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Rory Despard

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Todo lo publicado por Rory Despard

  1. Deja amor a la mujer más bella lasdld

  2. ID: 111484 Nick (con link a la ficha) Rory Despard Link a la Bóveda Trastero: (en caso de poseerla) Trastero Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): --- Fecha: 2021-11-07 Objeto: Estrella Fugaz Puntos: 10 Precio: 500 G Total de puntos: 10 P Total de Galeones: 500 G
  3. Voy a soñar con Los inválidos T__T

  4. *se le echa encima al inválido jojojo 👻*

    1. Hessenordwood Crouch

      Hessenordwood Crouch

      Me has dejado en la invalidación (? :1313:

    2. Rory Despard

      Rory Despard

      Nos invalidamos mutuamente (? 🔥

  5. Es que por eso decía el vínculo James- Sirius para mí es EL vínculo. No es solo una cosa, sino todas confluyendo. Me da risa @ Nate Weasley creyendo que le vamos a caer a guantazos. No Nate, tranquis aquí debatimos alturadamente aunque apasionados si me pones al viejecito Dumbi ahí si no tengo tantas consideraciones. Claro, yo entiendo a lo que vas @ James Fleamont Potter pero es que por lo que mencionas es que decia que todo lo que pasó, y de la forma como se resuelve (o disuelve) la amistad de esos cuatro es que pienso en que para Sirius hubo algo que se fue para siempre. Y con el último que de algun modo compartió ese sentimiento fue con Remus. Sinceramente, ya no recuerdo mucho a Peter, mi cerebro le ha censurado al desgraciado T-T pero buenis. Yo no creo que porque hubiera podido haber atraccion romantica de un lado eso ANULE automaticamente la amistad, para nada.
  6. Gracias gracias, me permito etiquetar a @ Marcellus Allan como se lo prometí para que también aporte sus teorías. Sirius lo amaba. No tengo dudas y muchas pruebas. Claro, yo creo que ahí se involucraba mucho más que mero amor romántico, había admiración, apego. No es que sepamos mucho de todos realmente, pero al menos en el caso de James y Sirius si es como que queda claro que hicieron click al instante. Por eso quedó tan roto él t.t (en todos los sentidos cof) por la muerte de James. Y claro, que pensaran que él podía haber traicionado a los Potter es que es solo otro motivo más para p***** al pe****o de Dumbledore xD. Me reservo futuros post pa hablar de los demás.
  7. Despertar pensando en que necesito más películas de estos dos juntos 🎬 

  8. Nombre con link de Bóveda Familiar que permite la donación: Familia Potter (de Bando) Nombre con link a la Ficha: Rory Despard Bóveda con link de la que se extraerá la donación: Link Cantidad total de Galeones de la donación: 10.000 G Beneficiario de la donación: Nick del usuario con link a ID (perfil): Marcellus Allan Relación Familiar con Donante: Familia Potter Nombre con link a Ficha: Marcellus Allan Número con link a Bóveda Personal: Link Cantidad de galeones: 10.000 G
  9. Spam que ya no da ni oro ni contador #LaCrueldad 😭

  10. Atascado. — Si han obrado con maldad, Dios tarde o temprano les cobrará ese acto de mala fe mi señor Crouch, así que ya no se preocupe más por ese asunto y volvamos al Palacio Rosa, por favor. No piensa decir más al respecto, aun cuando comparta las dudas legítimas de Hessen respecto a las convenientes explicaciones para justificar la falta de evidencia del secuestro del que fueron víctimas, porque aunque resulte injusto, se le hace más sencillo de ese modo dejar atrás todo aquel fantástico suceso. De una suite de hotel, a ser tratado casi como una divinidad viviente, y luego convertirse en cómplice de dos desapariciones. En poco más de 24 horas, Rory ha vivido al lado de Crouch experiencias por completo distintas a las de su comedida rutina, que además lo han hecho toparse con dimensiones de él mismo que hasta entonces desconocía. Así que siente que necesita el tiempo para procesar todo eso, y el único lugar que le ofrece tranquilidad y paz para hacerlo, es su pequeña pieza en el Palacio Rosa. El retorno, también por carretera, resulta más silencioso que el de la vez anterior, cuando no había dejado de ir mostrando a Hess cada ínfimo detalle que iba descubriendo en la cristalería que habían adquirido, a riesgo de que el hombre pudiese distraerse de su conducción (razón por la cual también había prometido no volver hacer cosa semejante después). El viaje se siente por tanto más pesado, pero a la vez Rory encuentra disfrutable esa sensación de sus cabellos mecidos por el viento, y de estar casi flotando suavemente mientras el auto se desliza. Y cuando ya han salido de la ciudad, tras tantas horas de atenciones desmedidas y pocos minutos a solas, aquel vasto silencio de paisajes que se dibujan y desdibujan continuamente, con el ruido del motor de fondo como un ronroneo de gato, parece casi un regalo divino. Debe de serlo. Estando en el asiento de copiloto esta vez, y tras un breve intercambio sobre lo que Rory terminará informando a la Orden del Fénix respecto de esa salida, la proximidad de Hogsmeade hace que el predicador recuerde volver a elevar el cristal de la ventana y sea más consciente que nunca, de que toca volver a todos los asuntos que su nuevo cargo, además de su bando y su fe, le exigen. De todos modos, durante un tiempo, la única verdad es que estará atascado en todos esos compromisos y rutinas, y eso es lo que quizá provoca, que las salidas con Crouch se sientan ante todo, liberadoras. En el Pink Palace, el cielo del atardecer luce increíble, tanto que le tienta a escribirle a la señora Travers al respecto, recordando cuánto le fascina a aquella mujer pintar ese cielo, y apenas está estirando las piernas, entumecidas por el viaje, cuando la voz de Quintel le hace elevar la vista. Su saludo es apenas un gesto al jovencito, quien está concentrado en animadamente poner al tanto a Crouch de las últimas novedades y le insiste con ir a rescatar a una lechuza atrapada en su piso, seguro por dejarle un mensaje. Rory encuentra gracioso el asunto, solo porque se ha vuelto un tema de conversación con la semigigante recepcionista del edificio, el asunto de la cantidad de misivas que suelen llegar para Crouch diariamente, "la mayoría de ellas de índole profesional" según en un par de ocasiones le ha aclarado el hombre. Y aunque su círculo de amistades en Ottery es reducido, y no es capaz de imaginar como le hace Hess para mantenerse al tanto con todas esas comunicaciones, el pelirrojo reflexiona respecto a que también para él la llegada de más y más cartas está siendo un problema, especialmente por su hábito de responder a mano a todas ellas. Imbuido en todos esos pensamientos, termina sacando el equipaje restante del maletero, y con un movimiento de varita, hace que el conjunto de ellos se eleve unos centímetros del suelo, y vaya adelantándose hasta su habitación. Restan un par de reuniones para definir si será necesario o no volver a viajar, o si ya están listos para cerrar la propuesta de los cinco centros de educación comunitaria, pero por alguna razón que no termina de identificar dentro de sí, Rory no se siente con el ánimo de pensar en ello. En su lugar se limita a sonreír cuando Hessen le comenta sobre otro restaurante, nada menos que en York, uno de los condados más caros en toda Inglaterra. No está seguro desde cuando es que aquel hombre extraordinariamente perspicaz, ha sido capaz de notar su debilidad por la comida, pero de todos modos, asiente de buen gusto ante la invitación. Aun cuando no sepan cuando es que podrán concretarlo, Rory intuye que esa futura cena no saldrá como la esperan, que habrán quejas, que muy probablemente por ayudar a alguien terminen en problemas, y tenga a Hess quejándose de su generosidad y advirtiéndole por enésima vez de que no sea tan ingenuo o no termine prometiendo cosas sin notar la magnitud de sus alcances. Pero justo por eso, es que siente de repente, unas ansias que nunca ha experimentado antes, por que ese momento llegue. — Incluso si no llegamos a ese lugar que menciona, tengo unos vales por diez almuerzos que la recepcionista del hotel me dio a último momento como compensación. Entonces, también podríamos usarlos y así usted ahorraría ese dinero, y ahorrar resulta agradable a los ojos de Dios, mi señor. No tenemos que volver al mismo hotel, evidentemente, porque además aquí pone que son válidos en toda la cadena de hoteles de Inglaterra y Francia, siempre que no sean días festivos... No dice mucho más, pues Quintel ha sonreído maliciosamente de repente, y ahora a su preocupación por la lechuza se ha sumado el saber a qué hotel es que Hessen ha llevado a Rory, y el precio del mismo. Sus preguntas enrojecen a lo indecible al joven predicador, haciéndole notar además lo sencillo que resulta malinterpretar sus palabras, y aunque intenta aclarar el asunto en el trecho que recorren los tres hasta la recepción del Pink Palace, toda la conversación termina perdiéndose entre explicaciones sobre el mal clima, como confirmar reservaciones y un top de Hess de los mejores hoteles de esa cadena donde esos vales tienen validez. — ¿Entonces, tantísimos hoteles has conocido en tu vida? - un silbido largo a modo de sorpresa es lo último que Rory escucha a las puertas de su habitación, mientras el diálogo entre Hess y Quintel se pierde escaleras arriba.
  11. Elegir. — ¿Por qué usted- está tan estupefacto al comprobar que Hess no los ha sacado de la isla y apenas les ha llevado a otra parte del templo que se detiene a tomar aire antes de continuar su reclamo- nos ha traído hasta aquí? No está seguro si Crouch le ha escuchado, pues la concentración del mago está puesta en la rara arquitectura del espacio, que empieza a recorrer erráticamente. Mientras tanto Rory, incapaz de ver esas señales que han guiado a su compañero hasta allí, opta por dar una mirada superficial al espacio, y se asombra de lo enorme y cercano que parece estar el cielo desde esa altura, así como la diversa gama de colores que lo tiñen, a punto de amanecer. En todas las civilizaciones antiguas observar el cielo resultaba la mejor forma para predecir hechos pasados y futuros. Y Rory cree que quizá algo de eso también está reflejado allí y ha resonado también al interior de Hess para impulsarlo instintivamente hasta ese lugar. De cualquier modo, tras un primer recorrido y aún sin detenerse, el administrador de la Heredad comienza a explicar en voz alta su teoría de los hechos, y dentro de la cabeza de Rory las piezas inconexas de esa historia comienzan a encajar. Quizá, de un modo que le es completamente desconocido, Hessen ha desarrollado una conexión (¿O siempre la tuvo ?) con esas fuerzas ocultas de otro plano. Si se detenía a pensarlo mejor, cuando le había hecho el Beltane ¿No había sido confuso percibir en su cuerpo no un alma y su esencia mágica, sino una serie de magias antiguas reaccionando entre sí? Un asunto sin precedentes, para el que Rory no encontraba explicación pero que ahora parecía importar menos que el escuchar a Hessenordwood indicarle que le ayude a completar esa misión colocando en lo alto de una columna, el anillo que arrebató al cuervo. Rory saca entonces del bolsillo la joya y la observa una última vez antes de cerrar su puño en torno a ella. Quedarse allí de brazos cruzados no es una opción, cuando hay una chance aunque sea mínima de ayudar a los demás, y si tiene que elegir, su lealtad se mantendrá con Hess sea como sea que esa aventura termine. — Solo voy a pedirle mi señor, que se apoye en esa pared para que yo pueda subir mas rápida y cómodamente sobre sus hombros. No es esta la primera vez que Rory está trepando sobre Hessen, pero como la vez anterior sus sentidos están tan metidos en dar con la solución, que apenas se permite hacer un juicio de valor sobre la idoneidad de semejante acto, y más concentrado en alcanzar la cavidad que le es distante todavía, presiona solo un poco más con ambas piernas el cuello del mago , lo que hace que este se mueva ligeramente, con el consiguiente susto del pelirrojo que se abraza un momento a él, antes de volver a alzar los brazos para intentar alcanzar la hendidura que le ha señalado, que está ya tan al alcance que Rory se anima a hablar para alentar también a Hess a qué haga su esfuerzo final — Ya casi lo conseguimos, solo tiene que mantenerse firme y empujar un poco más hacia el interior, Hessenordwood. Pero no pierda el apoyo en la columna, o no funcionará. Rory hace el último intento entonces, su mano derecha se extiende y puede sentir sus nervios tensionándose bajo la piel, pero finalmente coloca el anillo en la cima de aquella columna. Lo siguiente que queda es aquel raro nudo del cinturón con forma de botón en flor, que Hess coloca en otra columna con prisas, aparentemente más adolorido de lo esperado por el ejercicio anterior. Rory se persigna entonces, y empieza una letanía de oraciones, hasta que ve como un brillo fulgurante rodea a ambos objetos y luego un haz de luz se eleva al cielo alcanzando un solo punto en lo alto para después partirse en docenas de direcciones diferentes. No está seguro si realmente con ello están haciendo un cambio, pero al menos siente que la carga que tenía en su corazón por partir sin haber agotado todas las posibilidades, se ha disipado.
  12. Mirar. El cuervo se dirige hacia él con furia, directo a picarle los ojos, pero protegiéndose con aquellas blancas alas, el predicador no solo rechaza el ataque sino que empuja con fuerza al ave y la estrella contra el ventilador. Por la forma como uno de los Hessen lo ha contemplado, transparentando en su rostro su total asombro, y en sus ojos el espanto, incluso sin alcanzar a oír lo que apenas ha susurrado para sí mismo, tiene ya conciencia plena de cuál es el real, que no es otro más que el que está cerca al ventilador, y que ha permanecido relativamente impasible ante la imagen del cuerpo del cuervo siendo lacerado por las cuchillas del aparato, volviéndolo un amasijo de tripas y sangre (los que al instante atrofian el objeto). El verdadero Crouch se desplaza por primera vez entonces, superando la parálisis que lo había aquejado hasta ese momento, y con un movimiento torpe pero decidido, alcanza su varita e inmediatamente después le hace una seña a Rory, alzando su pálido dedo índice en dirección a una hendidura en el suelo. El pelirrojo sigue la trayectoria con ojos escrutadores y no tarda es distinguir también a Natán, entre una serie de frascos de lo que parece alguna clase de ungüento, por lo que descendiendo de lo alto, hasta ese punto, finalmente recupera también su arma. Y es en esos instantes, que de repente un alarido desgarrado desde el otro lado de la habitación, hace que voltee a mirar hacia allí de inmediato. Es una escena triste la que se está dibujando ante sus ojos, con la falsa Crouch de rodillas en el suelo, y las mejillas bañadas en lágrimas. Sea cuál sea la clase de lazo que ha unido a ella y el capitán en todo ese tiempo, es evidente que la joven está más que conmocionada con el desenlace que el hombre ha tenido, y casi automáticamente se rinde a la opción de luchar, para en su lugar, acercarse como sea al maltrecho cuerpo del cuervo y sostenerlo entre sus manos. —Usted es un maldito demonio, uno verdadero- vocifera totalmente fuera de sí a Rory, escupiendo hacia él- usará su magia ahora para escapar y nos dejará aquí a morir. Pero no importa ¿Sabe? De cualquier forma habíamos prometido que si no conseguíamos huir esta vez, también a la muerte iríamos juntos. Rory no le contesta, pero recuperando poco a poco su forma humana, sostiene su varita entre las manos y murmura Desmaius apuntando al pecho de la joven, para desmayarla al instante. No tolera seguir escuchándola, porque aún cuando no son las formas, algo hay de cierto en su mensaje y es que jamás la gente importante de la capital se ha preocupado por ellos, y de no haber terminado inmiscuido sin remedio, nada habría sabido de ella, de su etnia, ni de sus raras vestimentas, comidas y creencias. Por todo esto, es que hay una extraña mezcla de compasión y también rabia hacia ellos. De una parte, está el hecho de la premeditación de su plan y los pocos escrúpulos que mostraron para maltratarlos así, cuando nada tenían que ver en ese asunto, pero del otro lado, sabe en el fondo, que ellos mismos han sido víctimas de aquel perverso sistema de creencias, no un día o dos como ellos, sino su vida entera. — Lo sabe bien Hess, después de lo que acaban de reclamarnos, yo no tengo el corazón para dejarlos aquí a la deriva- mientras dice aquello, colocando sus manos sobre la cabeza de Crouch, Rory cierra los ojos y concentra su magia natural una vez más, con la intención de que por medio del Beltane, el fuego benévolo, se pierda todo rastro de maldición que haya podido recaer en el mago- si los sacamos, bastará con que sea fuera de esta isla, y ellos podrán tener una segunda oportunidad sobre la tierra. Volviéndose hacia los dos infelices, Rory retira el anillo del cuerpo del cuervo, haciendo que este retome su apariencia real. El capitán está de nuevo ante sus ojos entonces, desnudo y repleto de heridas, que ahora que ha retomado su tamaño natural son mucho más evidentes que antes, lo que llena de culpa al predicador, pues se siente responsable de la condición lastimera del muchacho. Usa entonces una vez más el Beltane, aunque en sentido opuesto a Crouch, pues es más el cuerpo que el interior lo que empieza a sanar en el mago, convirtiendo sus heridas frescas en cicatrices. El proceso, no obstante, queda incompleto, pues Génesis parece estar volviendo en sí, y lidiar con ella no es un riesgo que él piense tomar. Tiene que desaparecerlos de ahí y no hay nada más sencillo que emplear los poderes uzza para ello, así que todavía con pizca de remordimiento en su interior, Rory termina abriendo un portal enorme bajo los dos cuerpos, para enviar a ambos hasta los soleados acantilados de Cornwall, dónde está seguro que tanto ella como él sabrán encontrar un consuelo juntos, con ese lazo de turbia complicidad, de seres marginales, ahora libres de las ataduras de pesadas creencias. Una vez que el portal se ha cerrado, Rory examina de nuevo el tapiz. La posición del mensajero, recibiendo la "fuerza de luz" de su demonio protector, se asemeja a la de él mismo con el Beltane. Es difícil comprender, si acaso como ha insinuado Génesis a último momento, ellos realmente han cumplido con la profecía, pero también es tarde ya para averiguarlo. Necesitan irse, porque Rory por sobre todas las cosas, solo quiere estar de nuevo en su modesta pieza del Palacio Rosa, rezando una última oración de agradecimiento a Dios antes de dormir, esperando que en sueños ninguno de los rostros de todos esos extraños sujetos de la isla se le cuelen. — ¿Cree que algún día averigüemos por qué esta gente perdió su magia ?- alcanza a preguntar a Crouch, justo antes de cruzar el portal que el hombre ha conjurado.
  13. Espíritu Su respiración es agitada, mientras sale de la habitación y atraviesa aquel pasadizo amplio sostenido por columnas blancas que contrastan con el rojizo de las paredes. Los sacrificios toman distintas formas, pero no es el derramamiento de sangre la solución. No para él, que cree en un dios de la vida y no de la muerte. Pero he ahí los peligros de creer en idolatrías, que solo terminan generando daño y destrucción, que en lugar de salvar las personas, las corrompen y pierden. Asiste con horror entonces, al espectáculo de transformación de aquella joven de apariencia inocente, en una bestia furiosa, destrozada ante la idea de que toda su vida se reduce a ese momento , y que el año anterior su propia hermana gemela había muerto así, como también su madre y su abuela antes que ella, todas reemplazables, todas humanas reducidas a la condición de presa para agradar a los dioses y recibir de estos sus dones. Con total frialdad, luego de inyectar a Hess con un líquido paralizante, se vuelve hacia Rory y entonces el predicador, consciente de que será el siguiente blanco, retrocede de un salto evitando el golpe destinado a derribarlo. Ni siquiera es capaz de comprender cómo es que Crouch ha podido reaccionar aun para retener a la muchachita, pero sabe que tiene que ir por las varitas de ambos para terminar con aquella historia de horror. El lugar es inmenso y el pasillo desemboca en tres puertas diferentes. En la primera está la misma representación que en el tapiz era la del mensajero, en la segunda la del sacrificio, pero en la tercera está únicamente un cuervo, y Rory recuerda de repente la observación hecha por Hessenordwood sobre como la última representación parecía alterada, como si algo allí hubiera sido modificado u olvidado y movido por el instinto, ingresa hacia el interior de esa tercera puerta, y en cuanto lo hace, alguien desde el otro lado lo estrecha con fuerza y lo arrincona contra la pared. A la luz de las velas, el rostro del capitán se perfila mucho más temible que nunca, pero también quizá porque es la primera vez que lo ve tan cerca, es que Rory nota que bajo las varias cicatrices y ojeras que lo envejecen, se encuentra ante alguien que apenas debe ser un un par de años menor que él. No hay rastro de la muchachita, no lo ha seguido, así que eso hace que imagine lo peor en cuanto a lo que haya podido suceder entre Crouch y Génesis, por lo que necesita convencer a ese sujeto, que todo el tiempo les ha sido tan hostil, de liberarlo. — Usted no cree en la leyenda ¿no es cierto? Por eso, desde el comienzo ha sido el único que...que ha estado reticente- El joven no le responde, apenas asiente a las palabras, pero todavía lo tiene firmemente sujeto de la túnica, por lo que Rory traga saliva y continúa hablando, sin saber a ciencia cierta si conseguirá algo de ese sujeto- ¿por qué no nos ayuda entonces? Seguro que más que nadie, debe estar harto de que lo manden una y otra vez a buscar inútilmente más allá del mar... El capitán, sin soltarlo responde, apenas en susurros a su oído: — Nadie estará tranquilo, mientras no vean al sacrificio ser enterrado en tierra sagrada. Una tierra que nadie mancha con su impureza, que solo el mensajero puede remover para colocar allí el sacrificio- todavía cerca, el hombre observa a Rory unos segundos con la mirada fija, antes de proseguir su explicación- el cuervo destripará el cuerpo ante los ojos de todos, las vísceras serán enterradas, y entre cantos y oraciones todos esperarán que se cumpla la promesa del don de los dioses. Pero nadie comprobará, una vez el cuerpo en tierra, de quien han podido ser los restos. El muchacho se aparta finalmente, para rebuscar entre sus ropajes, y Rory esta casi seguro que lo siguiente que verá será el acero de algún arma, pero solo termina sacando un anillo de piedra rojiza, del mismo material que el de las paredes del templo, y rápidamente se lo coloca en el dedo anular, convirtiéndose en el acto, en el temible cuervo negro. El predicador lo entiende entonces, que es el capitán quien porta la misión de destripar el cuerpo de la joven hasta su muerte, que es también quien un año atrás, fue el responsable de la muerte de la hermana gemela y no está dispuesto a repetir el acto con Génesis. Entiende también mejor ahora, por qué es que ella había suministrado a Hess aquel veneno paralizante. No para matarlo, sino permitirse así... — NO- en cuanto la comprensión del reemplazo se hace evidente a sus ojos sobre el plan que ambos han tramado, intenta tomar al ave entre sus manos, pero esta sale rauda de la habitación- ¡Son vidas inocentes, ambas, ambas son importantes a ojos del Dios verdadero! El intercambio resulta inútil y la puerta se cierra tras la salida de aquel ave. Rory entiende que intentar cualquier otro diálogo es inútil, tampoco desea más involucrarse, pero lo último que está dispuesta a permitir es que ambos maten a Hessenordwood. Unas vidas por otras ¿de qué manera aquello rompería con el círculo de dolor? Cerrando los ojos comenzó inhala y exhala lentamente, y entonces, recita en su mente: “Invocando un ser más allá de lo racional, presto mi cuerpo en sagrado ritual, invoco la fuerza sobrenatural, de un hipogrifo real” El efecto fue inmediato. De su espalda unas alas enormes y lustrosas de blancas plumas brotaron, y sus dedos se extendieron como garras fieras, destrozando fácilmente la puerta. Los poderes de la naturaleza discurren dentro de sí , y a sus oídos el rumor del antiguo espíritu protector de aquel lugar llega como si se tratase de brisa del viento, así que en pocos segundos, planea hasta alcanzar el recinto donde ha dejado antes a Génesis y Crouch. Mas al ingresar allí, en lugar de la muchachita, encuentra a dos Hess, uno con el brazo totalmente destrozado, cerca del capitán y el otro, maniatado de brazos y pies. ¿Cuál de ellos, es el real?
  14. Nudo No dejan de llamarlo "mensajero" y aunque el título no le resulta molesto, no deja de sentirse intranquilo cuanto más deferencias van mostrándole, en comparación especialmente y sobre todo con Hess, a quien contrariamente han designado como un "demonio". Rory todavía cree, en alguna parte dentro de sí mismo, que lo que les está pasando es tan surreal, que si se pellizca con la suficiente fuerza, podrá despertar de esa realidad que debe, que tiene que ser un sueño. Sin embargo nada de eso ocurre. La reunión en el salón termina y él vuelve a tener dudas sobre si debe intentar obrar un cambio para ellos, pero haciéndoles notar del error de sus interpretaciones, hasta que al salir fuera son docenas de personas las que están ávidas de verlo o tocarle, y es gracias a la escolta que le abre paso, que no se queda ahí, preso de la multitud. Listo o no, está a punto de aclarar al hombre que no existen dioses sino un único Dios verdadero, mas la intervención de Hess trastoca por completo la dinámica y hay algo en la indumentaria que él lleva (la que además está remarcando de insospechada manera los atributos del mago), que llama la atención del sujeto de la isla que lo ha estado escoltando desde el salón. Rory se detiene entonces a observar también el objeto que ha sido atado a la cintura de Hess con un nudo con forma de botón en flor, y que por alguna razón siente que no es la primera vez que ve en su vida y está a punto de estirar la mano para tocarlo, cuando su escolta carraspea nervioso, y entonces le indica que con tal de asegurar tener "la totalidad del mensaje" no hay cuidado ni precaución que no deba ser tomado. El viaje por tanto, va seguir prolongándose por cuanto pasarán la noche ahí, con tal de que el mensajero esté recuperado del golpe en el contenedor. Y realmente, después de tan extraña y ardua jornada, dormir y reponer fuerzas no parece mala idea, por lo que Rory asiente también y ya puede imaginarse rezando su rosario antes de dormir, hasta que una muchacha es llamada para "acompañarlos" tanto a él como a Hess en esa labor. La jovencita los conduce silenciosamente hasta la colina más alta, y lo tres llegan a una enorme construcción enteramente hecha en arcilla rojiza, diferente a todos los complejos que hasta entonces ha visto en la isla. Rory percibe de inmediato que ese lugar es diferente a todos los otros, pues una poderosa energía parece habitar en su interior, así que duda sobre seguir, especialmente cuando a las puertas se cruza con la recelosa mirada del capitán de uno de los buques, pero casi se siente aliviado al ver al hombre, pues cree que es la oportunidad perfecta para declinar, sin que sientan que están rechazando sus muestras de cortesía. No cuenta con que la joven aun en su juventud, se muestre impertubable y decidida a cumplir la tarea que le han encomendado y con un suave y elegante movimiento, se asegure de llevarlos hasta el interior del templo. — En cuanto ella duerma, iremos por nuestras varitas y saldremos de aquí ¿de acuerdo mi señor?- alcanza a susurrar a Hess sin poder evitar una cierta somnolencia por causa del incienso que llena el lugar- yo quería realmente apoyarlos, pero cada vez tengo más miedo de que todo este paganismo me cueste la condena eterna. Una hora más tarde, cuando tras deshacer el nudo se revela la magia que aquel objeto posee, Rory entiende la real dimensión de lo que están arriesgando con todo aquel teatro de engaños. El tapiz que adorna la habitación e ilustra la leyenda del mensajero, es ya bastante explícito en si mismo sobre el rol que cada uno debe cumplir para que se consiga la tan ansiada promesa de devolver la fertilidad a la tierra marchita, pero cuando Génesis les explica en qué consiste el descanso de esa noche para los tres, y el papel que ella y Hess juegan para que el mensajero se llene de luz, Rory está tan escandalizado con el asunto, que abandonando todo remordimiento, solo está decidido, por el medio que sea, a abandonar ese lugar, sin importar lo que vaya a costar. Y ayudar a esa chica, a escapar también, porque lo de contrario, no le espera más que la muerte.
  15. Nudo La espléndida sala de reuniones a la que han sido conducidos, y los diferentes platos con base a pescado que han sido dispuestos sobre un mantel con bordados de runas en sus extremos , hacen que Rory sienta el episodio de la llegada a la Isla casi como un mal sueño, en lugar de un suceso real. Aun tiene cierta incomodidad en lucir esas túnicas que le han proveído para que luzca "como uno más de ellos", pues se siente ajeno a ese estilo, incluyendo la forma como han trenzado su cabello; pero, las lágrimas de una sencilla señora de traje blanco inmaculado, cabeza del concejo de ancianos con quiénes están compartiendo la mesa, llamándolo emocionada ", termina haciéndolo desistir de cualquier reclamo. Junto a él está Hess además, y tener al mago con él se ha convertido en su seguro en esa rara aventura compartida que les está tocando vivir. Su capacidad de lectura de auras le hace constatar que no hay mala intención en esas personas, pero tampoco han podido hacerse una idea clara de por qué los trajeron en primer lugar. El predicador conoce un puñado de historias y mitos, aprendidos de niños. Gran parte de ellos anuncian desgracias, pero este que el gran sabio le ha compartido es la primera vez que lo oye. Y es así que ha entendido por fin la razón por la cual los tienen allí. No está seguro de como Crouch se ha tomado la historia, pues sus perfectos gestos están otra vez brillantes y exquisitos, disimulando cualquier molestia interna posible, pero él se siente solo un poco más presionado que antes. Acabada la comida, los ojos de todos se colocan sobre el predicador, que se pone de pie nervioso, con un nudo en la garganta que hace que hasta tomar un poco de agua del vaso se le dificulta. No es solo que no sepa bien qué decir, sino también que decepcionarlos podría ser un riesgo, pues esa isla les pertenece por completo y viven tan a su aire, que ni siquiera se han dado por enterados sobre los cambios en el ministerio de magia británico. — Enhorabuena por este momento compartido y los alimentos que gracias al altísimo se han podido colocar hoy en esta mesa. La comida ha sido deliciosa y compensa por completo que no llegáramos aquí en la mejor de las condiciones- una serie de cuchicheos se escuchan en la estancia, y Rory siente un escalofrío en la espalda, pero viendo a Hess fugazmente haciéndole la seña de que prosiga, retoma el hilo de sus palabras- tengan por seguro que las bendiciones llegarán y volverá a prosperar la tierra y el mar, que hoy no les responden. Una salva de aplausos retumbó inmediatamente después, y Rory notó que todos habían aplaudido excepto el capitán a cargo del buque que los había trasladado hasta allá.
  16. Buque La cama es tan cómoda, y el ambiente tan cálido por la chimenea que Hess ha encendido, que Rory no tarda en quedarse dormido, entre mantas mullidas y el recuerdo de la voz del mago, deseándole buenas noches desde la sala de la estancia. Cuando despierta, se ve a sí mismo de paso por un malecón junto a un mar de bravas aguas grises, cuya olas son cada vez más y más altas, amenazando con chocar impetuosas contra la superficie. Instintivamente, Rory retrocede ante ellas, y alcanza a ver a la distancia, un buque de particulares características, y luego otro y otro más, hasta donde la línea de las aguas se junta con el cielo cargado y oscuro. No hay nada a su alrededor que delate exactamente como es que llegó hasta allí, pero lo que más inquieta a Rory es no ver a Hess por ninguna parte, y se pregunta si el mago ha ido a otro lado, hasta que de repente escucha su voz, llamándolo de forma interrogativa, casi como si dudase de su presencia allí. Mueve la cabeza en todas direcciones, su vista se pierde en los bares a cuyas puertas, mujeres con los senos expuestos ofrecen sus servicios a los marinos que recorren la vía. Él no está ahí (para su alivio), pero tampoco está en las bancas de madera colocadas cada cierta distancia, y tampoco en la plazoleta en que desemboca el malecón. Tanto recorrido inútil, que termina dejándolo sin aliento, acaba convenciéndolo de que ha debido imaginar ese llamado, así que intenta volver sobre sus pasos pero descubre, que ya no hay camino, y poco a poco, todo a su alrededor se deshace en una vorágine de luz y de cantos de gaviotas. El espacio en dónde se encuentra ahora no puede ser más distinto al de minutos atrás. De reducidas proporciones, dado que ha intentando estirar las piernas sin poder conseguirlo, Rory hunde el rostro sobre esa superficie también dura, aunque de una composición distinta a la de que sus piernas han tocado, para evitar la fastidiosa luz que ha estado dándole en la cara, y que en su mente confusa, cree que puede ser el de la lámpara sobre la mesita de noche, pero entonces siente un inequívoco palpitar en sus oídos, y su piel de inmediato se eriza al comprobar ese cercanísimo roce mutuo. Y es cuando de repente pierde aquel contacto, que el predicador tiene la certeza de que está no solo con alguien allí, sino que ha estado casi encima de él. El sobresalto ante esa comprobación termina provocando que su cabeza se estrelle con furia contra el duro e impenetrable metal de esa caja, y el dolor termina de disiparle los sentidos lo suficiente como para abrir los ojos, para tras varios parpadeos, comprobar que está en una especie de container a la deriva en el mar. Hess, que se las ha ingeniado para arrimar su largo cuerpo hacia un lado, observa desde allí el exterior por las rendijas del destartalado contenedor. Rory abre la boca para decir algo, hay docenas de preguntas que se agolpan en su cabeza adolorida, pero la confusión en los ojos de Crouch es suficientemente reveladora. Por vez primera, él también luce desconcertado, levemente desprolijo en su indumentaria y quizá igual de anonadado que él de estar compartiendo un espacio tan ridículamente pequeño, cuando pocas horas atrás habían estado en esa espléndida suit. De manera que en silencio, y con el máximo cuidado posible para no caer entre las piernas del mayor, Rory se asoma a otra de las rendijas del particular objeto dónde han Sido encerrados. Desde allí, distingue las orillas de una isla, un muelle donde un par de buques de extrañas características han anclado y finalmente, un puerto que de inmediato reconoce como el mismo de su sueño. Apartándose, Rory está a punto de contarle a Hess esa rara coincidencia, mas el vaivén del objeto se intensifica, pues todo indica que están arrastrándolo sin mayor cuidado desde fuera, y aunque ambos están haciendo el esfuerzo para evitar el contacto, el sacudón hace que el objeto de una vuelta de campana completa, y esta vez el pelirrojo sea el que termine boca abajo, sintiendo el peso de aquel musculoso cuerpo sobre sí, presionándolo. — Señor Crouch- están tan cerca que puede sentir su aliento cálido, así que gira el rostro pero sus cuerpos son un asunto aparte- usted... Antes de terminar de decir que la mano de Crouch esta una zona particularmente frágil de su anatomía como lo es su muñeca derecha, la caja de metal se abre y media docena de hombres ataviados con extraños ropajes se apresuran a apartarlo de Hess, y no tardan en levantarlo y hasta limpiar la arena de sus ropas. Rory está convencido, mientras aquellas manos lo palmean toscamente, que ese día ya deben haberlo toqueteado más que en toda su vida entera, y aunque paciente, la situación ha rebasado sus límites. —¡En nombre de Dios, paren por favor y digan que es lo que quieren de nosotros!
  17. Traje No se permitirá admitirlo, pero por cada vez que acuerdan reunirse, Rory puede tomarse días para pensar, que palabras usar y no usar, que afirmaciones hacer (y de qué manera hacerlas), todo para evitar ser blanco de aquellas bromas de Hessen, que pretenden en gran parte de las ocasiones, hacerlo quedar como un desconsiderado, o como si estuviera insinuando al mago "otra" clase de propuestas. Porsupuesto que, tras tantos meses de conocerlo, Rory sabe ya de sobra que flirtear discretamente, algo muy típico en Ottery, en el caso de ese hombre es un arte que él ha refinado hasta la brillantez, así que lamentablemente y a pesar de sus esfuerzos, esta es solo otra ocasión en que el administrador de la heredad lo supera en ingenio y agudeza mental. Aun con ello, cada vez menos acostumbrado a quedarse callado, el pelirrojo hace el intento por responderle. — Yo no he compartido cama con nadie antes, Señor Crouch, y pongo a la Virgen por testigo, que bien sabe usted que no termino de entenderle cuándo se comporta de esa manera, como las otras gentes de Ottery- sus miradas se entrecruzan apenas unos instantes, y el chispazo que ve en los ojos claros del hombre, hacen que suspire derrotado volviendo la vista al frente- sí estoy acostumbrado a los truenos, porque eran lo usual en los crudos inviernos, pero no a a dormir con otras personas cerca...- es imposible, en cuanto lo piensa, no enrojecer por lo siguiente que va decir, consciente esta vez de que sus palabras podrán ser malinterpretados pero, por alguna razón, siente que ya todo en esa conversación es pasible de ello- los sonidos de la naturaleza son una cosa, y los de las personas otras, no...no tienen punto de comparación. No dice más, solo anota mentalmente rezar tres avemarías adicionales antes de dormir, y voltea hacia la ventana empañada, limpiándola con la parte interna de la manga de su traje, para observar las calles que con el carro en movimiento, son manchones de colores difuminados entre las gruesas gotas de lluvia, hasta que, más pronto de lo esperado, aquel suave desplazamiento termina haciéndolo quedar dormido profundamente. Y mala cosa resulta el dormirse, porque al despertar, ve que Hess ha estacionado el auto frente a aquel mismo hotel de la suite, y un botones de lustroso traje rojo está llevando sus maletas. Desconcertado, aplica un hechizo impermeabilizante a su túnica, para sortear la lluvia en el corto trayecto que lo separa del ingreso de la edificación, y sigue al empleado hasta el interior, pero se distrae al ver a Hessen mostrar su mejor sonrisa a la recepcionista, conversando con ella algo que no alcanza a oír. El hall es inmenso, con el piso alfombrado, una estancia contigua con muebles de descanso, donde sin importar las altas horas de madrugada, aún se ve personas charlando entre risas u otros observando la pantalla de sus móviles. Rory no sabe bien cuál de todos los pasillos tomar, ni hacia donde dirigirse, pues ha perdido de vista al botones, de manera que espera entonces por Crouch, quien se maneja con soltura en el lugar, y cuando finalmente están frente a la puerta de la única habitación que compartirán, el joven tiembla nervioso de lo que encontrará del otro lado. Pero cuando ingresa comprende que realmente, no han estado engañándolo respecto a la enormidad de la suite que fácilmente triplica el tamaño de su modesta pieza en el Palacio Rosa. Las cortinas de un color perla son lo primero que captan su atención, pues son tan gruesas y pesadas, que está convencido de que han sido colocadas así a posta, para que nadie pueda ver nada de esa habitación desde el exterior, y que desde dentro, fácilmente cualquiera pierda la conciencia sobre si está de día o de noche. No obstante, esa resulta la menor de las distracciones, comparada con el enorme televisor, las pinturas que decoran el lugar (todas en un estilo renacentista que exalta desnudos y escenas de mitos griegos y romanos) y el frigobar, que al abrirlo, contiene en su gran mayoría, licores y snacks. Está realmente tan impresionado con todo lo que ve a su alrededor, que las explicaciones que Hessen está dándole luego de salir del baño, sobre los "nuevos términos" con los cuales se han hecho de esa suit llegan amortiguados a sus oídos, mas entiende que finalmente eso no va salirles tan caro, a menos claro, que consuman alguno de los dispendiosos productos que les ofrecen, pero vuelve la vista a él para negar en rotundo ese ofrecimiento. — Usted cerró el trato, así que le corresponde la habitación principal. Y me disculpará pero seré inflexible en esto. — tomando su maleta, Rory se dirige hacia la estancia mas pequeña como para que no haya dudas de su determinación y se cambia la ropa en lo que Hess está distraído en la sala, aparentemente buscando donde colgar la parte superior de su elegante traje. Realmente el predicador está tan agotado, que todo lo que desea es dormir, así que niega con la cabeza y declina la invitación del mago de ir a cenar. Él ya no tiene fuerzas para salir de ahí, no con la cama caliente allí justo al frente suyo, y solo le queda una última cosa que hacer, pero piensa de repente en que hacerla con Crouch resultará más satisfactorio que hacerlo él solo. Entonces hace una seña al mago para que se acerque y cuando finalmente lo tiene a su lado, con una sonrisa genuina lo invita a...rezar con él. — Venga Señor Crouch, un padrenuestro y un ave maría no va matarlo y al contrario glorificará a Dios y dará paz a su alma.- palmeándose las piernas el predicador comenzó a inclinarse- Yo voy a estar de rodillas, pero si lo prefiere usted puede quedarse de pie. ¿será que puede hacerme el favor de cogerme el breviario que tengo ahí arriba de la ropa?
  18. Traje/ Habitación lujosa de hotel Llovía a cántaros y cada tanto, un relámpago iluminaba el cielo oscuro y tronaba con una furia que espantaba a los pájaros de los árboles. La tormenta había sido tan inusual que se había anunciado una investigación para corroborar si su origen había sido natural o mágico. A Rory no podía importarle menos el asunto, porque tenía ya el traje arruinado, y el cierre de la carretera impedía continuar con la ruta trazada, así que apagó la radio del auto, intentando que no se notara en demasía su contrariedad. Parecía que por ley de compensación, les había ido tan bien con el artesano que trabajaba cristal y la visita anterior esa vez, que ahora se habían acumulado los problemas para esa salida. Tendrían un retraso, que aunque de pocas horas, hacía más pesado el viaje por cuánto seguían sin conseguir una habitación de hotel a pesar de ser la una de la mañana. Según le había explicado Hess, por las conmemoraciones del día anterior, en honor a los caídos en la II Guerra mundial muggle, había una avalancha de turistas en Coventry, la mayoría de los cuales partiría al mediodía de ese mismo día. Y aunque ciertamente, en un caro y sofisticado hotel, les habían indicado que tenían disponible una suit de lujo, pero el mismo predicador había terminado rechazando la oferta, escandalizado de que tanto dinero se fuera únicamente para tener un lugar por una noche. Desde la ventana vio que Hessen ya salía del sexto hospedaje visitado, así que rápidamente se apuró a terminar de cambiarse, sacándose el traje mojado para reemplazarlo por una fresca túnica verde olivo, un pantalón de franela en un tono de verde más oscuro y botas que le permitieran caminar sin problemas por las calles encharcadas. Su cabello mojado impedía que pudiera colocarse nuevamente la boina, pero acomodó lo mejor que pudo su cabello usando el espejo retrovisor justo antes que su acompañante volviese a subirse al auto. El pueblo no era tan grande así que las posibilidades se agotaban. La única área que restaba visitar era la zona industrial (Rory no tenía realmente grandes esperanzas pero aún así espoleó a Hess para que fueran ahí), pero rápidamente el espacio quedó descartado pues incluso allí los hospedajes estaban llenos e igual no era una zona particularmente agradable a la vista, excepto la fábrica de los Jaguar. Tocaba tomar una decisión. El pelirrojo dedicó una mirada al mayor, mientras este terminaba de dar órdenes por el celular que había sacado rápidamente del bolsillo de su traje y programaba cosas inentedibles en el aparato muggle que usaba similar a un reloj, comprobando como su inseguridad y desasosiego contrastaban con la aparente calma de Crouch. Quizá fuera que más de una vez ya se había enfrentado a complicaciones similares o incluso peores, pero no parecía que el asunto lo agobiara de la forma en que le pasaba a él. — No es el auto de la última vez, entonces no estoy seguro ¿Podríamos caber los dos en la parte posterior? - Rory giró la cabeza para inspeccionar los asientos de la parte trasera del auto, poco convencido de que aquel espacio les alcanzase pues lo encontraba ligeramente menor al de aquella vez- tampoco sé realmente como es que usted duerme mi señor. Si me entiende ¿Verdad? No me refiero a la duración de su sueño, sino a la posición en que lo hace. Porque si se mueve mucho, o ronca, sería un verdadero problema. Ahora que lo pensaba más detenidamente, Rory nunca había visto a Hess dormir. En un par de ocasiones incluso el hombre había manejado de madrugada, mostrando tener todos sus reflejos plenamente en forma, en tanto él había tenido que echar mano a toda clase de recursos para no dormirse y acompañarlo, pues aunque siempre madrugaba para sus oraciones, rara vez trasnochaba. ¿Sería algo con su alimentación, sus hábitos? Sentía mucha curiosidad por averiguarlo pero evitó mencionar el asunto en voz alta con la leve sospecha de que Hess no perdería oportunidad, como solía hacer, de llevar al terreno del coqueteo, el asunto de su inusual resistencia. — Entonces mi señor ¿Cree que es factible conseguir ello? Traje un edredón, pensaba dejarlo para donación en el local que visitaremos, pero lo podríamos aprovechar por esta noche ¡Bendito Dios que me iluminó a traerlo! O si prefiere, nos turnamos el dormir en la parte posterior, yo tomaría el primer turno para asegurarme que duerma y luego podría ir usted, asi en cuanto limpien la carretera podrá retomar la marcha sin problemas. Lo único que esperaba era que Crouch no volviera a sacar el tema de esa suit, (magnífica suit si recordaba todos los detalles que la recepcionista había dado del espacio) pues ahora que la tormenta volvía a arreciar, incluso una parte de él se sentía tentada a tomarla.
  19. Cristal. Su día empieza exactamente como los otros: Se levanta sobre las cuatro de la madrugada, y entre asearse, tender su cama, limpiar el cristal de sus gafas de lectura que siempre se empañan por causa de la humedad, y tomar su breviario para el rezo de las maitines, el tiempo se le va rápidamente y al fijarse en el reloj de pared, comprueba que es la hora en que ha quedado con Hessenordwood Crouch para encontrarse. Termina entonces, de colocar unas cuantas estampitas en la modesta modesto maleta que lleva consigo, dónde ha colocado además una muda extra de ropa, y colgándosela al hombro, se las apaña también para sostener el porta planos y otras herramientas en una bolsa, las que hasta donde le han explicado, son necesarias para la tarea que ambos tienen por delante, que probablemente les tome casi el día completo. Y precisamente por ello, es que se cuelga su rosario al cuello y también toma su breviario para finalmente salir de su modesta pieza en el primer piso en el Palacio Rosa. Junto a la puerta, en un pequeño altar sobre una mesita, descansa la imagen del arcángel San Miguel cuya festividad se ha celebrado el pasado setiembre y Rory enciende una última vela a la imagen del angel guerrero, para que la misión junto a Hess resulte exitosa. — Muy buenos días, mi señor Crouch. La paz del señor este siempre con usted- a la distancia, escucha las palabras que Hess le dedica mientras entretenido ojea un tabloide, pero lo que parece casi un hecho anecdótico, resulta para Rory una terrible ofensa y no pudiendo entender la tranquilidad de Hess al respecto, se apresura, en cuanto lo tiene al lado, por explicar qué es lo que le molesta en el asunto- sé que soy un funcionario público, pero eso no le da derecho a esta gente de no mostrar respeto a la intimidad del prójimo. En lo posible, Rory evita pensar en ese cargo que lentamente va complicando su intento de mantener su rutina de antaño. Pero el gesto de molestia se le suaviza ante la sugerencia de la cena que Hess acaba de hacerle. ¿Cuán bien está empezando a conocerle ese hombre, o es pura técnica dada la naturaleza de sus servicios? Cómo sea, recordando de repente lo estupenda que había sido la selección de carnes que habían probado la semana pasada, por no mencionar el fino cristal de las copas de vino, su malhumor se esfuma y con otros ánimos, avanza afuera donde Hessen ha aparcado el coche que los llevará juntos. — El portaequipaje está bien- Rory ingenuamente ha creído hasta esos momentos que tal protección la tenían todas las ventanas del coche- ¿Me está diciendo entonces que la vez pasada que me incliné sobre usted para ayudarlo a destrabar la manija de la puerta, el policía de tránsito muggle estaba viendo todo el asunto desde su posición en el cruce? Supongo que eso explica aquella mirada rara que nos dirigió. Conforme pasan más tiempo por causa de esa misión para la Orden del Fénix, el cúmulo de situaciones en que se van viendo involucrados también crece. Rory no está seguro de como vayan a salir las cosas ese día, pero si que tiene la certeza de que esta vez no será la excepción. Acomodándose en el asiento del copiloto, se apresura entonces a colocarse una boina que tape su cabello de encendido color rojo y se coloca el cinturón de seguridad. Solo entonces, asiente ante la pregunta de Hess, confirmando que está listo para partir. — Sé que no tiene nada que ver, pero el arzobispo me ha comentado que en el condado hacen unos trabajos en cristal magníficos y me ha pedido que encargue uno con un artesano de la localidad. ¿Cree que nos alcanzará el tiempo para visitarlo? No me gustaría desairar al reverendo, especialmente cuando ha sido tan desprendido con su donación para que el comedor para huérfanos de Ottery siga en pie. No sé atrevía a ver a los ojos a Hessen mientras hacía esa petición, pero oraba secretamente, porque el hombre aceptase.
  20. Vengo luego de un tiempo, porque apareció otra obsesión musical Ficha para canciones de 2021: Canción: Imagination Autor: Foster the people Enlace a YouTube o Spotify: ¿Por qué es importante? Me encanta la letra, la música que me hace pensar en un baile pegadito en casa con un trago en mano y claro, que debo tener problemas (?) para sentirme tan atraída por un drogo como el Mark Foster (pero talentosísimo el muchacho v,v ) Otros datos: --
  21. Es casi automática su reacción de mantenerse junto a Cillian. Es este lado de él que está descubriendo de a pocos, el que siente como más auténtico, o al menos con el que puede conectar mejor, haciendo agradable su presencia y compañía, en lugar de solo sentir timidez y temor por su contacto. Va justo un paso tras de él, así que puede escuchar con claridad todo cuanto el mago comenta. — La fuerza del elemental no estaría operando a través suyo si sus intenciones no fueran buenas- replica ante las dudas legítimas que tiene el joven respecto a si el fantasma en verdad los ayudará o están ante otra trampa- eso sí, no creo que yo sea capaz de sostener mucho más tiempo este nivel de magia, así que debemos apresurarnos. Rory entiende que para cada uno de los miembros de la misión el proceso va ser distinto, como diferentes fueron los que una vez habitaron aquella abadía. Ludwig es el primero en regresar de esa exploración conducida por el fantasma, y le basta mirar hacia los ojos de Cillian para encontrar en ellos el brillo de tranquilidad que le despierta saber a su prometido a salvo. Sin embargo, Rory nota que el mago Malfoy está perturbado, como si el objeto que ha traído (una pelota) hubiese tenido atrás un escabroso descubrimiento. Bastante pronto, externaliza esa ira mezclada con inquietud preguntando directamente al fantasma sobre un hijo. ¿Un hijo? ¿en una abadía? — Mis hermanos perdonaron mi pecado, excepto quizá Erast- el tono del fantasma era incluso más triste que antes y su vista no se despegaba de la pelota que se había quedado quieta a sus pies- una boca más que alimentar, no teniendo tantos fondos, era un gasto adicional que yo intentaba cubrir haciendo dobles turnos, pero aun así las quejas del Déan respecto a cuánto significaba mantenerlo eran constantes. La voz del fantasma hacía un eco sordo. Podía ser que simplemente no sabían como comunicarse como los humanos, o que lo prefiriera así el ser elemental del fuego, que las palabras llegaran directas a la mente para evitar una mala comprensión de cada uno de los mensajes, pero aquel rastro de pesadumbre que el fantasma transmite en su historia, lo embarga. Es de cierto modo est****o que él esté allí, sintiendo tanto por personas que dejaron de vivir hace siglos, es consciente de eso, y sin embargo, permanece atento a lo siguiente que va decir. Una nueva alteración en los cimientos es solo otra manifestación de la ira de Erast, presumiblemente porque más objetos han sido hallados. — Lo peor fue que nunca conseguimos hacer de mi niño alguien juicioso y obediente. Todo lo contrario, era vivaz y muy travieso, rompía cosas a menudo, pero más allá de la abadía, sus actos eran atribuidos como torpezas de Erast y eso acrecentó la mala fama para él, y por tanto que lo tolerara menos. Tomaba el reloj del prior para desarmarlo y cuando aprendió a leer, no dejaba de rondar por la biblioteca. Y allí fue que encontró su trágico destino. Es justo cuando lo ha dicho que de repente, Rory percibe el aura de Mica, y aunque se alegra de saber sobre la bruja, la lectura evidencia que alguna clase de magia oscura ha operado en ella, sumiéndola en la confusión. Rory está seguro que en la sala, con la presencia de Madeleine, Illidan, Nate y Hobbamock la situación se mantendrá segura (dentro de lo que cabe) así que aprieta el hombro de Cillian levemente, para indicar que lo acompañe hasta donde Mica se encuentra. Apenas alcanza a tener un vistazo fugaz de Cubias y Agnes, que están llegando con sendos objetos, antes de perderse escaleras arriba. Los otros fantasmas no lo han seguido a ese espacio, así que su mente se ve luego de mucho descansada de aquel perpetuo rumor de voces, y él repite una plegaria entre dientes a medida que se van acercando a lo que reconoce como la antigua biblioteca. Aunque no es una habitación a oscuras, el ambiente se siente denso y cargado, y Rory teme por un momento haber seguido una falsa intuición, pero entonces observa a Mica sosteniendo un libro, con aspecto consternado. — ¿Qué ha sucedido? Mica, estamos aquí ¡reacciona por favor! Sin detenerse a pensarlo, Rory se inclina hacia ella e imponiendo ambas manos sobre su cabeza inicia una purificación espiritual para librarla de la magia oscura culpable de que ella tenga tal recaída. En cuanto al objeto, está casi seguro que debe ser otro de los que fantasma mencionó así que hace una rápida señal a Cillian para que lo tome y vuelvan todos juntos al salón donde los demás se encuentran. Está preguntándose si acaso ella tuvo alguna percepción o la tendrá Cillian en cuanto entre en contacto con el objeto, del uso que en el pasado pudo tener. Y es que no deja de pensar en lo que el fantasma dijo sobre la biblioteca. @ Cillian Haughton @ Mica Gryffindor @Todes xD

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