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Thomas E. Gryffindor

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Todo lo publicado por Thomas E. Gryffindor

  1. <<Vaya lugar tan extraño>> pensaba el Gryffindor para sus adentros, cuando justamente fue interrumpido por la llegada de Lyra al otro lado de la cascada; ayudándola a subir cuidadosamente para que ésta no resbalara y se golpease con las rocas afiladas que yacían sobre la superficie de la cueva. -¿No te incomoda que esté sin mi camisa?- le preguntó a la bruja mientras ésta se secaba sus ropas y realizaba una serie de encantamientos que Thomas desconocía absolutamente, pero no quiso prestarle mayor atención al asunto, pues más adelante podría consultarle a la Selwyn el porqué de esos conjuros tan poco usuales. -¿Hablas de Juv? Ehhh... puede ser que esté encantada. Tampoco me parece normal tal nivel de abstracción. Siempre que compartí con ella en mi antiguo trabajo en el Departamento de Misterios... jamás se había comportado de este modo. No creo que esté "apunada" con la altura ¿Cierto?- comentó el fenixiano con incredulidad, desviando su foco de atención desde la mujer hasta los confines oscuros de la caverna que ahora los cobijaba con sumo misterio. -Tal vez un monje la dejó en trance... porque al llegar a la entrada del templo, me encontré de frente con uno que me quería obligar a usar esas túnicas tibetanas raras que ellos traen consigo. En costumbres y gustos no hay nada escrito- dijo a continuación, realizando un movimiento ágil con su cabeza para incentivar a Katara en el avance hacia la zona más recóndita de la gruta subterránea que ambos tenían por delante. Fue así que, sin temor, el adolescente comenzó con su travesía alumbrando el camino con el extremo distal de su varita; seguido por la Ivashkov que no le perdía el rastro por nada del mundo. El trayecto fue bastante largo, a decir verdad, teniendo que pasar por túneles cada vez más reducidos en diámetro hasta que ambos terminaron en posición cuadrúpeda avanzando entre sonidos de murciélagos y telas de araña que, de vez en cuando, se plasmaban en sus rostros. -Un mono araña, Katara. Sí... ésa es la clase de primate que más me gusta... además es mi patronus- respondió a la antigua interrogante que la hechicera del Concilio le había formulado, sonriendo tras imaginarse su aspecto. -¡Mira! Una luz al final del... ¡Olvídalo! Suena como que vamos a morir ¡JaJaJaJa! Pero, pasando por alto ese detalle humorístico, veo un resplandor dorado a lo lejos... además de calor, pero... yo no puedo seguir por el túnel... mi cuerpo no pasa; es muy reducido. Y entenderás que me da pavor lanzar un hechizo que provoque una avalancha que nos deje sepultados bajo tierra- pronunció casi en un susurro, al mismo tiempo que giraba su cabeza para mirar directamente a Lyra por si ella tenía un mejor plan. La última vez que Elros estuvo en una circunstancia así fue cuando Badru lo envió dormido a la prueba del Libro del Druida, pero esta ocasión era distinta, pues no se encontraba solo y no pondría en peligro la integridad de su compañera ante una decisión.
  2. Misty Day Finnigan Recepcionista del Taller Mecánico Srta. Anthena Rouvás.- Junto con saludarle, le escribo para notificarle la entrega de su pedido. Éste corresponde a una escoba, modelo Saeta de Fuego, color caoba, año 2016. Se realizó revisión técnica gratuita, la cual no mostró daños tras el scanner mecánico. Se efectuó procedimiento de: * Tallado personalizado de Flor de Jazmín: 1500 galeones - Gasto Total a Pagar: 1500 galeones.- Se ruega acudir al local comercial para hacer retiro de su medio de transporte. Saluda atte. a usted.- Misty Day Finnigan Secretaria Vulcanización Mágica <<Tal parece que el joven Tonks no vendrá pronto>> caviló la recepcionista mientras jugaba con sus cabellos ondulados rubios tras el mostrador ubicado en el vestíbulo del taller mecánico, optando por enviar la escoba del jefe del Departamento de Misterios hacia la bodega con ayuda de un empleado del lugar que justo pasó por ahí, así la muchacha no tendría que cargar peso ni interrumpir su comodidad. Rápidamente aprovechó de mandar la siguiente misiva a la mansión de los Stark, con el propósito de notificar a Athena para que ésta acudiera a la vulcanización de inmediato por su saeta de fuego. -Pero... ¿qué demonios sucede afuera?- gruñó la bruja en el momento exacto que su cuerpo recuperó la verticalidad al salir disparada de su asiento hacia la zona más externa del negocio; vislumbrando que un payaso se hallaba en la fachada del local entregando propaganda a las personas que se aproximaban a él por mera curiosidad. -¿Qué significa todo esto, eh? ¡Márchate de aquí si no quieres que te saque con un palo!- vociferó la nigromante con euforia, corriendo al publicista de llamativos colores, quien alcanzó a entregarle uno de los folletos que estaba repartiendo. <<¿Una mascarada en "Ars & Vita"? Pues... muéranse. Tengo que trabajar ese día por culpa de mi patrón desconsiderado>> reflexionó la Day, al mismo tiempo que volvía a ingresar a la antesala para enviar la próxima carta. -Veamos... Sí, la señorita reportera de "El Profeta"... Su moto voladora no mostró problemas tampoco- exclamó la secretaria, no olvidando rotular la dirección de la morada de los Granger en la cara extrena del pergamino; anhelado que luego aparecieran los propietarios de dichos medios de transporte para así marcharse a descansar. Srta. @.- Junto con saludarle, le escribo para notificarle la entrega de su pedido. Éste corresponde a una moto voladora, modelo Ducati Streetfighter, color negro, año 2016. Se realizó revisión técnica gratuita, la cual no mostró daños tras el scanner mecánico. Se efectuó procedimiento de: * Estampado de Catrina mexicana: 2000 galeones * Estampado de Catrina mexicana en casco: 500 galeones - Gasto Total a Pagar: 2500 galeones.- Se ruega acudir al local comercial para hacer retiro de su medio de transporte. Saluda atte. a usted.- Misty Day Finnigan Secretaria Vulcanización Mágica
  3. Rol Ministerial Control de Comercio Universal Instantes previos a subir a la segunda planta del local de decoraciones; el Gaunt embaló la figura tallada del dragón en una caja de cartón que sacó desde un sitio que el pelirrojo no logró divisar al estar a su espalda, y se la tendió a Thomas en compañía del valor en galeones que ostentaba aquella pieza de madera pulida muy bien labrada desde comienzo a fin. -¿5000? Vaya precio para un objeto, pero obviamente vale la pena- expresó el legilimago, al mismo tiempo que recibía su nueva reliquia y la dejaba a un lado del mostrador de vidrio con tal de continuar con sus labores como fiscal comercial antes de marcharse de ahí con su compra. -Vaya vaya vaya... ¿Artículos de Grecia? Espero no entusiasmarme demasiado con tu mercancía o terminaré gastando gran parte de mi fortuna aquí... Pues entonces condúceme al segundo nivel, Emmet- agregó con expectación el veinteañero; observando el ademán que el Haughton le realizó con su mano para que éste lo siguiera hacia la zona trasera del tablero donde permanecía una puerta que custodiaba las escaleras que, segundos posteriores, ambos hombres subieron sin vacilaciones. -¿Irlanda? Interesante eh, sobretodo por la rapidez del servicio que otorgan tus proveedores. A muchos comerciantes del callejón, como a mí, nos pasa que las cosas tardan bastante en llegar a Gran Bretaña, especialmente por los controles aduaneros que pone el Ministerio y el mismo Concilio de Mercaderes británico... Me imagino que trabajar ahí debe tener sus privilegios ¿No es así?- preguntó con un dejo de curiosidad el adolescente, avanzando lentamente a través de la vasta estancia que albergaba decenas de productos de antaño ligados a la mitología helénica más recordada de la historia. -Todo esto es un conjunto de obras de arte, Emmet. Los cuadros, las esculturas de los dioses, las columnas del Panteón... ¡Y mira! ¿Esto es una copia exacta del tridente de Poseidón?- cuestionó asombrado el futuro animago, pasando sus dedos por el metal de cada una de las puntas del arma; llamándole mucho la atención la pulcritud. -Siempre me ha gustado la Historia de la Magia... es uno de mis conocimientos favoritos ¿Sabes? Y bueno... yo soy propietario de un taller mecánico que está en la arteria principal. Me dedico a trabajar los metales con el propósito de confeccionar nuevas tecnologías mágicas para las motos y autos voladores. También aprovecho de revisar una que otra escoba, pero los motores y los metales son lo mío. De ahí viene mi fascinación por las armas... y este tridente está perfecto para decorar la entrada de mi vulcanización ¿Cuánto vale?- consultó con un brillo singular en su mirada esmeralda, fijándola directamente en las perlas azuladas del Gaunt a la espera del precio de aquel arpón o cetro de tres dientes del dios de los mares hermano de Zeus y Hades.
  4. Rol Ministerial Control de Comercio Universal Emmet parecía ser un buen hombre y anfitrión dentro de todo, especialmente por la forma educada que tenía de responder cada una de las preguntas del fiscal comercial; el mismo que no paraba de tomar apuntes sobre todo lo que sus orbes esmeraldas veían dentro del local de decoraciones, hasta el más mínimo vocablo que el vampiro decía en relación a sus bienes personales al interior del propio inmueble londinense. -Me queda claro que la administración del negocio la lleva usted, señor Haughton... y créame que tiene muy buen gusto con el ornato que se puede contemplar en esta primera planta. Me han llamado la atención los objetos ligados a Hogwarts y la manera que tiene usted para exhibirlos tan bien; le felicito- comentó el muchacho, sin despegar sus órbitas de los ojos zafíreos claros del Gaunt, con el propósito de leer su mente con ayuda de la Legilimancia en cuestión de segundos; corroborando la veracidad de sus palabras. -Quizás más adelante considere tener afiliados... yo pienso que le haría bien una colaboración de vez en cuando ¿No lo cree? Me imagino que su labor en el Concilio de Mercaderes como Jefe del Magic Mall lo debe dejar agotadísimo durante el día... a veces necesitamos guardar descanso o distraer la consciencia de los quehaceres- agregó el Gryffindor sonriendo, mientras sus delicadas manos se posaban sobre la vitrina donde yacía la figura del Ridgeback Noruego que tanto se asemejaba a su amado Chimuelo. -Y en base a esto... Necesitaré que lo empaque, por favor. Me llevaré su última obra, joven Haughton. La pondré en mi escritorio para recordar siempre a mi dragón favorito... pues es el único que tengo por ahora ¡JaJaJaJaJa! Hay que aprovechar los galeones que se tienen en Gringotts ¿O no?- exclamó con fervor, anhelando que Emmet prontamente le diera el valor de la pieza tallada, con tal de hacer el cheque que el Gaunt podría cobrar en una de las tantas ventanillas del banco mágico más reconocido y seguro de toda Gran Bretaña, el cual quedaba a escasas cuadras de allí. -Emmet... Tengo entendido que, según el registro de su local mercantil en el Ministerio de Magia, posee una segunda planta habilitada para clientes ¿No es así? ¿Sería tan gentil de enseñármela?- preguntó Thomas con tono de voz inquisitivo, cambiando su actitud cordial de hace un rato por una personalidad un poco más seria que venía, como anillo al dedo, con su cargo de jefatura dentro del Control de Comercio Universal. -Me sería de agrado que me fuera comentando acerca de sus nexos directos con la... o sea, con las fábricas extranjeras o nacionales que le transportan su mercancía. ¿Son muggles?- volvió a cuestionar el patriarca de los Granger, no olvidando efectuar su análisis exhaustivo sobre cada rincón de la tienda de decoraciones, sin que el inmortal lo distrajera lo suficiente de su misión secreta adentro de esas cuatro paredes de concreto en el callejón Diagón.
  5. <<Creo que es pronto para deducir cuál de las dos será la correcta>> caviló el Gryffindor sentado en una de las ramas de un viejo alerce que se hallaba en el frondoso bosque al interior del templo tibetano; optando por guardar la pieza tallada adentro de una bolsa especial que llevaba amarrada a su cintura, justo cuando Lyra le dirigió la palabra casi gritando desde la zona baja del terreno oriental. -¡JaJaJaJa! ¿Parezco serlo, Katara?- bromeó el veinteañero mientras adoptaba una posición similar a la de un chimpancé rascando su nuca con insistencia, con tal de llamar la atención de la poderosa Selwyn antes de que ésta se encaminase a los pies de la laguna, en una actitud extraña que denotaba cierto grado de curiosidad e incertidumbre. Fue por eso que el muchacho quiso descender del árbol para poder acompañarla hasta dicho lugar, logrando escuchar el comentario de la bruja en relación al poco agrado de los gatos con respecto al agua. -Pues... no tienes para qué pensar eso, Lyra. Yo no veo ningún felino domesticado por los alrededores, a menos que seas una... animaga- comentó el fenixiano tras ponerse de flanco izquierdo a la Ivashkov, mirando directamente a través de sus orbes cafés como si pudiese leer su mente a través de ellos, cosa que obviamente no realizó pese a ser un tenaz legilimago. -Es muy, pero muy peculiar que una cascada sea parte de un templo ¿No lo crees? Algo dentro de mí me dice que no es lógico, o por lo menos que sale del límite de la normalidad muggle... aquí hay una magnífica fuente de magia escondida que yace en cada una de las runas naturales que están desparramadas por todos los rincones. Es más... antes de bajar de la cima del otro árbol, logré coger otra pieza de madera labrada que pareciera ser "Berkanan" /ᛒ/... el símbolo más puro del esfuerzo... hay una razón fundamental por la cual estamos aquí, Katara- agregó, al mismo tiempo que se agachaba con el propósito de mojar sus pálidas manos con el agua cristalina, algo gélida ante la temperatura de la región, que se reunía ahí tranquilamente. -¿Ésa que tienes ahí no es "Laguz" /ᛚ/? ¿Agua?... ¿Berkanan, esfuerzo? Si mi razonamiento no me falla, debemos pasar al otro lado para explorar la cueva que se vislumbra enfrente... ¡Ven, Lyra! ¡Anímate!- exclamó con una sonrisa a flor de labios mientras se desprendía de sus ropas, quedando solamente con la prenda inferior antes de lanzarse a la laguna con un clavado que salpicó agua por doquier. Fue así que, luego de sumergirse sin la necesidad del encantamiento Casco Burbuja, el patriarca de los Granger salió a flote en la orilla de lo que parecía ser una oscura caverna con múltiples estalactitas en el techo; afirmándose bien antes de impulsarse lo suficiente como para subir a la superficie terrestre. -Lumos- conjuró con su varita en ristre, anhelando que su compañera llegase pronto a su lado para avanzar juntos por la senda que las runas antiguas les manifestaban poco a poco.
  6. <<¿Mi poder interno para evitarlo?>> se preguntó Thomas cuando las palabras de Suluk resonaron en su mente de forma inesperada, ocasionando que una pizca de inquietud aflorara en él al momento de que comprendió la real enseñanza que la esquimal le estaba entregando con dicha misiva intangible; mensaje que le impulsó a acercarse aún más a los papiones de la jaula con el objetivo de analizar su conducta y forma de vida. ¿Cuál era la razón del porqué su transformación se ligó a la de un primate? ¿Qué tenían aquellos animales que tanto le unían a él y a su manera de ser? ¿Podría ser posible que el mono fuese el espíritu que yacía en su interior? Eran parte de las interrogantes que el Gryffindor se formulaba mientras avanzaba por el terreno delimitado en el hogar de los babuinos; colgándose de algunas cuerdas, trepando una que otra viga, y saltando de un sitio a otro con la ayuda de su cola, hasta que finalmente se cansó y decidió reposar cerca de una charca maloliente que estaba en la zona central de la estancia dentro del zoológico de Los Ángeles. El adolescente tenía claro que los monos solían vivir en manadas, con una estructura social amplia, compleja y ordenada, aunque también fuertemente jerárquica. El poder yacía en las manos del macho adulto, y le siguen los emparentados con él, que cooperan para dirigir la marcha del grupo, situándose en la periferia del mismo, desde donde vigilan la aparición de los depredadores posibles en un ambiente natural. Las hembras y crías siempre son custodiadas, y existe un régimen de "padres modelo" incluido al igual que en los seres humanos. ¿Será esa humanidad lo que afiata el lazo del medimago al mono? ¿O será que la personalidad extrovertida del Granger, a lo largo de su vida, la fuente primordial que cohesionó ambas almas? Todo era confuso, pero poco a poco la nebulosa desaparecería de los pensamientos del fenixiano; y su consciencia tomaría un rumbo absolutamente directo a la resolución de todas esas interpretaciones existenciales que brotaron en él mientras tomaba sol tendido en una plataforma de madera en la parte más alta de la jaula. <<Toda mi vida... siempre pensé que mi animal favorito era tejón, aunque también admiraba la figura del poderoso león... el emblema de mi familia; pero... siempre supe que me faltaba algo para estar cien por ciento completo. Ese complemento era el mono... mi espíritu animal que desde niño vivió dentro de mí, forjó mi carácter y me hizo ser quien soy; un joven apasionado por la familia, muy respetuoso de mis ancestros y que ama la libertad por sobretodo... Ésa es la razón>> reflexionaba el vidente con serenidad, anhelando que la hechicera de Groenlandia sintiera su energía. Fue en eso que una lágrima rebelde surgió desde su orbe izquierdo y recorrió la mejilla hasta caer al piso, misma muestra de fe que brilló paulatinamente e hizo encandilar la mirada del mono araña que, segundos más tarde, ya era todo un hombre en posición sedente adentro de un perímetro que no estaba habilitado para el transitar común de los visitantes al interior del parque. -Mira mamá, hay un chico en la jaula- gritó la voz chillona de una infante que estaba tomada de la mano de su madre, la cual apuntó directamente hacia donde se hallaba Elros con la atención focalizada en cómo salir pronto de ahí antes que lo apresaran. Pero, cuando ya estaba at portas de llegar seguridad tras el aviso del público sobre el infiltrado, el pelirrojo se metió en una de las casas de los papiones y se sumergió en aquella desagradable sensación de vacío que materializó su cuerpo en la entrada del zoológico donde sus sentidos se clavaron directamente en la silueta de la Arcana que se encontraba acompañada de Keaton, su antiguo profesor de Historia de la Magia. -Buen día, señor Ravenclaw... Maestra Akku, he comprendido todo luego de mi transformación. Siento que logré encajar las piezas del puzzle y tomar consciencia de mi lazo con el mono... viví una experiencia inolvidable- comentó el legionario luego de orientar sus pies con agilidad hacia donde estaba la anciana con el nuevo aprendiz.
  7. -Juv, que tranquilidad encontrarte por estos lados- volvió a saludar a la bruja, dirigiéndole una sutil reverencia antes de volver a orientar su mirada esmeralda hacia Lyra con un dejo de cordialidad y camaradería evidente tras las múltiples ocasiones en que ambos magos se habían topado durante su formación de postgrado. -Claro que no nos complicaste demasiado la vida, querida. Si el estudio universitario involucra una aventura peculiar, se hace mucho más amena la clase- agregó Thomas mientras ojeaba el andar de la Malfoy a través del templo tibetano, percatándose que el vasto bosque que tenían por delante sería el entorno mágico donde sus destrezas deberían florecer para esclarecer los mensajes ocultos que poseían las runas que analizarían durante su estadía en Asia Oriental. -Muy bien profesora... confío en que los dioses nórdicos nos guíen para que la misión no sea tan confusa. Le reconozco que en un comienzo estaba con la mente en otra parte muy, pero muy diferente al centro de concentración que se debe tener en estas instancias, pero cuando arribé al Tíbet, me di cuenta que esto no sería nada fácil, y lo tomé como un desafío personal- comentó el legilimago, no sin antes canalizar sus ojos en la caja misteriosa de Katara, la cual vibraba con fuerza al igual que una de sus runas en la bolsa que había escogido para colocar el resto de las piezas talladas que no tenían nada que ver con la misiva inicial. -Entiendo Juv, será una tarea digna de efectuar. Me quedan claras las indicaciones, por lo que emprenderé el rumbo hacia el interior del templo para hallar el mito que esconden estas paredes rodeadas de una mística arboleda- añadió con una sonrisa a flor de labios, al mismo tiempo que pudo contemplar las variadas equis azabaches resplandecientes en algunos troncos del área a indagar a continuación. <<Mitos y leyendas populares que han sido los cimientos de un montón de civilizaciones>> caviló, luego de cruzar dos enormes puertas que le permitieron ingresar al terreno boscoso donde debería descifrar las claves secretas. Fue en eso que el fenixiano extrajo la runa que se movía con efervescencia al interior de la bolsa que contenía la caja que había llegado a su domicilio; encontrándose con una pieza llamada "Uruz" /ᚢ/ del alfabeto futhark antiguo; mismo tallado que simbolizaba la contención de la energía para poder dirigirla solamente hacia un único objetivo provechoso, lo que le indicaba que debía disipar su mente de lo ajeno con tal de focalizarse sin descanso en su encomienda primordial para salir victorioso. -Quizás esto es un incentivo para no decaer con las preocupaciones externas... la vida familiar, mi local comercial en Diagón, mi trabajo en el Control de Comercio Universal... Ufff, una serie de problemas que aquejarían a cualquiera en realidad. Debo ser precavido porque puede no ser cierto todo esto que interpreto del libro que mi padre me prestó de la biblioteca de Alejandría- exclamó con dubitación, aproximándose a uno de los árboles más cercanos que estaban en el perímetro que la Malfoy les había mostrado a ambos estudiantes. Allí se podía vislumbrar que en la copa del mismo yacía otro fragmento nórdico, por lo que Elros escaló ágilmente hasta la parte alta para cogerla y analizarla con sumo cuidado con una pizca de curiosidad. -¿Dagaz? No, no creo... pues le falta la barra paralela del lado derecho... ¿O será Gyfu? Porque en ese caso le sobraría una barra a la equis- pensaba en voz alta desde la cima del alerce, distinguiendo que la Selwyn volvía a reunirse con la directora de Misterios en el punto de partida.
  8. Rol Ministerial Control de Comercio Universal Los ropajes oscuros del veinteañero se mecieron con una suave corriente de viento que ingresó a través de un estrecho espacio que quedó al no haber permanecido bien cerrada la puerta del local de ornamentación griega, por lo que el pelirrojo estiró su brazo derecho levemente para terminar con aquel vaivén eólico mientras oía que el muchacho de orbes azules claros respondía a su interrogante con un dejo de inseguridad evidente frente al otro sujeto que no emitía palabra alguna ante la llegada del funcionario mercantil. -Buenas tardes, señor Gaunt. Soy Thomas Gryffindor; jefe del Control de Comercio Universal. He venido a su negocio con la misión de supervisar que todo esté en orden en relación a los papeles de registro de la tienda en el Ministerio- explicó primeramente el vidente extendiéndole la diestra con gentileza, al mismo tiempo que le enseñaba al mago una placa dorada que le identificaba como empleado activo de la institución gubernamental mágica. -Sabrá que mi lugar de labores no reside dentro de las plantas, como los demás departamentos; pero aquello no lo desmerece a la hora de hacer cumplir la ley como corresponde, Emmet. Solamente estoy aquí para hacer una ronda de rutina que avale que su estancia de decoraciones está funcionando legalmente y bajo las normas del ministro- agregó, avanzando lentamente por la primera planta hasta que su mirada esmeralda se fijó en un mostrador de vidrio muy fino ubicado en toda una esquina, donde se exhibían pequeños productos alusivos al mundo de la hechicería que todos conocían al pie de la letra. -¿Es un ridgeback noruego de madera? ¡Por Merlín, es bellísimo! ¿Usted es quien los talla o tiene una fábrica que le vende estos objetos?- preguntó emocionado de ver una diminuta, pero majestuosa, escultura de su dragón; posando su atención también en una acromántula de cristal que brillaba con los rayos de sol que traspasaban los vastos ventanales bordeados de roble antiguo del establecimiento comercial en honor a la hija del titán Cronos, Hestia. Escobas de metal labrado, elementos de Quidditch, los escudos de las cuatro casas de Hogwarts, llaveros, y uno que otro retrato de personajes afamados ligados a la historia de la magia; eran las curiosidades que se podían contemplar a simple vista si no se indagaba mayormente en los recovecos del local; por lo que Elros optó por comenzar de lleno con las interrogantes de rigor que debía hacerle al vampiro. -Señor Gaunt... ¿Es usted el único propietario del inmueble? ¿Tiene afiliados actualmente? Porque me imagino que alguien debe estar a cargo de la administración de tan lujoso sitio ¿No es así? Y bueno... dígame también a qué rubro se dedica primordialmente su negocio, Emmet- consultó al inmortal de barba no muy espesa, centrándose netamente en las anotaciones que debía efectuar en su bitácora de fiscalización ante las futuras respuestas del hombre investigado por la justicia.
  9. Rol Ministerial Control de Comercio Universal Todo estaba saliendo a la perfección desde que el pelirrojo había aceptado el ofrecimiento de la Trinidad para hacerse cargo de las oficinas del CCU; tanto así que su fuente de trabajo se triplicó con el único hecho de tener que pasar a supervisar la gran parte de los locales mercantiles que funcionaban en el Callejón Diagón y Knockturn con motivo de tener en orden todo el papeleo que requería el Ministerio de Magia para certificar el correcto funcionamiento de los negocios y no emitir un título de clausura ante faltas que se podían evitar si los propietarios hacían un uso adecuado de la patente mágica que la mayor institución gubernamental de Gran Bretaña otorgaba a la hora de pasar a inscribir un nuevo establecimiento comercial. En dicha oportunidad, el muchacho de expresivos orbes esmeraldas optó por dirigir sus flechas hacia la tienda de decoraciones llamada: "Atelier de Hestia" donde figuraba un exclusivo dueño sin registro de afiliaciones. Fue así que el medimago clandestino orientó su brújula mental en compañía de su andar característico, a través de la avenida mercante principal, hasta que su mirada se detuvo frente a un par de puertas de vidrio con finos marcos de roble que daría paso a lo que era la planta baja de las cuestionadas instalaciones ornamentales. Tras cruzar el umbral se oyó una armoniosa campanilla que indicaba, a ciencia cierta, el arribo de un nuevo cliente; pero en este caso en particular, no se trataba de uno que acudiera precisamente a comprar artículos para ambientar todos los rincones de sus espacios físicos más frecuentados, sino de un empleado que venía por una inspección de rutina enviado directamente por el gobierno mágico londinense. -Buenas tardes... busco a Emmet Haughton Gaunt ¿Es alguno de ustedes dos?- preguntó el fiscalizador con voz alta y segura, al mismo tiempo que ojeaba de lejos algunos estantes con productos bastante interesantes. Frente a él se hallaban dos sujetos muy cercanos: uno de cabellos azabaches canosos, y el otro de orbes zafíreos claros apenas distinguibles por los mechones de pelo que caían sobre su cara de cutis grisácea perceptible. -Vengo de parte del Ministerio de Magia- concluyó con seriedad. Verdaderamente su labor como fiscal comercial le agradaba bastante a Thomas, especialmente porque en sus minutos libres afuera del recinto de salud de sanación y resurrección para la Orden del Fénix, podía conocer más sobre el rubro de diferentes negocios que estaban dispuestos en las calles más transitadas por los magos y brujas británicos, y durante el transcurso del mes de Agosto había escogido el establecimiento del Haughton al saber su relación estrecha con el Concilio de Mercaderes y su posible lazo con miembros de La Marca Tenebrosa; cosa que le interesaba estudiar a fondo al vidente para poder presentar dicho caso a sus altos rangos si se llegaba a corroborar alguna información que ligara al vampiro con el uso indebido de magia oscura y fuera de la legalidad.
  10. -Te doy mi palabra de hombre, Athena- fue lo último que dijo Thomas, empeñando su honra, antes de que la auror comenzara a realizar las maniobras de aterrizaje en el leal hipogrifo domesticado tras estar sobrevolando el firmamento por encima de la mansión de los Gryffindor. El descenso fue tranquilo, pero Elros ya estaba lo suficientemente mareado como para no resentirse con el pequeño golpe de las patas de la criatura alada contra la tierra de los jardines delanteros de la residencia fenixiana; efecto que provocó que una náusea brotara en él mientras oía la reflexión que la joven Rouvás le comentaba en relación a la confianza y los lazos de sangre que no siempre eran de fiar. -¿Si te conozco? ¡Pues, claro! Eres Athena Rouvás, mi novia. ¿Somos o no somos amigos eh? Mientras estés conmigo, jamás te vas a perder... cosita de Merlín. Eres tan dulce como un fresco melocotón. No sé si debiera decirte algo así en estos momentos, pero me gus...- fue lo que alcanzó a expresar el pelirrojo, justo antes que una nueva ola de vómito saliera de su boca hacia el piso natural; salpicando en el lomo al pobre de Stormswift, el cual mostró su molestia batiendo las alas instantes previos a la bajada torpe del adolescente, la misma que terminó con el medimago en el suelo sobre su propia regurgitación, asemejándose a un "chanchito de tierra". -A... Ayuda, Athena. Me moriré ahogado- exclamaba pidiendo socorro, delirando como si su cuerpo se fuera a sumergir en las profundidades del océano; pasando por alto la cordial sugerencia de la griega sobre no hacer ruido a esas altas horas de la madrugada. -Señorito Thomas... Madame Rouvás... Buenas no... o sea buenos días. Tanis escuchó los gritos del amo, y antes de que Rhaenya despertase, mejor se levantó y vino a ver con sus propios ojos lo que sucedía. La señorita Kyttara está en la sala, y hay otros merodeando por los alrededores. Será mejor que Tanis le ayude a cargar al señorito, madame Rouvás- dijo el elfo de Elvis luego de aparecer junto al par de amigos tras un chasquido; colaborando con la misión casi imposible de trasladar al legionario hacia las instalaciones de su alcoba en el tercer piso de la morada. Misty Day Finnigan Recepcionista del Taller Mecánico Por su parte, la nigromante se había custodiado en el taller mecánico ordenando el desastre que quedó en el salón de procedimientos adaptado para la inauguración del negocio del Gryffindor en el callejón Diagón; y a la mañana siguiente se presentó dignamente a trabajar como su patrón se lo había solicitado. Con el favor de Morgana, ya se había terminado el primer pedido, y era hora de entregarlo al sujeto que había confiado su pertenencia en las manos profesionales del ex-inefable del Departamento de Misterios y su elenco. -Veamos... Esta escoba pertenece al señor Antoni Tonks. Una saeta de fuego en excelentes condiciones que no mostró ningún signo de daño de fábrica en la revisión técnica. Pero el costo total del presupuesto es de 5100 galeones- dijo la Day mientras leía la ficha de entrega que mandaría por lechuza al joven peliverde, informándole que su medio de transporte estaba listo para ser retirado cuanto antes de la Vulcanización Mágica. Sr. @.- Junto con saludarle, le escribo para notificarle la entrega de su pedido. Éste corresponde a una escoba, modelo Saeta de Fuego, año 2015. Se realizó revisión técnica gratuita, la cual no mostró daños tras el scanner mecánico. Se efectuó procedimiento de: * Barnizado tono cedro: 2000 galeones * Detector mágico patente (AT-17-09): 2100 galeones * Tallado personalizado de nombre en mango: 1000 galeones - Gasto Total a Pagar: 5100 galeones.- Se ruega acudir al local comercial para hacer retiro de su medio de transporte. Saluda atte. a usted.- Misty Day Finnigan Secretaria Vulcanización Mágica
  11. <<¿Dónde demonios me encuentro?>> pensó Thomas para sus adentros mientras caminaba, algo desconcertado, por el lugar donde su cuerpo se había materializado tras sumergirse en aquel portal que conjuró con ayuda del arte de los Uzza. De cierta forma, el área que ahora pisaban sus pies le parecía conocida, tanto así que prontamente pudo deducir el sitio exacto donde las runas le condujeron con sumo misterio. Según sus propios cálculos, su imagen adolescente se hallaba en la meseta asiática, al noreste del Himalaya; región que ya había tenido la grata oportunidad de conocer de la mano de Cissy Macnair, quien fue su docente de Maldiciones hace bastante tiempo atrás. Recordaba con cierta intriga toda aquella batahola que tuvieron que vivir antes de arribar a la zona más alta de la Tierra, con una elevación media de 4900 metros que, con el favor del ilustre mago Merlín, no lograron ocasionarle dicho malestar físico originado por la adaptación a la baja presión de oxígeno estando en una altitud considerablemente mayor a la habitual en Gran Bretaña. -Creo que tanta aventura entre las miles y millones de montañas que existen en el planeta... me pasará la cuenta con el paso de los años. Aunque, debo reconocer que el trekking es bastante entretenido- expresó el pelirrojo con una sonrisa a flor de labios, al mismo tiempo que sus pies se encaminaban con templanza rumbo a un pueblo con casas de techos peculiares que se asemejaban lo suficiente a un tablero de ajedrez mágico por la sencillez de ambas tonalidades que se lograban vislumbrar desde su ubicación; destacándose el rojo y blanco entre tanta muralla de piedra antigua. <<Ése que se ve por allá... ¿No es el Monte Everest?>> se preguntó el legilimago cuando su mirada esmeralda se cruzó con la majestuosa frontera con Nepal, corroborando que efectivamente la magia de los pequeños bloques tallados en madera le habían trasladado al mismísimo Tíbet en Asia Oriental. Fue así que, sin pensarlo por más minutos, el patriarca de los Granger comenzó el descenso hasta el mítico poblado; afirmándose de las rocas, de vez en cuando, para no resbalar por lo corrediza que era la senda hasta su objetivo final. El ambiente, al estar en plena estación veraniega, debió haber estado seco; pero Agosto se caracterizaba por ser un mes lluvioso junto a Julio, sobretodo por las noches, por lo que era común apreciar ciertos charcos de agua estancada en las rutas más transitadas por los turistas muggles que se protegían del sol durante el día, y del frío cuando la luna y las estrellas se apoderaban del firmamento que cubría a los aficionados al senderismo y la excursión, sin importarles los obstáculos que el clima y la naturaleza les imponían. http://i.imgur.com/LjhRxhf.png -Vamos Elros... no te apunes, respira tranquilo... uno, dos, tres...- repetía el muchacho conforme avanzaba por el trayecto trazado hasta el pueblo oriental; pero su caminar se detuvo "en seco" cuando su centro de atención quedó fijo sobre una especie de signo pintado de carmesí sobre una piedra, tal como si se tratase de una runa recientemente forjada. <<La esvástica... sí, es ella. He visto esta representación en varios libros de Historia de la Magia. Se consideraba un símbolo solar, pero para los tibetanos es un amuleto mágico muy ligado al fuego... ¿Qué pasará si la toco? Parece estar fresca>> reflexionó el fenixiano segundos antes de que sus dedos pasaran por encima de la runa, la misma que lo volvió a transportar involuntariamente al inicio de una especie de camino custodiado por setos y bonsáis. -Era un traslador... ¡Magnífico!- exclamó sonriendo, con la emoción erizando todos los vellos de sus brazos al ver cómo se alzaba una especie de templo muy cerca de donde su apuesta figura se había aparecido. -Buenos días Juv... ¡Lyra! Otra vez coincidimos en nuestras metas académicas... Es un gusto compartir con ustedes- saludó el legionario cuando su silueta cruzó las puertas del monasterio, dirigiéndose a su antigua directora en el Departamento de Misterios y a la bruja empleada bajo el Concilio de Mercaderes londinense; cautivando sus orbes con el paisaje que se reveló ante él, desde la cascada de agua cristalina hasta lo que parecía ser un bosque al interior de Tashilhunpo en Shigatse (según lo que pudo descifrar a "duras penas", previo a cruzar el umbral de la residencia tibetana tras oír un idioma extraño proveniente de un monje de atuendo simpático).
  12. Las palabras de la Akku resonaron en la mente extrovertida del mono araña que continuaba trepando sobre las copas de los árboles del Valle de los Diez Picos; frase sencilla que le indicaban el próximo destino que el primate debía tomar, atravesar una vez más el portal que estaba a los pies del Lago Moraine con tal de seguir con el aprendizaje de la habilidad mágica. <<Otro viaje más, vaya... creo que a este paso, terminaré dando por concluido mi objetivo de conocer el mundo entero>> caviló Thomas para sus adentros, al mismo tiempo que su mirada azabache se desviaba intranquila hacia la figura humana de Ishaya, la cual amordazó al oso grizzly de la reserva canadiense con un hechizo que terminó por bloquear cualquier intento ofensivo de éste. <<Muchas, pero muchas gracias, amigo>> pensó el aspirante a animago en conjunto a un chillido agudo de alegría que salió desde su hocico mientras descendía del alerce que había escalado; llegando una vez más junto al Tonks con el objetivo de ascender hasta sus hombros y sumergirse en aquella desagradable sensación de vacío que otorgaba de forma gratuita una aparición. Dicha técnica fue la que les permitió materializarse de inmediato en el lugar exacto donde permanecía abierta la brecha tridimensional que la inuit había conformado; portal que llamó la atención del Gryffindor al percatarse que algo distinto emanaba de él, muy diferente al aura que traía consigo aquella puerta de tiempo-espacio que había atravesado con anterioridad desde la vivienda nívea de la hechicera oriunda de Groenlandia. <<Claro... todo bien>> trató de transmitirle mentalmente al director de "El Profeta" luego de que éste le preguntase sobre su estado de salud tras recibir una serie de Episkey a su beneficio; encantamiento que sanó por completo la herida sangrante que brotó en su pierna peluda por el ataque de las garras afiladas del malogrado mamífero carnívoro del frondoso bosque montañoso de la provincia de Alberta, el mismo que ahora debía estar absolutamente confundido a la guarda de sus crías. <<No te preocupes, los Arcanos son más gentiles que los Uzza. Ya estoy acostumbrado a su carácter>> reflexionó estando sentado sobre el suelo húmedo de la planicie natural; anhelando que su compañero de la Orden del Fénix cruzara el umbral azulado que, a ciencia cierta, los trasladaría a otra zona especial donde ellos pudiesen proseguir con su disciplina; a diferencia del Browsler y Niko, debido a que ellos permanecieron ahí esperando la prueba que podría llegar a vincularlos al anillo que la esquimal portaba con orgullo. Fue así que Elros, aún en su forma animal, se internó decidido en el portal zafíreo; no sin antes dirigirle, a los dos magos que se quedaban allí, una sonrisa simpática de changuito que a muchos niños y adultos siempre le causaban risa cuando se hallaban de frente con un ejemplar tan carismático como ése. Pero aquel gesto de felicidad desapareció rápidamente cuando su mirada expectante quedó estupefacta al notar en el perímetro donde había florecido su cuerpo mortal desde Canadá. Era una cárcel enorme, llena de barras metálicas por donde se pudiese vislumbrar; unas cuantas rocas, una especie de estanque con agua maloliente, cuerdas colgando desde el techo y una serie de plataformas de madera que formaban construcciones simples donde se podía descansar y también recrear. Sí, era una jaula de simios; pero no cualquier mono, sino un grupo de papiones. <<¿Qué es todo esto?>> se cuestionaba el patriarca de los Granger mientras vagabundeaba por el área; analizando de lejos a varias aglomeraciones de babuinos que se mantenían tomando el sol sobre un extenso tronco. <<Debo salir de aquí... ¿Por qué Suluk me dejó solo? ¿Mei... Cissy?>> volvía a preguntarse algo nervioso; sentimiento que se acrecentó cuando se dio cuenta de que no podía volver a transformarse en su forma humana por más ganas y deseo que tuviese en mente. Claramente, el muchacho pelirrojo no tenía dominada la habilidad; y que únicamente se había podido convertir en mono araña al estar en una situación estresante de sumo peligro frente al oso, pero ahora, en ese preciso instante, no tenía los recursos necesarios para volver a ser el adolescente que era. <<No puede ser posible... me quedaré así por el resto de mi vida>> repetía una y otra vez con una pizca de insistencia que se veía reflejada por los movimientos oscilantes del primate dentro de la jaula del zoológico de Los Ángeles, hasta que dos papiones adultos se le aproximaron con cautela con el propósito de acorralarlo contra una viga para empezar a escabullirse en su pelaje (algo anaranjado en ciertas partes) tal y como solían hacerlo de costumbre entre los de su especie durante el transcurso del día. http://i.imgur.com/UpDPM8b.jpg
  13. -Gracias por el cumplido, amiga... y así es, me parezco mucho a mi madre; aunque igual tengo características similares a las de mi papá... pese a que éstas sean menos visibles. Pero si gustas... algún día, quién sabe, te las puedo enseñar en privado- coqueteó Elros descaradamente a la griega, aprovechándose de que ésta ya había retornado su vista al frente para evitar efectuar otra maniobra de vuelo forzada como la realizada anteriormente ante la gran campana del reloj londinense. -No eres una niña para tener que fingir, querida. Y si lo hicieras... me bastaría con mirarte directamente a tus ojos azules con tal de saber lo que realmente estás pensando acerca de la barbaridad que te estoy confesando hoy, pero como no es necesario... no tienes de qué preocuparte, Rouvás- agregó, sintiendo un leve mareo cuando la auror ganó nuevamente un poco de altura con Stormswift. -Estoy... estoy consciente de que mi arribo a esta época ya ha modificado algunas cosas en el futuro; como esta plática que estamos sosteniendo ambos ahora. Jamás pensé que le contaría esto a nadie que no fueran mis padres... Me he mordido la lengua una infinidad de veces que he estado con Ley, Kytta, Luna, Groter y el resto de mis hermanos... No te imaginas las ganas que he tenido de contarles quién soy en verdad, y poder abrazarlos con libertad. Sé que todo esto suena como una locura de un paciente esquizofrénico del ala psiquiátrica de San Mungo... pero tienes que creerme. No pienses que porque estoy borracho me las doy de historiador. Te invito a que me des un buen sorbo de Veritaserum apenas lleguemos a casa- comentó a modo de propuesta "indecente", luego de que Athena quedase sumergida en un mar de pensamientos que la silenciaron por completo por más de dos minutos durante el transcurso del viaje; acaparando la atención del adolescente, el cual se sintió frustrado al no poder comprobarle en ese instante que todo lo que le estaba diciendo era más que cierto. -Tal vez sí he venido a cambiar la historia... pero el motor de todo es hacer justicia- concluyó el medimago jefe del Control de Comercio Universal, justo en el santiamén que la griega volvió en sí. -Ya veo... de ahí viene la flor de jazmín, amiga. Siento mucho lo de tu madre si efectivamente ha fallecido. Pero no debes darte por vencida hasta que tengas pruebas y hechos concretos que demuestren esa teoría. Por ahora, debes ser optimista y pensar que ella está viva en alguna parte de este mundo ¿Vale?... Y bueno, si el otro sujeto petulante es a quien llamas "padre"... te compadezco, Rouvás. En la representación mental que vi de él... pude notar que no tiene muy buen carácter, eh... pero bueno, no todos somos iguales. Hay que respetar la diversidad de las personas ¿No lo crees?- manifestó, agradeciendo la sinceridad de Athena a través de una cálida sonrisa que se dibujó a lo ancho de su apuesta fisonomía; eso sí algo menoscabada por la serie de muecas producto de las náuseas que florecían en los instantes menos propicios. -No... no te puedo revelar eso, Athena... correrías un grave peligro. Es mejor que te quedes con la idea que no todos los Gryffindor son de confiar... ¡Claro! Eso me excluye a mí ¡JaJaJaJa! Ya que, como dices, me conoces desde bebé. Ojalá que no te toque mudarme eh, o quedarás impresionada con lo "grande" que es mi... corazón- bromeó Elros mientras se percataba que ya estaban a pocos metros de llegar a su lugar de destino, el hogar de sus amados padres.
  14. -Veamos... Lo mejor será contarlas una por una; así tengo una certera impresión de cuántas son... y no deduzco nada, ya que el estudio de las Runas Antiguas es bastante detallado y preciso. Entonces... una, dos, tres... diez, once, doce... veinticuatro y... no, son veinticuatro justas ¡Sí! Y si el número de trozos es éste, no me cabe la menor duda que el alfabeto corresponde a Futhark Antiguo- concluyó el Gryffindor con determinación, estando recostado encima de su cama mientras revisaba concentrado todos los pedazos de madera tallada que venían adentro de la curiosa caja que Tanis le entregó en las manos. -El libro de la biblioteca dice que... esta metodología rúnica fue usada para escribir en proto-nórdico alrededor del año 400, y se encontró en la piedra de Kylver en Gotland, Suecia, por primera vez. Cada una tiene un nombre, elegido para representar el sonido de sí misma... por lo tanto, son veinticuatro fonemas diferentes... Vaya deducción tan lógica- se decía a sí mismo el ojiverde, recordando que debía resolver la problemática central que conllevaba a que esas piezas estuviesen bajo su propiedad y no la de otro ciudadano común y corriente de Ottery. Fue así que el medimago optó por desenvainar su varita de pirul y, con un ligero movimiento de muñeca al tener a "Lion" firmemente sujetada en su diestra, cerrar las cortinas que dejaban ingresar algunos rayos de luz por los amplios y transparentes ventanales que daban hacia los jardines traseros de la morada fenixiana. <<Muchas veces... el estudio de las Runas Antiguas sirve para consultar algo en concreto, pero... también se tienen registros de que solían utilizarse para atraer y proyectar energías que facilitaran algún proceso de sanación y/o de protección de civilizaciones completas... o para conocer el pasado, presente y futuro con la finalidad única de organizarse cuando lleguen tiempos difíciles... Pero, creo que esta vez las usaré para preguntar el real motivo de su llegada a la mansión de mis padres>> cavilaba el alquimista extrovertido algo enredado, hasta que finalmente unas cuantas runas del oráculo empezaron a iluminarse con una fluorescencia verde que emanaba una poderosa aura que jamás había percibido Thomas. -¡Maravilloso! Son solamente seis las que están destellando la luz esmeralda... no las tocaré... creo que usaré... ¡Wingardium Leviosa!- exclamó muy emocionado el muchacho, conjurando el famoso encantamiento levitatorio que conformó una especie de cruz entre las seis runas elegidas involuntariamente ante la mirada expectante del retoño menor de Annick. Efectívamente, la tirada de aquellas runas adoptaba el nombre de "Cruz Celta"; especial para ayudar al mago a ver la situación con mayor claridad cuando éste estaba desconcertado, justo como Elros. La primera de ellas hablaba sobre el origen de la desorientación, siendo la runa "Haglaz" /ᚺ/ la que simbolizaba el sacrificio que tendría que pasar el legilimago. Luego, la segunda trataba de indicar en qué dirección debía el adolescente orientar su esfuerzo para salir de dicha confusión, siendo la runa nórdica "Fehu" /ᚠ/ la propicia para adentrar al veinteañero en un círculo de bienestar y paz interior, momento exacto para encontrar la iluminación a través de una búsqueda espiritual. La tercera decía relación con los obstáculos que impedirían el progreso del chico y le mantendrían bloqueado por cierto tiempo, manifestándose la runa "Thurisaz" /ᚦ/ como la asociación real entre la vida y la muerte. Posteriormente y en el centro de la cruz, estaba aquella que determinaba la gran solución para superar los problemas, siendo la runa "Ansuz" /ᚨ/ la que simbolizaba la revelación y la verdad; valores que le darían suerte a Elros en la toma de decisiones futuras. Ya bajando se hallaba la quinta runa, la misma que aconseja sobre el cómo actuar, yaciendo "Isaz" /ᛁ/ allí como la fuente de la iniciativa y la madre de la impulsividad, lo que le indicaba al Gryffindor que debía dejarse llevar por sus instintos. Y finalmente, al último de la cruz, estaba la runa "Wunjo" /ᚹ/, la misma que incentivaba a reflexionar sobre todo lo aprendido en un largo caminar enmarcado por la victoria y la armonía consigo mismo y con los demás que le rodean. -Es algo muy confuso... pero la interpretación de estas seis piezas me ayudará a meditar sobre lo que debo hacer ahora... y sé lo que tengo que realizar, no hay tiempo para vacilar- exclamó el aspirante a animago, al mismo tiempo que guardaba el resto de las runas en la caja mientras cogía con su zurda las seis llaves claves que le conducirían a su lugar de destino. <<Fulgura Nox>> pensó, instantes previos a abrir un portal tridimensional que lo absorbió como si fuese un agujero negro, sin saber hacia dónde lo llevaría.
  15. Miedo, incertidumbre, desconfianza, vacilación y suspicacia; eran parte de la decena de sentimientos confusos que albergaba el corazón del Gryffindor en aquellos instantes donde se debatía entre la vida y la muerte, a merced de una bestia sedienta de sangre que únicamente ansiaba que las manos del adolescente no fueran lo suficientemente fuertes como para mantenerse aferrado al tronco del árbol por más tiempo. Transpiración muy gélida por todo el cuerpo, aumento del ritmo cardíaco, desfase de la función respiratoria, y visión cada vez más nublada ante la fatiga evidente de su musculatura; eran los signos que se manifestaban en Thomas cuando trató de dar un estirón más para subir más alto. Intento fallido que solamente provocó que su organismo se deslizara hacia abajo, siendo alcanzado por un potente arañazo del animal; el mismo que había confundido con un puma erróneamente, puesto que se trataba de un oso grizzly típico de aquel lugar montañoso a orillas del Lago Moraine en la provincia de Alberta. <<Así que era un oso... vaya coincidencia. Dos amantes de la miel luchando por sus voluntades. Él queriendo asesinarme por, vaya a saber quién el por qué... y yo queriendo zafarme de él para volver con mis compañeros... Además, la magia con varita no funciona aquí o será que... No, eso no puede ser... "Lion" jamás me ha fallado, no creo que esté averiada>> cavilaba el medimago para sus adentros, sintiendo el correr de la adrenalina por sus venas cada vez que el oso embestía el árbol con el afán de derribarlo y hacer caer al patriarca de los Granger desde las alturas. -¡Vete de aquí! Yo no te hice nada. ¿Acaso piensas que me dejaré caer para que me comas? ¡Lárgate, sabandija del demonio!- vociferaba el fenixiano mientras intentaba lanzarle hechizos al mamífero carnívoro que había fijado sus oscuros orbes en las proteínas que le proporcionaría la carne del muchacho ojiverde; conjuros que no funcionaron, ni siquiera salieron desde el extremo distal de su arma de batallas mágicas. En eso, la figura de un cisne apareció sobrevolando el cielo que cubría la cabeza del legionario de la Orden del Fénix; descendiendo de forma fugaz hasta donde estaba el oso para increparlo con suma agresividad, característica demostrada con el batir de sus alas junto al potente graznido que erizó los vellos del inseguro aspirante a animago. <<¿Ishaya?>> fue el nombre que se le vino a la consciencia inmediatamente al hijo de Elvis y Annick; recordando aquella escena cuando el director de "El Profeta" volvió a su forma humana frente a Mei, Cissy y Suluk, luego de un recorrido aventurero por el valle canadiense a los pies de los Diez Picos de la reserva. -¡No seas iluso, amigo! ¡Sal de aquí! ¡Te va a matar!- gritaba un ofuscado Thomas con nerviosismo; viendo como el hambriento oso pardo se abalanzaba en innumerables oportunidades contra el ave, la misma que lograba evadir con éxito (por ahora) los ataques de la fiera del bosque. Poco a poco la situación en sí empezó a presionar al alquimista, quien no iba a dejar que su camarada falleciera por su culpa frente a una criatura agresiva que no entendía la petición de paz por parte del vidente. Fue así que, inconscientemente, su respiración cambió de un patrón bucal a uno mucho más nasal (tanto así que su exhalación era audible); sus brazos y piernas empezaron a llenarse de pelos, hasta su fisonomía apuesta dio un giro radical que, segundos más tarde, se acompañó de un fuerte alarido territorial que estampó la silueta de un mono araña adulto de 90 cm de longitud, cola prensil de 92 cm de largo, y 8 kg de peso aproximadamente. El primate, ya herido en una de sus piernas, se lanzó desde la corteza del árbol hacia el rostro del oso; golpeándolo en reiteradas oportunidades en los ojos hasta que éste se azotó contra una enorme roca, dejándolo desorientado por unos instantes. Ésa era la oportunidad exacta para huir del área, por lo que Elros miró directamente a Ishaya y, con un ligero movimiento de sus brazos en alto, le indicó que escaparan cuanto antes; auto-motivándose el koatá a escalar nuevamente uno de los árboles con tal de trepar a través de ellos mientras esperaba que el cisne emprendiera el vuelo, acompañándolo desde las alturas rumbo hacia donde estaba la maestra Akku con los otros discípulos a orillas del lago. http://i.imgur.com/udB7jgz.jpg
  16. El Gryffindor se hallaba en los terrenos del cementerio en la mansión de su familia, cuando Tanis (el elfo de su padre) apareció cerca suyo con una caja muy peculiar en sus manos. -Señor... amo Thomas... Tanis ha traído un encargo proveniente de la Universidad. Llegó a los pies de la fachada de la mansión con un mensaje que decía que debía ser entregado estrictamente a usted, señor- expresó el leal sirviente del director de Hogwarts justo cuando le entregó aquella especie de cofre místico al infantil pelirrojo; desapareciendo del lugar a través de un minucioso chasquido de dedos que lo conduciría hacia las inmediaciones de la cocina donde le esperaba Rhaenya para continuar con los quehaceres de la morada fenixiana. <<Vaya... esto despliega una poderosa energía que jamás había sentido antes... es como si... como si desease que la abriera>> cavilaba muy intrigado el chico; el mismo que optó por dirigirse hacia las instalaciones privadas de su dormitorio en el tercer nivel de la casa que alojaba a decenas de familiares. Una vez allí, en completa soledad, el legionario reveló el misterio que tanta curiosidad había incitado en él; descubriendo una serie de runas antiguas talladas delicadamente en trozos de madera, las cuales cayeron sobre la cama del veinteañero en absoluto desorden. -Esto debe ser obra del profesor que está a cargo de mi nuevo conocimiento... Bastante complicada la forma de introducirnos en el mundo del alfabeto rúnico, pero divertida a la vez... debo reconocerle el esfuerzo- expresó en voz alta el alquimista, al mismo tiempo que sus manos comenzaban a dar vuelta cada una de las inscripciones con tal de poder observarlas detalladamente. -Son 33... si no me equivoco... o quizás conté mal- deducía el joven con las ganas y la adrenalina reflejadas en sus ojos, ansiando poder comenzar pronto con el aprendizaje. -Pero ¿qué será lo que significará esto? ¿Por qué han llegado a mí las runas... y no fueron presentadas en la cátedra misma cuando el docente las enseñara tranquilamente? Esto es muy raro... debe existir algo detrás de todo; una especie de mensaje oculto o una indicación que me oriente de mejor manera... pero "esto" es un puzzle inmenso, y no tengo la más mínima idea por dónde comenzar- agregaba el inglés, recordando que aquellos signos se usaron para escribir en las lenguas germánicas antiguas, principalmente en Escandinavia y las islas británicas; aunque también se emplearon en Europa central y oriental, durante la Antigüedad y la Edad Media, antes y durante la cristianización; datándose el hallazgo de algunas de alrededor del año 150. Con la emoción a flor de piel y con la inquietud perturbando todos sus sentidos; Thomas dirigió su centro de atención hacia uno de los ejemplares de libros arcaicos sobre runas que su padre había pedido en la biblioteca de Alejandría, con el propósito de que su pequeño retoño no llegase en blanco a la clase. Ya con el tomo entre sus manos; el medimago empezó a buscar la información necesaria que le colaborase con su único propósito en dichos instantes. Lo que sí tenía noción el vidente, era sobre la existencia de variados alfabetos rúnicos y las influencias que estos tuvieron con el paso del tiempo, por lo que su concentración primaria se basó en poder identificar cuál de todos era el que estaba tallado en aquellos trozos de madera. -Futhark antiguo... futhorc anglosajón, futhark joven o escandinavo... de ramas cortas-sueco/noruegas o de ramas largas-danesas. Tenemos de Helsingia, islandesas, marcómanas, medievales y dalecarlianas... ¡Vaya enredo!- examinaba con una pizca de frustración, al mismo tiempo que se cogía la cabeza con ambas manos en señal de lío mental; anhelando que aquel día no fuese tan complicado y pronto pudiese comprender.
  17. Elros se encontraba muy desmotivado tras las aclaraciones que Suluk le había comentando en base a su don de la clarividencia orientado por el Arcano Sajag, pero en parte también le hallaba la razón a la inuit en relación a que cada habilidad tenía cimientos diferentes y que él mismo debía encausar sus expectativas hacia algo un poco más concreto que le colaborase en la formación y crecimiento personal de su espíritu animal. Ya había transcurrido un buen tiempo desde que el pelirrojo se marchó del grupo de alumnos con tal de meditar, en pleno bosque de alerces y otras especies, en compañía de la soledad de su sombra; sin percatarse sobre la presencia del felino salvaje que lo acechaba silenciosamente desde una enorme roca que estaba próxima al árbol donde el fenixiano estaba descansando en la paz del ambiente natural entregado por el Valle de los Diez Picos. <<¿Será que erré en mi presagio? Aquel sueño... sí, donde sentía mi alma proyectada en el cuerpo de aquella criatura en las cercanías de un lago... ¿era falso? No... eso no puede ser posible>> cavilaba con suma impotencia tras analizar la remota posibilidad de haberse equivocado con su visión. Pero justo cuando éste se había dispuesto a volver a recobrar su postura bípeda a los pies del enorme árbol con el propósito de caminar un rato, sintió el potente rugido de una bestia que se había lanzado de frente a su silueta con intenciones de atacarlo con afiladas garras y un hocico lleno de dientes listos para desgarrar su carne. -¡Un puma!- exclamó consternado cuando logró evadir la embestida del animal, el cual colisionó contra el tronco del alerce; quedando un tanto confundido por la magnitud del golpe. Dicho lapso de tiempo, le dio la posibilidad al Gryffindor de sacar su varita de pirul con el afán de apuntarle directamente, pudiendo susurrar un tímido y fugaz "Oppugno" que no tuvo efecto alguno contra el hambriento felino de las montañas. <<¿Qué sucede? ¿Por qué no funcionó? Probemos con...>> pensaba muy alarmado el medimago, viendo que el puma volvía a incorporarse sobre el terreno ya más lúcido. -¡Incárcerus!- vociferó esperanzado en que el hechizo sí saldría; hecho que tampoco sucedió, pues las tan anheladas tres gruesas cuerdas no salieron disparadas desde el arma del Granger; corroborando que algo muy extraño y fuera de lo habitual estaba aconteciendo allí. <<La magia no funciona... ¿qué puedo hacer? Nada... voy a morir>> fueron las últimas palabras conscientes que Thomas pudo conformar en su mente, segundos previos de encomendarse a Merlín en una ferviente carrera por la vida que lo introdujo más aún en la frondosidad del bosque alejado del Lago Moraine. La desesperación, el pánico, la frustración y la falta de auto-convencimiento; eran los pesares que invadían los pensamientos del muchacho de expresivos orbes esmeraldas mientras corría como fugitivo entremedio de los árboles que le ayudaban a esquivar los mordiscos y arañazos que el puma le deseaba propinar gratuitamente cuando éste lograse alcanzarlo en línea recta. <<Es ahora que me arrepiento de no haber traído los anillos y amuletos de los Uzza... quizás esos sí habrían funcionado>> se reprochaba a sí mismo mientras su respiración se volvía cada vez más jadeante por el cansancio evidente que provocaba huir de un depredador de esa categoría tan debastadora. El Anillo de Amistad con las Bestias, un simple Orbis Bestiarum e inclusive las Semillas de Hielo combinadas con un certero Obsistens; le podrían haber solucionado su problema de sobrevivencia, pero no era así, pues en esos instantes se encontraba solamente el veinteañero, la criatura y la naturaleza que los envolvía en un escenario propicio para desenvolverse. -Vamos... vamos... vamos espíritu animal. Brota en mí. Expulsa toda tu energía interior y canaliza mis fuerzas- clamaba el adolescente, en el santiamén preciso en que sus pies se toparon con otro gran árbol en la cima de un precipicio que culminaba en una serie de rocas puntiagudas que matarían a quien se cayese accidentalmente en ellas. Fue así que, sin mayor alternativa, el legilimago empezó a tratar de trepar el tronco del cigüeñal; resbalando en todos sus intentos antes que el puma arribara al mismo lugar con intenciones serias de devorarle. -No... no se suelten... por favor- le suplicaba a sus manos el vidente, las cuales se sujetaban con fuerza de la madera mientras el felino trataba de alcanzarlo desde abajo con la mandíbula abierta.
  18. La presencia de su amigo Ishaya dentro del grupo selecto de discípulos de Suluk, le era bienvenida al Granger; debido a que ambos hombres habían hecho muy buenas relaciones desde que Thomas ingresó a las filas de la Orden del Fénix como un curioso initié, por lo que el pelirrojo no se sintió intimidado para nada con que el Tonks oyera cuál era su posible forma animal; en cambio las palabras de la Arcana sí lo descolocaron por completo al desconocer y menospreciar las habilidades de clarividencia que poseía el adolescente. -Creo que subestima mis dones, maestra Akku... pero si usted considera pertinente platicar con Sajag, pues siéntase en la absoluta y voluntaria disposición de hacerlo cuando guste. Estoy de acuerdo que para comprender el significado de la poderosa Animagia, se debe tener noción de un marco de infinitas posibilidades que llegaron o pueden llegar a desencadenar tal proceso de transformación, pero eso no implica a que debamos tener la guía de una persona más experimentada en el tema que nos colabore a descubrir y explotar el máximo potencial que llevamos adentro. Una mentora con vasto dominio... una persona como usted, Suluk- comentó Elros un tanto ofendido, no dejando de mirar directamente a los orbes grises rasgados de la esquimal; la misma que parecía estar un poco agobiada con tanto alumno que llegaba con el propósito de hallar respuestas. -Entiendo que Cissy ya haya pasado por la situación que incentivó a que su energía se canalizara en un hurón... también comparto que Mei sienta que su espíritu animal esté unido al de una ave, como su pequeña jobberknoll... pero creo que mis visiones son igualmente válidas como para afirmar mi punto de vista, maestra. La Oniromancia me ha orientado en varios aspectos de mi vida; incluso para enfrentar acontecimientos de tristeza y dolor... como la muerte de un ser querido. Así que le pido un poco más de empatía... no todas las personas somos iguales- agregó el fenixiano, sintiendo una aprensiva frustración ante el mal gusto de las palabras, algo hirientes, de la inuit del Polo Norte; al mismo tiempo que su atención se desviaba hacia la figura de un leopardo que prontamente se volvió un humano al lado del reportero, dando paso a la fisonomía peculiar de su camarada de bando, Edmund Browsler. El periodista de "El Profeta" no tardó en contestar a las interrogantes que la bruja oriunda de Groenlandia le encomendó desde un comienzo de su travesía en el Lago Moraine; explicaciones que nacían desde la boca del esposo de Cye en relación a su vínculo con el cisne, las características físicas y psicológicas que ambos compartían, y las ventajas competitivas que el ave tenía a la hora de vivir en un ambiente natural donde el clima y los depredadores acechaban al más débil de la cadena alimenticia. -Creo... que iré a caminar por un momento, Arcana... debo meditar en la soledad antes de volver a usted con una actitud diferente sobre mi real lazo con el primate- manifestó el Gryffindor cuando Ishaya realizó una pausa en todo su discurso; encaminando sus pasos hasta donde se hallaba su amiga Mei, con tal de posar su mano izquierda sobre el hombro ipsilateral de la Delacour tras susurrarle un tenue y delicado "Nos vemos pronto" que se esfumó con la silueta del vidente entremedio de los árboles más próximos al bosque frondoso de la reserva canadiense. Thomas estaba desanimado, reprimido ante la frialdad de la anciana y su carácter retraído que lo habían dejado por el piso. El muchacho debía pensar bien en lo que tendría que hacer para convencer a su mentora; no, más bien para auto-convencerse a sí mismo de que era digno de poseer la habilidad de Animagia. Su espíritu animal yacía aún dormido en lo más profundo de su ser, y debía ser capaz de poder despertarlo más allá de confiar en una premonición. <<¿Qué es lo que tengo que hacer? Dímelo... ¿Qué debo ofrecerte para que te manifiestes en mí?>> cavilaba con un par de lágrimas rebeldes en los ojos mientras se sentaba en la tierra a los pies de un gran alerce en el Valle de los Diez Picos, anhelando que su esencia animal le respondiese; sin percatarse que un puma de la montaña lo husmeaba a una distancia no menor, ansiando atacarlo.
  19. -Yo... ehhh... Bueno... Lo único que vi fue a un hombre parco y tozudo, en una actitud bastante sospechosa a decir verdad. Era como si escondiese un secreto familiar que te fue revelado en... el castillo Stark. Y luego... apareció en tu consciencia, la figura de una mujer con una flor de jazmín entre sus cabellos. Esa misma flor que tú mencionaste en mi Vulcanización, Athena... tu sello personal- respondió el legilimago cuando Stormswift empezó a planear de manera más tranquila por los aires; dándole la oportunidad a la Rouvás de pasar una de sus piernas hacia el flanco contrario con tal de quedar sentada de lado y así mirar directamente a su acompañante mientras éste confesaba. -No, no es necesario. Si tú estás... si tú estás cómoda... todo bien. No tienes que preocuparte demasiado por mí. Ya estoy grande y tengo vellos en... mejor dejémoslo ahí- contestó el adolescente, sintiéndose algo mareado entre tanta vuelta que su hipogrifo realizaba con afán de esquivar todas las construcciones que se alzaban majestuosas hacia el cielo. -Ehhh... vaya conclusión, Athe. Eres muy, pero muy perspicaz. Y sí... hay algo malo detrás de todo esto. No toda la historia puede ser buena ¿O no? Sé que mis padres tienen varios "hijos"... si se les pueden llamar así; pero ninguno ha nacido del vientre de Annick como... como yo. Tanto Elvis como mamá... son jóvenes; comprenderás que Ley, Kyttara, Luna... entre otros, no pueden ser sus hijos legales... a menos que los hayan concebido siendo niños; hecho que es imposible ante la falta de maduración de sus sistemas reproductivos, como todo ser humano. Pero... mi caso es distinto. Te decía que yo nací un 14... de Octubre del año... 2015- dijo de forma entrecortada la fecha, sintiendo que el temor y los nervios florecían en él en conjunto con los deseos descontrolados de vomitar que no cesaban con el odioso vaivén de los movimientos de la criatura mágica alada. -Mi nombre es Elros... Elros Gryffindor. He viajado desde el futuro con un giratiempos especial reconstruido por años luego de la batalla legendaria de Potter contra Voldemort. Fue un hallazgo que yo... junto a mi tía Arabella y mi mejor amigo...- calló, no queriendo narrar demasiados detalles, por el momento. -Sé que es una locura, Athena... pero tienes que creerme. El bebé que descansa en los brazos de Annick en la mansión Gryffindor... y yo, somos la misma persona- añadió el alquimista del futuro con absoluta confianza. En eso, Stormswift realizó una maniobra de vuelo atarantada que por poco los hace colisionar contra uno de los lugares más cercanos del famoso Big-Ben al noreste del palacio de Westminster en Londres; provocando que la griega se precipitase contra el fornido cuerpo del inefable, quien la abrazó sin pensarlo para evitar que ésta cayese de semejante altura. -Pe... perdona... Yo no quise, o sea... sí quise abrazarte o... ya serías ceviche de Rouvás sobre el pavimento británico- bromeó el patriarca Granger, sonriendo entremedio de tanta verdad que salía a flote gracias a los litros de alcohol que circulaban por su torrente sanguíneo. -El nombre de Thomas salió por parte de mis padres para resguardar mi identidad... aunque ellos no creen del todo mi versión, pese a los intentos que he hecho para que sientan que no les estoy mintiendo. Todo esto ha sido una terrible odisea desde que arribé aquella noche de invierno... pero tenía que hacerlo o ellos... y Millie... mi familia estaría acabada a causa de una sospechosa traición- concluyó relatando el pelirrojo, dando un margen de tiempo breve para que Athena procesara toda esa valiosa información que sus oídos atentos escuchaban con empatía e intriga, estando a escasos metros de distancia de sobrevolar las dependencias de Ottery.
  20. -Vaya, Cissy... un hurón, eh. Un tímido y escurridizo mamífero- masculló Thomas en dirección a la Macnair, la cual relató una breve reseña sobre su primera y única transformación; historia que alertó al chico sobre los peligros que existían a diario en las inmediaciones de Londres, sobretodo en los recovecos de los callejones que los magos y brujas solían recorrer hasta altas horas de la noche sin compañía alguna. -Quizás estabas en Knockturn, querida... Dudo mucho que en Diagón existan bandidos, a no ser que sean mortífagos. Ellos ya no le temen a nada... ni al Ministerio; pero me alegra saber que aquella situación de tensión y estrés te ayudó a poder experimentar el arte de la Animagia- agregó el pelirrojo, sin desviar su foco de atención de la mujer que ostentaba el título de directora del Concilio de Mercaderes. Luego, el legilimago escuchó con tranquilidad la narración de su amiga Mei; percatándose que no era el único ahí que jamás había tenido el privilegio de adoptar aquella forma tan especial que los diferenciaba de un resto muy abultado de hechiceros comunes que vivían por todo el mundo. <<¿Noción consciente dijo? ¿Será que mi presagio también se guía por la misma línea que la de mi Líder? Es muy curioso lo que dice, puesto que... generalmente el patronus de un sujeto coincide con la figura que adopta al convertirse en un animago, a menos que...>> fueron las conclusiones que el osado adolescente sacó mientras sus orbes esmeraldas se deleitaban con la maravillosa vista que se podía analizar desde su punto de encuentro en el Valle de los Diez Picos. -¿Libertad, amiga? Me parece una excelente, pero padrísima identificación, Black Delacour- comentó el fenixiano, al mismo tiempo que se acercaba lentamente hasta su antigua compañera del Libro de Druida, con intenciones de acariciar al diminuto jobberknoll que se acunaba cómodamente entre su vientre y sus ropas; anhelando que esta criatura de plumaje azul, muy valioso en la confección de pociones, no emitiese ningún sonido que indicara que estaba at portas de morir. En eso, un bello cisne arribó a las orillas del Lago Moraine; dando paso a la figura humana de Ishaya que se materializó sin ningún altercado para posteriormente encaminarse hasta donde se hallaba el grupo de discípulos junto a la Arcana Suluk. -¡Hola Tonks! Es un placer encontrarte aquí, en estas circunstancias menos... "bélicas", en comparación a lo sucedido en el Atrio la vez pasada- saludó Elros al periodista de "El Profeta", devolviéndole la sonrisa tras oír que Niko y Edmund Browsler también se encontraban paseando por los alrededores del recinto natural montañoso de la provincia de Alberta en Canadá. -Maestra Akku... No quiero entrometerme en los asuntos que estaba hablando con Cissy y Mei... pero me parece una buena ocasión para manifestarte mi punto de vista con respecto a mi forma animal- comenzó diciendo el veinteañero, de manera de captar la atención de la anciana esquimal que estaba al medio de sus estudiantes en un espacioso claro de vegetación verdosa cubierta de algunos copos de nieve rebeldes que se derretían con el imponente sol que permanecía estoico en el firmamento despejado. -Al igual que Mei... Yo tampoco me he... tampoco me he transformado como tal. Es algo nuevo para mí... Verá... Hace un tiempo atrás, cuando yo me encontraba perfeccionando mi habilidad de Videncia junto a Sajag, tuve un sueño muy peculiar en donde me sentía adentro de un cuerpo que no era el mío. Sí, es complicado de entender... pero por más raro que sea, no me parecía ajeno. Era un sentimiento que no puedo explicarle ahora, maestra. Me sentía ágil, con los instintos a flor de piel, los sentidos bien afinados, rápido y... una pizca más inteligente que de vez en cuando. Pero, en el mismo sueño... me acerqué a una especie de charco luminoso para beber agua y... cuando vi mi reflejo en la superficie... pude distinguir que no era yo, sino un...- fue lo que alcanzó a decir antes que sus mejillas se ruborizaran de vergüenza al tener la obligación de culminar con aquella frase. -Sino... un mono- finalizó con nerviosismo el alquimista, anhelando que nadie ahí se riera por la forma animal que había tomado sin su consentimiento.
  21. Poco a poco, la bóveda trastero del Gryffindor comenzaba a completarse con el stock de criaturas disponibles que Magic Mall le ofrecía a la comunidad londinense. La última adquisición del mago, un bello unicornio, se había habituado a la perfección en las inmediaciones de la mansión Granger en donde el pelirrojo ostentaba el título de patriarca junto a su madre Annick y Sofía, la misma mujer que era la fuente de investigación principal del vidente. Pero aquel día, el muchacho de los orbes esmeraldas se hallaba de compras en el Callejón Diagón, por lo que el aviso del Concilio acerca del nuevo stock de seres mágicos no le llegó de improviso a la hora de querer emprender su rumbo hacia la estancia de comercio más reconocida de todo Londres. <<Anhelo alcanzar a obtener mi deseo sin problemas>> pensaba el inefable mientras sus pasos se volvían cada vez más rápidos en plena arteria principal, tratando de esquivar a la mayor cantidad de personas que le obstaculizaron el trayecto hacia la parte más baja del edificio... la trastienda. Sin mirar demasiado a las otras criaturas de menor catalogación, Elros logró arribar hasta el mesón de atención al cliente; y luego de rellenar todos los apartados que se le solicitaban al santiamén de adquirir un bien personal, alzó la voz con caballerosidad antes que su pedido quedase fuera del stock que había disponible para los fervientes consumidores compulsivos del mundo. -Buen día, señores. Vengo por la compra de un thestral... ¿Quedan aún?- preguntó con seguridad mientras le tendía el formulario al empleado que le estaba atendiendo detrás del mostrador, esperando que los datos estuviesen correctos con tal de que visaran la compra sin ningún inconveniente que terminase por frustrar la transacción de galeones desde su bóveda en Gringotts, la cual cada día se quedaba más vacía a partir de la pequeña fortuna que había logrado juntar en el transcurso de los años como empleado del Ministerio británico. ID: 113082 Nick: Thomas E. Gryffindor Nivel Mágico: 25 Link a la Bóveda Trastero: Bóveda #107620 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda #93543 Fecha: 2016-08-02 Nombre del producto: Thestral Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura Catalogación: XXXX Puntos por unidad: 80 puntos Precio: 4000 G Precio total: 4000 G Total de Puntos: 80 puntos En caso de comprar una criatura, colocar el Rango Social del Comprador: Orden de la Cruz Dorada
  22. El momento de Thomas para cursar su tercera habilidad había llegado. Luego de exitosas hazañas de la mano de Rosália y Sajag, ahora el pelirrojo deseaba aventurarse en el complicado camino de la Animagia; sobretodo al sumar el hecho concreto de que el Gryffindor jamás se había transformado en un animal. Fue a través de un raro sueño premonitorio durante su corta estadía en la mansión Granger, que Elros contempló estar dentro de un cuerpo distinto al que habitualmente encerraba a su espíritu; pero pese a ser diferente, no le resultaba para nada incómodo ni desconocido. De alguna manera se sentía identificado con aquel organismo pequeño, revoltoso e inteligente que trepaba sin problema por los árboles de un frondoso bosque hasta arribar a las copas de los mismos, lugar de donde saltaba sin temor con tal de aferrarse a una rama colindante que le permitiese avanzar por una senda que el alquimista no recordaba haber visto antes que en su visión onírica. Todo era confuso y extraño, pero la misma curiosidad innata en el ojiverde fue la que le incentivó para presentar la solicitud en los terrenos de la Universidad Mágica frente a la figura añosa de Mr. Pippin. <<¿Acaso Pip jamás se cansará de repetir... una y otra vez, la vieja historia de rivalidad entre Arcanos y el pueblo Uzza?>> se cuestionaba el fenixiano al instante de entregar el formulario de inscripción, logrando recitar mentalmente de memoria todo el cuento como si éste ya fuese un himno imparable. -Hasta luego... Dale mis saludos a mi padre si lo ves por ahí. Creo que pasa más tiempo aquí que en casa- exclamó el adolescente antes de salir de la oficina del viejo con el sello de aprobación en sus manos; orientando su andar hasta los confines más alejados de la estancia de estudios, con el afán de utilizar la aparición y así llegar a la fachada de su morada sin mayor inconveniente ni pérdida de tiempo, pese al odio infundado que el inefable sentía por aquel método de traslado mágico desde que tenía uso de razón. <<¿Será que estoy tomando el camino correcto? Si mi don de la videncia está centrado, si mi ojo interior está en lo cierto... ésta es la ruta, no hay duda alguna Elros>> meditaba el alquimista cuando su fornido cuerpo se tumbó, como bloque de cemento, en su cama; analizando con determinación y un dejo de objetividad, la corazonada que su consciencia le había exhibido mientras estaba sumergido en la paz de los brazos de Morfeo hace un par de semanas atrás. <<El que no se arriesga... no cruza el río>> caviló sonriendo el hermano menor de la directora del Cuartel Auror. Fue así que a la mañana siguiente, el heredero menor de los Gryffindor comenzó su día con un optimismo lúcido y radiante que se percibía a metros de distancia. Tomó una refrescante ducha por varios minutos, se vistió con ropa ligera de verano (sudadera azul rey sin diseño, bermuda de jeans oscura y un par de deportivas níveas), incorporó un exquisito y saludable desayuno preparado por la elfina Rhaenya, y finalmente subió a su alcoba en el tercer piso de la mansión con el propósito de ordenar en su bolsa todo lo necesario para una cátedra con una mujer magistral de fama reconocida tanto en Groenlandia como en el mundo entero. <<¿Quién será Suluk Akku? ¿Qué métodos utilizará para enseñar el arte del espíritu animal interior? ¿Será verdad que tiene 400 años? Ya me imagino ver a una inuit recibiéndome con el típico beso esquimal... ¡Qué ternura!>> pensaba el pelirrojo de cabellos revueltos con bastante entusiasmo, dibujándose en él una sonrisa que indicaba lo ansioso que estaba de poder estar frente a tamaña hechicera amante del frío. -¡Nos vemos! Estaré por un tiempo fuera, Tanis- dijo al elfo de su padre, quien asintió con una leve reverencia justo cuando el veinteañero salió disparado hacia los jardines delanteros de la morada, los cuales le permitieron usar la aparición con recelo. -Odio viajar de esta manera, pero es más rápido... En hipogrifo demoraría demasiado- gruñó el mago cuando sus pies se posaron en el perímetro de la Universidad; dirigiendo su brújula hacia la vivienda más alejada del palacio que acoge las aulas y la mismísima biblioteca de Alejandría. -Una casa pequeña de hielo, cuadrada, junto al río. Parece un iglú, pero no lo es... Hay nieve... ¿Nieve?- se cuestionó en voz alta el inglés, acreditándole cierto poderío e influencia sobre el clima que, a ciencia cierta, Suluk tenía para gozar con aquel beneficio gélido que le hacía sentir más cercana a su tierra en el Polo Norte. -Debe ser ahí- agregó contento cuando su ojeada se topó con una antena de tres esferas plateadas que sobresalía del tejado; avanzando con prontitud hasta ahí. <<¿Un portal?>> fue la frase que surgió inquieta en su consciencia cuando el apuesto chico (que temblaba de frío) se había dispuesto a cruzar el umbral del hogar de la Arcana sin permiso; contemplando desde la ventana un amplio salón con pieles sobre el suelo, sin más mobiliario que una chimenea apagada. <<Aquí no hay nadie... ¿Será que se fueron por esa brecha?>> razonaba intuitivamente el legionario de la Orden del Fénix; animándose, luego de un lapso considerable de minutos, a atravesarlo sin vacilaciones ni dudas que opacaran su estandarte de osadía y carácter extrovertido que todos sus seres queridos ya conocían de sobra. Con un serio nudo en la garganta y con los pelos de punta, Thomas se materializó en el Lago Moraine localizado en el parque nacional Banff de Alberta en Canadá. El clima era fresco, con una temperatura más agradable que la percibida en la morada de la esquimal; rodeado por el Valle de los Diez Picos, alimentado gracias a la bondad de un glaciar, y de un llamativo color azul, típico de los lagos de la zona de la carretera de los campos de hielo, que proviene de la refracción de la luz a causa del polvo de roca depositado desde las montañas. -¡Hola a todos! Mei... Cissy... Maestra Akku. Lamento si las interrumpo, pero vengo a aprender acerca de Animagia con ustedes- dijo el Gryffindor mientras la Macnair se abrigaba con una capa con bolsillos de piel de Moke; observando a lo lejos una figura masculina (Niko) que se perdía en una de las tantas rutas de senderismo alrededor del lago.
  23. <<Advertencias... advertencias, pues ya me lo has dicho una docena de veces>> cavilaba Elros para sus adentros cada vez que Athena hacía alusión a su estado etílico; insinuaciones que decían relación con: dormirse, caer desde las alturas, vomitar, e inclusive marearse como una embarazada ante la rapidez del vuelo. -Si gustas puedes acelerar un poco más... tengo ganas de... ehhh ¿orinar? Creo que haber consumido tanto líquido me está pasando la cuenta en estos momentos; pero descuida, querida... procuraré no mojarme como un bebé- bromeó el pelirrojo con una sonrisa cómplice a flor de labios; vislumbrando todo el paisaje nocturno del callejón a esas horas de la madrugada, además de sentirse satisfecho con las maniobras que la Rouvás efectuaba para orientar al hipogrifo de muy buena manera hacia los confines de Ottery ubicados en dirección este. -Claro que todo esto es cuestión de confianza y práctica, Athena. Así que cuando gustes yo... o sea si tú quieres y me dejas, pues es que... me agradaría bastante que rindieras tu examen de vuelo- comentó el fenixiano, percibiendo que la joven griega cayó en un lapso de nerviosismo que por poco le hace perder el control de la criatura. -¡Hey! No es para que te emociones tampoco, eh. Y eso de tu cumpleaños... pues, no me lo has dicho explícitamente... Yo lo pude leer en tu mente cuando el reloj de la Vulcanización tocó las doce. A través de tus ojos noté que algo raro te ocurría y pues... me admiré con una serie de imágenes tuyas de niña frente a un pastel que... bueno, lo supuse... quise arriesgarme a darte el saludo en privado para no pecar de inocente si estaba errado en mis deducciones... Es eso... no hay nada más que decir, o sea...- dijo el inefable con una pizca de temor evidente en sus exclamaciones, debido a que su timbre de voz se había vuelto más titubeante de lo normal con aquella declaración sobre la habilidad mágica heredada de su padre que no muchos conocían. -Soy Legilimago, Athena. Pero... ehh... no te intimides ¿Vale? Jamás he visto nada obsceno ni pervertido... menos sucio en tu zona más "consciente"- agregó con honestidad, no olvidando activar su anillo de Salvaguarda contra oídos indiscretos. El viaje en sí estaba resultando muy ameno, y la plática que ambos amigos estaban llevando desde el estrellado firmamento no dejaba margen alguno para mentiras ni falsedades. Había llegado el santiamén de ser sinceros y, aprovechando unos cuantos litros de alcohol que estaban demás en su sangre, relatar parte de la historia de su vida que mantenía bloqueada por seguridad propia y también por resguardar la integridad de sus seres queridos más cercanos como lo eran sus familiares. -Sabes... Athena. Hay un dicho popular extranjero muy sabio que dice: "los niños y los curados siempre dicen la verdad"... ¿Crees entender a qué voy con esto? Pues... que yo no he levantado falso testimonio mientras estábamos en mi taller mecánico... Elvis y Annick... Ellos, pues... Son mis verdaderos y únicos padres, amiga. No sé si me tomarás como un loco esquizofrénico o un maniático, pero sí... ellos son mis progenitores. Yo... nací del vientre de la Poulain... un 14 de Octubre de...- fue lo que pudo pronunciar, de manera entrecortada, el alquimista del futuro; dejando un espacio de silencio notorio que sin duda alguna la auror sabría utilizar a su favor.
  24. -Claro que no me molesta, Rosália... al contrario. Me halagas bastante con tu consideración personal. Además hace poco tiempo estuve aquí con Sajag... estaba a escasos metros del bosque de setos cuando sentí el llamado. Ya había olvidado un poco el vibrar del aro de la Legilimancia con todo esto de la Videncia. Pero ya ves, me tienes aquí en medio del Ouroboros de la pirámide del Ateneo una vez más- respondió el muchacho, acercándose hasta su mentora para poder mirarla de frente sin barreras. -Contigo no puedo ocultar nada, maestra Pereira... por eso mismo, me es importante decirte que... o mejor dicho... preguntarte... ¿Estás bien? ¿Te sucede algo extraño? Noto algo diferente en tu actitud... No sé, es raro... pero...- fue lo que alcanzó a decir el Gryffindor, ya que sus orbes esmeraldas se desviaron inevitablemente hacia un brillo singular que iluminó toda la estancia, para finalmente dejar entrever una especie de espejo rectangular donde se podía ver una silueta varonil en medio de un vestíbulo hogareño que no reconoció. -¿Quién es él, Rosália? ¿Un nuevo aprendiz? Mi anillo... está tibio. Me está entregando una fuente de calor muy familiar que... que se mezcla con el poder del resto de mis joyas. Es como si éstas se estuviesen sincronizando... A ver.... espera, sí espera un segundo... ¡No puede ser! ¡Papá!- exclamó abriendo los ojos como platos ante el impacto de ver a Elvis adentro del portal. El director de Hogwarts se hallaba junto a una mujer desconocida que se materializó en la escena de la prueba en las cercanías de una estatua con una espada larga y un sombrero puntiagudo. Todo parecía ser una película visto desde afuera, como un espectador sin derecho a intervenir ni menos objetar lo que aparecía y se desvanecía en dicha imagen que prontamente se nubló con un matiz azabache que envolvió por completo la figura del patriarca de los leones de Ottery. -Rosália... ¿Me puedes explicar por qué me has llamado en realidad? Sabes que Elvis es mi padre... y también conoces las reglas sobre si él no llegase a pasar la prueba de Legeremancia... e incluso morir en el intento de manejar sus emociones. Tengo fe en él, lo conozco desde que tengo uso de razón... para mí es un pilar fundamental en mi vida. Parte de mi felicidad se la debo a él junto a mi madre... ¿Por qué me haces partícipe de su prueba? Respóndame, maestra- preguntó con insistencia, desviando su atención entre el espejo y la sudamericana. <<¿Quién era esa mujer? ¿Qué significado tuvo o tiene en la vida de mi padre? ¿Por qué la saludó con una especie de reverencia y no se acercó hasta ella? Acaso... acaso mi papá está consciente de que está dentro del portal... No, eso no puede ser posible. Nadie sabe que está enfrentando su prueba final hasta que la aprueba o sale derrotado... a menos que... a menos que papá sea lo suficientemente fuerte como para manejar el arte de la mente sin la necesidad de probar sus habilidades en un examen... ¿Acaso el portal... el Ouroboros ya lo consideró digno antes que él optase por cruzar el umbral?>> cavilaba para sus adentros el pelirrojo, a sabiendas que la brasileña sabría todas las deducciones y planteamientos silenciosos que él meditaba a la espera de las respuestas que la Arcana le tendría que dar una vez que se girase para mirarlo de frente como debía ser, sin secretos ni resentimientos.
  25. -¿Ya te vas?- respondió Thomas con curiosidad, ya que jamás había atendido a alguien en su morada que quisiera marcharse tan pronto como sus pies hubieron tocado la fachada de la residencia; actitud rara que no acabaría allí, pues luego de un simple apretón de manos, el Granger pudo percibir que algo extraño emanaba del aura del muchacho de ropaje azul (Vladimir Karkarov). -¡Hey! ¡Hey! No te vayas... ¡Hey! ¿Qué es esto? ¿Una broma de mal gusto, eh?- fueron las palabras que alcanzó a alzar el fenixiano, debido a que su interlocutor se esfumó en medio de la noche mediante el hechizo de aparición; dejando en sus manos una especie de joya destinada a encontrarse con la figura de la malhumorada Stabolito. <<Lo que me faltaba... un encargo para esta malnacida mortífaga del demonio. Ahora tengo cara de correo personal>> bufó para sus adentros mientras cerraba la puerta principal y volvía a encaminar sus pasos hacia el interior de la estancia, atravesando el vestíbulo a pasos aletargados con tal de examinar detenidamente el objeto, segundos antes de guardarlo en su bolsillo. Pero su ida al comedor fue interceptada por Sofía y los gemelos, los cuales al parecer se dirigían hacia su alcoba junto a su madre para acostarse. -Hola Mith... Oscurus. Lamento mucho que hayan tenido que presenciar una discusión con su... "hermana nueva", pero créanme que era necesaria. Muchas veces las personas no pueden ni logran ponerse de acuerdo sobre ciertos temas, pero... lo importante de todo esto es la enseñanza que les quiso transmitir su mamá... "La familia siempre está primero". Podemos tener nuestros ideales y convicciones, nuestros anhelos y defectos, virtudes y desaciertos... pero lo que jamás nos deja de acompañar es nuestro linaje. Que les quede de lección de vida, niños- comentó Elros a sus primos, estando agachado para que sus orbes esmeraldas quedasen a la par con los de los infantes; los mismos que sonrieron cuando el inefable les revolvió simpáticamente los cabellos antes de que estos subieran rápida y fugazmente las escaleras. -Sofía. Me enorgullece tu labor como matriarca... Fuiste muy valiente al tocar un tema tan sensible como ése. Y bueno, quiero que sepas que ese concepto de "lealtad selectiva" me ha quedado rondando en mi consciencia. Te prometo que cuidaré de tu hija... te lo debo. Es una promesa- finalizó el vidente, para posteriormente besar el dorso de la mano de la Granger antes de orientar su atención hacia la parte trasera de la casa, donde estaba su acogedor cuarto de patriarca soltero. <<Vaya promesa, eh Elros... Deberás cumplirla quieras o no>> cavilaba el legionario con el estómago satisfecho de tanta comida; logrando llegar a su habitación sin mayores inconvenientes que los sutiles retortijones que le indicaban que pronto debería acudir al baño para hacer sus necesidades biológicas, bañarse y cepillar sus dientes antes de introducirse a la cama con el afán de cobijarse en los brazos de Morfeo. Debía descansar, ya que a la mañana siguiente presentaría su inscripción en el Ateneo de Habilidades Mágicas para cursar una gran destreza que, mediante sus sueños oníricos y presagios clarividentes, pudo identificar; y así encausarla de mejor manera antes de que se originara el cambio inevitable a su estado animal, sin poder controlar el don del todo bien.

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