Rory Despard

Harriet Travers Luego de traer la queja, la siguiente tarea había sido colocar las telas sobre las mesas y acomodarlas. Hattie se había detenido, quizá más tiempo del debido, contemplando alrededor del enorme toldo el color de la luz atravesando el follaje y de acuerdo a ello, aun cuando Amara no lo pidiera, había reacomodado algunas mesas, de forma que todos los invitados pudieran gozar de buenas vistas durante el evento, por lo que únicamente restaba ajustar algunos detalles y esperar a que todo eso diera inicio. Hattie se puso en marcha de regreso a donde Amara y la otra jovencita se encontraban, todavía complacida por el elogio que le había dado de estar avanzada en su uso de la habilidad, pero súbitamente su ánimo desmejoró al escuchar que no podrían usar más ninguna clase de magia, excepto la pertinente a transformaciones. ¿Por qué les imponía semejante restricción? Hattie esperó por una explicación lógica ante ello, pero la arcana continuó hablando de la habilidad y la manera en qué había conseguido que su energía no disminuyese, y era interesante lo que comentaba, pero ninguna explicación sobre lo otro llegó. ¿Y su compañera? A diferencia suya parecía que no le molestaba aquella regla. Al contrario, al fin decidiéndose a hablar, se había presentado como Maida Yaxley, ex funcionaria y jugadora de quidditch, y a la luz de esos datos, fue que por fin Harriet entendió por qué es que le había parecido conocida, y era precisamente de las revistas de sociales que solía leer mes a mes, y en donde la joven Yaxley había aparecido destacada en portada días atrás, al haber sido elegida por segunda vez consecutiva como la mejor guardiana de la liga. ¿Estaba entonces ante una pequeña celebridad? No importaba. Lo único que importaba realmente, era que con la respuesta detallada que la bruja había dado sobre su nivel en cuanto a la metamorfomagia, era casi definitivo que la oportunidad de protestar por la restricción del empleo de encantamientos había pasado, y seguía sintiéndose contrariada, pero tratando que aquello no se transparentase en su cara, permaneció impasible cuando Amara volvió los ojos hacia ella. No podía negar que, pese a todo, había un genuino deseo de la arcana de compartir su conocimiento y de guiar lo mejor posible su aprendizaje. A Hattie le habían llegado historias de, sin ir muy lejos, el arcano de pársel quién ni siquiera se dejaba ver con sus estudiantes y solo mandaba serpientes, o de Rosália que jugaba con las mentes de sus discípulos. Frente a ellos, Amara no parecía tan mala con su regla, por lo que se convenció de que era mejor ver el vaso medio lleno en lugar de medio vacío. Le había sorprendido además, lo rápido que la mujer había entendido el por qué se le dificultaba transformar su cuerpo, y que esto tuviera que ver directamente con su aspecto físico. Así que cerró los ojos, y dejó que la suave voz de la arcana la guiara por ese ejercicio. La verdad era que su vida rara vez se había visto ensombrecida por malos tratos, por lo que le costaba dar con un recuerdo potente para ayudarla en la tarea, pero aun así, concentrándose, el primer recuerdo que consigue rescatar es del día en que un diseñador de moda se había burlado de sus primeros bocetos. Intenta entonces, que el malestar del hecho dispare su habilidad, pero pronto nota que el recuerdo es insuficiente, porque no siente a pesar de que se esfuerza, ese cosquilleo típico que le produce la energía mágica recorriendo su cuerpo para forzar los cambios. Sabe entonces que tiene que buscar algo mucho más profundo, algo que realmente y de cierto modo, le provoque ira hasta el día de hoy. Y es entonces que acude a su mente la belleza del jardín de su propiedad decorado exquisitamente, con lámparas de papel, flores frescas y hasta hadas, para conmemorar su graduación de Hogwarts, y se recuerda feliz junto a Cass, su mejor amiga, que no dejaba de bailar cada una de las piezas interminables que la orquesta sinfónica tocaba, mientras Hattie la aplaudía feliz desde su asiento, viéndola brillar. Cass genuinamente había sido una muchacha brillante. La más hábil jugadora de quidditch que había conocido, y que aun con todas sus reticencias, había conseguido ganarse su corazón siendo una mestiza. Hattie le había hablado incontables veces, de que si seguía rodeándose de la gente adecuada, podría asegurarse una buena posición explotando sus habilidades. Pero esa fatídica noche, la llegada de Whisper lo había trastocado todo, con su madre y otras madres más, ansiosas por presentar a sus hijas ante el "apuesto heredero" que les duplicaba la edad. Hattie se había burlado de esa actitud, pero había sido justa y precisamente su amiga, la que había terminado cediendo a las atenciones de Whisper, y no solo eso, sino que la había acusado ante sus reservas de "estar envidiosa de su suerte" y ella había deseado con todas sus fuerzas en ese momento, ser un hombre para que entonces "ser un heredero" si importara. Y aun cuando Hattie no fuese del tipo violento para imaginarse saldando cuentas con alguien a golpes, quizás Whisper si era de los que necesitaban de una buena paliza, para dejar de engañar a muchachitas que, por otro lado, solo fantaseaban con "atrapar" a un hombre indiferente como él, y terminaban marchitas como Cass, atadas a promesas que nunca se llegaban a cumplir. El efecto comenzó entonces. Por supuesto había alguien en la mente de Hattie que estaba tomando de modelo para esa transformación y que de uno u otro modo representaba para ella, las cualidades de un buen hombre, y ese era su padre. Se mentalizó entonces en él, en su alta y cuidada figura, los rubios cabellos como los de ella, mucho más cortos, en su bigote prominente y su nariz ancha. Lo visualizó con aquellos brazos fuertes que la habían sostenido después de cada caída de niña y con el vozarrón con el que castigaba a los peones ociosos, y que incumplían sus obligaciones. Lo imaginó justo como la última vez que lo había visto diez años atrás, y un año antes de su muerte y dejó que la magia fluyera cambiando lo que debía cambiar. Cuando volvió a abrir los ojos, frente al espejo que asume que Amara ha colocado en algún momento en medio de su ejercicio, se contempla casi igual a él. Pues aunque se ha esforzado, aun permanece más baja, y no hay ni rastro mínimo de su cuidado mostacho. — Está pésima, una transformación a medias resulta igual de penosa que no conseguir nada- termina confesando con cierta frustración y echa un vistazo a su compañera, que aun no completa el ejercicio, aunque duda que lo vaya a hacer mejor- Estaba intentando recrear la figura de mi padre ¿por qué cree que no lo conseguí del todo arcana?

Pasan los segundos, y lo que espera que suceda no sucede. Rory piensa un momento en que quizá solo se trate de esperar un poco más ¿pero cuánto tiempo exactamente? ¿un minuto, una hora, un día? Ni él, ni sus compañeros ni mucho menos la gente de Dalkey puede esperar, no cuando por causa de la magia de ese desconocido mago tenebroso, todos se han convertido en un horrocrux viviente. Y está a punto de bajar las manos del monolito, de romper ese vínculo de magia convencido de que interpretó mal las señales de la naturaleza, de la misma manera que las auras de los seres vivos y no vivos en ese recóndito pueblo, cuando de pronto finalmente, ocurre. El calor lo invade por completo, un fuego que no se materializa pero que lacera su piel y que incluso roceándose polvo de lirios de fuego no se aplaca. Así que abre los ojos, y maravillado por el espectáculo del monolito que ha adquirido vivos tonos de naranja y arde como si se tratase del magma de un volcán, Rory aparta finalmente las manos, que se han llenado de pústulas. Un sacrificio que sin embargo ha valido la pena, pues esa energía restauradora, proveniente de otro plano que no es el humano, comienza a hacer hacer frente a la corrupción de la maldición. Rory lo siente, con los sentidos abiertos e imbuidos de la magia de los sacerdotes, que le permiten reconocer el aura en cada planta, animal y persona de su entorno, y así saber que aunque la vacuna les haya manchado, esa magia antigua si que será capaz, una vez destruida la fuente de donde proviene la energía negativa, de restaurarles la salud y la vida perdida. Se apresura entonces, a volver hasta donde el grupo mayor se encuentra, pero de repente, cuando ya está a menos de veinte metros, la perturbación en el aura de Ludwig lo alcanza, y lo confunde pues intentando rastrear de dónde es que provienen las fuerzas oscuras que lo están atacando, encuentra que aquella fuerza y la esencia misma del mago Malfoy parecen tener una fuente común. Como si fuesen cada una, la parte perdida del otro. ¿Qué podía significar eso? Las fuerzas gastadas no le permiten echarse a correr, así que se las arregla para seguir andando, pero su intento de que Cillian lo note y no lance aun el ataque en ese árbol corrupto no funciona, y cuando llega todo lo que encuentra son aquellos trozos ennegrecidos y astillas desperdigadas por el suelo yermo, y a Ludwig que parece haber perdido el control, errático y con la mirada perdida, y a Noe y Agnes soltándolo apenas, pues habían estado en todo ese tiempo intentando evitar que el hombre hiciese contacto con el dañado árbol. — Es todo...para los habitantes de Dalkey- completa Rory volteando a ver cómo aquella energía luminosa devenida del elemental de fuego que se ha manifestado en el monolito se posa en cada habitante, revitalizándolos- pero me temo que el costo ha sido alto para nosotros. Aldrich no mintió diciendo que encontraríamos una tumba, pero no porque hubiera un cuerpo reposando en ella. La "tumba" de ese mago tenebroso contenía apenas una ínfimo trozo de su alma, que ha servido como carnada, para el verdadero cuerpo que no está bajo la tierra...— su voz, cada vez más apagada, terminó por convertirse en un susurro- sino frente a nosotros y es el propio Ludwig. Y esta vez, a diferencia de con el monolito, desea con todas sus fuerzas que su intuición esté fallando. Pero ver que Ludwig sigue sin salir de ese letargo, solo hace que esa pesadez se afiance más en su interior.

Benjamin Whisper Un largo suspiro, justo después de tomar asiento era la mejor señal del nerviosismo de Haughton, que rápidamente lo disimuló bebiendo de la taza de café que le habían ofrecido. Benjamin, atento como siempre al más mínimo detalle, dejó que tranquilamente el mago le diera su respuesta sin dejar de observarlo, de manera que durante una fracción de segundo, las miradas de ambos se entrecruzaron, y Whisper se sorprendió de la persuasión que los ojos de ese joven llegaban a transmitir. No sabía realmente si debía sentirse aliviado o apenado de no haber podido conocerlo unos años atrás, en la plenitud de su juventud, aun cuando definitivamente, viniendo de una importante familia mágica, no era del tipo más conveniente con quien le convenía vincularse. — Para empezar, por muy correcta que otra gente quiera ser, sabemos que un puesto como el suyo, ser bien parecido resulta un plus. Al menos para mí lo es, aunque probablemente Despard opine distinto - Benjamin tomó un sorbo de la taza de café antes de continuar con la explicación, que iba ser un tanto larga- entonces, el cargo que va asumir no es uno que se tuviera antes en el ministerio, pues el Canciller solía bastarse por sí mismo para atender los asuntos internacionales. Sin embargo, por razones que no viene a cuento traer a la conversación, el Canciller no puede asumir más dicha carga, pero en el turbio contexto de las relaciones internacionales, donde ya hemos tenido guerras entre vecinos, y donde persiste la desconfianza y una débil tregua, no podemos darnos el lujo de descuidar nuestra política exterior. Ahí, la mención de la palabra "política" había significado al instante que el gesto de nerviosismo en Cillian volviera, y Benjamin sonrió nuevamente, recordando de pronto que también Cillian era conocido en muchos círculos por superficial y algo est****o que podía ser. De cualquier modo, aun cuando encontraba divertida aquella inseguridad, Benjamin se apresuró a tranquilizar al hombre explicándole un poco más de qué manera es que llevaría a cabo sus funciones. — Usted no trabajará solo, sino que integrará un staff de relacionistas. Cada uno posee cualidades distintas: Los hay astutos para recabar información, hábiles y con buena memoria, otro eruditos de leyes y normas, y otros que brillan como socialités, ya que la idea es que puedan complementarse los unos a los otros, porque, seamos directos con esto- sus ojos brillaron volviendo a mirar directamente hacia Cillian- cuando un conflicto se desata, muchas veces las soluciones son razonables y fundamentadas ¿cierto? Pero en no pocas ocasiones no ha sido en la mesa, sino en otros espacios, como salones, fiestas y... dormitorios...que los impasses han hallado solución. No le parecía que el mago fuera a escandalizarse por esa descarnada sinceridad ¿o lo haría? Cruzando los dedos y apoyando ambas manos sobre el escritorio, Whisper dejó que ese silencio que siguió a sus palabras se apoderase del ambiente, elevando la tensión hasta que finalmente, la última de las preguntas a Cillian fue hecha. — ¿Qué tipo de relacionista cree que sería usted entonces? @ Cillian Haughton

Rory Despard- Miembro de la Orden del Fénix Antes incluso de terminar de leer la solicitud del encargado de la Reserva, a Rory le basta leer la palabra mortífagos para ponerse de pie, y comprender que la situación requiere de toda la urgencia posible, y por supuesto no solo de la respuesta ministerial, sino también de la Orden del Fénix. El texto en sí contiene pocos elementos que puedan explicar a cabalidad que es lo que está sucediendo, pero le basta leer de los ataques que el hombre ha enumerado, para entender que tanto para visitantes como para el personal que trabaja de forma permanente en el espacio, cada minuto que pasa puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. Por todo eso, cuando finalmente su patronus de buey hereford sale a alertar al resto del bando, el énfasis de su mensaje está puesto específicamente en el hecho de que tienen que proteger a los inocentes, humanos y criaturas, tanto de convertirse en víctimas de un demencial ataque, o en el caso de los animales mágicos que habitan la reserva, el que se trafique impunemente con ellas. Explosiones, fuego extendiéndose por ese arco pintado de vivos colores y ahora completamente inutilizado. El panorama que Rory observa frente a sí cuando llega a la reserva es lamentable, pero ver que varios de los pasantes y empleados están guiando a las personas para hacerlas cruzar a través de esos portales conjurados con magia uzza hacia zonas seguras le reconforta, pues no es nada sencillo mantener ese temple en medio del caos. Mientras tanto, metros más allá, los mortífagos se dedican a lo que mejor saben hacer que no es más que destruir, sin pensar en las consecuencias. — ¡Despard, me encargaré de supervisar que la evacuación de los civiles se concrete!- Whisper, con la inesperada compañía de Grelliam Ollivander, caminaba en dirección a él, emergiendo con el traje arruinado, y la cara sucia de hollín de la caseta de informes que (aparentemente) había sido consumida en su totalidad por el fuego maldito lanzado por los magos tenebrosos- Potter Black está también en camino, mi asistente me informó que me había ido a buscar a mi oficina. Que poco me conoce tu Directora ¿eh? Como si yo pudiera quedarme ahí, conociendo que mucha gente no sabe hacer su trabajo si no estás atrás, controlándolos. Rory no estaba tan de acuerdo con esa apreciación, porque al menos por las historias que había escuchado de Bel Evans, trabajadora de muchos años del Departamento de Criaturas, éste se caracterizaba por la dedicación de sus integrantes. No queriendo además perder el tiempo en una discusión, tras indicar a Whisper que quedaba completamente a cargo suyo el manejo de los elementos ministeriales, avanzó al encuentro de Madeleine, que apenas había llegado y ampliamente reconocida (en algún tiempo perseguida pública), como miembro de la Orden del Fénix, no había tardado en ser atacada. — Dios te cuide, Madeleine ¿Estás lista para lo que se nos viene? Guantes de piel de dragón y botas de siete leguas eran los mejores elementos con que contaba en su indumentaria que por lo demás, era bastante ordinaria. Lo primero y más urgente era asegurarse de detener el fuego de una manera que no multiplicase los daños. Así que inclinándose en la tierra con las palmas extendidas, conectando la energía de la magia antigua de su interior, con el de aquel suelo fértil, pensó en un Foraoise, que de inmediato remeció la tierra haciendo que de ella creciera toda clase de robusta vegetación: árboles de troncos gruesos, plantas y flores que creciendo salvaje y desmesuradamente terminaron ahogando el fuego. Por el momento, habían sorteado el peligro inminente, pero la verdadera batalla apenas daba comienzo, y ellos estaban, por el momento, en desventaja numérica.

Bel Evans Ollivander con @ Hannity Ollivander Evans — Yo creo que Florence ya se siente más a gusto, pero no es del tipo paciente ¿Sabes? No está en su naturaleza. Aun cuando los decretos de Sagitas permanecían vigentes, no habiendo en el ministerio nadie ya preocupado de hacerlos cumplir, ingresar a la Reserva había sido sencillo, haciendo que llegar a dónde se encontraba la dragón de Hannity no fuera lo que hasta hace meses había sido: Una preocupación constante por evadir controles, y el tener que usar la animagia para pasar desapercibida y no ser detenida por squib. Ese día, pese a todavía estar en invierno, un tímido sol se alzaba en el cielo límpido y un viento fresco hacia llevadero el camino para llegar a la zona rocosa de la reserva donde vivían los dragones. Admirada a cada paso con la quietud del lugar que solo rompían los sonidos de los animales, contemplé a Hannity que mucho más enérgica estaba varios metros delante de mí, sumamente deseosa de ver si eran ciertos los progresos de carácter de su dragona. — Tu último viaje fue muy prolongado. ¿El siguiente también será igual? Que a ella le estuviera yendo excelente en su labor con la ministra de Francia era provechoso, pues la suma de su pago no era nada despreciable, lo que era bueno considerando por como cada cierto tiempo Hessenordwood recordaba que debían seguir generando ingresos por la generosa suma donada en la gala Moody hace un tiempo. Pero temas de dinero aparte (que poco me importaban) no había dado todavía con la manera correcta de lidiar con las ausencias de Hann y aunque sabía que era un tema mío más que de ella, allí estaba, quizá de forma egoísta, esperando que ese nuevo viaje se retrasase mucho y permitiera visitar a la Reserva y con suerte tener alguna salida a compras o a la panadería que Despard acababa de abrir. De repente, una potente explosión hizo volar en bandada a las aves de la zona contigua y Florence que hasta ese momento había estado casi que dormida y un tanto indiferente a nuestra llegada, alzó la cabeza y husmeó en el aire, colocándose en alerta y como ella, otros dragones comenzaron también a asomar desde las cuevas. Una segunda explosión y luego una columna de humo se apreciaban apenas a esa distancia, que calculaba era cerca al ingreso de la Reserva ¿Qué era lo que estaba sucediendo? Temerosa, tomé la mano de Hann, pues parecía que nuestra apacible tarde de visita para pasar un rato juntas estaba a punto de convertirse en algo por completo distinto. Benjamin Whisper Hay muchas cosas que caracterizan a Whisper, una de ellas, juzgarse con dureza el doble de lo que juzga a los demás cuando comete un error. Una semana atrás, El Anarquista le había hecho llegar unos panfletos extraños de hippies animalistas asegurando que el "momento de la verdadera liberación" había llegado "de manos inesperadas" y Benjamin se había echado a reír ante las advertencias de Horace de que podían ser gente de cuidado. "Esa gente ni siquiera aprendió a bañarse a diario" había sido su respuesta y encarpetando el panfleto, este había dormido en su gaveta hasta ese día en que desde Transportes las alertas se habían disparado por la cantidad de solicitudes de trasladores que habían llegado, teniendo como destino la Reserva. Así que allí estaba, conversando acaloradamente con el encargado en su despacho, con el anillo contra oídos indiscretos activado para evitar cualquier filtración, cuando de repente, un asustado pasante había ingresado diciendo que un grupo de mortífagos estaba en el mismísimo arco de ingreso incendiado y desatando el pánico entre los visitantes, por lo que la totalidad de empleados habían salido a intentar calmar los ánimos y evacuar a familias y niños pequeños principalmente, pero que había un hombre en recepción preguntando por el funcionario más antiguo para una solicitud de información. — Me encargaré de él- aseguró Whisper pensando en quien era el i****** al que se le ocurría preguntar por eso en circunstancias semejantes - y tú - echando una última mirada furiosa al encargado colocó el trozo de pergamino sobre su mesa - asegúrate de terminar esa solicitud y que el Departamento de Seguridad se constituya a la brevedad posible para controlar este ataque. Estaba casi seguro que al tratarse de mortífagos, Despard aparecería...pero no como ministro. Y su ardua tarea de mantener su figura separada de la actividad de los bandos se iría al tacho. Sin embargo, cuando finalmente sale a atender, se sorprende de encontrarse cara a cara con el patriarca de la familia Ollivander. — Me temo, Señor Ollivander que tiene que irse cuánto antes, la Reserva está sufriendo un ataque a manos de magos tenebrosos así que ningún civil tiene permitido mantenerse- ante una nueva explosión que sacudió los cimientos y comenzó a incendiar el techo de la edificación, sacando la varita, Whisper conjuro un obsistents y el cerco de materia luminosa terminó tragándose el techo que se desprendió, afortunadamente saliendo indemnes. ¡Cómo un maldito demonio! ¿Cuánto más se tardaría en llegar Darla? ¿O sería que aparecería primero Despard? @ Darla Potter Black @ Hessenordwood Crouch @todes xD

Benjamin Whisper — Dígale a Despard que iré atendiendo al señor Haughton, hasta que pueda desocuparse. Nos encontrará en la Dirección del Gabinete de Asesores. La asistente tomó las indicaciones, anotándolas con su cuidada caligrafía en la agenda, repleta de pequeñas notas de colores, y Benjamin le agradeció, antes de caminar hasta el otro lado del pasillo, donde se encontraba su oficina. No es esta la primera vez que ve a Cillian Haughton, pero las circunstancias de su primer encuentro, conociéndolo en medio de la batalla contra la inquisidora, habían sido por completo atípicas, así que se siente esta como la primera vez que lo conoce en un entorno normal y allí, con el traje a medida, y sumamente acicalado, la primera impresión que se ha llevado al ver al hombre, para indicarle que espere unos minutos, es que bien ganada tiene la fama de su belleza, esa misma que había causado tal furor años atrás, que cualquier persona en el ministerio podía contar al menos a media docena de secretarias enamoradas de él, una lista que su propia secretaria de entonces (Samira) encabezaba. Lo que intriga a Ben ahora es entender, de qué manera un tipo con una vida bastante disipada como Cillian, ha terminado resultando alguien cercano para Despard. De un modo u otro, el tipo es un compendio de pecados que la opción religiosa de Rory combate, entonces ¿Cómo era posible que fuera alguien de su confianza? Estando previsto que tanto él como Rory entrevistasen al mago, agradece la oportunidad de la manera en que las cosas se han presentado, para tener unos valiosos minutos a solas con Haughton y de esa forma, conocer mejor a la persona, más allá de rumores e historias. — Pase a mi oficina por favor, el señor ministro se nos unirá en cuanto culmine la reunión que está sosteniendo. La oficina de Whisper, a diferencia de la de Rory tiene al menos el doble del tamaño y en los estantes, bajo un escrupuloso orden, se encuentran una serie de documentos, que llegan desde todos los departamentos. Al centro del espacio, el escritorio de metal y vidrio templado crea una atmosfera un tanto frío, o a ojos de otros, "profesional". Ofreciéndole asiento frente a él, Benjamin fue hasta la cafetera y sirvió una taza de café para cada uno. — Uno de los primeros cambios que hemos implementado es el uso de electricidad, maravilloso descubrimiento muggle si me permite decirlo, para que los aparatos electrónicos que usan funcionen también aquí- con una satisfacción inocultable en el rostro Benjamin le mostró el par de enchufes que podían apreciarse en el espacio y luego tomando un primer sorbo de su café volvió la vista de regreso a Cillian- Entonces señor Haughton, tengo entendido que el ministro le envió una carta proponiéndole que se una al staff de asesores de relaciones públicas internacionales. ¿Tiene usted conocimiento cabal de cuáles serían sus labores o prefiere que le pueda explicar un poco más del asunto? @ Cillian Haughton

Rory Despard A escasos minutos de la partida de Ben, mientras los inquisidores siguen desplegados en el lugar tratando de recabar alguna pista importante de aquel desastre, Rory ve desaparecer al cangrejo de fuego y toma distancia de los dos empleados, para inspeccionar por su cuenta si hay un solo rastro que invite a pensar que se trata de un ataque de la marca tenebrosa. De ser así, involucrar a la orden del Fénix cuanto antes es una prioridad, pero a medida que se adentra más en el desastre, nota que no hay rastros de tal magia oscura, fácilmente distinguible a través de sus poderes como sacerdote. Aquella comprobación lo alivia de una parte, pero de otra resulta fatal porque eso significa que se ha ganado un enemigo más. Y mientras sigue contemplando con pesadumbre los escombros del Palacio rosa, un espacio que otrora había sido un refugio de paz en tiempos aciagos, se cuestiona a sí mismo el por qué buscar hacer las cosas del modo correcto, puede traer tantos problemas, y tantos ataques. A la distancia, los empleados de Hess conversan entre ellos. Está lejos para alcanzar a oírlos pero es esta una dinámica que ya ha visto antes en ambos, que parecen ser distintos entre sí y no obstante, poseen una asombrosa coordinación cuando se trata de luchar juntos. Al menos, por lo que considera que conoce de Eitʃ, sabe que la información que ambos puedan estar recabando allí ha de ser valiosa, pero aun cuando a su llegada ambos aseguraron estar ahí para ayudarle, Rory sabe demasiado bien que no es Hessen el tipo de persona que hace las cosas gratuitamente. No es malo, pero tendría que ser muy ingenuo para no considerar que ellos están respondiendo a instrucciones muy específicas que no necesariamente van a compartirle. La llegada de la cuadrilla de inquisidores de élite, fácilmente distinguible por el color de la capa de su traje, hace que deje su observación y se apresure a dar instrucciones al capitán que permanece frente a él en posición de firmes, esperando por su orden, mientras el resto de su grupo se despliega para acordonar el espacio y asegurar con encantamientos, que nadie más se acerque a la edificación o intente desaparecerse desde ella. — No tuvimos bajas- se apresura a informar al capitán del grupo- Y definitivamente, no se trata de mortífagos. Ninguno de los atacantes llevaban máscaras típicas. No se invocó ninguna marca en el cielo y tampoco se emplearon los hechizos típicos, lo que quiere decir que estamos frente al ataque de otro grupo, que por el momento, no hemos podido identificar- el capitán asiente a lo que va diciendo, y de pronto Rory piensa en lo que Whisper le ha recomendado siempre de "adelantarse" a los hechos y entonces antes que el capitán se retire agrega- Esta información es valiosa, pues nos ayuda a reducir la lista de sospechosos, así que le pido por favor, que la haga llegar a la brevedad posible a la Directora del Departamento de Seguridad. De igual manera, haga los arreglos respectivos con el representante de relaciones públicas para que cuanto antes pueda informarse de este asunto en los medios, y así evitemos que se tergiverse información y se vincule el asunto con magos tenebrosos. Hay un asunto que no ha comentado con el capitán ¿por qué no lo ha dicho? No puede explicarlo, a lo mejor porque es esta información personal, que no desea que se divulgue, para que con suerte, cuando se resane la propiedad, pueda volver tranquilo a ella. Pero en cuanto sus pasos lo llevan hasta Renzo y Eitʃ, les comenta a ambos en voz baja, eso que muy poca gente sabe, quizá sólo Hess y Ben. — En el primer piso, justo detrás del enorme salón, está mi habitación. Y acabo de comprobar que el ataque la ha destruido por completo.

Harriet Travers La molesta intromisión de la morena terminó casi tan rápido como empezó. Mientras tanto, alarmado por el grito de Hattie, Guren había reaparecido visiblemente conmocionado, con los pedidos a medias, aunque eso no impidió que la heredera tomase de sus manos lo que el mago había traído consigo, y que mojase con suaves toques de la tela su rostro y su cuello, para refrescarse. La respuesta de Quintel a la pregunta de Guren la hizo fruncir el seño en señal de desacuerdo. ¿Cómo se atrevía ese muchachito a decir que lo que acababa de ocurrir era una falsa alarma? —No había por qué disculparse con una mujer tan grosera ¡Además fue ella la que interrumpió!- no era la rubia alguien habituada a alzar la voz pero la expresión de Quintel al verla seguía pareciéndole irrespetuosa, incluso más que el poco decoro que mostraba ahora Guren, observando al milímetro y con incredulidad su pierna, allí donde había estado la herida, hasta que un carraspeo de su parte lo hizo ser consciente y disculparse, tras lo cual Hattie volvió a acomodar el vestido a su antigua posición. Las preguntas de Guren no se detenían y la nueva informacion sorprendió a la jovencita ¿Cómo Quintel podía ser también un propietario del Pink Palace? Durante todo ese tiempo ella había creído firmemente que el muchacho era un empleado del lugar, e incluso eso explicaba a sus ojos, que constantemente estuviera por el jardín o conversando con la recepcionista, pero este nuevo dato de que en cierto sentido fuera un propietario como ella, afectado ahora por el ataque, la descolocó. Podía entender entonces, que más allá del servicio a Hess, el muchacho tuviera genuinas motivaciones de descubrir a los culpables, en tanto su hogar había sufrido daños. Y esa certeza fue la que terminó ayudándole a recuperar la tranquilidad perdida, remitiendo su desconfianza en él, mas todavía manteniendo prudente distancia, continuó escuchando la plática que se desarrollaba entre Quintel y su empleado. Era la primera vez que escuchaba a Guren dar opiniones de carácter político. En general, Hattie no era la clase de persona a la que esas situaciones y temas le interesasen, pero indudablemente el ataque la había hecho tomar conciencia de eso que Guillam decía respecto a que ya no había "lugares seguros", lo que significaba que lo quisiese o no, más tarde que temprano debía tomar una posición en relación al gobierno y su primer ministro actual, lo que implicaba también echar un ojo a la guerra entre bandos que se mantenía vigente. ¿Qué tenía ella para decir sobre Rory Despard? ¿Y qué sobre ese juicio en disputa, en la que ambos magos se habían enfrascado al analizar las acciones tras el ataque? Hattie no estaba de acuerdo en que Guren fuera tonto, como avezadamente Guillam había señalado, quizá ingenuo fuera la palabra más adecuada, pero no podía evitar sentirse tocada por las palabras de su joven empleado también, y que él pareciese asumir toda huida como algo automáticamente malo. — No toda huida es un acto de cobardía- intervino finalmente, con una voz tan impertubable como la fijeza de sus ojos verdes clavados en Quintel- pero el valor si es determinante en un líder, y esta cualidad no se trata de simplemente poner el pecho, sino y sobretodo de conocer a quienes guías, en sus fortalezas y debilidades, y así determinar sus fuerzas. Por todo ello, estoy seguro que Hess supo ver en cada uno de ustedes algo único y especial, y no creo que sea el momento ni el lugar para cuestionar eso. Quintel siguió hablando, pero una explosión hizo que súbitamente callase, cayendo en cuenta de que habían sido ubicados. Cómo un acto reflejo, Hattie volvió a colocarse detrás de Guren, pero está vez, sin la suerte para esquivar los ataques, el joven Ollivander cayó rápidamente a merced de los intrusos. Era casi grotesca la forma en que el cuerpo del infeliz se contorsionaba en el suelo, sacudido por potentes descargas provenientes del aparato que Hattie terminó haciendo explotar con un confringo. Agitada, pero aliviada al ver que el muchacho comenzaba a calmarse, a Hattie le toma solo unos segundos comprender que si han llegado hasta allí, es altamente probable que sea ella el blanco de ese ataque y sopesa la opción de salir a través de la aparición. Pero ¿Qué conseguían realmente con eso? Las palabras de Hessen vuelven a ella, y de pronto, se hace evidente que no es ninguna casualidad que los tres (no quiere incluir a la rara mujer del subsuelo en esto) estén juntos y que quizá sea Quintel y la poderosa magia que usa la única defensa posible ante ese ataque, pero que también ella puede ayudar modestamente con el don que posee. Un don que Hess conoce también, pues de ese modo hace muchísimo tiempo atrás, pudo ayudarlo en un par de ocasiones, a escapar de incómodas citas.

Rory Despard & Benjamin Whisper Son por completo disímiles, aun estando en el mismo campo de batalla, los pensamientos que Whisper y Despard albergan al contemplar al par de empleados de Crouch luchar en la batalla. Benjamin está cada vez más convencido de que es un problema que el predicador confíe en ese turbio hombre que es a sus ojos Hessenordwood, pues a pesar de que es él su asesor, sus consejos poco parecen importar cuando ese mago, o sus empleados se ven involucrados. Lo peor es comprobar personalmente, que la técnica de lucha de ambos es tan perfecta que constituyen una protección inesperada para Rory. Que la seguridad "corra por cuenta de la casa", lejos de aliviarlo le suena casi como advertencia, de que contrario a lo que pensaba, el ingenuo pelirrojo tiene inesperados aliados poderosos, que paradójicamente, él no parece haber terminado de identificar como tales. A regañadientes, está cumpliendo la orden de Rory de solo desarmar a los oponentes y no infringirles heridas ni maldiciones, pero no resulta sencillo destrozar la pétrea consistencia de aquellas bestias, así que comienza también a lanzar llamaradas para verlos arder. En medio del fuego y el humo, el grupo está ya en los jardines delanteros del Pink Palace, y desde allí pueden apreciarse de mejor forma la magnitud de los daños producidos por el ataque. Su piso esta intacto, pero claramente es pura magia la que lo sostiene. Rory, mientras tanto, está montado en el cangrejo de fuego gigante, sujetándose de Eitʃ con fuerza para no caer durante las sacudidas del cuerpo de la criatura cada que emite una llamarada, y lanzando polen de lirios de fuego sobre los tres para asegurarse de que ninguno resulte con quemaduras. El beso de la mujer todavía está golpeteándole en la mente, pues es la clase de actos que solo personas tan liberales como ella pueden permitirse, sin que el hacerlo involucre ninguna clase de sentimientos especiales de por medio. Él lo entiende, sí, pero eso no evita que sienta mariposas en el estómago revoloteándole mientras permanece junto a ella, ni que sus mejillas permanezcan enrojecidas, aunque decir que es por causa del fuego le ahorre las vergüenzas de admitir que ha sido por esas inesperadas muestras de afecto. Cuando por fin, la situación se estabiliza y Renzo en un último y astuto movimiento, ha conjurado un portal para desaparecer (Dios sabe dónde) al último de los vitaes del campo de batalla, el cangrejo detiene su marcha y Rory es capaz de notar el saldo que ha dejado el enfrentamiento: Varios cuerpos agonizando entre horribles estertores pues están prefiriendo envenenarse antes que permanecer de rehenes, y media docena de sujetos inconscientes que Whisper está disponiendo que sean enviados a Azkaban para ser interrogados por los inquisidores. — Deberían ir primero a San Mungo. Sé que en la institución hay muchos infiltrados saboteando fácilmente operaciones y que ya han permitido fugas masivas antes de otros sospechosos, pero justo por eso, es indispensable que tú estés allí, Benjamin y que te asegures que a esos hombres se les trate con dignidad, sin que eso impida que consigamos la información que necesitamos. Incluso para alguien como él, que no tiene una "lectura" clara de las personas, resulta evidente que Whisper no se ha ido con los mejores ánimos para cumplir con la orden. Pero ya sin Whisper presente, es que Rory se siente más libre para inspeccionar las razones por las que puede ser que han recibido ese ataque.

Harriet Travers "Hess no lo sabe". A todas luces, desde su apariencia hasta por las circunstancias que le está relatando, no es Guillam un tipo de su misma clase y estirpe, es un empleado de Hessenordwood pero hay algo en esta familiaridad con la que habla sobre Crouch que no termina de gustarle a Hattie. Por eso mismo, verse en deuda con él no es un pensamiento que le agrade, y se siente más cómoda pensando en que a fin de cuentas, ha pagado por esto: Por el cuidado personal de Gurren y el auxilio de urgencia del joven Quintel, ambos guiados por el excelente sentido de precaución de Crouch, y que en todo caso, es solo con este último con el que está verdaderamente en deuda. Otra deuda más. En la rara edificación a la que han dado a parar, sin poder eludir del todo las raíces que la hacen tropezar y apoyarse más de la cuenta en su guardián, Hattie reconoce que la mayoría de ellas sirven para venenos y antídotos respectivamente. ¿Era entonces este lugar alguna clase de herbolario? Quizá por fuera haya un letrero que identifique mejor el rubro del local, pero no parece la clase de negocio a los que Hess se dedica, pues nunca vio en aquel hombre un interés por las pociones ni preparaciones similares. De cualquier modo, se relaja de que en la quietud de ese espacio solo se escuche el rumor del agua discurriendo en las canaletas, combinado con las raras voces que va haciendo Guillam, y ahora la pregunta de Gurren, en un tono gentil y considerado que se complementa a la perfección con la preocupación en sus brillantes ojos naranjas. El aparato comunicador que le tiende es extraño, y por un momento ella se siente desconcertada de que se lo dé. ¿Acaso no ha visto él lo poco dada que es a la tecnología muggle? Un hecho que tiene que ver en buena medida con su orgullo como bruja, y el pensamiento de que hacer tanto uso de dispositivos muggles va en detrimento de la magia misma, al hacer que caigan en desusos hechizos y encantamientos. Aun así, su sentido de la curiosidad es mayor, y termina aceptando la rara máquina, para echar un vistazo a los mensajes que Crouch ha estado enviando al jovencito, y no puede evitar sonreír ante las cuidadas maneras de redacción que el hombre emplea. ¿Cuándo Hessenordwood se había vuelto tan exquisitamente formal? La duda lleva ya un buen tiempo rondando su cabeza, desde la tarde tranquila de primavera en que Cleo le trajo la última revista de Corazón de bruja, y en ella descubrió al hombre entre las fotografías que informaban sobre su retorno a Inglaterra, tras "una ascendente y exitosa carrera profesional del otro lado del mar". No es este hombre galante y de buen parecer, el muchacho que conoció cuando tenía 6 años de edad, durante su primera salida al extranjero (a Francia justamente), ni ha encontrado en el breve encuentro que tuvo en el Pink Palace cuando formalizaron la contratación de Gurren, la misma gentileza no impostada de antaño, con la que le ayudó a guiarse cuando se vio perdida en medio de la enorme casa de verano de los Crouch, en los tiempos en que ella no era más que una niña asustada que apenas estaba aprendiendo sus primeras palabras en francés y él uno más (y no necesariamente el más brillante) de los niños Crouch, y el único que a pesar de estar a punto de cumplir los 18 años, no parecía disfrutaba en lo absoluto como otros hombres de su edad, de las cacerías de zorros, los duelos a escondidas y el tiro con escopetas. Ella desconoce quién es este Hess actual tan alejado de sus recuerdos, pero eso lejos de extinguir su interés por él no ha hecho más que reforzarlo, pese a que incluso su fiel Cleo le ha advertido, que alejarse de ese hombre puede ser lo mejor que puede hacer. Un atrevimiento sagaz por parte de su ama, motivado cree Hattie, por lo que Cleo ha podido averiguar sobre la vida actual de Crouch (o al menos lo que se dice de su vida) información que no obstante no le ha compartido, quizá porque no son más que rumores, y de ellos está hecho el noventa por ciento de la vida social de las élites mágicas, ocultando tras ellos, la real y a veces nefasta vida de decadencia en la que muchos están sumergidos. Y a diferencia de ellos, si de algo puede presumir Harriet Travers, es que siempre ha sido transparente sobre lo que es, sobre la posición que ocupa y lo que se espera de ella en cuanto a comportamientos y actitudes. Incluso si de adolescente, tuviera una etapa de descreimiento y rabietas, ya de adulta se siente agradecida a su madre, que sabiamente supo mantenerse y mantenerla apartada de los círculos más perniciosos de Ottery, poniéndolos de ese modo a salvo de toda clase de escándalos. Es por todo ello, que siente personalmente como un daño irreparable, el ataque que acaba de suceder: Que todo el esfuerzo y cuidado para llevar una vida tranquila en Hampshire, pronto se vea irreparablemente roto por causa de un puñado de dementes fanáticos, trayendo deshonra para su casa, y que su apellido termine involucrado en panfletos oportunistas o engrosando las listas de enemigos del predicador Despard y sus ideas reformistas. Sobrevivir a eso, se le figura de repente, como una dura tarea, en la que quizá el único consuelo que tiene es que no va sobrellevarla sola, porque Gurren y Cleo estarán allí, para ayudarla. — Gracias por mostrarme este artefacto, uhm ¿comunicador?- no está segura si ese es el nombre correcto pero en cuanto divisa un sillón, se aproxima a este sintiendo de pronto todo el peso del cansancio que ese escape le ha dejado, y llama a Guren con la mano para que se acerque hasta ella- ¿tú puedes mandarle un mensaje de vuelta cierto? Ponle por favor, que se cuide mucho y de que la señora Hattie le agradece por enviarle a tan correcto y amable ayudante. Mientras el muchacho digita el mensaje, concentrado en la pequeña pantalla, Hattie aprovecha para alzar el pliegue de su vestido y comprueba que la herida justo por encima de su tobillo está peor de lo que imaginaba, y que va necesitar de ungüentos especiales para asegurarse que no deje ninguna fea cicatriz. Está casi segura, por el corte limpio, que ha sido la esquirla de la ventana rota la culpable, pero los raspones alrededor y la sangre seca, le indican que quizá las raíces donde ha estado enredándose son también culpables. — La verdadera pregunta es qué tan bien podremos estar Cleo, tú y yo para eludir a la prensa carroñera desde mañana, Guren- como heredera, su sentido del deber de mantener ante todo el prestigio de su familia es fuerte, y la lastima más ese hecho que el daño físico que ha recibido por causa de aquella batalla- tengo un pequeño plan en mente, pero primero, necesito que puedas conseguir agua para limpiar la herida y un ungüento para cicatrices, ya que si este lugar resulta no tan seguro, será un problema que no pueda escapar rápidamente. Cuando el muchachito se pierde de vista, para cumplir sus órdenes, Hattie levanta un poco más la pierna, y se las arregla para apoyarla con cuidado sobre tres cojines que toma del sillón donde está sentada. Se siente tan cansada que dormir parece una buena opción, pero entonces, la súbita aparición de Guillam (¿cómo hacía para desplazarse tan sigilosamente?) la hace abrir los ojos y observar con suspicacia al muchacho que está llevando un raro amuleto colgado del cuello, el cual brilla unos instantes cuando él murmura Curación, apenas en un susurro. El efecto es inmediato y aunque la herida no desaparece, el dolor amaina casi por completo. Hattie está sorprendida de tal clase de magia que no ha empleado varita, pero incapaz de dirigir directamente la palabra al muchachito, se impacienta porque Guren vuelva pronto. No está muy segura de cuánto tiempo es el que podría tolerar con aquel tipo en el que no termina de confiar, mas un sonido un metro más allá de ellos, de repente la distrae de esos pensamientos y la hace desviar la mirada hacia la trampilla del subsuelo, y esta vez, aun con todo su autocontrol, Hattie pega un grito al ver a una joven morena emerger de allí, y con pasmosa calma, dirigirse hacia ellos. — Vaya Quintel, cambiando a Hannity por otra heredera ¿Es porque esta es más acaudalada?- la risa de la joven hizo que Hattie permaneciera inmóvil, demasiado conmocionada por el atrevimiento y los modos de la mujer para observarle tan de cerca, y el terror se multiplica cuando la ve dirigirse a una alacena del fondo, para coger un tarro que contiene lo que parecen órganos de algún animal- Pas de quoi mademoiselle. Su visita inesperada interrumpió mi trabajo, pero no se preocupe, ya que comprobé que son ustedes, puedo regresar a terminar lo que me falta. ¿A qué clase de trabajo se refería? ¿Guardaba relación con el muñeco de trapo envuelto en un pañuelo ensangrentado que llevaba a la cintura? Tan rápido como había aparecido, la joven volvió a perderse bajo la trampilla y solo el retorno de Guren alivia el pulso acelerado de Hattie, y sus crecientes dudas sobre lo "seguro" que puede ser ese lugar, teniendo a semejante "trabajadora" dentro. ¿Y sería que ese tal Quintel genuinamente era un cazafortunas?

— Desde este momento, usted queda facultado para realizar las coordinaciones internas. Sin embargo, el trabajo de difusión por fuera comenzará luego de que el ministro anuncie en ceremonia la consulta popular- se apresuró a responder Whisper a la consulta de Mael- por lo mismo, también en lo que a la prensa se refiere, toda comunicación o entrevista, previa al lanzamiento, deberá ser primero aprobada por la Oficina del Ministro. Las preguntas de Blackner llegaron justo después. Rory asintió en silencio cuando el hombre comentó, visiblemente sorprendido, sobre que la consulta incluía a los muggles, y Mael fue un poco más allá, cuestionando si efectivamente se había pensado bien la medida — Por supuesto que los edictos afectaron a las comunidades muggles. Y, quizá es un error de percepción nacido de vivir únicamente en un poblado mágico, pero los magos y muggles llevan ya mucho tiempo conviviendo juntos señor. El estatuto del secreto no existía en las casas donde madre muggle y padre mago eran cabeza, o viceversa, el secreto, podría decirse, solo era de puertas hacia dentro.- los ojos de Whisper brillaron de forma extraña antes de proseguir- aunque estoy seguro que no fue la intención de Aaron y la señora Sagitas, polarizar a la población también tuvo una contraparte: gente cada vez más deseosa de que la convivencia sea una, y sea cercana. Que esas burbujas mágicas y no mágicas se rompan, y los mundos, separados por intereses tan mezquinos, por fin se junten. Whisper giró la vista ante la consulta sobre lo que faltaba, que no era otra cosa más que Rory terminase su discurso, y también el tema del último nombramiento en el gabinete, que a ojos del mago era el más inconsistente e incomprensible de todos los que se le había antojado realizar al predicador. — Señor Blackner, como bien dice, existe mucho recelo entre las personas que sufrieron ataques. Pero justamente por eso, quise yo que fuera usted quien nos ayude con esto- Rory hablaba pausadamente, y a diferencia de la mirada calculadora de su asesor, sus ojos mostraban una inusual transparencia, invitando a la calma- No puedo imaginar lo mucho que esos edictos afectaron en su familia, porque no puede haber cosa más terrible que el hecho de que la política se entrecruce con el deber y afecto a nuestros seres queridos. La señora Sagitas alguna vez, antes de todo esto, fue una persona ampliamente considerada dentro de la comunidad, y recordada por actos buenos, así que pensé que a lo mejor esta sea la oportunidad para que ese legado suyo y de su familia no se empañe por las decisiones cuestionables que pudo tomar como política. Whisper le hizo una seña a Rory y él entendió que su asesor debía salir, para cerrar el último de los nombramientos. Vio como el elegante mago estrechaba la mano de los tres presentes para despedirse, y cuando se fue, habiendo quedado él a solas con los tres hombres, se animó a comentar una última cosa. — Soy muy consciente que la posición, débil, que tengo en el ministerio se sustenta únicamente en la gente que creyó en mí. Creo también que este deber ha sido un designio que Dios me puso, como la más difícil de las pruebas de fe y de muestra de amor con el prójimo. No es poder, sino vocación de servicio lo que me llevó a aceptar el cargo de ministro y por esa misma razón, prefiero perecer en esta creencia, a arrogarme la toma de una decisión de la que dependen, miles, millones de vidas. ¿Era demasiada sinceridad de su parte? Estaba seguro que de haber estado Whisper, lo habría detenido a medio discurso. ... Off: No te preocupes Matt, bienvolvido ;3 @ Cillian Haughton @ Mael Blackfyre @ Anthony Ryvak Dracony @ Matt Blackner

Bueni, ya toca actualizar el oficio gg Nick: Rory Despard Link a la Bóveda: Link Rol del personaje: Predicador Católico. Ministro de magia de Gran Bretaña Información adicional: Tras hacerse popular entre los sectores más desfavorecidos por su labor pastoral y su pública revelación como líder de la Orden del Fénix, la derrota a la Inquisidora en la batalla del Ministerio de Magia termina catapultando su elección como Primer ministro. No sintiéndose del todo seguro sobre el manejo de dicho cargo, gran parte de sus responsabilidades recae en el Jefe de Asesores de su despacho, Benjamin Whisper.

Él cómo la modesta ceremonia de la familia Travers se había convertido en blanco para un ataque en su contra, daba vueltas en la cabeza de Rory, aunque no tenía tiempo para desperdiciar en teorías sobre el tema frente al aluvión de hechizos que tocaba responder. Su concentración estaba puesta entonces en los atacantes, hasta que un potente estallido hizo que se pusiese a recaudo ante el derrumbe, pero en medio del caos una figura reconocible emergió. — Aunque sea en tan aciagas circunstancias ¡es un gusto volver a verle Eitʃ!-la voz del predicador, cargada de efusividad, se alzó por encima del sonido del ataque que acababa de lanzar contra el doble del párroco Avery. La alegría en el rostro de Rory era evidente, aun cuando desencajaba del todo con el peliagudo duelo que estaba llevando. Junto a él, Whisper apenas mostraba algún signo parecido a la molestia por cada nuevo oponente que derrotaba, gran parte de las veces, con mucha sangre y dolor infringido de por medio. — Travers ha sido puesta a salvo así que podríamos hacer lo mismo y ponerte a buen recaudo ¿sabes? – de alguna manera la molestia de Benjamin había crecido y su vista pasó del mago que acababa de derrotar con una potente llamarada, hacia las dos personas enviadas por Hessen- Estoy segura que la gente de Crouch puede hacerse cargo de los que quedan, siempre que se les pague bien ¿o me equivoco? Había un inequívoco tono de provocación en las palabras de Benjamin. Rory no entendía bien, aun cuando la recepcionista le había platicado varias veces al respecto, si tal disputa con Hess era por desavenencias mutuas, o una animadversión unilateral de Ben, pero soltó una exhalación con cierta desesperanza de que incluso en un momento así se manifestara. — Me interesa bastante menos mi seguridad, que el resolver quienes están detrás de esto, Benjamin- señalando al doble del párroco, que había caído aturdido por un hechizo del otro agente de Crouch, Rory se acercó al hombre, comprobando que aún respiraba- en lo inmediato es vital distinguir si se trata de mortífagos u otra clase de extremistas. Lo segundo, averiguar desde cuándo siguieron a tu primo para concretar este ataque hoy, y no lo conseguiremos a menos que capturemos a todos los cómplices que se pueda, CON VIDA ¿entendieron? El énfasis lo había hecho no únicamente por Ben, pero claramente lo último que necesitaba era que una nueva nota amarillista sobre conductas violentas y abusivas por parte del hombre saliese a la luz. Y es que aunque lo había previsto a algún nivel, desde que el referéndum había sido anunciado, aun cuando el proceso aun no daba comienzo, los ataques se habían multiplicado como un mecanismo que Rory no terminaba de entender si buscaba acallarlo a él, o más bien a la reforma que estaba buscando, dándole al propio pueblo la posibilidad de que decidiera seguir o no con las conservadoras medidas de la ex ministra. Un nuevo ruido volvió a ponerlos en alerta. En medio del polvo levantado por una segunda explosión, una docena de vitaes, creados a partir de los estantes de la recepción, con filudos colmillos y ágiles movimientos, se dirigían a ellos. Rory alzó la varita entonces, y vio que Eitʃ, Benjamin y el otro hombre hacían lo mismo. Ya tendrían tiempo para repartir tareas en cuanto se aseguran de acabar con todos esos esbirros.

Harriet Travers Hattie siente la dureza del tacto de Gurren, sujetando su mano enguantada y se aferra con igual fuerza, no por miedo, sino para asegurarse que en medio de toda esa gente arremolinándose y atropellándose por salir, no se pierdan el uno del otro, y tampoco caigan en manos de los captores que de a pocos a través de los ataques, van revelándose como cómplices del impostor del párroco Avery. Abrirse paso es un verdadero desafío, con tan solo la voz de Cleo desgañitándose con tal de asegurarse de que están escuchándole, pero los hechizos que no dejan de ir de un lado a otro, terminan provocando que a mitad de camino se vean obligados a moverse hacia una de las esquinas para ponerse a salvo de las esquirlas de una ventana hecha trizas; , y aunque no tardan en esconderse tras un muro para dar tregua y observar nuevamente el espacio, la voz de la muchacha ya no es audible y ni siquiera parece haber rastro de ella en el salón, lo que hace aumentar la tensión en el cuerpo de Hattie, como reacción al enfrentamiento campal en que se ha convertido la ceremonia. La quietud de su propiedad apartada, aunada a su poco interés de salir de ella, había preservado a la heredera Travers de los peores estragos que las guerras habían provocado en Inglaterra, con Ottery y Londres como sus específicos blancos. Ella podía contarse entonces entre las pocas privilegiadas, que había visto florecer una de sus etapas más creativas con sus diseños siendo exhibidos por las más prestigiosas casas de moda en revistas y pasarelas, mientras a pocos kilómetros, los hospicios se llenaban de huérfanos, y las pérdidas en las familias se multiplicaban. Lo que está viendo entonces no solamente es algo totalmente nuevo para ella, sino que además la hace ser consciente por primera vez de las advertencias que muchas de sus amistades a distancia le estuvieron haciendo los últimos meses: Que los magos necesitan volver a mostrarse fuertes para poner orden a un mundo en caos, y hacer valer el peso de la alcurnia, ahora que parecía que ninguna garantía para personas como ella estaban dadas. — Esto es lo que estuve evitando presenciar a toda costa. Todo esto no es el mundo, no es mi mundo… La breve confesión se pierde entre los ensordecedores ruidos, pero refuerza su miedo inmediato de poder ser herida, haciendo que haga a un lado sus reticencias usuales, y se deje conducir por Gurren, quien ha activado el singular mecanismo de su brazo, con ese ruido que la primera vez le había parecido tan molesto, pero que en esos momentos es prácticamente su única protección, dada la ausencia de Cleo, pues incluso desde los tiempos de Hogwarts, jamás supo emplear su varita para duelos y batallas. De pronto, un grito queda atorado en su garganta ante la presencia de otro joven que ha aparecido peligrosamente cerca de ambos, y lo observa de pies a cabeza, mientras interactúa de lo más tranquilo con Gurren. ¿De dónde es que salía semejante clase de gente? ¿Cómo podía mostrar tal calma en un momento así? Por el raro acento perfectamente identificable está claro que no es inglés, pero aun considerándose culta en idiomas, no consigue identificar su procedencia y eso hace que también sus sospechas se disparen, hasta que, tan igual que Gurren (o acaso incluso más que con él) sus dudas se disipan al saber que es Hessenordwood quien está tras esa inesperada ayuda. Salir de allí es urgente aun cuando tenga varias preguntas dando vueltas en su cabeza y una necesidad también grande de saber, porque entre todos los espacios y eventos posibles, ha tenido que ser en el organizado por su familia donde se les ha ocurrido a esos desconocidos atacar al ministro de magia. Los ojos de su empleado, que se desviaron para ver el propio aparato entregado por Crouch, ahora la contemplan fijos esperando por una respuesta, que en realidad, no necesita pensarse demasiado, porque todo lo que desea en esos momentos es ponerse a salvo, y no verse más involucrada ni saber más del desenlace de ese enfrentamiento, excepto por una cosa… — Lo seguiré, y supongo que tendremos ya más adelante tiempo para las presentaciones respectivas- volviéndose hacia el recién llegado le dio un último vistazo antes de tomar con decisión la mano de Gurren- pero bajo ninguna circunstancia me quedaré a solas con usted, sin la presencia de mi guardia- muy segura de lo que decía la heredera avanzó hacia la trampilla que el moreno habilidosamente había activado a unos pasos del muro- y que sepa que lo siento mucho, pero ni siquiera por mi querido Hessen, puedo confiar al cien en alguien que trata con tal familiaridad a un desadaptado como Whisper. Por toda respuesta, lejos de palabras o un gesto, el misterioso joven hizo un sonido como de pájaro. Desconcertada, Hattie cruzó finalmente el portal abierto, pero su última mirada fue justo y precisamente al rostro de Benjamin que parecía haber alzado la vista y sonreído al escuchar aquel gorjeo, mientras Despard a su lado, casi ileso excepto por un corte sobre la ceja, cegaba con un potente flash de luz a dos de sus atacantes. El espacio del otro lado del portal, lejos de ser una casa como Hattie había esperado, resultó siendo un local, con la particularidad de tener unas paredes recubiertas de densa vegetación, la que también recubría el piso, de raíces, enredaderas y musgo. Quedaba ahora saber, qué era lo que hacían allí y por supuesto conocer la misteriosa identidad de su rescatista.

Harriet Travers Ser el centro de atención en una habitación nunca había sido de su agrado, pero incólume se mantuvo con un rostro apacible, pasando por en medio del camino delimitado con pétalos de claveles, hasta acomodarse en el lugar que habían reservado para ella. Era una verdadera pena, y una cierta decepción para la joven, no encontrar a Hessen presente en la ceremonia; porsupuesto que, aún cuando había sido informada de su ausencia, había esperado que a último momento, en la apretada agenda de Crouch apareciese un espacio, pero tal cosa no había sucedido. Sin embargo y pese a que Guren acababa de asegurarle que era una ceremonia discreta, cuando vio al Ministro de Magia acompañado de Benjamin Whisper, supo que lo quisiese o no, su ceremonia había adquirido tintes políticos. Eso, explicaba además, el por qué ciertas amistades conocidas del círculo de Hampshire habían accedido a llegar hasta Hogsmeade a pesar de la enorme distancia entre ambos poblados. Hattie no solo intuía, sino que estaba convencida que ninguno de esos dos importantes hombres estaba interesado en casamiento alguno, cada uno por razones diferentes. Ciertamente, al predicador Despard lo conocía muchísimo menos que a Whisper, pero el trato que había tenido con él los días previos le había revelado a un hombre bastante simple que se contentaba (o conformaba) en demasía con lo poco que tenía y casi que desdeñaba la ostentación, llegando incluso a reprobarla. ¿Cómo era posible entonces que hubiera mujeres interesadas en un hombre así? Escapaba a su comprensión, pero era una realidad plasmada en el corillo de muchachitas que se habían sentado alrededor del pelirrojo. — Créeme que hallo un remanso de paz en la soledad, como pocas veces me lo ofrece está ruidosa gente - comentó Hattie de pasada mientras inclinaba la cabeza para saludar a su vecina del condado, Tessa Greengrass- pero no te preocupes Guren, la elección ha sido la correcta. Quizá un par de nombres sobren, como ese matrimonio de allí ¿Sabes? - alzando apenas el mentón señaló a un par de rechonchos rubios de mediana edad- pero teniendo en cuenta la escandalosa circunstancia en que el padre Black murió, nos vendrán bien un par de chismosos que puedan difundir la verdad sobre la muerte de tan buen hombre. Y sobre Whisper, hay mucho por contar de él, pues tengo el infortunio de conocerlo desde la infancia, pero no hay forma de no tenerlo presente aquí cuando el párroco es su primo. Cleo la estaba esperando ya en la primera fila de la derecha. A un gesto de ella, Guren detuvo su paso, como dando a entender que ahí acababa aquel ceremonioso resguardo, pero entonces, Hattie lo tomó del hombro para susurrarle en voz baja que deseaba que permaneciera a su lado. — Te lo has ganado- musitó por toda respuesta, antes de separarse de él para dar la bienvenida al sacerdote Avery que en esos momentos hacía su ingreso entre saludos y miradas repletas de curiosidad. Era este hombre de Dios un tipo mayor, de cabello entrecano con gesto adusto y múltiples arrugas en la cara. Su trayectoria había estado vinculada principalmente a la atención de la vicaría de Devon y se comentaba mucho de su gran sentido del humor, sin embargo, podía ser por su considerable estatura, pero había algo en él de imponente e intimidante, y el efecto se complementaba con sus ojos azules que Hattie pronto reconoció que eran idénticos a los de su primo Whisper, aunque luego una mirada más atenta le mostrase que había en ellos un brillo que en el otro estaba ausente por completo. El silencio se hizo en toda la estancia cuando ocupando su lugar al frente, el párroco inició con la ceremonia. Hattie había asistido a un puñado de ellas, así que sabía de antemano de su duración, pero varios, especialmente los "connotados" de Hogsmeade (que no dejaban de ser en su mayoría simples comerciantes) se habían quedado dormidos al poco rato y eran motivo de burla y cuchicheos de los otros asistentes. El tiempo pasó sin nada que en realidad, se saliese de lo previsto. Las dudas de Hattie sobre todo el evento se habían casi disipado, hasta que cuando ya solo faltaban diez minutos, alguien más, con apariencia idéntica al padre, se hizo presente, alegando ser él la persona "real". Automáticamente la tensión se apoderó de los presentes en la sala. Si el recién llegado decía la verdad ¿A quién habían tenido todo ese tiempo de pie frente a ellos? ¿Y con que intenciones se encontraba allí suplantando al párroco? En el momento que una maldición asesina fue lanzada en dirección a Despard, provocando el pánico general, al menos la segunda de esas preguntas pareció hallar respuesta.

Acudir al llamado de Cillian había sido la parte más sencilla, comparado con el tiempo que le había costado inventar una excusa a Whisper y salir de la reunión donde el mago pensaba dar informe acerca de nuevos blancos de ataques que desde el departamento de seguridad se habian reportado. — Se qué estará quedando todo en buenas manos - alcanzó a decirle antes de desaparecer rumbo a la residencia de los Potter. Del otro lado, aunque el edificio lucía algo descuidado, le sorprendió la multitud de voces que se escuchaban desde su interior. Quitándose la boina, Rory ingresó y tardó pocos segundos en reconocer a todos los presentes. De un modo que ni él mismo podía explicar, aún cuando el trabajo del ministerio le quitaba gran parte de su tiempo, se las había arreglado para mantenerse en actividades del bando y eso le había permitido conocer a los más recientes ingresos (como la hija de Lud), de forma que con tranquilidad saludó con una venia silenciosa a la mayoría, y por escasos centímetros escapó de caer (literalmente) en las redes con que Sophie estaba cazando doxis. — ¡Es tan bueno verte Sophie! Espero que la paz del señor y su gracia te hayan mantenido con bien- desde el evento filantrópico del gobierno italiano, dónde la bruja lo había avergonzado llevándole del brazo en un traje excesivamente escotado, Rory no había vuelto a verla, aunque sabía que por salud, ella se había mantenido distante de Londres- quien diría que necesitábamos organizar una jornada de limpieza para tenerte con nosotros nuevamente. Todos, incluyendo a Melrose que iba comiendo mientras congelaba a las criaturitas, a Cillian y Lud que no dejaban de coquetearse, e incluso Madeleine que parecía fuera de lugar (pues siempre la había visto luchando aguerridamente en un campo de batalla) cada uno estaba concentrado en la labor de limpiar y librar de ese plaga a la casa, así que Rory se escabulló a la cocina y comenzó a inspeccionar las gavetas dónde había dejado por última vez, las excelentes soluciones de limpieza regalo de Bel Evans, con una receta secreta del grimorio de Hufflepuff. Nunca había sido adepto a la captura de animales, fueran estos de la clase que fuera , así que prefería ir limpiando el mobiliario empolvado y poner los protectores a los estantes grandes que contenían la cristalería y menaje de la casa. Le quedaba la duda respecto a si aquella jornada era el único motivo para reunirse, o si quizá como en otras ocasiones, tras la reunión informal se realizaría un intercambio de información entre equipos de los últimos acontecimientos. Más si alguien sabía del asunto, no era otro más que Cillian así que se acercó a él y con un suave toque en su hombro consiguió que el rubio se volviese hacia él. — Me alegra mucho que tú primera convocatoria sea por causas tan nobles- comentó el predicador, sonriendo al pensar que una actividad como la que los tenía allí tenía ese gusto cotidiano y hasta mundano- desde año nuevo en la panadería de Kowalsky no veía a varios compañeros, y creo que cuando terminemos con toda esta limpieza, con una taza de café caliente para el frío y muchas empanadas de calabaza, podremos sentarnos para intercambiar información. Ya sabes que por muy tranquilo que podamos estar aquí, afuera todavía los peligros son numerosos. Así que ¡En marcha! Colocando la solución en un contenedor con un roceador, Rory echó una porción generosa sobre la isla de la cocina, epicentro de varias capturas y dónde los doxies en una última muestra de desprecio habían dejado cuantiosos excrementos. Afortunadamente, los guantes eran del tipo que repelía líquidos y otras sustancias pegajosas por lo que la tarea de limpiar se le facilitaba, aun cuando el olor potente de aquellos restos resultaba desagradable. ¿Pero acaso Dios no daba sus peores batallas a sus mejores guerreros?

Harriet Travers Los días habían transcurrido de manera extraña a ojos de Hattie. Por las mañanas, el viento frío que se adentraba por la ventana entreabierta era una invitación a observar el paisaje bajo la colina y el pueblo de Hogsmeade despertando también a la actividad cotidiana. En esos instantes, sobrecogido su espíritu por todo esas imágenes, podía realizar docenas de bocetos, alternando sus manos entre los pinceles y los bocaditos que Cleo traía para ella. Pero superado el furor y con el sol en lo alto al mediodía, era como si la ciudad perdiese su encanto. — Lo he intentado cada día desde que nos hospedarnos aquí querida, pero no lo he conseguido. Las tardes nunca tienen el colorido de las mañanas. Cleo rara vez entendía aquellas diferencias que su ama veía en el clima y las estaciones, pero sí notaba en el ánimo de Hattie cuando había sido un día mejor que otro. Fue de ese modo que supo que más allá de sus reflexiones, ese parecía un día particularmente difícil para ella, y por eso mismo, la noticia que Guren le había comunicado resultaba un gran aliciente. — Dentro de exactamente seis horas, en una ceremonia discreta pero con todos los cuidados necesarios, asumirá el nuevo párroco su función señora. Sé que ha resultado un mayor tiempo del esperado, pero puedo asegurarle que el joven Guren ha estado esforzándose cada día por este resultado. Hattie sonrió gustosa ante la noticia pero aquel breve gesto fue todo lo que su ama de llaves pudo sacar de ella. De algún modo, sin que mediasen más palabras, ella sabía que esa noche era la prueba de fuego del muchacho, y de qué tan buenas eran sus habilidades como para que Hessenordwood lo asignase. — Siendo así, me gustaría que le comunicaras que iré media hora antes del inicio de la ceremonia para que me muestre el detalle de la decoración. Y no Cleo - aclaró viendo como aquella orden sobresaltaba a su ama- no es que no confíe en tu palabra o en el talento de él. Es solo que quiero ver cuánto realmente me ha escuchado en todo este tiempo. En cada comida compartida, entremezclados a anécdotas aparentemente insulsas, Hattie le había contado de la predominancia del azul en su familia, del significado que tenían los claveles y del por qué en su escudo familiar resaltaba la imagen de una esfinge. Datos importantes que ella esperaba ver plasmados en la ceremonia que el joven había preparado. Muchas horas después, ella volvió a pensar en eso, cuando conteniendo el aliento y tomando la mano enguantada que gentilmente Guren le ofrecía, pasó al salón de eventos del Pink Palace.

Jojo, justo hablando por la tarde del tema de las clases en Castelobruxo y sale reforma, perfecto sentido de la oportunidad +o+. Por lo prontos, felicitar porque tras cualquier reforma hay mucho trabajo atrás de muchas manos, que dan un extra de su tiempo para que le juego mejore a todos. Ahora paso a dar un comentario general sobre ambos espacios y un par de preguntas que también me han surgido. Comentario general: Como jugadora integrante de uno de los bandos, que esta reforma nuevamente mantenga los espacios de Castelobruxo y Hogwarts alejados de esta dinámica, como una burbuja aparte y alejada del juego de bandos, en lugar de que pueda ser un espacio donde esto se potencie me da muchísima pena. Mucho se ha comentado de que se necesita darle un peso y mayor relevancia a la actividad interbandos que no es la de antaño, pero no veo en todo el texto una sola mención a los grupos, a la posibilidad de ser neutrales, a la posibilidad de que si son tres profesores, uno pueda ser ODF, otro MT y otro Neutral, de manera que también la misión o aventura se enriquezca profundizando en perfiles, y en el caso de los aprendices que estos puedan conocer el transfondo de la trama que se tiene, pues más allá de las familias, personalmente considero que es el CMI el espacio orgánico y central tras la última reforma y debería apuntalarse ahí cualquier aprendizaje. Dicho esto paso a dejar mis preguntas: En el caso de Hogwarts ¿es factible que se incluya también como un espacio de aprendizaje el enseñar de las mazmorras? Dado que al menos la más básica puede ser un buen espacio para que se sumen dineros en los niveles bajos, debería considerar enseñarse de ellas, y el uso de los dados, así como el transfondo rolístico de los uzzas y arcanos. En el caso de Castelobruxo: No se menciona, y creo que sería pertinente hacerlo, en tanto estos conocimientos se han alineado a los conocimientos de bando, que se incluya un mínimo de roles para considerar aprobado un conocimiento, y que esa cantidad de roles vaya en consonancia al número de cursos en los que uno se inscribe. En los bandos tenemos el mínimo de cinco roles, y si eso cambia para Castelobruxo, considero que también en los bandos debería hacerse el reajuste. A su vez, si se va permitir llevar más de un conocimiento, sugiero que el límite sea dos y en correspondencia se exija 10 roles mínimos para el cumplimiento. En resumen, que una vez aclaren como será el tema del número de roles, esto también se reajuste en los conocimientos de bandos, pues sino se estará creando una desigualdad entre los mismos. Por el momento, es cuanto tengo por comentar, sorry que quedó muy largo el mensaje y poco hermanado al espíritu de mensajes cortos y concisos de la reforma v,v Nos leemos x)

¿No se había hecho entender correctamente? Rory era muy consciente que comunicarse con diplomacia o saber interpretar adecuadamente gestos y palabras protocolares no era lo suyo y extrañó, muy a su pesar, que Whisper no estuviera en ese momento para ayudarlo. Sin embargo, encomendándose a Dios, dio respuesta a las palabras que el director le dirigía. — No creo haber hecho crítica alguna a la seguridad del local señor Black. Lamento si se interpretó así, cuando mi única intención ha sido expresar mi voluntad de apoyo ante una situación, que como bien señala, ha escapado a los controles, pese a los estrictos que han sido. Me alegra saber que finalmente ninguna copa ha sido robada, sin embargo, es esta información que la señora ministra me comunicó según entiendo de la boca de sus aurores, pero entendiendo que ha sido un malentendido, resulta mejor para concentrar esfuerzos en detener al culpable de esta situación. Era interesante la teoría que el hombre exponía, sobre que debía examinarse entre la planilla de jugadores de equipos fantasmas, al probable responsable del incidente. Si, como estaba viéndose, las facilidades para la investigación estaban dadas, su esperanza de que rápidamente dieran con el culpable, crecían y eso era positivo. Asintiendo agradecido a lo indicado por el mago de que no tenía problemas con que aurores y personas de confianza de la Orden se unieran, todo lo que quedaba era ver lo que opinaba Ada Dumbledore al respecto. Un nuevo sujeto se acercó entonces al pequeño grupo, y sus ojos se abrieron por un momento al escuchar el agradecimiento que el director dirigía al mandatario egipcio. No había estado equivocado entonces en su observación inicial de que aquel misterioso mago estaba presente, pero que hubiera sido él quien había evitado que ese ataque generase víctimas, solo hizo que Rory pensase en que todos esos comentarios sobre el poderío mágico que decían poseía, fueran bastante certeros. Estando a punto de saludarlo también, de pronto un golpe imprevisto por la espalda, lo hizo girarse confuso. Le tomó unos pocos segundos reconocer en la aturdida bruja que había chocado contra él, a una de las estrellas de los Tornados, Mosquito Greengrass, y viendo que la joven parecía a punto de caer, la sostuvo en sus brazos, apenas el tiempo suficiente para que ella pudiese estabilizarse. Pero incluso antes que él pudiese animarse a pedirle un autógrafo, tras disculparse, la joven había seguido su camino. — No hay por qué disculparse- alcanzó a murmurar Rory, pero dudaba que la joven le hubiese oído. Atrapado en la contemplación del intenso cabello rojizo de la jugadora de quidditch, el toque de Ada tomándolo del brazo para llevarlo más allá de donde el gobernante egipcio y el director Black conversaban, lo trajo de vuelta a la charla que habían estado sosteniendo momentos antes, y esta vez, no pudo evitar contemplar con extrañeza lo que la ministra de Francia le decía. ¿La orden del fénix una fantasía? No entendía nada, y se convenció de que muy probablemente la bruja estaba intentando hacer alguna clase de broma, y que siendo él ajeno por completo a esa clase de referencias de círculos de clase alta en que sin duda ella y su familia se movían, se estaba perdiendo "el chiste" en sus palabras. — Me parece que no ha estado informándose lo suficiente, mi señora Dumbledore. Desde la muerte de Elvis Gryffindor a manos de magos tenebrosos, que no creo que usted desconozca, públicamente revelé mi condición de líder de la Orden del Fénix, cargo que eso sí, debo decir que no ostento más, pues fue uno de los compromisos al asumir como ministro británico que dejaría dicho cargo de liderazgo, aunque no el bando. Usted me ha tocado y está conversando conmigo ¿le parece que soy una fantasía?- tomando la copa de vino que tan diligentemente habían traído para ambos, Rory sonrió aunque por dentro no dejaba de sentirse más incómodo, de que la bruja no mencionase el tema del atacante que seguía sin ser identificado. ¿La estaba juzgando con demasiada dureza? Mientras la veía saludar al resto de su equipo de quidditch, todo lo que podía pensar en que de haber sucedido algo así el no se habría sentido con las ganas ni la tranquilidad de seguir celebrando. — No todo está "bien", pero de seguro con la pista de los equipos fantasmas que dio el señor Black pueda conocerse pronto la identidad de ese mago tenebroso. Lamentablemente son como una plaga ¿no? Cobardes tras una máscara que pueden infiltrarse incluso en espacios como el quidditch, un deporte que tanto bien y alegría nos suele traer- quizá, a pesar de todos sus esfuerzos, nuevamente aquella frivolidad de las personas adineradas lo superaba, tan igual que su facilidad para rápidamente despreocuparse de los problemas ajenos, pero se obligó a pensar que era la confianza que Ada tenía en su equipo de aurores la que hacía estar tan tranquila, y enfocar sus esfuerzos en que la fiesta no perdiera su objetivo celebratorio- lo que está bien es que no dejemos que el espíritu de celebración se pierda por esos actos mezquinos. Entonces ¿por quién va nuestro primer brindis señora? @ Ada Camille Dumbledore @ Martin N Roses

— La unión hace la fuerza, por eso tenemos qu trabajar en dos frentes. El localizar la tumba es una, pero tan igual de importante es comprender por qué Dalkey fue el escenario para este suceso y también, que toda esa gente controlada no intente nuevamente acabar con todos. Que Luna pudiera dar mensajes de apoyo a Ludwig y al resto del grupo era increíble. Rory intentaba buscar dentro de sí ese mismo hálito de esperanza, pero parecía extraviado. Su mente parecía divagar entre lo que los demás decían y las historias que escuchaba en su niñez, acerca de los espíritus protectores en túmulos y monolitos. La tradición irlandesa era milenaria en ese sentido, e incluso, había pervivido en el culto a muchos santos católicos. La radicalidad de Cillian indicando que solo debían salvar a los niños le sorprendió, aunque tampoco le extrañaba la dureza de los paladin, y la rigidez de sus conceptos para administrar justicia. ¿Realmente estaba en sus cabales al mencionar algo semejante frente a niños? Casi a los segundos de que hablara, también lo hacía Luna, y después otra joven que veía por primera vez, así que suponía que debía ser una iniciada del bando. — El don de la vida es lo más valioso que tenemos. ¿Cómo pueden tener la frialdad de hablar de cuántas más o menos vidas se salvan, como si hablasen de ganado?- no entendía, si era solo la distancia que todo ese grupo de magos tenía, por venir "de la ciudad" y conocer tan poco de esa realidad que por contraste Rory sentía tan íntima y cercana- Un paladin debe dejar que su magia antigua le guíe con sabiduría. Un oscuro estar dispuesto a cruzar límites, pero siempre contemplando la muerte como la última opción. Y para quienes fuimos bendecidas con dicha conexión, la magia de la naturaleza- sus ojos se clavaron en Luna, sintiendo de repente mucha frustración contra la jovencita- debe servirnos para ir más allá de varitas y hechizos dañinos y abrir nuestros sentidos a lo que la tierra y quienes la amaron, fundiendo su espíritu a ella, tienen para decirnos. La sangre, que es lo que acaba de mencionar nuestra compañera, es también el lazo perpetuo que conecta a todos los organismos, es pulsión de vida. Quizá solo fuera la acumulación de los últimos acontecimientos vividos desde que había asumido como ministro, pero Rory sentía que desde los ataques en Francia, hasta las revueltas cotidianas y ahora la maldición pesando sobre el pueblo, todos eran resultado de alguien queriendo alcanzar un poder desmedido, que luego se le salía de las manos o arruinaba la vida de los otros. Lo peor era que era un ciclo donde como humanidad parecía que la lección nunca era aprendida. — Luna ve con Ludwig por favor. Muy probablemente aquella magia oscura lo contamine rápidamente y necesitas asegurarte de purificarlo, o podríamos perderlo- Rory había percibido en Malfoy, a través de la lectura de su aura, el conflicto y el peso que significaba para el hombre que aquella misión terminase fallando estrepitosamente, y que eso lo estaba moviendo a avanzar sin pensar en demasía en que su integridad misma también era importante- y Cillian- el pelirrojo se volvió al rubio y lo observó, pensando por unos segundos en cómo se habían conocido y cómo ahora el hombre parecía haber avanzado muy a su manera, aun cuando él mismo no se había tenido fe en un inicio- Tú eres el poseedor de la magia sagrada, tienes el poder de destruir sin que te dañes en el proceso, pero por favor, no permitas que la soberbia de tal poder corrompa tu corazón y tus sentires. La oración del justo es poderosa y eficaz ,pero recuerda que también es generosidad. Vio como la comitiva partía, mientras él se quedaba con Agnes y con la otra bruja (Noe) que hasta donde alcanzaba a percibir, manifestaba el don de la magia de los oscuros. No había sido capaz de decirlo en voz alta, pero había algo en el desequilibrio de Ludwig que lo preocupaba, y prefería por ello que fuera Agnes quien pudiera guiar, y también advertir de los peligros, a la joven iniciada. Una vez dio la indicación a los niños para que se refugiaran fuera de los límites del poblado hasta que el enfrentamiento cesase, se volvió hacia ellas. — Hay lugares con mayor energía que otros. Lugares donde la magia es capaz de potenciarse a través de la tierra, sea porque esta naturalmente la ha tenido desde sus orígenes, o porque hace mucho fue maldita con la sangre y concentra entonces, el rastro de todas esas vidas perdidas. De Dalkey siempre se oyeron las historias de sus grandes gestas en batalla, del valor de sus gentes para resistir y alzarse contra señores abusivos y reyes prepotentes. Quien sea el mago oscuro que hizo esto, eligió Dalkey por estas cualidades. Hay algo único en su gente, por eso han sido vilmente utilizados para perversos fines. Así que me encargaré de debilitar a los aldeanos, pero necesito que ustedes les vigilen, a través de sus sombras. Sin perder más tiempo, poniendo las rodillas en el suelo, Rory cerró los ojos, para dejar que la magia fluyera con libertad y luego, extendiendo las palmas, a través del Sacrifixio Extremus, comenzó a tomar la energía de cada uno de los habitantes del pueblo, para debilitarlos y hacerlos caer en un sueño profundo, que les impidiese atacar. Confiando en que sus compañeras a través de umbra se asegurarían de vigilar que ninguno de ellos se debilitase hasta morir, fue concentrando toda esa magia dentro de sí. Era una tarea ardua porque la magia contenía recuerdos y pronto su cabeza se vio repleta de ellos, de la vivencia de viejos y jóvenes, de sus esperanzas de que la vacuna les devolviese la vitalidad para sus labores cotidianas y también su temor revulsivo cuando las cosas no habían funcionado y habían caído en cuenta del engaño. Y también oscuro y espeso como brea caliente, distinguió el lazo que la magia oscura mantenía con cada uno de ellos. Al menos esperaba que al haberlos debilitado, se debilitase también el poder como horrocrux y eso ayudase al enfrentamiento que esperaba a Ludwig, Cillian y Lunita. — No...dejen....de vigilarle- jadeando con cansancio Rory echó una última mirada a las mujeres- Dios las guarde. Desapareciendo y reapareciendo frente al monolito, Rory contempló aquella sólida estructura y sin pensarlo dos veces, comenzó a traspasar a ella toda la energía vital tomada de los habitantes. Por un momento, su cuerpo quedó imbuido en la misma sensación de difuminarse del mundo que había experimentado al tocar el árbol de la vida en una misión pasada de la Orden, gracias a la cual la fuente de la magia había sido restaurada y entonces, por primera vez en lo que llevaba de esa misión, relajó el cuerpo, pues al menos ahora estaba más convencido que aquel lugar, Dios supiera desde que tiempo, había sido el hogar de un elemental, cuya manifestación yacía, en aquel enorme monolito. @ Cillian Haughton @ Ludwig Malfoy Haughton @ Luna Gryffindor Delacour @ noe_snape @ Scavenger Weatherwax

El anarquista, con @ Sean -Ojo Loco- Linmer y @ Darla Potter Black — A lo mejor y equivocaste la conclusión Darla- termina respondiendo, tras una pausa, recordando aquel día del concierto- se necesitaba mostrar, en medio de tanta gente dividida entre su comodidad y su falta de escrúpulos, que había genuinamente alguien queriendo algo mejor para el país. No es el espectáculo lo que me atrae, los medios pueden diferir mucho, pero siempre son funcionales no a mi conveniencia, sino a las causas que defiendo. Y si quieres investiga, pero jamás encontrarás nada que me vincule a los intereses nefastos ni tampoco a cuota de poder. Nací en una familia de sangre limpia, y tú también ¿no? No es como que allí no crezcamos imbuidos de historias que muestran los desastres que ocasionan las búsquedas desmedidas de poder. Todo lo que contaban sobre el WIZ en cierto modo no era más que evidencia de ello, y de pronto Horace se vio de mejor humor, pensando en que realmente no había perdido gran cosa en su vida no conociendo de aquellos mago y brujas y las componendas que tras eso se tejían. Aun cuando no escapa a su aguda inteligencia el hecho de que ese espacio sí que podía ser un espacio de conflicto futuro para el ministro. Lo más interesante era la soltura con que Sean podía comentar sobre las medidas que habían intentado llevar a cabo durante el gobierno de Sagitas. Había, como no, su cuota de arrogancia en la forma como iba narrando los hechos, pero debía reconocer que el hombre tenía un profundo conocimiento de los claroscuros en que la sociedad se movía, y que posiblemente fuera esa cualidad la que le había permitido llegar tan alto en el anterior gobierno. ¿De verdad debía confiar en sus palabras de que quería orientar sus esfuerzos a un cambio? La espina de desconfianza de la primera impresión que tuvo de él sigue firmemente clavada en su costado, y sin embargo, no puede negar más que sí él se uniese a esa organización caótica pero maravillosa que impulsa, quizá sí podrían salir cosas interesantes. — Jamás me consideré un ciudadano "decente"- termina diciendo, riendo fuerte y estruendosamente por aquel intento de Sean de ¿elogiarlo? o simplemente ser sarcástico- la decencia en este país además siempre está condicionada a lo que los poderosos de turno digan que es decente. Aaron Black es un "ciudadano decente" a ojos de muchos y por eso hay tanta gente respaldando su carrera política. Pero ya me dirán ustedes cuanto de decencia trajo su gobierno, aparte de muerte y caos y est****as ideas de supremacía que parecían ya superadas. Resopló con cansancio, recordando de pronto que esa guerra que ese hombre había detonado no dejaba de tener consecuencias incluso en la actualidad. No obstante, creía intuir en el gesto de Darla cierto cansancio por lo que habían estado hablando hasta ese momento. La política, o esos debates no eran algo que motivara a la bruja ¿sería que podía encontrar qué temas si conseguían hacerlo? — En fin, no sé si deberíamos seguir quitándole tiempo a una valiosa funcionaria como Darla, con nuestra charla Sean. Pero ahora que está ella presente, me gustaría saber si a su despacho han llegado las noticias sobre nuevos ataques cocinándose en Londres. Y yo sé que esta ciudad ya ha soportado no se cuántos tumultos al ministerio, incluso a King Cross y San Mungo. Pero ¿qué tan cierto es eso de que la reserva será un próximo blanco? Moverse en esos espacios disidentes donde fácilmente posturas se mezclaban, daba la ventaja de encontrarse con todo tipo de información. Y Horace había encontrado curioso el rumor que los animalistas extremos habían comenzado a difundir en algunas de sus redes, comentando que muy pronto los animales encerrados verían por fin "su liberación".

— Yo no...yo no sé como llegué hasta aquí. Su débil respuesta se perdió en los gritos de euforia del grupo Evans, sin ser oído, y después a duras penas intentó no ahogarse por la bebida que sin piedad alguna, Lilllian le estaba obligando a tomar. El momento fue más rápido de lo esperado, y una parte de Rory se quedó pensando en lo increíble que era aquella capacidad de la joven para trepar sin culpas ni problemas en un cuerpo ajeno y extraño, pero luego no tuvo tiempo para pensar en eso, pues al intentar torpemente levantarse del suelo, el mundo alrededor suyo comenzó a girar descontroladamente. Era imposible de poner en palabras lo difícil que le era poderse sostener en sus dos piernas pues estas parecían tener ahora la consistencia de una gelatina, mientras de fondo Bel Evans no deja de canta a voz en cuello... Baby, I don't ever wanna replace All the heartache for a dream come true The only thing I crave is the pain from you — Yo le deseo lo bueno señorita Lillian, no sé si usted sea mala, pero creo que el cielo no tiene a personas como usted en él - alcanza a responder a Lils, aunque ella ya se ha perdido para pedir la siguiente canción cuando la de Evans termina- y exactamente ¿a dónde es que vamos? Nadie sabe darle la respuesta, es casi como si estuvieran cada uno en su propio mundo, o tal vez simplemente él está en una frecuencia distinta a los demás. De lo que si está casi seguro, mientras aquel tren prosigue, es que aparte de no poder distinguir a la totalidad de los que lo integran, que todos alrededor parezcan cada vez tener menos prendas (o unas ridículamente pequeñas) debe ser lo más cercano al infierno, aunque él siempre hubiese imaginado ese espacio de modo diferente. Cierra los ojos unos momentos, intentando escapar a la sensación de mareo y ganas de vomitar, y cuando vuelve a abrir los ojos le sorprende ver que está dentro de lo que parece un bar, con mucha gente charlando, bebiendo, bailando y riendo descontroladamente. El pelirrojo está seguro que no será capaz de tolerar una gota más de alcohol en su cuerpo, y se concentra entonces en intentar componer el pantalón pitillo rasgado de Melrose, pero su intento lo único que consigue es que se convierta en un short a medio muslo. — Creo que la ebriedad no me deja hacer adecuadamente los hechizos- comenta a nadie en particular- tal vez solo me dé para hacer hechizos sobre mí mismo. No es el más brillante de sus razonamientos, pero de cualquier modo está a punto de hacerlo, como para distraerse y retrasar el tener que tomar de las bebidas que unos extraños les han convidado a su mesa, pero entonces unas manos se lo impiden, quitándole la varita "por precaución". — También sé de magia sin varita ¿eh?- contesta con una sonrisa tonta y parpadea una y otra vez, intentando enfocar la vista pues el rostro que tiene delante de sí es solo un manchón de colores borroso, hasta que la sonrisa vuelve al reconocer de quién se trata.

Rory sonrió al ver a Agnes y casi de inmediato, tanto ella como Ludwig le confirmaron la identidad del mago. La idea era llevarlo ante las autoridades ministeriales y el pelirrojo estaba de acuerdo con ello, pero antes, mucho más urgente era resolver el problema de la gente extrañamente controlada de Dalkey. — Los niños escaparon al control. Él- señaló al primero de ellos que se le había acercado- me dejó en claro que todo este comportamiento surgió después de que les fuera administrada la vacuna a los adultos, y mucho antes, ya la histeria se había desatado ante la premonición en la rajadura del monolito protector del poblado. No estaba seguro de cuánto aportaba la información que había conseguido, pero Ludwig estaba determinado a sonsacar todo lo que le fuera posible al mismo Aldrich, al costo que fuera. Rory quiso intervenir para sugerir que otra medida fuese tomada, pero era consciente que era el rubio y no él el encargado de la misión, y que de todos modos esos eran, le gustasen o no, los métodos que los oscuros no temían emplear, si del otro lado de la balanza estaba en juego la vida de inocentes. Así que finalmente calló y retrocedió unos pasos, colocándose frente a Luna de manera que cada uno de ellos, en un eventual desgaste de la magia de Ludwig, pudiese ayudarlo a balancear su energía. El Daimōn resultó efectivo engañando la mente de Aldrich para conseguir su confesión, y el predicador observó con una mezcla de compasión y angustia, al medimago ahogado en sus propios mocos y llantos, explicando de qué manera su voluntad se había visto doblegada por la fuerza del espíritu de un mago tenebroso, del que ni siquiera sabía su nombre, y había convertido en un horrocrux a todo aquel poblado. ¿Estaba entonces todas esa gente condenada a la muerte? El estupor lo había paralizado pero no dejó de escuchar las siguientes palabras del hombre, que estaba a punto de revelar el punto donde descansaban los restos de aquel infame sujeto, pero entonces, una flecha, rápida como una ráfaga de viento, se clavó en la cabeza de Aldrich y con los ojos abiertos en un gesto de horror, el hombre cayó sin vida sobre la tierra. — No ¡No!- en vano Rory se tumbó en la hierba, desesperado y abrazando a uno de los niños que había roto en lágrimas también pues el sujeto que acababa de desintegrarse no era otro más que su padre. ¿Por qué una y otra vez la desesperación resultaba el crisol donde prosperaban el abuso y la infamia? Incluso condenada, comenzaba a entender que aquella gente había querido salvarlos de aquel mal y por eso los alejaba, en la intención de que ellos no se viesen contaminados. Que como había pensado desde que había depositado sus manos en el monolito, ya la tierra en ese lugar este se había visto corrupta mucho antes que aquel mago tenebroso convenciese a Aldrich de que lo ayudaría en su deseo de protegerlos a todos. — La desesperanza condujo a Dalkey a este terrible fin, pero nosotros no podemos caer en lo mismo- todavía sostenido a aquel niño entre sus brazos, Rory giró la vista hacia Cillian- estamos hablando de magia, magia que fue corrompida para dañar, pero nosotros tenemos el don de la magia sagrada para curar. No hay que bajar la brazos ahora, solo porque las cosas se torcieron. Creo que los poderes combinados de oscuros y sacerdotes pueden ayudar a dar con la localización de la tumba de ese tipo, pero necesitamos también pensar en una forma para revertir ese proceso del horrocrux. Tiene que haber una salida. Todavía recordaba el triste final que la inquisidora había tenido, aunque en su caso este fuera producto de los propios crímenes que había cometido. Sin embargo, esta vez era diferente, él estaba convencido que las cosas tenían y podían hacerse de forma diferente, teniendo en cuenta que al final, incluso si lo habían hecho motivados por el miedo a que esa profecía fuese cumplida, toda esa gente seguía siendo inocente. @ Scavenger Weatherwax @ Cillian Haughton @ Ludwig Malfoy Haughton @ Luna Gryffindor Delacour @ noe_snape @ Ela Karoline @ Mica Burke