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Aaron Black Yaxley

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Todo lo publicado por Aaron Black Yaxley

  1. Aaron Augustine Black Ryddleturn. ¡Silencius!- sentencié a viva voz; justo al momento de sentir un picor en los ojos; con una rasgadura al frente y en diagonal, mientras sostenía fielmente a mi varita en dirección a la fenixiana (Ley), de tal manera que cualquier palabra que se dispusiera a hablar el emplumado no saldría completamente, impidiendo que sus hechizos surtieran algún tipo de efecto- Decías?, cariño....- pregunté a la odefa en un sarcasmo innato. Episkey; pensé rápidamente a son de que me curase de aquél estallido de luz que por poco me dejaba ciego, pues había comenzado a ver borroso y me estaba complicando la existencia no poder mirar a quién tenía en frente. Poco a poco comencé a sentir el alivio y una dócil sonrisa se dibujó en mi semblante atrapado en aquella máscara de calavera. Mis pies bien firmes al piso sentenciaron mi posición de combate.
  2. Aaron Augustine Black Ryddleturn -Detritus- susurré mientras sostenía mi varita. Aquella arma mágica de la cual se desprendió una fina nebulosa oscura que me protegería de cualquier ataque que pudiesen realizarse en mi contra; mi paso era firme mientras la capa ondeaba ligera en lo que parecía un andar sobre niebla. Sin dejar pasar un segundo, parlotee un morphos, efecto por el cual una copa sobre la barra se transformó en una araña con un potente veneno, atenta a protegerme en cualquier instante, mientras se perdía en la oscuridad del bar. La máscara de plata, a pesar de su delgadez, se amoldaba perfectamente a mis facciones destellando el gélido gris de la mirada de un Black, de un miembro del sagrado círculo de los veintiocho, de un sangre pura. La faz de mi rostro ocultado por la misma, no denotaba emoción alguna analizando netamente la situación para salir con vida de aquél lugar...y como no, llevar a un par de fenixianos para una jugarreta de torturas.
  3. Aaron Augustine Black Ryddleturn. -¡SEÑOR!... Nius, mi elfo doméstico, me hizo sobresaltar de la mesa cuando estaba a punto de servirme una apetitosa cena en aquél mesón largo del comedor en el castillo Black. Había pasado a botar unos cubiertos al entablado del piso para cuando fulminé la gélida mirada gris a la criatura quien se estremeció con un sobre sellado entre sus larguiruchos dedos; poco me importaría lo que traería escrito ese papel pues lo único que quería en ese minuto era estrangular al elfo por hacerme sobresaltar de aquella manera. Levante mi varita en su contra con mi brazo arremangado en una camisa de lino ligera. -....!?!- la marca comenzó a arder en mi antebrazo y sin dudarlo crucé mi arma sobre mi semblante para cubrirme con aquella máscara plata en forma de calavera desapareciendo del salón hacia donde provenía aquél llamado. -uff!!... amo a los mortífagos...- a Nius le había salvado la campana. Reaparecí a quince metros de un local situado en calles del Leicester Square, Londres. No traía ninguna capa de viaje; mis pantalones se mezclaron con el oscuro de la noche y mis pasos dieron con un curioso local "Dumbledore´s Night". Crucé el umbral al mismo y me fijé en los demás mortífagos. -Espero una cena de vuelta...
  4. OFF: Corregido. *** Nius; Elfo doméstico de Aaron Black Ryddleturn. Nius, mi elfo quién había ido por un par de objetos, siguió caminando por la tienda buscando lo que seguía en aquella nota autorizada por mi firma y sello de familia que le había entregado. Cabeza gacha siguió su paso apurado entre los magos que miraban las repisas y vitrinas para buscar en que gastar los galeones que traían consigo. El elfo casi choca con una gran estatua de cristal que tenía la figura de un Fénix abriendo las alas; las mismas que aletearon un par de veces, reflejándose en los enormes y redondos ojos de la criatura que dio un par de pasos hacia atrás, asustado, hasta encontrar la escalera que le llevaría a la planta de pociones. Allí, el mismo buscó por sí solo lo que debía comprar. Las brujas y magos que vagaban en aquél lugar parecían tener un aire más sutil que los demás, pues no todos eran ávidos en el arte de aquellos menjunjes. La verdad, yo tampoco lo era pero tenía cierto conocimiento sobre las cosas que había requerido a Nius ese día. Cuando el elfo tuvo las cosas, se dirigió al mesón de compras para luego volver al Castillo Black. ID: 96905 Nick: Aaron Black Lestrange http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=96905 Nivel Mágico: II Link a la Bóveda Trastero: --- Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: http://www.harrylatino.org/topic/96937-boveda-de-aaron-black-lestrange/ Fecha: 2016-02-13 Nombre del producto: Poción para olvidar Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: (colocar cantidad de A, X o P respectivamente) AAA Puntos por unidad: 40 Precio: 2000 G Nombre del producto: Poción reabastecedora de sangre Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: (colocar cantidad de A, X o P respectivamente) AAA Puntos por unidad: 40 Precio: 2000 G
  5. Nius; Elfo doméstico de Aaron Black Ryddleturn. Nius, mi elfo quién había ido por un par de objetos, siguió caminando por la tienda buscando lo que seguía en aquella nota autorizada por mi firma y sello de familia que le había entregado. Cabeza gacha siguió su paso apurado entre los magos que miraban las repisas y vitrinas para buscar en que gastar los galeones que traían consigo. El elfo casi choca con una gran estatua de cristal que tenía la figura de un Fénix abriendo las alas; las mismas que aletearon un par de veces, reflejándose en los enormes y redondos ojos de la criatura que dio un par de pasos hacia atrás, asustado, hasta encontrar la escalera que le llevaría a la planta de pociones. Allí, el mismo buscó por sí solo lo que debía comprar. Las brujas y magos que vagaban en aquél lugar parecían tener un aire más sutil que los demás, pues no todos eran ávidos en el arte de aquellos menjunjes. La verdad, yo tampoco lo era pero tenía cierto conocimiento sobre las cosas que había requerido a Nius ese día. Cuando el elfo tuvo las cosas, se dirigió al mesón de compras para luego volver al Castillo Black. ID: 96905 Nick: Aaron Black Lestrange ( Nivel Mágico: II Link a la Bóveda Trastero: --- Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento:( Fecha: 2016-02-13 Nombre del producto: Poción para olvidar Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: (colocar cantidad de A, X o P respectivamente) AAA Puntos por unidad: 40 Precio: 2000 G Nombre del producto: Poción reabastecedora de sangre Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: (colocar cantidad de A, X o P respectivamente) AAA Puntos por unidad: 40 Precio: 2000 G Precio total: 4000 G Total de Puntos: 80 OFF: EDITADO CON LAS CORRECCIONES SOLICITADAS... o debo hacer otro post ? -.- xD
  6. Nius; Elfo doméstico de Aaron Black Ryddleturn. -Ten ésto y ve por el listado de éstas cosas- dije a mi elfo doméstico, quién había aparecido a mi lado cuando susurré su nombre mientras me encontraba sentado en un viejo escritorio del castillo Black. La nota traía escrita un par de garabatos escritos en tinta con mi elegante firma y un timbre de cera que sellaba el sobre con el escudo del "Toujours Pur". Todo ello para que sirviera como autorización de compra ante la presencia de mi criatura en la tienda de objetos mágicos. Nius, quién tomó la nota con sus largiruchos y huesudos dedos, asintió sin chistar y con un ligero chasquido de sus dedos se esfumó de la estancia para ir por mi pedido. La nota casi salió volando para cuando se apareció en el Diagón, pero éste alcanzó a aferrarla a su cuerpo pues sabía que si la perdía tendría un severo castigo por mi parte. Caminó descalzo entre los magos; su prenda era una pequeña camisa de lino que le cubría más abajo de las rodillas y cabía decir que no estaba sucia, pues, tenía cierto respeto por las apariencias y no gustaba de andar trayendo un elfo sucio y maloliente. No demoró hasta llegar al centro de compras dónde no fue difícil encontrar la sala o lugar de objetos mágicos. Se acercó al mesón y temerosamente puso la carta de pedido ante un vendedor. ID: 115027 Nick: Aaron Black Lestrange ( http://www.harrylatino.org/topic/96905-ficha-de-aaron-black-lestrange/ ) Nivel Mágico: II Link a la Bóveda Trastero: --- Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento:( http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=96937 ) Fecha: 2016-02-13 Nombre del producto: Espejos Comunicadores Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto Catalogación: (colocar cantidad de A, X o P respectivamente) AAA Puntos por unidad: 40 Precio: 2000 G Nombre del producto: Nimbus 3000 Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto Catalogación: (colocar cantidad de A, X o P respectivamente) AA Puntos por unidad: 20 Precio: 1000 G Precio total: 3000 G Total de Puntos: 60
  7. El ministerio había caído, la caza de magos y brujas era inminente; los muggles tenían casi todo el control. Las ciudades londinenses eran un completo caos, se escuchaban hechizos y maldiciones por todos lados, constantes sonidos secos y ásperos que se entendían cuando desaparecíamos. Criaturas sobrevolaban los tejados ingleses y una que otra terrestre se veía escapar hacia tierras desconocidas. La caída de la magia solo tenía un culpable... los sangre sucias y traidores a la sangre. -¡Vuelvan acá malditos muggles!- una serpiente de fuego acababa de tragar una línea de soldados muggles que quedaron calcinados al instante. Una túnica negra cubría mi torso desnudo conjunto a unos pantalones del mismo color y un par de botas; vestía de mortífago, uno sin máscara. La cuadra había quedado vacía mientras que tan solo tenía un par de carros envuelto en llamas a mi alrededor y un dragón muerto que tapaba todo el costado de la cuadra por mi izquierda. El concreto se teñía de sangre por las constantes bajas que iban teniendo los tres bandos (Mortífagos-Fenixianos- Muggles) y el cielo parecía estar sumergida en humo volcánico por las cenizas que rondaban de los diferentes focos de ataque en la ciudad. Una cuadra y una línea recta a una persona que estaba de espaldas a mí (7 metros) sin darme cuenta si era o no un mago. -¡Date vuelta!- exclamé apuntando con mi varita- ¡quiero ver como escapa la luz de tus ojos! ¡SECTUSEMPRA!.... No le dí tiempo, apenas se volteó un rayo negro salió de la punta de mi varita en dirección a su cuello buscando asesinarlo en un ahogo con su propia sangre, por tanto si no lograba curarse de inmediato, moriría en pocos segundos.
  8. Aaron Augustine Black Ryddleturn. -Porqué no incinerar su cuerpo a ver si renace como ese pájaro de mala muerte que dicen llamarse... - hice una pausa irónica mientras me paseaba de un lado a otro- ¡ah si! ¡Los fénix!... déjala en el suelo, déjala, déjala... no quieres ensuciarte con traidores a la sangre, amigo mío...- señalé sin ánimos de dar una orden, sino más bien de impaciencia, pero era otro mi objetivo en el intertanto. Me fijé en la otra fenixiana (Bel), parecía sucumbida ante tanto enmascarado, por tanto aproveché para volverme hacia ella y sin más rasgué el vacío frente a mi mientras sujetaba mi fiel y maderosa arma mágica, mi varita. -Silencius- clamé suavemente bajo un denotado acento inglés; la chica no podría realizar un verbal pues quedaría muda como piedra. El efecto fue inmediato y por más que intentase soltar alguna palabra, ésta no daría resultado alguno. Suspiré envuelto en una ironía pura y volví a apuntarle con mi varita, pero ésta vez de lleno al cuello de la bruja (Bel). -Sectusempra- un rayo verdoso con finas notas negras salió desde la punta de mi varita, surcando mi frente en dirección a la fenixiana que en menos de lo que canta un gallo se vio con un corte fenomenal en su delicado y frágil cuello. Sino se curaba, cosa que dudaba, terminaría de morir ahogada en su propia sangre. Algo bastante lógico la verdad.
  9. Aaron Augustine Black Ryddleturn. Recién había tirado la camisa a los pies de la cama, la túnica había quedado en el perchero de mi alcoba en el castillo Black para cuando la marca ardió en mi antebrazo; sentí un golpe de adrenalina que seguramente dilató las pupilas de mis gélidos grises. Raudamente tomé mi varita y la pasé por mi rostro el cual se vio cubierto por una máscara plata de finos grabados en granito. La calavera se ajustaba de lleno a mis facciones. Una vez que me consumí entre fuego negro, me disipé en una nebulosa oscura saliendo por el ventanal de mi habitación. No pasó mucho rato para cuando descendí por la marca que el Crouchs había invocado sobre el castillo Granger. Luego de seguir moviéndome hacia la verja (desde unos ochenta metros), me paré en seco para cruzar la verja con otra voluta de humo. -Aún no acababa de vestirme...- señalé con un dejo de ironía al enseñar el torso desnudo y trabajado. Unos pantalones de tela negra con un par de zapatos del mismo tono era lo único que llevaba en prendas- Señores, señoritas, tengan ustedes muy buena noche...- recalqué con sarcasmo y una fina curvatura que no se vería pues se cubría por la platinada máscara. Diez metros de los fenixianos bastarían para mi humilde ubicación.
  10. Hola ! vengo a pedir unos cambios a ésta ficha; más que nada para dejar un par de imágenes y darle algo de apariencia al personaje a simple vista de quién no pase a leer jajajaja. No sé si debo dejar las tres líneas, casi me es imposible porque solo vengo a pedir éste favor jeje. saludos a quién cambie ésto !
  11. Emiliano Black A pesar de su agilizada velocidad, el Black decidió aparecerse a unos cuentos metros de la verja roja que cercaba el terreno de los Crowley; era de noche, las únicas horas aliadas del vampiro pues aún no sabía como caminar bajo la luz del sol. No porque brillaría a los rayos ultravioletas como esa especie débil y perdida de su clase, sino porque si lo hacía se quemaría hasta reducirse en cenizas. Quizás aún no era la hora de reunión, quizás los demás no le conocerían pero Emiliano le debía un favor a Aaron, y como el muchacho se encontraba en otros asuntos, le pidió a su antepasado que hiciera esa guardia por él. Poco le gustaba al vampiro recibir órdenes de alguien que no fuera él pero al ser un hombre de mucha vida y criado a la forma antigua, sabía que un favor siempre tenía un trasfondo que debía ser pagado, sobre todo si trataba entre Black's. Sintió un dulce aroma, casi irresistible para cuando sus esmeraldinos ojos reflejaron el imperante castillo. Su garganta se secó y finos relieves enmarcaron su fría y despiadada mirada, era una mujer, lo sabía, lo sentía y si le daba la oportunidad no dudaría en probar la sangre que recorría por sus venas. A paso decidido se acercó a la reja escarlata y cuando posó la zurda para poder entrar sintió como si hubiera revuelto las brazas de un fuego maldito. No había sido invitado a pasar aún y en su defecto debería esperar a que llegaran los demás.
  12. Aaron Black Ryddleturn. Flashback: 7 Años http://scontent.cdninstagram.com/hphotos-xaf1/t51.2885-15/s306x306/e15/10986319_928867733843879_101375665_n.jpg Tomé la túnica de mi abuela, temeroso de que el hechizo me transformara en una acromántula, o pero aún, ¡un basilisco!, sin embargo y por lógica no creía que mi abuela querría revueltas con otras criaturas, a lo mejor quién violara la seguridad le crecerían tanto sus dientes que abriría la boca a tal punto de rasgar las comisuras... sacudí mi cabeza de un lado a otro. Quizás fue alguno de los primeros pensamientos malignos que tuve en mi vida. -SI si, estoy listo...- afirmé sacando valentía de quién sabe donde, quizás era la sangre, sí, estaba seguro. No había Black que fuese cobarde, o al menos yo no conocía a alguno. A medida que cruzamos la frontera del encantamiento de protección sentí como si una ola de aire frío me diera de frente. No pasaron ni diez segundos y los tres cachorros de tigre siberiano se encaramaron por mis pantalones; tan niño era que los felinos me llegaban al pecho con facilidad; quizás algún día sería tan alto como mi abuelo, pensé. -Hola amigo...- quién iba a imaginarse a Aaron Black tan simpático y encariñado con una mascota. Recuerdo haber hundido los dedos en el pelaje del tigre, era suave, tibio y cuando cerró los ojos en dos armónicas líneas la sonrisa en mi rostro fue única- quiero éste...- dije a Lyra mientras intentaba tomar al cachorro para sacarlo conmigo, difícil para un niño de 7 años la verdad. Lo había elegido porque era macho, nada en contra las hembras pero no quería una cría de tigres siberianos por el castillo, después me regañarían por ello o quizás los servirían de cena para los dragones de aquellos grandes magos que figuraban en los cuadros de hoy en día. Una brisa recorrió mi castaño, cabello suave y seda como el de cualquier pupilo, la gris mirada enternecida reflejaba el hocico ñato del tigre. -¿Como podríamos llamarle abuela?- pregunté levantando el rostro para poder mirar fijamente a la bruja. @
  13. Aaron Augustine Black Ryddleturn. Flashback: 7 Años. @ Los grises y tiernos ojos de niño se abrieron de par en par, de hecho pude notar mi asombro en el reflejo que me daban los redondos ojos del elfo y tras voltearme me aferré a las faldas de Lyra; quizás sería uno de los pocos recuerdos tiernos que tendría cuando adulto pues la Marca consumía el alma de las personas, algo de lo que tampoco me arrepentiría ante el afán de la sangre limpia. La, en ese entonces Ryddleturn, invitó a mi elfo a pasar tiempo con los demás de su clase. -Disculpe señora pero debo cuidar al amo sino .... -Sino nada, Nius... ve con los demás, estoy con mi abuela, no con cualquier desconocido- interrumpí al elfo- Evarela no te castigará por ésto, y de cualquier forma puedes pasar la noche en mi habitación- inferí al elfo para sacarle de su preocupación. Quién iba a saber que alguna vez me llevé tan bien con aquellas criaturas ¿Que había cambiado en mi para tratarles con tanta indiferencia con el pasar de los años?, quizás era solo porque en ese entonces era un crío. El elfo asintió incrédulo y de mala gana atendió a la invitación que le había hecho la bruja. Nius era tan fiel a la familia Black que si llegasen a regalarle alguna prenda seguiría entregando la vida por mi sangre, sobre todo por Emiliano, de quién no tenía ni la más mínima idea de su existencia en ese entonces. -¡Un tigre!, mi padre no se opondrá...- ante todo construía esa porfía y altivez de un mago representante de la alcurnia mágica- ... en el castillo Black tampoco, mis primos tienen dragones... no creo que a nadie le moleste que tenga un tigre- me fijé en el cachorro que había estado viendo con Nius; un tigre siberiano.
  14. Aaron Augustine Black Ryddleturn. Estaba de espalda a la puerta de entrada, sentado bebiendo una copa de bourbon por la parte esfumada de la máscara mortífaga que cubría mi identidad; El bar era uno de los más visitados en Londres, pero ese día todos estaban muertos allí dentro. Alrededor de 30 cuerpos se encontraban repartidos por el entablado del piso, la sangre manchaba las paredes y una que otra línea formaba pequeñas posas del líquido escarlata. -Qu... quién eres?- agonizó un hombre, el último con vida, a los pies del piso donde me encontraba intentando agarrar mi túnica desde el piso. Enarqué una ceja tras la platinada calavera que cubría mis facciones. -No entenderías, muggle- sostuve con un sarcasmo marcado en el desprecio y con una floritura de mi preciada varita terminé con su vida. Me levanté tomando el último concho de whisky y luego de voltearme la mascará terminó por materializarse completamente en mi rostro; podía ver todo con claridad a través de las rendijas que mostraban la gélida mirada gris; una fina curvatura se dibujó cuando la campanilla dio aviso de que alguien más entraba. Esperaba no fuera la policía muggle, eran muy aburridos. Tan solo dos lámparas araña iluminaban el pequeño pero acogedor local, cuatro pilares de madera fosilizada sujetaban el balcón de segundo piso (donde no me encontraba) y tres escalinatas dejaban a la barra un tanto más alto que la multitud de mesas para los clientes. Era un lugar bastante elegante y la verdad me había dado un poco de remordimiento ironizado al haber cometido aquella matanza. -¡Sectusempra!- sostuve en un susurro tras apuntar con mi varita al cuello de quién sería mi rival; el rayo negro salió desde la punta de mi varita para cruzar los siete metros que nos separaban y provocar el corte mortal con el cuál sino curaba de inmediato se ahogaría con su propia sangre, lo que era lógico.
  15. Aaron Augustine Black Ryddleturn @ (Flashback: Abu-Nieto // apariencia de referencia en el nombre) Cabello lacio, fino, castaño claro con una partidura singular, elegante y tierna para la edad. Tenía seis o siete años, no sabía de máscaras ni clases sociales, no entendía la política ni mucho menos afanaba en la idea de tatuarme una calavera con una serpiente saliendo de la boca, de hecho no tenía como saber esas cosas. La mirada gris no era gélida, no había presenciado muerte alguna ni rayos verdosos, con suerte habían visto la varita que había robado de casa. Las facciones inocentes me dejaban a la deriva de un mundo desconocido. La maderosa y larguirucha arma mágica era casi del largo de la manga del traje que llevaba. Así era antes, a los niños nos vestían con elegancia, sobre todo aquellos que pertenecíamos a la alcurnia mágica. Mi hermana mayor se había perdido en una tienda de chicas, Evarela era mucho mayor que yo y a pesar de intentar seguirla, Enrick, mi padre adoptivo me había bloqueado el camino. La bruja no era hija del (entonces) Ryddleturn, pero mi infancia con la Black había sido tan unida que prácticamente quería cuidarme de aquél vampiro, o al menos eso decía ella. Yo creía que solo lo hacía para desligarse de las tareas que le daba la academia. El mago a quién llamaba padre tomó de mi mano y caminamos un par de locales más abajo. El gentío era abrumador, para mí todos eran gigantes de terno y corbata civilizados. Aproveché la instancia para soltarme del mago y cruzar el umbral en un llamativo local; tenían animales ¿A que niño no le gusta ver animales?. -Joven Black, por suerte y su hermana me mandó a cuidar de usted...- Nius, un elfo solitario del castillo apareció a mi lado. -Puedo cuidarme solo, Nius. ¡Ya tengo siete!...- malhumoré a la criatura quién ahogó una sonrisa (la historia del elfo está en desarrollo; no he de llevarme muy bien con él de grande)- ¡¿Viste ese animal?!...¡woww!... ven acá elfo- ordené a Nius tomándole de su larga y extraña oreja para que se pegara al vidrio conmigo- acá trabaja mi abuela... ayúdame a buscarle- pedí al pequeño ser (de hecho medíamos casi lo mismo) cuando reflejé mi rostro en sus grandes y redondos ojos.
  16. -Protego- susurré sin que escuchara mis palabras, de tal y modo que mis actos se vieron en un silencio de hábil parsimonia al minuto que blandía la varita contra el rayo; el efecto fue inmediato y un escudo borroso absorbió el expelliarmus que había salido del arma de mi rival. Seccionatus, pensé sin perder un segundo al minuto que agitaba nuevamente la varita en contra del mago; doce medias lunas salieron despedidas de la punta de mi maderosa amiga, las cuales filosas y resplandecientes surcaron, en un sonido agudo, el espacio que nos separaba con la sola intención de clavarse una cuantas en su torso y quizás un par más en los brazos, no se salvaría si eso pensaba y las heridas serían graves si no eran tratadas a tiempo. Los movimientos habían sido bastante rápidos, el silencio no se había proclamado por más de un segundo en el minuto que comenzó el duelo. Un par de rayos me separaban de la muerte, quizás y si me hubiera desarmado no podría alardear de mi innata ironía con la pasión de los duelos, sin embargo llevaba un tiempo sin mover mi preciada amiga, desde mi viaje a paris. - Veo que eres rápido...- vociferé en una grave voz tras la máscara. La distancia que nos separaba seguía siendo la misma, él en la tarima, yo en las escaleras, una de las cuatro columnas de bajada que conectaban con el cuadrilátero de lucha- ¡¡¿eres o no el columnista de el profeta?!!
  17. http://i.imgur.com/nZzPv.png Nombre: Emiliano Black Edad: 215 años representando 29-30 Nacionalidad o procedencia: Inglés-Francés Raza: Vampiro Personaje principal al que está asociado: Ficha de Aaron Black Relación con el personaje principal: Antepasado Aspecto Físico: Cabello castaño oscuro, peinado en rebeldía; rasgos definidos encuadrando el rostro varonil de todo Black con una barba de dos días (a veces más larga). Ojos color verde intenso, aquellos que fundidos en un aspecto esmeralda revisten la mirada arqueada en una seriedad sarcástica sobre los finos labios que esconden una perfecta sonrisa tras el poco sentimentalismo que antepone a las cosas; los colmillos referentes a su raza le dan un aspecto cazador ante el olor a sangre. A diferencia de otros vampiros su piel es mediterránea, no nívea y, al delatar su condición los ojos no se vuelven rojos, sino que los párpados y el contorno en general de sus orbes enfoca un relieve de venas en relación a su instinto, cazar, matar y sobrevivir. Cualidades Psicológicas: Emiliano es un mago bastante sarcástico, irónico y de pocos sentimientos, si es que le queda alguno.; Su frialdad es inspiradora y llamativa a quién sucumbe en el sentimentalismo humano y no piensa dos veces las cosas cuando toma atención su conveniencia. Historia: El Black vivió como humano alrededor del 1800, al igual que la generación de Hester y Licorus Black, ostentando su acomodada existencia de alcurnia en el castillo Black que existía en Francia. Relacionándose en una reciente revolución francesa, el mago solía ser un chico bastante encariñado de su familia y sus padres, sangre pura y "buen hermano de sus hermanos". Poco a poco fue descubriendo el afán por la magia oscura y, como era menester en su familia, el afán por al sangre pura lo sucumbió a tal punto de sobresalir entre los ya aficionados de la misma idea en su núcleo familiar. Un día cualquiera y bajo los instintos carnales de cualquier humano (sea mágico o muggle), cayó enredado ante una supuesta muggle, la cuál, creyendo que la había obligado bajo su poderío mágico, ésta se delató como vampiro y lo convirtió en uno más ensuciando su sangre mágica con la inmortalidad maldita. Desde esa noche el Black no volvió a ser el mismo, y su humanidad no había vuelto con él en esa condición, causando grandes destrozos y redes ilegales de matanza solo por diversión; tanto así que logró compeler al mismísimo Napoleón de unas cuantas guerrillas con el solo fin de alimentarse de la sangre de los inocentes. Hester y Licorus junto a otros Black y algunos Malfoy (entre ellos una prima de Juv), lo emboscaron en una fiesta de máscaras en el castillo y con una plateada calavera cubriendo su rostro, el mago tenebroso fue encerrado por magia antigua en un linaje de sangre, una dimensión paralela y desconocida para simples brujos. Aproximadamente 200 años más tarde, y por enseñanzas a su descendiente "Aaron Augustine Black Ryddleturn" por parte de la ángel caído Juv Malfoy, hace acto de presencia aún atrapado en el linaje de los Black pero quedando conectado mentalmente con el joven mortífago. Otros datos: - El Secreto de Emiliano -No se sabe con exactitud si fue encerrada su alma o toda su persona. -Por la máscara que llevaba puesta el día de la encrucijada, Aaron ostenta la máscara calavérica cuando va de andanzas como Mortífago. -¿Recuperar su humanidad siendo un vil vampiro y mago tenebroso? difícil pero no imposible -Es muy buen amigo del hijo de Juv, Ian, por conocer al chico en otra vida tras ser él un demonio milenario que le acompañó en sus andanzas de matón. -En un encuentro de Aaron con su prima Caroline, le intriga el nombre de Elaena pensando que pudo haber sido ella la que lo convirtió en lo que era. Condiciones de utilización: Solo yo
  18. "Click!!"... El interruptor cedió ante mi índice indiferente y las luces se encendieron en picada hasta el cuadrilátero donde visualicé al chico. Había estado todo el rato apoyado en la pared de aquél umbral de entrada al estadio, y una larga escalera me separaba del punto central, la tarima de lucha libre muggle. Mis facciones estaban cubiertas por una máscara plata calavericamente amoldada a mi rostro; Una túnica cubría mi esbelta figura de torso marcado y desnudo. La gélida mirada gris destelló un dejo de indiferencia al observar todo aquél estadio de lucha: varios focos iluminaban sobre nosotros, un centenar de butacas rodeaban el lugar en el que estaba el mago y cuatro pasillos escalonados llevaban al mismo centro de atención. Estaba vacío... -Vaya vaya...- sostuve dejando mi túnica en una butaca de arriba y carraspeé para que el mago se percatara de mi presencia mientras bajaba los escalones hasta posicionarme a diez metros, cinco del cuadrilátero y otros cinco más, de mi rival- No haré reverencias si eso esperas- acentué bufando una irónica sonrisa escondida tras la máscara mortífaga-Espera... eres el columnista del profeta ¿no?... El chico no perdió tiempo ante mis palabras y alzó su varita en mi contra a lo que por acto de inercia desenvainé la mía con gran agilidad y justo después que terminara de verbalizar su rayo solté mi ataque a viva voz apuntando a su cuello. -¡Sectusempra!- exclamé, viendo como un rayo esmeralda de finas notas plateadas se dirigía a la garganta del mago. El ataque fue certero y si no se curaba de inmediato terminaría por ahogarse en su propia sangre. Como no alcancé a parar su cometido el intercambio de daños logró por pegarme la lengua al paladar, su langlock también había sido certero. Molesto, pasé la varita por mi rostro en un acto seco y sin más ánimos de pensar que en un "Finite incantatem" que me permitió chasquear mi lengua para comprobar que ya podía hacer acto verbal de mi presencia.
  19. Aaron Augustine Black Ryddleturn. Guardia con Jess y Aysha. Aparecí tras un envolvente y flamante fuego negro a unos cuantos metros del terreno Gaunt. Llevaba el atuendo más cómodo posible para un mortífago; una túnica azul marino con dos broches en los hombros que sostenían la ligera capucha y un cinto bien ajustado que sostenía mi varita, pantalones, botines hasta la mitad de la canilla y unos guantes oscuros. Un aspecto bastante elegante la verdad. Un sangre pura. Me encaminé hasta la verja, y atendí en empujar la reja una vez que me percaté que había sido abierta; seguramente ya habrían llegado los demás guardianes. Llevaba mi rostro descubierto, nadie tenía porque saber que mortífagos merodeaban las mansiones en una acechadora guardia nocturna; el flequillo de mi corto y rebelde castaño se meció ante una brisa que recorrió la estancia y ya me veía parado frente a la puerta de entrada del imperioso castillo Gaunt. -¡Hey tú!- llamé a una criatura cerca de uno de los pilares de entrada. Un elfo- ¿Se ha visto algún movimiento por acá? ¿alguna bruja o mago merodeando por éstos terrenos?- la pregunta era obvia. Reja entre abierta, guardia nocturna... Esperaba que así fuese.
  20. Aaron Augustine Black Ryddleturn. -No eres más que una criatura insignificante, muggle...- dije las últimas palabras a un tipo de mala muerte que había osado asaltarme en pleno callejón. Le apuntaba con mi varita sosteniéndole del cuello con una soga invisible- muere- solté sin expresión al quebrar su cuello con un ágil movimiento de muñeca. La noche estaba despejada y la luna imponente cubría a londres bajo un manto de luz; el callejón se sombreaba a ratos, escondiendo criaturas mágicas invisibles a los humanos sin magia en los rincones bordeados por algunos tarros de basura. ¿Que hacía allí?, pues fácil, iba a la caza de un fenixiano. Me ubiqué a seis metros de todo lo que pudiese ser morpheable. -¡Quién anda allí?-exclamé tras apuntar mi varita a las sombras, el muchacho se dejó ver de inmediato- ah, por fin te encuentro- sonreí ligero tras la máscara tenebrosa que cubría mi semblante. Mis gélidos grises podían apreciar su figura encaminarse aún más cerca, y mi varita apuntó deseosa su cuello- ¡Sectusempra!- el rayo plateado surcó su camino a una velocidad y tal de alborotar todo a su paso, echando a volar algunas papeletas y buscando asesinar al chico en tanto se ahogara con su propia sangre. Por suerte allí se tiraban solo documentos de un banco, aquél que se encontraba en al cuadra del frente. No habrían desechos tóxicos ni nada que pudiera volver de todo aquello algo desagradable, excepto por el fenixiano claro.
  21. Aaron Augustine Black Ryddleturn. No alcancé a detenerla en su bezoar, suspiré con ironía y dejé que tragase la piedra medicinal. No era de bondadoso, sino más bien quería divertirme un rato más. El cielo se mantenía gris mientras que una ligera nevada comenzaba a caer sobre aquél templo en ruinas; la cima de aquella montaña era la fiel copia de la frialdad en mi mirada. La bruja se corrió de mi túnica y una ligera sonrisa se dibujó en mi semblante mientras negaba con la cabeza. -Eres astuta....eres astuta- repetí en un susurro que acoplaba finamente con la tranquilidad que tenía en aquél instante, ¡me parecía un verdadero juego todo aquello!, como la sarcástica soberbia del tigre tras su presa- ¡con que la fenixiana renuncia a su luz!- exclamé irónicamente al ver como cruzaba su varita por el rostro para descubrir sus delicadas y féminas facciones-¿Mi nombre?, no estoy aquí para charlar, ¿o si?. La bruja levantó su varita en mi contra y un rayo familiar se desprendió de la punta de su arma en mi dirección... -¡Sectusempra!- dicté tras apuntarle con mi varita en dirección a su cuello justo después que terminase la última vocal de su mortal hechizo; como era de esperar, ambos rayos impactaron y un corte sangriento me hizo llevar la zurda al abdomen sin antes ver como se abría una gran herida en el cuello de la bruja. Seguramente y por lógica, le costaría el habla mientras se ahogaba en su propia sangre. Episkey, pensé sin más para cuando pasaba mi arma mágica por el lugar donde se había propinado la herida del sectusempra la cuál comenzó a cerrar de inmediato. Mis manos estaban manchadas en sangre, ¡mi sangre!, la del puro linaje que defendían mis ideales... mataría a esa chica. -¡Vamos cariño!, ¡DE PIE, DE PIE!- le ordené sulfurado al ver como decaía lentamente.
  22. Aaron Augustine Black Ryddleturn. No alcanzaba a levantarme de aquella red de dolor, el cruciatus que había dado hasta la fibra más recóndita de mi cuerpo, para cuando el piso se deshizo en aguas turbias de un escalofriante color negro. Mantenía la varita aferrada entre mis dedos para cuando decidí apuntar a mi cabeza y crear un "Casco Burbuja" que me mantendría oxigenado por el momento. Los grindlows se veían ocupados intentando cazar a Elvis, más no un lote que luego de querer atrapar a la bruja que me había apuntado con su arma mágica, se fueran en contra mía. -Ascendio- dicté firmemente tras destacar mi varita para salir expulsado a la superficie con dos criaturas aferradas a mi pierna; la floritura fue inmediata- est****os grindylows...- solté tras darle un pisotón a la cabeza de uno mientras el otro agonizaba fuera del agua. Escuché mi nombre en un agudo desliz que cruzó mi sien, el frío se apoderó de mi cuerpo y mis gélidos grises dejaron la vista fija a un punto desconocido mientras comenzaba a ser rodeado por dementores. Aquella gota de la poción me había dejado débil, aunque más que débil había abierto aquellos pasajes de debilidad para el sentir, arma mortal para acabar con las personas. La Malfoy sabía perfectamente lo que quería lograr como tutora de la clase. -Expecto patronum- susurré tras mantener mi mente aferrada al recuerdo de mi hermana y los momentos que solíamos pasar juntos, la felicidad era subjetiva y el efecto de aquella invocación inmediato. Un lobo ártico se materializó desde la punta de mi varita para espantar a las espectrales y endemoniadas criaturas que tanto se temían por las calles londinenses. La brisa a orillas del lago arremolinó mi castaño mientras mi rostro estaba inmutado, sin expresión alguna cuando me vi de frente con dos amarillentos ojos entre las sombras de aquella noche. Medía dos metros y su contextura era la de un gigantón promedio; mi patronus intentó hacerle frente para cuando se esfumó en el pecho del licántropo sin siquiera moverle un pelo. -¡Genial!- ironicé para cuando tres más aparecieron tras de él. Empuñé mi varita con más fuerza, mi respiración era agitada mientras mi mirada dio pasada rápida al lugar; varias ramas, uno que otro escombro y la luna llena imponente como ninguna otra.
  23. Aaron Augustine Black Ryddleturn. Aquella poción me había dejado perplejo, inmutado al verme de niño con recuerdos que prácticamente habían sido bloqueados de mi mente para no encontrarme con la envolvente maldad que me había perseguido en el linaje de los Black. El destino reclamaba su camino y yo ya estaba inmerso en la casta mortifaga que me llevaría a la gloria. Un gran pensadero agrietado y refinado en ciertos relieves que danzaban mas de una historia apareció a la vista de todos. Nos reunimos a su alrededor y escuchamos las palabras de la Malfoy ante los grandes magos que habían dado un leve roce a la magia oscura, arte de infinitas y ligeras pinceladas que dejaban mas de alguna marca al mago que las usurpara. Pase levemente mi zurda por el hombro al sello que apresaba a Emiliano y un destello en la mirada de Juv, hizo que sacara mi preciada varita en su contra. -Crucio!- exclame en su contra justo después que su rayo saliese de su varita asesina. Ambas maldiciones impactaron sin reproches y tanto yo como mi estimada mentora caímos en un dolor agudo y electrizante que mas de alguna sonrisa logro entresacar de la magia oscura envolvente en el lugar. "Ahgg!!" me retorci nuevamente antes de tomar una bocanada de aire para ponerme de pie. Los demás habían tomado ya sus decisiones, costandole la moral a más de uno , si no era tan solo uno, sin embargo la clase llamaba y tentaba a dejarse caer en el manto oscuro que cobijaba la magia negra. Off: Estimada profesora, compañeras y compañeros; me encuentro fuera de la ciudad, la señal es malisa y del móvil pude pasarme a rolear esto (desconozco las llaves para cursiva y negrita) , y es que me han tentado con los roles para seguir el mio jajaja. Espero no moleste alguna falta de tildacion que el celular cambia de mala forma como así también el remarcar los hechizos. En el transcurso de la prox semana regreso y allí me pasare de mejor forma, hasta ahora es lo que puedo lograr . Saludos !!!
  24. Aaron Augustine Black Ryddleturn -Oh, la máscara...- sonreí tras la rendija con un brillo de picardía en el gélido de mis grises- tú viniste acá interrumpiendo mis ... meditaciones- mentí pasando la varita por sobre el rostro de manera y tal que la máscara calavérica se esfumó cuan humo de cigarrillo- pero ésto hay que verlo sin limitaciones- reí con indiferente ironía al cuerpo curvilíneo y desnudo de la bruja- ¡Woww!...¿eh?- tras la impresión de ver el mismo movimiento en mi contra noté como una araña se posaba en mi torso para luego morderme e inyectarme el veneno- No, no, no... ¡Silencius!- dicté con una floritura de mi varita por el cuál y en su segundo ataque solo se escuchó un Morph...- Yo que tú escupo la piedra, no quiero que mueras por asfixia, sería aburrido - reí aplastando a la araña que me había mordido sin ningún problema. Mi rostro estaba al desnudo, la gélida mirada gris destacaba del blanco invernal en el tempo donde nos encontrábamos, allí donde la cumbre montañosa se vestía de un manto de nieve que colaba los huesos de cualquiera. Mantenía una que otra cicatriz en el tonificado torso producto de algunas rencillas anteriores, el viento mecía mi cabello de un lado a otro, dejando una que otra mecha tiesa producto de las bajas temperaturas. - Cúbrete- dije a la bruja tras lanzar mi túnica a sus pies, aquella que luego de haber destruido el morphos, había vuelto a ser una prenda normal- Morphos- susurré apuntando una piedra pequeña con mi varita, aquella tomó la forma de un bezoar que tragué al instante para curarme del veneno- Vamos, que no te haré daño...- dicté nuevamente a la chica viendo aún la túnica a sus pies- ya me tienes sin máscara, ahora quién será la fenixiana tras el fastidioso rayo de luz ¿eh?
  25. Aaron Augustine Black Ryddleturn. Emiliano Black (voces en verde) Los objetos tenebrosos eran bastante llamativos, no sabía si por la belleza en su antiguedad o la tentativa que destellaban cuán demonios pidiendo a gritos un cuerpo para vivir y sentirse realizados. El diario del señor tenebroso levitó en réplica hasta mi, la cual dejé junto a la chaqueta que me había quitado para mayor comodidad ante lo que debíamos enfrentarnos; ya había experimentado ciertas enseñanzas con la Malfoy por tanto sabía que ésto traería más de alguna consecuencia..."¡Dices que soy una vaga consecuencia muchacho!..." alegó el Black al momento que callamos producto del polvo peruano que hizo movernos de lugar. Una nube negra nos cubría, poco podíamos ver, tanto así que con suerte distinguía a mis compañeros y a la profesora, más si los cuencos frente al alumnado. Pociones, odiaba las pociones, tanto así como un muggle odia ir al médico. Me acerqué a paso ligero y decisivo pero Elvis se había adelantado, le veía anonadado, asombrado y con la vista en una dirección infinita, adentrado en el mundo de las sombras dudé en recordar ciertos miedos. La sorpresa fue al girar a mi derecha, una chica me apuntaba con su varita. -Tranquila bonita...- le dije al momento que tomaba su muñeca muy suavemente para, y de forma lenta, bajar su brazo con el que apuntaba su varita mientras mi zurda acariciaba el mango de la mía por cualquier intención entremezclada de emociones producto de los brebajes. Todo más tranquilo unté mi índice en el líquido, ¿líquido?, era una especie de humo espeso el cual subía como enredadera al acercar mi mano la que quité despacio para llevar una mísera gota a mi lengua... -Aaron... Aaron- la voz de una niña se escuchaba a lo lejos. -Evarela, cuida de tu hermano... Un pequeño de no más de 6 años se paró frente a mi, sus ojos eran dos gotas de agua reflejando una gris tormenta sobre unos pulposos labios jugando en las facciones de su rostro amurrado. Su cabello lacio y castaño se mecía al compás del viento que acariciaba su nívea y suave piel, aquella que acrecentaba en sus pómulos de un niño caprichoso. El pequeño llevaba su torso desnudo, el tatuaje, la marca en su espalda no estaban...¿Emiliano aún no estaba sellado en su cuerpo?. Seguramente llevé mi diestra bajo el cuello por mi espalda en un desliz de confusión. -Hola Aaron... La voz de mi pequeño "yo" se tornó ronca y sus facciones cambiaron cuán vampiro muerde el cuello de su víctima. Instando en abalanzarse, tropecé hacia atrás y vi que algunas miradas estaban puestas en mi. Por suerte había sido solo una gota.

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