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Hessenordwood Crouch

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Todo lo publicado por Hessenordwood Crouch

  1. ID : 118247 Libro de Hechizos: Libro de Hermes Trimegisto Justificante de compra del Libro (Link al post del Concilio de la bóveda trastero): Compra Link a la Bóveda: No. 103154 Link a la Ficha: No. 103059
  2. Juvecitaaa +0+

    1. Kahlan Blackthorn

      Kahlan Blackthorn

      Hess *-* 

       No le vaya a pegar su párroco, porque anda por acá 

  3. Grelliam La respuesta de Mael sobre la consulta de la profecía de Macnair no simpatizó en absoluto ni supo aliviar las sospechas que tiene el brujo al respecto. No lo llevan más que a pensar en que están utilizándolos para algo más grande u oculto, en algún tipo de prueba tal vez para demostrar su lealtad a los cada vez más inciertos ideales mortífagos, y decir que ella no estaba más cuerda cuando profetizó aquella visiones no mejora las circunstancias. Pero, ¿quién era él para juzgar una mente confundida? Puede ser que Grelliam no se encuentre más motivado por estas personas o sus propios propósitos hacia los misterios que estas fuerzas despiertan, sin embargo, todo es tan retorcido todavía que remueve su interés sobre el estudio de esta materia oscura. Sería un tonto además si dejaba pasar esta oportunidad. De todas formas se mantiene, esta vez caminando casi en círculos, en un lento vaivén cerca de la única persona que le es más real en toda la habitación. Las pulsaciones de Kila se escuchan en sus oídos todavía, puede sentirlas en las yemas de sus dedos como si aún sostuviera su mano. Al menos ese sentimiento relajó los músculos nerviosos de su cerebro que comenzaban a alterarse cuando Blackfire retoma la palabra. Grell negó apenas cuando vuelven los cuestionamientos sobre lo que estos fantamas habian dicho en aquella sesión. Eran algo tercos para ser un grupo, ¿cómo es que han sobrevivido tanto tiempo? Piensa él que debería ser por toda esa fuerza bárbara que poseen muy secretamente. —Era otra lengua, es fácil hacer malas interpretaciones-, comenzó-, y con un gesto de sus manos a la distancia empujaba a Kila a que les mostrara lo que había quedado del pergamino tras la partida de los espectro de los reyes magos. —Yo pienso mi señor, que podría bien tratarse de una especie de armadura, en su totalidad… quiero decir, con los tres ingredientes juntos-, dice esta vez acercándose a Mael, pues susurra aquello como si sospechara que algo fuera de los muros de esa sala pudieran escucharlo. Pero luego chasquea la lengua, no quiere ponerse maniaco tan pronto. —La corona de oro habla de un rey de reyes-, comienza señalando sobre el pergamino los fragmentos donde han sacado la información. —Una vez coronado este “regente” necesitará preparar su cuerpo desde adentro hacia afuera, como si fuera a embalsamarse con mirra, para que sea capaz de soportar un vínculo con esta armadura-, mascullando así, con monotonía en su acento híbrido, recuerda porque no fue nunca un maestro popular en el séptimo curso durante su docencia en Hogwarts. —Finalmente necesitará una ofrenda como el incienso para que sea reconocido como único y unifique a su vez toda la fuerza de la que está compuesta. No va a terminar su explicación diciendo que él piensa en esta armadura como una especie de ascenso de un gran y poderoso señor tenebroso, sin embargo, la influencia que hay en esta fuerza unificadora sobre los clanes mortífagos era muy evidente. —Aunque, podría haberme equivocado y traducir algo mal-, se alejó hasta una sombra y con la punta de sus dedos pareció deshilachar. Podía sentir una conexión ahí, quizá las sombras podrían guiarlo hasta donde el fantasma con el ingrediente que correspondía a las fuerzas de Nosferatu se había ocultado. Existía además un hecho ante todas las cosas que ahora les juegan en contra y era el que estos objetos, ingredientes o magia, debían encontrarse dentro de los límites de la Torre, lo que de alguna manera reducía las posibilidades, aunque no los peligros. —Ella tradujo una parte del mensaje-, se refirió en la ausencia de Hysys en el grupo. —Dijo: las letras están ocultas entre líneas, nada es evidente ante los ojos que no saben ver más allá de lo que es una observación detallada de lo que él desea-, él dudó, tal vez no era Grelliam el más indicado para guiar los rastros de los fantasmas. —El ingrediente del Caronte debe encontrarse ahí-, apoyaba la idea de la bruja Ada de volver a la biblioteca donde se había inspeccionado el pergamino, aunque también estaba de acuerdo con Mael en que quizá si el grupo se dividía había más oportunidades de encontrar más pronto los ingredientes, sobre todo ahora que Blackfire les ha informado de esta entidad que merodea por los alrededores de la torre negra. Si hay algo o alguien que quisiera y pudiera además de ellos obtener estos poderes seguramente los fantasmas o las partes del pergamino que no han sido traducidas lo explican mejor, sin embargo, Hysy se había ido de ahí, y con ella decidió llevarse parte del mensaje.
  4. Grelliam M. Ollivander Negó apenas en un movimiento casi ausente ante la idea de Valeskya de que pudiese haber alguien atrapado ahí del otro lado, es más, dado por la forma de las aberturas y el color muerto de las raíces, Garry más bien intuye que algo ha sido extraído desde su interior. Se quedó del otro lado del pasillo, retrocediendo mientras Valeskya se las arregla para escapar de todas esas raíces secas con las que se ha tropezado en lo que a su vez le explica al brujo que es lo que ha pasado con algunas de las personas que habitaron la mansión Granger. “Parece una mala coincidencia” piensa, pero en realidad Garry también sospecha que ese fenómeno en el que Ottery se ha envuelto desde hace aproximadamente tres o cuatro años, tras la supuesta caída del ministerio de magia ingles y la desaparición de los grupos criminales mortifagos y de la orden del fenix, no solo ha afectado a familias como la Granger o lo que dicen los rumores de la Gryffindor, no obstante, era hasta para él evidente el deterioro del pueblo mágico. Ollivander en realidad nunca fue un lugar ocupado por muchas personas, ese que llama hogar mucho tiempo fue solo una casa de desahuciados donde encerraban en sus bosques a todo aquel familiar que pudiera desprestigiar el nombre de la familia. Durante su infancia la casona Ollivander escondida en los bosques de Ottery fue un cuento de terror para ir a dormir temprano o portarse bien, mas nunca se imaginó como un inquilino de la misma tras la licantropía, ni mucho menos que ahora sintiera el lugar como el único rincón del planeta a donde él pertenecía. Aun así y con todo eso en contra, hubo un tiempo, él lo vio con sus propios ojos, en el que la casa se llenó con otras voces, otros rostros y olores del exterior, pero había sido tan breve ese tiempo que, en su condición actual, Garry bien podría decir que lo habría soñado. Los tiempos cambiaban, era evidente, pero aunque la adversidad se había llevado a muchos, varios de ellos sin retorno alguno, lo cierto era que el caos sobre la Londres mágica continuaba imparable. Asiente de todas formas a lo que ella le explica, comprensivo, pero sin acercarse ni un paso más (a pesar de que ha puesto clara distancia) y estirando el brazo para alcanzar al de la Granger que intenta nuevamente ponerse de pie. —No quedan muchas personas en Ottery-, dice, en su mejor intento de dar algo de consuelo, aunque en primer lugar no está seguro de si ella resiente el abandono de los Granger a este hogar suyo. —Pero si, creo que hay algo, no sé si eso explica esto de las raíces, aunque sospecho que puede existir una conexión entre el alejamiento de la familia y lo que está sucediendo ahí-, ya han comenzado a alejarse, pero Garry vuelve su atención hacia atras un instante antes para indicarle a Valeskya que tal vez esta raíz ha estado creciendo por años, posiblemente desde que ellos llegaron ahí. Pero antes de que pueda decirle más y ellos puedan alejarse; un lazo oculto entre los escombros de secas plantas tomó a Valeskya de la pierna y la arrastró en dirección opuesta a la salida, jalándola hasta donde se encontraba la brecha que separaba la mansión de los Granger a lo que fuera el interior de esa cosa que, si no estuviera loco, Garry aseguraba que aullaba de dolor tras cada intento de luchar contra la resistencia de la Granger. —Valeskya, sujétate-, intentó socorrerla, pero más ramas como brazos saliendo de las paredes y el suelo la sujetaron con fuerza intentando llevársela a toda costa. @ Valeskya Granger
  5. Grelliam Una parte de la compañía reunida para descifrar los secretos del pergamino maldecido se encontraba todavía entre las heladas salas de la Torre Negra. Grelliam habría querido e intentado salir de ahí en más de una ocasión, pero las amenazas de Hysy seguían rondando cerca por si el mago oscuro pretendía escapar con algo importante entre sus manos, aunque lo cierto era, que en más de una ocasión fue más bien el intento de seguir aquella magia que se desplazaba por cada rincón oscuro de los pasillos de la torre. Grell había imaginado que podría haberse tratado de la magia de Nosferatu, la cual había adquirido mayor estabilidad dentro de su cuerpo luego de que el color del tatuaje sobre su piel cambió a un tono de rojo más oscuro. Pero ante los avances logrados hasta ahora y lo que se sabe sobre la visión de Arya, que para empeorar la situación no considera siquiera útil, se les comunicó entonces que al lugar serían invocadas mas fuerzas oscuras, por lo que quizá de esa manera podrían continuar con la investigación y, ya de paso, al fin obtener toda esa información que hace falta y que seguramente ayudará a hilar la senda correcta hasta el final de este misterio. Mientras tanto Grelliam, que sigue oculto bajo un mueble que forma sobre él una espesa sombra y le envuelve la mitad del cuerpo en una penumbra, no pierde mucho de su energía en darle más vueltas a todo esto que han rescatado de las sobras de esos antiguos reyes, pues era evidente que necesitaban más piezas para poder seguir jugando el juego que los líderes mortífagos planteaban. En cambio, su concentración está en esta sensación inusual que hay de estar sumergido en la oscuridad, que no era del todo algo afable, pero si más bien fuerte y constante, no como lo es su propia magia, sino que parece adherirse a un algo entre las sombras que complementa el vacío. Los poderes que otorgaba la sangre de Nosferatu. Pasaba ya de la media noche y los muros aún continuaban tan helados como si los efectos del hielo del averno invocado por Hysy aún no hubieran cesado a pesar de haber transcurrido las horas y los días. No puede dejar de sentirse cada vez menos cómodo en ese lugar, pero lejos de ahuyentarlo se encuentra atraído e interesado por esta condición que presenta la construcción, la Torre Negra, como si fuera este sitio un hito palpitante de la cual los magos y brujas que conformaban el grupo mortífago estaban conectados. Tal vez por eso era tan importante, y tal vez por eso su urgencia de resolverlo. Después de un rato, el salón donde deciden reunirse se ocupa con rostros adicionales que no ha visto en otro campo, ni en otra reunión, pero no dejan de ser relevantes sólo con sus nombres. Y tras la llegada de un último mago, a quien Grell apenas es capaz de distinguir, la reunión comenzó con Blackfire exponiendo un resumen de lo acontecido. Él conoció a un Gryffindor hace muchos años antes, pero este que tienen enfrente, no es en absoluto parecido a él. Grelliam, que se ha distraído brevemente por aquel pensamiento que lo remonta a viejas hazañas, de todo lo que Mael dice solo puede centrarse y darle peso al hecho de que Arya Macnair está desaparecida. Y pasado medio minuto de silencio, donde ante el cuestionamiento final del mortífago Grell no tiene una respuesta que no sea ambigua, finalmente sale de la oscuridad donde se mantenía protegido y con suavidad abordó al grupo. —Cuando la manifestación de estos tres espectros terminó, cada uno adoptó una forma diferente y se desvaneció por entre los muros de la biblioteca. Fue difícil seguirles el rastro-, explicó ante la clara confesión de que no tiene ni idea de donde puedan estar ahora esos fantasmas. —Primero pensé que se trataba solo de un mensaje holográfico, pero luego ve ahí, el pergamino ilustra tres objetos, pienso yo como ingredientes de algo que bien puede ser un objeto o un tipo de arma, no es muy claro, pero es importante-, se estremeció, ¿era el único capaz de sentir el exceso de frío en ese lugar? —Podrían ser solo curiosidades, pero, a mi humilde parecer, lo que sea que los llevó a encontrar el pergamino, quiere ser encontrado con urgencia. Su pálida mirada que nunca prestó real atención a ninguno de los presentes finalmente se detuvo vacilante sobre ellos. —Antes de continuar, quisiera saber si es que pueden hablarnos un poco más sobre las visiones de Macnair-, dice arrastradamente, Grelliam es un hombre de extraordinaria paciencia, pero no lo parece tanto por el modo en el que ni siquiera separa los dientes para hablar. —Qué dice exactamente y en cuál de sus momentos fue presagiada-, nunca fue él un aficionado a la magia de la videncia, Grell le considera más bien como poco certera y confiable, dejando muchas ideas cuestionables al aire, es sencillo mal interpretarlas y hasta cierto punto las predicciones suelen ser más problemáticas de a lo que suman utilidad final. Sin embargo, esta vez se muestra más interesado en conocer la visión de Arya.
  6. MeEncaballa 🐴🔥

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    2. Rory Despard

      Rory Despard

      Y así dices ser su pareja fiel :Nono :

    3. Hessenordwood Crouch

      Hessenordwood Crouch

      Borren ese comentarío, aqui no paso nada :ninja:

    4. Rory Despard

      Rory Despard

      Igual y todo ha quedado oculto jojojo

  7. Es tiempo de galopar(?) 🐴 🔥

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    2. Rory Despard

      Rory Despard

      Espera! Necesito alimento para las patas D; *se queda pastando en los verdes campos* 

    3. Juliens
    4. Rory Despard
  8. Uff esta es la primera mención de Julio que tengo en toda mi vide(? Es un dia especial ha valido la pena detenerme en la orilla de la carretera para hacerle caso al mensaje de Mels xDD De cuantas lineas son aca? XD yo horita no puedo quedarme mucho porque soy del pasado y salgo a la trabajacion, pero al ratitos me traigo a la Desta pal spamsito Beso con apapacho a los ecuatorianos (?) -muak-
  9. Ha cerrado tan fuerte su mente, protegiéndola con barreras que empujan hacia adentro y hacia a fuera a su vez, que de pronto escuchar la voz del mago junto a él le sabe más como una grieta que a la realidad. Por un largo tiempo, sobre el barco, se ha olvidado de él, no está seguro de si no conoce su nombre o, sin quererlo, lo ha guardado tan dentro de él en esta magia de la oclumancia que aunque Hess es bueno para recordar nombres y rostros, esta vez solo no puede darle uno al muchachito que está más preparado para continuar esto. Igualmente, le sonríe con el comercial encanto que siempre carga, con la barrera exterior que ha dominado con el tiempo, y acepta de buena gana continuar este camino con él, aun sabiendo que podría no ser lo mejor o incluso la compañía adicional causaría un peso de estrés extra sobre las barreras de su mente, para ambos. El bosque delante de ellos, a simple vista, no parece un gran desafío, Inglaterra mágica está llena de lugares misteriosos como este, saben que no pueden confiarse, no por nada se necesitaba un nivel de fuerza en tus habilidades mágicas para estar aquí, sin embargo, el exceso de confianza, tratándose de esta magia de la mente, no podía ser de ayuda. Solo hay un camino desde la orilla del lago hasta el interior del bosque, pero a pesar de lo que acaba de enfrentar hace un momento sobre el barco, no se siente con muchos ánimos de romper el silencio donde muchas veces antes se sintió inseguro. Matthew por otro, lo percibe mucho más relajado, por un instante es casi familiar su compañía, aunque no por ello el demonio habría de cuidar sus protecciones. De todas formas, la barrera de empuje desaparece de su campo cuando finalmente el camino que los ha guiado al interior del bosque se bifurca. —Entonces, supongo que nos veremos del otro lado-, le sonríe, con suavidad casi genuinamente esperando que el gesto en su rostro sea tan fuerte, tan creíble como el de su única pero impenetrable barrera de pie alrededor de sus pensamientos. Alejándose por el camino de la izquierda en poco tiempo Hess deja muy atrás el recuerdo del mago. La andanza después de eso es mucho más lenta, o eso le parece, el escenario no tiene formas ni colores distintos ante sus ojos, siente que lleva horas caminando en él y no encuentra salida alguna o señas del laberinto a pesar de que la senda no está quebrada. Supone que está a punto de tener otro tipo de encuentro, si no es que sin darse cuenta, tan ocupado protegiéndose desde adentro, ya ha caído en otra de las trampas de Sauda. Ha perdido a su vez gran parte de la noción del tiempo que lleva en este lugar, aunque no el rumbo de sus pasos, sin embargo no está seguro de si el sol cae sobre ellos llevando la tarde o es este el amanecer más largo de toda su vida, de cualquier forma se sabe mejor mover en la oscuridad, y es solo por eso que no se preocupa al principio, cuando la profundidad del bosque lo traga en este camino sin aparente final. —Puedo oírte, ¿quien esta ahi?-, interrumpe la calma cerrando su paso, un poco cansado, pero aun sin perder la razón, detiene sus pasos, hay algo raro, y es casi instintivo, de una forma muy natural el modo en el que la segunda protección mental se levanta y el gesto de su rostro, que se ha mantenido demasiado serio, se ablanda para recibir a aquello que presiente que lo acosa desde la profundidad del bosque. Él es un cazador después de todo, aunque no lo quiera, y sería absurdo no darse cuenta cuando, en esta ocasión, él es la presa. No tiene armas a la mano ni objeto uzza que lo salve de un ataque inoportuno, solo el poder de su mente, con todo este nuevo aprendizaje de la magia de la oclumancia siendo procesado, y que, en una situación así, no se imagina como puede ser de ayuda para un ataque de este tipo. Cada uno de los músculos de su espalda alta y cuello se tensa de todas formas, sobre todo ahora que sabe que es demasiado extraño verse a sí mismo saliendo de un seto apenas suficientemente alto. —¿Qué sucede? ¿te perdiste?-, pero el otro Hess, del otro lado del camino, no se mueve ni dice nada, en cambio su piel poco a poco se convierte, en un color tan oscuro y profundo como el carbón. Hess, el verdadero solo chasquea la lengua apartando la mirada, no puede verlo a los ojos que son estanques de almas, no quiere hacerlo. —¿Qué estás haciendo?-, vuelve a intentar, porque no hay forma de que él esté en dos lugares a la vez, de que eso ahora vaya a buscarlo a él, ¿cierto? Instintivamente, quizá presa del sentimiento, cierra los ojos pues lo siente demasiado cerca acariciando sobre sus hombros, y cuando aquello le susurra cerca, en un siseo que si bien no es parsel, puede entender a la perfección siente el repentino golpe del viento de las alturas, helado y cruel, sobre su rostro. Todavía con los ojos cerrados el vértigo se apodera de él y si no fuera porque aquella cosa los sujeta todavía, Hess hubiera perdido el equilibrio y muy seguramente hubiera caído desde lo alto de aquella torre, una vez más. La caída que tiene por delante no es solo un abismo sin fin aparente, sino que representa muchas y tantas cosas que no ha concluido y que se sienten igual de vertiginosas, no solo la altura, nombrarlas a cada una quizá haría una lista tan larga desde lo alto de la torre hasta el suelo firme, pero seguro esa criatura, que lo observa del otro lado, ya sabe eso. —Hace poco volví a estar aquí-, dice, no sabe si el otro Hessen, que merodea cerca sin dejar que se aparte de la orilla, lo está escuchando. —Tampoco estaba solo. Esta vez me acompañaron hasta el fondo-, hace su mayor esfuerzo para mantener la calma mientras que en su mente la barrera interna que protege lo que hay adentro deja una estrecha abertura de donde se le escapa aquel último recuerdo de aquella torre. —Fue igual que las otras veces, una caída larga, larga y estrangulante-, extrae esa fracción entonces y la muta a su antojo. Se transforma de a poco con una esencia similar al miedo, aunque de matices diferentes como el confort. —Pero esa vez sabia que hacer-, se giró con tremenda fuerza dándole la espalda al vacío y enfrentándose cara a cara a esa versión de él que tanto evita. La criatura retrocedió apenas un instante mientras se encontraba inspeccionando nuevamente dentro de él, buscando su miedo. Pero en esta ocasión ya no es la torre, aunque no la ha de engañar tan fácil, porque se ha convencido a sí mismo y a su mente de esto, su cuerpo tiembla ante la posibilidad de caer en cualquier mal movimiento. Tiene que ser más real, por lo que comienza a reforzar ese instante a las afueras del palacio rosa, mientras la tarde cae y la poca gente que ha venido desde lejos al evento comienza a marcharse, ahí junto al único inquilino en el palacio de quién realmente puede esperar que su pregunta sobre el clima o su estado sea genuino y de verdadero interés y no solo formalismos, hace la pregunta más difícil que Hessenordwood, ni con toda su elocuencia, ni con su mejor perorata, es capaz de persuadir para escapar como lo hace otras veces. Mientras veía una película en la cama, el gato saltó sobre mi y se quedó dormido. Sin darme cuenta, empecé a moverme menos para no despertarlo. Y así pase una horita y media, incómodo, en una mala posición y con ganas de ir al baño, pero quieto, solo por si, sin querer, y con un movimiento incorrecto, despertaba al michi. En algún momento de la noche se fue solito y la película terminó. Pensé en ti entonces, y en que quería contartela. Así que tomé el celular para mandarte un mensaje, pero no supe qué escribirte. Es que por momentos tú también eres como aquel minino, que duerme encima mio, y me da miedo que se vaya, si alguna vez y por fin te revelo, en un movimiento incorrecto, todo lo que siento por ti* Él no se mueve, así como lo dice aquel microrrelato, sin embargo, la criatura que ahora ha adoptado otra forma, una solo un poco más familiar y agradable aunque no por eso menos fácil de enfrentar cara a cara, sobre todo en aquel sitio alto de la torre, se marcha, asustado, huidizo ante su última nueva confesión. Y lo abandona. No obstante, ante el miedo de volver a perder tras haber intentado sacar algo de sí para entregarlo, esta vez él no se deja caer al vacío. Cuando abre los ojos, está de pie firme sobre el sendero en el bosque, puede escuchar con sus oídos sensibles como la criatura se escabulle, más que asustada confundida, y vuelve al rincón oscuro de dónde ha salido. Y solo a pocos metros de distancia, el inicio del laberinto. Hessen deja escapar un suave pero largo suspiro, su cabeza da vueltas como si aún continuara cayendo, sin duda este ejercicio ha sido solo un poco más complicado, no porque antes no aprendiera mejor a transformar sus recuerdos, sino por como se veía aplastado a sí mismo por sus sentimientos acorralandolo. Esa también había sido una de las enseñanzas de Sauda durante la práctica; controlar las emociones había ocupado en su mente una barrera construida de otra cosa más espesa, Hess tendría que seguir explorando estos caminos en la oclumancia para ponerle un nombre más concreto. El demonio ajustó una vez más una protección alrededor de las organizadas estanterías de sus memorias y continuó adelante, en busca de alguna señal de Triviani antes de aventurarse al interior del laberinto. Guido Messina*
  10. Grelliam M. Ollivander A su propio ritmo avanzó detrás de Valeskya, un poco distraído o más bien interesado en observar más de cerca los detalles que sostienen la estructura de la casi abandonada edificación, y es que, aunque no es la primera vez que se encuentra dentro del hogar de los Granger, de igual manera resultaba como un nuevo descubrimiento hacerlo ahora con una nueva perspectiva, pues a pesar de no recordar con certeza qué ocurrió esa única vez, los bellos sobre el brazo se le erizan como el recuerdo de un mal presagio apenas cruzan hacia el interior. Sin embargo, continúa siguiendo el rastro de Valeskya por la casa como si le confiara más a ella que a sus propios presentimientos, pues piensa que de haber ocurrido algo importante ella lo hubiera mencionado desde un principio. Por otra parte, ver a la bruja moverse sin la mayor de las preocupaciones dentro de la casa, le recuerda un poco a él mismo, en lo llano de su propio y misterioso hogar. Por supuesto que no es de sorprender que en poco tiempo Valeskya ha logrado adelantarse buena distancia, aunque continúan lo suficientemente cerca el uno del otro, o quizá es que el lugar es tanto o más solitario de lo que había imaginado, como para que no se pierda de nada de lo que ella va explicando mientras los guía hasta las mazmorras, lo que a su vez, la sola mención de ese lugar, dispara las siguientes alertas, aunque tampoco se adelanta a hacer especulaciones, ya no tiene la energía y la fuerza mental para desperdiciar sus recursos de esta forma, por lo que solo así es como apresura el paso por los pasillos de la casa Granger para ver con sus propios ojos lo que ella describe como un lugar al que, casualmente, nadie ha prestado atención hasta entonces. —Es un poco curioso, ¿no crees? que nadie antes se interesara en ese pasadizo que mencionas, incluso con las remodelaciones-, aunque es difícil notarlo en su acento poco animado, él se burla. —¿Y dónde están ahora esos elfos de los que hablas?-, le pareció extraño, que lejos de la mención, el interior de la casa se encuentra aún más solitaria de lo que habla ella. No hay rastros siquiera de que más personas habitan en este lugar, lo que inclina la balanza a que esto no puede tratarse más que de una alucinación suya. De todas formas continúa avanzando un poco dejándose guiar por ella hasta que son golpeados por una ventisca helada antinatural, lo que lo hace casi detenerse en seco y no alcanza siquiera a meter las manos cuando Valeskya se tropieza en lo que se refiere como a la raíz que en un comienzo lo arrastró hasta ahí, pero es mejor, si hubiera querido ayudar seguramente ambos terminarían tan enredados como la planta (o lo que parece una) frente a ellos. Entonces una última alerta lo congela en su lugar. —Alguien más ha estado aquí-, dice más concentrado en el rastro que en Valeskya. —Recientemente, parece, ¿estás segura de que ninguno de ustedes ha bajado estos días? -, se agachó apenas para tener una mejor visión, era difícil ver ante toda aquella oscuridad y escombros de la casa envueltos entre una espinosa raíz que parecía florecer desde lo más profundo de esta oscuridad. —Hay una brecha ahí, podemos seguir desde aquí-, dudó, hay algo extraordinariamente familiar en esta situación y le extraña aún más que Valeskya no haya hecho mención en esto antes. No obstante, la situación hoy era completamente diferente, para comenzar aquello no estaba tratando de arrastrarlos al otro lado, sino que parecía escapar, o algo como eso. —Pero creo que sé a dónde nos llevará si lo seguimos. Será mejor que regresemos.
  11. Al demonio le llevó bastante tiempo, o al menos más de lo que Grelliam hubiese esperado, para finalmente dar con el sitio adecuado, sin embargo, una vez frente a la fachada de ladrillo, repasa algunos últimos detalles importantes antes de solicitar de esta ayuda. Esto no se trataba de una misión imposible, sino todo lo contrario, bastante simple en realidad, nada elaborado o que requiera de una lógica más grande que la de un ataque a la reserva mágica, pero que posiblemente (si algo sale mal) requiere una cuota extra de experiencia en habilidades en las que, por el momento, Grelliam no se especializa. No obstante, de pronto piensa que su petición no encaja del todo esto que describe mejor el negocio que se esconde en letras en relieve sobre una vieja placa oxidada casi oculta. Según la explicación de Hess, los fabricantes de mentiras se encargaban más que nada de -buscar soluciones a problemas de quienes no supiesen encontrarlos-. Las demás advertencias del robusto mago, sobre sus propietarios y la fama del lugar, no fueron más relevantes para Ollivander, por el contrario, resultaba algún grado conveniente. Por otra parte, Garry no piensa que estar aquí ahora en busca de los servicios de estas personas sea del todo una medida desesperada o por falta de recursos propios, sin embargo, ahora posiblemente más que nunca, necesita tener la fachada intacta de su demonio para no levantar sospechas o intrigas sobre sus actividades, mientras él estudia más de cerca los conocimientos, habilidades y disciplinas que el grupo mortífago guarda para sí con tanta exclusividad. De ese modo es que Hessenordwood no lo está acompañando esta vez, mientras vaga por los callejones de Diagon desde la tarde, haciendo compras aparentemente aleatorias en diferentes locales hasta finalmente dar con "Libros usados, compra y venta de aquello que ya no te servirá" sobre una de las avenidas más solitarias. Grell encaja bien con la apariencia de este sitio, una vez dentro del local sería sencillo escabullirse y quedarse por ahí sin ser notado entre viejos y olvidados libros polvorientos. Pero no está aquí para curiosear a pesar de lo atractivo que para otros pueda ser una vieja librería y la verdad es que, a esta hora del día, ya se encuentra algo más que fastidiado. —Pide demasiada información-, masculla arrastradamente paseando por los estantes, buscando el quinto libro, del décimo espacio en la séptima estantería. —Espero que sea suficiente. Y cuando logra encontrar al fin el libro indicado, se detiene entonces para escribir sobre el papel, que dice; Varita de Rudolph, Pago efectivo + gratificación. G. Ollivander. Pero tal como lo es casi todo el tiempo al hablar, la nota que ha preparado en una pequeña carta doblada en dos, es bastante breve, no contiene más que un par de palabras que son importantes que, más que nada, se trata de una especie de anzuelo.
  12. Tras poco tiempo después de haber conseguido poner la barca en marcha la niebla ha comenzado a extenderse por toda la superficie del cuerpo de agua, arremolinándose justo por debajo del instrumento que usan para navegar hasta el otro lado de aquel gran estanque. En un principio, Hess se centra en lo que es más importante, aquel punto en el horizonte donde deben llegar a como de lugar, trata de memorizarlo bien, de aprender la ruta y de sentir bajo sus pies, exteriorizando sus mejores sentidos para no perder el rumbo de la barcaza cuando la niebla los cubra por completo. Está aparentemente resignado a que eso va a suceder y que, a pesar de su fuerza, no habrá nada que hacer ante aquella niebla que de buenas a primeras parece solo una terrible casualidad atmosférica jugando en contra. Así que cuando pierde la mayor parte de la visibilidad del camino se sigue manteniendo tranquilo, reflejando esa característica seguridad que desborda incluso en los momentos más inoportunos o aun cuando es consciente de que la situación lo rebasa. En cuestión de poco tiempo, y como era de esperarse se encuentran completamente sumergidos en la niebla que con trabajo los deja ver más allá de lo que hay por debajo de sus pies, está tan concentrado en ello, en la tarea de no romper su semblante, y la espesura de la niebla aumentando a tal grado, que ha perdido a su vez la noción del otro mago a bordo, ambos van en el mismo barco, cree, entonces no había porqué preocuparse, sin embargo, es todo ese silencio, como si navegasen en medio de la nada, lo que más le preocupa al demonio. Y es que el silencio en el que se siente ahora envuelto hace que casi le revienten los oídos de todo lo que se muere por salir. Mantener su mente ocupada, con una agenda llena de tareas y actividades, dando más vueltas sobre pensamientos ajenos que a los suyos, con conversaciones que muchas veces no lo llevan a nada, pero que igual ha aprendido a sacarles provecho, es lo que por mucho tiempo conforma una de sus barreras mentales antes de la Oclumancia; el estrés laboral, la constante necesidad de organizarlo todo, y estar mas al pendiente del exterior evitaba que a su vez nada saliese de su sitio. Para algunos podría resultar inquietante, como saturar de peso una alta columna de concreto, Hessen en cambio lo veía como si de espectaculares sobre las carreteras se trataran, que invitan a los conductores a desviarse de su camino ya sea para tomar un descanso, un almuerzo u otro destino diferente. En otras palabras, el ruido que puede hacer o haber en el exterior ayuda a que no sea capaz de escucharse a sí mismo y eso está bien, por que a menudo, no le gusta lo que puede escuchar del otro extremo de su propia mente, de esa otra versión de Hess que guarda dentro, que está creada por muchas otras cosas que no son precisamente él, pero que también podría considerarse como su versión más humana, imperfecta, y que mantiene resguardado por reglas como mandamientos que se ha formado a lo largo de su vida, porque son lo que lo hacen débil, disfuncional, vacilante, y un ilota de las tradiciones y costumbres humanas y, ante todo, lo ahoga en inútiles e indeseados remordimientos. ¿Era cobarde por no enfrentarse a todo eso? lo era, alguien se lo ha dicho ya antes, ¿la oclumancia realmente podría protegerlo de todo lo que quisiera entrar a su mente y sacar todos sus peores defectos y secretos guardados? Posiblemente no lo haría, necesitaba algo más que solo magia de la oclumancia para mantener un equilibrio razonable, o por lo menos integro, en sus pensamientos más rebuscados. De ese modo ¿por qué desperdiciar el poco tiempo que le queda en esto? a las finales, su destino era claro, no existía nada ni nadie que lo salvase de lo que era, en lo que sin quererlo así se había convertido, ¿por qué insistir en ese caso? ¿por qué no solo dejarse llevar por eso y finalmente terminar sus días del mismo modo en el que habían comenzado? —Enumera las actividades para el día de mañana-, se dice en un intento por ocupar su mente en otra cosa cuando los primeros susurros del pensamiento ajeno comienzan a escucharse a través de las paredes del ruido ahogadas por el ensordecedor silencio de la niebla. —No, enumera las actividades que hay que hacer inmediatamente luego de salir de este lugar-, se apresura pues el agobio lo alcanza y no se da cuenta de que eso que lo acorrala viene de afuera y no necesariamente es desde adentro. —Mejor, enlista las cosas que debes hacer para llegar ahí, del otro lado-, insiste, pero apenas le queda voz, casi totalmente decidido en que volver era más rápido y, por mucho, más seguro que ir en busca de esta habilidad. Respira profundamente, intentando aunque sea escuchar el frío latido de su corazón, lo que fuera que rompiese el silencio en el que aquella niebla lo hunde cada vez más, pero a su vez, hacer esto le está haciendo perder el camino que deben seguir sobre el barco hasta el otro extremo. La saturación de ideas en su cabeza hacia todas direcciones comienza a sobrepasar rápidamente, es como estar en un cuarto lleno de personas que gritan, corren y luchan por todas partes y Hessenord está parado justo en medio de aquel pequeño caos, pero entiende y reconoce al mismo tiempo que esta no es la primera vez que está en una situación que le sabe parecida y hasta este punto puede asimilar que esto no es más diferente que al peor de sus trabajos, a estar lidiando con gente de todo tipo, con toda clase de gustos y exigencias que hasta a veces parecen imposibles de complacer, sin embargo, su compañía, que no es más que él mismo partido en partes iguales pero compuestas por diferentes sustancias, lo hace todo el tiempo. Exhala todo ese aire contenido, con extraordinaria paciencia, y casi sin esforzarse, crea una primera barrera. De adentro hacia afuera. Es fuerte, rígida y más que una barrera parece una caja fuerte, está sellada por todas partes, es similar a una que ha hecho durante las prácticas con Sauda, sin embargo, esta vez no muestra nada a cambio de nada y encajona sus propios pensamientos, lo que vienen desde adentro de su mente y se van mezclando con eso otro que viene desde el exterior. Es así que se da cuenta que esta inseguridad que lo atacó no viene en primer lugar de él, si no de afuera y que se apropia de sus pensamientos como una especie de parásito. De ese modo, en el momento en el que logra al fin contener lo que hay dentro, crea una segunda protección. Esto es solo un poco más difícil, pues muy a su manera, cordial y caballeresca, intenta empujar hacia afuera todo lo que quiera entrar, con o sin permiso. Esta barrera tiene una textura opuesta a la anterior, como un manto suave, como un rocío que desvía suavemente y esparce la niebla de su alrededor y lo ciega mentalmente. Este proceso es un poco más lento, pues a la vez que se concentra en mantener aquella protección a su alrededor, debe también convencer a su fuerte cuerpo de que el camino que debe seguir es hacia adelante, porque volver atrás solo sumará peso a su angustia más frecuente. La niebla no se rinde fácil, e insiste ante cada yarda que el bote avanza sobre el lago, sin embargo, en medio de todo eso, Hess cree que ha comenzado a usar ese mismo empuje para salir de ahí, y solo descansa de ese ejercicio cuando el bote se atranca en la costa opuesta al lago. Y después de todo eso, el bosque se desplanta casi frente a sus narices.
  13. Grelliam M. Ollivander Asintió, con energía, aunque silencioso como siempre, pensando en que la Granger llevaba mucha razón al decir que sus encuentros solían ser nada cotidianos. Sospecha que parte de eso ha sido lo que el día de hoy le ayudó a reconocerla entre los jardines de su familia. Sin esperar una invitación tomó asiento junto a la bruja, insistiendo con la mirada en que hay algo por debajo de sus pies, enterrado ahí en los terrenos de los Granger, pero igualmente se acomodó ahí mientras escucha hablar a Valeskya un poco sobre él, sobre las plantas o lo mala que es ella en particular para cuidar personas. Garry a cambio quiere dejar su observación para decirle que aunque encuentra un gran interés en ello, en la herbolaria y la anatomía humana, y aunque conoce bastante de ambos temas tanto como malamente de fabricar varitas, realmente él no es tan bueno en ello, y a las finales, tanto plantas como personas, se mueren estando en sus manos. Sin embargo no dice nada y vuelve su pálida mirada al suelo verde y fuerte de los jardines. Estar con Valeskya ahora se siente como un limbo, alrededor, salvo por esas raíces que nadie ve más que él, el tiempo parece haberse detenido, o incluso retrocedido, como si aquel sendero escondido lo hubiera llevado a volver al instante en el que solo han pasado unos cuantos días desde la última vez que pudo estar así de cerca de la Granger y no meses o incluso años. Existe algo de confort ahí, cuando ella no pregunta qué ha pasado con él o la familia, y solo continuaron la charla como viejos amigos. Grell se encoge de hombros cuando Valeskya disimula su extrañeza por el tema de las raíces y de como en base a eso ha sido él quien se aparece en su casa ahora. Bien podría tratarse esta de otra alucinación suya, quizá sigue en casa, medicado hasta la cutícula, pero aun si esta dentro de una epifanía el misterio que la bruja comienza a abordar de pronto es mucho más interesante que despertar adolorido, casi incluso más que las raíces que estropean los jardines de Ottery. Valeskya continuó entonces con algunos pocos detalles sobre lo que en este momento la mortificaba y lo pone al tanto de las ideas que ha estado meditando las últimas semanas. Grell tiene que usar lo que le queda de energía para concentrarse sólo en ella y en lo que explica. Por suerte para ambos, en esta ocasión el brujo no es completamente ajeno a lo que ella le dice; habla sobre reliquias familiares y los incidentes ocurridos durante la víspera de navidad, él también estuvo ahí, de alguna manera y desde otra perspectiva y cree incluso que tiene algo más de información al respecto de lo que tiene Granger, pero tras haber terminado Valeskya de exponer sus preocupaciones, Garry se pregunta, primero que nada, ¿cuántos Granger quedan en Ottery? Y segundo, si es que ellas también han pasado por lo mismo durante el viaje al Central Park. Las imágenes del ataque durante el secuestro de Hannity por la reliquia familiar de su casa son algo confusas y distorsionadas en su mente en este momento, es una situación que ha quedado todavía inconclusa entre ellos, pero teme, que no es del todo por la ineficiencia de Hess, después de todo, a él le ha encomendado una labor mucho más importante. Deja entonces que el silencio entre ellos se extienda, sólo están siendo acompañados unos minutos por el viento de casi la tarde, él luce flemático, pero aun así, la espesura de la quietud que lo rodea lo deja verse a su vez dubitativo, sopesando la información que Granger recién le ha compartido. —Hace mucho que no soy capaz de resolver un misterio-, le responde suavemente después de un rato, ninguno parece sentir la necesidad de romper la calma que hay en esta inusual reunión. —Creo que no tengo más condición para eso-, el abandonado y descuidado edificio del consultorio en Baker era un claro ejemplo de sus palabras. —Pero, los vecinos se ayudan, ¿verdad? -, repite, como si recién aprendiera esta lección por primera vez. —Y me ayudarás a volver a mi casa cuando esto termine-, insiste, aunque tal vez para esto último necesitará más bien de la ayuda de Hesse, ya podría llamarlo después. Por experiencia sabe que quizá mejor, para ambas partes, no debe involucrarse en esto, sobre todo teniendo en cuenta que el tema de las reliquias familiares robadas a toda costa es un tema que está acosando a todo Ottery, no es un tema de clase, de sangre o ideales, al menos no lo parece superficialmente, y debe pensar por su propia familia, o lo que queda de ella. Sin embargo, si ya está aquí, y volver a casa es igual de cansado, además de que algo en esta aventura le sabe más bien como los efectos de algun alucinogeno, lo mejor que puede hacer es ver hasta donde lo lleva todo esto, y más importante, si algo de aqui puede ayudar incluso a proteger lo suyo. Eso o quizá solo no ha perdido del todo su curiosidad detectivesca. —¿Tienes idea donde es que puede ser un buen lugar para buscar información sobre la familia? Allá en casa hay un salón que muchos años atrás se utilizaba para grandes bailes, elegantes y con todo eso. Pero ahora, cuando vuelve a parecer, está más lleno de objetos y cosas viejas de las habitaciones que van quedando cada vez mas abandonadas-, el funcionamiento de la casa en Ollivanders siempre ha sido un misterio, pero a Garry es lo único que no parece importarle. —¿Hay algo así aquí? Una bóveda familiar tal vez.
  14. Jamás le dio tanta importancia al silencio antes, hasta cierto punto, si se le preguntase y él se asinserara a confesar, hubiera dicho que incluso el silencio lo intranquiliza. En primer lugar porque esta no era una virtud que lo acompañase o que, en todo caso, pudiera describirlo mejor, no a él que por mucho tiempo su mejor oficio, el mejor de sus engaños y su disfraz perfecto, siempre fue encontrarse a sí mismo detrás de una buena conversación que consiguiera lo que necesitara, algo que iba más allá de solo saber usar trucos mágicos sobre las personas para convencerlas, atraerlas, limitarlos o evitarles. No era un don tampoco, como todo lo que es ahora habría tenido que trabajarlo y con el tiempo perfeccionarlo. En segundo lugar estaba el hecho de que el ruido de afuera había servido siempre, antes de la oclumancia, para mantener a raya otro tipo de pensamientos que agobian y que salen a la superficie cuando el silencio del exterior se extiende a su alrededor. No obstante, el silencio aquí, en esta caótica Inglaterra y particularmente el silencio de los Ollivander, le sabe diferente, no podría asegurar todavía si es mejor o si le gusta más o menos, pero al menos puede decir que no es un silencio ordinario. Está cargado de cosas: ideas inconclusas, magia experimental, sensaciones ilegibles y emociones herméticas que no cualquiera pudiera desentrañar, y Hessenord tampoco sabe si existe alguien capaz de hacerlo. Fue sencillo, sin embargo, hundirse en él. Hoy está acompañado de algo cómo eso, en el piso más alto del doscientos veintiuno del callejón Baker espera sentado al borde de una pieza de sofá viejo, abandonado cómo el resto del edificio, frente a la chimenea que ha encendido solo para hacer más agradable la estancia para la compañía que espera que no demore más en llegar, intentar calentarse con ese fuego vibrante, o la tasa de café que tiene en sus manos mientras hojea las páginas primeras del periodico del día, es en vano de todas formas, su cuerpo siempre es frío, de una forma incómoda y mustia al mismo tiempo. Por otro lado, el silencio que se extiende desde esta butaca en el consultorio a través de casi todo Baker como si de una maldición se tratase no lo hace sentirse vacío o solitario, sino que más bien él percibe (o quizá se trata de un poder demoníaco) otro plano extenso de un lugar sobre otro de forma que no cualquiera pueda penetrar en él, muy similar a la magia de las auras, pero esta parecía capaz de construir espacios como contenedores de verdaderas ideas. Esta era la magia que, inconsciente o no, maldecido o no, Grelliam dejaba a su paso, como una fragancia de su propia esencia. Romper ese silencio a pesar de lo espeso que se siente es muy fácil, es solo por eso, cree él, que no puede llegar a penetrar ese otro plano completamente, el entorno no ayuda y Hess no es una persona silenciosa; inconscientemente su pie trastabilla sobre la madera vieja del lugar y tararea su lectura como una canción monótona. Y aun así, de todas formas, la puerta del piso inferior abriéndole paso a alguien nuevo al interior del viejo local se escucha y se siente como si el edificio entero estuviera apunto de venirse abajo, ¿era esta la percepción que Garry tenía del mundo exterior todos los días? Eso podría explicar entonces porque el muchacho era, en gran medida, demasiado callado todo el tiempo. De buena gana, y haciendo la taza de café aun lado, cierra las páginas extendidas del ejemplar sobre la mesa de centro y lo guarda cuidadosamente en el maletín que hay a los pies del sillón, el vistazo al reloj de muñeca, esta vez uno analógico, es casi un reflejo involuntario, o una acción obsesiva por controlar su tiempo lo mejor que le sea posible, y se levanta de su lugar solo apenas para poner la tetera en el fuego mientras los pasos sobre las estrechas escaleras, que son calmados aunque no sin falta de convicción, se escuchan cada vez más cerca. Para cuando la persona está ahí, abriendo la puerta casi de par en par y entrando al lugar de un solo intento, él le espera nuevamente sentado sobre el sitio que en más de un sentido se siente de Grelliam, si se pone de pie para recibirla es solo porque está programado para estas cosas, no porque pueda notar en ella, quizá, el desazón que le provoca verlo a él, entre todas las personas, ocupando el lugar del Ollivander. Y nuevamente, ahora en compañía de ella, no puede solo tolerar este silencio. —¿Té, señora Evans?-, ofreció. @ Rory Despard
  15. Holaas, Quisiera añadir un personaje mas a la lista, plzz Aquí dejo la ficha; Nombre: Hurón T. J. Lasky Edad: 17 años. Nacionalidad o procedencia: Nepal. Raza: Humano. Personaje principal al que está asociado: Hessenordwood Crouch Relación con el personaje principal: Conocidos. Aspecto Físico: De estatura alta, 172cm, condición atlética, pero disimulada ya que en sus horas libres después de clases o el trabajo pasa mucho tiempo corriendo en la pista de atletismo del colegio. Viste con poco interés en la moda entre las jóvenes de su edad, incluso con ropa que consideran anticuada y recatada, pero tampoco fuera de lo ordinario, siempre busca no llamar la atención de nadie, aunque eso causa a su vez el efecto contrario, sobre todo en la escuela. Su piel tiene un ligero tono bronceado típico de la gente de esa región, y que solo resalta un poco más por sus expresivos ojos azul agua. Su cabello es casi tan largo cómo ella, tiene un lacio de un castaño claro, llevándolo en trenzas o enredando sobre su cabeza para que no le estorbe al trabajar. No tiene marcas en la piel de ningún tipo, ni lunares, ni pecas, superficialmente tiene la fachada de ser una niña más del montón, pero algo en su apariencia da la impresión de que es una persona que ha vivido mucho tiempo pero que conserva su juventud de manera misteriosa. A pesar de sus entrenamientos, luce un poco más frágil de lo que su cuerpo lo es, aunque es muy posible que eso sea un reflejo sólo de su estado anímico. Cualidades Psicológicas: Normalmente carga un aura melancólica o nerviosa todo el tiempo, camuflada detrás de una máscara de extrema seriedad y poca conversación. Aunque en realidad es de buenos modales, tímida y algo paranoica. Siempre se levanta con la idea de que -hoy será el día en el que morirá-, sin embargo, no es pesimista todo el tiempo y sabe mostrar buena actitud cuando las cosas marchan bien. También, por las burlas y acoso que sufre en el colegio de un grupo en particular de niñas de su clase, tiene la mente cerrada con la creencia de que cualquier persona que se quiera acercar a ella con buenas intenciones solo busque fastidiarle el día o burlarse de ella de cualquier forma posible. A pesar de su comportamiento tranquilo y aparentemente dócil con las personas le cuesta trabajo hacer buenas migas y no se le conoce amigos o gente muy cercana, salvo la pareja de ancianos para la que trabaja, aunque ellos parecen interesarse en su bienestar, ella amablemente no deja que se involucren tanto en su vida. Debido a que ha tenido que vivir ella sola desde muy joven es muy independiente, de buenas a primeras da la impresión de que no tiene interés por nada ni nadie, pero en el fondo guarda un espíritu sumamente curioso y aventurero que no suele mostrar. Historia: No se sabe mucho de ella, siempre ha sido una muchachita solitaria y discreta en el pueblo, pero a su alrededor algunos rumores de todo tipo han ido creciendo debido a las condiciones en las que vive; ella sola, desde la misteriosa desaparición de su familia a la que hasta la fecha ni ella ni nadie ha hablado al respecto cómo si de un tema tabú se tratara. Hurón es la hija mayor de un matrimonio no mágico que vivía en la periferia de un pueblo pequeño en Nepal, siendo su padre un hombre que se dedicaba a la milicia y su madre a la educación. También recuerda haber tenido una hermana menor a quien le doblaba la edad la última vez que supo de ellos. Las circunstancias de la desaparición de sus padres dejandola atrás siempre ha sido un misterio tanto para ella cómo para el pueblo, aunque ella más que un misterio sin resolver trata el tema cómo si supiera la verdad de los hechos, lo que suele levantar más sospechas a su alrededor, pero así cómo había quienes le molestaban o señalaban por eso, tambien existia un grupo pequeño de personas que le ayudó a salir adelante. Con eso consiguió poder continuar sus estudios y mantenerse por cuenta propia, tuvo que aprender a ser independiente desde muy joven, y sin hacer más preguntas al respecto, ella continuó su vida. Actualmente está en su último año en el colegio, ha trabajado mucho para pagar una universidad en el extrangero, lo que sea que la lleve a salir de ese pueblo, sin embargo, tras haber sufrido un sabotaje en su inscripción (resultado de alguna broma pesada) Lasky tendrá que esperar un año más para poder ingresar a la universidad que desea, por lo que continuará sus estudios y preparación en casa, mientras tanto seguirá trabajando para aumentar sus ahorros en una tienda local de un matrimonio anciano que se dedica a la reparación de radios y televisores y a la cocina local. Otros datos: Es un demonio encarnado en el cuerpo de una persona. Es mortal, siente dolor y cualquier otra cosa que los humanos hagan. No puede distinguir colores. Algunas veces tiene hábitos o memorias de sus vidas pasadas. Fue y es un demonio encargado de asegurarse de que las almas que han sido sacrificadas u ofrecidas durante los acuerdos entre demonios y humanos sean justamente cobradas en tiempo y forma. En todas sus vidas siempre llega a la misma edad y sus muertes son casi siempre iguales, sin embargo él no puede recordar nada de eso, por lo que no sabe con certeza cuándo va a pasar. En esta vida, le gusta pasar su tiempo libre practicando actividades físicas que lo mantengan en forma, escuchando cuentos de todo tipo (con especial gusto por los infantiles y de fantasía) que narran en la radio y coleccionando insectos pequeñitos. Nunca ha vivido conscientemente vidas completas, renace siempre tomando en lugar el cuerpo mortal de algún alma perdida (aquellos que deciden terminar su vida por cuenta propia o a quienes se les arrancan la vida sin darse cuenta) y permanece ahí hasta que llega la edad de morir. Condiciones de utilización: Solo el usuario de la cuenta.
  16. Grelliam M. Ollivander —Las raíces que salen debajo de tu casa están estropeando mis cultivos de belladona y arbustos nerviosos-, ¿cuánto tiempo lleva ahí de pie?, merodeando cómo un fantasma los límites de la propiedad de los Granger cómo si se negara a entrar sin una invitación. Esto no era su Heredad después de todo. Pero ha sido un gran golpe de suerte que de entre todos los Granger que conoce, o todos los patios o espacios de esta mansión, sea Valeskya quien se encontraba en uno de los jardines exteriores, el único que además ya conocía también. Aun así, había tenido que esforzarse para casi gritar aquello desde el otro extremo del patio para que ella lo escuchase, pues cómo es bien sabido, los límites de los terrenos en Ottery siempre estaban suficientemente retirados de sus edificios. —Si eso sigue creciendo así tendrás que responder a medio poblado en solo una semana. Hay un estrecho camino desde los terrenos al noroeste de la heredad hasta la senda que lo lleva a las tierras donde se encuentra la mansión Granger, hace cuánto ha estado ese camino ahí no lo sabe con certeza, hoy es la primera vez que se encuentra con él y, siguiendo el rastro de las raices de las que habla ahora, es que ha caminado por él hasta llegar a este lugar. No lo va a parecer en ninguno de sus desabridos gestos, aun si lo intentase, pero igualmente se ha sorprendido de que al final de la senda terminara encontrandose con la edificación que pertenece a la familia Granger. No es que le queden muchos recuerdos al respecto, sobre la familia o su hogar, pero al menos no la imaginaba con ese aspecto tan apagado que luce ahora. Por otra parte, Hessenordwood le ha informado sobre las familias que rodean la propiedad de Ollivander, le ha advertido también sobre su gente, parecía más conocedor de lo que a su alrededor sucedía a pesar de tener menos tiempo que él viviendo en estas corruptas avenidas. -¿Qué sabes sobre los Granger?-, preguntó interrumpiendo alguna vez la perorata de Crouch sobre salir a vagabundear sin compañía por los terrenos vecinos luego de lo acontecido en el pasado evento de los Moody. La respuesta que Hess le había dado a cambio lo dejó más confundido, pero al no estar entonces, cómo dicen los muggles, en sus cinco sentidos, solo lo olvidó. Ahora seria un buen momento tal vez para recordarlo. —Creo que somos vecinos, ¿quién lo diría? tan cerca pero tan lejos-, no está seguro si el gesto de ella es una señal para dejarlo entrar a sus patios o una mueca de desagrado al verlo después de tanto tiempo, o quizá de no reconocerlo, hace casi ya un par de años que no sabe nada de Valeskya o algún otro Granger, así que ya se ha olvidado mucho de sus modos y modales, y ciertamente Garry ha perdido mucho de su suspicacia y percepción humana cómo para saber si es bien recibido o no. —Aunque para llegar aquí tuve que caminar dos o tres kilómetros, estoy exhausto, ¿podrías ayudarme a volver a mi casa?-, de todas formas había entrado ya, y cruzó el límite que lo separa de la senda, aparentemente no tan pública, y atravesó los jardines de la mansión con lentos pero largos pasos, envuelto en un andrajoso abrigo lleno de bolsillos y fango que usa para evitar un resfriado mientras se dedica a la jardinería, y se encontró finalmente con la bruja de ojos violeta. —Valeskya, cuanto tiempo, ¿no?-, torpemente estiró el brazo para dar un par de palmadas sobre el hombro de la muchacha. —Entonces, ¿qué vas a hacer con esas raíces?-, insistió, aunque a simple vista el suelo de la mansión Granger luce completamente intacto sin ninguna mala hierba creciendo por ningún lado.
  17. Grelliam —Omitir, omitir...-, se queja llevandose ambas manos a las orejas tras hartarse del molesto zumbido que el cántico (que no cesa) causa en sus oídos tan acostumbrados al silencio absoluto. Había trabajado con seres de esta naturaleza durante alguna temporada mientras terminaba el colegio de magia, y tal vez un tiempo mas luego de eso, sin embargo hoy pensaba que los fantasmas eran tan aburridos como inservibles, pues contaban, como condena, una vez tras otra las mismas historias de siempre. Pero ¿cuál era la historia que estos tres querían contar? Su feo rostro, más lleno de cicatrices que de marcas de la edad, hizo una mueca de disgusto, el misterio se hacía más grande a la vez que más detalles sobre el pergamino se iban revelando ante ellos. La aparición de los tres espectros finalmente representó un gran salto en la investigación, sin embargo, los cánticos en otra lengua casi los arrastraron de vuelta al comienzo, pues al menos ninguno de ellos podía traducir sus palabras. O al menos eso cree hasta que Hysy puede confirmar que su magia de legeremante ha funcionado y ha conseguido sacar algo de estos tres espíritus, comenzando a emplear una misteriosa magia que parece ayudar a traducir parte del mensaje que los espectros cantan. Por su puesto, para sorpresa tal vez de nadie, las palabras que salen de la boca como hipnotizada de Hysy son todavía más confusas, aunque no por eso menos importantes, así que se apresura a buscar entre sus cosas algo que pueda servirle para anotar, pues no puede fiarse completamente de su traicionera mente. …nada es evidente ante los ojos que no saben ver más allá… Decía Hysy a la par del recitar de los fantasmas. —Tres espectros de reyes, tres sendas, tres fuerzas distintas-, masculló. El agarre de Darla en su brazo lastimaba, ella no parecía notar la fuerza extra que necesitó usar para jalarlo hasta su lado, considerando que Grelliam le dobla casi la altura, ella lo había conseguido fácilmente. Pero ahora sin máscara, puede ver mejor los cambios en su rostro y algunos otros signos, tal como las uñas ahora como garras en sus manos que se clavan sobre su piel casi sin darse cuenta. Por suerte, aún le queda algo de fuerza, para emplear la magia de la Sangre de Caín si es necesario. —¿Crees que pueda representar a los tres clanes de la marca? Quizá algo que los fortalezca a cada uno-, cuestionó, esta vez no solo al aire, sino que se fijó en Darla, buscando su tatuaje azul, para ver si había algún cambio en ellos. —Eso habías dicho ¿no? Debemos descifrar lo que la magia antigua nos puede regalar para aumentar el poder o la unidad de la Marca-, su cuerpo entero tembló ante el sobre esfuerzo y se aferró a Kila, aunque su pulso es casi inexistente ella era lo más real que tiene ahora, pues lo ha sacado de su escondite. —Pregúnta a estas almas sobre los tesoros de los que habla el pergamino-, hasta ahora lo poco que han conseguido traducir. —¿Qué son, dónde están y para quién eran?-, sugirió a Hysy que con alguno de sus poderes ha sido capaz de comunicarse con estos espectros de oscuridad.
  18. Grelliam La respuesta fue demasiado rápida, está seguro de que ni siquiera ellos esperaban recibir con tanta prontitud la presencia de una resistencia, aunque absurdo era creer que tampoco tendrían una. Grell se mantuvo algún tiempo más dentro de la oficina de guías, era por ahora más seguro, el fuego consumía todo a su paso desde el acceso principal dejando a personas atrapadas entre las llamaradas, y salir de ahí no era tan simple a estas alturas como decirlo así nada más. Tenía que ser paciente. A sus espaldas una brigada de valientes voluntarios se armaba para adentrarse a las diferentes zonas de la reserva en busca de los usuarios que aún se encontraban ahí adentro y que posiblemente desconocían la calamidad que se había desatado. —Ah, té, gracias, no era necesario, es que no parece la hora del té, ¿verdad? no, supongo que deber ser alguna una falla -, uno de los guías se le acercó con un vaso grande del desagradable instantáneo que habían conseguido para el brujo que insistió en no necesitar ayuda para salir del lugar, pero tampoco se apuraba a abandonarlo. —No no, no es necesario, el muchacho ya volverá por mí, ustedes sigan en lo suyo-, respondió mientras volvía su mirada translúcida a la ventana. El fuego estaba cada vez más cerca, ya podía sentir el calor del mismo ahogando en el lugar, pero se mantuvo inerte. —Espera, deja que tus compañeros hagan lo que tengan que hacer, tú puedes quedarte aquí conmigo-, el niño que le había entregado el café se quedó a su lado sin protestar. —Pensaba que no te importaría si todo terminaba en fuego y llamas-, ella ocupó el lado izquierdo, dándole la espalda al caos de afuera. —Lo había pensado también, pero esto…-, sopló sobre el borde del vaso y dio un sorbo. —Todo esto es un desperdicio de recursos. —Todas esas plantas y especies chamuscadas. Y los animales, tan lejos de tu alcance todos ellos, en manos de quien sabe quien más, ¿ahora de dónde vamos a conseguir escamas de dragón para los experimentos con pólvora?-, él sonrió apenas ante la urgencia en la voz de ella. —Tú siempre me entiendes, Bel. Escuchar el apellido de la familia le recuerda que él no lleva una máscara por lo que debe ser cuidadoso ahora que le han reconocido. La voz del hombre es, ante el efecto de sus oídos ensordecidos, algunos tonos arriba que las detonaciones de afuera y las estructuras colapsando, se da cuenta entonces que ya no hay más personal de la reserva en el lugar, seguramente han ido ya a buscar a las personas, y solo esta este muchachito, un pasante tal vez, a su lado. Grelliam está por explicar al mago que los intercepta que no tiene que preocuparse por ellos, que ya iban de salida, sin embargo, el crujir de la cubierta resquebrajarse los obliga a mantenerse por debajo del hechizo obsistents de Whisper, incluido al muchachito que Grell jala consigo. —Que buenos reflejos-, felicitó, pensándolo mejor quizá mantenerse cerca de este nuevo personaje sería de ayuda, así que cuando Benjamin insiste en que debe irse, Garry le explica que no trae consigo su varita y que por su condición no puede hacer una aparición fuera así nada mas, por lo que no le queda más remedio al mago que llevarlo consigo para mantener la cabeza de Ollivander en su lugar en lo que a su asistente se le ocurre aparecer por él. —Vamos, niño-, apura siguiendo de cerca los pasos de Whisper. Para su sorpresa, el mago al que siguen termina encontrándose a tan solo unos metros al mismo ministro de magia, se aventura a pensar en que trabajan en colaboración, pero si Benjamin pertenece al grupo opositor o un elemento más del gabinete ministerial eso no le queda claro. No es momento tampoco para estas cosas, de presentaciones formales, pues los ataques mortífagos han comenzado a moverse adentrándose a la reserva violentamente y con ella liberando algunas de las pocas especies que se encuentran encerrada, por otra parte la breve conversación entre el ministro y Whisper indica que justo será este último quien se encargue del manejo de los agentes ministeriales que se presenten al lugar. —Conozco la ruta que tomará la brigada para ayudar a evacuar a todos-, el muchachito finalmente habló, con urgencia, casi desesperado por ser escuchado. —Pero hay muchas personas ahí dentro, necesitarán toda la ayuda posible para sacarlas a todas, ¿hay alguna forma de que el ministerio pueda darles apoyo? Lejos de ahí, en los rincones donde el fuego no alcanza todavía a quemar nada, la brigada bajo los efectos de una sólida maldición imperius comenzó a bloquear los caminos que impiden que las personas salieran con facilidad, saboteando accesos y poniendo trampas humanas para dejar encerrado a todo aquel desprevenido que se encontrara merodeando las instalaciones. Algo o alguien tenía que ocupar el lugar de las criaturas en la reserva después de todo.
  19. Hounds Estando ahí, en esta ocasión con Rory explicando otra de sus preocupaciones, ella siente que el mago de algún modo ha leído sus pensamientos, de igual manera prefiere escuchar todo lo que el brujo está teorizando antes de compartir sus propias ideas, pues ante todo debe cuidar la exclusividad que existe con los clientes de la compañia, y confiarle sus sospechas a Despard representa poner algunos nombres sobre la mesa. —La torre y el salón también están en su mayoría inutilizables-, informó. —Parece que esto fue un atentado planeado, pero de todas formas no se esperaban un contraataque como este, no dieron mucha guerra después de todo, salvo tal vez…por esas cosas, ¿sabe si había alguien habitando en la torre? —El ataque en el salón pudo haber sido una distracción-, interrumpió Renzo, Eitʃ asintió apenas preguntándose más bien; ¿qué pertenencia de gran valor pudiera tener alguien como Rory Despard para armar tanto alboroto? Supone que es otro de los misterios que rodean el encabezado de actual ministro, incluso para alguien con las características del joven predicador. —¿Piensas que han venido buscando algo y no precisamente a alguien?-, cuestionó la bruja mientras detenía la marcha del muchacho para evitar que una viga suelta cayera sobre ellos. El grupo había rodeado el campo hasta donde Rory les indicaba que eran los restos de lo que quedaba de su piso en el palacio ahora destruido, no estaba tan lejos del salón donde había iniciado todo, pero parecía que otra batalla se había llevado a cabo en ese lugar, sin embargo, no podía solo tratarse de daños colaterales, por el nivel de destrucción, lo que sea que se hubiera enfrentado ahí, había dado una buena pelea. —Si reconstruimos con lo que queda quizá podamos saber con certeza qué es lo que haga falta-, sugirió a pesar de que Renzo le advierte con la mirada, pero es que, aunque aún no tiene la seguridad de el qué cosa pueda ser lo que han venido a buscar en los cuartos del Palacio Rosa, al menos tiene una noción y sospecha que Despard también.
  20. Hounds De un salto Eitʃ bajó del cangrejo de fuego y se apuró para ayudar a Rory antes de que la bestia volviera a su forma ordinaria con un estallido que terminó por dejar pequeños cráteres sobre los patios alrededor de lo que quedaba del edificio. No era la primera vez que están en una confrontación de este tipo, sin embargo, resulta alarmante el nivel de destrucción que se ha alcanzado en un lugar como este en tan solo un instante, suponiendo que se trataba de un atentado contra el ministro de magia, había sido un intento muy vulgar y casi absurdo, lo que levantaba las sospechas de las verdaderas intenciones del ataque en diferentes direcciones. —Es un desastre, tks, tan lindo que era el lugar-, bufó la bruja. —He visto cosas peores-, —Querrás decir que has hecho cosas peores-, se burló, mientras velozmente tipeaba sobre el teléfono móvil, adjuntando al mensaje una fotografía del desastre donde a la distancia se puede ver claramente la figura del ministro y su asistente. —¿Notaste algo familiar durante la batalla? En estas personas…-, su compañero asintió, pero el de dónde es que habían aparecido esas últimas criaturas los dejaba algo solo un poco más extrañados sobre el ataque. El saldo de heridos, entre los participantes de la reunión de Travers y los usurpadores de Avery, ya estaban siendo atendidos por elementos ministeriales que han sido invocados por Whisper, los escasos elementos de seguridad mágica que se presentaron al lugar parecieron un poco contrariados entre la decisión de si debían llevarlos directamente a Azkaban o a San Mungo para ser atendidos antes de su interrogatorio. —¿Que se les trate con dignidad dice?-, escupió el viejo hombre. —Ya lo oíste, no te digo que es una dulzura-, respondió con un puchero meloso, a lo que Renz rodó los ojos con fastidio y comenzó a moverse por el lugar, pateando escombros y estorbando a la gente que intentaba ayudar. —A ti te haría falta algo de eso qué tiene él. —Para eso estás tú, ¿no?. Y ¿qué seguimos haciendo aquí de todas formas? el hombre Despard está bien, no creo en primer lugar que le hiciéramos tanta falta, y si Whisper se lleva a todos los sospechosos no hay nada más que podamos sacar de esto-, no podía terminar de entender porque habían dejado sus ocupaciones a medias por venir hasta aquí a cuidar de un servidor público, aun si se trataba del mismo ministro de magia britanico. —Además no debemos entrometernos si esto involucra a ya sabes quienes. —Los viste bien, no hay forma de que sean mortífagos. —¿Puedes asegurarlo?-, la retó. —Sabes quién es él-, y señaló a Rory que aún les da la espalda, poniendo orden en sus indicaciones sobre los sospechosos que han logrado atrapar aún con vida. —Y no me refiero a solo su título de ministro de magia. Estamos exponiéndonos a algo que no nos concierne, Eitʃ, esta no es nuestra encomienda-, Con un último vistazo de reojo hacia ellos, que entiende casi como una amenaza, Whisper desapareció del plano no de muy buena gana. Eitʃ en cambio, le sonríe triunfante. —Habrá que ver-, se encogió de hombros, respondiendo con la paciencia al límite. —Hasta dónde puede llevarnos todo esto-, el gruñido del hombre se escuchó desde el fondo de su pecho. —Ya no digas nada, ahí viene de vuelta.
  21. Kindergarten Guillam se mantuvo en silencio unos segundos antes de responder. —No, en realidad eso fue nuevo… quiero decir, estuvo muy cerca-, las ganas de contactar a Benjamín iban en aumento, ¿por qué tuvo que involucrarse con ese ministro de magia? —Pienso que ha sido un ataque directo contra el ministro, y que terminó por embarrarnos a todos en esto. A pesar de lo que se dice los periódicos, no todo ha caído, aún existen lugares seguros, y por lo menos el palacio se había mantenido al margen hasta hace poco…-, no se atrevió a decir más, no es que tuviera algo directamente en contra del joven predicador y su victoria durante las elecciones a ministro de magia, pero igualmente Guillam compartía la idea de que el hombre Despard, a pesar de sus buenas intenciones, simplemente no estaba por completo preparado para estar al frente de específicamente esta comunidad mágica. —Asistir al evento sin más protección fue algo muy arriesgado-, razonó Ollivander. —Como tú al rescatarnos, fue muy heroico-, pareció genuinamente asombrado. —Solo es un trabajo-, Quintel se encogió de hombros. —Al igual que el de Despard, ¿ah? -, levantó la mirada para encontrarse con el rostro extrañado del moreno, pero Gurren es tan vergonzoso aún que no se atreve a mantenerla por mucho tiempo antes de volver a sus brazos ocultos bajo la capa, donde los remaches de su brazo aún tienen enredadas algunas raíces que irritan las partes orgánicas. —Parece un trabajo muy noble el suyo. —¿Lo estás defendiendo? ¿lo conoces siquiera?-, —¿Tú si?-, —He visto su trabajo-, —Solo digo que, requiere de mucho valor salir de la burbuja, con la responsabilidad que eso conlleva, hacerle frente y luchar cara a cara contra el caos de años de deterioro de esta sociedad y con más de un puñado de obstáculos en contra-, a pesar de su propia condición esta pudo haber sido la primera vez que se encontraba con este tipo de verdades en las que se sumergía no solo Inglaterra, sino muy posiblemente el resto de comunidades mágicas. —Vimos la batalla que se armó ahí afuera, en un evento en su mayoría privado, pudimos habernos quedado y luchar por los nuestros-, piensa nuevamente en Cleo, aún no tenían señal alguna de ella o de que la batalla hubiera terminado ya. —Pero escapamos de ahí y ahora estamos aquí escondidos, sin saber a donde ir o qué hacer. —Pudimos haber muerto ahí, —No parece haber mucha diferencia si se tiene que vivir para siempre escondido bajo la tierra. Quintel resopló una risa, no había forma de olvidar la tragedia de la gran Tenochtitlan después de eso. —Eres un completo tonto, ¿no es así? Se necesita más que solo valor para ser un verdadero líder-, y no cree que Despard realmente cumpla con todos los requisitos, ni siquiera los básicos para ello, y no entendía entonces como es que Whisper encontraba interés en trabajar con él, pero le conmueve igualmente la visión benévola del brujo que tiene ahora frente a él. —¿Cómo es que alguien como tú terminó trabajando para Hess? Quiero decir, yo no soy el más brillante, pero evidentemente te hace falta algo de mali…-, Una fuerte detonación se escuchó sobre ellos, sacudió la cubierta del local e interrumpió la conversación de los brujos. —¿Qué fue eso?-. —Parece otro ataque, ¿cómo nos encontraron?-, otro golpe esta vez proveniente de lo que parecía la fachada clausurada del local hizo estallar los cristales de la habitación. —Creo que me equivoqué, tal vez no era a Despard a quien buscaban-, la mirada de Quintel vuelve rápidamente a Travers y las palabras de Nasha sobre ella zumbaron en su cabeza. ¿Cuánto valor existía realmente sobre los hombros de esta bruja? —¡Entraron!-, antes de poder defenderse una de las figuras que se colaba al edificio apenas por una abertura arrojó en contra de Guren un objeto que terminó por pegársele como bicho, dándole una fuerte descarga eléctrica y dañando gran parte del mecanismo magnético que desenvaina su varita. Quintel se lanzó sobre él y jaló hacia ellos a Hattie, por un momento, mientras Gurëndriel aún se contorsiona en el suelo duda, pues aún no ha perfeccionado su técnica de aparición y con toda esta presión encima no cree que pueda sacarlos a los tres de este lío. Podría entonces intentar luchar cómo dijo Guren, hacerles de una vez frente y averiguar qué es lo que querían de ellos, pero ¿y si no lo conseguían? ¿Y si él perdía nuevamente? Esta vez ni George, ni Xcaret podrían salvarlo.
  22. Kindergarten —No teníamos la intención de interrumpir, mi señora Montpellier. Es que no se me ocurrió otro lugar donde hacernos aparecer-, Quintel se disculpó con una sonrisa de oreja a oreja y una mirada destellante, hasta ahora se había mostrado muy aficionado a las prácticas de hechicería de la bruja. —Intentaremos no causar más molestias-, sin embargo es demasiado tarde, pues la trampilla se cierra nuevamente y no hay más rastros de Nasha. —¿Qué sucede? Escuché gritos-, Guren volvió casi al instante, parecía haber dejado su tarea a medias tras escuchar la alarma de Hattie, en sus manos solo cargaba una botella de agua y algunos trapos que no podrían ni servir como vendajes siquiera. —Una falsa alarma-, Quintel observó con burla a la nerviosa muchachita y le sonrió, tal parecía que su gesto no era bien recibido por ella, y por un momento pensó en las niñas nomaj del colegio, él creía que había más parecido en Harriet a esas personas no mágicas que en los magos y brujas que había conocido hasta el momento, incluyendo a Benjamín y sus sofisticados modos. —Ya no hará falta nada de eso, ella estará bien. —¿De verdad?-, incrédulo se acercó a las piernas de la muchacha, por un momento parece haber olvidado guardar los malos hábitos delante de la delicada niña, pues sin más comenzó a inspeccionar la piel sana de su tobillo desbordando curiosidad y admiración por sus ojos. —¿Y no duele más?, mira pero qué has hecho aquí, es increíble, no hay ninguna cicatriz, ni rastro, esto es…-, el sonido como un reproche que viene esta vez en dirección de Hattie le recuerda que no está tratando con un cuerpo sin vida como con los que está, de algún modo, acostumbrado a convivir. —Lo siento-, se disculpó guardando distancia. El silencio entre ellos fue por un momento incómodo, Guillam era sin duda un muchacho extraño, incluso aún más de lo que pudiera parecer él, aunque Guren no piensa que sea eso la razón que hace tan difícil la convivencia entre ellos, por otro lado no puede dejar de pensar en el artefacto que le ha mostrado para sanar el cuerpo de la niña, algo ha explicado brevemente sobre la magia guerrera y aunque quiere preguntar más acerca de ello, y de si carga consigo más objetos mágicos como aquel, piensa que eso podría no ayudar del todo a aliviar el recelo con el que Hattie trata al muchachito. No es claro que él le tuviera mayor confianza, pero era lo que tenían ahora. —Eres otro inquilino en el Pink Palace también, ¿cierto? -, Quintel asintió en respuesta, luego paseó una vez más su mirada por la bruja Travers, la había reconocido en medio de la batalla incluso antes que a Gurëndriel, pues la recepcionista parlanchina le había contado acerca de ella en alguna ocasión mientras Benjamín actualizaba el alquiler. —¿Habías visto algo así antes? Es decir, ¿por qué atacarían durante el evento de la señora Travers?
  23. Grelliam Levantó ambas manos con el libro en ellas como rendición, no pretende en absoluto hacerle frente a este nuevo personaje enmascarado que se integra en la investigación, o mejor dicho, a la búsqueda de Draven, aun cuando sus intenciones habían sido otras antes de salir de la mesa. No obstante, ante la clara amenaza que ha recibido, la cual no pretende poner a prueba, decide finalmente que puede continuar con lo suyo sin tener que abandonar la Torre Negra todavía, tal como lo ha dicho desde un principio, pero que tampoco necesita quedarse solo observando el pergamino esperando a que algo más suceda. Rodeó entonces a la bruja, apartándose de su camino inofensivamente, sin ganas de enfrentarla o detenerse a tentar los límites de su paciencia. Era mejor tener un perfil bajo estando rodeado de todas estas personas. Continuó adelante, encaminado por sus propias representaciones que se ha hecho de la magia de ese pergamino, deteniéndose en la puerta solo un instante antes de salir, un breve momento para escuchar a Kila exponer una nueva explicación, un intento mayor, con una ofrenda más significante que hace que Grelliam considere quedarse un instante más. Sopesa la idea que Darla Potter ha tenido, pero algo de todo lo que ella dice, retumba en su cabeza, lo hace con un ruido sutil, como un timbre o una campana pequeña; “cada uno podría obtener los conocimientos que necesita e ir tras el mago, el poder, la magia y las riquezas”. La soledad del pasillo donde se encuentra luego de abandonar al grupo, lo frío del corredor, lo silencioso que es, resulta estimulante, una vez afuera extiende a sus anchas este plano mental que con los años en cautiverio ha estudiado y perfeccionado, y de pronto la línea que divide la realidad de lo que sucede solo en su mente es tan delgada, que casi no existe. Y tal vez, bajo esta visión, debería volver, debería quedarse un poco más, explorar entre sus poderes, no solo los suyos, sino los del grupo completo, y entender de que verdaderamente se compone esta magia. ¿No es por esto que servía ahora a los inciertos ideales mortífagos? —Puede ser que no sea necesario tanto de todo eso-, de nuevo está ahí, en algún momento ha entrado otra vez y observa desde un extremo oscuro de la habitación, cómo si no quisiera acercarse más. —La sangre corrupta permite que la sangre del usuario se vuelva altamente mordaz, capaz de dañar cualquier objeto-, explica acercándose con lentos pasos, observando más de cerca el hechizo de Flagelo causando un efecto sobre el rastro de sangre de Kila y Zenin, ¿quién diablos eran estas personas y que clase de poderes habían adquirido? De pronto estudiar a estos personajes más de cerca se vuelve una cosa más interesante que el mismo pergamino sobre la mesa. —Tiene otras utilidades interesantes, pero entre lo más relevante es su capacidad de penetrar y dañar incluso sobre la magia oscura-, no necesita lacerarse con el filo de la daga que Darla ha invocado para extraer algo de su sangre, desde que lleva la marca puede sentirlo, y la piel de su cuerpo se abre, por debajo de la palma de su mano dejando un rastro mucho más generoso de los efectos que tienen los poderes de Nosferatu. Finalmente, tras solo segundos de espera, algo parece haberse roto, como si una capa imperceptible hubiera estado cubriendo la superficie del papel. Es en ese momento donde al fin se muestran unos textos un poco más entendibles que los orientaba hacia dónde podían comenzar la búsqueda de este dichoso mago. Esta vez Grelliam volvió sus extraños ojos a la bruja detrás de la máscara de dos colores, tartamudea haciendo a un lado para que Hysy tenga una mejor visión de lo que se ha revelado en el pergamino y pueda encontrar una ruta que los lleve más pronto hacia el siguiente objetivo. Pero lejos de esperar que ella pueda terminar con la visión, la magia que proviene del objeto sobre la mesa comienza a zumbar nuevamente hasta que tres figuras como bestias espectrales se manifestaron ante ellos, rodeandolos. Habían nacido de la oscuridad de aquel recinto, en ellos la perversidad irradiaba a la vez que recitaban algo, cual cántico, que sospecha que es el idioma en el que está escrito el pergamino. Podría tratarse de otro hechizo de protección, una revelación de los verdaderos poderes que están por descubrir o tan solo otra alucinación mas de Grell, pero aun si fuera esto último, cree que puede reconocer algo de humanidad en ellos; los fantasmas maldecidos de aquellos tres reyes que Malik había codiciado y engañado al robar los regalos para el profeta. —Tal vez ellos saben algo sobre lo que estamos buscando-, murmuraba a la vez que se mueve lentamente ahora detrás de Darla ya que lo incógnito que hay debajo de la mesa hace que meterse ahí ya no sea más un lugar tan seguro y, alucinación o no, era mejor tener algo de protección adicional.
  24. Hounds —¿No te dije que era encantador?-, Eitʃ lanzó con habilidad un potente rayo que protegió a su colega de recibir un impacto directo al rostro, luego le arrojó la varita por el aire. —Al menos alguien se alegra de verte-, por el contrario, Renzo machacó con una maldición torturadora al mismo insolente que se había atrevido a hacerle cara. —¿De qué estás hablando? Mucha gente se alegra de verme … y lo hacen todo el tiempo-, el frasco redondo que la bruja hizo rodar por el suelo terminó a los pies de algun otro encapuchado que quedó dormido al instante bajo los efectos de un filtro de los muertos en vida vaporizado, mucho menos potente que el filtro ingerido, pero igualmente los sacaba de un apuro y lo principal; les abría un camino hacia donde se encontraban Despard y Whisper. La batalla continuó ante los aliados del impostor de Avery con fuerza, no eran contrincantes del todo peligrosos, pero sin duda tienen una resistencia férrea, lo que los llevó a conjeturar de que este podría tratarse de algún otro grupo de fanáticos políticos o religiosos que solo sabían causar problemas. No era que ellos frecuentaban entrometerse en disputas de este tipo, sin embargo, las decisiones sobre sus actividades por parte de Hessen los últimos meses eran cada vez más ambiguas y no dejaban en claro el rumbo hacia donde estaba yendo la empresa ahora, y muy posiblemente solo ellos eran lo único que quedaba de lo que alguna vez el Crouch consiguió. Renzo y Eitʃ luchaban a la par con una coordinación casi sobrenatural, utilizando una sola varita entre los dos la cual invocaban en sus manos haciéndola desaparecer de los dedos del otro, arrojándola por el aire o rodandola en el suelo para hacerla llegar de cualquier modo, e intercalando los ataques con objetos mágicos o pócimas que detonaron, intoxicaron o aturdieron a sus oponentes y, ¿por qué no? algún otro golpe físico más directo. En cuestión de casi nada de tiempo, el pequeño grupo había logrado neutralizar el problema más grande y ya la mayoría de los asistentes de la reunión habían conseguido salir del sitio. Solo entonces hubo oportunidad de finalmente acercarse. Eitʃ aprovechó para llegar hasta donde Rory, que es varios centímetros más bajo que ella gracias a su alta figura y sus pretenciosos tacones, y después de cerciorarse de que su herida sobre la ceja es solo un rasguño, le dio un beso cándido en la mejilla. —Me gusta eso, te hace ver rudo-, ella le sonrió divertida, era extrañamente familiar estar de nuevo junto al pelirrojo, cómo si fuera algo de todos los días luchar codo a codo con él y no cosa de solo un par de veces. —Aunque siempre nos han gustado los chicos buenos-, ella le guiñó con cierta complicidad que seguramente el hombre no entenderá. —No tiene que preocuparse por la paga, señor Whisper, la seguridad del ministro siempre correrá por cuenta de la casa-, solo por fastidiar, la coqueta muchacha le arrojó un beso al aire al rubio, conociendo de sobra los rumores que rodean al minucioso asistente del actual ministro de magia ingles. Fue Rory nuevamente el encargado de unificar mitades, mientras ponía al tanto a ambos grupos sobre lo que buscaba y lo que quería de estas personas. Fue una sorpresa por parte de los agentes de la compañía que Despard no tuviera más explicaciones sobre el atentado que acababa de sufrir, ellos habrían incluso pensado que el ataque había sido esperado por parte del ministro, dada las condiciones de haberse tratado de un evento tan exclusivo. Y quizá hubieran interrumpido, Renzo, impaciente como siempre, abordando a Despard con preguntas que claramente se inclinaban a incriminarlo o hacer quedar mal la reputación del ministro, sin embargo, el ruido a sus espaldas y la advertencia de Rory anunció un nuevo objetivo en la misión. —Pero…¿qué demonios son estas cosas?-, los ojos de Renzo brillaron de emoción, fueran lo que fueran habría querido llevarse un par consigo al mismo infierno. —Escuchaste bien al señor ministro, monsieur, compórtate-, entonces Eitʃ conjuró una vez más el arma en mano. —Barbatos, morphos-cangrejo de fuego. Engorgio-, invocó y con una nueva llamarada de la gigante criatura el campo de batalla nuevamente se encendió.

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