde el techo y finos siseos cortaron lo que hasta entonces había sido silencio. -Bueno, ya que preguntaban por acción... -comentó como instándoles a prepararse. Las criaturas empezaban a deslizarse hacia el suelo y sus movimientos eran rápidos. Unos predadores en toda regla.
  24. -Consiste en darle a una persona el peor catarro de su vida, también le llaman la maldición de los mocos -comentó Catherine, mostrándole como ejecutar el hechizo hasta que éste impactó en la puerta-. Me siento un tanto subnormal explicando esto luego de mencionar el otro nombre, pero el problema es la secreción nasal que produce -Catherine bajó la varita y se volvió al resto-. Podría parecerles poco útil y gracioso, pero si dentro de la torre intentan pronunciar sus hechizos con un reguero de mocos en la cara, ya verán como pierde la gracia. Tampoco les recomendaría limpiarlo con la manga... debería bastar con un protego o interponer algo entre el rayo y ustedes. Dudaba que Malfoy intentara lo de la manga, pero era mejor ser totalmente clara ya que la mayoría había preguntado. Luego, se volvió para absolver las dudas de la pelirroja. La mujer al parecer desconfianba del método, así que salvo explicarle con paciencia no veía otra alternativa. -Entiendo tus dudas. Pero a lo que me refería era que esta puerta tienen propiedades especiales y, por tanto, es seguro como blanco de prácticas -en aquel momento, volvió a apuntar hacia la puerta y dijo- ¡Reducto! El rayo cayó rápidamente sobre la puerta, pero nada pasó. El hechizo simplemente impactó en esta como hubiese impactado el sectusempra o cualquier otro de los que hubiesen podido lanzar y fue absorbido. Seguidamente, Catherine dijo "¡Confringo!" sin embargo, el resultado fue el mismo. -Como pueden notar, no importa el tipo de hechizo que utilicen. Simplemente, absorberá la magia -se dirigió entonces hacia Haughton, que había sido la última en intervenir-. Me temo que no encontrarás muchos objetos vivos por aquí -no pudo evitar esbozar una sonrisa ladeada pobremente disimulada al volverse nuevamente hacia la puerta-. Pero si lo que quieres es que se muevan... no creo que vayas a decepcionarte. Sólo restaba que Ryddleturn expusiera su opinión mas Catherine no podía perder mucho tiempo en la puerta. En el cielo, las nubes empezaban a arremolinarse como si intentasen formar una esfera negra y esponjosa en espirales que no podían presagiar nada bueno. Stark dudó, mas prosiguió. -Ya que veo que la mayoría no duda de su ejecución, sólo me resta citar las posibles defensas -explicó esta vez sin sacar la lista-. Avis, es la más práctica contra la maldición asesina. Un protego debería bastar para varias de ellas y la última opción es interponer cosas para evitar los rayos -lo cierto era que también existían otros hechizos avanzados para evitarlo, pero era mejor no tocar el tema debido a su condición clandestina-. Si no queda ninguna duda, podremos continuar. Mas si desean que vuelva a explicarlo... Dudaba que lo hicieran pero siempre era mejor asegurarse. Quizá ellos ya estarían aun más aburridos que ella pero no podía darse el lujo de ser descuidada sólo por tener alumnos ya familiarizados con el tema que estaban tratando. Mentalmente, se repitió que debía ser paciente a la par que Káiser se reía de ella con una risa condescendiente. Solía reírse a menudo de ella, pero nunca le afectaba como en esos momentos en donde, en teoría, debía mantenerse con expresión neutral tal cual era la especialidad Stark.
  25. -¿A dónde vas? -Una fiesta. Su hermano negó con la cabeza mientras la observaba. Llevaba una túnica negra, casi reglamentaria, con botas de fieltro y sombrero. Stark la observaba como si fuera un bicho raro. -Seguro anduviste haciendo pociones ayer. -Claro que lo hice, tu me viste -objetó Catherine a la defensiva. -Has perdido el sentido de lo que sucede alrededor por culpa de eso; siempre te sucede cuando te pones frente al caldero. Quítate esa porquería. Reacciona -añadió incorporándose de la butaca mientras soltaba una orden tras otra-. Vas a una fiesta. Catherine, aun algo reticente, decidió no pelear por una vez y volvió a dirigirse a su cuarto. Richard fue bastante estricto y no la dejó cambiarse hasta que pensó que había cogido algo adecuado. Era una túnica de lino azul, que se puso junto a unas sandalias romanas. Encima, se caló simplemente su sombrero a juego, a pesar del consejo de su hermano de no llevarlo. Éste, una vez completada su labor volvió a su periódico y Catherine salió al exterior. Si había algo que compartía con su hermano, era su poco gusto por las apariciones pero en aquella ocasión era distinto. Llegó utilizando el traslador, con el collar egipcio colgando de su cuello. En cuanto lo hizo un par de fantasmas intentaron cerrarle el pase mas, al ver el collar, se apartaron casi automáticamente cosa que Catherine no dejó de agradecer. Al ingresar, el lugar le pareció confortable. Justo el tipo del lugar que terminaba con ella bailando sobre la barra. Se acercó entonces hacia el grupo de gente que parecía estar ultimando detalles y se paró junto a una mujer con los brazos en jarras. De entre todos los presentes, apenas conocía a Macnair y a Atkins que se deleitaba con una muchacha que, si su memoria no le fallaba se llamaba... se quedó un rato pensando en el nombre de la muchacha, pero nada acudió a su mente. Por ello, se limitó a saludar a ambas con la mano (a ver si es que la notaban a esa distancia). Así, ahorrándose la vergüenza de habérselo olvidado, prefirió hablar con las otras personas que se encontraban allí, al menos de momento. Quizá, después, tuviese la oportunidad de ser presentada a ella por alguien que creyese que no se habían visto antes. -¿Aun puedo echar una mano? -fue todo lo que preguntó a ellas en general mientras notaba que una de las líderes mortífagas se encontraba mojada, pocos metros más allá. Había notado que había suficiente alcohol como para abastecer a medio Ottery, así que dudaba que fuera a aburrirse.

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